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Principios de la poda

Las plantas tienen una capacidad fija


DEPARTAMENTO DE La poda tiende a deprimir el crecimiento
PRODUCCIÓN La producción deprime la capacidad de la planta
AGROPECUARIA La fertilidad varía con el vigor del brote
El vigor varía inversamente con el número de brotes y
CÁTEDRA DE la carga de la producción
VITICULTURA La capacidad de la planta es proporcional al
crecimiento potencial total
Las plantas pueden autorregularse
Cordón bilateral La dirección del crecimiento influye en el tipo de
Poda de formación crecimiento

Prof. Ing. Agr. José Rodríguez

La poda de un arte compensado económicamente ha sufrido en los últimos años significativos


avances en los métodos, la severidad se ha reducido, se introdujo la mecanización, aumentó el número de
sistemas de poda y se cambiaron algunos conceptos tradicionales.

La poda se define como la remoción de brotes, sarmientos, hojas y otras partes vegetativas vivas
de la planta. No incluye la remoción de inflorescencias o racimos. La poda se puede hacer en cualquier
momento durante el ciclo vegetativo o el periodo de reposo. La poda durante el ciclo vegetativo (poda en
verde) puede usarse como una técnica de manejo de canopia.

La poda tradicional manual es una de las más importantes operaciones culturales que se ejecutan
en el viñedo y, después de la cosecha, es la más cara y que más jornales consume. La poda tiene
implicaciones importantes para la función de la planta ya que influye en:

 la forma y el tamaño de la planta


 el balance entre la expresión vegetativa y productiva de la planta
 la cantidad y calidad de la producción.

Los objetivos de la poda pueden definirse como:

 Establecer y mantener a la planta en forma tal que facilite el manejo del viñedo.
 Mantener la producción en una calidad deseada.
 Seleccionar yemas que produzcan brotes fructíferos.
 Regular el número de brotes y por ende el número y tamaño de los racimos.
 Regular el crecimiento vegetativo de la planta.

Estos objetivos se alcanzan al ajustar el número y la posición de las yemas durante la operación de la
poda.

Al aumentar el número de yemas por planta (menor severidad de poda) se producirá un mayor
número de brotes y racimos, y se reducirá el vigor del pámpano. Esto puede conducir a problemas de
imperfecta maduración de la uva si la planta está sobrecargada. Al reducir el número de yemas por planta
(mayor severidad de poda) se producirá una excesiva reducción de cosecha con pocos brotes de excesivo
vigor y ello se asocia con problemas de sombreado de los racimos. Esto reduce la capacidad de la planta
al disminuir el desarrollo del área foliar.

Para obtener una planta balanceada con un vigor “óptimo” la riqueza de poda debería estar entre
estos extremos. Este vigor “óptimo” para muchas variedades está representado por brotes de alrededor
de 1 m en longitud y 7 mm en diámetro en el séptimo entrenudo. En este nivel de vigor, las plantas tienen
un crecimiento moderado de feminelas.

El vigor del brote también está influenciado por factores del manejo, además de la riqueza de
poda, que influyen en la capacidad de la planta, por ejemplo el riego y la aplicación de fertilizantes.
Posición de las yemas

La selección de yemas implica reconocer las diferencias cualitativas entre las yemas y la
importancia de la posición del brote y la yema en la canopia. Esto puede ser muy importante en
climas fríos y depende también de las variedades.

La fertilidad diferencial de las yemas a lo largo del sarmiento es una restricción en la elección
del método de poda. La poda a cargadores, o poda larga, es un requerimiento con variedades
tales como la Sultanina que tienen baja fertilidad de las yemas basales. La yema, y por ende la
posición del brote en la canopia, debe tener suficiente irradiación para la iniciación del
primordio de inflorescencias, eficiente fotosíntesis foliar y subsecuente desarrollo del fruto. La
distribución del brote determina el microclima y por lo tanto afecta la incidencia de
enfermedades, la temperatura e hidratación de las bayas, y la composición del fruto.

En la siguiente gráfica se puede observar la variación de la fertilidad, expresada en número de


racimos por nudo, en cuatro viñedos conducidos en espalderos altos a lo largo del sarmiento.

