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MINISTERIO DE EDUCACION Y CIENCIAS

DIRECCIÓN GENERAL DE BACHILLERATOS CIENTIFICOS

COLEGIO NACIONAL SILVIO PETTIROSSI

FACTORES QUE AFECTAN LA CONSTRUCCION


DE IDENTIDAD EN ADOLESCENTES

CURSO: TERCERO TURNO: MAÑANA

INTEGRANTES
 GONZALEZ OZUNA ADANM MENYAMILL
 GONZALEZ RAMIREZ LAURA NOEMI´

ASESORES: PROF. LILIAN RECALDE


PROF. MARCOS FIGUEREDO

LUQUE – PARAGUAY
2019
FACTORES QUE AFECTAN LA CONSTRUCCION
DE IDENTIDAD EN ADOLESCENTES

Adolescencia
La adolescencia es un periodo de desarrollo biológico, psicológico, sexual y
social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Es un
periodo vital entre la pubertad y la edad adulta, su rango de duración varía según las
diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, generalmente se
enmarca su inicio entre los 11 y 13 años, y su finalización a los 19 o 21.
Anteriormente, la Organización Mundial de la Salud consideraba la adolescencia como
el período comprendido entre los 10 y 19 años, comprendida dentro del período de
la juventud —entre los 10 y los 24 años—. La pubertad o adolescencia inicial es la
primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las niñas y a los 11 en los niños y
llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y tardía se extiende, hasta los 19
años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 hasta los 24 años de
edad.

Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años de


edad3 e incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los
25 años.

Definición de la adolescencia y sus características principales


La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca
el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene
características peculiares. Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes
que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de descubrimiento de la
propia identidad (identidad psicológica, identidad sexual...) así como la
de autonomía individual.
En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la eclosión de la
capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación
con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus
amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres
queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y el resto de sus
familiares. Después, de alguna manera, sus padres fueron eligiendo sus compañeros de
clase y amigos. Pero al llegar a la adolescencia, puede hacer uso de cierta capacidad de
elección para poner en marcha uno de los mecanismos más significativos de esta etapa.
Llevando implícita la capacidad para discriminar sus afectos: querer de diferente
manera a cada persona que le rodea y personalizar sus afectos. Esto debido a la llegada
del pensamiento abstracto que le permite desarrollar su capacidad para relativizar.
La discriminación de afectos, a través del establecimiento de diferencias en el
tipo y la profundidad de sentimientos, le permite la personalización de sus afectos. El
adolescente está en un camino medio entre la edad adulta y la infancia, en lo que hace
referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular de sus
comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos mediante una
emotividad exacerbada o con la espontaneidad propia de la infancia, pero ya empieza a
actuar de una manera sutil en las interacciones, o con una cierta represión relativa de sus
emociones, tal como hace el adulto

Etapas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cinco
personas en el mundo es adolescente, 85% de ellos viven en países pobres o de ingresos
medios, y alrededor de 1,7 millones de ellos mueren cada año. La OMS define
la adolescencia como la etapa comprendida entre los 10 u 11 años hasta los 19 años, y
considera dos fases: la adolescencia temprana, de los 11 o 12 hasta los 16 años, y
la adolescencia tardía, de los 17 a los 19 años. Sin embargo, la condición de juventud
no es uniforme y varía según el grupo social que se considere apto.

Características
La adolescencia se caracteriza por el crecimiento físico y desarrollo psicológico,
y es la fase del desarrollo humano situada entre la infancia y la edad adulta. Esta
transición debe considerarse un fenómeno biológico, cultural y social.
Muchas culturas difieren respecto a cuál es la edad en la que las personas llegan
a ser adultas. En diversas regiones, el paso de la adolescencia a la edad adulta va unido
a ceremonias y/o fiestas, como por ejemplo en el Benei Mitzvá, que se celebra a los 12
años para las niñas y 13 años para los niños (12 Años para los niños ortodoxos).
Aunque no existe un consenso sobre la edad en la que termina la
adolescencia, psicólogos como Erik Erikson consideran que la adolescencia abarca
desde los doce o trece años hasta los veinte o veintiún años. Según Erik Erikson, este
período de los 13 a los 21 años es la búsqueda de la identidad, define al individuo para
toda su vida adulta quedando plenamente consolidada la personalidad a partir de los 21
años. Sin embargo, no puede generalizarse, ya que el final de la adolescencia depende
del desarrollo psicológico, la edad exacta en que termina no es homogénea y dependerá
de cada individuo, etc.

Maduración sexual
En la adolescencia temprana y para ambos sexos, no se manifiestan grandes
desarrollos de los caracteres sexuales secundarios, pero suceden cambios hormonales a
nivel de la hipófisis, como el aumento en la concentración de gonadotropinas (hormona
folículo estimulante) y de esteroides sexuales. Seguidamente aparecen cambios físicos,
sobre todo cambios observados en la glándula mamaria de las niñas, los
cambios genitales de los varones y el vello pubiano en ambos sexos.

Mujeres
El primer cambio identificable en la mayoría de las mujeres es la aparición
del botón mamario. La adolescencia en las mujeres comienza a los 10 o 12 años.
Además, comienza su primera menstruación.
Se caracteriza por un agrandamiento en el tejido glandular por debajo de
la areola, consecuencia de la acción de los estrógenos producidos por el ovario. La edad
de aparición es después de los 8 años; puede ser unilateral y permanecer así por un
tiempo, y casi siempre es doloroso al simple roce. Al avanzar la adolescencia, el
desarrollo mamario, además de ser cuantitativo, es cualitativo: la areola se hace más
oscura y más grande, y sobresale del tejido circundante, aumenta el tejido glandular, se
adquiere la forma definitiva, generalmente cónica, y se desarrollan los canalículos.
Puede haber crecimiento asimétrico de las mamas.
El vello púbico, bajo la acción de los andrógenos adrenales y ováricos, es fino,
escaso y aparece inicialmente a lo largo de los labios mayores, y luego se va
expandiendo. El vello púbico en algunos casos coincide con el desarrollo mamario y en
otros puede ser el primer indicio puberal. Suele comenzar a notarse a los 9 o 10 años de
edad. Al pasar los años, el vello pubiano se hace más grueso y menos lacio, denso,
rizado y cubre la superficie externa de los labios, y se extiende hasta el monte de Venus,
y alcanza la forma triangular característica adulta después de 3 a 5 años
(aproximadamente entre los 15 y 16 años de edad). El vello axilar y el vello
corporal aparecen más tarde.
Los genitales y las gónadas cambian de aspecto y configuración. Los labios
mayores aumentan de vascularización y aumenta la cantidad de folículos pilosos, hay
estrogenización inicial de la mucosa vaginal, los ovarios y el cuerpo del útero aumentan
en tamaño. Las trompas de Falopio aumentan después de tamaño, y aumenta el número
de pliegues en su mucosa. Los labios menores se desarrollan, los labios mayores se
vuelven luego delgados y se pigmentan y crecen, para cubrir el introito. La vagina
alcanza una profundidad de 8 cm y, luego, de 10–11 cm. Por efectos estrogénicos, la
mucosa se torna más gruesa, las células aumentan su contenido de glucógeno y
el pH vaginal pasa de neutro a ácido un año antes de la primera menstruación (conocida
con el nombre de menarquia o menarca).
Se desarrollan las glándulas de Bartolino, aumentan las secreciones vaginales, la flora
microbiana cambia (aparece el bacilo de Doderlein), la vulva sufre modificaciones en su
espesor y coloración. Por último, en las mujeres que nacen con himen, éste se engrosa y
su diámetro alcanza 1 cm.
La menarquia o menarca, que es la primera menstruación, aparece precedida por
un flujo claro, inodoro, transparente y bacteriológicamente puro que, visto al
microscopio, tiene aspecto de hojas de helecho. La menarquia tiende a presentarse a los
11 o 12 años. Se denomina pubertad precoz cuando aparece de manera anormalmente
temprana (8-10 años).

Varones
Los testículos prepuberianos tienen un diámetro aproximado de 2,5 a 3 cm, el
cual aumenta por la proliferación de los túbulos seminíferos. El agrandamiento
del epidídimo, las vesículas seminales y la próstata coinciden con el crecimiento
testicular, pero no es apreciable externamente. En el escroto se observa un aumento en
la vascularización, adelgazamiento de la piel y desarrollo de los folículos pilosos.
La espermatogénesis —es decir, la producción de espermatozoides— se
detecta histológicamente entre los 11 y 16 años de edad, y la edad para la primera
eyaculación o espermarquia es entre los 12 y los 16 años. El pene comienza a crecer en
longitud y también a ensancharse aproximadamente un año después de que los
testículos aumentan de tamaño. Las erecciones son más frecuentes y aparecen
las emisiones nocturnas.
El vello sexual aparece y se propaga hasta el pubis, donde se aprecia más grueso
y rizado. Puede comenzar a aparecer el vello axilar y, en ocasiones, en el labio superior
(bigote). El vello en los brazos y en las piernas se torna más grueso y abundante entre
los 13 y 14 años. Aumenta la actividad apocrina —es decir, de la secreción de las
glándulas suprarrenales— con la aparición de humedad y olores axilares.

