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El Tribunal Internacional Penal para la Ex Yugoslavia

El tribunal criminal internacional para la antigua Yugoslavia (por su sigla en inglés ICTY,
International Criminal Tribunals for Yugoslavia) El ICTY se creó en 1993 y su oficina
central se encuentra en La Haya, Los Países Bajos. Está compuesto por 16 jueces
independientes y trata sobre crímenes cometidos tras 1991.1

1. Hechos históricos:

A lo largo de la historia Yugoslavia estaba compuesta por grupos étnicos y religiosos


que habían sido históricos rivales; por un lado serbios (cristianos ortodoxos), croatas
(católicos) y la etnia albanesa (musulmanes). Durante la segunda guerra mundial,
Yugoslavia fue invadida por Alemania Nazi, y fue dividida. Surgió un fuerte
movimiento de resistencia liderado por Josip Broz Tito.

Tras la derrota de Alemania, Tito reunificó a Yugoslavia bajo el lema “Hermandad y


Unidad”, fusionando a Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro, Macedonia, junto
con dos provincias autónomas, Kosovo y Vojvodina. Tito encabezó un gobierno
socialista que mantuvo lazos estrechos aunque soberanos con la Unión Soviética y los
Estados Unidos durante la Guerra Fria, obteniendo de cada una asistencia financiera y de
todo tipo. Debe recordárselo como el impulsor de los No Alneados. De hecho, Belgrado
fue sede del primer encuentro de este grupo de países que planteaban una tercera
posición, autonómica de la Unión Soviética y el imperialismo norteamericano.

Tras su muerte en 1980 y sin su firme liderazgo, Yugoslavia se sumió rápidamente en un


caos político y económico. Un nuevo líder surgió a fines de la década de 1980, un serbio
llamado Slobodan Milosevic, un ex comunista que, como en muchos otros casos, después
de la caída del Muro de Berlín y la ex Unión Soviética, comenzó a agitar banderas
nacionalistas y antiimperialistas, que provocaban la incomodidad de los países poderosos
de occidente. Comenzó inflamando tensiones de larga data entre serbios y musulmanes
en la provincia independiente de Kosovo, y a reivindicar los derechos serbios en la región.
Los serbios cristianos ortodoxos en Kosovo eran una importante minoría, y declaraban
que estaban siendo maltratados perseguidos por la mayoría albanesa musulmana. El
desasosiego político patrocinado por los serbios en Kosovo, finalmente llevó a la pérdida
de su independencia y la dominación por parte de Belgrado. En junio de 1991, Eslovenia y
Croacia declararon sus respectivas independencias de Yugoslavia, desencadenando
una guerra civil. El ejército nacional de Yugoslavia, constituido ahora por mayoría
de militares serbios que respondían al gobierno central de Belgrado, entró violentamente

1
Algunos ejemplos de Tribunales Especiales Ad-hoc. Recuperado el 21 de noviembre del 2014 a horas 13:59
de http://www.ediec.org/es/areas/remedios-internacionales/tribunales-especiales-ad-hoc/ (Ediec, 6)
en Eslovenia, pero fracasó en su intento de sojuzgar allí a los separatistas y se retiró
después de sólo diez días de combate.

Milosevic giró su atención hacia Croacia, un país católico donde los serbios ortodoxos
constituían un 12 por ciento de la población. Durante la Segunda Guerra Mundial,
Croacia había sido un estado pro-nazi liderado por Ante Pavelic y su fascista Partido
Ustasha. Los serbios que vivían en Croacia, así como también los judíos, habían sido
blanco de generalizadas matanzas por parte del Ustasha. En el campo de concentración
de Jasenovac, habían sido asesinadas brutalmente decenas de miles de personas. En
1991, el nuevo gobierno croata, liderado por Franjo Tudjman, pareció estar reviviendo al
fascismo, incluso utilizando la bandera Ustasha, y también promulgando leyes enfocadas
en los serbios ortodoxos (como objetivo o blanco).

Ayudadas por guerrillas serbias en Croacia, las fuerzas de Milosevic invadieron en julio de
1991 este país para “proteger” a la minoría serbia. Bombardearon la ciudad de Vukovar,
donde había solamente croatas desarmados, durante 86 días consecutivos, y la redujeron
a escombros. Tras la caída de Vukovar, los serbios comenzaron las primeras ejecuciones
masivas del conflicto, matando a cientos de hombres croatas y enterrándolos en fosas
comunes. La respuesta de la comunidad internacional fue limitada. Los Estados Unidos
eligieron no involucrarse militarmente, pero sí reconocieron la independencia de Eslovenia
y Croacia. La ONU impuso un embargo de armas para toda la ex Yugoslavia. Sin
embargo, los serbios bajo las órdenes de Milosevic ya eran la fuerza mejor armada, y
mantenían así una gran ventaja militar. En abril de 1992, Estados Unidos y la Comunidad
Europea decidieron reconocer la independencia de Bosnia, un país en su mayor parte
musulmán donde la minoría serbia constituía un 32 por ciento de su población. Milosevic
respondió a la declaración de independencia de Bosnia atacando a Sarajevo, su ciudad
capital, mejor conocida por los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984. Sarajevo pronto se
hizo conocida por ser la ciudad donde –según la prensa occidental- los francotiradores
serbios continuamente abatían a civiles indefensos en las calles, incluyendo
finalmente a más de 3.500 niños. Mientras los serbios ganaban terreno, comenzaron a
redar a los musulmanes locales en escenas inquietantemente similares a aquellas que
ocurrieron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo fusilamientos
masivos, repoblación forzada de ciudades enteras, y confinamientos en campos de
concentración para hombres y niños. Los serbios también aterrorizaban a las familias
musulmanas para que abandonaran sus aldeas utilizando la violación como arma contra
mujeres y niñas. Las acciones de los serbios fueron catalogadas como “limpieza étnica”,
un nombre que rápidamente tuvo repercusiones entre los medios de prensa
internacionales. A pesar de los informes de los medios de prensa sobre los campos de
concentración, los asesinatos masivos, así como la destrucción de mezquitas
musulmanas y arquitectura histórica en Bosnia, la comunidad mundial permaneció en su
mayoría indiferente.

La ONU respondió imponiendo sanciones económicas a Serbia y también desplegó sus


tropas para proteger la distribución de alimentos y medicinas para los musulmanes
desposeídos. Pero la ONU prohibió estrictamente a sus tropas intervenir militarmente en
contra de los serbios. De esta manera permaneció firmemente neutral, no importa lo
mal que se puso la situación. A lo largo de 1993, confiados en que la ONU, los
Estados Unidos y la Comunidad Europea no iniciarían una acción militar, los serbios en
Bosnia libremente cometieron genocidio contra los musulmanes. Los serbios bosnios
operaban bajo el liderazgo local de Radovan Karadzic, presidente de la ilegítima
República Serbio Bosnia. Karadzic dijo una vez ante un grupo de periodistas: “Los serbios
y los musulmanes son como perros y gatos. No pueden vivir juntos en paz. Es imposible”.

