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AGRICULTURA SALINA
UNIV. Gabriel Bautista Cruz
UNIV. Alfonzo Oraquine Fernanadez
INTEGRANTES DEL GRUPO UNIV. Betsaida Aguayo Ibarra
UNIV. Claudia Rita Balderrama Chino
UNIV. Jhoselin Arroyo Noya
MATERIA INGA-8202
DOCENTE ING. Juvenal Hurtado Barrero
AUXILIAR UNIV. Mónica Jorge Sullcani
PARALELO A
SEMESTRE 1/2018
ORURO- BOLIVIA
1. INTRODUCCION
La agricultura salina es aquella actividad agrícola en zonas donde el suelo tiene elevada
concentración de sales, pues la actividad involucra ciertos manejos técnicos, como el suelo, el
agua de riego, lavado de sales, el uso se maquinaria agrícola adecuada y de especies vegetales que
cuenten con características fisiológicas capaces de tolerar cierto grado de salinidad en el suelo y el
estrés hídrico.
Uno de los problemas clásicos de degradación de la tierra que ha tenido que enfrentar el hombre,
ha sido el de controlar, prevenir o mejorar los suelos afectados por la salinidad. En las regiones
áridas, semi áridas y estepas, donde la evaporación es mayor que las precipitaciones, se ubican las
regiones más afectadas por sales (Kovda, 1964; citado por Obregón, 1996). También puede
aparecer en lugares con prolongados periodos de sequía, como en zonas climáticas templadas,
secas y trópicas secas. Otros lugares donde es posible encontrar suelos con problemas, son los
cercanos al mar (costas, lagunas, litorales y pantanos), o bien en la cercanía de domos salinos,
manantiales de aguas salinas y mantos freáticos salinos. De acuerdo a Flores (1993), la salinidad en
forma natural (primaria), está ampliamente distribuida en el globo terráqueo y se incrementa a
medida que se presentan cambios climáticos mayores; procesos geomorfológicos de
sedimentación, erosión y redistribución de materiales; así como cambios en la hidrología
superficial y subterránea. Además de las extensas áreas de suelos con salinidad primaria en el
mundo, en los últimos años se ha incrementado considerablemente la salinidad secundaria en
extensos territorios, debido fundamentalmente a los efectos del regadío, donde para garantizar el
suministro de agua y tener agricultura, se ha implantado el riego, sin haber previsto la instalación
de sistemas de drenaje, lo que ha conllevado al incremento de la salinidad de los suelos, por la
ascensión de las sales que se encontraban localizadas por debajo de los 20 cm. de profundidad,
intensificado por las particularidades climáticas que aumentan su concentración en el suelo. Este
problema se puede intensificar con otras fuentes adicionales de electrolitos, como el uso de
fertilizantes y la calidad del agua de riego. La significación relativa del aporte de cada fuente
suministradora de sales, depende de las condiciones del suelo, la efectividad del drenaje, la
calidad del agua de riego, la sobreexplotación del manto y las prácticas de manejo agronómico.
Los cambios hidrológicos provocados por la deforestación o por el cultivo intensivo, también son
causas importantes de la salinidad. (Otero, 2007)
Siempre que los suelos posean problemas de salinidad, en la zona radicular de las plantas, es
restringido o totalmente imposible su crecimiento y desarrollo. Sin embargo es posible obtener
aceptable productividad en suelos afectados por sales, si el problema es correctamente
diagnosticado, manejado y mejorados los mismos, sobre la base del conocimiento y magnitud
del problema.
La importancia del tema puede enfocarse desde varios puntos de vista dependiendo de un interés
particular y de la finalidad que se persigue. Por ejemplo para un estudio de abastecimiento de
agua, las plantas pueden considerarse sólo como consumidoras de agua y protectoras contra la
erosión y los suelos como un sistema de almacenamiento. Por otro lado, para la producción
vegetal es necesario conocer todas las relaciones. Para el ambientalista este conocimiento debe
ser mayor puesto que es necesario considerar la conservación del ambiente en general y en ese
sentido se debe incluir los aspectos de fauna y calidad de vida para los seres humanos. (Rojas,
2010 )
La retención de humedad se refiere a la capacidad que tienen los suelos de retener humedad. Esta
propiedad de los suelos depende de varios factores entre los cuales se destacan: la textura, la
densidad aparente, los coloides del suelo y la materia orgánica. Durante periodos relativamente
cortos, esa característica es constante, sin embargo, el manejo de los suelos puede cambiarla en
sentido positivo o negativo. Por ejemplo, la adición de materia orgánica mejora la retención; por el
contrario, la compactación de los suelos la disminuye.
La infiltración se refiere al paso del agua desde la superficie del terreno hacia el perfil del suelo.
La tasa de infiltración depende de varios factores fijos tales como: a) textura del suelo, b)
estratificación del suelo, c) materia orgánica, d) cobertura y de factores circunstanciales tales
como contenido de humedad del suelo y forma de aplicación del agua. Hay otros factores
modificadores como: compactación, salinidad, encostramiento, etc., que limitan la entrada de
agua.
La redistribución es el proceso mediante el cual el agua se mueve en el suelo de acuerdo a los
“potenciales del agua” del mismo. De esa manera, ésta se mueve desde sitios de mayor contenido
de humedad (potencial) hacia otros de menor potencial.
El ascenso capilar es el movimiento del agua desde el nivel freático por efecto de la capilaridad de
los suelos. El ascenso capilar depende de la textura y composición de los suelos y de los gradientes
de humedad existentes. El ascenso capilar puede alcanzar alturas mayores de un metro.
La curva de drenaje de los suelos indica la forma mediante la cual el suelo pierde agua por efecto
de la gravedad.
El potencial hídrico de la planta (Ψ) se utiliza para expresar el estado energético del agua en
células y tejidos vegetales. Consta de tres componentes potenciales Ψ = Ψp + Ψs + Ψm siendo Ψp
, Ψs y Ψm los potenciales de presión, solutos y mátricos, respectivamente, en una célula o tejido
vegetal.
