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GUÍA DE FAUNA

Vertebrados de Córdoba
Esteban Martín Lépez

Director Adrián Rinaudo


Subdirectora María Victoria Muccillo

Guía de Fauna de Policía Ambiental Pág. 1


Esta Obra contó con la colaboración especial de
M. Angélica Castaño
Laura Garutti
y Noelia Paradela

Y fotografías complementarias de
Mario Cabrera
Pablo Contreras
Mauricio Testa
Eugenia Haro
Laura Garutti
Ezequiel Pozzi Tay
Lourdes Boero
David Rojas
y Nicolás Soria

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Introducción
La presente guía surge como una herramienta para la Policía Ambiental,
donde por un lado se desarrolla parte de la diversidad de vertebrados de la
provincia, excluyendo a los peces, más algunas especies que no residen en la
misma pero se nos presentan vía tráfico de fauna.

En este material se pueden observar diferentes especies con su nombre común


y nombre científico, también se desarrolla según las especies distintos datos
dependiendo de su importancia, ya sea sanitaria, paradigmática o que presente
problemas de conservación por pérdida de hábitat o mascotismo, entre otros.

En ésta guía se expondrán diferentes representantes de vertebrados


pertenecientes al grupo de los Tetrápodos, grupo que aglutina lo que
comúnmente se conoce como Anfibios, Reptiles, Aves y Mamíferos.

Éste grupo evolucionó hace unos 360 millones de años en el Devónico tardío,
a partir de un grupo de peces conocidos como Sarcopterigios, peces
pulmonados con características aletas lobulares, que antecederían a las patas.

El término tetrápodo aduce al hecho de poseer cuatro patas, aunque dichas


características no se vean representadas en la actualidad en especies como la
serpiente y los mamíferos acuáticos, por ejemplo, aunque éstos evolucionaron
de antecesores cuadrúpedos.

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Anfibios
El grupo de los anfibios es un grupo muy particular, su modo de vida
corresponde al de los primeros tetrápodos en dejar el medio acuático para
pasar a la vida en la tierra, si bien éste paso no es definitorio, ya que la
mayoría de los mismos, pasan los primeros estadios de su vida como larvas en
el agua, para una vez convertidos en adultos llevar una vida terrestre. Éste
aspecto los convierte en un importante intermediario entre los ecosistemas
acuáticos y terrestres.

Son animales ectotermos, lo que quiere decir que no son capaces de regular
internamente su temperatura corporal, por lo que su actividad está
condicionada por las condiciones medioambientales. Su piel es desnuda y
posee una gran cantidad de glándulas que ayudad a mantener el cuerpo
húmedo y lo protegen de la desecación.

Los anfibios se dividen en tres Órdenes principales: Urodelos (salamandras y


tritones) no presentes en nuestro país, Ápodos (cecilias, anfibios sin patas)
presentes en el norte del país y Anuros (sapos y ranas) único grupo en la
provincia de Córdoba.

En Argentina existen unas 175 especies de anfibios, 34 de ellas se encuentran


en la Provincia de Córdoba. Algunas especies son comunes del Bosque
Chaqueño como la ranita vizcachera (Leptodactylus bufonius), la rana mono
(Phyllomedusa sauvagii) o el sapo rococó (Rhinella schneideri), otras especies
son comunes de la llanura pampeana como la ranita del zarzal (Hypsiboas
pulchellus) y el escuerzo (Cerathophrys ornata). Algunos son endémicos de
las Sierras de Córdoba y San Luis como la ranita trepadora (Hypsiboas

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cordobae), el sapito de Achala (Rhinella achalensis), el sapito de cuatro ojos
(Pleurodema kriegi) o el escuercito de Achala (Odontophrynus achalensis).

Según la última categorización de especies realizado por la Asociación


Herpetológica Argentina en el año 2012, respecto al estado de conservación,
se destacan el sapito de achala como Amenazado y a la ranita de cuatro ojos,
el escuercito de Achala y el escuerzo como Vulnerables. Los tres primeros
habitan la Pampa de Achala, lugar que se destaca para los mayores esfuerzos
de conservación.

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Reptiles
El grupo conocido como Reptiles agrupa varios Órdenes bastante
heterogéneos, entre los que se puede mencionar: Crocodylia (cocodrilos,
caimanes y gaviales), Rhynchocephalia (tatuaras, presentes en Nueva
Zelanda), Squamata (lagartos, amfisbenas y serpientes) y Testudines
(tortugas). Éste uso del término Reptil deja fuera al grupo de las Aves que
junto a los cocodrilos y varios grupos extintos, incluidos los dinosaurios,
integran el grupo Archosauria.

