Вы находитесь на странице: 1из 11

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

MATERIA: FORMACION DE LA SOCIEDAD


MEXICANA
MAESTRO: DANIEL GARCIA SANTOS
ACTIVIDAD 3: Resumen sobre las causas de la
Revolución Mexicana y los gobiernos pos-
revolucionarios.

ALUMNO: ALAN DAMIAN PUENTE TREVIÑO


1816118
GPO:07
INDICE

 LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
…..Causas de la revolución Mexicana.
 GOBIERNO DE FRANCISCO I. MADERO
…..La política Agraria
…..La cuestión obrera
…..Situación financiera
 GOBIERNO DE VICTORIANO HUERTA
…..Política Interna
…..Intentos de pacificación
…..Finanzas
…..Política Agraria
…..Política Obrera
 GOBIERNO DE VENUSTIANO CARRANZA
…..Adiciones al plan de Guadalupe
…..Triunfo definitivo del constitucionalismo
…..Gobierno constitucional
…..Política interna
…..Movimiento rebeldes
…..Finanzas
…..Agrarismo
…..Movimiento obrero
 GOBIERNOS CONSTITUCIONALISTAS
…..Gobierno de Álvaro Obregón
…..Tratados de Bucareli
…..Gobierno de Plutarco Elías Calles
 MAXIMATO
…..Gobierno interno de Emilio portes gil
…..Oposición del partido Nacional Revolucionario
…..El vasconcelismo
 CARDENISMO
…..La crisis de junio de 1935
…..consolidación del poder cardenista
LA REVOLUCIÓN MEXICANA

La Revolución Mexicana, iniciada por Madero en busca de un cambio político, y


continuada por quienes le imprimieron el rumbo hacia su más amplia
transformación, es una de las etapas más trascendentales de México pues, aparte
de las modificaciones inmediatas que produjo, marcó el inicio de la evolución del
país en el siglo xx. Los gobiernos emanados del movimiento revolucionario
sentaron las bases del sistema político que dominaría durante el resto del siglo,
con base en una Carta Magna cuyo propósito fue responder a las demandas de
los grupos que atendieron el llamado del Plan de San Luis Potosí.

Causas de la Revolución mexicana


El movimiento revolucionario de 1910 tuvo su origen en problemas que fueron
gestándose a lo largo del Porfiriato, y se pueden resumir como se muestra en el
siguiente cuadro:

GOBIERNO DE FRANCISCO I. MADERO.

La política agraria
En 1910, 97% de las tierras cultivables estaba en manos de 830 hacendados, que
representaban 0.01% del total de habitantes; 500 mil propietarios poseían 2% de
las tierras y el resto era patrimonio comunal.56 La preocupación de Madero por
solucionar el problema agrario, lo llevó a vigorizar las funciones de la Comisión
Nacional Agraria. Madero y sus colaboradores consideraban la propiedad ejidal
como una estructura atrasada, por lo que favorecieron la pequeña propiedad.
La cuestión obrera
El problema obrero se había agravado por la agitación política. Esto dio lugar a la
creación de la Casa del Obrero Mundial (com), fundada en 1912. Dicha
agrupación buscó elevar el nivel educativo de los trabajadores; constituía,
asimismo, una central en donde se formaron sindicatos que sirvieron de
resistencia contra las medidas patronales opresivas. A pesar de que en materia
obrera Madero tendía hacia el conservadurismo, los obreros creyeron llegado el
momento de luchar por sus derechos. La Casa del Obrero Mundial promovió gran
número de huelgas y el gobierno decidió aumentar la injerencia del Estado para
resolver los conflictos laborales, para lo cual fue creado el Departamento del
Trabajo.Pero eso provocó inconformidad en algunas agrupaciones
anarcosindicalistas y entre empresarios industriales que temían que afectara las
relaciones obreropatronales.