Cuando Karadzic fue enfrentado por los periodistas respecto a las atrocidades,
bruscamente negó la participación de sus soldados o de unidades policiales especiales. El
6 de febrero de 1994, la atención mundial giró completamente hacia Bosnia cuando un
mercado en Sarajevo era atacado por una capa de mortero serbio matando a 68 personas
e hiriendo a casi 200. Imágenes y sonidos de la sangrienta matanza fueron transmitidas a
todo el mundo por los medios de prensa, desencadenando pronto llamamientos a una
intervención contra los Serbios. Los Estados Unidos, con su nuevo presidente, Bill
Clinton, que había prometido durante su campaña en 1992 que iba a detener la
limpieza étnica en Bosnia, ahora emitían un ultimátum a través de la OTAN exigiendo que
los serbios retiraran su artillería de Sarajevo. Los serbios rápidamente obedecieron, y se
declaró un alto el fuego en Sarajevo impuesto por la OTAN. Posteriormente, los Estados
Unidos lanzaron esfuerzos diplomáticos destinados a unificar a los musulmanes y croatas
en contra de los serbios. Sin embargo, esta nueva alianza musulmana- croata fracasó en
su intento de detener a los serbios en su ataque a los poblados musulmanes en Bosnia,
que habían sido declarados refugios seguros por la ONU. Un total de seis ciudades
musulmanas habían sido establecidas como Refugios Seguros en mayo de 1993 bajo la
supervisión de pacificadores de la ONU. Los serbios bosnios no solamente atacaban los
Refugios Seguros, sino que también atacaban a los pacificadores de la ONU. Las fuerzas
de la OTAN respondieron lanzando limitados ataques aéreos contra posiciones de base
serbias. Los serbios se vengaron tomando cientos de pacificadres de la ONU como
rehenes y volviéndolos escudos humanos, encadenados a objetivos militares tales como
depósitos de municiones.

En este punto, ocurrieron algunas de las peores actividades genocidas del conflicto de
cuatro años. En Srebrenica, un Refugio Seguro, los serbios bajo el mando del general
Ratko Mladic sistemáticamente seleccionaron y asesinaron brutalmente a casi 8.000
hombres y niños de entre los doce y dieciséis años de edad (la peor matanza en Europa
desde la Segunda Guerra Mundial). Además, los serbios siguieron participando en
violaciones masivas a mujeres musulmanas. El 30 de agosto de 1995, finalmente
comenzó una efectiva intervención militar, ya que los Estados Unidos lideraron una
masiva campaña (de la OTAN) de bombardeo en respuesta a las matanzas en
Srebrenica, enfocándose en posiciones de la artillería serbia a través de toda Bosnia. El
bombardeo continuó hasta octubre. Las fuerzas serbias también perdieron terreno ante
los musulmanes bosnios, quienes habían recibido cargamentos de armas provenientes
del mundo islámico. Como consecuencia, la mitad de Bosnia fue finalmente recuperada
por las tropas musulmanas – croatas. Frente al duro bombardeo de la OTAN y una serie
de pérdidas de terreno ante la alianza musulmana – croata, el líder serbio Milosevic
estaba listo ahora para hablar de paz.

El 1 de noviembre de 1995, los líderes de las facciones en guerra, incluyendo a Milosevic


y Tudjman, viajaron a los Estados Unidos para las conversaciones de paz en la base
Wright – Patterson de la Fuerza Aérea en Ohio. Después de tres semanas de
negociaciones, se firmó un acuerdo de paz. Los términos del acuerdo incluían la división
de Bosnia en dos porciones principales, conocidas como la República Serbio Bosnia y la
Federación Musulmana- Croata. El acuerdo también hacía un llamado a elecciones
democráticas y estipulaba que los criminales de guerra debían ser detenidos para ser
procesados. Unos 60.000 soldados de la OTAN fueron desplegados. Más de 200.000
civiles musulmanes habían sido asesinados sistemáticamente. Más de 20.000 estaban
desaparecidos y se temía por su suerte, mientras que otros 2.000.000 se habían
convertido en refugiados, (cifras que no son oficiales). Este fue, según Richard
Holbrooke, asistente de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, “el mayor fracaso
de Occidente desde la década de 1930”

2. Creación del tribunal:

Este tribunal, con sede en La Haya, fue creado en 1993 por el Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas para juzgar a los presuntos responsables de crímenes graves
cometidos en el territorio de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia entre el
1 de enero de 1991 y una fecha que el Consejo de Seguridad determine una vez
restaurada la paz. Dado que el Consejo no había determinado el fin de la jurisdicción del
Tribunal en marzo de 1999, los crímenes cometidos en la crisis de Kosovo son de su
competencia, lo que ha motivado la acusación cursada por ellos contra Milosevic en mayo
de 1999.2
El Consejo interpretó que las violaciones generalizadas del Derecho Internacional
Humanitario, incluyendo asesinatos masivos y prácticas de “limpieza étnica”, constituían
una amenaza a la paz y seguridad internacionales. Y por ello se le otorgo se le otorgó al
tribunal la jurisdicción internacional para perseguir y procesar a las personas naturales
(no organizaciones públicas o privadas) culpables por los siguientes delitos:
1. Graves violaciones de las Convenciones de Ginebra de 1949
2. Violaciones de las Convenciones Internacionales sobre la guerra y la costumbre
internacional acuñada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
3. Crímenes contra la humanidad
4. Genocidio.

2
Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo. Tribunales Penales Internacionales ad hoc
(para ex Yugoslavia y Ruanda). Recuperado el 21 de noviembre del 2014 a horas 13:59 de
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/219. Con algunas modificaciones con fines didácticos.
3. Organización:

El Tribunal Internacional de acuerdo a lo dispuesto por el Consejo de Seguridad está


constituido por 11 jueces independientes, ciudadanos de los países miembros de las
Naciones Unidas, escogidos entre personas caracterizadas por sus altas condiciones
morales, profesionales, y de imparcialidad. Los jueces son electos por un período de
cuatro años por la Asamblea General de acuerdo a una lista que presenta el Consejo de
Seguridad3.

El Tribunal Internacional está conformado por dos Salas de primera instancia, integrada
cada una con tres jueces y una Sala de Apelación compuesta por cinco jueces. Además,
el Tribunal dispondrá de un Fiscal con su respectiva oficina de Fiscalía (Art. 5.13).

4. Competencia del Tribunal Internacional:

Respecto a la competencia del Tribunal tenemos que por sus propias características de
creación, es decir por medio de una Resolución del Consejo de Seguridad, dicha
Resolución es obligatoria para todos los Estados miembros de Naciones Unidas. Por lo
tanto los Estados afectados por un juicio no pueden ampararse en que no hubo un
reconocimiento expreso de su competencia. El artículo 1 del Estatuto del Tribunal
dispone:
"Art. 1: The International Tribunal shall have the power to prosecute persons responsible
for serious violations of international humanitarian law committed in the territory of the
former. Yugoslavia since 1991 in accordance with the provisions of the present Statute.”
Veremos a continuación las distintas clases de competencia del Tribunal: la competencia
ratione materiae, la competencia ratione personae, la competencia ratione loci y la
competencia ratione temporis.

i) Compentencia ratione materiae:

Conforme a las resoluciones 808 y 827, el Tribunal Internacional tiene como objetivo
juzgar a los presuntos responsables de las graves violaciones de derecho internacional
humanitario cometidas en el territorio de la ex-Yugoslavia a partir de 1991. El Tribunal

3
Los primeros jueces para integrar el Tribunal Internacional son las siguientes personas: Antonio
Cassesse (Italia), Georges Michel Abi-Saab (Egipto) Jules Deschenes (Cánada), Haopei Li (China), Sir
Ninian Stephen (Australia) (Todos ellos miembros de la Sala de Apelación), Gabrielle Kirk Mcdonald
(Estados Unidos), Rustam S. Sidwa (Pakistán), Lal Chand Vohrad (Malasya), Godwin Karibi-Whyte
(Nigeria) Claude Jordan (Francia), Elizabeth Odio-Benito (Costa Rica) (que integran las dos salas de
primera instancia. El señor Antonio Cassese fue elegido Presidente del Tribunal y la Sra. Elizabeth
Odio-Benito como vicepresidenta. Como fiscal se escogió al Surafricano Richard J. Goldstone (Res.
936 del Consejo (le Seguridad). (Segura, 2005)
Internacional debe respetar el principio de Nullum crimen, nulla poena sine lege,
consagrado en el artículo 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

En ese sentido debe aplicar el derecho internacional humanitario convencional, así como
el derecho internacional aplicado en los conflictos armados que está contenido en los
siguientes instrumentos internacionales. Los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de
1949 para la protección de las víctimas de guerra. La Convención de La Haya (IV) relativa
a las leyes y costumbres de la guerra de tierra y sus respectivos anexos de 18 de octubre
de 1907; la Convención sobre la prevención y la represión del crimen de Genocidio de 9
de diciembre de 1948, y el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de 8 de agosto de
1945, que se toma para explicar el fundamento legal de la categoría de "crímenes contra
la humanidad". Nótese que no hay referencia a los Protocolos Adicionales a los
Convenios de Ginebra de 1949.4 Algunos miembros del Consejo de Seguridad, fueron
reticentes a incluirlos, lo que es sumamente condenable.