Los primeros reptiles aparecieron hace 320 millones de años, en el


Carbonífero superior. Éstos evolucionaron a partir los anfibios, pero traían
aparejado diversos cambios que le permitían una vida independiente del medio
acuático. Desarrollaron un huevo que le permite al embrión el desarrollo fuera
del agua conservando la humedad, además su piel es impermeable y poco
glandular y su fecundación es interna.

En la provincia de Córdoba encontramos solo representantes de dos de los


Órdenes de Reptiles: Testudines con 3 especies de tortugas y Squamata con 28
especies de lagartos, 4 amfisbenas y 36 de serpientes.

El estado de conservación de los mismos determinado por la Asociación


Herpetológica Argentina, en el año 2012, categorizó a la tortuga de tierra
(Chelonoidis chilensis) como Vulnerable. Entre los lagartos 2 especies
Amenazadas como son el chelco arborícola (Urostrophus gallardoi), del
hábitat chaqueño, y el chelco de las salinas (Liolaemus ditadai), endémico de
las Salinas Grandes, otras 7 especies están en estado Vulnerable, como el
lagarto verde de Achala (Pristidactylus achalensis) especie endémica de la
Pampa de Achala. Las serpientes en la provincia presentan 3 especies

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Amenazadas entre las que se destacan la lampalagua (Boa constrictor
occidentalis), la boa arcoíris (Epicrates alvarezi) y la culebra verde rayada
(Phylodrias agasiizii), y otras 3 especies en estado Vulnerable.

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Las serpientes u ofidios, términos sinónimos, refiere a varios grupos de
animales conocidos, entre ellos las culebras de la familia Dipsadidae
(presentes en nuestra provincia), las boas de la familia Boidae, las viboritas
ciegas de las familias Leptotyphlopidae y Typhlopidae, las víboras de la
familia Viperidae y la coral de la familia Elapidae.

Algunas de estas serpientes poseen venenos de distinta naturaleza, éstos les


son útiles al momento de alimentarse. Las serpientes que poseen veneno han
transformado algunos de sus dientes a un aparato inoculador del mismo.
Algunos miembros de la familia Dipsadidae, conocidas como culebras poseen
venenos poco potentes y peligrosos para los seres humano, éstas poseen un par
de dientes posteriores de la mandíbula formando un canal abierto por donde
pasa el veneno. Los casos de mordedura de serpiente y su posterior
envenenamiento se denominan Ofidismo (Cabrera, 2015).

Las víboras de la familia Viperidae, presentes en nuestra provincia, se


distinguen en dos grupos: las tres yararás (Bothrops sp.), por un lado, y la
cascabel (Crotalus durissus terrorificus) por otro. El ataque de una víbora, de
no encontrarse el animal, se puede reconocer por la marca dejada,
generalmente de solo dos colmillos, que son los especializados para la
inoculación. Estos colmillos son cerrados, como agujas hipodérmicas, y se
presentan en la parte anterior del maxilar.

El veneno de las yararás es hemolítico, necrosante y coagulante. Los síntomas


en los primeros 15 minutos son un fuerte dolor en la zona de la herida y la
formación de un edema azulado, caliente, que se extiende. Luego hay dolores
articulares y hemorragias internas por ruptura de vasos sanguíneos. Ya en la
primera media hora del ataque el efecto es coagulante, después hemorrágico,
originalmente en la zona del ataque y luego en otras zonas del cuerpo como

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encías. Posteriormente la fracción necrosante destruye tejidos. La muerte
puede llegar por hemorragia cerebral, fallo renal agudo o necrosis cerebral. El
antiveneno debe ser aplicado dentro de las primeras 12 horas, mejorando las
condiciones del accidente según sea aplicado lo antes posible (Cabrera, 2015).

El caso del veneno de cascabel es de acción neurotóxica, miotóxica y


hemolítica. En los primeros 15 minutos actúa la parte neurotóxica, se
producen dolores, alteraciones en la sensibilidad al tacto y hormigueos en el
rostro. Posteriormente aparecen mareos, visión borrosa y vómitos, hay
dificultad para caminar y de coordinación, dolor muscular, terminando en
coma y paro cardiorrespiratorio, en un cuadro de acción rápida que se
completa entre las ocho y diez horas del accidente. Si la evolución continúa
comienzan las acciones hemolíticas del veneno, que produce ruptura de
glóbulos rojos que liberan hemoglobina en sangre, son afectados los riñones y
anoxia en los tejidos. A las doce horas aparecen convulsiones por
impregnación tóxica en el cerebro produciéndose la muerte antes de las treinta
y seis horas. El antiveneno debe ser inoculado antes de las 6 primeras horas
del accidente (Cabrera, 2015).