Crecimiento y desarrollo
Desde el punto de vista práctico, los cambios habituales del crecimiento tienen tres
grandes características:
1. Se realizan en forma secuencial, es decir, unas características aparecen antes de
que aparezcan otras, como es el caso del crecimiento de las mamas antes de la
aparición de la menstruación (o regla o periodo), el vello púbico antes que el
axilar, los miembros inferiores crecen primero que el tronco, los testículos se
incrementan antes que el pene, etc.
2. El tiempo de comienzo, la magnitud y la velocidad de cada evento es
considerablemente variable entre las edades y los sexos.
3. Cada evento del crecimiento sigue la ley de la variabilidad individual del
desarrollo. Cada individuo tiene una propia manera de ser y la conserva a través
de los años de la adolescencia, y en ella influyen diversos factores, como
su origen étnico, su constitución genética o familiar, nutrición, funcionamiento
endocrino y ambiente sociocultural. Basado en ello, la evaluación de la
maduración sexual suele ser más valiosa desde el punto de vista clínico que la
edad cronológica, que es la correlación que por lo general preocupa a los padres
y al mismo adolescente.

Altura: el estirón de la adolescencia


Crecer es una característica destacada de la pubertad, el brote o estirón de la
pubertad es una de las características fundamentales de la adolescencia. Tiene una
duración de 3 a 4 años, con un promedio de 24 a 36 meses. Está caracterizado por un
rápido crecimiento del esqueleto, llamado punto de velocidad máxima (PVM), que se
manifiesta por un aumento rápido de la talla o crecimiento lineal, de aproximadamente
8 cm en la mujer y de unos 10 cm en el varón. Es seguida por una desaceleración o
enlentecimiento progresivo del crecimiento lineal, hasta que se detiene por la fusión de
las epífisis de los huesos largos, como consecuencia de los cambios hormonales.
Actualmente se considera que el incremento en la velocidad de crecimiento es el
primer signo de inicio de la pubertad en las niñas, aunque es más fácil de visualizar
dicho cambio en el botón mamario. El crecimiento corporal no es homogéneo, por lo
general se aprecia una gradiente distal:proximal, es decir, los pies y las manos crecen
antes que las piernas y los antebrazos, y éstos lo hacen antes que los muslos y
los brazos. La cadera crece antes que los hombros y el tronco, el cual se acompaña de
una epífisis vertebral transitoria. Todos los órganos participan en el estirón del
crecimiento, a excepción de la cabeza, el timo, el tejido linfático y la grasa subcutánea.
El inicio del estirón es variable en edad, por lo que los padres o el adolescente
puede manifestar preocupación por una supuesta precocidad o retardo en el crecimiento.
Las necesidades nutricionales se hacen más intensas, hay disimetría fisiológica
que causa cierta ‘’torpeza’’ motora, aumenta el metabolismo del calcio en el período de
crecimiento rápido.

Atención del adolescente


A diferencia de lo que sucede en los niños, en los adolescentes, en la medida que
aumenta la edad, se incrementa la mortalidad. La prevención primordial y la promoción
de factores generales y específicos de protección evitan y controlan los daños y
trastornos en la salud del adolescente.
Algunos de estos factores de protección incluyen la educación, la nutrición,
las inmunizaciones, el ejercicio físico, el tiempo libre justo, la promoción de las
actividades familiar, la atención al desarrollo emocional, las oportunidades de trabajo y
el desarrollo de cambios en las legislaciones favorables para el niño y el adolescente.
En los servicios de salud se debe promover la prevención del cáncer pulmonar,
la prevención de los embarazos precoces, de las infecciones de transmisión sexual y de
los accidentes y la evaluación de los patrones de crecimiento y desarrollo.
Factores de riesgo en adolescentes
Alteraciones en el desarrollo
Menarquía precoz, discapacidad o retraso mental.
puberal
Desatención y otros problemas en Fugas frecuentes o deserción del hogar, desempleo del jefe del
la relación familiar hogar mayor a 6 meses.
Malnutrición, hipertensión
Trastornos de la conducta
arterial, arteriosclerosis, diabetes, enfermedades crónicas, como
alimentaria
el cáncer, tuberculosis, etc.11
Analfabetismo, bajo rendimiento y/o deserción escolar, crisis de
Riesgos intelectuales
autoridad, tiempo libre mal utilizado, segregación grupal
Factores biológicos Tabaquismo, alcoholismo y otras drogas; uso de automóviles
Riesgos sexuales embarazos, infertilidad.
Aislamiento, depresión, gestos suicidas,
Factores sociales
conductas delictivas y/o agresivas, nomadismo.
Lucha por identidad, humor cambiante, mejora su habilidad para el
Independencia
lenguaje y expresión, quejas de interferencias con independencia.14
Empleo de recursos para evitar la realidad: ritos, comunas, pseudo-
Otros
religiones.

La influencia de los adolescentes


Los jóvenes en la época de la adolescencia intentan buscar su propio estilo, para
ello eligen a sus favoritos artistas o famosos con los cuales puedan identificarse con sus
diferentes modelos de ropa.
Los padres que pueden ser los primeros afectados en la adaptación de sus hijos,
tienen que priorizar la necesidad de afinar sus gustos, su responsabilidad para el cuidado
de su ropa y su capacidad para tomar sus propias decisiones.
Podemos hablar de una ropa comunicativa cuando decimos que los adolescentes
saben que la ropa es un medio de comunicación, en la cual se dicen muchas cosas de la
persona, ellos mismos se han dado cuenta que “una imagen vale más que mil palabras”,
para ello utilizan su modo de vestir para expresarse a través de su ropa, peinados y
adornos, también buscan reafirmar su propia identidad, para poder reflejarse en una
personalidad única y original; aunque en realidad todos los adolescentes se visten de
forma muy parecida, y lo que logran es mostrar y comunicar lo que caracteriza a su
generación.
Es difícil que la adolescencia de hoy en día, comprendan que la marca o el estilo
de moda, no varíen en el producto.
Esto puede llegar a ser un problema ya que un/a adolescente puede ser
discriminado/a por no llevar ropa de marca o no ir como la mayoría del grupo y a veces
ese pensamiento hace que muchos jóvenes de hoy en día no tengan su propio estilo por
tener miedo a ser discriminado del grupo o criticado.
A los jóvenes les gustan probar nuevas alternativas: su creatividad está en
ebullición y cada aspecto de su vida es una prueba de ello.
En cada generación los adolescentes prueban nuevas formas y colores. Cada
grupo de jóvenes muestra su ideología a través de su ropa, sus peinados, sus
maquillajes. De hecho, todos incluidos, los adultos se muestran a través de la ropa.
El que un adolescente pruebe nuevas formas de presentarse es comprensible e
incluso deseable: muestra que está madurando, que “le gusta gustar”, que se adorna y se
preocupa por su forma de parecer, que tiene deseos de seducir, se arregla como
búsqueda de la propia personalidad. Si algún día la extravagancia se exagera, es una
prueba de su búsqueda de creatividad y originalidad.

Factores emocionales en el adolescente


Los jóvenes en esta etapa exigen constantemente independencia, debaten las
reglas impuestas y hasta cuestionan la autoridad. Pero aun así, sienten temor de planear
qué harán con su vida si se independizaran, tienen miedo de tomar sus propias
decisiones. Por esto, los padres deben comprender cuáles son los cambios emocionales
en la adolescencia que seguramente deberá enfrentar con sus hijos.

Cambios en la forma de pensar


Durante la adolescencia, se hace una diferenciación del pensamiento lógico que
tiene un niño al pensamiento abstracto que hacen los adultos. Ya se hacen suposiciones,
hacen razonamientos basados en esas hipótesis y obtienen sus conclusiones. Desde esta
nueva manera de pensar, ponen en duda todo lo que les presenta el mundo, hasta lo que
era indudable ahora ya lo es.
A diferencia de un niño, el adolescente siempre está pensando en su
futuro. Como tiene sus propios pensamientos, enfoca sus sentimientos hacia
ciertos valores o ideas. Como todavía dependen de otros, se les dificulta la
toma de decisiones. No miden las consecuencias de sus acciones, producto de
su búsqueda de satisfacción inmediata.
Aspectos a considerar de los cambios emocionales en la adolescencia
En la adolescencia, el joven va demandando cada vez más atención en la
búsqueda de su identidad personal. Eso conlleva a una serie de cambios a nivel
psicológicos que detallaremos seguidamente:

Necesidad de privacidad
El joven quiere tener su propio espacio, es por eso que la mayor parte del tiempo
se encierra en su habitación, y se enoja cuando algún miembro de la familia trata de
invadir ese espacio. Esto también implica que lo que antes, cuando era niño, contaba a
sus padres, ahora se lo reserve. Cualquier intento de averiguar acerca de lo que sucede
en su vida es interpretado como una invasión a su intimidad.