Además, lamentablemente el delito de "depuración étnica", -expresión relativamente


nueva- no está definido en ninguno de los textos jurídicos citados anteriormente y
suponemos que al no estar claramente definido y tipificado, el Tribunal no será
competente para juzgar dicho delito, lo mismo sucede con el delito de agresión, que el
Tribunal no podrá juzgar, a pesar que dicho delito es esencial en la comprensión de la
situación en los territorios de la ex-Yugoslavia.

ii) Competencia ratione personae y la responsabilidad penal internacional.

Siempre de acuerdo con las Resoluciones 808 y 827, el Tribunal Internacional tiene como
principal función juzgar a los presuntos culpables de las graves violaciones de derecho
humanitario cometidas en los territorios de la ex- Yugoslavia a partir de 1991. Con la
expresión "presuntos culpables" queda claro que se actuará de manera individual, son
personas físicas y no personas morales las que se juzgarán independientemente de su
pertenencia a uno u otro grupo.

Respecto a la responsabilidad penal internacional, ésta se basa como hemos indicado en


la responsabilidad penal individual. Sin ser reiterativos, es necesario decir que los
presuntos violadores del derecho internacional humanitario en los territorios de la ex-
Yugoslavia son responsables a título personal. De esta forma todas aquellas personas
que participan, ya sea en la planificación, preparación o la ejecución, son individualmente
responsables, sean éstos Jefes de Estado, altos funcionarios, o simples cuadros oficiales
u otros. La orden de un superior o de un gobernante no excluye o no puede ser usada
como excusa para eludir la responsabilidad penal respectiva, a lo sumo será utilizada sólo

4
La CDI en su proyecto de Código de Crimenes contra la Paz y la seguridad de la humanidad, incluyó la
“deportación o traslado forzoso de poblaciones» como delito castigable. Informe de la CDI sobre la labor
realizada en su 43° Período de sesiones, 29 de abril a 19 de julio de 1991
como un atenuante de la pena (mitigation of punishment if the International Tribunal
determines that justice so requires, art.7.4). El Tribunal Internacional en su artículo 7.2
retomó el artículo 7 del Tribunal de Nüremberg, que dice que el hecho de ser Jefes de
Estado o altos funcionario no significa que se les disminuyan ni que se les exonere su
pena o su responsabilidad penal.

iii) Competencia ratione loci y ratione temporis:

Las competencias ratione loci y ratione temporis del Tribunal Internacional están
establecidas en las Resoluciones 808 y 827. La competencia ratione loci está limitada
a los antiguos territorios que comprenden hoy la ex-Yugoslavia, comprendiendo
lógicamente sus aguas territoriales y su espacio aéreo. Respecto a la competencia
ratione temporis, la labor del Tribunal Internacional es para juzgar los delitos cometidos
a partir del 1 de enero de 1991.

iv) Competencia concurrente y el principio Non bis in idem:

El sistema instaurado por el Consejo de Seguridad no le proporcionó al Tribunal


Internacional el monopolio de los enjuiciamientos de los delitos enumerados en su
Estatuto. Se escogió la jurisdicción concurrente (Art.9. 1). No obstante, el Tribunal tiene
primacía respecto a los tribunales nacionales, en el sentido que en cualesquiera etapa
y grado de procedimiento puede solicitar oficialmente a los tribunales que convengan
en la competencia del Tribunal Internacional (art. 9.2). Los tribunales nacionales no se
deben sentir disminuidos con la jurisdicción internacional del Tribunal. Estos tribunales
pueden ejercer su competencia penal de acuerdo al principio de la territorialidad de la
ley penal y de otros principios contenidos tanto en las leyes nacionales como en el
derecho internacional. Además, la Res. 827 es muy clara al decir que los Estados
deben brindar una amplia cooperación al Tribunal Internacional y sus diferentes
órganos, así como que todos los Estados tomarán las medidas del caso para poner en
aplicación las disposiciones de la mencionada resolución.

Sobre el principio de non bis in idem, consagrado en el Ar. 14.7 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, es decir que nadie debe ser juzgado dos veces por el
mismo delito y que constituye una garantía procesal para el individuo, el Estatuto del
Tribunal Internacional lo contempla en su Artículo 10, teniendo como hemos dicho la
primacía el Tribunal Internacional. En otras palabras, si una persona ya ha sido
juzgada en uno de los Tribunales nacionales, incluyendo los mismos tribunales
nacionales de Bosnia, Croacia o Serbia, no puede ser juzgado de nuevo por el Tribunal
Internacional, a no ser que no haya sido juzgado por crímenes contra la paz o contra el
derecho humanitario internacional.

Finalmente debemos agregar, que de acuerdo al Estatuto del Tribunal, no se llevarán a


cabo juicios in absentia. Esta garantía a nuestro modo de ver es importante porque los
juicios in absentia reducirían considerablemente la autoridad de un Tribunal penal
internacional, ya que al efecto práctico de sus decisiones sería o tendría un carácter de
nulidad. Los Estados están obligados de manera categórica -según lo estipulan los
Estatutos del Tribunal Internacional-, a entregar o de trasladar a los acusados para
ponerlos a disposición del Tribunal (Art. 29 (2)(e). Esta disposición no permite invocar
la reserva que se encuentra en muchas Constituciones Políticas que prohíben la
extradición de sus propios nacionales.

5. Los procedimientos del tribunal internacional

De acuerdo a lo dispuesto en el Estatuto del Tribunal Internacional, los gobiernos no


están habilitados para iniciar los procedimientos. El Fiscal del Tribunal es el responsable
de efectuar las investigaciones requisitorias de oficio y eventualmente la presentación
de la acusación, basándose en informaciones de diferentes fuentes, incluyendo las
provenientes de organizaciones no gubernamentales, según reza el artículo 18 del
Tribunal. El Fiscal puede pedir, cuando lo considere necesario, de acuerdo al artículo
18, la ayuda a Estados concernidos.

Una vez que el Fiscal ha realizado su función, incluida una acta de acusación, eleva al
Presidente de Primera instancia la presunta acusación, que es revisada para ver si la
misma puede iniciar el procedimiento de acusación. Si el juez estima conveniente,
previo análisis del acta de acusación sometida por el Fiscal, dicta el acta de detención
y todas las otras funciones pertinentes al caso que se sigue.

La Sala de primera instancia debe velar para que el procedimiento que se inicia sea
rápido y equitatvo, así como que reúna todas las garantías procesales necesarias a
favor del procesado, entre ellas la presunción de inocencia del acusado hasta que no
se demuestre lo contrario, la igualdad ante los tribunales, el derecho de contar con un
abogado defensor, tener un intérprete si es necesario, a hacerse juzgar sin retrasos,
etc. Las audiencias son públicas a menos que la Sala decida otra cosa. Asimismo se
preveen medidas de protección para los testigos y otras personas involucradas en el
juzgamiento si es pertinente.

Respecto a la sentencia dictada, como en todo tribunal de derecho, ésta debe estar
motivada y se dicta en audiencia pública, de acuerdo al artículo 26 del Estatuto del
Tribunal. Además toda sentencia tiene el recurso de revisión. Según el artículo 24 del
Estatuto del Tribunal, la pena principal es una pena de prisión y se menciona en el
mismo artículo que la Sala puede seguir las costumbres usadas en los Tribunales de la
ex-Yugoslavia. La pena de muerte, a pesar de la gravedad de los delitos, está excluida
conforme a la Res. 44/128 de 15 de diciembre de 1989, que adoptó un segundo
Protocolo Facultativo relativo a la abolición de la pena de muerte al Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (20). El artículo 24 menciona también que el Tribunal
Internacional puede ordenar a través de la Sala de Primera Instancia, la restitución de
las propiedades y otros bienes a sus verdaderos propietarios.