Variación de la fertilidad de yemas latentes según rango y variedad (Rodríguez, 2000)

2,50

2,00

1,50

1,00

0,50

0,00
basal 1 basal 2 basal 3 media extremo

syrah merlot malbec cabernet

El análisis muestra que existe un comportamiento similar en la variación de la fertilidad, aunque


con algunas particularidades varietales. Todas presentan una disminución de la fertilidad en la
yema número 2, para luego aumentar la misma en la parte media del sarmiento. Las
variedades presentan una variación en dos grupos de similar comportamiento. Malbec y Merlot
alcanzan la mayor fertilidad en la yema 3, mientras que Cabernet y Syrah en las yemas de la
parte media del sarmiento. La fertilidad decae hacia el extremo en todas las variedades.
Principios de la poda

Ciertos principios de la poda de la vid han sido delineados por Winkler y pueden ser
sintetizados como sigue:

Las plantas tienen una capacidad fija

Una planta en cualquier ciclo vegetativo puede madurar solamente una cierta cantidad de uva y
soportar sólo un cierto número de brotes. Esto depende de la capacidad de la planta. En efecto,
la capacidad de la planta varía con la variedad, el clima, el suelo y las prácticas de manejo del
viñedo. Una poda apropiada permitirá la expresión del potencial productivo intrínseco según la
capacidad de la planta.

La capacidad solamente se puede modificar en varios ciclos vegetativos. Para aumentarla se


deben proporcionar a las plantas los nutrientes necesarios, irrigarlos convenientemente y evitar
las producciones elevadas.

En climas templados fríos la capacidad puede comprometer no solamente la producción del


viñedo sino la calidad de la cosecha.

La poda tiende a deprimir el crecimiento

La eliminación de yemas (brotes) remueve carbohidratos que potencialmente pueden ser


utilizados para aumentar la capacidad. La poda severa restringe el número de brotes y hojas y
restringe la producción de la máxima área foliar, limitando la capacidad fotosintética del inicio
del ciclo vegetativo. La poda liviana resulta en muchos brotes y un área foliar máxima. La poda
severa aumenta el vigor pero reduce la capacidad. La capacidad varía directamente con el
número de brotes y el total del área foliar. La mayor superficie de hojas fotosintéticamente
activas aumenta la cantidad de carbohidratos que son asimilables por las reservas y para el
crecimiento. Una planta con más brotes (que ha sido podada con menor severidad) producirá
más frutos, tanto como aumenta el área foliar total. La producción se reduce con una poda
severa, debido a la menor cantidad de brotes producidos, a pesar de su vigor.

Un ejemplo de cómo influye la intensidad de la poda se observa en la producción de uva en


fresco, en el cual se realizan podas livianas, pero se complementa con un raleo importantes de
los racimos. El resultado es un incremento de la traslocación de los fotoasimilados favoreciendo
el crecimiento y el aumento de hidratos de carbono de los sumideros de la planta: bayas,
sarmientos, estructuras permanentes de la planta y raíces. En general la planta toma mayor
porte.

La producción deprime la capacidad de la planta

Una alta carga productiva deprime el vigor, ya que reduce las reservas. Un cambio a una poda
más ligera conduce a un fuerte aumento en la producción en ese año y a una disminución en el
año siguiente.

El efecto que tiene la producción sobre la capacidad es similar al efecto depresivo de la poda o
eliminación de futuros brotes. Un ejemplo claro se da en viñedos jóvenes en formación, que
tienen óptimos factores de crecimiento (agua, nutrientes, luz y temperatura), que al no tener
producción toman un vigor importante.

Es por ello que la productividad de un viñedo es una herramienta valiosa para lograr el balance
de la planta.
La fertilidad varía con el vigor del brote

Las condiciones que conducen a vigores extremos, tanto muy bajo como muy alto, no
favorecen la fertilidad. Entonces para asegurar un buen nivel de fertilidad es deseable un vigor
intermedio. A medida que aumenta el tamaño del brote aumenta el número de inflorescencias
hasta un máximo a partir de la cual comienza a disminuir.
En este caso podemos dar como ejemplo al de los chupones sin competencia que nacen del
tronco o brazos de la planta. Se trata de brotes muy vigorosos que en algunos casos alcanzan
varios metros de longitud, los entrenudos son largos, la sección es aplastada (acintadas), los
nudos poco prominentes y las yemas pequeñas y triangulares. La fertilidad de estas yemas es
muy limitada. En algunos casos verdaderos sarmientos se comportan como chupones.