El veneno de la serpiente de coral es de acción neurotóxica. Los síntomas, en


caso de mordedura, en los primeros 10 minutos son alteraciones en la
sensibilidad al tacto y/o calor, con sensación del “agrandamiento” del órgano
afectado, hormigueo y falta de sensibilidad que se extiende por el resto del
órgano. Hay caídas de los párpados, visión doble, dicción entrecortada,
mareos y abundante salivación, intenso dolor de cabeza y sueño. Avanza la
parálisis progresivamente desde la lengua y glotis, intercostales y el diafragma
hasta ocasionar el fallo cardiorrespiratorio. La muerte puede llegar entre las

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tres y ocho horas de no mediar el antiveneno. No hay casos registrados de
ataques de coral en las últimas dos décadas en la provincia (Cabrera, 2015).

Algunas consideraciones para diferenciar una culebra (familia Dipsadidae) de


una víbora (familia Viperidae): las culebras tienen escamas grandes en forma
de placas en la cabeza, las víboras poseen escamas pequeñas en la cabeza. Los
ojos de las culebras, generalmente son con pupilas redondas, mientras que las
víboras tienen pupilas verticales. Las víboras poseen un par de dientes en el
maxilar muy prominentes para la inoculación de venenos, las culebras pueden
tener todos los dientes iguales, un par de dientes mayores en la zona posterior
del maxilar o incluso un par dientes, inoculadores de veneno, anteriormente
descriptos, pero no llaman la atención como en las víboras.

Las víboras además poseen unas perforaciones a los lados de los orificios
nasales, estos pertenecen a un órgano termorreceptor, que les posibilita ver las
variaciones de calor emitidas por alguna potencial presa como un ratón, éste
órgano no lo presentan las culebras.

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Aves
Las aves aparecieron hace unos 150 millones de años en el Jurásico. Su
representante más antiguo conocido es Archeopterix, que a pesar de poseer
plumas presenta características reptilianas, como dientes, tres dedos en las
manos terminados en garras y una cola larga.

Las aves además de poseer plumas, tienen las clavículas soldadas (la fúrcula)
y una articulación en la base de la mano que posibilita el movimiento de las
alas. Las aves se originan de un grupo de dinosaurios terópodos, los raptores.
Los raptores eran activos depredadores que corrían sobre sus patas traseras,
mientras que las delanteras eran cortas y servían para agarrar a la presa.

Las plumas constituyen una característica singular de las aves, ya que no sólo
posibilitan el vuelo, también cubren y aíslan el cuerpo, logrando regular su
temperatura y son, al mismo tiempo el elemento más importante en su diseño
e identifican a todas ellas, ya que la totalidad del grupo las posee. Otra
característica es su pico corneo y la carencia de dientes. El sistema
respiratorio, está adaptado al vuelo, tiene los pulmones conectado con sacos
aéreos.

La reproducción es por fecundación interna con la formación de un huevo con


cáscara calcárea, que la hembra deposita en un lugar determinado y que debe
ser empollado para el desarrollo del embrión.

Existen en el mundo aproximadamente unas 9000 especies distribuidas


prácticamente en todo tipo de ambientes, de ellas unas 1000 viven en la
Argentina y unas 400 en la provincia de Córdoba, encontrándose la mayor

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diversidad en la zona de influencia de la Mar Chiquita, con especies acuáticas
y otras del Bosque Chaqueño circundante.

Los datos aportados sobre el estado de conservación de las diferentes especies


corresponden a la “Categorización de las aves de la Argentina según su estado
de conservación”. Trabajo realizado en 2008 por de Aves Argentinas
/Asociación Ornitológica del Plata y Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación. Las especies son ordenadas en:

 Especies en peligro de extinción: aquellas especies que están en


peligro inmediato de extinción y cuya supervivencia será improbable si
los factores causantes de su regresión continúan actuando.
 Especies amenazadas: aquellas especies que por exceso de caza, por
destrucción de su hábitat o por otros factores, son susceptibles de pasar
a la situación de especies en peligro de extinción.
 Especies vulnerables: aquellas especies que debido a su número
poblacional, distribución geográfica u otros factores, aunque no estén
actualmente en peligro, ni amenazadas, podrían correr el riesgo de
entrar en dichas categorías.
 Especies no amenazadas: aquellas especies que no se sitúan en
ninguna de las categorías anteriores y cuyo riesgo de extinción o
amenaza se considera bajo.
 Especies insuficientemente conocidas: aquellas especies que debido a
la falta de información sobre el grado de amenaza o riesgo, o sobre sus
características biológicas, no pueden ser asignadas a ninguna de las
categorías anteriores.