Esta disposición se inspira en el artículo 28 del Estatuto del Tribunal de Nüremberg que
también ordenaba la confiscación mal habida de los bienes a los acusados. De acuerdo
al artículo 27, la ejecución de las penas se llevarán a cabo en aquellos Estados que
proporcionen al Consejo de Seguridad, su consentimiento de recibir a los culpables. La
prisión en este caso se guiará por los principios y reglas de los Estados nacionales, bajo
la supervisión y control del Tribunal Internacional5. Creemos que sería importante en un
futuro crear una especie de establecimiento penitenciario internacional, bajo la
fiscalización del Consejo de Seguridad. De esta manera se podría garantizar una cabal
ejecución de la pena.

Para finalizar, es importante mencionar que la jurisdicción penal internacional es una


institución costosa y aún cuando los gastos del Tribunal Internacional son imputados al
presupuesto ordinario de Naciones Unidas (Art. 32 del Estatuto), el Tribunal en la
actualidad pasa graves problemas financieros, con lo cual se puede poner en peligro
su funcionamiento. Instituciones como éstas deben tener asegurado su financiamiento
desde el inicio mismo de sus funciones para poder llevar a cabo sus actividades con
independencia, imparcialidad y decoro.

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR)

1. Hechos Históricos:

a. Genocidio de ruanda

El 6 de abril de 1994 se desató en Ruanda un fuerte conflicto armado entre las dos
etnias predominantes del país sudafricano, hutus y tutsis, en el que más de 800.000
personas perecieron tras varios meses de lucha, persecución y continua violación de
los Derechos Humanos.
El desencadenante de la masacre en la que los hutus trataron de eliminar a sus
vecinos tutsis, fue el abatimiento de un avión en el que viajaban el presidente de
Burundi, Ntaryamira, y el de Ruanda, Habyarimana, ambos de procedencia hutu,
cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Kigali (Ruanda). Las malas
relaciones entre estas dos comunidades se remontan muchos años atrás, y "para
poder entender el conflicto sería necesario estudiar las tres etapas que ha vivido el
pueblo sudafricano: etapa precolonial, colonización y postcolonización, no sólo fijarse
en el atentado, aunque, sin duda, éste fue la gota que colmó el vaso.

Para una aproximación al contexto y para poder entender las consecuencias sociales
de las prácticas llevadas a cabo en el genocidio, es preciso centrarse en la
radicalización del gobierno hutu -"etnia que había sido sometida por parte de la

5
El gobierno de los Países Bajos, lugar donde tiene la sede el Tribunal Internacional, ha construido en una de sus
prisiones una sección especial para acoger a los primeros criminales juzgados.
aristocracia feudal tutsi durante siglos"6 - a partir del derribo del aeroplano. Tras el
atentado, el Gobierno comenzó a llevar a cabo una auténtica política de exterminio
sobre el pueblo tutsi, lo que como se comprobó más tarde, supuso un genocidio 7 con
el que Ruanda incumplía su promesa de Prevención y Sanción del Delito de
Genocidio como miembro de la Organización de Naciones Unidas (ONU)8, y un
desplazamiento masivo de aproximadamente dos millones de ruandeses a los países
vecinos (Tanzania, Zaire, Uganda y Burundi)9.

Finalmente, el gobierno de los hutus estableció su poder y una fuerte represión en la


mayoría de las ciudades de Ruanda, incluyendo la capital, y organizó unas milicias
entrenadas para culminar un auténtico genocidio sobre el pueblo tutsi, con el que
dejaron a la sociedad ruandesa completamente destrozada.

Sin duda, se esperaba que la ONU interviniera en el conflicto, pero el organismo


internacional retiró a todos los cascos azules y consintió aquella masacre durante
varios meses. Fue en junio de 1994 cuando las tropas francesas recibieron permiso
para establecer en el país centroafricano una zona segura para los refugiados, la
"zona turquesa", en la que resguardaron a más de 6.000 de personas y
posteriormente, en noviembre del mismo año, cuando las Naciones Unidas
establecieron un tribunal ad hoc, el TPIR, para juzgar a los responsables del etnocidio
ruandés a petición del propio Estado de Ruanda10.

b. Violencia sexual como arma de guerra en el genocidio de ruanda

"Históricamente, se ha considerado la violación una manera legítima de mantener


contentos a los efectivos (militares). Debido a que en muchas sociedades se
considera que las mujeres son 'propiedad', un ejército victorioso suele violar y
convertir a las mujeres en esclavas sexuales como botín de guerra. Esos ejércitos
han violado y humillado a las mujeres de la misma manera que han saqueado o
destruido otros bienes pertenecientes a los grupos enemigos. Hasta la segunda
guerra mundial, la violación “se aceptaba como realidad inevitable, aunque
lamentable, de un conflicto armado”11.

6
KABUNDA, Mbuyi, Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid, 2012, Facultad de
ciencias de la información de la Universidad Complutense, Madrid, postgrado Información internacional y países del sur
el 821/02/2012. (Kabunda, 2012)
7 Informe de las Naciones Unidas del 28 de junio de 1995 / A/50/709-S/1995/915, anexo III.
8 Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Resolución 260 A (III), de 9 de diciembre de 1948,

Naciones Unidas.
9 Alto Comisionado de la Naciones Unidas (ACNUR), 2000. La situación ... Op. Cit. P. 275
10 Carta de 28 de septiembre del 1994 del Representante permanente de Ruanda ante las Naciones Unidas dirigida al

presidente del Consejo de Seguridad. ( S/1994/1115). Citado en TORRES PÉREZ, María y BOU FRANCH, Valentín: La
contribución del Tribunal Penal Internacional para Ruanda a la configuración jurídica de los crímenes internacionales,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, p. 28.
11
Naciones Unidas. "Enseñanzas extraídas de Ruanda: La Naciones Unidas y la Prevención del genocidio"
En el conflicto, que enfrentaba al gobierno hutu y a los tutsi y hutus moderados, las
mujeres y las niñas volvieron a convertirse en 'propiedad' de algunos y, como en la
mayoría de los conflictos, en las víctimas más vulnerables al sufrir, además de la
persecución, una violencia sexual que escondía a su vez motivos genocidas.
Los soldados de las milicias, los funcionarios a los que las mujeres pedían ayuda,
algunos cargos del Gobierno, etc., encontraban una total impunidad e incluso una
constante instigación a la hora de perpetrar crímenes sexuales sobre las mujeres
tutsi, a quienes nadie iba a defender, y quienes quedarían marcadas de por vida, al
igual que sus familias.

Con dicha práctica se buscó llevar a cabo sobre la población tutsi una fuerte
humillación por un lado, puesto que en la sociedad ruandesa el cuerpo de la mujer es
entendido como parte de la sociedad o familia, y al agredirlo, la deshonra pasa de la
propia mujer a toda su comunidad, y por otro, "la destrucción del tejido económico y
social tutsi"12. Además, las violaciones y agresiones de este tipo dejaban secuelas en
los cuerpos de las mujeres: fístula vaginal, SIDA... e incluso les afectaban
psicológicamente, de forma que les fuera imposible volver a mantener relaciones
sexuales, y por lo tanto, continuar 'procreando tutsis'. Este proceso de violaciones en
masa, con el que "los cuerpos de las mujeres se convierten en transmisores de
mensajes de humillación control y poder"13, además de barato, podía ser satisfactorio
para los criminales de guerra, quienes disfrutaban mientras provocaban un terror
inigualable en la comunidad.

