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Claves de la Inteligencia Emocional según Peter Salovey (Psicológo Social)

Capacidad de reconocer las propias emociones: saber reconocer los


sentimientos y emociones en el mismo momento que se presentan en nosotros.
Conocernos de tal modo que sepamos apreciar hasta las mayores sutilezas de
nuestra vida emocional. También, saber poner nombre a esa emoción y distinguirla
de otras.

Capacidad de controlar las emociones: una persona con inteligencia emocional


no solo sabe reconocer las emociones negativas (y positivas) que le conducen sino
que también sabe desembarazarse de las que no le interesen mediante la razón.
Esto no es posible sin saber reconocer los sentimientos y emociones.
Capacidad de automotivarse: nos gusta recibir una gratificación inmediata por
aquello a lo que dedicamos nuestros esfuerzos o nuestra simple atención. Así, nos
impacientamos y sentimos la necesidad de abandonar aquello que estamos
realizando si consideramos que es aburrido o que no nos proporciona ninguna
recompensa inmediata. La inteligencia emocional es la capacidad de saber
encontrar motivación en aquello que estamos realizando y placer por el simple
trabajo bien hecho. De este modo, la impaciencia no se convierte en estrés o
ansiedad y nos convertimos en personas más eficaces en todo aquello que
realizan.
Capacidad de reconocer las emociones ajenas: esta capacidad, también
llamada empatía, es en esencia el ponerse en lugar del otro. Saber cuáles son las
necesidades de los demás, qué les preocupa, qué les hace sufrir o qué les alegra.
Es también la habilidad de comprender las razones que mueven a su entorno a
sentir lo que sienten y a comportarse del modo en que lo hacen.

Capacidad de controlar las relaciones: directamente relacionada con la anterior,


las personas con inteligencia emocional saben ponerse en lugar del otro y por esta
razón saben qué les puede gustar y qué les puede disgustar. Saben detectar
aquello que pondría a la otra persona en estado de alerta y por ello saben
sintonizar con las emociones ajenas. Cuando una persona es así solemos decir
que tiene simpatía o que es simpática.
Reconocer las propias
emociones
Controlar las emociones
Automotivarse
Reconocer las emociones
ajenas

Controlar las relaciones


Saber reconocer los sentimientos y emociones en el mismo
momento que se presentan en nosotros. Conocernos de tal
modo que sepamos apreciar hasta las mayores sutilezas
de nuestra vida emocional. También, saber poner nombre a
esa emoción y distinguirla de otras.
Una persona con inteligencia emocional no solo sabe
reconocer las emociones negativas (y positivas) que le
conducen, sino que también sabe desembarazarse de las
que no le interesen mediante la razón. Esto no es posible
sin saber reconocer los sentimientos y emociones.
Nos gusta recibir una gratificación inmediata por aquello a
lo que dedicamos nuestros esfuerzos o nuestra simple
atención. Así, nos impacientamos y sentimos la necesidad
de abandonar aquello que estamos realizando si
consideramos que es aburrido o que no nos proporciona
ninguna recompensa inmediata. La inteligencia emocional
es la capacidad de saber encontrar motivación en aquello
que estamos realizando y placer por el simple trabajo bien
hecho. De este modo, la impaciencia no se convierte en
estrés o ansiedad y nos convertimos en personas más
eficaces en todo aquello que realizamos.
Esta capacidad, es en esencia el ponerse en lugar del otro.
Saber cuáles son las necesidades de los demás, qué les
preocupa, qué les hace sufrir o qué les alegra. Es también
la habilidad de comprender las razones que mueven a su
entorno a sentir lo que sienten y a comportarse del modo
en que lo hacen.
Las personas con inteligencia emocional saben ponerse en
lugar del otro y por esta razón saben qué les puede gustar
y qué les puede disgustar. Saben detectar aquello que
pondría a la otra persona en estado de alerta y por ello
saben sintonizar con las emociones ajenas. Cuando una
persona es así solemos decir que tiene simpatía o que es
simpática.
La inteligencia emocional, es la capacidad de saber reconocer los sentimientos propios y ajenos.

La inteligencia emocional, es un conjunto de habilidades y capacidades que todos tenemos la


posibilidad de desarrollar.

La inteligencia emocional, no solo nos fortalece en el plano de la salud psicológica sino también
en el de la salud corporal

Saber reconocer las propias emociones, es el primer paso para poder cambiar las emociones negativas

Para desarrollar una inteligencia emocional, lo que tenemos que hacer es afrontar nuestras
emociones.

La capacidad de saber reconocer los sentimientos propios y ajenos servirá de guía al pensamiento
y a la acción de la persona.

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