Situación financiera
Al triunfo de la revolución, en mayo de 1911, el régimen de Díaz dejaba reservas
de más de 62 millones de pesos; pero debido a los gastos militares, para
noviembre León de la Barra informaba que dichas reservas habían bajado a 48
millones. El gobierno se vio obligado a pedir un préstamo a una institución
financiera de Nueva York por 10 millones de dólares. Al llegar Madero al poder, la
situación económica había empezado a deteriorarse y, en 1912, el presidente
informó que la recaudación era 20% inferior a la del año anterior. Para resolver la
situación, el gobierno concertó un nuevo préstamo por 10 millones de dólares. Sin
embargo, los gastos militares seguían en aumento y las reservas habían
descendido a la mitad con relación a las heredadas del régimen porfirista.

GOBIERNO DE VICTORIANO HUERTA.

Política interna
El gobierno de Victoriano Huerta fue impuesto por la fuerza militar, y anuló la
libertad y la democracia. Con Huerta reaparecieron las principales características
del Porfiriato, con el agravante de que la personalidad del nuevo dictador era muy
diferente a la de Díaz, “cuyo sentido del decoro siempre fue muy marcado”.
Además, a diferencia del régimen de Díaz, en el que la oligarquía financiera se
constituyó en el grupo dominante, los militares desempeñaron un papel mucho
más importante durante el huertismo.

Intentos de pacificación
Ante la necesidad de lograr la paz, Huerta buscó el apoyo de orozquistas y
zapatistas. Empezó por conceder una amnistía general, y envió representantes a
entrevistarse con los líderes de esos movimientos y consiguieran su adhesión al
gobierno. Orozco puso algunas condiciones que fueron aceptadas por Huerta, a
quien otorgó su apoyo.
Enfrentamiento con el Poder Legislativo
Las relaciones de Huerta con el Poder Legislativo no fueron cordiales, pues no
obstante que al principio los congresistas se mostraron condescendientes, los
opositores al régimen pronto manifestaron su inconformidad. Destaca el discurso
del senador Belisario Domínguez, en el que denunciaba los crímenes de Huerta, lo
llamaba traidor y proponía su destitución. Después de que el discurso fuera
difundido, Domínguez fue asesinado. Esta acción provocó la reprobación de la
Cámara de Diputados, que exigió la investigación de los hechos.

Finanzas
En el aspecto económico, los problemas más graves fueron financieros; el plazo
para pagar los empréstitos obtenidos por León de la Barra y por Madero vencía en
junio de 1913, en momentos en que Huerta se encontraba apremiado por
conseguir fondos que le permitieran reforzar al ejército. Se adquirió un nuevo
empréstito con la banca inglesa por 156 millones de pesos. Para noviembre, la
situación se había agravado y Huerta tuvo que recurrir a préstamos forzosos,
exigidos a mexicanos y extranjeros. En enero de 1914, Huerta suspendió el pago
del servicio de la deuda exterior, mientras la crítica situación provocaba fuga de
capitales e inflación que estuvo a punto de llevar a la quiebra a los bancos; no se
pudo controlar la inflación y el peso se devaluó.

Política agraria
El régimen huertista continuó fraccionando terrenos, pero tales medidas no
solucionaron el problema. La Comisión Nacional Agraria fue abolida y en su lugar
se creó la Secretaría de Agricultura. Hacia finales de su gobierno, Huerta presentó
un proyecto para reformar la estructura agraria, con la intención de desplazar
hacia su gobierno el respaldo popular que tenían Carranza y Zapata, pero tal
proyecto no llegó a concretarse.

Política obrera
En principio Huerta trató de ganarse el apoyo obrero para estabilizar su régimen;
no sólo toleró la Casa del Obrero Mundial (com), sino que permitió la existencia de
huelgas e hizo concesiones, como otorgar aumentos de salarios, mantener el
Departamento del Trabajo, favorecer la capacitación obrera y legalizar el descanso
dominical. Asimismo, permitió que por primera vez se celebrara en México el Día
del Trabajo, el 1 de mayo de 1913.