Potencial de presión (Ψp). Cuando el agua entra en la célula, aumenta el volumen vacuolar y
ejerce una presión sobre las paredes celulares, llamada presión de turgencia. Al mismo tiempo se
desarrolla en dirección opuesta una presión igual a la presión de turgencia, es decir desde las
paredes hacia el interior celular. Esta última presión, llamada presión de pared, actúa como
presión hidrostática, aumenta el estado energético del agua en la célula y representa el potencial
de presión celular. En forma natural Ψp adquiere valores positivos siempre que la vacuola ejerza
una presión sobre las paredes circundantes. A medida que se pierde el agua de la célula, la vacuola
se contrae progresivamente, con una caída al mismo tiempo en la turgencia celular y Ψp. Ψp se
hace cero en una etapa denominada plasmólisis incipiente, en la cual la vacuola deja de presionar
sobre las paredes.
Potencial mátrico. (Ψm) Surge como consecuencia de fuerzas que retienen moléculas de agua por
capilaridad, adsorción e hidratación, fundamentalmente en la pared celular y el citoplasma
(matriz). En el primer caso, las micro fibrillas de celulosa entrelazadas crean numerosos
microcanales en los que el agua es retenida, fundamentalmente por
Disponibilidad de agua.- La disponibilidad de agua es una de las más importantes relaciones suelo-
planta. El suelo almacena agua y la pone a disposición de las plantas dependiendo del contenido
de humedad y potenciales de agua. Cada planta requiere de condiciones ideales de
abastecimiento de agua y cuando éstas no son cumplidas, la planta comienza a sufrir de “stress
hídrico”. El umbral de riego representa el mínimo contenido de humedad para no limitar el
crecimiento y generalmente se expresa como una tensión o succión lo cual implica conocer la
curva característica de humedad. Otra forma de expresar la humedad óptima para un cultivo es
mediante el uso de porcentaje de agua útil.
El contenido de sales de los suelos tiene influencia sobre la asimilación de agua por los cultivos ya
que aumenta el potencial osmótico de la solución del suelo; esto trae como consecuencia una
disminución del crecimiento de los cultivos. Por otra parte, el contenido de sodio de los mismos
afecta la estructura de los suelos y disminuye la infiltración. La determinación del contenido de
sales de los suelos se realiza mediante análisis de laboratorio o utilizando métodos indirectos que
utilizan la conductividad eléctrica, CE, de la solución del suelo. En el anexo A se explica la
metodología.
El contenido de sales puede expresarse como sales totales (me/l), contenido de sodio (%) o como
conductividad eléctrica, CE, la cual se expresa como milimhos por centímetro (mmhos/cm). En el
caso de sodio se expresa como porcentaje de sodio intercambiable, PSI. De acuerdo al contenido
de sales y de sodio, El United States Bureau of Reclamation , USBR(1954) clasifica los suelos como:
salinos, salino-sádicos y sódicos no salinos.
Toxicidad.- Algunos componentes minerales del suelo pueden ser tóxicos para las plantas o
interfieren la asimilación de nutrientes. Los casos más importantes son los del boro y el aluminio.
El boro puede perjudicar el desarrollo foliar de los cultivos induciendo necrosis de los tejidos. El
aluminio. El aluminio puede perjudicar el desarrollo de las raíces en ciertos estratos ácidos. Una de
las formas de cuantificar ese efecto es el índice de saturación de aluminio.
Las relaciones planta-atmósfera pueden ser analizadas considerando que los factores agua y suelo
no son limitantes. Entre las relaciones más importantes se encuentran: a) La evapotranspiración
potencial, b) el crecimiento potencial , c) la temperatura y d) la fotosíntesis. En esta sección se
tratará sobre los tres primeros y se utilizará, básicamente, los conceptos del modelo EPIC
(Williams, 1995), por ser éstos relativamente sencillos y prácticos.
El agua es el más importante factor de crecimiento de las plantas. Un suelo fértil con buena
temperatura, pero seco, no puede producir nada. De la misma manera un suelo con mucho agua
no permite un normal desarrollo de las plantas. En esta sección se tratarán los temas de a) agua y
crecimiento, b) déficit de agua, c) excesos de agua, d) calidad del agua y d) evapotranspiración
real.
DEFICIT DE AGUA.- Lo expuesto en el tema anterior indica que los déficits de agua limitan el
crecimiento de las planta y por lo tanto es necesario definirlos para poder planificar el uso de la
tierra y para la operación de sistemas de riego. Sin embargo, en la práctica, las deficiencias de
agua no ocurren todo el tiempo y por lo tanto es necesario hacer estimaciones, tomando en
consideración el uso de agua por las plantas y el contenido de humedad de los suelos. En el caso
de operación de sistemas de riego se puede determinar la humedad del suelo con una
metodología idónea y tomar las decisiones pertinentes. En el caso de planificación, los déficits son
estimados mediante la utilización de balances hídricos diarios o con modelos de simulación. Para
ello es necesario conocer las características de humedad de los suelos y el clima. El cuadro 5.2.1
muestra el resultado de balances hídricos diarios para la localidad de Turén, Portuguesa,
Venezuela.
EXCESOS DE AGUA.- El exceso de agua en el suelo tiene efectos negativos para el crecimiento de
los cultivos. Entre los efectos negativos se pueden mencionar: a) disminución de la aireación del
suelo, b) disminución de la temperatura del suelo, c) reacciones químicas en el suelo. De todos
ellos la disminución de la aireación del suelo es la más importante. En la práctica es difícil
determinar por separado cada uno de los efectos y por tal motivo, el conocimiento actual de la
influencia de los excesos de agua sobre el crecimiento de los cultivos se hace de manera global
basado en el tiempo de duración de los excesos de agua. Por lo general no se hace distinción entre
la inundación y el exceso de humedad.
CALIDAD DEL AGUA.- La calidad del agua puede ser referida a calidad física y calidad química. La
calidad física principal se refiere al contenido de sedimentos y por lo general no afecta a las
plantas de forma apreciable. La calidad química afecta a las plantas de dos manera: a) por
salinidad y b) por toxicidad.
