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de Santiago
realizada, la teoría del caso del empleador fue que se debi ó a que
habrían avisado de la sustracción o carga de productos por las
cámaras, pero al no acompañarse cámara alguna, la justa causa de
error que pretende el recurrente no fue acreditada, y la conducta
aparece como desprovista de la justificación necesaria en el proceder.
Por lo demás, el mal trato que recibió el actor y su c ónyuge y su hijo,
según los relatos de los testigos Herrera y Tapia, en ning ún caso se
enmarcan en un actuar diligente y respetuoso de la dignidad de éstos.
Con lo que se configura la culpa en su actuar fuera del marco de
racionalidad que la ley le exige.
Por último, los testigos del demandante, Herrera y Tapia,
señalan expresamente que fueron registrados tanto el actor como su
señora e hijos. Sin embargo, el propio protocolo de Procedimientos
señala a fojas 64 de autos, que “El personal de seguridad NO DEBE
registrar a sospechosos ni detenidos”, cuestión que s í ocurri ó, y que el
demandando si quiso desvirtuar no acompañó los videos de seguridad
para ello. Por lo que el personal del demandado tampoco se ci ñó a su
propio protocolo.
D E CIM OTE RCERO : En cuanto al daño mismo y su extensión, el
actor y su familia se vieron expuestos a un hecho dañino de su
dignidad, se le imputó estar cargados a él y su familia, seg ún relatan los
testigos Herrera y Tapia, donde se les imputa la sustracci ón, se les trata
de ladrones y que entreguen las cosas, y son sometidos a revisi ón
incluyendo al menor de edad, hijo del demandante, cuestión de suma
gravedad. Dicha declaración no fue desmentida por los videos de
seguridad del propio supermercado demandado que estaba a
disposición de aquél, por lo que la prueba del demando carece de
gravedad suficiente para acreditar la teoría del caso de éste, y s ólo
cuenta con el testimonio de M. Silva, la cual reconoce que s í se les
imputó que estaban “cargados”, jerga que implica robo.
Que en cuanto al trato denigrante no s ólo implic ó la revisi ón de
sus prendas, como señalaron los testigos del actor, sino que la revisi ón
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Proveído por el Señor Presidente de la Séptima Sala de la C.A. de Santiago.
En Santiago, a uno de julio de dos mil diecinueve, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.
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