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UNIDAD 5. EMPLAZAMIENTO Y SUS EFECTOS.

5.1. Conceptos y formas de emplazamiento.

La palabra emplazar, en una de sus acepciones, significa dar un plazo que el juez le
impone al demandado, desde luego con base en la ley, para que se apersone el
juicio, para que comparezca a dar la contestación a la demanda.

La institución de emplazamiento cumple la garantía de audiencia establecida en


nuestra propia constitución en los arts. 14 y 16.

Al cumplirse con las normas del emplazamiento se está respetando la garantía de


audiencia, que todo ciudadano tiene de ser oído, para ser vencido en juicio.

De esta manera se puede advertir que las finalidades del emplazamiento son:

a). Notificar al demandado acerca de la existencia de un proceso en su contra y su


contenido.

b). Otorgarle un plazo para contestar la demanda

c). Constituir la relación procesal entre actor, demandado y órgano jurisdiccional.

5.2. Requisitos del emplazamiento.

Por regla general, el emplazamiento debe efectuarse mediante notificación personal.

En caso de que el demandado no se encuentre en la primera búsqueda, puede


hacerse por medio de cedula, que será entregada a algún pariente, trabajador
doméstico o quien viva en el domicilio en el cual se le buscó.

El emplazamiento como llamado a juicio, puede hacerse de diversas formas:

Emplazamiento por notificación personal:

El art. 114 del CPCDF dispone que el emplazamiento deberá ser notificado
personalmente en el domicilio del demandado, entregándole cédula en la que le hará
constar:

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a). La fecha y la hora en que se entregue;

b). La clase de procedimiento;

c). El nombre y apellidos de las partes;

d). El juez o tribunal que manda practicar la diligencia;

e). La transcripción del auto admisorio, y

f). El nombre y apellidos de la persona a quien se le entrega.

Emplazamiento por cedula:

En caso de que el actuario no encuentre el demandado, el emplazamiento se hará


por cedula, la cual será entregada a los parientes, empleados o domésticos del
interesado o a cualquier otra persona que viva en el domicilio del demandado,
después de que el notificador se haya cerciorado de que ahí vive la persona por
emplazar.

Emplazamiento por edictos.

De acuerdo con el último párrafo del art 119 y del art 122 del CPCDF, la notificación
por edictos procede:

a). En caso de ocultamiento del demandado, a petición del actor y previa


comprobación de este hecho, el emplazamiento podrá practicarse por edictos;

b). Cuando se tratare de personas inciertas;

c). Cuando se tratare de personas cuyo domicilio se ignora, previo informe de una
institución que cuente con registro oficial de personas.

Para que el emplazamiento se efectué por edictos, es necesario agotar todos los
medios que se tienen al alcance, a fin de averiguar el domicilio del demandado.

5.3. Efectos del emplazamiento.

Artículo 259 CPCDF

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a). El primer efecto del emplazamiento es el de prevenir el juicio en favor del juez que
lo haga.

b). Someter al emplazado a seguir el juicio ante el juez que lo emplazó, siendo
competente al tiempo de la citación, aunque después deje serlo en relación con el
demandado porque éste cambie de domicilio o por motivo legal.

c). Obligar al demandado a contestar ante el juez que lo emplazó, salvo siempre el
derecho de provocar la incompetencia.

d). Producir todas las consecuencias de la interpelación judicial si por otros medios
no se hubiere constituido ya en mora el obligado.

5.4. Nulidad del emplazamiento.

El art 76 del CPCDF dispone que las notificaciones hechas en forma distinta en la
prevenida en el código serán nulas.

Un emplazamiento puede ser nulificado cuando haya sido realizado en forma


defectuosa o viciada y hay varias maneras, como métodos o caminos, para lograr
estas nulidades.

El primero es mediante lo que se le llama un incidente de nulidad de actuaciones, con


base en los arts. 74 a 78 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.

El segundo es el recurso de la apelación extraordinaria que implica, en rigor, un


pequeño juicio nulificador.

Finalmente, un tercer método o vía para combatir un emplazamiento mal hecho es el


juicio de amparo directo, o sea, un juicio seguido ante un juez de Distrito para que por
medio de una sentencia de protección de garantías nulifique o desaplique los efectos
de un emplazamiento mal realizado.

UNIDAD 6. PARTICIPACIÓN ACTIVA DEL DEMANDADO.

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6.1. Allanamiento.