La Fisiología se interesa en comprender los mecanismos internos de las plantas, cuales son sus
límites de respuesta, cómo estos mecanismos pueden alterarse o modificarse por adversidades
ambientales externas. Transitoriamente, una planta puede soportar condiciones adversas hasta la
vuelta de las condiciones habituales a ella. En forma general ante condiciones adversas, las plantas
pueden desarrollar dos tipos de mecanismos de respuesta. En uno la planta desarrolla funciones y
estructuras que contrarrestan (o protegen de) las condiciones adversas y de forma que éstas no
llegan, o llegan atenuadamente a la mayoría de las células. En el otro tipo de mecanismo, son más
las células que adaptan sus funciones para que puedan operar en esas condiciones adversas, es
decir, resisten esas condiciones. Con frecuencia en las plantas se dan simultáneamente los dos
tipos de mecanismos de adaptación: contrarrestar y resistir(o tolerar).
3.1. ADAPTACIONES
Toda característica de un organismo o sus partes que tenga valor definitivo en lo que respecta a
permitirle a dicho organismo existir en las condiciones de su hábitat, puede llamarse adaptación.
Tales rasgos pueden asegurar cierto grado de éxito, ya sea permitiéndole a la planta hacer uso
total de las cantidades de nutrimento, agua, calor o luz disponibles, o bien confiriéndole un alto
grado de protección contra algunos factores adversos, como son las temperaturas extremas, la
sequía y los parásitos. Al acumular adaptaciones, los organismos utilizan los recursos del planeta
cada vez eficientemente, y al cabo de un prolongadísimo período de desarrollo, muchas, si no es
que la gran mayoría de las características, de una especie son adaptativas. De hecho, se dice que
un organismo es “un paquete de adaptaciones”.
Con frecuencia las variaciones de este tipo son benéficas y pueden clasificarse como adaptaciones.
Por ejemplo la exposición a la sequía induce la resistencia a la sequía, el frío aumenta la
resistencia al frío y una sombra desigual estimula la flexión hacia la luz brillante. El teorema de
Chatelier puede expresarse para los fenómenos biológicos como sigue : toda intensificación de un
factor ambiental tiende a incrementar la resistencia de un organismo a una intensificación mayor
de dicho factor. Por ejemplo: Ludwigia peploides (verdolaga de la isla) y Echinochloa polystachya
(Canutillo) presentan formas muy diferentes cuando crecen en el agua o en la tierra. Estas plantas
difieren en apariencia especialmente en el tamaño de sus partes vegetativas (tamaño y forma de
hojas), en el número le tallos (grosor y consistencia) y erguimiento, no obstante, pertenecen a un
tronco genético esencialmente homogéneo. En estos casos se habla de ecofeno de agua y
ecofeno de tierra, para indicar que se trata de la misma especie adaptada a uno u otro hábitat.
3.2. PLASTICIDAD
Las plantas a lo largo del tiempo han evolucionado, desarrollando mecanismos que los permitan
tolerar y superar condiciones ambientales adversas (la falta de agua, altas y bajas temperaturas,
déficit de nutrimientos, etc.). Entre los mecanismos adquiridos se encuentra la plasticidad. Debido
que la plasticidad es una medida de la cantidad o proporción en que las expresiones de las
características manifiestas cambian a simple vista por los organismos debido al efecto de la
variación ambiental. La plasticidad es un mecanismo que favorece a las especies ante condiciones
heterogéneas, lo que hace que estas respondan positivamente a la selección natural, definida
como la variación de las preservaciones útiles y la eliminación de las nocivas; en términos
generales es la descendencia con modificación. (Reyes, 2001)
Las plantas poseen capacidad de adaptarse a diferentes condiciones ambientales, ajustando su
morfología y fisiología a través de la variación genética y la plasticidad en su forma. (Schemid,
1992).
Una planta que crece en condiciones óptimas se halla en situación de estrés cero. Esta situación
implica que todos los factores (luz, nutrientes, agua, temperatura, oxígeno) están en su punto
óptimo. Esta situación es improbable en las condiciones que crecen las plantas. Un parámetro que
se aleja ligeramente del punto óptimo (sub-óptimo) y hace que una función se altere
circunstancialmente y, poco después, vuelva a la normalidad o casi a ella, es frecuente en
cualquier cultivo. Homeostasis es la capacidad que poseen los organismos de mantener sus
funciones dentro de sus valores normales, cuando una perturbación moderada los desplaza de
ellos.
3.3.1. ALTITUD
A alturas grandes sobre el nivel del mar, se dan una serie de factores que afectan al
funcionamiento de las plantas, algunos específicos de las grandes alturas y otros comunes. Entre
los factores ambientales de las grandes alturas tenemos: altos valores de radiación (infrarroja,
visible y ultravioleta), bajas temperaturas, grandes fluctuaciones de temperatura, frecuentes
situaciones de sequedad. Además de una serie de factores más específicos como : baja tensión de
CO2 y de oxígeno y vientos intensos.
La alta radiación permite altas velocidades de fotosíntesis y así estas plantas requieren altos
valores de iluminación para saturar la fotosíntesis. Por la posibilidad de la alta radiación
ultravioleta, las plantas de las zonas altas tienen una cutícula muy gruesa, que además de atenuar
la transpiración, supone un potente filtro contra la radiación ultravioleta. Esta, produce
mutaciones en células somáticas y germinativas, que en general resultan letales.
Por el ambiente frecuentemente seco, las plantas de grandes alturas, presentan caracteres
xeromorfos. Su fotosíntesis es del tipo C3, pues las temperaturas son bajas, pero igualmente
tienen valores de intensidad luminosa para la saturación de la fotosíntesis, sensiblemente más
altos que las C3 de menor altitud. El viento intenso contribuye a una elevada pérdida de agua por
transpiración, y además puede ocasionar rotura de tallos, etc. Así, estas plantas normalmente
tienen hojas pequeñas, que ofrecen poca superficie al viento. Viento, sequedad y bajas
temperaturas, son los tres factores más frecuentemente determinantes de las adaptaciones a las
grandes alturas.