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Orden Passeriformes - Familia Thraupidae

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Orden Passeriformes - Familia Emberizidae

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Orden Passeriformes - Familia Cardenalidae

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Orden Passeriformes - Familia Fringillidae

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Orden Passeriformes - Familia Furnaridae

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Orden Passeriformes - Familia Turdidae

Orden Passeriformes - Familia Corvidae

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Orden Passeriformes - Familia Tyrannidae

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Orden Passeriformes - Familia Icteridae

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Orden Psittaciformes - Familia Psittacidae

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Orden Cathartiformes - Familia Cathartidae

Orden Rheiformes - Familia Rheidae

Orden Tinamiformes – Familia Tinamidae

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Orden Columbiformes - Familia Columbidae

Orden Accipritiformes - Familia Accipritidae

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Orden Faconiformes - Familia Falconidae

Orden Strigiformes – Familias Strigidae y Tytonidae

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Orden Galliformes - Familia Cracidae

Orden Apodiformes - Familia Throchilidae

Orden Phoenicopteriformes - Familia Phoenicopteridae

Orden Charadriiformes - Familia Charadriidae

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Orden Piciformes - Familia Picidae

Orden Pelicaniformes- Familia Ardeidae

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Orden Suliformes- Familia Phalacrocoracidae

Orden Gruiformes- Familia Rallidae

Orden Anseriformes- Familia Anatidae

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Mamíferos
Los Mamíferos es un grupo que apareció hace unos 210 millones de años en el
supercontinente Pangea, con carterísticas muy particulares que le son propias
como la presencia de pelos, en la gran mayoría, y en especial la presencia de
las glándulas mamarias que sirven para alimentar a las crías, formando un
fuerte lazo madre e hijo.

Es un grupo homeotermo, que como las aves, regulan a temperatura externa,


esto les ha permitido la colonización de gran parte del globo y un sin número
de nichos diferentes, llevándolos por aire, tierra y agua. Otra característica es
un una amplia mayoría de ellos la diferenciación dentaria que poseen
apareciendo incisivos, caninos, premolares y molares, ésta situación no la
presentan ni reptiles ni peces, que son los otros grupos dentados.

Ante la preocupante situación que enfrentan los ambientes naturales de


nuestro país, la información actualizada sobre especies en peligro es de vital
importancia para la gestión.

Dos de cada diez mamíferos de Argentina se encuentran amenazados. Esto es,


de las 385 especies de mamíferos que ocurren en Argentina, 81 de ellas se
encuentran en alguna categoría de amenaza. A esto se agregan tres especies
extintas, tales como la comadrejita de vientre rojo, el zorro de Malvinas y la
rata acuática grande.

Muchos se encuentran en vías de extinción como el yaguareté, oso


hormiguero, aguará guazú, venado de las pampas, huemul, tatú carreta y
ocelote.
Entre los principales factores de amenaza se destacan la pérdida,
fragmentación y degradación de hábitats, cacería, conflictos con actividades

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productivas, tráfico comercial ilegal de fauna y enfermedades (ej. Fiebre
amarilla en algunas especies de primates).

Es por ello que gran parte de los esfuerzos de conservación deben orientarse a
la conservación de ambientes, creación de nuevas reservas, corredores
biológicos y educación, que contribuyan a través de distintas acciones a la
persistencia de poblaciones viables en el largo plazo.

Para elaborar esta guía de especies se tuvo en cuenta la categorización del


Libro Rojo de Mamíferos Amenazados de la Argentina de la Sociedad
Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM), Argentina, 2012.

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Orden Didelphimorphia- Familia Didelphidae

Orden Cingulata- Familia Dasypodidae

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Orden Cingulata- Familia Dasypodidae

Orden Rodentia- Familia Caviidae

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Orden Rodentia- Familia Ctenomydae

Orden Rodentia- Familia Muridae

Orden Rodentia- Familia Hydrochaeridae

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Orden Rodentia- Familia Myocastoridae

Orden Rodentia- Familia Chinchillidae

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Orden Artiodactyla- Familia Camelidae

Orden Artiodactyla- Familia Tayassuidae

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Orden Artiodactyla- Familia Cervidae

Orden Carnivora- Familia Felidae

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Orden Carnivora- Familia Canidae

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Orden Carnivora- Familia Mustelidae

Orden Chiroptera- Familia Phyllostomidae

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Bibliografía
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Anexo I
Centros de atención en casos de Ofidismo

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Guía de Fauna de Policía Ambiental Pág. 61
Anexo II
Aves Exóticas permitidas

Por Noelia Paradela

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Guía de Fauna de Policía Ambiental Pág. 63

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