Reflexión del texto “Teoría de la dependencia, educación por competencias y el mundo

laboral”

La educación para el trabajo

Una nueva etapa de la historia ha llegado y suponemos que con ella deben venir los cambios y la
transformación de todos los ámbitos: político, económico, social y en educación. Sin embargo,
Colombia se ha tomado muy enserio su posición actual de país subdesarrollado, porque el
cambio que ha sufrido se ve a favor de un señor todo poderoso: el dinero (entiéndase esto,
también, como poder). Por el afán de producir dinero y aumentar el capital, no solo la sociedad
misma se ha visto afectada (más horas de trabajo por menos salario) sino que la fuente principal
de liberación ha sido contaminada: la educación; con la implementación de nuevos modelos y
enfoques pedagógicos para la enseñanza: las competencias.

Según el Banco Mundial la educación consiste en enfrentar la pobreza y desarrollar personas

competitivas en el mercado. Esto quiere decir, que considera que la educación debe de ir de la
mano de lo económico. Tiene razón en el sentido de crear personas que tengan habilidades para
enfrentarse al mundo laboral. Sin embargo, dejar de lado la parte humana es, en definitiva, un
gran error, ya que lo fundamental es crear seres que transformen el mundo a través de buenos
valores y con políticas sostenibles que contribuyan con el mejoramiento del país. Además, están
siendo egoístas porque nos están educando al beneficio de alguien y solo nos están formado y
utilizando como máquinas de producción. En otras palabras, están matando los valores de la
educación y la importancia por la cual debemos ser educados.

En estos momentos, los estudiantes, están siendo capacitados para el trabajo y la producción de
capital de las empresas. Esto se debe a la implementación de la educación por competencias, que
nació única y exclusivamente para favorecer la industria. Su propósito es crear ciudadanos que se
adapten a lo que buscan las empresas y, al tener esas cualidades de adaptabilidad al trabajo y
tener lo que el empleador quiere o necesita, pueden ser llamados “competentes”. Además, crea
trabajadores que piensen que el aumento de trabajo, a si no sea remunerado, es una forma de
desarrollar mejoras en sus conocimientos para avanzar en el futuro productivo y puedan tener
más capacidades de producción.

En este punto, queda en evidencia la falta de valores del gobierno, que nos utiliza y nos tiene
en la misma estima de un animal, si hacemos lo que quieren nos dan una recompensa y nos

Autora: Mariela Rincón Ramírez

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laboral”

muestran su amor a través de pequeñas caricias para que sigamos produciéndoles beneficios y,
nosotros como buenos animales domesticados, batimos nuestra cola en demostración de afecto
por su caridad. Así somos los colombianos. Así es la educación.

En definitiva, quienes estamos siendo educados en este momento, somos amaestrados y

hacemos parte de un monopolio político y económico, que se ve reflejado en la modificación del
sistema educativo a través del enfoque por competencias. Se planea formar “trabajadores
eficaces, capaces de adaptarse a los cambios del sistema, que sean polivalentes y hábiles en el
manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación” (Quevedo y Agudelo,
2010) y, lo más importante, que sean productivos en el mercado laboral y contribuyan a los
intereses del capital.

Autora: Mariela Rincón Ramírez