Es una conducta autocompositiva propia del demandado, en virtud de la cual éste


se somete a las pretensiones del actor. Es decir, el demandado se allana cuando
acepta las pretensiones del actor.

El art. 274 del CPCDF establece:

Cuando el demandado se allane a la demanda en todas sus partes o manifestando


el actor su conformidad con la contestación de ella, se citará para sentencia. Esto
significa que cuando el demandado se allana, al someterse a las pretensiones del
actor, no es necesario realizar la etapa probatoria y de alegatos, por lo cual el juez
debe citar para sentencia, es decir, pasar directamente a la etapa resolutiva.

No solo el demandado puede allanar a la demanda, sino que también el actor puede
hacerlo a la contestación de la misma.

6.2. Confesión de la demanda.

Es la admisión de que determinados hechos afirmados por el actor en su demanda


son ciertos. La confesión, en rigor, sólo puede referirse a los hechos; la
determinación del derecho corresponde al juzgador.

Las partes no pueden confesar el derecho, solo se confiesan los hechos.

Cuando el demandado admite que los hechos afirmados por el actor en su demanda
son ciertos, puede, sin embargo, discutir la aplicabilidad de los preceptos jurídicos.

En este caso no es necesario la etapa probatoria, pues los hechos han sido
confesados y no requieren otro medio de prueba, sí se precisa la etapa de alegatos,
con objeto de que las partes discutan la aplicabilidad y el alcance de los preceptos
jurídicos.

De una interpretación sistemática de los artículos 274, 404 y 517 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal se advierte que el allanamiento es un
acto procesal mediante el cual el demandado reconoce expresamente la
procedencia de la acción intentada por la parte contraria.

Se trata de un acto de disposición de los derechos litigiosos, materia del juicio, por
lo que únicamente pueden realizarlo con eficacia jurídica quienes están facultados
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para disponer de ellos. Dicho allanamiento implica una confesión de los hechos en
que se sustenta la demanda con algo más, porque la confesión sólo concierne a los
hechos y el allanamiento comprende también los derechos invocados por el
accionante.

Es, por ende, una actitud que puede asumir el demandado frente a la demanda, en
la que se conforma, expresa e incondicionalmente y con la pretensión hecha valer,
admitiendo los hechos, el derecho y la referida pretensión. El allanamiento
constituye pues, una forma procesal autocompositiva para resolver los conflictos,
que se caracteriza porque el demandado somete su propio interés al del actor a fin
de dar solución a la controversia de manera pronta y menos onerosa resultando,
con ello, beneficiados ambos contendientes.

Por otra parte, la confesión constituye el reconocimiento expreso o tácito que hace
una de las partes de hechos que le son propios y que le pueden perjudicar. Como
se advierte, ambas instituciones jurídico-procesales, el allanamiento y la confesión,
tienen en común el reconocimiento de los hechos de la demanda aun cuando
respecto de la primera también acepta la procedencia de la pretensión y la
aplicabilidad del derecho.

Consecuentemente, las instituciones en comento tienen como consecuencia que


todos los hechos reconocidos por el demandado queden fuera de la litis, relevando
al actor de acreditarlos a cambio de determinados beneficios para el primero,
simplificando con ello el procedimiento para alcanzar una solución con la mayor
expedites, evitando la multiplicidad de litigios que afecten el bienestar de la
sociedad al conceder a la parte reo la oportunidad de cumplir fácilmente con sus
obligaciones, sin que por ello se perjudique a la actora, sino que también resulta
beneficiada.

6.3. Oposición de defensas y excepciones.

De acuerdo con el segundo párrafo del art. 260, las excepciones que se tengan,
cualquiera que sea su naturaleza, se harán valer simultáneamente en la
contestación y nunca después, a no ser que fueren supervenientes.

Actualmente podemos destacar dos significados de la palabra excepción:

· Excepción en sentido abstracto:

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El poder que tiene el demandado para oponer, frente a la pretensión del actor,
cuestiones que o bien impidan un pronunciamiento de fondo sobre dicha pretensión,
o que, en caso de que se llegue a tal pronunciamiento, produzcan la absolución del
demandado.

· Excepción en sentido concreto:

Se suele designar las cuestiones concretas que el demandado plantea frente a la


pretensión del actor, con el objeto de oponerse a la continuación del proceso,
alegando que no se han satisfecho los presupuestos procesales (excepciones
procesales) o con el fin de oponerse al reconocimiento, por parte del juez, de la
fundamentación de la pretensión de la parte actora, aduciendo laexistencia de
hechos extintivos, modificativos o impeditivos de la relación jurídica invocada por el
demandante (excepciones sustanciales).