El vigor varía inversamente con el número de brotes y la carga de la producción

Una alta carga reduce el vigor individual de la planta, debido a un alto número de puntos de
crecimiento. Una poda severa producirá pocos brotes de alto vigor. Por el contrario la no poda
resulta en muchos brotes de poco vigor.

Es decir que podemos hablar de dos tipos de vigor: el vigor individual de cada órgano dado por
la velocidad de crecimiento del mismo; y el vigor de la planta entera, dada por la sumatoria del
crecimiento de los órganos formados en el ciclo vegetativo actual.

La capacidad de la planta es proporcional al crecimiento potencial total

Plantas grandes tienen un mayor potencial de crecimiento que las plantas pequeñas y pueden
entonces soportar un mayor número de yemas (mayor riqueza de poda). Este principio reitera
la importancia de la capacidad de la planta para determinar la riqueza de poda.

Las plantas pueden autorregularse

Una poda severa resultará en una alta proporción de brotes no deseados. Las plantas
sometidas a podas poco severas no producirán brotes en todas las yemas francas. Al reducir la
severidad de la poda se aumentará la producción en el primer año pero luego el nivel
productivo se estabilizará. La planta regula la producción al reducir el número de brotes por
nudo, la proporción de brotes que desarrollan plenamente, y el peso del racimo (pocas bayas
por racimo y menor peso de la baya). Este principio ha sido demostrado con poda mecánica,
poda mínima y la no poda.

Este principio es medular para comprender el efecto no solamente de la poda, sino de diversas
labores culturales. Su interpretación se complementará con los componentes del rendimiento.
Por otra parte la autorregulación no es ilimitada.

La dirección del crecimiento influye en el tipo de crecimiento

El posicionado de los brotes hacia abajo tiende a disminuir el vigor. Por el contrario cuando se
posicionan hacia arriba lo estimulan. Este principio es utilizado como fundamento de algunos
sistemas de conducción, especialmente de canopia dividida para equilibrar la planta.

Épocas de la poda

La poda invernal normalmente se realiza después de la caída de las hojas y antes de la


brotación, cuando no hay transferencias apreciables de carbohidratos desde el sarmiento a las
raíces. El floema está inactivo durante el reposo y los vasos cribosos se cubren con callosa; la
poda en este estado no tiene efectos sobre el almacenamiento de carbohidratos. Antes de la
senescencia de las hojas, los carbohidratos son translocados a las partes leñosas de la planta y
la poda en este momento disminuye este importante proceso.

La poda tardía, poco antes de la brotación o cuando las yemas recién han brotado, puede
retrasar la brotación durante varios días o aún semanas. Esta estrategia puede usarse como
control indirecto de los daños por heladas y otras condiciones climáticas adversas en fases
fenológicas críticas, como en floración. Si la producción se aumenta es generalmente debido al
incremento del cuaje. En regiones con inviernos suaves la poda tardía puede aumentar
significativamente la producción.

Componentes de la producción

El estado natural de la vid es sin poda. Como tal tiene un mecanismo inherente de
autorregulación que dictamina el balance entre el crecimiento vegetativo y la parte productiva,
con una cierta producción. En el rango de la riqueza de poda que se usa comúnmente en una
poda manual, la producción se aumenta con un mayor número de nudos; sin embargo
eventualmente se llega a un punto por encima del cual nuevos aumentos en la riqueza de poda
no producen aumentos en la producción debido al efecto de compensación de otros
componentes de la producción. El primer componente, número de plantas por hectárea, o
densidad, está definido en la plantación. El número de racimos por brote (fertilidad) y el peso
del racimo están potencialmente determinados en la estación previa. El número de nudos por
planta y los brotes por nudo están determinados por la riqueza de poda y subsecuentemente
por la brotación respectivamente. El resto de los componentes se determinan posteriormente,
como el número real de racimos por brote, bayas por racimo y peso de la baya.