Se estima que se ejerció una sistemática violencia sexual sobre aproximadamente


450.00014 mujeres durante los tres meses que duró el genocidio en 1994, con lo que
se pretendía debilitar aún más a la comunidad tutsi.

La dificultad a la hora de poder juzgar los crímenes de este tipo cometidos en


Ruanda, se debía, al igual que en otros conflictos, a la inexistencia de una correcta
definición del término violencia sexual como arma de guerra y a los problemas para
poder demostrar los hechos, sobre todo por la resistencia y temores de las víctimas a
denunciar. Estos temores en la sociedad ruandesa eran perfectamente justificados
por la deshonra y humillación que sentían tanto la víctima como su familia tras
denunciar los hechos, por la vergüenza al reconocer públicamente las agresiones
sufridas, y por la persecución y violencia que sufrían muchas de las mujeres que
denunciaron, lo cual añadía otro inconveniente para ellas a la hora de relatar lo vivido.

La utilización de la violencia sexual como instrumento de terror, según la Directora del


programa del UNIFEM para África Central, Josephine Odera, es "una de las
atrocidades más comunes durante el conflicto, y sin embargo, pese a su frecuencia,

12 KABUNDA, Mbuyi. Doctor en Relaciones...Op. Cit.


13 COOMARASWAMY, 1999. Citado en Scola de cultura de pau, 2012: "La violencia sexual como arma de guerra".
(Coomaraswy, 2012)
14 Naciones Unidas, "Enseñanzas extraídas de Ruanda.Op. Cit.
hasta hace poco no se reconocía su efecto devastador. Los gobiernos, la sociedad
civil y las personas sencillas tienen que hacer mucho todavía para buscarle solución",
y fue precisamente tras el genocidio ruandés cuando se empezaron a enjuiciar este
tipo de actos.

Los primeros textos que hacen referencia a los crímenes de lesa humanidad son los
del Tribunal de Nürenberg, tras la Segunda Guerra Mundial, que fue el primero en
juzgarlos. Sin embargo, la violencia sexual no ha sido recogida por ninguna de las
cartas internacionales o tribunales hasta 1994 con el Tribunal Penal Internacional
para Ruanda. A pesar de ello, los derechos de la mujeres se han podido ver
favorecidos con diferentes acuerdos desde la tercera Convención de Ginebra de
1929, en la que se recoge "el derecho de los prisioneros de guerra a que se respete
su persona y honor [...] y el derecho de las mujeres a ser tratadas con todas las
consideraciones debidas a su sexo"15.

Se denomina Genocidio de Ruanda al intento de exterminio de la población tutsi por


parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda en 1994. En el pasado, en Ruanda
se distinguían dos estamentos dentro de la etnia banyaruanda, a la que pertenece
casi toda la población: la mayoría hutu y la minoría tutsi. No existe ningún rasgo racial
ni lingüístico específico que diferencia a hutus y tutsis. Por lo tanto, después del
genocidio, en 1994 ambas distinciones fueron eliminadas de los carnés de identidad.
Antes de la independencia del país, sus líderes siempre fueron tutsis. Desde 1961
hasta 1994, el poder fue asumido por los hutus.

c. Desarrollo del genocidio

En abril de 1994 el asesinato del general Juvénal Habyarimana y el avance del Frente
Patriótico Ruandés desencadena una multitud de masacres2 en el país contra los
tutsis obligando a un desplazamiento masivo de personas hacia campos de
refugiados situados en la frontera con los países vecinos, en especial el Zaire (hoy
República Democrática del Congo). En agosto de 1995 tropas zaireñas intentan
expulsar a estos desplazados a Ruanda. Catorce mil personas son devueltas a
Ruanda, mientras que otras 150.000 se refugian en las montañas. Más de 800.000
personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al
genocidio fueron violadas. Muchos de los 5.000 niños nacidos fruto de esas
violaciones fueron asesinados.

Considerando todos los datos y testimonios que se poseen acerca del genocidio de
Ruanda, hay que aclarar que éste no fue exactamente un genocidio de hutus por un
lado contra tutsis, por otro, sino que una falange radical y mayoritaria de los hutus fue
la que preparó el aniquilamiento masivo tanto de tutsis como también de hutus
moderados u opositores del régimen del Habyarimana y cercanos al Frente Patriótico
Ruandés (FPR). Por lo tanto, el genocidio no fue sólo de carácter étnico sino también

15 Convenio de la tercera Convención de Ginebra, Suiza, 12 de agosto de 1949.


político. Por otro lado no debemos olvidar que también hubo entre las víctimas miles
de ciudadanos hutus muertos a manos del FPR. Diversos testimonios nos aclaran
que también los militares del Frente Patriótico Revolucionario cometieron asesinatos
masivos. Pese a todo, está claro que los tutsis fueron masacrados: se eliminó al 75%
de su población durante el genocidio.

d. Las víctimas del genocidio

Probablemente, nunca se sabrá cuántos muertos provocó. Se calculan entre 500.000


y 1.000.000.1 Si fueron 800.000 equivaldrían al 11 por ciento del total de la población
y 80% de los tutsis que vivían en el país. Además el genocidio y conflicto civil provocó
el exilio de dos millones de ruandeses en el entonces Zaire, 480.000 en Tanzania,
200.000 en Burundi y 10.000 en Uganda, junto a más de un millón de desplazados
internos.11 Tampoco se sabe cuántas víctimas ha provocado la venganza tutsi.
Aunque se habla del "otro genocidio", parece que no es en absoluto comparable.

2. El tribunal penal internacional para ruanda

a. Creación

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) es uno de los Tribunales ad hoc
creados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para juzgar a los
responsables de los crímenes cometidos en determinados conflictos, con una duración
y una zona de actuación delimitados16.
A través de la resolución 95517 del 8 de noviembre de 1994, aprobada por el Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas, se creó el TPIR, buscando asegurar el respeto
a la Resolución 91218 para abogar por el Derecho Humanitario y el correcto
enjuiciamiento de los crímenes cometidos en Ruanda entre el 1 de enero de 1994
hasta el 31 de diciembre del mismo año.
Desde el principio se supo que iba a ser muy difícil llevar un adecuado control sobre el
Tribunal, pero comenzó sus actividades con ímpetu. "A principios de 1995 entre 100 y
150 personas eran arrestadas cada día y el número fue creciendo hasta llegar a
detener a 80.000 en agosto de aquel mismo año19.

16
ZORRILLA, Maider: La Corte Penal Internacional ante el crimen de violencia sexual, Universidad Deusto. Instituto de
Derechos Humanos, Bilbao, 2005.
17 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Resolución 955 del 8 de noviembre de 1994. [En línea] http://daccess-

dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N94/437/51/PDF/N9443751.pdf?OpenElement
18 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Resolución 912 de 21 de abril de 1994, Aprobada por el Consejo de

Seguridad en su 3368a sesión,[En línea]


littp://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N94/190/88/PDF/N9419088.pdf?OpenElement
19 PRUNIER, Gérard: Africas word war: Congo, The ruandan genocide and the making of a continental catastrophe,

Inglaterra, 2009. Cap, 1.


Tras la victoria del Frente Patriótico Ruandés -partido de coalición fundado por tutsis-
en julio de 1994, la huida del Gobierno genocida y una primera oposición a la
intervención de la Comunidad Internacional en el castigo de los responsables del
genocidio, fue el nuevo gobierno ruandés el que exigió el establecimiento de un
Tribunal Internacional Penal para Ruanda , siguiendo el modelo establecido para
juzgar los crímenes cometidos en la guerra de los Balcanes por el Tribunal Penal
Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) en 1991.

La ONU ya había iniciado algunos trámites para el establecimiento de dicho Tribunal,


como el nombramiento de Sr. René Degni-Ségui como Relator Especial para Ruanda,
encargándole "informar a la comisión de Derechos Humanos sobre la situación de
esos derechos en Ruanda, incluyendo las causas originarias y las responsabilidades
pertinentes y comunicar al Secretario General informaciones sistemáticamente
reunidas y compiladas sobre las violaciones de los derechos humanos y del Derecho
Internacional Humanitario"20.

