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MARINA DE GUERRA DEL PERÚ

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA NAVAL

Tarea Académica
Optrónica
“Flares”

Presentado por
Tte. 2do. José Luis Buchhammer Arroyo

La Punta 2016
1.- Introducción
Los Chaff y los Flares son mecanismos defensivos empleados por aeronaves militares
para evitar la detección y el ataque por sistemas de ataque/defensa enemigos. El flare es
una contramedida empleada por aeronaves y helicópteros para “engañar” misiles de
homing infrarrojo, es decir, que se guíen por el calor del blanco para atacarlo. Los flares
están compuestos por un material pirotécnico basado en magnesio u otros metales de alta
temperatura de ignición que debe ser igual o mayor a la temperatura del escape de la
aeronave, con la finalidad de que el misil de guiado infrarrojo desvíe su trayectoria hacia
ellos.

Es un dispositivo de autoprotección diseñado para ser expulsado desde aeronaves que


emite una gran cantidad de radiación en el sensor del misil el cual detectará a ambos, el
flare y el blanco, pero se espera que se enganche en el flare el cual al estar alejándose de
la aeronave evita un impacto así como alejarla del área con fragmentos. Los flares han
sido empleados masivamente como un método de contramedida infrarroja porque incluso
un elemento de 3 gramos puede proveer hasta 10 segundos de protección.
2.- Descripción
Normalmente los flares están envueltos en una cinta de filamento de aluminio dentro
de un envase también de aluminio que varía de espesor según su aplicación y con una
tapa plástica. Al final del envase se encuentra un cartucho impulsor pirotécnico que es
activado eléctricamente para producir gases calientes que empujan un pistón y a su vez el
material pirotécnico del flare.

Existen dos tipos de flares: el pirotécnico y el pirofórico. El flare pirotécnico produce


humo y luz blanca de alta visibilidad, lo que representa alta cantidad de energía infrarroja
de 5 a 10 segundos, y pueden provocar incendios en tierra si es que no se queman durante
su caída. Este es el tipo de flare empleado por la mayoría de aeronaves y que se ha probado
como el más eficiente. Los flares pirofóricos (auto combustión) son mucho menos
visibles que los pirotécnicos porque son unas pequeñas láminas de aluminio que se oxidan
rápidamente produciendo calor y que se enfrían en la atmósfera mientras caen a tierra
como residuos de metal oxidado.
Los señuelos flare son lanzados de manera manual y en algunos sistemas más
avanzados de manera automática. Otros más avanzados contienen un sistema de
propulsión para desplazar el flare en una trayectoria opuesta pero similar patrón a la de la
aeronave, debido que hay misiles con modernos detectores ópticos que pueden
discriminar entre un flare en caída libre y un objeto en movimiento como la aeronave.
Desde su creación en 1959, los flare están compuestos principalmente de
fluorocarbono de magnesio, sin embargo con el avance de la tecnología ahora también
contienen una composición sólida de magnesio y politetrafluoretileno. Han habido
muchos intentos en las últimas dos décadas para aumentar el nivel de intensidad de
radiación pero sin suceso, tratando de modificar la cantidad de material o la reacción
química. Sin embargo, se puede generar un mayor nivel de radiación aumentando la
eficiencia con la que se emplea el flare. Una manera de lograr esto es aumentando el área
de la flama pirotécnica.

3.- Intensidad del Flare


Existe una serie de factores a tomar en consideración para el empleo de los flares. El
principal es que debe poseer una intensidad suficientemente alta relativa a la radiación de
la aeronave y en el ancho de banda del detector óptico del misil para que sea atraído hacia
él. Debe ser lanzado en el momento exacto y en la dirección exacta, y debe alcanzar su
intensidad de radiación máxima de manera rápida para poder lograr engañar al misil.
El hecho que el flare sea una fuente de radiación puntual y que la aeronave y su escape
sea una fuente distribuida de radiación, afecta considerablemente la efectividad del
dispositivo de defensa. La influencia dependerá del tipo de blanco que el misil esté
atacando, es por ello que existen diferentes tipo de flares. Debido a que el flare debe
presentar alta temperatura para poder generar una alta tasa de flujo radiante, la mayor
cantidad de energía es de onda corta por debajo de los 2 µm. La intensidad del flare se ve
afectada por dos parámetros de la aeronave: su altura y su velocidad. A pesar que hay una
disminución de intensidad a mayores alturas, la velocidad es lo que más afecta la
intensidad del flare, esto se debe a que la alta velocidad del aire que pase a su alrededor
reduce el tamaño de la combustión y enfría el aire circundante.