Componentes de la producción y el periodo que lo determina

Componentes de la Determinado en:


producción
Nº de plantas por hectárea Plantación
Nº de metros de canopia / ha Sistema de conducción y construcción
Nº de racimos / brote Iniciación de inflorescencias en el ciclo anterior
Peso del raquis Carga del año anterior
Nº de nudos / planta Riqueza de poda, invierno anterior al ciclo
Nº de flores / racimo Antes de la brotación
Nº de brotes / nudo Brotación
Nº de bayas / racimo Cuaje ciclo vegetativo corriente
Peso de la baya Crecimiento de la baya

Compensación de los componentes de la producción

Cuando se cambia uno de los componentes de la producción los demás también cambian. Por
ejemplo, si se dejan más nudos en la poda, la producción no se incrementará
proporcionalmente debido a que uno o más de los componentes se reducirán, como la
brotación, cuaje o tamaño de la baya. El componente que está bajo control por el manejo todos
los años es la riqueza de poda y el efecto sobre su variación ha sido investigado
minuciosamente.

El fenómeno de la compensación fue claramente ilustrado por un experimento de poda durante


los ciclos 1973/77 sobre plantas de Syrah, que fueron podadas a 20, 40, 80 y 160 nudos. La
producción aumentó hasta los 80 nudos, luego no hubo un aumento significativo. El aumento es
el resultado de un mayor número de brotes y por lo tanto mayor número de racimos. En
riquezas de poda mayores hubo un más alto número de brotes, pero relativamente pocos
brotes crecían más de 5-15 cm, y podían no desarrollar racimos. Además, riquezas de podas
muy elevadas tenían un promedio de peso del brote que compensaba el incremento en el
número de brotes.

Componentes de la producción de vides de Syrah promedio de cinco años (Freeman et al. 1979)

Nº de nudos dejados en la poda 20 40 80 160


Nº de brotes en la primavera 81 89 104 181
Nº de brotes en el invierno siguiente 26 41 77 103
Peso de poda (kg./planta) 2.2 3.6 3.1 2.8
Peso del sarmiento (g/brote) 102 77 40 27
Producción (kg./planta) 5.9 11.2 15.3 16.3
Nº de racimos/planta 37 74 118 167
Nº de racimos/brote 2.4 1.8 1.5 1.6
Peso del racimo (g/racimo) 157 151 130 99
Peso de la baya (g/baya) 1.28 1.22 1.17 1.15
Nº de bayas/racimo 150 154 118 99
Producción/peso de poda 2.2 3.6 5.0 5.9

Factores que afectan los componentes de la producción

Factores culturales y una secuencia fisiológica de eventos influyen en los componentes como:

Densidad de plantación

Esto determina el número de plantas por hectárea. La influencia de la densidad de plantación


sobre otros componentes está ligada al sitio y factores del sistema de conducción.

Diseño de conducción

La longitud de la canopia por hectárea se puede duplicar al dividir la canopia en dos como en el
parral en H, Lira, Smart Dyson.

Iniciación de inflorescencias

Esto ocurre durante el ciclo anterior comenzando alrededor de la floración y determina


potencialmente el número de racimos por brote, peso del racimo y por ende la producción por
nudo. En una canopia sombreada disminuirá la fertilidad, y la producción, esto puede ser
manejado por medio de la poda y técnicas de manejo de la canopia.

Esto permite la determinación de la fertilidad de las yemas antes de la poda mediante cortes
histológicos de las mismas y observación con lupa. Esta fertilidad se denomina potencial, ya
que existen procesos de dediferenciación y así una inflorescencia puede volverse en zarcillo.

Poda invernal

Determina el número de nudos dejados por planta. El número de brotes por planta está
determinado potencialmente por la riqueza de poda, pero se modifica con el porcentaje de
brotación, que está en función de la misma. Una poda severa produce un alto porcentaje de
brotación.

Brotación

El resultado de una poda severa en plantas con la capacidad de soportar más crecimiento
provocará un incremento del porcentaje de brotación (aún a más del 100 %). Esto es debido al
crecimiento de brotes no previstos y brotes múltiples en yemas francas. Inversamente, una
poda muy ligera conducirá a un bajo porcentaje de brotación.
También influye sobre la brotación el tipo de poda. La poda corta (pitones) suele presentar alto
porcentaje de brotación, mientras que la mixta o larga presentan valores menores de brotación.
Esto influye en la determinación de la arquitectura de la planta.