Excepciones y presupuestos procesales:

Por presupuestos procesales entendemos el conjunto de condiciones cuya


presencia o ausencia es necesaria para la válida integración y desarrollo de la
relación procesal.

Se dividen en:

· Presupuestos procesales previos al proceso:

Podemos subdividirlos, según se refieran a los sujetos (competencia del juzgador y


la capacidad procesal, la representación y la legitimación de las partes) y al objeto
del proceso; aquí podemos mencionar la exigencia de que el litigio que se va a
plantear en un proceso no haya sido ya previamente resuelto mediante sentencia
firme dictada en un proceso anterior (cosa juzgada) o no haya sido sometido a un
proceso también anterior, el cual se encuentre todavía pendiente de resolución o en
curso (litispendencia); o finalmente, que la acción no haya sido ejercida fuera del
plazo que la ley, en su caso, señale (caducidad de la acción).

· Presupuestos procesales previos a la sentencia:

Son todas aquellas condiciones necesarias para la regularidad del desarrollo del
proceso, sin cuya satisfacción el juzgador no debe pronunciar sentencia de fondo
sobre la pretensión litigiosa.

Excepciones procesales.
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1. Excepción de incompetencia del juez: Esta excepción tiene por objeto denunciar
la falta del presupuesto procesal consistente en la competencia del órgano
jurisdiccional, el CPCDF establece dos vías, a elección del demandado: la
declinatoria, que se promueve como excepción ante el mismo juez que está
conociendo del asunto y al cual se considera incompetente, y la inhibitoria, que se
promueve dentro del plazo de nueve días siguientes al emplazamiento ante el juez
que se considera competente para que dirija oficio inhibitorio al juez que está
conociendo del asunto, con objeto de que remita testimonio de las actuaciones
respectivas al inmediato superior para que éste resuelva, previa audiencia de
pruebas y alegatos, cuál juez debe conocer del asunto.

2. Excepción de falta de legitimación procesal o de la personalidad: De acuerdo con


la SCJN, la excepción denominada de falta de personalidad en el actor consiste en
la denuncia de que éste carece de la calidad necesaria para comparecer en juicio
(capacidad procesal) o de que no ha acreditado el carácter o representación con
que reclame (representación procesal o personería).

3. Excepción de litispendencia: Tiene por objeto hacer del conocimiento del juez que
el litigio planteado por el actor en su demanda ya está siendo conocido en otro
proceso anterior, que se trata de un litigio pendiente de resolver en un proceso que
ya se había iniciado con anterioridad al que ahora promueve el actor con su
demanda (art. 38).

4. Excepción de cosa juzgada: Tiene por objeto denunciar al juez que el litigio que el
actor plantea en su demanda ya fue resuelto en un proceso anterior, mediante una
sentencia definitiva que ya adquirió firmeza, por no poder ser impugnada ni
discutida legalmente.

5. Excepción de conexidad: Es una petición formulada por la parte demandada para


que el juicio promovido por el actor se acumule a otro juicio, diverso de aquél, pero
conexo, iniciado anteriormente, con objeto de que ambos juicios sean resueltos en
una sola sentencia.

Excepciones sustanciales.

Consisten en los hechos extintivos, modificativos o impeditivos aducidos por el


demandado para oponerlos a la relación jurídica sustancial invocada por el actor
como causa de su pretensión.

Otras clasificaciones de excepciones.


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· Excepciones dilatorias y perentorias: La excepción puede excluir la acción de dos
modos: o absolutamente o para siempre, o relativamente al tiempo, lugar o modo de
entablarse la demanda: las primeras se llaman perentorias, las segundas dilatorias.

· Excepciones previas y de fondo: Toma en cuenta tanto el contenido de la


excepción como el momento procesal en que debe resolverse.

· Excepciones y defensa: Debe hacerse referencia a la distinción entre excepciones


y defensas, esta distinción, que no ha sido acogida en la legislación mexicana, se
han intentado siguiendo diversos criterios (como el del derecho francés).

6.4. La reconvención.

6.4.1. Concepto.

Es la actitud más enérgica del demandado, éste no se limita a oponer obstáculos


procesales o a contradecir el derecho material alegado por el actor en su demanda,
sino que, aprovechando la reclamación procesal ya establecida, formula una nueva
pretensión contra el actor.