Preocupación del pensamiento ajeno


Aunque los jóvenes en este periodo no dejan de pensar en sí mismos, les
preocupa la opinión que puedan tener otros. En especial, la opinión de sus
amistades influye mucho en ellos.
Algunos de estos cambios emocionales en la adolescencia tiene que ver con
que el chico debe aprender a confiar en sí mismo. La confianza que hasta ahora había
depositado en sus padres ahora la transfiere a sus amigos. Cuando comparte
pensamientos o sentimientos con una amistad, va conociéndose mejor así mismo.

Exploración de su sexualidad
Es natural sentir mucha curiosidad hacia el sexo. Primero, el joven piensa en
tener una novia y experimentar el amor romántico, de allí se despiertan los impulsos
sexuales. Por eso, muchos chicos recurren a las fantasías sexuales o a la masturbación.

Descubre su identidad personal


Se refiere a la independencia afectiva en la que el adolescente cree que no
necesita del cariño de sus padres. Critica su comportamiento, pone en duda sus
preocupaciones, los compara con otros padres y finalmente, se rebela contra ellos. Todo
esto causa sentimientos de culpa y preocupación que se entrelaza con su necesidad de
independizarse.
Alcanzar la independencia personal
Es necesario que se produzca este ciclo, ya que el adolescente debe aprender a
tomar sus propias decisiones y reforzar la confianza en sí mismo. Esto implica que el
padre deberá actuar con firmeza a la hora de imponer el límite necesario.
Cambios de Humor
Los cambios de estado de ánimo se relacionan con los cambios hormonales que
se tienen en este periodo de la vida. El joven está en una especie de montaña rusa
emocional, pudiendo pasar de la alegría a la tristeza, de sentirse ingeniosos a sentirse
ignorantes de un momento a otro.
Se irritan con facilidad y sus emociones siempre están a flor de piel. Pueden
reaccionar de forma desproporcionada ante el mínimo comentario que no esté en
armonía con ellos. Experimentar estos cambios emocionales en la adolescencia en un
breve espacio de tiempo, puede resultar frustrante, confuso y hasta abrumador.

Adolescentes y su entorno Familiar


A pesar del origen étnico, el nivel de discordia en la familia parece relacionarse
en primera instancia con la personalidad de los adolescentes y el tratamiento que les dan
sus padres. Estos factores pueden explicar por qué los desacuerdos en algunas familias
tienden a disiparse, mientras que en otras aumentan hasta convertirse en verdaderas
confrontaciones. Las discrepancias son más probables con los padres que ven a su hijo
adolescente con características negativas de su personalidad (como un temperamento
irritable, malhumorado o de ansiedad), un historial de problemas de comportamiento y
cuando los padres utilizan una disciplina coercitiva
Los padres que no se llevan bien entre sí tienden a ser más hostiles con un hijo
adolescente y sus hijos tienden a ser más hostiles, ansiosos o depresivos.
Al observar el ajuste de los jóvenes, se necesita considerar el "ajuste" emocional
entre el adolescente y la familia. Las personas jóvenes pueden reaccionar ante una
atmósfera familiar negativa distanciándose emocionalmente de los padres, y ésta puede
ser una estrategia de adaptación efectiva.
Si los padres adoptan una actitud para conciliar y no para solapar o agredir al hijo,
entonces es probable que el conflicto disminuya, por lo menos que se vuelva de niveles
manejables.
Efectos de la situación de la vida de los padres
En la actualidad muchas de las madres, trabajan o estudian fuera del hogar y,
con frecuencia, los adolescentes cuidan de sí mismos al salir de clases.

¿Cómo afectan estas situaciones familiares a los adolescentes?


Una combinación de factores pueden incidir en ello. El impacto del empleo de
la madre, por ejemplo, puede depender de si en casa están los dos padres o solamente
uno de ellos. Con frecuencia, una madre soltera debe trabajar para evitar un desastre
económico; la manera como su trabajo afecte a sus hijos adolescentes puede depender
de la cantidad de tiempo y energía que dedique a los chicos y el tipo de modelo de rol
que ella represente. Estos factores, a su vez, pueden recibir la influencia de otros: la
clase de trabajo que desempeña, el número de horas que trabaja, el salario que gana y
qué tanto le agrada su trabajo.
Los adolescentes pueden desear más libertad para controlar sus propias
actividades cuando sus madres están fuera de la casa. Sin embargo, con menos
supervisión sobre los chicos, éstos son más susceptibles a la presión de sus compañeros.
El hecho de no recibir supervisión no representa un aumento significativo en el
riesgo de verse envueltos en problemas, en la medida en que los padres sepan en dónde
están sus hijos; cuanto menos constantes sean los padres en el control de las actividades
de sus hijos y más sea la cantidad de horas que los jóvenes no reciben supervisión,
mayor es el riesgo.
El estrés producto del trabajo de los padres parece afectar a los chicos al
comienzo de su adolescencia de modos distintos, dependiendo de cuál de los padres se
halle en la situación de estrés.

Estructura de la familia. La vida en grupo en un hogar con los dos padres es una
ventaja durante la niñez y continúa siéndolo durante la adolescencia, al menos en
términos de evitar comportamientos arriesgados. Un análisis de los datos de
aproximadamente 22,000 jóvenes entre 12 y 17 años durante 1991, 1992 y 1993
encontró que los adolescentes que viven con sus dos padres biológicos o adoptivos
tienen menos probabilidad de consumir alcohol, tabaco o drogas ilegales o de presentar
problemas relacionados con el consumo de estas sustancias que los jóvenes que viven
con familias reconstituidas. Estos resultados siguen siendo válidos cuando los efectos de
género, edad, ingresos familiares y raza o etnia están controlados.

Al evaluar los efectos del divorcio y contar con uno solo de los padres, se
necesita observar circunstancias particulares. El divorcio afecta a distintos niños de
forma diferente; en ocasiones, puede mejorar la situación al reducir la cantidad de
conflictos en el hogar.
Aunque los efectos inmediatos de una ruptura matrimonial pueden ser
traumáticos, a largo plazo algunos adolescentes pueden beneficiarse de haber aprendido
nuevas destrezas para afrontar situaciones, algo que los vuelve más competentes e
independientes El apoyo de los padres puede ser más importante que la estructura de la
familia.

El Adolescente y su entorno Social


Importantes cambios sociales durante estas últimas décadas han significado
también importantes efectos en cada uno de los grupos que conforman nuestra sociedad,
en especial en el núcleo básico que es la familia. Por otro lado los y las adolescentes, en
la búsqueda de un espacio en el mundo, son una respuesta de su propio contexto social.
Ser adolescente hoy es totalmente diferente a haber sido adolescente hace dos décadas
atrás. Ser padre de un/a adolescente hoy no es lo mismo que en generaciones anteriores.

Estos cambios sociales han tenido un enorme impacto en: Los patrones de vida
familiar; en el status de la mujer; en el comportamiento y actitudes sexuales
especialmente de los y las adolescentes; en la cultura de la juventud; en los patrones de
empleo; en el uso del tiempo libre de adultos y adolescentes.

Cambios en los patrones de vida familiar y su influencia en adolescentes.

Si bien todavía hay una gran proporción de adolescentes que viven en familias
con ambos padres (en los cuales el padre es el principal proveedor y la madre es una
dueña de casa, preocupada del cuidado de sus hijos), sin embargo, cada vez es mayor el
número de adolescentes que viven en familias con un solo padre, generalmente la
madre, debido a separación de los padres. Esta situación se agudiza en los sectores más
pobres, donde la madre debe con frecuencia cumplir el rol de proveedor a expensas de
la atención de los hijos.
Un aumento de los nacimientos fuera del matrimonio es otro de los factores que
contribuye a incrementar el número de los y las adolescentes que viven en familias
uniparentales. En parte, el aumento de los nacimientos fuera del matrimonio se debe a
cambios en los patrones de la relación de pareja, lo cual refleja modificaciones en los
valores y las actitudes acerca del matrimonio y en particular la importancia de éste para
legitimar los nacimientos. Cada vez más mujeres, adultas o adolescentes, retrasan el
matrimonio meses y aún años después del nacimiento de los hijos.

Cambios en los patrones del empleo en mujeres y su influencia en adolescentes

Cada vez es mayor el número de mujeres que se incorpora a la fuerza de trabajo.