Floración

El número de flores por inflorescencia está determinado potencialmente poco antes de la


brotación. Las flores se terminan de formar dentro de la yema latente cuando se reinicia el
crecimiento de la planta después del reposo invernal.

Cuaje

La proporción de flores que desarrollan en bayas se regula mediante factores climáticos y


endógenos. El cuaje es mayor con menos racimos por planta. Un bajo porcentaje de cuaje es
un importante mecanismo de regulación de la producción de la planta que ha sido podada
levemente. Habitualmente el porcentaje de cuaje varía entre el 20 y el 30 %. Valores menores
producen lo que se denomina corrimiento.

Desarrollo de la baya

Condiciones climáticas (tanto macro como microclimáticas), prácticas de manejo (irrigación,


nutrición, riqueza de poda, conducción) y características genéticas determinan el peso de la
baya. Podas ligeras provocan una baya más pequeña debido al aumento en el número de
racimos.

Riqueza de poda

La riqueza de poda puede cuantificarse como el número de nudos dejados después de la poda.
Este número puede expresarse como nudos por planta, nudos por metro de hilera, nudos por
metro de canopia o nudos por unidad de superficie del viñedo. La clasificación de un sistema de
poda como pobre o rica (en función de las yemas francas dejadas) no es fácil ya que puede ser
severa en términos de nudos por planta pero no serlo en términos de nudos por hectárea. Es
por ello que siempre es mejor la expresión por superficie.

Muy Pobre, menos de 3 nudos por metro cuadrado


Esto es típico de viñedos de poca expansión vegetativa, como los espalderos bajos o los
sistemas de cabeza.

Pobre, de 3 a 6 nudos por metro cuadrado


Representativo de viñedos de poco vigor, tanto en espalderos con poda Guyot, como para
cordones bilaterales.

Media, de 6 a 9 nudos por metro cuadrado


Es típico de los espalderos altos de buen vigor y expansión vegetativa y parrales con vigor
medio.

Rica, más de 9 nudos por metro cuadrado


Es la riqueza de poda de parrales de vinificar con alto vigor.

Muy Rica, más de 12 nudos por metro cuadrado


Es la riqueza de poda de viñedos para la uva de mesa.
La poda severa producirá pocos brotes, largos, gruesos y pocos racimos. Ocurre entonces un
desbalance en favor del crecimiento vegetativo a expensas de la producción de uva,
particularmente en viñedos con moderado a alto vigor. Inversamente podas muy ligeras
producirán un gran número de brotes, cortos, delgados y muchos y pequeños racimos; la uva
puede no madurar con la calidad requerida comercialmente.

Poda balanceada

La poda balanceada es el concepto de equilibrar el número de nudos dejados en la poda con la


capacidad de la planta, el objetivo es mantener un balance entre el crecimiento vegetativo y la
producción. El objetivo básico de la poda balanceada es podar de acuerdo a la capacidad de
cada planta; en efecto es cuantificar el proceso intuitivo de un podador experimentado. Lo más
común es dejar un número específico de nudos por cada kg de madera de poda. Para las
variedades comúnmente cultivadas en nuestra viticultura se sugiere una fórmula de 20 a 40
yemas por cada kilogramo de madera de poda por planta y 10 yemas más por cada medio kilo
adicional.

Determinación de la riqueza de poda

La riqueza de poda que se adopte cada año depende del balance del crecimiento vegetativo y
productivo del año anterior. Para determinar cuando una planta está balanceada puede tomarse
los siguientes parámetros:

Relación Producción/peso de poda


La relación (F/P) da una indicación del balance entre la producción de frutos y el crecimiento
vegetativo. Esta relación variará de acuerdo a la variedad y el medio ambiente. Un valor de 5 -
10 parece ser el óptimo para un amplio rango de situaciones.

Peso de la madera de poda


Smart da un rango óptimo de 0.3 - 0.6 kg./m de canopia.