3.3.2. TEMPERATURA
BAJA TEMPERATURA: Quizá después de la desecación, las bajas temperaturas parecen ser la causa
más frecuente de muerte en las plantas. En cualquier caso o no de la capacidad de soportar bajas
temperaturas, es una causa fundamental de la distribución de las plantas en la biosfera y un
problema de primera magnitud en la agricultura. La capacidad de soportar bajas temperaturas, es
así enormemente variable de unas plantas a otras. Mientras la mayoría de las plantas tropicales
mueren cuando se exponen a temperaturas entre 0 y 5 °C, e incluso sufren daños graves por
temperaturas entre 10 y 12 °C, plantas árticas pueden sobrevivir a temperaturas de -40 °C e
incluso algo menores. La severidad del tratamiento con bajas temperaturas, depende también del
tiempo de exposición y dentro de una misma planta del tejido.
Aunque la velocidad de los procesos metabólicos está influida fuertemente por la temperatura, es
difícil imaginar como una disminución de la misma, que no llega a la congelación del agua puede
provocar la muerte de tejidos, e incluso de toda la planta.
Por otra parte si la velocidad de enfriamiento es muy lenta, o las plantas se tratan antes a
temperaturas moderadamente bajas, da tiempo a que las células adapten la composición lipídica
de sus membranas, aumentando la proporción de ácidos grasos no saturados, para impedir un
cambio excesivo de su fluidez. Esto permite a las plantas adaptarse a soportar ambientes más
fríos, dentro de los márgenes de síntesis relativa de ácidos grasos no saturados que les permita su
genoma. Si la temperatura baja tanto que se forman cristales de hielo en la planta, ésta o parte de
sus células pueden morir en forma diferente según la velocidad de enfriamiento. Si el enfriamiento
es lento, se congela primero el agua de los espacios extracelulares, lo que determina un aumento
de la concentración de los solutos y por lo tanto una salida del agua de las células y FCA-Cát.
Fisiología Vegetal * Unidad Temática 12 * Pág. £ 14
Pérdida de su turgencia. Si el proceso continúa, se crean todos los síntomas de la desecación y ésa
es la causa de la muerte. En las plantas herbáceas tolerantes al frío, el hielo se forma en los
espacios intercelulares, pero rara vez en el citosol.
La mayoría de las plantas superiores mueren por exposición a temperaturas de entre 45 y 50°C.
Algunas xerófitas verdaderas pueden sobrepasar ligeramente estos límites y sobrevivir. En general,
incluso temperaturas de entre 35 y 40°C causan daños graves en las plantas no aclimatadas a
ambientes calurosos. Los mecanismos por los que las altas temperaturas provocan la muerte de
las plantas, pueden ser variados. En forma general, si la elevación de la temperatura es brusca, la
muerte se produce por una desnaturalización de las proteínas que cuando afecta a algunas
enzimas claves, resulta fatal para la célula.
Se piensa que las plantas primitivas se originaron en los mares donde fenómenos como la
transpiración, la marchitez o la sequía no existen por naturaleza. Cuando las plantas comienzan a
poblar la tierra, el problema fue mantener el control de la pérdida de agua, a fin de mantener el
contenido de agua del protoplasma necesario para el mantenimiento de sus funciones vitales. En
el medio terrestre las plantas deben resistir una pérdida casi continua de agua hacia la atmósfera;
por lo tanto el paso hacia la tierra sólo fue posible cuando se desarrollaron adaptaciones eficaces
para estas nuevas condiciones.
Como la absorción y la pérdida de agua son los fenómenos que regulan el balance de agua de la
planta, las adaptaciones en estas dos direcciones se hicieron necesarias. Por una parte, se
desarrolló una cubierta casi impermeable de tejidos con cutina o suberina los cuales mitigaron
enormemente los riesgos de transpiración y paralelamente debieron desarrollarse estructuras
especiales (estomas) para permitir el intercambio gaseoso. Por otra parte evolucionaron las raíces
y los rizoídes, que son órganos muy eficaces en la extracción de humedad del suelo. En las plantas
acuáticas el sistema radical no es un problema para la absorción de agua en cambio en las
terrestres que crecen en suelos drenados deben tener un sistema de raíces bien ramificado y de
rápido crecimiento para obtener el agua para el crecimiento.
La relación entre el agua absorbida y el agua perdida es llamada balance hídrico o balance del agua
en la planta, que se cuantifica correctamente como potencial agua. La absorción y transpiración
están controlados por el medio y por las plantas. Los factores externos se relacionan a: - Cantidad
de agua disponible para la absorción - Intensidad de los factores que estimulan la transpiración
Los aspectos internos del balance de agua dependen de las características funcionales y
estructurales del cuerpo de la planta las cuáles a veces tienden a disminuir o a agravar las
naturales límitaciones del medio. Por ej. Las coníferas poseen un insuficiente sistema de
conducción (traqueidas) razón por la que la mayoría son de lugares húmedos, pero la alta
cutinización y estomas protegidos de sus hojas, hace que la pérdida sea poca y las plantas puedan
salir de hábitat húmedo (adaptarse a otros ambientes ).
3.3.4. SALINIDAD
A diferencia de la mayoría de los animales, la mayoría de las plantas no necesita sodio y, además,
no pueden sobrevivir en aguas salobres o suelos salinos. En esos ambientes, la solución que rodea
a las raíces a menudo posee una más alta concentración de solutos que la célula de la planta y por
lo tanto el agua tiende a salir de las raíces por -ósmosis. Aún si la planta es capaz de absorber
agua enfrenta problemas adicionales debido al elevado nivel de iones sodio. Si la planta absorbe
agua y excluye a los iones de Na, la solución que rodea a las raíces se torna aún más salada,
incrementando la probabilidad de pérdida de agua a través de las raíces. La sal puede incluso
concentrarse tanto, que forma una costra alrededor de las raíces, bloqueando de modo efectivo la
entrada de agua. Otro problema es que los iones de sodio pueden entrar en la planta con
preferencia a los iones de K+, privando al vegetal de un nutriente esencial e inhibiendo algunos
sistemas enzimátlcos.