6.5. La demanda convencional.

Es que ambas partes se demandan mutuamente. Habrá dos procesos que


concluirán con una única sentencia. La reconvención será deducida en el mismo
escrito de la contestación de la demanda.

6.6. Requisitos de tiempo, modo y forma de la reconvención.

La reconvención que es una nueva demanda, la cual debe cumplir los requisitos
establecidos en el art. 255 del CPCDF.

Artículo 255. Toda contienda judicial principiará por demanda, en la cual se


expresarán:

I.- El tribunal ante el que se promueve;

II.- El nombre y apellidos del actor y el domicilio que señale para oír notificaciones;
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III.- El nombre del demandado y su domicilio;

IV.- El objeto u objetos que se reclamen con sus accesorios;

V.- Los hechos en que el actor funde su petición, en los cuales precisara los
documentos públicos o privados que tengan relación con cada hecho, así como si
los tiene o no a su disposición. De igual manera proporcionara los nombres y
apellidos de los testigos que hayan presenciado los hechos relativos. Asimismo,
debe numerar y narrar los hechos, exponiéndolos sucintamente con claridad y
precisión;

VI.- Los fundamentos de derecho y la clase de acción, procurando citar los


preceptos legales o principios jurídicos aplicables;

VII.- el valor de lo demandado, si de ello depende la competencia del juez, y

VIII.- La firma del actor, o de su representante legítimo. si estos no supieren o no

pudieren firmar, pondrán su huella digital, firmando otra persona en su nombre y a


su ruego, indicando estas circunstancias.

Artículo 272: El demandado que oponga reconvención o compensación, lo hará


precisamente al contestar la demanda y nunca después; y se dará traslado del
escrito al actor, para que conteste en el término de nueve días.

UNIDAD 7. LA REBELDÍA.

7.1. Concepto.

La rebeldía es una figura jurídica que tiene una íntima relación con la carga
procesal, pues se llama rebeldía a la situación producida por no realizar el acto en
que consiste la carga procesal. Por tanto, se denomina rebeldía o contumacia a la
falta de comparecencia de una de las partes o de ambas respecto de un acto
procesal determinado en referencia a cuál existe una carga.

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7.2. La declaración de rebeldía.

7.2.1. Sus efectos.

Nuestro sistema procesal establece que una vez que se constituya en rebeldía un
litigante, se van a producir varias consecuencias.

a). No se volverá a practicar diligencia alguna en su busca y las siguientes


notificaciones se le harán exclusivamente a través del Boletín Judicial.

b). Se producirá la confesión ficta de los hechos de la demanda, excepto en asuntos


de relaciones familiares, del estado civil de las personas y en los casos de que el
emplazamiento se hubiere hecho por edictos.

c). Se seguirá el juicio de ahí en adelante mediante las reglas especiales del
llamado juicio en rebeldía.

d). Se podrá ordenar, si así lo solicite la parte contraria, la retención de los bienes
muebles y el embargo de los bienes inmuebles del deudor.

La declaración de rebeldía la hará el juez sin necesidad de petición expresa de la


parte contraria y solo deberá examinar, escrupulosamente y bajo su más estricta
responsabilidad, si las notificaciones al demandado se hicieron en forma legal.

7.3. Excepciones a la regla general.

No obstante que el art 271 del CPCDF dispone que se tendrán por confesados los
hechos de la demanda que se dejen de contestar, se tendrá por contestada en
sentido negativo cuando se trate de asuntos que afecten las relaciones familiares, el
estado civil de las personas y cuando el emplazamiento se hubiere hecho por
edictos.

7.4. y 7.5. Sanciones y derechos del litigante rebelde.

Para determinar las sanciones y los derechos que merece el litigante rebelde, el
legislador dispuso que la figura jurídica de rebeldía se dividiera en dos:

a). Cuando está presente el rebelde.

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Dispuesto por el art 645 del CPCDF, cualquiera que sea el estado del pleito en que
el litigante rebelde comparezca, será admitido como parte y se entenderá con él la
sustanciación, sin que ésta pueda retroceder en ningún caso.

No obstante que el demandado haya sido declarado rebelde no significa que pierda
todos sus derechos, sino que puede ejercitar todavía alguno de ellos.

Por ejemplo:

1). Si se presenta dentro del término probatorio, tendrá derecho a que se le reciban
las pruebas que promueva sobre alguna excepción perentoria.

2). Si compareciera después del término de ofrecimiento de pruebas, en primera


instancia o durante la segunda, se recibirán los autos a prueba, si se acreditare
incidentalmente el impedimento y si se trata de una excepción perentoria.

b). Cuando se halla ausente el rebelde.