El trabajo de Degni-Ségui logró confirmar la comisión de actos consecutivos del


crimen de genocidio, por lo que la ONU estableció además una Comisión de Expertos
con la misión de investigar las evidencias de dichos actos. La Comisión elaboró un
informe final21 en el que se afirmó que existían pruebas suficientes que demostraban
que existieron, de un modo sistemático y metodológico, actos de genocidio sobre la
población tutsi, y tras el cual se barajaron diferentes propuestas con el fin de
establecer un Tribunal Internacional para Ruanda.

El resultado de dichas discusiones fue la adopción de la resolución 955 del 8 de


noviembre de 199422, por 13 votos a favor, la abstención de China y el voto en contra
de Ruanda, que finalmente se opuso debido a: "la limitada jurisdicción temporal del
Tribunal, la inapropiada e inefectiva composición y estructura del Tribunal, la
insuficiencia de recursos humanos y financieros, la participación de ciertos Estados
involucrados en el conflicto, en la elección de los jueces, la eliminación de la pena
capital de entre las posibles penas a imponer y la elección de Tanzania como sede del
Tribunal"23.

El TIPR se estableció para el enjuiciamiento de los responsables de genocidio y otras


violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas en el territorio de
Ruanda entre el 1° de enero de 1994 y el 31 de diciembre de 1994, convirtiéndose así
en el primer tribunal cuya competencia está prevista para conocer crímenes cometidos
en el marco de un conflicto no internacional.

20 Comisión de los Derechos Humanos. Resolución núm. S-3/1, de 25 de mayo de 1994. [En línea]
http://untreaty.un.org/cod/avl/pdf/ha/ictr/ictr_ph_s.pdf
21 Naciones Unidas, "Informe final 9 de diciembre de 1994 de la Comisión de Expertos establecida de conformidad con la

Resolución 935 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas" .doc. S/1994/1405. (Naciones Unidas, 1994/1995)
22 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Resolución 955.Op.cit.
23
Naciones Unidas, "Informe final 9 de diciembre de 1994 de la Comisión de Expertos establecida de conformidad con la
Resolución 935 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas" .doc. S/1994/1405.
b. Funcionamiento

El funcionamiento del Tribunal está estipulado en su estatuto24, al igual que sus


características, competencias, composición y formación.
El TPIR está constituido por tres órganos: Cámara y Cámara de Apelaciones, Oficina
del Fiscal, y Registro, y está presidido por la Jueza Theodor Meron (Estados Unidos) y
la fiscal general es la Sra. Carla Del Ponte (Suiza)25.

Las competencias del órgano jurídico internacional establecido en Ruanda se rige por
cuatro criterios comprendidos en el estatuto:

b.1. Ratione temporis: conlleva una limitación temporal. El Tribunal sólo podrá juzgar
hechos cometidos entre el 1° de enero y el 31 de diciembre de 199426.

b.2. Ratione loci: establece una delimitación geográfica, puesto que aclara que el
Tribunal únicamente podrá juzgar los actos que tuvieron lugar dentro del territorio
ruandés y del de los territorios vecinos cometidos por ciudadanos ruandeses. Con ello
se incluyen, por ejemplo, las violaciones de derechos humanos cometidos en los
campos de refugiados establecidos en Zaire, en los que se establecieron gran
cantidad de ciudadanos de Ruanda.

b.3. Ratione personae: es la competencia en la que se establece quiénes podrán ser


juzgados: "los presuntos responsables de violaciones graves del Derecho
Internacional Humanitario". Por una parte, se juzgará a "las personas naturales que
hayan planeado, instigado y ordenado la comisión de crímenes'' o "haya ayudado en
cualquier forma a planearlo, ordenarlo o ejecutarlo", además se contempla la
posibilidad de responsabilidad en estos crímenes por parte de personas que gozan de
algún tipo de autoridad sobre la población, por lo que "los crímenes cometidos por
subordinado no eximen la responsabilidad penal a su superior si éste sabía o tenía
razones para saber que el subordinado iba a cometer tales actos o los había
cometido'" . Por último, la competencia deja claro que "el cargo oficial que desempeñe
el inculpado, ya sea de Jefe del Estado o de funcionario, no eximirá de
responsabilidad penal ni atenuará la pena", y añade que sólo podría atenuar la pena
"el hecho de que el inculpado haya actuado en cumplimiento de una orden impartida
por un gobierno o superior".

b.4. Ratione materiae es el criterio que determina la competencia del Tribunal, ya que
establece que el órgano sólo será competente para conocer de la comisión de tres

24 Naciones Unidas, 1994. Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. [En línea]
http://www.cruzroja.es/dih/pdf/Estatuto_Tribunal_Internacional_para_Ruanda.pdf
25 África Fundación, Ruanda: una aproximación al conflicto y su evolución en el tiempo.
http://www.africafundacion.org/IMG/pdf/Secaira_Ruanda_una_aproximacion_al_conflicto_y_su_evolucion_en_el_tiem
po.p df
26 Naciones Unidas, 1994. Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda... Op. Cit, Artículo.
crímenes internacionales: "el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y las
violaciones graves del artículo tres de la Convención de Ginebra y del protocolo
Adicional II de los Convenios"27.

Además, el estatuto del TPIR señala que éste estará integrado por la Fiscalía, la
Secretaría y las Salas, en muchos casos, con miembros comunes en los dos
Tribunales Internacionales ad hoc, el de Yugoslavia y el de Ruanda.
"Las Salas de Primera Instancia, unidas a la Sala de Apelaciones, estarían
compuestas por dieciséis jueces: tres para cada una de las Salas de Primera
Instancia, y para la Sala de Apelación a la que se asignarían cinco magistrados. La
Fiscalía [...] sería un órgano de instrucción y juzgamiento totalmente independiente,
aunque carecería de poderes de investigación ejecutorios. [.] La Secretaría sería el
órgano encargado de la administración judicial y trataría los temas diplomáticos
relacionados"28.

c. Establecimiento del tribunal.

Al igual que el Tribunal Yugoslavo, el Tribunal de Ruanda fue establecido por el


Consejo de Seguridad en aplicación del capítulo VIl de la Carta de las Naciones
Unidas, detentando también el carácter de órgano subsidiario del Consejo de
Seguridad. Sin embargo, según afirmó el Secretario General de Naciones Unidas de la
época, Boutros Boutros-Ghali, el Tribunal goza de completa independencia del Estado
de Ruanda y de cualquier otro Estado, incluyendo su órgano creador, el Consejo de
Seguridad.

Agregaba además el Secretario General que, el establecimiento del Tribunal en virtud


del capítulo VII era necesario por dos razones, primero, para asegurar la cooperación
de todos los Estados, incluido el Estado Ruandés, y segundo, para asegurar el
establecimiento rápido y expedito del Tribunal.

Pese a que la Comisión de Expertos para Ruanda, en un documento borrador, propuso


inicialmente la enmienda del mandato del Tribunal Yugoslavo, para extender su
jurisdicción a los crímenes cometidos durante el conflicto armado en Ruanda, la
propuesta fue rechazada a causa del recelo de algunos miembros del Consejo de
Seguridad, en orden a que la expansión de la jurisdicción ad-hoc existente, pudiera
conducir a frenar la idea de crear un Tribunal único que tomara gradualmente las
características de una institución judicial permanente.

La ex Yugoslavia y Ruanda compartirían tristemente los genocidios de los 90, en un


principio incluso se planteó la idea de extender la jurisdicción del TPIY a los crímenes
de Ruanda.