Peso del sarmiento


El peso del sarmiento es un buen índice del vigor; vigor excesivo se indica por brotes largos y
gruesos o sarmientos con excesivo crecimiento de feminelas. Se recomienda de 20 a 40 g
como el valor óptimo.

Estas y otras mediciones sugieren que la riqueza de poda puede, dentro de ciertos límites,
usarse para mejorar las características de la canopia. En viñedos vigorosos con un sistema de
conducción restringido, puede ser necesario aumentar los nudos por planta y al mismo tiempo
modificar el sistema de conducción para evitar la excesiva densidad de los brotes.

Sistemas de poda

Poda manual

La poda manual abarca un amplio número de sistemas usados en el mundo. Los sistemas se
pueden clasificar en base a:

1. Cantidad y forma de la madera de más de dos años. Las plantas pueden conducirse en una
cabeza en el ápice del tronco vertical donde soporta las unidades de poda o conducción en
cordón donde un brazo permanente o cordón soporta los pitones y/o cargadores. Los
cordones pueden ser horizontales o verticales y unilaterales, bilateral o cuadrilateral.
2. Longitud de las unidades de poda, elementos cortos (pitones) o elementos largos
(cargadores).
3. Posición y ordenamiento de los elementos de poda, conducidos hacia arriba o abajo, plano o
arqueado. El aspecto de la planta dependerá de la altura del cordón o cabeza de la planta.

En nuestro país los sistemas más comunes son:

1. Cordón bilateral, podado a pitones hacia arriba.


2. Guyot doble, con un elemento productivo el cargador y un pitón de reemplazo, los
cargadores son conducidos arqueados u horizontalmente a lo largo del alambre.
3. Guyot triple o mendocino, ídem al anterior.
4. Guyot cuádruple y séxtuple “sanjuanino”, en dos o tres pisos.
5. Parral Cuyano, típica poda mixta en canasto.
6. Parral Hache, con poda en cordones horizontales en el emparrillado del parral.

Poda a pitón

Pueden conducirse tanto en una cabeza como en un cordón, es más común esta última.
Generalmente se dejan dos yemas en cada unidad de poda. En la poda se remueve el nudo
apical con el brote y se rebaja el brote del nudo basal como pitón de dos yemas. La planta
requiere una estructura rígida para soportar los pitones.

Cuando las plantas son maduras el número de pitones dejados en la poda tiende a ser
constante. La poda corta funciona en la mayoría de las variedades excepto aquellas que son
infértiles en las yemas basales, como Sultanina. Se puede usar pitones de una yema en
variedades muy fértiles, pero generalmente se prefiere pitones de dos yemas.

Se puede usar pitones de más de dos yemas para incrementar el número de nudos por planta.
Sin embargo para evitar el excesivo desarrollo de los brazos secundarios, se combinan pitones
largos de 3 a 4 nudos con pitones de una yema (bourillon) denominado como poda de almena.
Los pitones largos (4 a 6 nudos) se usan en la Sultanina.

La poda corta en la actualidad se prefiere sobre la poda mixta por su simpleza y la economía.
Los podadores cortan con más facilidad los pitones y una planta puede podarse en la mitad del
tiempo. La posición preferida del pitón es la más cercana a la estructura del cordón y con
posición hacia arriba o afuera más que hacia abajo; son excepciones los sistemas GDC y Scott
Henry.

Poda mixta

Este sistema utiliza cargadores de alrededor de 8 a 20 nudos generalmente acompañado por


dos pitones de dos yemas de reemplazo que pueden proveer de sarmientos para el próximo
ciclo. Las plantas se conducen en canasto con los sarmientos originados en la región central
(Parral Cuyano). También pueden nacer de cordones (Parral español). En el Parral Cuyano,
puede haber de 4 a 12 cargadores por planta: el número y la longitud depende de la capacidad
y del número de nudos deseado. La longitud de los entrenudos y la distancia entre plantas
puede determinar el largo de los cargadores para poder cubrir el espacio en la hilera.