Sin embargo, algunas plantas -conocidas con el nombre de HALOFITAS- pueden crecer en medio
salino, como desiertos, marismas y áreas costeras. Todas estas plantas han desarrollado
mecanismos para sobrevivir en medios con alta concentración de sodio y para alguna de ellas el
Na parece ser un nutriente necesario. Las adaptaciones de las halófitas varían. En muchas de
estas plantas, la bomba de Na-K parece desempeñar un papel importante en el mantenimiento de
una baja concentración de Na dentro de las células, asegurando simultáneamente que una
suficiente cantidad de potasio entre en la planta. En algunas especies, la bomba actúa
principalmente en células de la raíz, bombeando sodio hacia el medio circundante y K hacia el
interior de la raíz. Se piensa que la presencia de iones Ca ++ (en la solución del suelo) es esencial
para el funcionamiento efectivo de este mecanismo.
La sal más frecuente es el ClNa, pero los suelos salinos pueden contener cantidades considerables
de otras sales como: SO4Na2, SO4Mg, SO4Ca, Cl2Mg, ClK y CO3Na2.
La sensibilidad de las plantas a la salinidad del suelo es muy variable y en muchos casos la
exposición a condiciones salinas puede inducir a las plantas a cierto grado de tolerancia. Entre las
plantas cultivadas, las de remolacha, tomate, arroz, etc. son conocidos como relativamente
tolerantes a salinidad. En cambio, leguminosas, plantas de cebolla, etc., son muy sensibles.
Otras plantas
Insectos
Bacterias y hongos
Nematodos
Sequia(estrés hídrico)
La entrada del patógeno a la planta huésped esta ligada a la secreción de las enzimas : cutinasas ,
celulasas, pectinasas y protesas.L a planta activa enzimas que fortalecen la pared celular sintetiza
fitoalexinas y se activa la muerte celular selectiva de algunas células.
ESTRÉS ABIOTICO
ESTRÉS HIDRICO
La palabra Xerófila o Xerófita proviene del griego( xero-: seco, -fitos: planta, -filo: amigo), son
especies de vegetales que están adaptadas a la vida en un medio seco o ambientes secos, donde
el agua es sumamente escasa, como es el caso de los desiertos.
Las plantas xerófilas que son conocidas también como plantas del desierto debido a que ese es su
hábitat natural. Son plantas que se desarrollan en condiciones adversas, con climas áridos y secos
que obligan a una adaptación personal.
Las plantas xerófilas son plantas “especializadas”, es decir plantas que a lo largo de su evolución
han desarrollado mecanismos de adaptación para así soportar las condiciones adversas en las que
viven como la aridez típica de los desiertos, hábitats con gran salinidad o sequías intensas.
Así es como a lo largo del tiempo y a medida en que evolucionó la especie se han vuelto resistente
a partir de ciertos cambios. Lo curioso es que pueden pertenecer a diferentes especies pues el
único rasgo que comparten es, precisamente, esta capacidad de adaptación. Es por eso que
resuelven los inconvenientes del ambiente que los rodea desarrollando variadas “estrategias”.
En otros casos, como los armuelles, se eleva la presión osmótica de los líquidos celulares para que
entonces la planta absorba más agua a través de las raíces.
En otros casos, las adaptaciones son morfológicas y aquí es donde el fenómeno es más observable
pues se puede apreciar a simple vista al estudiar una planta. Por eso muchas plantas xerófilas
tienen una morfología característica ya sea en la planta entera o bien en alguna de sus partes. Es
común que tengan densas ramillas, hojas o espinas para así soportar la extrema exposición solar.
De esta forma, generan un hábitat más fresco y húmedo en el centro de la planta. Otra morfología
típica son las plantas de aspecto esférico o de almohadilla que logra los mismos resultados.
Para enfrentar el calor y evitar la deshidratación, algunos ejemplare tienen tallos leñosos y hojas
muy gruesas. En casos menos frecuentes como sucede con la Rosa de Jericó se forman una suerte
de “bolas” enmarañadas que parece que están muertas pero se abren y liberan semillas que
germinan cuando llueve.
A medida que aumenta la aridez la biomasa se reduce y las plantas se distancian más entre sí para
poder disponer del agua de más superficie. Ello da lugar a una cubierta de vegetación “difusa”.
Por una parte, numerosas plantas xerófilas han desarrollado una serie de
Las hojas resultan imprescindibles para la respiración y fotosíntesis de las plantas pero son muy
frágiles frente a la deshidratación por lo que en las plantas xerófilas reducen al máximo su tamaño
a la vez que se protegen con una gruesa cutícula.
Son muy pequeñas, o incluso inexistentes (la disminución del tamaño de la hoja supone
también una reducción de la superficie transpirante y un menor riesgo de sufrir un
calentamiento excesivo).
Coriáceas o carnosas lo que ayuda a mantener la humedad interior.
Muchas veces son sustituidas por espinas lo que no sólo constituye un elemento disuasorio
contra los herbívoros sino que reporta diversas ventajas a la planta: reducción de la
superficietranspirante, sección cilindro-cónica que impide que todo el órgano se encuentre
expuesto al sol al mismo tiempo, almacenamiento de agua en su interior, etc.
Muchas especies pierden la hoja (o incluso tallos jóvenes) cuando los periodos secos son muy
prolongados. Esta caída puede presentar una cierta estacionalidad o ser totalmente irregular
dependiendo de la existencia o no de ciclos pluviométricos a lo largo del año.
Numerosas plantas xerófilas son capaces de almacenar agua en sus tejidos a través de la suculencia
adquiriendo formas globosas (“de cácto”). En las plantas suculentas las hojas, cuando existen,
suelen ser muy pequeñas o se sustituyen por espinas realizándose la fotosíntesis en el tallo.