Por lo tanto cada vez más adolescentes tienen familias en las cuales la madre trabaja
fuera del hogar. El aumento de las madres que trabajan fuera de sus hogares trae
consigo un cambio fundamental en las actividades y en la orientación de la mujer. Los
cambios de las condiciones y tipo de trabajo de las madres se ligan, sin duda, a cambios
en las condiciones sociales, culturales, ideológicas y económicas. Sin mirar cuáles son
las motivaciones que han llevado a la mujer a incorporarse más y más a la fuerza
laboral, esta situación se acompaña de cambios en los patrones del matrimonio,
estructura familiar, tamaño de la familia, etc. La diversificación del ingreso familiar trae
cambios importantes en la estructura clásica de dependencia familiar. Se observa una
mayor independencia de la mujer frente a su relación de pareja. Ella también aporta al
sustento económico de la familia y tiene derecho a tomar decisiones también.

El rol doméstico y status de la mujer ha ido variando; la mujer está dedicando


menos tiempo a las labores hogareñas, por una parte facilitado por la incorporación al
hogar de elementos que facilitan esta tarea (lavadoras, enceradoras, aspiradoras,
microondas, lavavajillas, etc.), como por la incorporación de su pareja y otros miembros
de la familia en estas labores. Estos y otros factores hacen que las mujeres perciban sus
roles y status en forma muy diferente. En cierta manera las relaciones familiares
hombre-mujer tienden a igualarse pero este fenómeno está ocurriendo más
acentuadamente en el sector socio-económico medio y alto que en el bajo.

Por otro lado, se advierte cada vez más una mayor aceptación de la actividad
sexual en relaciones de pareja consensuales. Sin embargo, mucha gente desaprueba el
que los y las adolescentes se involucren en comportamientos sexuales que han llegado a
ser ampliamente aceptados como normas pero solo para adultos. Estos dicen por
ejemplo que el aumento de la actividad sexual en adolescentes está unido a una
desintegración en los valores morales, sin percibir la proyección de sus propios
modelos.

Impacto de los Medios de Comunicación de Masas, en especial la televisión y su


influencia en Adolescentes

Nuestra sociedad ha experimentado grandes avances tecnológicos en las


comunicaciones, pero ha sido la televisión y ahora Internet y las redes sociales los que
han tenido el mayor impacto y son hoy día los principales medios de transmisión de
ideas e influencia cultural, su influencia es fuerte sobretodo en el desarrollo de niños,
niñas y adolescentes. Estos medios contribuyen a la adquisición de conocimientos de los
y las adolescentes e influyen en sus actitudes en muchas áreas, pero en especial en el
comportamiento sexual. Cada vez hay más mensajes sexuales implícitos o explícitos en
las programaciones. Referencias sexuales están presentes en casi todos los tipos de
programas y el sexo se muestra como romántico y deseable, especialmente cuando es
ilícito. A menudo hay referencias a la actividad coital entre parejas no casadas, o se
muestra ligado a la prostitución o a la violencia, pero casi nunca es mostrado dentro de
un contexto donde se dé cabida al amor, calidez, estabilidad, relación de compromiso,
ya sea dentro o fuera del matrimonio. No se hace mención tampoco a los
anticonceptivos y las consecuencias negativas de los embarazos no deseados.

Factores que afectan el rendimiento escolar en los adolescentes

De la niñez a la pubertad, del control parental al cuestionamiento de las reglas,


de la primaria a la educación superior.
El mundo de los adolescentes cambia en la transición de los años de secundaria
de manera física, emocional y socialmente. Esta transformación y otras implicancias
influirán en su desempeño académico si es que no se está preparado.
Los expertos recomiendan aplicar planes de prevención que contemplen los
factores que afectan el rendimiento escolar en los adolescentes, tales como:
Desarrollo físico. Los adolescentes tempranos (púberes) comienzan a notarse
diferentes. Se vuelven más lentos y su proceso de sueño cambia, por lo que su adhesión
a la rutina les es más complejo y en los horarios educativos suelen “despertar” con
tardanza.

Desarrollo emocional. El descubrir su sexualidad, la afirmación de su género, el


enamoramiento, entre otros; son algunos de los picos y declives emotivos que presenta
un estudiante en esta etapa. Por tanto, su foco de atención suele dirigirse a estos temas
que surgen como dudas existenciales.

El medio social que, en casos de bullying, por ejemplo, genera temor por asistir al
colegio o ansiedad durante las clases, dificultándoles las concentración; o incluso
depresión. Otros factores son las malas influencias, que condicionan al adolescente a
realizar actos rebeldes para ser aceptado.

Déficits de aprendizaje como dislexia, discalculia, dislalia, disgrafía, etc., los cuales
pueden superarse o mejorar con terapias. Si el colegio es inclusivo, los padres y
asesores educativos tienen que cerciorarse del cumplimiento de la malla curricular
asignada. Asimismo, son importantes los chequeos auditivos y de visión cada cierto
tiempo.

Las relaciones familiares. Involucran desde el desequilibrio empático (propio de la


edad) entre padres e hijos, hasta la separación, divorcio o los problemas entre los padres
que colocan al adolescente en medio, desestabilizándolo. Cabe señalar que las
exigencias de los padres por altos logros académicos pueden inducir al estudiante a
cuadros de ansiedad y estrés.

La relación con los profesores. La empatía y el buen clima es un rol preponderante


que beneficia en ambos sentidos. Que el alumno se sienta identificado con su profesor
potenciará el nivel de atención que este ponga en clases.
Las creencias religiosas de los jóvenes
La adolescencia es una época difícil, también en lo religioso. Proliferan las
dudas de fe, que pueden ser por la no comprensión de ciertas verdades religiosas; o
como resultado de la decepción que experimentan cuando piensan que la religión o sus
instituciones no satisfacen sus exigencias; o por su vacío afectivo y el no encontrar
sentido a la vida. También la falta de personalidad, dado el clima poco favorable a la
práctica religiosa, que les impide luchar contra corriente y mantener una fe que sí existe,
pero que no tienen valor para defender; o puede ser cuestión de pereza, porque salen el
sábado por la noche y luego no tienen fuerzas para levantarse e ir a Misa el domingo.
Todo esto les lleva a alejarse de Dios, de quien temen su desaprobación, aunque
a menudo lo que más estiman de Él es su capacidad de perdonar. Mientras algunos
logran interiorizar su fe, percibiendo a Dios en sus vidas y respondiendo con una
conducta en la que la oración está presente, en otros muchos más que una pérdida total
de fe, simplemente dejan de practicar.
Además debido al despertar de la pubertad, se le hace difícil mantenerse fieles a
ciertas normas morales. Por ello no aceptan a la Iglesia y sus leyes, que con frecuencia
les llegan totalmente deformadas, especialmente en lo referente a la vida sexual, pues
ignoran los aspectos positivos de la Moral Cristiana y la ven tan solo como una moral
de prohibiciones, por lo que consideran Moral y Religión como obstáculos para su
desarrollo. Si añadimos que sus lecturas o estudios, sus contactos con determinados
compañeros o profesores, el ambiente general de nuestra sociedad y el mismo proceso
general de maduración, les plantean serios problemas cuando tratan de armonizar sus
concepciones religiosas, no siempre actualizadas, con sus conocimientos y experiencias
de joven, comprenderemos por qué son muchos los que “pierden la fe”.
Por ello ante las dudas de fe, pueden adoptar dos posturas: o rechazarlas como
tentaciones del demonio, pero con el resultado de que la duda va a seguir corroyéndoles
por dentro, o considerarlas como el medio providencial que Dios pone a su disposición
para que, al resolverlas, su formación religiosa siga de acuerdo con su formación
humana y no se produzca esa peligrosísima divergencia que se da cuando continúa la
formación cultural y humana, pero la formación religiosa termina con la Confirmación,
creando así un peligroso desnivel entre sus conocimientos y su formación religiosa. Y
es que la fe que no se hace cultura no es plenamente vivida.
De esta problemática se deduce la importancia de la tarea de los educadores y
transmisores de la fe, que deben intentar no sólo darles a conocer a Cristo y su Palabra,
para que el mensaje evangélico con su carácter divino y salvífico les llegue tal cual es,
sino también hacerles caer en la cuenta de la necesidad en sus vidas de la síntesis entre
fe, cultura y ciencia.
Los jóvenes tienen que llegar a descubrir por sí mismos, aunque con nuestra
colaboración, ayuda y ejemplo, quién es Jesucristo, el amor que Dios les tiene y que la
fe es un gran auxilio en la tarea de la propia conquista y realización personal. Los
estudios les introducen en las grandes corrientes del pensamiento contemporáneo y les
hacen reflexionar sobre los más importantes problemas humanos, como la vida, el amor,
el mal, la muerte, por lo que necesitan integrar en ellos lo cultural y científico
poniéndolo al servicio de lo bueno y verdadero, descubriendo también la profunda
relación existente entre estas realidades y el mensaje cristiano.
La educación en la fe en ellos ha de partir de su vida, de modo que puedan
participar plenamente en la comunidad eclesial y sepan asumir consciente y
cristianamente su compromiso temporal. Los jóvenes, como todos nosotros, necesitan
una visión de la vida llena de significado, en la que la fe, el amor y la entrega tengan
sentido. No tenemos, por tanto, que tener miedo en ser exigentes con ellos en lo que
atañe a su crecimiento espiritual, estimulándoles a tomar decisiones comprometidas en
el seguimiento de Jesús, e impulsándoles a seguir el camino de la santidad fortalecidos
con una vida sacramental intensa. El proyecto de vida cristiana es fundamentalmente un
vivir en Cristo: se basa en la esperanza y se realiza en la respuesta diaria al Evangelio.
Mientras el egoísta no se abre y sigue en su inmadurez, el proyecto existencial
cristiano supone ante todo el convencimiento de que lo que Dios quiere y pretende de
nosotros es nuestra propia realización y perfección humana, que es además el paso
necesario para iniciar una transformación positiva del mundo. En consecuencia, lo que
Dios quiere es lo que nos conviene, siendo por tanto exigencia de la Moral Católica que
realicemos los valores humanos. El Cristianismo, por tanto, asume los contenidos de la
moral humana, por lo que podemos decir que los valores de la moral cristiana se basan
en la razón y no son distintos de los que profesa cualquier persona honrada, aunque los
integra en la fe y cuenta con la ayuda inestimable de la gracia y de lo que suponen en
nuestra vida las virtudes teologales. Supone, por tanto, la apertura a la generosidad y a
la transcendencia y por ello los jóvenes cristianos están más abiertos a la esperanza y a
la alegría de vivir, como hemos visto en la JMJ, pues creen que la vida tiene sentido y
son por ello menos propicios a la violencia, a la depresión, al suicidio, a la droga y al
sexo ocasional y en cambio más respetuosos, tolerantes o preocupados por los
necesitados. Como la gracia edifica sobre la naturaleza, el adolescente que se sabe
querido por Dios, que es quien inicia el diálogo de salvación y nos ayuda a que le
demos una respuesta libre y responsable, se acepta a sí mismo pese a sus limitaciones,
fallos e incluso pecados, y llega así a la autoestima, confianza y seguridad personal.
Hay que tener, sin embargo, cuidado con las formas seudorreligiosas, como las
sectas o el fundamentalismo, auténticas enfermedades del alma, que aparentemente dan
respuesta a sus necesidades, ofreciéndole seguridad y estabilidad, cuando lo que en
realidad hacen es impedirles su realización personal.