GOBIERNO DE VENUSTIANO CARRANZA

En diciembre de 1914 Carranza convirtió al puerto de Veracruz en capital de la


República. A pesar de su débil posición militar, pudo controlar las zonas petroleras
y los principales puertos mercantes, con lo cual podía abastecerse de armas y
obtener mayores ingresos que las otras facciones. De esa manera, pudo iniciar la
obra legislativa que se proponía, dando forma a las adiciones socioeconómicas
que requería el Plan de Guadalupe.
Adiciones al Plan de Guadalupe
Entre otras cuestiones, se prometía promulgar leyes agrarias que favorecieran la
pequeña propiedad, leyes fiscales equitativas, legislación para mejorar la
condición de las clases proletarias, el municipio libre, bases para un nuevo
sistema judicial, disposiciones que garantizaran el estricto de las Leyes de
Reforma, revisión de los códigos Civil, Penal y de Comercio y de las leyes
relativas a la explotación de los recursos naturales, así como reformas para
garantizar el cumplimiento de la Constitución. La más urgente de las reformas fue
la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, la cual prometía devolver las tierras
comunales sustraídas por la mala aplicación de las Leyes de Reforma, las
concesiones de tierras otorgadas durante el Porfiriato, y las ventas ilegales
realizadas por autoridades corruptas.

Triunfo definitivo del constitucionalismo


El triunfo de los carrancistas contra Villa y Zapata se debió al genio militar de
Obregón; otro factor fue el fracaso de los gobiernos de la Convención. También
influyó la férrea posición de Carranza y de los seguidores que lo apoyaron. Las
batallas decisivas contra los villistas se libraron en Celaya, mientras Pablo
González derrotó a los zapatistas que rodeaban el valle de México, y tomó la
capital el 2 de agosto. Carranza no quiso establecerse en la ciudad de México
hasta la victoria total, y finalmente, en abril de 1916, restituyó los poderes
federales en la capital del país.

Gobierno constitucional
Una vez disuelto el Congreso Constituyente, Carranza convocó a elecciones
presidenciales y del Congreso de la Unión para el 11 de marzo de 1917. Su
candidatura para ocupar el poder Ejecutivo fue postulada por el Partido Liberal
Constitucionalista, y apoyada por los partidos liberales. El 15 de abril, Carranza
presentó su informe ante el recién elegido Congreso y dos semanas después, el 1
de mayo, tomó posesión de la presidencia.

Política interna
En 1917, México presentaba una situación similar a la vivida en ocasiones
anteriores al salir de una lucha interna: caudillos en busca del poder,
bandolerismo, crisis económica, oposición al gobierno y división dentro del grupo
en el poder. Sin embargo, se había dado un proceso evolutivo que conjugaba la
experiencia política de los revolucionarios con las nuevas clases medias surgidas
gracias al crecimiento económico en el Porfiriato. Para Carranza se hacía
necesario restaurar la paz, para consolidar su gobierno y dedicarse a la
construcción del nuevo Estado. Los villistas y zapatistas habían sido vencidos,
pero se mantenían en pie de guerra, dispuestos a crear problemas a Carranza.

Movimientos rebeldes
La paz interna no sólo era perturbada por villistas y zapatistas; había otros grupos,
como el de los hermanos Cedillo en San Luis Potosí y el de los Arenas en
Tlaxcala. Estaban también movimientos contrarrevolucionarios, como el
encabezado por Félix Díaz, quien volvió a intentar restituir el antiguo régimen; el
de Manuel Peláez en Veracruz; el de los finqueros de Chiapas; el de los
“soberanistas” de Oaxaca, y el de Abel Ortiz Argumedo, en Yucatán, surgido por el
descontento que las reformas impuestas por los carrancistas provocaron en las
clases altas y medias de Yucatán.