En la poda mixta, la estructura de la planta no es rígida y la forma de la planta se preserva más


fácilmente que en la poda corta. La mayoría de las variedades se adaptan a la poda mixta. Un
problema típico es la “dominancia apical” por la cual los nudos terminales brotan primero y
desarrollan más rápidamente a expensas de las yemas ubicadas en la mitad del cargador. Se
han sugerido muchas soluciones, como el “quiebre”, el arqueado (modificación bordelesa).
Experiencias recientes con cianamida promueve una mejor brotación si se aplica después de la
poda y 3 a 4 semanas antes de la brotación normal.
Costos promedios de poda y jornales en un viñedo de gran escala

Poda Jornales / ha
(aproximado)
Manual - corta 12
Manual - mixta 16 *
Mecánica 20 horas
* Esto implica 3 operaciones: 86 horas en la poda, 25 horas en el tironeo y 25 horas en la atadura.

La poda mixta en viñedos comerciales se divide usualmente en tres operaciones distintas:


1. “poda propiamente dicha” eliminación de la madera no deseada y selección de los
cargadores deseados y pitones de reemplazo.
2. “tironeo” remoción de los sarmientos cortados.
3. “atadura” ligadura de los cargadores en los alambres.

Los cargadores se pueden envolver en el alambre, desyemar el último nudo y atar antes del
mismo para evitar que se mueva.
Selección de la madera

La selección de los cargadores depende de la calidad y posición del sarmiento. Un sarmiento


fértil de buena calidad tiene las siguientes características: bien madurado o agostado con
respecto al color, dureza y relación madera a médula; una longitud promedio de entrenudos de
60 a 80 mm; color marrón en la punta; un diámetro promedio de alrededor de 7 mm; y
entrenudos redondeados o elípticos más que aplastados o acintados. Existen diferencias entre
los sarmientos que han sido bien expuestos (“sarmientos soleados”) y los que han crecido en
posiciones menos expuestas (“sarmientos sombreados”); estos últimos tienden a tener
entrenudos más aplastados, ser de colores claros y estar menos madurados. La apariencia del
sarmiento es más importante que su posición de origen en la planta.
Sistemas alternativos de poda mixta

Un sistema popular de poda mixta en Italia es el Sylvoz, que consiste de un cordón alto (1,6 m)
con cargadores de 8 a 15 nudos en intervalos regulares a lo largo del cordón. Los cargadores
se atan a un alambre inferior. Se deja un pitón de reemplazo de dos yemas por cada cargador y
se colocan tres alambres de posicionamiento del follaje por encima del cordón para soportar el
crecimiento.

Otro sistema llamado “cargadores libres” denominado así debido a que los cargadores no se
atan, es el Casarsa. A medida que avanza el crecimiento, el peso de los pámpanos y los
racimos provoca que los sarmientos pendan verticalmente. Las plantas pueden ser cosechadas
mecánicamente y la poda se puede mecanizar parcialmente.

Otros sistemas que están siendo ensayados son versiones del Scott Henry, Smart Dyson y el
Lira. La poda en cargadores está disminuyendo en popularidad con el incremento de la
mecanización. Es más común en climas fríos, donde la poda corta se dice que tiene baja
brotación y la fertilidad puede ser menor.

Una variante introducida por la Cátedra de Viticultura en los ’80 es la denominada poda
combinada, en donde la mitad de la planta se poda en un cordón pitoneado y la otra mitad con
un cargador; al año siguiente se alterna la poda. Presenta la ventaja de tener un mayor
porcentaje de brotación que la poda mixta y evita el enmaderamiento del cordón.
Herramientas de la poda manual
Se usan las tijeras para la poda manual. Recientes innovaciones de mangos móviles pueden
disminuir la fatiga. Similarmente, tijeras neumáticas e hidráulicas facilitan la poda donde es
necesario hacer cortes continuos como en el caso de la poda corta. Reducen el esfuerzo y la
fatiga, a la vez que disminuyen los costos en un 20 %. Una unidad de poda (fuente
autopropulsada con aire comprimido o bomba hidráulica) puede prestar servicio a cuatro
podadores, y ser operada por control remoto desde uno de los podadores. Existen también
tijeras eléctricas con baterías anexas. Si se usan tijeras normales de podar, un par de tijerones
y serruchos son apropiados para los cortes en madera de más de dos años. Los cortes
grandes, no obstante, deberían evitarse si fuera posible para prevenir la posibilidad de
infecciones de la “hoja de malvón”, si es necesario, deberían ser tratados con fungicidas.