Alteraciones en la formación del adolescente


La sociedad actual ofrece al adolescente contenidos materialistas por encima de
la transmisión de valores éticos, morales y humanísticos, lo que puede influir
negativamente en su formación.
En la sociedad postmoderna en la que vivimos, el desarrollo y la inteligencia
mercantil han sustituido al progreso en su sentido más amplio, haciendo valer el “tanto
tienes, tanto vales”, el “tener antes que el ser”, y la llamada que escuchan nuestros niños
y adolescentes hacia la tecnología es imperiosa, cultivándose poco el humanismo.
Palabras como abnegación y sacrificio están perdiendo su significado al no ser
contempladas como una posibilidad a ejercitar y a nuestros adolescentes les llega el
mensaje de lo fácil, de lo inmediato, el futuro es hoy. Por otra parte, dejemos constancia
de que los adolescentes y jóvenes son la mayor fuerza contemporánea existente en el
mundo.
La importancia ambiental en etapas infanto-juveniles cobra extraordinaria
importancia; en el siglo XVIII, se trataba de imponer la razón por encima de todo, los
sentimientos regían los comportamientos en el siglo XIX. Y, a finales del siglo XX y en
los años que llevamos del XXI, aparece una discordancia entre corazón, cabeza y
cultura, cada uno por su lado, iniciándose un camino que multiplicará la frustración y
las depresiones, creando una situación que es percibida y trasladada a nuestros
adolescentes. Los estudios indican que, hasta un 20% de menores de 14 años, padecen
ansiedad, depresión, alteraciones del carácter o TDAH. En la mente de todos están los
trastornos del comportamiento alimentario y las modas sociales relacionadas con ellos.
Por otra parte, se están produciendo situaciones impensables hace unas décadas;
así, en nuestra sociedad, la adolescencia y juventud se prolongan por razones de estudio
o de dificultad para encontrar trabajo, manteniéndose durante mucho tiempo en una
pseudo-adolescencia proclive a crear hábitos y actitudes de ocio inadecuadas al no
haberse producido el despegue de la familia y la asunción de nuevos papeles en la vida;
hay madurez cronológica pero no psico-social, lo contrario sucede en sociedades no
desarrolladas en las que los adolescentes han de trabajar antes de lo deseable para
contribuir, en lo posible, al sustento de la familia. Añadamos además que es
conveniente que, al llegar a cierta edad, los padres tengan “libertad” y no estén
sometidos al cuidado continuo de los hijos.
Algunos jóvenes se rebelan ante una sociedad fría y tecnológica a ultranza que
incita a un consumismo carente de sentido en muchas ocasiones, y todo ello en el marco
de unas metrópolis deshumanizadas y superpobladas, rodeadas de múltiples núcleos
periféricos donde la abundancia tecnológica se mezcla con la indiferencia a partes
iguales y donde los centros comerciales se convierten en el punto de encuentro familiar,
sustituyendo las plazas y paseos de pueblos y ciudades. Rojas Marcos aborda el
problema del urbanismo agresivo en “La ciudad y sus desafíos”, donde la patología del
estrés induce a los jóvenes a refugiarse en sus amigos, en sus pares, buscando la
cohesión y afectividad que los adultos no les proporcionamos y desembocando, en
ocasiones, en comportamientos violentos contra ese mismo medio que, en su opinión,
no les protege de forma adecuada, o cayendo en conductas de riesgo ante la falta de
consistencia de factores protectores.
Es justo decir también que en esta sociedad industrial y de la información en que
vivimos hay enormes posibilidades intelectuales y formativas para aquellos
adolescentes y jóvenes que sean capaces de sustraerse a las llamadas de lo fácil, de lo
inmediato y de la diversión por encima de todo, lo cual hay que reconocer que es tarea
complicada cuando se tienen entre 12 y 20 años de edad.
Por otra parte, los adolescentes tienen un peso específico evidente en la sociedad
actual que trata de salvaguardar sus derechos, un ejemplo, entre otros, es la posibilidad
de que el menor maduro puede acceder a su historia clínica, como se recoge desde 2004
en las disposiciones de alguna comunidad autónoma. Aunque este hecho tenga algunas
limitaciones, resulta evidente el progreso alcanzado.
El adolescente y las nuevas tecnologías
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) generan profundos
cambios en nuestra sociedad. Como esta influencia es especialmente notable en los
adolescentes, se hace imprescindible describir posibles desadaptaciones para evaluar el
impacto en el desarrollo psicosocial, concretamente en el proceso de socialización y
adquisición de la identidad personal. Así mismo no cabe duda de la importancia de
implicar en la prevención a los agentes socializadores- en tanto que personas
significativas- porque está demostrada su influencia en los usos que hace el adolescente
de las TIC, especialmente de Internet, móvil y videojuegos. Se proporcionan
orientaciones preventivas. Se concluye haciendo hincapié en la necesidad de definir
criterios diagnósticos sobre el comportamiento adictivo y promoción de hábitos
saludables, especialmente en la adolescencia.
La sociedad actual se establece en un mundo cambiante, en una época de
transformaciones y en un periodo de transición a la adaptación de la sociedad a las
tecnologías. Internet, móviles y videojuegos ocupan un espacio importante en el proceso
de socialización, influyendo en comportamientos y; en consecuencia la psicología,
como ciencia y como practica profesional no puede permanecer ajena a esta
transformación.
Así mismo, están emergiendo un nuevo tipo de desadaptaciones conductuales
producto de la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC). Si bien estas herramientas fueron creadas como tecnologías para informar y
comunicar, su propio diseño es susceptible de afectar a la voluntad de control, lo cual
junto con otros factores personales y ambientales, facilita la conducta adictiva.
Por otro lado, las TIC están presentes en todos los ámbitos de la realidad científica,
cultural y social, y constituyen un elemento esencial del funcionamiento de nuestra vida
cotidiana. La adolescencia es una etapa que merece una atención especial con respecto a
sus relaciones con las TIC, sobre todo porque es un colectivo muy sensible al momento
y al entorno social en el que vive y también porque estas tecnologías están
especialmente presentes en su vida. Los adolescentes, fascinados por Internet, el móvil
y los videojuegos, han encontrado en estas tecnologías un medio extraordinario de
relación, comunicación, aprendizaje, satisfacción de la curiosidad, ocio y diversión.
Poco a poco, esto conlleva que las TIC se conviertan en un elemento importante e
imprescindible en sus vidas.
Adicciones conductuales y tecnológicas
El estudio de las adicciones conductuales es un fenómeno emergente por varías
razones. En primer lugar, existe un interés creciente por contemplar muchas conductas
como adictivas, estas conductas pueden ser tan diversas como las compras, el trabajo, el
sexo y el juego de apuestas. En segundo lugar, llegar a comprender las características de
las adicciones conductuales incrementa nuestro conocimiento de la psicología de las
adicciones químicas. Y, en tercer lugar, la evolución tecnológica plantea un periodo de
adaptación a las nuevas formas de adquirir información y comunicación que pueden
generar trastornos o desadaptaciones psicológicas más o menos permanentes. Se
entiende por adicciones tecnológicas aquellas que involucran la interacción hombre-
máquina, y las divide entre pasivas (como la televisión) y activas (Internet, móvil y
videojuegos).
El diagnóstico de la adicción a las TIC parte del mismo principio que las
adicciones a substancias. Se señalan tres síntomas nucleares:
 Incapacidad de control e impotencia. La conducta se realiza pese al intento de
controlarla y/o no se puede detener una vez iniciada.
 Dependencia psicológica. Incluye el deseo, ansia o pulsión irresistible (craving)
y la polarización o focalización atencional (la actividad se convierte en la más
importante al dominar pensamientos y sentimientos).
 Efectos perjudiciales graves en diferentes ámbitos para la persona (conflicto
intrapersonal: experimentación subjetiva de malestar) y/o su ámbito familiar y
social (conflicto interpersonal: trabajo, estudio, ocio, relaciones sociales, etc.).