Durante los periodos de lluvia las plantas suculentas absorben grandes cantidades de agua.
Después, podrán vivir de las reservas consumiendo poco a poco ese líquido durante el tiempo de
sequía. Gracias a ello, hay plantas suculentas capaces de mantenerse hasta dos años sin necesidad
de lluvia.
En muchos casos la capacidad de acopio es sorprendente. Carnegia gigantea, el característico
sahuaro de Arizona y México, puede almacenar hasta 3m3 procedentes de los primeros cm del
suelo o incluso, directamente, de la atmósfera.
Durante los periodos de sequía las suculentas van perdiendo agua pero también, en paralelo,
materia orgánica con lo que consiguen mantener constante la concentración de sus jugos
celulares.
Las plantas suculentas más características son las cactáceas, plantas que cuentan con todo un
abanico de recursos para adaptarse a la aridez y que pueden considerarse como la familia vegetal
más representativa de los desiertos
Las cactáceas (a las que pertenecen los cactus) no existen más que en América y no son exclusivas
de las zonas áridas. Es incorrecto dar el nombre de “cactus” (o “cacto”), tal como se hace
frecuentemente, a otras plantas suculentas comunes en jardinería y procedentes de África
(Canarias...), Índico u otras regiones.
En las cactáceas,
Las hojas son sustituidas por espinas para minimizar su superficie por lo que efectúan la
fotosíntesis en el tallo.
Ciertas especies alargan mucho las espinas, que acaban convirtiéndose en una especie de pelo
capaz de reflejar gran parte de la radiación solar.
Los tallos tienen superficies curvadas (que reflejan bien la radiación) o una sección “en
acordeón” que les permite cambiar de volumen para adaptarse a la cantidad de agua
disponible.
Los estomas están resguardados dentro de hoyitos superficiales o acanaladuras.
Algunas especies, como el sahuaro o el cactus candelabro, abren sus estomas para absorber el
CO2 por la noche; durante el día, cuando las temperaturas son muy altas, los mantienen
cerrados mientras que van asimilando ese CO2 gracias a la energía solar. De esta forma se
produce el intercambio gaseoso evitando las pérdidas por transpiración.
5. LAS HALOFITAS
Es una planta que crece de manera natural en áreas afectadas por salinidad en las raíces o
aerosoles de sal, como en los desiertos salinos, litorales. Un ejemplo de ellas es el pasto
de salares Spartina. La adaptación a ambientes salinos de las halófitas puede deberse a
«tolerancia a la sal» o a evasión de la sal. Las plantas pueden escapar a los efectos de
hipersalinidad, en este tipo de ambientes, siendo entonces «halófitas facultativas» más
que verdaderas, u obligatorias, halófitas.
Los leves, requieren alrededor de un 6 % de sal, la mayoría son procariotas marinos, ya que la
salinidad en los mares y océanos ronda el 3 %.
Los halófilos moderados, requieren entre un 6 y un 15 % de sal.
Extremos; requieren una concentración de sal del 15 al 36 %, aproximadamente
5.2. DISTRIBUCIÓN DE LAS HALÓFITAS
Se los encuentra en entornos salados:
El q’awchi (Suaeda foliosa Moq.), especie muy palatable para el ganado (Ovino, Vacuno y Camélidos),
que mejora los suelos arcillosos y salinos, además tolerante a sequías y heladas mostrando pocos
problemas a los cambios bruscos del clima.
Referente a la nominación del nombre de esta planta es de origen aymará ya que q´awchir significa
saborear un rico asado, es por esta razón las familias de las comunidades indican que el q’awchi es el
asado del ganado esto se explica por su consistencia suculenta, suave y de fácil asimilación por el
tracto digestivo.
El departamento de Oruro, sin embargo gran parte de los suelos del Altiplano se encuentran
denudados (eriales de planicie), sin cobertura vegetal es ahí donde el q’awchi, nos proporciona la
posibilidad de recuperar suelos, proporcionar forraje y proteger el medio ambiente.
5.2.1.2. MORFOLOGÍA
La morfología es una ciencia que estudia la forma exterior de la planta y describe las partes que la
compone. La morfología es una forma eficaz de diferenciar una variedad de otra. La planta de Q’awchi
tiene las siguientes partes principales:
2. Tallos y ramas
El tallo por su característica de sub arbusto, le da consistencia semi leñosa, con alturas que varían de 10
a 30 cm., fusiforme, las partes básales y media son mas desarrolladas que las apicales; carácter que se
utiliza para diferenciar los ecotipos de cada área. El crecimiento es erecto a pre – decumbente a
postrado, lo que se modifica conforme pasan los años. En los dos primeros años el color mas frecuente
es el blanco, encontrándose en pequeños eco tipos con pigmentaciones púrpuras. La duración del tallo
a partir de las proximidades de la base hacia el ápice es anual, por lo que carece de crecimiento
secundario, el que solo se manifiesta en la parte basal, que anualmente da origen a nuevos brotes que
en su desarrollo constituyen la parte vegetativa de la planta. La intensidad de ramificación varia de 3 a
35 ramas por eje caudinal con longitudes de 20 a 40 cm.
3. Hábito Se llama hábito al aspecto exterior, al porte o aire de la planta. El Q’awchi es de porte erecto
a predecumbente, esta manera de crecimiento permite tener una adaptabilidad al medio por la
ocurrencia de heladas e intensos vientos.
4. Hojas La hoja se constituye en el principal elemento de nutrición para los animales esta es muy
palatable y suculenta. Están insertas al tallo por medio de un pequeño pecíolo, es de consistencia
carnosa, de forma oblonga variando los tamaño según la posición en el tallo y ramas; estos tamaños
varían de 3 a 14 mm de largo por 3.5 a 5 mm. de ancho, con una nervadura principal de la que nacen
otras de segundo y tercer orden. La hoja en el tallo persiste hasta después de la floración y
fructificación.