Poda mecánica

Después de la mecanización de la cosecha, la poda manual queda como el mayor factor de


costos en las operaciones culturales. Sin embargo la presión para la introducción de la poda
mecánica proviene inicialmente de una amenaza en el acortamiento de la labor más que de
consideraciones de costos.

Dos puntos de vista diferentes han emergido con la poda mecánica; una que intenta simular la
poda manual, y la segunda que asume que el incremento en el número de nudos es aceptable.

La primera, mediante una prepodadora de discos, se debe complementar con un retoque para
determinar la riqueza de poda. Se adapta mejor en la poda corta. La gran ventaja es que evita
el tironeo y permite podar grandes superficies en muy poco tiempo.

La poda mecánica en la actualidad se usa cada vez más en los viñedos, particularmente en
viñedos grandes. Las ventajas más importantes son la reducción de costos, en tiempo y
requerimientos. En un viñedo de 40 hectáreas el costo anual de la poda se reducirá en un 50
%. La conversión de la poda manual a mecánica requiere la reestructuración de los cordones
viejos, o su completa remoción y reemplazo con nuevos cordones.

Poda mínima

El concepto de poda mínima fue desarrollado por el CSIRO en Merbein, Victoria siguiendo
largas observaciones son plantas no podadas, particularmente de Sultanina (Clingeleffer 1983).
El CSIRO ha patentado el término “Poda Mínima de Plantas Conducidas en Cordón” (MPCT)
para sistemas de manejo de producción de vinos. Las plantas sometidas a poda mínima son
plantas que han sido recortadas en forma de una falda por debajo del cordón para facilitar las
operaciones culturales, como pulverizaciones, o para lograr algún grado de control de la carga.
El recorte puede ser hecho en invierno cuando las plantas están en reposo y/o en verano. Las
plantas con “poda mínima” se conducen en un sistema vertical de un simple alambre o doble.
Los sarmientos que crecen hacia abajo pueden ser cortados pero a menudo se envuelven en
los cordones permanentes para evitar la poda y maximizar el número de brotes; el crecimiento
superior no se poda. Durante sucesivos ciclos vegetativos, tanto los cordones como los
sarmientos no removidos forman una gran estructura permanente.

El éxito de la poda mínima reposa en la capacidad de la vid de la autorregulación cuando se


deja de podar o se reduce significativamente. Los brotes son más cortos que los normales con
pocos nudos y de entrenudos cortos. Se reduce el número de nudos por sarmiento por
abscisión de la yema terminal que queda sin madurar y lignificar durante el otoño. La superficie
foliar es mayor en la primera parte del ciclo (casi el doble que el área foliar de plantas podadas
manualmente en el primer mes después de la brotación). Las plantas tienen más brotes y
racimos por planta, y racimos y bayas más pequeños; por ello es necesaria la cosecha
mecánica.
Las plantas tienen una producción mayor que las podadas en forma tradicional en muchos
casos, pero existen diferencias según la variedad y región. En climas templados ha sido exitoso
en variedades como la Sultanina que tiene baja fertilidad de yemas basales. En forma similar,
en regiones frías para el Sauvignon Blanc. Variedades fructíferas tales como el Riesling, Syrah
y Chardonnay pueden requerir un monitoreo de los niveles de carga, particularmente en climas
fríos, para asegurar una maduración adecuada, especialmente en los primeros años después
de la conversión. Los niveles de carga pueden ajustarse con recortes en invierno y/o verano o
por raleos en enero para adecuar la relación hoja:fruto. En climas más cálidos, el control por
raleo es requerido menos.

En regiones de elevado vigor donde las condiciones ambientales no inducen la detención del
crecimiento durante el envero, un crecimiento descontrolado conducirá a asociar una canopia
muy densa con problemas de sombreado. Esto se ha producido en Nueva Zelanda, con
problemas de maduración despareja e inaceptables niveles de maduración. Por otra parte las
plantas pueden ser más susceptibles a diferente estrés ambiental como consecuencia de su
mayor carga y/o área foliar.

Es una técnica exitosa en regiones cálidas e irrigadas, como el extremo sur de Australia. Está
siendo ensayada en muchas regiones.

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