Finanzas
La emisión del “infalsificable” fue de corta duración, de mayo a diciembre de 1916,
debido a que no logró resolver los problemas económicos del país; además, el
gobierno hizo uso de ésta cada vez en mayores cantidades propiciando el
aumento del circulante, mientras el público se precipitaba a canjearlo por oro. Esto
generó una rápida devaluación, que obligó a la Secretaría de Hacienda a
restablecer la circulación de la moneda metálica. En 1916 el gobierno incautó las
existencias metálicas de los bancos e imponía un préstamo forzoso por 53
millones de pesos, retirados de sus reservas en oro.26 A pesar de los problemas
que enfrentó Carranza, sus medidas financieras lograron detener la inflación,
aunque no pudo crear un banco estatal, debido a la falta de reservas en oro y
plata.

Agrarismo
El agrarismo carrancista se limitó a la iniciativa para la Ley Agraria, pues consideró
inoportuno variar la política agraria en tiempos de lucha armada y, por lo mismo, la
ley de enero de 1915 no pudo cumplirse. Un año después se formó la Comisión
Nacional Agraria y se estableció una ley que reglamentaba la devolución de tierras
a los pueblos, sin ser distribuidas. Los trabajos de la Comisión Nacional Agraria
fueron muy lentos debido a que los carrancistas encontraron grandes dificultades
para llevar a cabo la reforma agraria.

Movimiento obrero
En 1917, mientras los líderes obreros se encontraban en prisión por encabezar las
huelgas que estallaron durante los años anteriores, el Congreso Constituyente
incluía en los Artículos 27 y 123 las demandas laborales más importantes. Sin
embargo, los trabajadores continuaban sometidos a jornadas de 10 o más horas
diarias, y recibían un salario que no alcanzaba a satisfacer sus necesidades. No
obstante, el respaldo que los trabajadores encontraban en los Artículos 5o. y 123
dio paso a un nuevo tipo de relación con el Estado, que empezó a ocupar el papel
de árbitro en los conflictos entre trabajadores y patrones. En el Congreso Obrero
Regional celebrado a fines de 1917, se hizo notoria. En 1919 el asesinato de
Zapata y la ejecución de Felipe Ángeles, unidos a las represiones contra el sector
obrero, revivieron los conflictos entre las clases trabajadoras y Carranza, y se
desató una nueva oleada de huelgas, con el apoyo de la fsodf y de la crom, en las
que también participaron las clases medias, representadas por el profesorado de
la ciudad de México.

CAUDILLISMO
Luego de más de diez años de lucha armada e inestabilidad, y con una economía
prácticamente paralizada por los estragos de la guerra civil, al iniciar la década de
1920 México enfrentaba el apremiante reto de consolidar un sistema político que
le permitiera recuperar el crecimiento económico y comenzar un lento proceso de
recuperación y reconstrucción en todos los ámbitos: político, económico, cultural y
social. Después de la muerte de Carranza, los autores del Plan de Agua Prieta
iniciaron un periodo de hegemonía para el grupo sonorense entre 1920 y 1935.
Éste habría de ser un periodo crucial en la historia del país, no sólo porque se
consolidó la paz; también porque habría de constituirse el régimen político que se
mantendría vigente durante el resto del siglo xx. La llamada “era de los caudillos”
inició con la presidencia de Adolfo de la Huerta, pero el papel más importante en la
construcción del nuevo régimen correspondió a Álvaro Obregón y a Plutarco Elías
Calles, respaldados por colaboradores originarios en su mayoría de los estados
del norte. Tanto esa común procedencia regional como su participación en la lucha
armada y su origen social, casi todos de clase media, permitió un nuevo tipo de
relación entre la élite política y las clases populares que fundamentó el caudillismo
populista en México. El populismo fue un movimiento desarrollado en América
Latina a principios del siglo xx, como parte de la transición iniciada al entrar en
crisis las oligarquías terratenientes que dominaron en el siglo pasado, al tiempo
que emergían nuevas clases sociales bajo el impulso de la industrialización. Sin
embargo, debido a que ninguno de esos grupos tenía la fuerza suficiente para
tomar el poder, se hizo necesaria la presencia de un gobernante fuerte, capaz de
establecer equilibrio entre los grupos opuestos. En México el populismo se
manifestó en el caudillismo, ya que coincidió con la lucha revolucionaria
organizada por las clases sociales emergentes, empeñadas en desplazar al
antiguo régimen porfirista.