Los síntomas no esenciales más frecuentes son:


a) Tolerancia y abstinencia
b) Modificación del estado de ánimo. Sensación creciente de tensión que precede
inmediatamente el inicio de la conducta. Placer o alivio mientras se realiza la
conducta. Agitación o irritabilidad si no es posible realizar la conducta.
c) Euforia y trance mientras se desarrolla la actividad.
d) Negación, ocultación y/o minimización.
e) Sentimientos de culpa y disminución de la autoestima.
f) Riesgo de recaída y de reinstauración de la adicción
Adolescentes y Internet

Internet puede definirse como una red de redes de ordenador para compartir
datos y recursos. El abaratamiento de los costos de conexión, las mejoras tecnológicas
y la llegada masiva de ordenadores personales a los hogares, provoca un crecimiento
exponencial del numero de usuarios; por este motivo, cada vez adquieren mayor
importancia las respuestas de los usuarios y conviene valorar algunos efectos que la
irrupción de Internet produce en sus conductas.
El uso que hace el adolescente de Internet es relevante. Las horas de conexión
son distintas según la edad con la tendencia de las chicas a conectarse más que los
chicos. Respecto al entorno de conexión, la mayoría se conecta desde sus respectivos
hogares (78’4 %), de los cuales la mitad tienen su propio ordenador y línea de Internet
personal; el resto se conectan desde la escuela (26 %), biblioteca (8 %) o cibercafé (5
%). A través del Chat, el 32 % de los menores facilitan su teléfono, el 17 % ha quedado
físicamente con alguien y se han conocido personalmente a través de una cita y el 34 %
se han sentido incómodos en la red en alguna ocasión .
Respecto a los motivos que mueven al adolescente a conectarse a la red, se ha
venido observando que giran en torno a la posibilidad de estar en contacto y vincularse
con su grupo de iguales superando la distancia física, así como expresar y hablar de
temas que desde la relación cara a cara les seria difícil o imposible de realizar. El efecto
desinhibidor del anonimato y la ausencia de contacto visual le permite expresar alguna
necesidad o emoción desagradable o, en otras ocasiones, ser honesto, abierto y expresar
emociones sobre asuntos personales que no podrían ser fácilmente discutidos frente a
frente). El adolescente se encuentra en un mundo diferente, sin las limitaciones del
mundo "real", un lugar donde se oculta la vergüenza y surgen las intimidades de su
mundo interno.
El uso que el adolescente hace de Internet puede ser problemático cuando el
número de horas de conexión afecta al correcto desarrollo de la vida cotidiana,
causándole estados de somnolencia, alteración del estado de ánimo, reducción de las
horas dedicadas al estudio o a sus obligaciones. Al igual que en el adulto, puede darse
ansiedad o impaciencia por la lentitud de las conexiones, o por no encontrar a quien
busca, irritabilidad en el caso de interrupción y dificultad para salir de la pantalla
Adolescentes y Móvil
Los adolescentes se han convertido en los principales usuarios de los diferentes
servicios que ofrece la telefonía móvil a los que dedican cada vez más tiempo y recursos
económicos. Para esta generación, los teléfonos móviles son objetos que siempre han
existido, hecho que les convierte en expertos para poder elegir el medio, lugar y el
momento en que hace falta utilizar el móvil.
El teléfono móvil tiene varios significados en la vida de los adolescentes. Por un
lado, el móvil constituye una parte natural e importante de su cotidianeidad y lo utilizan
como medio para organizar las actividades de la vida diaria, también se ha convertido
en un medio para construir un vinculo social y para definir el propio espacio de cada
cual en relación con los otros

Adolescentes y Videojuegos
Los videojuegos son una forma de entretenimiento que no deja de crecer y hoy
en día representa un negocio millonario. Miles de personas (mayoritariamente niños y
adolescentes) juegan con los videojuegos en sus distintas formas y tipos.
Las motivaciones que llevan al adolescente a practicar con los videojuegos son
variadas, permiten vivir una aventura en primera persona donde el adolescente pone en
practica estrategias en un entorno virtual sin consecuencias en la vida real; infieren en
valores como la tecnología, la informática y la novedad; son cómodos, accesibles y
económicos y se pueden realizar en grupo o en solitario, en casa o en un cyber; influyen
en la autoestima, la confianza en uno mismo y la capacidad de superación y son
emocionalmente estimulantes debido a su intensidad y rapidez.
El adolescente pasa a utilizar con más frecuencia el videojuego por el efecto de
la novedad, y en la mayoría de casos esta conducta remitirá espontáneamente o con la
ayuda de la familia. No obstante, muchos jóvenes explican que durante un periodo de su
vida los videojuegos perjudicaron su rendimiento escolar, motivaron tensiones
familiares y redujeron sus relaciones sociales. Reconocen que escondieron a su familia
síntomas como la pérdida de control (jugar más de lo previsto), perder la noción del
tiempo y obsesionarse por un juego concreto.
La moda afecta la identidad de los jóvenes
La influencia de la moda empaña el crecimiento biopsicosocial de los jóvenes,
ya que por lo regular están pendientes de cómo los visualiza la sociedad, especialmente
están preocupados por su aspecto físico y sobre todo por la imagen que reflejan, esto
provoca problemas emocionales y los mantiene en un estado de tensión. La juventud
actual busca una identidad, "en la actualidad los jóvenes son más propensos a ser
influenciados por patrones de moda debido a que se encuentran rodeados de diversa
publicidad dirigida hacia ellos", en efecto este entorno los impacta de tal modo que
adoptan conductas a fin de pertenecer a ciertos grupos de la sociedad. Sin embargo,
aunque no está mal que por afinidad de caracteres, los jóvenes busquen reunirse en
grupos, el problema surge cuando se desarrolla una identidad negativa que lejos de
situarlos en conjuntos de personas cuyo fin sea buscar el bienestar y alejarse de un
estado de peligro, los coloca justamente ahí.
Hoy por hoy, los jóvenes se encuentran inmersos en diversas problemáticas que
los desestabilizan como el alcoholismo, drogadicción, violencia en el noviazgo,
deserción escolar, trastornos alimenticios, embarazos a temprana edad, el bullying,
problemas emocionales, entre otros que les aqueja distrayendo sobre todo su desarrollo
educativo, profesional, laboral y social. Y es que el ideal actual de los jóvenes se centra
en estar en el nivel del "grupito" que trae el mejor celular, reloj, carro, ropa de marca,
bolsa, zapatos, jeans, en fin, vestirse como los artistas, los deportistas o héroes ficticios
del cine o la televisión; o bien, actuar como las figuras públicas del momento, prácticas
que adquieren a través de los medios de comunicación como la televisión, internet,
medios publicitarios, en donde buscan modelos y estilos, siendo éstas son cuestiones
meramente materiales que hacen que nuestra juventud pierda de vista lo que realmente
es importante de una persona, el valor que se da a sí mismo, más no por cuestiones
vanas que son simplemente materiales y que se desechan por considerarse temporales,
de moda.