En toda clase de juicios, cuando se constituya en rebeldía un litigante, al no


comparecer en el juicio después de estar citado en forma, no se volverá a practicar
diligencia alguna en su busca. Todas las resoluciones que de ahí en adelante
recaigan en el juicio y cuantas citaciones deban hacérsele, se notificarán por el
boletín judicial, salvo los casos en que se prevenga otra cosa.

UNIDAD 8. FASE PROBATORIA.

8.1. La prueba.

8.1.1. Concepto.

Esta palabra proviene del latín, probare, es decir, justiciar, manifestar y hacer
patente la certeza de un hecho o verdad de algo con razones, instrumentos o
testigos.

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8.2. El derecho probatorio.

El maestro Ovalle Favela, nos dice que es el que estudia las normas que regulan el
proceso. O sea, que el derecho probatorio va a regular las pruebas que se ofrezcan
durante el proceso.

8.3. Concepto de prueba procesal.

El maestro Ovalle Favela, dice que la prueba puede entenderse en dos sentidos:

Estricto: Es cerciorar judicialmente los hechos indispensables para la resolución del


conflicto sometido a prueba.

Amplio: Es realizar actividades procesales para obtener el cercioramiento de las


pruebas, tomando en cuenta los hechos.

8.4. Principios rectores de la prueba procesal.

· Principio de la necesidad de la prueba: Quiere decir que los hechos deben ser
demostrados, mediante pruebas que aporten las partes o el juez.

· Principio de la prohibición de aplicar el conocimiento privado del juez sobre los


hechos: Este principio solo ha sido debatido en la doctrina.

· Principio de la adquisición de la prueba: Una vez que se realice la prueba, ella


pertenece al proceso, no al que la haya aportado.

· Principio de contradicción de la prueba: La parte contra quien se aporte una


prueba, debe de tener la oportunidad procesal para que la conozca y la pueda
discutir.

· Principio de igualdad de oportunidades para la prueba: Las partes tendrán


igualdad para presentar pruebas.

· Principio de publicidad de la prueba: Que las partes y terceras personas, tengan


posibilidad de reconstruir las motivaciones que determinaron la decisión judicial.

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· Principio de la inmediación y dirección del juez en la producción de prueba: El juez
tiene que seguir el proceso, con inmediación y dirección en la prueba y se va a
cumplir sin que intervengan las partes para su beneficio, en la producción de la
prueba.

8.6. Diversos criterios de clasificación.

· De la prueba instrumental.

· Prueba pericial.

· Del reconocimiento o inspección judicial.

· Prueba testimonial.

· Fotografías, copias fotostáticas y demás elementos.

· De las presunciones.

UNIDAD 10. OBJETO DE LA PRUEBA.

PRUEBA DE HECHOS.

El objeto de la prueba serán los hechos jurídicos controvertidos o dudosos, es decir

cada uno de los litigantes debe de demostrar la existencia de los hechos jurídicos
en

los que difieren.

Para que la prueba sea admitida en un proceso es requisito que exista un hecho al
que

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las partes hayan hecho mención expresa ya sea en su demanda o su criterio de

contestación.

HECHOS POSITIVOS Y NEGATIVOS.

En sentido amplio es la contestación o verificación de las afirmaciones hechas por


las

partes, los terceros y el propio juzgador, y que permiten el cerciora miento judicial

sobre los hechos controvertidos en un proceso.

Solo los hechos positivos o afirmaciones serán susceptibles de demostrarse por


medio

de la prueba.

No obstante existen cuatro supuestos en los cuales el que niega también esta
obligado

a probar.

1. Cuando la negación envuelve a la afirmación expresa de un hecho.

2. Cuando se desconozca la presunción legal que tenga en su favor el

colitigante.

3. Cuando se desconozca la personalidad.

4. Cuando la negativa fuere un elemento constitutivo de la acción.

HECHOS QUE NO REQUIEREN PRUEBA.

En el proceso civil no todos los hechos afirmados por las partes tienen que ser

probados, quedan excluidos de prueba los hechos confesados, los notorios, los que

tengan en su favor una presunción legal, los irrelevantes y los imposibles.

PRUEBA DE DERECHO.

Los hechos relativos a la vigencia de preceptos jurídicos no requieren normalmente

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ser probados en virtud del principio iura novit curia (el tribunal conoce el derecho).

Por ende no es necesario probar el derecho nacional ni la jurisprudencia que dicta el

Poder Judicial de la Federación.