5. Flor Las flores son hermafroditas, se llama flor hermafrodita cuando tienen el sexo masculino y
femenino en una misma flor. En el q’awchi las flores hermafroditas llevan gineceo neutro en plantas
con flores pistiladas y las plantas con flores apistiladas llevan gineceo viable (ginodioico), ambos casos
son monoperiantados con simetría actinomorfa.
6. Inflorescencia La inflorescencia del Q’awchi por la disposición de los sexos corresponde al tipo
amento, formando glomérulos de 2 a 5 y 4 a 16 flores hermafroditas y pistiladas.. Estas flores están
ubicadas entre las axilas de las hojas y se distribuyen a lo largo del eje caulinar y ramas; las distancias
de inserción varían de 4 a 9 mm. Estos elementos son importantes en la identificación y clasificación de
eco tipos.
7. Fruto El fruto es un aquenio, un fruto es aquenio cuando no tiene cáscara y si tiene no esta soldada a
la semilla, al completar su desarrollo pasa de la forma esférica a la achatada, presenta un pericarpio
membranoso, casi transparente que envuelve completamente a la semilla, pudiendo ser desprendida
mediante frotes. En estado seco se presenta formando depreciaciones alveoladas dispuestas
regularmente en sitios de inserción del estigma y la parte de microphylo.
8.Semilla La producción de semilla, es un carácter particular de cada eco tipo cuyo tamaño y número
son propios y están relacionados directamente con la producción florística la que puede variar de 4 a
16 por axila foliar.
El tegumento que envuelve al embrión se torna coriácea e impermeable, presenta una depresión en la
parte de inserción de los estigmas y un orifico (hilio) por donde pasa el funículo. El tamaño promedio
de las semillas oscila entre 0.8 a 1.7 mm.; característica importante en la clasificación de eco tipos.
9. Coloración La coloración es verde oscura a verde por las extremas variaciones climáticas. Es
frecuente encontrar plantas que presentan coloraciones púrpuras.
10. Variedades Se tiene conocimiento de que existe dos tipos de q’awchi: El janq’u q’awchi, es una
planta con tendencia a crecer hacia arriba (erecta), la coloración de los hojas es de color verde
blanquecina, su característica principal es de no salinizar el suelo, las familias en las comunidades
indican que es la mejor variedad para desalinizar los suelos,
La descripción y muestreo de suelos en los q’auchiales y análisis en laboratorio, se pueden mencionar
las siguientes características:
Están ubicadas en áreas planas a casi planas (0 – 2%) de la llanura fluviolacustre del río Desaguadero
(Altiplano Central de Bolivia), los suelos son moderadamente profundos a profundos (en función a la
presencia de una napa freática u horizontes endurecidos), con diferente grado de evolución. En zonas
donde no existen inundaciones periódicas y por consiguiente no hay aporte de materiales, los suelos
han desarrollado un horizonte B cámbico (Bw), mientras que en zonas donde existen aportes de
materiales recientes, los q’auchiales se han formado sobre suelos poco desarrollados (A y C).
En la mayoría de los casos los suelos presentan texturas pesadas, debido a que presentan contenidos
importantes de arcilla (entre 45 a 88%) en sus horizontes (A1, A2, Bw, C1 ó C2), incidiendo de manera
conjunta con los contenidos de limo (10 a 35%) sobre el escaso movimiento (vertical) del agua debido
al predominio de poros capilares sobre los no capilares. En este sentido, estos suelos en la época de
lluvias se encharcan (2 a 4 meses), disminuyendo drásticamente la aireación de los suelos y evitando el
lavado de sales de las capas superficiales.
Estos suelos difieren completamente de suelos aledaños donde se desarrollan los tholares, en razón de
que suelos de esta cobertura son de textura media y por consiguiente no se encharcan y constituyen
las únicas zonas donde se puede practicar la agricultura.
La reacción del suelo en la capa superficial, de acuerdo al cuadro 4, en la mayoría de los casos presenta
reacciones ligeramente alcalinas (mayor a 7,3) lo que significa que estos suelos pueden presentar
ciertas limitaciones en lo que se refiere a la disponibilidad de nutrientes como el fósforo, potasio,
magnesio, hierro, manganeso y algunos micro nutrientes como el cobre, zinc y boro. Mientras que, en
los horizontes inferiores el pH de los suelos aumenta alcanzando reacciones moderadamente (7,9 –
8,4) a fuertemente alcalinas (mayor a 8,4), situación que puede estar relacionada a la presencia de
carbonatos principalmente en el subsuelos, lo que conjuntamente con otros factores empeora la
fertilidad de los suelos.
De acuerdo a los suelos de los q’awchiales presentan altas concentraciones de sales en todo el perfil
(mayores a 15,00 ds/cm.), que los cataloga como suelos altamente salinos. Esta acumulación de sales
en el perfil del suelo (aproximadamente 9,60 g/l), incide de gran manera, primero, en el desarrollo
normal de la vegetación menos tolerante a las sales (inhibe), el metabolismo en general) y segundo, en
la disponibilidad del agua para las plantas (aumento del potencial osmótico), lo que se constituye en
una limitante importante para la agricultura. Según Lorini et al. (1984) el q’awchi se adapta a altos
contenidos de sales de (9 – 12 g Kg.-1) en el horizonte superficial (5 – 30 cm.) y cantidades mayores (32
– 67 g Kg.-1) en los primeros centímetros (0 -2 cm.).
En relación al porcentaje de sodio intercambiable (PSI), podemos indicar que la mayoría de los suelos
estudiados se catalogan como altamente sódicos A*(mayor a 30%).
Los contenidos de fósforo disponible en la mayoría de los suelos estudiados son altos (mayor a 14
ppm), posiblemente esté relacionado con las características del material de origen de los materiales
sedimentarios.
Suelos con una alta saturación de bases (cerca al 100%), donde predomina el sodio, calcio, magnesio y
potasio.