Como influye la música en la adolescencia


La música influye de manera potente en la vida y cultura de las personas, pero
adquiere una mayor relevancia en el periodo de la adolescencia.
Un elemento fundamental en la formación cultural y que tiene influencia en las
emociones y costumbres es la música. La música en la adolescencia es un factor
influyente en la conducta. Gracias a la diversidad de estilos musicales se construye la
identidad de cada adolescente.
A la música se le suman otros factores constructores de la identidad como los
peinados, el lenguaje y el vestuario.
La música en la actualidad contiene cada vez más mensajes sexuales y violentos,
siendo los adolescentes los que más la escuchan. Generalmente, estos jóvenes son
conducidos a escuchar estas canciones por presiones o recomendaciones de sus amigos.
A esta edad se suele tomar más en cuenta las opiniones de las amistades que la de los
familiares.
En el proceso de creación y consolidación de la identidad personal, los
adolescentes se unen a grupos con afinidades similares. De estas uniones grupales
surgen amistades, piezas claves en la formación de patrones conductuales característicos
de cada tribu social. Sucede frecuentemente que los adolescentes sustituyen la
dependencia familiar por la dependencia grupal.

La etapa de la adolescencia se caracteriza por la identidad y la confusión; ocupa


el quinto estadio del proceso de formación de la identidad. Cabe resaltar que es el
momento clave en el cual el adolescente busca su lugar dentro en la sociedad. Muchos
caen en grupos sociales con actitudes tóxicas que afectan a su relación familiar y al
desempeño en la sociedad.
En las tribus sociales, se fijan creencias que los integrantes deben seguir y actuar
de acuerdo a ellas. La música representa en muchos casos la creencia de los grupos
sociales, determinando la manera de moverse, hablar y vestirse.
Gracias a estas creencias se construye un sentimiento de pertenencia grupal más
sólido. Esta población lidera las compras de discos musicales y las visitas a canales
audiovisuales en la red. A través de algunas tendencias establecidas es fácil dirigir la
acción de muchos grupos sociales y motivarlos a adscribirse a ciertos estilos.

Efectos negativos de la música en la adolescencia

Los adolescentes son los más propensos a padecer las consecuencias de los efectos de la
música:

 Debilidad sentimental y afectiva.


 Fijación de la idea de que el sufre siempre es el que se ve afectado.
 Ideaciones suicidas.
 Rebeldía causada por el contenido de las letras.
Efectos positivos de la música en la adolescencia

La música también ejerce efectos positivos, entre ellos tenemos:

 La música clásica y el género de adoración o genero góspel trasmiten un


mensaje con valores y positividad. Este estilo musical es terapéutico y relajante
ante situaciones tensas.
 Algunos géneros musicales o canciones ayudan a los adolescentes a sentirse más
desinhibidos. En ocasiones es una forma de disfrazar la timidez y ser aceptados
en la sociedad.
 El gusto de los adolescentes por la música les confiere un espacio adecuado para
ejercer libremente sus actividades. Escuchar música clásica para estudiar
estimula al cerebro favoreciendo así el proceso de aprendizaje. Por otro lado, les
ofrece espacios sanos para la distracción.

En el proceso de adquirir independencia, la música influye en la adolescencia


representando para ellos una vía de escape ante los problemas. La diversidad de estilos
musicales y de vida consiguen que el adolescente tome conductas negativas como
rebelión contra la autoridad. Sin embargo, puede ayudar a que adopten actitudes
positivas como la mejora de su autoestima.

Amigos en la adolescencia
En la adolescencia, los amigos son lo primero
Si hay algo que importe a los adolescentes son sus amigos. A esta edad, los
amigos son lo primero, antes que la familia o los estudios. Loa Importancia de los
amigos en la adolescencia es una realidad que los padres deben aceptar, sin sentirse
desplazados, porque para que un chico se desarrolle con normalidad tiene que tener
amigos y los amigos son lo mejor de la adolescencia.
Se pasan el día con ellos y siguen hablando con ellos desde casa: por teléfono,
por el móvil, a través del chat o de internet.… Los amigos se convierten en algo
imprescindible. Si hasta la adolescencia la imagen que tenían nuestros hijos de ellos
mismos era la que veían a través de nuestros ojos, ahora les importa mucho lo que
piensen sus amigos de ellos. Es decir, que su autoestima depende en gran medida de la
aceptación que tengan en el grupo de amigos. Por supuesto, lo peor que les puede pasar
es no tener amigos o sentirse excluidos del grupo...

¿Por qué son importantes los amigos?


El adolescente debe enfrentarse a bastantes cambios en esta etapa de su vida,
tanto físicos como psíquicos. Es aquí cuando comienza a cuestionar con más fiereza las
normas de los adultos y progresivamente pierde la dependencia respecto a sus padres.
Le resulta más fácil y menos vergonzante consultar sus dudas y preocupaciones
con sus amigos, dada la empatía que se siente al estar experimentando lo mismo que él.
La estructura de las amistades cambia según la edad. Durante la preadolescencia, entre
los 11 y 14 años, son típicos los grupos pequeños del mismo sexo. La pertenencia a
ellos da protección y facilita el contacto con semejantes. Más adelante, empiezan a
mezclarse con personas del género opuesto, dando lugar a grandes grupos mixtos.
Finalmente, pueden formarse las primeras parejas, lo que supone una reducción de la
dependencia respecto a los amigos.
Las amistades durante esta etapa de la vida suelen ser homogéneas. Los
adolescentes tienden a elegir a su grupo según criterios muy elaborados y buscan a
personas que tengan valores, ideas y actitudes semejantes a las suyas. El nivel socio-
cultural es parecido al de las amistades de la infancia.
Las conversaciones con sus amigos íntimos ayudan al adolescente a conocerse a
sí mismo y a entender los cambios que le están sucediendo en esta etapa de su vida.
Compartiendo y comparando las experiencias e ideas con alguien que se encuentra en la
misma situación, le ayuda a descubrir nuevos valores y formas de ver la vida y, en
definitiva, a construir su identidad.
Las conversaciones con sus amigos íntimos ayudan al adolescente a conocerse a
sí mismo y a entender los cambios que le están sucediendo en esta etapa de su vida.
Compartiendo y comparando las experiencias e ideas con alguien que se encuentra en la
misma situación, le ayuda a descubrir nuevos valores y formas de ver la vida y, en
definitiva, a construir su identidad.
Los motivos para acoplarse al comportamiento del grupo son varios: la
necesidad de ser aceptado, el temor de que los demás burlen de él o simplemente el
querer probar algo nuevo. La presión se ejerce en todo tipo de grupos, desde los
grandes, como por ejemplo el marcar un tipo estilo de vestimenta, como entre los
amigos íntimos, siendo esta presión más importante, ya que es más difícil resistirse a lo
que dicen las personas más cercanas.
Lo normal es que se entienda esta presión como algo malo que hará que el
adolescente se inicie en el consumo de alcohol, drogas, practique relaciones sexuales de
riesgo. Pesto no siempre es así., en muchas ocasiones las amistades estimulan al
adolescente para entrar en equipos deportivos o practicar otras actividades creativas
como puede ser la pintura, tocar un instrumento o la lectura.

La literatura en la adolescencia
Durante la etapa de la adolescencia, la ficción literaria es un factor importante en
la construcción del yo. En la soledad de la lectura de obras literarias puede el joven
encontrar cuestiones referidas a sus propios afectos, sentimientos, problemas y también
las referidas a la sexualidad.
Sin embargo, la enseñanza de la literatura en esta etapa va en dirección contraria,
a juzgar por su fracaso a la hora de formar lectores al margen de los trámites
académicos. El fomento de la lectura pasa por replantear de nuevo el papel de la ficción
literaria en el deseo del lector y por redefinir su perfil como materia enseñable asociada
a la lengua.

La importancia del autoconocimiento en la adolescencia


Siempre se dice que los primeros años de vida del ser humano determinan su
personalidad adulta. Esto es tan cierto como que en la adolescencia se producen tantos
cambios que influyen en ella, y serán responsables del sello o marca (personalidad) que
tendrá cada persona.
Los cambios que se viven en esta etapa son considerados por los adolescentes
como problemas. Entre estos, tal vez, uno bien importante es la falta de conocimiento de
si mismo.
Los adolescentes no se conocen a sí mismos. No tienen buenas respuestas para
las preguntas que se hacen con frecuencia: ¿Quién soy? ¿Qué quiero en la vida? ¿Cómo
me gustaría ser?... Sufren un cambio (o lo que en Psicología se llama reconstrucción de
la personalidad) muy fuerte en poco tiempo, y no tienen capacidad para comprenderlo.
Una de las dificultades de los adolescentes consiste en que se sienten
“atrapados” por los cambios que les afecta en su estado de ánimo y en su forma de ser.
El deseo de actuar de forma independiente, que además los lleva al extremo de
no querer aceptar ayudas, coloca a los adolescentes en una situación muy
desfavorable. ”La ingenua autosuficiencia se evidencia continuamente ante los nuevos
problemas que no son capaces de afrontar. Por otra parte, los errores que cometen
aumentan la inseguridad que es frecuente en los adolescentes.
Con todos los cambios tratan, inconscientemente, de proteger su yo débil con
mecanismos de defensa muy variados (ensoñación, evasión, fabulación, etc.) Y así no
les queda tiempo para reflexionar acerca de cómo es ese yo, de su yo íntimo. Necesitan
ayuda para conocerse, para saber hacia donde van, qué quieren, y así darse cuenta de
qué cosas son realmente importantes y cuáles no. Son muchos los aspectos en los que
los adolescentes necesitan conocerse mejor.