GOBIERNOS CONSTITUCIONALISTAS

Gobierno de Álvaro Obregón


Después de un gobierno provisional, presidido por Adolfo de la Huerta, se llevaron
a cabo elecciones que dieron el triunfo a Álvaro Obregón para ocupar el Poder
Ejecutivo en el periodo 1920-1924. Obregón estaba consciente de que para
conservar el poder debía demostrar su capacidad para resolver los problemas
tantas veces planteados por las clases trabajadoras; por otro lado, compartía con
Madero y Carranza la defensa del régimen de propiedad privada con tendencia
hacia el capitalismo. El camino que habría de tomar para dar solución a los
problemas antagónicos de la clase trabajadora con el sector empresarial sería el
de la “conciliación de clases”, lo cual significaba “transformar la lucha
revolucionaria en trabajo”, como tarea de reconstrucción nacional llevada a cabo
por empresarios y trabajadores conciliados por el papel nivelador del Estado.

Tratados de Bucareli
Las conferencias, celebradas en la calle Bucareli de la ciudad de México, llevaron
a los siguientes acuerdos: 1) los estadounidenses aceptaron que las propiedades
agrícolas expropiadas se pagaran con bonos; 2) se formaría una comisión que
revisaría las reclamaciones acumuladas desde 1868, tratando por separado las
que se hubieran originado durante la Revolución, y 3) los comisionados mexicanos
aceptaron que el Artículo 27 no fuera retroactivo en cuanto a la nacionalización de
los hidrocarburos, siempre que los propietarios o arrendatarios hubieran efectuado
un “acto positivo” que demostrara su propósito de buscar y extraer el combustible,
antes de 1917.

Gobierno de Plutarco Elías Calles


La política de Calles estuvo encaminada a impulsar la reconstrucción nacional, por
medio del establecimiento de un Estado fuerte, sustentado en la ideología
populista y en la conciliación de clases. En este periodo empezó a materializarse
el ajuste económico y el establecimiento de un nuevo orden político.

MAXIMATO.
El periodo comprendido entre 1928 y 1934-35 se conoce como Maximato, debido
que Plutarco Elías Calles ejerció una influencia determinante en la toma de
decisiones de quienes gobernaron el país. Con la muerte de Obregón, Calles se
convirtió en el “Jefe máximo” de la llamada familia revolucionaria y, en su calidad
de “hombre fuerte”, se encontraba en una situación privilegiada para influir en la
vida política del país. Tal influencia dio origen a que las personas que ocuparon el
cargo de presidente de la República durante esos años fueran considerados
“peleles”, cuyas acciones no eran propias sino que respondían al modo en que
Calles manejaba los hilos de la política.

Gobierno interino de Emilio Portes Gil


Aunque durante el gobierno de Portes Gil la influencia de Calles se manifestó
desde un principio en la formación del gabinete presidencial, no sólo hubo
discrepancias entre ambos sobre aspectos específicos, sino que el presidente
pudo imponer sus decisiones para llevar a la práctica algunos proyectos.

Fundación del Partido Nacional Revolucionario


La idea de constituir un Partido de la Revolución fue la obra de un individuo, Calles
y, en buena medida, la expresión de su pensamiento. Como resultado de su
experiencia como presidente, tenía la convicción de que un aparato estatal fuerte
no podía constituirse sin un partido que agrupara a todos los “revolucionarios”
militares y civiles, firmemente disciplinados a la autoridad central. El 4 de marzo de
1929 quedó constituido el Partido Nacional Revolucionario (pnr), cuya Declaración
de Principios muestra congruencia con la filosofía política de Calles, que era
herencia de Obregón.

Rebelión escobarista
En la época en que se desarrollaba la lucha política por la selección del candidato
presidencial, los obregonistas decidieron pronunciarse contra Calles. El 3 de
marzo de 1929 se publicó el Plan de Hermosillo, el cual desconocía a Emilio
Portes Gil como presidente y nombraba al general José Gonzalo Escobar como
jefe supremo del movimiento; el plan era tomar las armas en defensa de las
libertades nacionales y en contra de la imposición de Calles, a quien se acusaba
como responsable verdadero del asesinato de Obregón.