4.- Empleo del sistema


Los flares son lanzados desde unos contenedores instalados a bordo de las aeronaves
y preferiblemente en lugares sin turbulencia para evitar la reducción de la intensidad de
radiación que podría provocar la velocidad del flujo del aire turbulento. Generalmente los
flares son lanzados hacia abajo y hacia la parte posterior de la aeronave para que la
gravedad mantenga la velocidad constante de lanzamiento alejándose de ella. La
velocidad de eyección no debe ser tan baja que no permita prevenir la detonación del
misil, ni tan rápida que el detector del misil no responda a la radiación del flare y no
rompa el enganche. Estos medios pueden ser empleados a diferentes alturas de vuelo y
no interfieren con la trayectoria de las aeronaves, por lo que pueden ser lanzados durante
cualquier maniobra de vuelo.
El lanzamiento del flare está compuesto por tres etapas:
a.- Ignición: A partir de su estado de reposo dentro de los envases montados en el
fuselaje de la aeronave, los flares a base de magnesio requieren de un impulsor que los
expulse y que inicie la combustión del material. En caso del flare pirofórico, únicamente
se requiere un impulsor, pues la combustión se iniciará cuando el material entre en
contacto con el aire.
b.- Despliegue: En su mayoría, los flares emplean la gravedad como velocidad inicial,
y el intervalo entre carga y carga se puede configurar desde tierra o por el mismo operador
en vuelo.
c.- Decepción.- Los detectores ópticos de los misiles se enganchan en la radiación que
emite la alta temperatura del material en ignición, así evita el impacto del misil a la
aeronave.
5.- El futuro de los flares
Los avances en los detectores infrarrojos de los misiles apuntan al diseño de detectores
inteligentes que sean inmunes a los flares convencionales. Esto se puede lograr en la
medida que el misil pueda reconocer la firma energética de la aeronave. Un método para
eliminar los falsos blancos consiste en un análisis de longitud de onda que permita
distinguir entre las características de radiación de los elementos radiantes de un blanco
real que son comparativamente menor que un falso blanco. En adición a esto, los flares a
base de magnesio serán de poca efectividad contra detectores por imagen con que se
espera se equipen los misiles en el futuro, porque estos flares a diferencia de los blancos
reales, no presentan bordes ni contornos en el espectro de baja frecuencia.

En la actualidad ya existen unos sistemas de lanzamiento individual (MANPADS) que


tienen un detector de espectro dual que permite discriminar entre el bajo nivel de energía
de una aeronave y el alto nivel de energía del flare convencional de magnesio.
El flare pirofórico, como se ha mencionado, está compuesto por unas láminas de
aluminio y también de aleaciones de níquel, hierro y acero. La piroforicidad, que es la
capacidad de algunos materiales para producir auto combustión, puede producir
temperaturas en los metales de hasta 980°C las cuales son más fáciles de conseguir a bajas
alturas. Dentro de su envase tienen un líquido protector que se evapora rápidamente al
entrar en contacto con el medio ambiente. El análisis operacional basado en situaciones
experimentales, indica que los flare pirofóricos tienen gran potencial para lograr engañar
a los detectores de los misiles modernos con capacidad espectral dual, ya que la firma
espectral de estos materiales tiene similares características a la de las aeronaves. El
empleo de este tipo de flare no tendría mucho en común con el convencional excepto por
el cartucho impulsor, el flare pirofórico requiere in envase perfectamente sellado con un
líquido anti inflamable ya que el material puede arder al exponerse al aire al usar el
oxígeno como agente de combustión.

6.- Conclusiones

- Los flares son unos dispositivos tipo señuelo que emplean la alta intensidad
energética producto de la combustión de una material altamente inflamable que buscan
engañar a los detectores ópticos de los misiles atacantes.
- La radiación que emiten los flares busca confundir el detector óptico de los misiles
que durante su trayectoria detecta la radiación de la aeronave generada en su escape así
como en los bordes y extremos del fuselaje como consecuencia de la fricción con el aire
durante su desplazamiento.
- Existen dos tipos de flares, los pirotécnicos y los pirofóricos. Los primeros
requieren de un impulsor y de un activador para que se dé inicio a la combustión; mientras
que los segundo requieren únicamente de un impulsor que los libere de sus contenedores
debido a que por su naturaleza, inician la combustión al entrar en contacto con el aire.
Estos últimos no tienen una alta tasa de radiación lo que les otorga una mayor efectividad
ante detectores ópticos de espectro dual que poseen algunos modernos sistemas de
lanzamiento individual de misiles (MANPADS).
- Estos sistemas han sido probados y su versatilidad les ha dado vigencia hasta el
día de hoy, a pesar que han pasado varias décadas desde su creación.

7.- Referencias

Chang, T. L. (1994). The ir missile (spin scan and con scan seekers) countermeasures.
California: Naval postgraduate school.
Goldberg, S. (2003). Infrared Countermeasures. Air & space Smithsonian.
Gregs, A., Brown, A., Jackson, D., & Scott, J. (2012). Aerospaceweb. Obtenido de
http://www.aerospaceweb.org/question/electronics/q0191.shtml
Guhl, J. M. (2012). Countering manpads. Avionics.

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