DERECHO EXTRANJERO.

La regla sobre la prueba del derecho extranjero no es ya necesaria, pues basta su

invocación por las partes y queda a cargo del juez la investigación e información
sobre

el mismo.

No obstante las partes pueden ofrecer diligencias probatorias para demostrar la

existencia y contenido del derecho extranjero invocado.

DERECHO CONSUETUDINARIO.

Los usos y costumbres en que se funde el derecho estarán sujetos a prueba.

Respecto al uso o práctica de alguna, no hay que olvidar que esta suele ser fuente

jurídica importante. Si se invoca terminado uso o práctica deberá acreditarse al juez

su existencia.

JURISPRUDENCIA.

La jurisprudencia no esta sujeta a prueba , cuando una tesis se convierte en

jurisprudencia, se vuelve obligatoria para todos los tribunales del país, ya sea que la

establezca la Suprema Corte de Justicia de la Nación o los tribunales colegiados de

circuito.

Por tanto la jurisprudencia al ser obligatoria para todos los tribunales, debe de ser

conocida por ellos.

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UNIDAD 19. SENTENCIA Y COSA JUZGADA.

19.1. La sentencia civil.

19.1.1. Concepto.

Se puede entender como la resolución final que dicta una autoridad jurisdiccional
competente sobre el conflicto sometido a su conocimiento, en la que al aplicar una
ley sustantiva decide el fondo del asunto, ya sea absolviéndolo o condenando,
declarando o constituyendo un derecho a favor de una de las partes.

19.2. Clasificación de las sentencias.

1. Por la naturaleza de la pretensión que se plantea en el proceso, las sentencias se


pueden clasificar en declarativas, consecutivas y de condena.

Declarativas: son aquellas que solamente reconocen la existencia de un derecho,


por ejemplo: las que reconocen la adquisición de la propiedad en virtud de haberse
verificado la prescripción positiva.

Consecutivas: son las que modifican, crean o extinguen una resolución jurídica, por
ejemplo: las resoluciones que decretan la disolución del vínculo matrimonial;

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De condena: son aquellas en las que se ordena a una de las partes llevar a cabo
una conducta específica, ya sea de dar, de hacer o de abstenerse de hacer algo,
por ejemplo: cuando se determina que el condenado le pague al actor cierta
cantidad de dinero.

2. Por el resultado que se obtenga con la sentencia, ésta puede constituirse en


estimatoria o desestimatoria.

Estimatoria: Aquellas en las que el juez considera fundadas la acción y las


prestaciones reclamadas por alguna de las partes. La sentencia puede ser
estimatoria en su totalidad o parcialmente.

Desestimatoria: Caso contrario a la estimatoria.

3. Por su función en el proceso, las sentencias suelen ser clasificadas en


interlocutorias y definitivas.

Interlocutorias: son aquellas que resuelven un incidente planteado en el juicio.

Definitivas: Las que deciden sobre el conflicto de fondo sometido a proceso y ponen
término a éste.

4. Por su impugnabilidad, es decir, si la sentencia puede ser materia de


impugnación, se puede tildar de definitiva o ejecutoria si es susceptible de
modificarse o revocarse con algún medio ordinario de impugnación; y de firme si no
existe dicha posibilidad, de modo que aquella adquiere la categoría de cosa
juzgada, es decir, será la verdad legal que prevalecerá en la controversia planteada.

5. En razón del tribunal que dicta las sentencias, puede establecerse la clasificación
entre sentencias de primera instancia y sentencias de segunda instancia.

6. Finalmente, por la naturaleza de la decisión, las sentencias pueden ser de fondo


o de rito.

De fondo (Material): Las que resuelven la cuestión planteada.

De rito (Formal): Las que ponen fin a éste sin entrar en la resolución de la cuestión
planteada.

19.3. Requisitos de la sentencia.


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19.3.1. Formales y materiales.

Las sentencias civiles deben cubrir dos tipos de requisitos a fin de que puedan
reputarse como legales o dictadas conforme a derecho: los formales y los
materiales.

Los requisitos formales de la sentencia se refieren a su estructura, es decir, se


encuentran relacionados con las formalidades que el documento como tal debe de
revestir, a saber:

a). Estar redactadas en español.

b). Deberá contener lugar y la fecha en que se dictó.

c). Estar autorizada por los jueces o magistrados y por los secretarios con firma
entera.

d). Las fechas y cantidades se deben escribir con letra, y no se emplearán


abreviaturas, ni se rasparán las frases equivocadas, sobre las que sólo se pondrá
una línea delgada que permita la lectura salvándose al final del documento con toda
precisión el error cometido.