27 TORRES, María y BOU FRANCH, Valentín: La contribución del Tribunal Internacional Penal para...Op.Cit, p.33
28 Naciones Unidas, 1994. Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.Op. Cit
Por tales razones, el Consejo de Seguridad eventualmente optó por establecer un
Tribunal separado para Ruanda. Sin embargo, ambos Tribunales se encuentran
íntimamente vinculados, ya que cuentan con lazos organizacionales e institucionales
comunes, principalmente la sala de apelaciones y el fiscal, lo que obedece, según el
Secretario General de la ONU, a la intención de asegurar una unidad de criterios
jurídicos, economía y eficiencia.

Un hecho digno de destacar y que diferencia el establecimiento del Tribunal Yugoslavo


del Ruandés, es que en el caso de este último, fue el propio Gobierno Ruandés el que
abogó por el establecimiento de una jurisdicción criminal internacional ad-hoc – como
parte afectada así como Estado miembro del Consejo de Seguridad - participando en
todas las deliberaciones sobre el Estatuto y en las negociaciones que condujeron a la
adopción de la Resolución Nº 955.

En opinión del abogado geogiano experto en la materia Payam Akhavan, esta situación
se debió en gran parte, a “la derrota militar del grupo responsable del genocidio, de
manera que el gobierno sucesor (coalición dominada por el victorioso Frente Patriótico
Rwandés) se alzó en pro del castigo y aislamiento político de sus predecesores.

Durante las deliberaciones del Consejo de Seguridad, el representante Rwandés


invocó cuatro argumentos básicos a favor del establecimiento del Tribunal.

1) El genocidio cometido en Ruanda es un crimen contra la humanidad y debiese ser


reprimido por la comunidad internacional como un todo.

2) En segundo lugar, la necesidad de evitar, «cualquier sospecha de un deseo de


organizar una justicia acelerada y vengativa», pues, en lugar de «una justicia del
vencedor», una presencia internacional podría asegurar una justicia ejemplarizadora
que podría ser vista como absolutamente limpia e imparcial.

3) La tercera razón fue que, según el Gobierno Rwandés, «es imposible construir un
Estado de Derecho y arribar a una verdadera reconciliación nacional» sin erradicar «la
cultura de la impunidad» que ha caracterizado a la Sociedad Rwandesa, enfatizando
que, «quienes han pensado que es aceptable matar porque se les antoja, por que la
víctima es de un grupo étnico diferente o de un partido opositor, no pueden contribuir a
la reconciliación nacional hasta que hayan aprendido nuevos valores.

4) Finalmente, el Gobierno Rwandés adujo una razón práctica, que el establecimiento


de un Tribunal internacional podría facilitar «la captura de los criminales que han
encontrado refugio en naciones extranjeras».

Por ello, es absolutamente paradójico que el representativo Rwandés ante el Consejo


de Seguridad haya votado finalmente en contra de la Resolución Nº 955.
A diferencia del Estatuto Yugoslavo, el cual fue aprobado unánimemente por el
Consejo de Seguridad, el Estatuto Rwandés fue adoptado con el voto disidente de
Ruanda, además de la abstención de China. El representante Chino consideró poco
cauto votar apresuradamente el proyecto de Resolución y Estatuto, que el Gobierno
Rwandés todavía encontraba difícil de aceptar."

Las razones principales de la negativa final de Ruanda al establecimiento del Tribunal,


no dicen relación con la necesidad misma del Tribunal, sino con el Estatuto y las pocas
proyecciones de éxito que visualizó el Gobierno. La delegación Rwandesa sostuvo
varias reuniones con el patrocinante del proyecto de resolución inicial requiriendo
enmiendas al texto, algunas de las cuales tuvieron éxito en obtener, pero no estuvieron
finalmente satisfechos con la Resolución Nº 955.

Las principales objeciones del Gobierno Rwandés fueron, entre otras, las siguientes:
- Jurisdicción temporal del Tribunal demasiado estrecha, por cuanto según el Estatuto
ésta se extiende desde enero hasta diciembre de 1994, en circunstancias que la guerra
civil había comenzado en 1990.

- Composición y estructura del Tribunal inapropiada, dada la magnitud de la tarea


encomendada, al contar con una sala de apelaciones y un fiscal común con el Tribunal
Yugoslavo.

- Escasez de recursos humanos y financieros asignados.

- Asiento del Tribunal, que no fue establecido en Ruanda como este país pretendía.
- Pena de muerte, ya que, estando contemplada en el Código Penal de Ruanda, fue
expresamente excluida del Estatuto, resultando más benévola la justicia internacional
que la nacional.

Señala el abogado especialista Payam Akhavan que, «a pesar del voto disidente del
Gobierno Rwandés, posteriormente se demostró que muchas de sus aprehensiones
habían sido infundadas. La fase operacional del Tribunal, aun en sus primeras etapas,
indica que, no obstante las serias limitaciones prácticas, las investigaciones y
prosecuciones serían llevadas a cabo con imparcialidad, integridad y efectividad.
Consecuentemente, una relación de cooperación con el gobierno Ruandés,
indispensable para el éxito del Tribunal, ha sido eventualmente establecida».

d. Estatuto del tribunal

El Estatuto del Tribunal, que fue anexado a la Resolución Nº 955, es, con pocas
excepciones, virtualmente idéntico al Estatuto del Tribunal para la antigua Yugoslavia.
Establece la competencia del Tribunal (material, territorial y temporal), los principios de
responsabilidad, la organización y estructura del Tribunal, y los procedimientos previos
al juicio, el juicio mismo y los posteriores a él, incluyendo el principio del debido
proceso y los derechos de los acusados.

Para determinar el asiento del Tribunal, se tuvieron presente «consideraciones de


justicia y transparencia, así como de eficiencia administrativa», además de «la
preferencia expresada por el Consejo de un asiento africano».
Distintas alternativas fueron barajadas por el Tribunal, pero finalmente fue establecido
en Arusha, República Unida de Tanzania, según Resolución Nº 977 de 1995, del
Consejo de Seguridad, acogiendo la propuesta del Secretario General.

e. Jurisdicción y competencia

Una diferencia notable entre los Tribunales de Ruanda y Yugoslavia está relacionada
con el ámbito de materias sujetas a su jurisdicción, ya que, el Consejo de Seguridad al
elaborar los Estatutos consideró que el conflicto de la antigua Yugoslavia era
internacional, y el caso Rwandés es marcadamente nacional. Por esta razón, en
principio, no serían aplicables en el caso Rwandés las Convenciones de Ginebra de
1949 y otras normas establecidas para conflictos bélicos internacionales.
Sin embargo, con la interpretación que ha hecho la sala común de apelaciones en el
caso contra Dusko Tadic, según se ha visto, esta distinción puede dejar de ser
relevante, toda vez que la sala ha sostenido que las normas del Derecho Internacional
Humanitario consuetudinario, son también aplicables a conflictos armados internos.
A este respecto cabe recordar que la sala de apelaciones es la misma para ambos
Tribunales.

f. Labor desempeñada por el tribunal

Las investigaciones de actos de genocidio y otras serias violaciones al Derecho


Internacional comenzaron en mayo de 1995. El 25 de mayo, seis jueces fueron
elegidos para conformar las salas de primera instancia del Tribunal, siendo adoptadas
las reglas de procedimiento en una sesión extraordinaria que tuvo lugar en La Haya el
26 de junio, similares a las del procedimiento adoptadas del TPIY en lo investigativo y
judicial.

El Tribunal emitió su primera acusación el 12 de diciembre de 1995. El 8 de enero de


1996, el Tribunal sostuvo su primera sesión plenaria en Arusha, oportunidad en que la
sala examinó una solicitud presentada por el fiscal relacionada con el deferimiento de
investigaciones en curso y prosecuciones llevadas adelante por el Gobierno Belga
sobre tres sospechosos que se encontraban detenidos en ese momento en dicho país.