Oposición al Partido Nacional Revolucionario


Los dos partidos nacionales más importantes, el pna, principal apoyo de la
candidatura de Obregón, y el plm, organización cromista de Morones, no fueron
invitados a participar en el Comité Organizador del pnr, debido a que sus
dirigentes se habían distanciado de Calles. Al quedar marginados del nuevo orden
político aquellos partidos, sus integrantes se manifestaron en oposición al recién
fundado pnr. La primera expresión contraria surgió del pna, cuyos principales
líderes, Antonio Díaz Soto y Gama y Aurelio Manrique, eran profundamente
anticallistas. En cambio, la resistencia del plm fue menos violenta debido al
debilitamiento de su líder, Morones, quien perdía fuerza mientras Vicente
Lombardo Toledano se perfilaba a sustituirlo.

El vasconcelismo
En la contienda electoral de 1929 destaca, en oposición al pnr y al régimen
callista, la participación de José Vasconcelos, quien rompiera con la familia
revolucionaria desde 1924, cuando dejó la Secretaría de Educación para buscar la
gubernatura de Oaxaca, sin conseguirla. Sus cargos como rector de la
Universidad Nacional y como secretario de Educación le habían permitido crear un
importante capital político, integrado por la adhesión de universitarios e
intelectuales; empezó su campaña con esos apoyos y más tarde fue proclamado
candidato por el Partido Nacional Antirreeleccionista (pnar).

CARDENISMO
Cuando Lázaro Cárdenas asumió el poder, en diciembre de 1934, parecía que se
inauguraba un periodo más en el que Calles controlaría el poder político, como
hasta entonces, dejando al presidente un papel de mero administrador. Muchos
creyeron que se repetiría lo acontecido a Ortiz Rubio, y aseguraban que Cárdenas
no habría de llegar al fin del sexenio. Aquellos pronósticos se fundamentaban en
la situación de conflicto en el ámbito polí- tico a causa de los excesos cometidos
por los amigos de Calles, y por la fuerza que todavía parecía tener el Jefe máximo.
Se pensó que Cárdenas no podría resolver aquellos conflictos y, por tanto, no
podría llevar a cabo el programa esbozado en su toma de posesión.

La crisis de junio de 1935


El 12 de junio de 1935 aparecieron en la prensa las “patrióticas declaraciones” de
Calles, en las que hacía un llamado al gobierno para que reprimiera el movimiento
obrero; acusaba a los cardenistas de controlar al Congreso, y manifestaba que la
formación de una mayoría de izquierda en las cámaras conduciría a un “maratón
del radicalismo” que dañaría al país y lo llevaría a la guerra civil, y aunque no
atacó directamente a Cárdenas, advirtió: “está ocurriendo exactamente lo que
sucedió en el periodo de Ortiz Rubio, cuando un grupo se decía ortiz-rubista y el
otro callista”. Esta última frase se interpretó como amenaza contra el presidente y
desencadenó la crisis.

Consolidación del poder cardenista


Después del triunfo sobre el callismo, Cárdenas necesitaba consolidar su poder,
para lo cual requería del apoyo de las fuerzas sociales y de la completa adhesión
de los miembros de la familia revolucionaria. La organización y la disciplina eran
necesarias para resolver las luchas entre los sindicatos y los movimientos
huelguísticos, pero a más largo plazo permitirían que los trabajadores colaboraran
en el progreso económico del país. La política de masas de Cárdenas se
sustentaba en el socialismo, pero no en la ideología marxista, sino que se
apartaba por igual “de las normas anacrónicas del liberalismo clásico y de las que
son propias del comunismo que tiene como campo de experimentación a la Rusia
soviética”.

FUENTES CONSULTADAS.
1. Delgado, G.. (2015). Historia de México. Legado histórico y pasado
reciente. Mexico: PEARSON.

Вам также может понравиться