Los requisitos materiales o sustanciales de una sentencia se regulan en los arts. 81,
86 y 402 del CPCDF, que se pueden resumir de la manera siguiente:

a). Deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas y las contestaciones
y con las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, condenando o
absolviendo al demandado.

b). Además, en las sentencias, el juez se debe pronunciar sobre todos los puntos
litigiosos que hayan sido objeto del debate.

c). Basta con que el juez apoye sus puntos resolutivos en preceptos legales o
principios jurídicos, de acuerdo con el art. 14 constitucional, quedando abolidas las
antiguas fórmulas de las sentencias.

d). El juez deberá exponer cuidadosamente los fundamentos de valoración jurídica


de las pruebas existentes en el proceso.

19.4. Cosa juzgada.


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19.4.1. Concepto.

19.4.2. Sus formas de adquisición.

El termino cosa juzgada debe entenderse como la autoridad y fuerza que la ley
otorga a una sentencia definitiva, de modo que lo resuelto en ella no sea objeto de
discusión de nueva cuenta, debido a que ésta ha causado estado.

La figura jurídica de cosa juzgada se refiere a la definitividad que adquieren las


sentencias; su finalidad práctica consiste en determinar el momento a partir del cual
ya no podrá ser impugnada la sentencia, ni discutido el conflicto en ningún proceso
posterior.

En el CPCDF se establece que hay cosa juzgada cuando la sentencia definitiva


causa ejecutoria y en un proceso civil ordinario, las sentencias adquieren el carácter
de ejecutorias por:

a). Ministerio de ley, o

b). Por declaración judicial.

19.5. Los límites subjetivos de la cosa juzgada en materia civil.

Los límites de la cosa juzgada se refieren a los linderos de la sentencia que fue
dictada en un proceso, es decir, dicha resolución afectará los intereses de personas
determinadas respecto a bienes o derechos en específico identificables.

Los limites subjetivos, se relacionan con las personas que han de ser afectadas por
la sentencia pronunciada.

19.6. Los límites objetivos de la cosa juzgada en materia civil.

De acuerdo con Liebman, los límites objetivos de la autoridad de la cosa juzgada,


de la inmutabilidad del fallo, están dados por los límites del fallo mismo, “es solo el
mandato concreto pronunciado por el juez el que deviene inmutable y no la actividad
lógica cumplida por el juez para preparar y justificar el pronunciamiento”. En
consecuencia, la autoridad de la cosa juzgada se extiende exclusivamente al objeto
del proceso decidido en la sentencia. El objeto del proceso se identifica, en términos
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generales, por las partes, las pretensiones litigiosas (el petitum) y la causa de pedir
(la causa petendi).

En relación con los límites objetivos de la cosa juzgada, el artículo 422 del CPCDF
establece: “Para que la presunción de la cosa juzgada surta efecto en otro juicio, es
necesario que, entre el caso resuelto por la sentencia y aquél en que esta sea
invocada, concurra identidad en las cosas, las causas, las personas de los litigantes
y la calidad con que fueron”.

Cabe aclarar que la cosa juzgada no es una “presunción”, si no como hemos visto,
una cualidad de la sentencia.

Medina Lima aclara con razón, que por cosa no debe entenderse sólo un bien
material, ya que hay procesos que no se refieren directamente a esta clase de
bienes, si no que por “cosa” debe entenderse, en general, el objeto (material o
inmaterial) litigioso. Por este motivo, el autor sostiene que los límites objetivos del
mandato contenido en la sentencia, quedan determinados por el objeto litigioso y la
pretensión deducida.

En conclusión, para que en un proceso ulterior la parte interesada pueda impedir


mediante la excepción de cosa juzgada que el juzgador conozca y resuelva un litigio
que ya fue resuelto mediante una sentencia firme, debe demostrar que entre el
litigio resuelto y el que se plantea en el nuevo proceso existe identidad de:

1). Las partes,

2). El objeto litigioso y la pretensión, y

3). La causa de la pretensión.

19.7 Las costas procesales.

19.7.1. Concepto.

Como es sabido el artículo 17 constitucional dispone que el servicio de los


tribunales es gratuito y prohíbe, por tanto, las costas judiciales. Esta prohibición de
que los tribunales cobren contribuciones por sus servicios, que en la práctica es
violada por funcionarios y empleados judiciales que piden o reciben determinadas

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retribuciones para realizar algunos actos procesales, no implica que
constitucionalmente toda la actividad procesal deba ser gratuita.