El 11 de enero, la sala solicitó formalmente a Bélgica deferir a la competencia del


Tribunal internacional las investigaciones y procesamientos sobre los tres
sospechosos. En mayo de 1996, los tres sujetos fueron puestos a disposición del
Tribunal por las autoridades de Zambia. Los acusados son: Georges Anderson;
Nderubumwe Rutuganda; Jean Paul Akayesy y Clément Kayishema y se les imputaba
haber cometido «genocidio y conspiración para cometer genocidio, asesinato masivo
de varios miles de hombres, mujeres y niños, en la Prefectura de Kibuye, en el oeste
de Ruanda» y otros cargos de crímenes contra la humanidad.

Otros presuntos perpetradores de genocidio y crímenes contra la humanidad fueron


arrestados en Canadá, Suiza, Kenya y Camerún. De especial importancia es la
situación del Coronel Théoneste Bagosora, tal vez el caso más emblemático, ya que
fue el Director del Gabinete del Ministerio de Defensa de Ruanda y estrecho
colaborador del Presidente Habyarimana. Se le adjudica haber sido el autor intelectual
de las masacres de civiles Rwandeses y de los asesinatos de 10 soldados belgas de
las Naciones Unidas.

Su extradición había sido solicitada por Ruanda y Bélgica a Camerún. El 17 de mayo


de 1996, la sala del Tribunal formalmente solicitó deferir al Tribunal internacional todas
las investigaciones y procesos criminales conducidos en ese país contra el Coronel
Bagosora. El fiscal general del TPIR, en junio de 1996, inició gestiones ante la
autoridad de Camerún para que el Coronel Bagosora fuera puesto a disposición del
Tribunal, en 1997 el acusado fue detenido y entregado al TPIR.

En 1997 compareció por primera vez ante el TPIR en Arusha, Tanzania, en dónde fue
acusado de trece cargos de crímenes penales internacionales, basándose en las leyes
contra el genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. El juicio en su
contra comenzó el 2 de abril de 2002, siendo la acusación central el hecho de ser el
autor intelectual de las matanzas étnicas con fines de eliminar a quienes consideraba
sus enemigos -los Tutsi-.

El 18 de diciembre del 2008, Bagosora fue encontrado culpable de genocidio, junto con
el mayor Aloys Ntabakuze y el coronel Anatole Nsengiyumv y condenados a cadena
perpetua por sus crímenes, entre otros el haber entregado armas y ordenar a soldados
de la etnia Hutu y a “Milicia Interahamwe” que mataran a miembros de la comunidad
Tutsi, y de la muerte los diez soldados de belgas que prestaban funciones para la
ONU, tratando de garantizar la paz en Ruanda.
En detalle de todos los casos juzgados y aun en proceso ante el TPIR, pude ser
seguido en el subforo de EGC, sobre links de interés, en donde se encuentra el sitio
del TPIR con el estado de las causas tramitadas y en tramitación en dichos tribunal.

3. Resultados del tribunal penal internacional de ruanda

a. Logros
El TPIR, a pesar de los fallos y controversias, logró sentenciar once29 casos
relacionados con agresiones sexuales o violación de los 21 reportados.

Según el propio Tribunal Penal Internacional para Ruanda, el hecho de arrestar a 70


individuos acusados de estar envueltos en el genocidio, incluidos el Primer Ministro,
miembros del Gobierno y de los gobiernos locales, milicias, etc., causó una
esperada sensación de seguridad en el país africano, que veía cómo por primera
vez la justicia llegaba a todas partes, incluso al Presidente. El establecimiento de
una compleja institución jurídica en Arusha, Tanzania y Kigali, Ruanda, que incluyó
un moderno y bien equipado cuerpo jurisdiccional apoyado por las Naciones Unidas,
causó un sentimiento de confianza hacia el ente por parte de las testigos, al igual
que lo hizo la cooperación internacional para el arresto de sospechosos y para la
protección de las víctimas y testigos30.

A partir de la creación del TPIR el papel de la mujer ha sido mucho más valorado en
cuestiones judiciales, jurídicas, gubernamentales, de mantenimiento de paz... Un
marcador de ello, podría ser que el parlamento de Ruanda cuenta con el mayor
porcentaje de mujeres entre sus miembros (48%).

a. CONTRIBUCION DEL TRIBUNAL PENAL AL DERECHO INTERNACIONAL

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda logró conformarse como un verdadero


ejemplo en el marco de la justicia internacional, y sobre todo en el derecho de las
mujeres. Su estatuto incluyó la primera definición y formulación de la violación como
un crimen de lesa humanidad que merece un enjuiciamiento, y su jurisprudencia
reconoció este tipo de abusos como un crimen de guerra31.

El principal avance de este Tribunal fue servir como modelo de varios tratados o
estatutos que quisieron reflejar las nuevas definiciones y consideraciones hacia este
tipo de actos y agresiones, y quizá la influencia de mayor importancia fue la firma y
ratificación por 114 Estados del Estatuto de Roma en 2002, que instauró la CPI, que
da respuesta legal a los crímenes más graves a escala mundial cometidos después
del año 2002."Con sede en Holanda, la Corte Penal Internacional, es el primer
tribunal permanente que supera errores cometidos por anteriores tribunales y
desarrolla el derecho de la víctimas, quienes, por primera vez, pueden participar en
los procesos judiciales y de reparación"32.

La Corte se compromete a garantizar seguridad y protección a víctimas y testigos


por medio del Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas, financiado por

29
ONU Mujeres. "El progreso de las mujeres en el mundo: En busca de la justicia" 2011-2012, p.90.
30 Tribunal Penal Internacional para Ruanda, Información general, [En línea}
http://www.unictr.org/AboutICTR/GeneralInformation/tabid/101/Default.aspx
31
ONU Mujeres. "El progreso de las mujeres en el mundo...Op.cit. p.86.
32 Lola Mora Producciones: "Hacia una justicia sin género". Cap.4., [En línea]
aportaciones privadas y por las de los Estados parte de la CPI. Con este fondo se
pretende ayudar a los grupos y comunidades que han sufrido crímenes de lesa
humanidad y genocidio para poder volver a su vida anterior al conflicto33.

Además, a partir de la implantación de la CPI, se reconocen derechos


imprescindibles para las víctimas de violencia sexual como la reparación del daño
causado o el derecho a presentar alegaciones y hacer llegar al fiscal información
relevante. Por otro lado, supuso una gran innovación que no tenga que ser probada
la negación de la víctima, para poder catalogar una agresión sexual como tal, al
igual que en el TPIR.

La Corte Penal Internacional establece una oficina allí donde vaya a juzgar los
crímenes cometidos durante un conflicto, con el fin de acercarse al contexto y a las
víctimas.

El primer caso de violencia sexual que juzgó la Corte Penal Internacional fue en el
año 2007 en la República Centroafricana, y en ese mismo año emitió dos órdenes
relacionadas con la misma tipología en Sudán, a partir de entonces su trabajo
continúa dependiendo "de factores que van más allá de los aspectos puramente
jurídicos, de ahí que todavía pueda ser pronto para juzgar su efectividad".

"La creación de la CPI fue un acontecimiento histórico y fue una reclamación de


Derechos Humanos durante años. Hay muchas esperanzas puestas en ella (CPI),
muchas para acabar con los ciclos de impunidad que permiten que se perpetúen
difíciles y terribles situaciones de derechos humanos. El Tribunal está dando sus
primeros pasos”

Bibliografía
Coomaraswy. (2012). La violencia sexual como arma de guerra. Barcelona: Scola de cultura de pau.

Ediec. (2013 de Enero de 6). http://www.ediec.org. Recuperado el 2014 de Noviembre de 21 , de


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Naciones Unidas. (1994/1995). Informe final 9 de diciembre de 1994 de la Comisión de Expertos


establecida de conformidad con la Resolución 935 del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas" . ONU.

Segura, J. R. (2005). El tribunal internacional de Ex Yugoslavia. Madrid.

33 Iniciativas de mujeres para una justicia de género, 2004, "Justicia de género: Derechos y el Estatuto de Roma.
http://www.iccwomen.org/publications/resources/docs/Trust_Fund_for_Victims_Spanish.pdf

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