De acuerdo a la evaluación de las coberturas vegetales realizadas en varios sitios de la zona de estudio,
se puede evidenciar que la mayoría de estas tierras por sus elevados contenidos de sales y/o sodio y
clima se encuentran bastante descubiertas (entre 11,0 al 75,6% del área total). Mientras que, el resto
del terreno (89,0 al 24,4%) se encuentran cubiertas por alguna especie vegetal, en la que resalta en
primer lugar el q’awchi (Suaeda foliosa), que ocupa una cobertura entre un 3,1 al 54,0% del área total y
otras especies como el kotal (Antobrium triandrum), especie no forrajera (2,5 al 22,0%), el chiji
(Distichlis humilis) que ocupa una superficie entre (2,5 a 23), el atriplex especie forrajera (2,9 a 9,6%), la
festuca y otras.
Considerando que los suelos afectados por sales, de acuerdo a los resultados indicados, se encuentran
muy poco protegidos, son muy susceptibles a la erosión eólica o hídrica, en razón de que altos
contenido de sodio intercambiable afectan principalmente la estructura de los mismos favoreciendo su
debilitamiento, dispersión y posterior transporte por el viento (en época seca del año) o por el agua
(enero – marzo)
PRACTICAS DE RECOLECCIÓN DE SEMILLAS DEL Q’AWCHI Para el cultivo de q’awchi se siguen los
siguientes pasos: 6.1. Determinación de área La cosecha de las semillas se realiza en las áreas de los
q’auchiales, de las provincias Saucari y Cercado del departamento de Oruro.
Fenología
Para obtener una semilla de buena calidad, es necesario conocer la época oportuna de cosecha siendo
la óptima en el mes de mayo que es cuando las semillas se encuentran plenamente maduras.
El año 2003, las primeras heladas llegaron en la primera semana de marzo, lo que se ha observado
que este fenómeno a causado el aborto de los frutos por congelamiento y por tanto se observa la
escasa presencia de semilla de buena calidad del q’awchi.
La entrada de madurez fisiológica en la semilla de q’awchi es lenta esta por ser una planta adaptada a
las condiciones del ecosistema de altiplano, y con particularidad en áreas salinas, esta observación
debe ser cuidadosa. Cuando las heladas se adelantan, (en 2003 la presencia de lluvias fue escasa, la
oficina de Cambios Climático indica que las precipitaciones del año 2003 han sido de niño moderado,
las lluvias se dieron en la segunda quincena de enero. A fines de febrero e inicios de Marzo llego la
primera helada (8 de marzo). En esta oportunidad se observo que este fenómeno afecto la producción
de semilla de q’awchi, las familias de las comunidades indicaron que no habrá semilla para este año,
por estas consideraciones se puede deducir que hay años donde existe abundante producción de
semilla y en otros escasez de semilla lo que nos muestra que la producción de semilla es cíclica de
acuerdo al comportamiento climático.
Como son especies no domesticadas las semillas maduras tienden a caer en la parte baja de la planta.
Época de Cosecha La época óptima de cosecha resulta ser el mes de mayo, en este periodo las
semillas se encuentran plenamente maduras.
Los científicos han demostrado en el laboratorio que las plantas modificadas genéticamente
pueden crecer y dar fruto con aguas de irrigación que tengan 50 veces más contenido de sal de lo
normal. Para desarrollar la agricultura salina se requerirá el estudio de la ingeniería genética.
Los transgénicos son organismos a los cuales se han introducido uno o más genes provenientes de
otra especie. Las plantas transgénicas poseen genes de todas las procedencias: de otras plantas,
de animales, de bacterias, de virus y de hongos, y muchas veces poseen combinaciones de ellos, ya
que se necesitan armar complejos sistemas moleculares para garantizar la expresión de los genes
foráneos. En las plantas transgénicas se han usado genes de plantas, animales y bacterias para
conferirles características puntuales como resistencia a químicos, a condiciones ambientales
adversas, a insectos, etc. a los cuales se añaden genes promotores y regulares de elevada
expresión (llamados convencionalmente enhancers) provenientes de virus, puesto que éstos
tienen mayor capacidad de expresión que los celulares (por las características infecciosas de los
virus, que hacen que el sistema de expresión tenga prioridad con su genoma antes que con el de la
célula) y de esta forma de garantiza que el material introducido se transcriba y se traduzca. Para la
construcción de transgénicos además se usan genes de resistencia a antibióticos que sirven como
marcadores de selección, para separar las células transformadas de las no afectadas.
Desde antes que aparecieran los primeros productos, se habían creado grandes expectativas en la
nueva biotecnología como herramienta clave en el suministro de alimentos. Sin embargo, hay que
recordar que la tecnología aplicada a la agricultura está en sus comienzos, por lo que su potencial
tardará en reflejarse (Iáñez, E. 1997).
El estado de la biotecnología varía mucho de unos países a otros. En África la situación es bastante
deficiente. Pero India, China, Brasil, Egipto, Indonesia y Malasia ya cuentan con programas propios
de biotecnología enfocada a mejora de cosechas locales (Iáñez, E. 1997).
Hasta la fecha, la tecnología MG ha servido, más que nada, para producir varios cultivos agrícolas
con características "dictadas por el mercado", algunas de las cuales han alcanzado el éxito
comercial. El desarrollo de variedades producidas comercialmente en países como Estados Unidos
y Canadá, se ha enfocado en aumentar la vida en anaquel de las frutas y verduras, conferir
resistencia contra virus o insectos y conferir tolerancia a herbicidas específicos. Aunque estas
características han resultado benéficas para los agricultores, ha sido difícil lograr que los
consumidores vean algún beneficio como no sea, en casos limitados, un mejor precio debido al
abatimiento de los costos y la mayor facilidad de producción (Nelson y cols. 1999; Falck-Zepeda y
cols. 1999).
Una posible excepción es el desarrollo de tecnología MG para retrasar la maduración de las frutas
y verduras, lo que permite tenerlas almacenadas por más tiempo. Los agricultores se beneficiarían
con este avance al disponer de mayor flexibilidad en cuanto a producción y cosecha.