Sólo la actividad de órgano jurisdiccional debe ser gratuita, es decir, se prohíbe las
costas judiciales, que constituyen solo una especie de género de costas procesales,
las cuales comprenden todos los gastos y erogaciones que se originan con motivo
de un proceso, tales como el pago de los honorarios a los abogados, los gastos de
publicación de edictos, etc.

De acuerdo con el derecho mexicano, pues, no se deben cobrar costas judiciales,


aunque si se pueden cobrar costas procesales.

Becerra Bautista suele designar como costas a los honorarios de los abogados y
gastos a las demás erogaciones legítimas y susceptibles de comprobación legal,
que se originen con motivo de un proceso: los gastos de publicación de edictos, el
pago de honorarios de los peritos, etc.

19.8 Regulación de las costas procesales.

En principio, de acuerdo con el artículo 139 del CPCDF, cada parte será
inmediatamente responsable de los gastos y costas que originen las diligencias que
promueva. Sin embargo, en ocasiones en la sentencia definitiva se puede condenar
a una de las partes al pago de los gastos y costas de la contraparte.

Para determinar cuándo se debe condenar al pago de gastos y costas procesales a


una de las partes, generalmente se sigue uno de los dos sistemas que para este
efecto existen:

1). El sistema subjetivo: conforme al cual solo debe condenarse al pago de los
gastos y costas a la parte que se haya conducido en el proceso con “temeridad o
mala fe”; y

2). El sistema objetivo, de acuerdo con el cual se debe condenar siempre al pago de
gastos y costas a la parte que haya sido vencida en juicio.

19.9. Reconocimiento y ejecución de sentencia extranjera.

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Durante el procedimiento de exequátur el juez mexicano está obligado a hacer una
revisión oficiosa de la documentación recibida, con la finalidad de verificar la
legalidad y procedencia de la ejecución solicitada. Se trata de un requisito necesario
e indispensable para autorizar la ejecución.

Debido a la obligación de revisar la documentación recibida, no cabe la posibilidad


de que se ordene la ejecución de una sentencia extranjera en forma inmediata (es
decir, sin revisión previa). Así ha sido establecido en forma reiterada por los
tribunales judiciales.

Seguramente la disposición de mayor interés es el artículo 571 del CFPC.

ARTÍCULO 571.- Las sentencias, laudos arbitrales privados de carácter no


comercial y resoluciones jurisdiccionales dictados en el extranjero, podrán tener
fuerza de ejecución si cumplen con las siguientes condiciones:

I.- Que se hayan satisfecho las formalidades previstas en este Código en materia de
exhortos provenientes del extranjero;

II.- Que no hayan sido dictados como consecuencia del ejercicio de una acción real;

III.- Que el juez o tribunal sentenciador haya tenido competencia para conocer y
juzgar el asunto de acuerdo con las reglas reconocidas en el derecho internacional
que sean compatibles con las adoptadas por este Código. El Juez o tribunal
sentenciador extranjero no tiene competencia cuando exista, en los actos jurídicos
de que devenga la resolución que se pretenda ejecutar, una cláusula de
sometimiento únicamente a la jurisdicción de tribunales mexicanos;

IV.- Que el demandado haya sido notificado o emplazado en forma personal a


efecto de asegurarle la garantía de audiencia y el ejercicio de sus defensas;

V.- Que tengan el carácter de cosa juzgada en el país en que fueron dictados, o que
no exista recurso ordinario en su contra;

VI.- Que la acción que les dio origen no sea materia de juicio que esté pendiente
entre las mismas partes ante tribunales mexicanos y en el cual hubiere prevenido el
tribunal mexicano o cuando menos que el exhorto o carta rogatoria para emplazar
hubieren sido tramitados y entregados a la Secretaría de Relaciones Exteriores o a
las autoridades del Estado donde deba practicarse el emplazamiento. La misma
regla se aplicará cuando se hubiera dictado sentencia definitiva;

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VII.- Que la obligación para cuyo cumplimiento se haya procedido no sea contraria
al orden público en México; y

VIII.- Que llenen los requisitos para ser considerados como auténticos.

No obstante, el cumplimiento de las anteriores condiciones, el tribunal podrá negar


la ejecución si se probara que en el país de origen no se ejecutan sentencias o
laudos extranjeros en casos análogos.

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