Como ejemplo:
Aptitudes y habilidades
No se percatan de sus posibilidades. Un adolescente puede tener una gran
capacidad para hacer amigos, pero ciertos problemas con un compañero o amiga o un
grupo podría hacerle creer que nadie le entiende, que no es apreciado; puede ser un buen
escritor de cuento, pero al leerlo frente a sus compañeros de clase, muchos hacen
bromas sobre esa habilidad y termina creyendo que lo que hace es pura tontería. Aunque
generalmente expresen que no les importa lo que digan sus compañeros o los demás,
pueden sentirse verdaderamente avergonzados.
Hay que hacerle notar (pero no sólo “de la boca para afuera”) que tienen
habilidades y también debilidades, como todo ser humando normal.

Intereses, preferencias
Es frecuente que elijan una carrera o una ocupación para la que están pocos
dotados o que no les interesa realmente. Sólo por sentir lo que hacen, lo que quieren,
por seguir a sus compañeros o porque está de moda. Así evidencian desconocimiento,
tanto de sus capacidades como de lo que realmente quieren. El insuficiente
conocimiento de sí mismos que suelen tener los adolescentes se pone de manifiesto en
el momento de adoptar una decisión relacionada con su futuro profesional.
Carácter o personalidad
Los adolescentes tienen poca experiencia sobre la existencia de diferentes tipos
de personalidad: los melancólicos, los extrovertidos, los que aceptan bromas... y ello
puede ocasionar conflictos. Por ejemplo, a una adolescente demasiado preocupada o
fatalista, hay que hacerle notar que ella tiende a considerar todo lo que le ocurre como
problemas, o el caso contrario; nunca nada es serio.

Criterios y conducta moral


Los adolescentes también necesitan conocer mejor cuáles son los criterios por
los que actúan sus padres, especialmente cuando no encuentran un punto de acuerdo, ya
que es ahí donde entran en crisis ante reglas y se cuestionan los comportamientos; pero,
a pesar de todo, sigue necesitando un sistema de valores por el que guiarse.

Para los padres de adolescentes


Los padres de los adolescentes deben tener en cuenta que esa dificultad para
conocerse a sí mismos no permite que se acelere el proceso de maduración personal. Es
decir, en la medida que crezcan y superen los propios rasgo de la adolescencia, pueden
mirarse con mayor objetividad y comprender mejor sus propias habilidades, aptitudes,
etc. Esto sería el comienzo de la vida adulta.
Esta revolución no se da siempre a la misma edad, varía de una persona a otra.
En ciertos casos, los rasgos de la adolescencia pueden permanecer hasta los 20 ó 25
años, y algunos no llegan a superarlos. Los padres deben ayudar a pasar a la siguiente
etapa con paciencia, firmeza, tolerancia y respeto. Recordar que se habla de proceso y
no de un cambio mágico o repentino, que se da de la noche a la mañana.

Valoración personal
Los adolescentes necesitan afirmar la personalidad que despierta en ellos, y lo
hace con la oposición al sistema, a lo que proponen, mandan o prohíben los mayores;
con el espíritu crítico; y con la rebeldía negativa. A lo largo de estos años difíciles, los
padres han de preocuparse para que vayan descubriendo que la causa y la solución de
sus problemas dependen más de ellos mismos que de los padres o de los profesores.
La presión del grupo y su importancia en los adolescentes
La importancia que tiene para los adolescentes la presión del grupo, es decir, la
influencia que su grupo social y aquel donde se encuentre, puede ejercer en la toma de
sus decisiones y en la realización de sus actos, y cuáles son los beneficios y los
perjuicios que esta presión puede ocasionar en el menor.

Qué es la presión del grupo


El concepto de presión del grupo hace referencia a la fuerza, negativa o positiva,
que ejerce un determinado grupo hacia una persona, en el caso que nos atañe, en los
adolescentes. Esta misma presión va a producir en muchas ocasiones durante la etapa de
la adolescencia, que el menor adopte o lleve a cabo conductas con las que no siempre
estará completamente de acuerdo.
La presión del grupo en los adolescentes es un hecho de importante influencia en
sus conductas y decisiones, ya que están en una etapa en la que la identificación con su
grupo social es un factor que determinará en gran medida su propio desarrollo y
maduración. De ahí, que la fuerza que puede ejercer el grupo sobre el menor sea
importante. Sin embargo, estas influencias pueden ser negativas como positivas,
dependiendo del grupo escogido por el menor parea servirlo como modelo y/o las
conductas e ideologías que tenga dicho grupo.

Factores que hacen al adolescente más vulnerable a la presión del grupo


Existen factores en los menores que les hacen ser más vulnerables a la presión del grupo
social.
 Falta de habilidades sociales o precariedad de estas, que le den confianza a la hora
de expresar sus opiniones y de hacerse entender delante de los demás, tales como la
asertividad, el hablar en público, la empatía, etc.
 Baja autoestima, por lo que será fácil que se deje influir por otros.
 Baja percepción del riesgo, que es algo generalizado en la etapa adolescente, con lo
que piensan que ellos tienen el control total de lo que les puede ocurrir.
 Falta de comunicación o comunicación inadecuada con los progenitores.
 Establecimiento de límites y de normas inadecuadas en el hogar.
 Necesidad o tendencia al riesgo, que les lleva a experimentar y a dejarse influir sin
medir las consecuencias de sus actos.
Influencias negativas e influencias positivas del grupo
El grupo puede ejercer una presión e influencia que puede tener efectos positivos
en el adolescente, pero también puede tenerlos negativos.
Como influencias positivas podríamos enumerar muchas, ya que no se debe
estigmatizar la presión del grupo, no todo es negativo. Algunas de ellas: mejora del
rendimiento académico, mejora de las relaciones sociales al compartir intereses con un
grupo, establecimiento de nuevas relaciones sociales, inicio de intereses y actividades
deportivas nuevas al pertenecer a nuevos grupos con dichos intereses, mejora de la
capacidad de hablar en público y de la capacidad comunicativa en general, mejora del
efecto del apoyo social ante enfermedades o eventos traumáticos al tener un grupo de
apoyo, etc.
Sin embargo, también la presión del grupo puede ser negativa en ocasiones, y
puede llevarlos a tomar decisiones o realizar conductas inadecuadas, peligrosas o
incluso al margen de la Ley: consumo de alcohol y drogas, práctica de sexo antes de la
maduración adecuada, prácticas de riesgo por imitación como puede ser la conducción
temeraria o modas como el “balconing”, entrada en grupos con ideologías extremistas,
prácticas peligrosas como pueden ser la modificación de las pautas alimentarias, etc.

Qué se puede hacer por evitar influencias negativas


Las recomendaciones son claras en este sentido:
 Fortalecer la autoestima del menor, reconociendo sus logros, haciendo que
reconozca sus limitaciones y fallos y trabaje sobre ellos para mejorarlos.
 Procurando un adecuado clima de comunicación en el hogar, asegurando la
confianza necesaria así como la privacidad que reclaman.
 Estando informados acerca de las “nuevas modas” de los adolescentes que puedan
estar practicando en la actualidad.
 Conociendo sus opiniones sobre los distintos temas de la actualidad, sobre la
alimentación, sobre la política, sobre su futuro, etc.
 Conociendo sus intereses y ofreciéndole alternativas de ocio para que tenga donde
escoger.
INTRODUCCION
La adolescencia es el proceso de transición de la infancia a la edad adulta en el
que están implicados factores biológicos, psicológicos y sociales que determinan su
variabilidad y su duración. En sociedades occidentales como la nuestra se observa una
tendencia al alargamiento de este periodo, tanto en su inicio como en su finalización,
contribuyendo a que el segmento de la población adolescente se constituya como un
grupo social cada vez más diferenciado.
Una de sus características más acusadas es la de transitar hacia el estatus adulto
a través de su rol institucionalizado de estudiante. Ello implica plenamente a los centros
educativos de secundaria en el ámbito de la toma de decisiones respecto a la idoneidad
de los modelos educativos a desarrollar, en función de las características de sus
estudiantes y de los acelerados cambios sociales que se vienen produciendo en los
últimos años.

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