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La psicología educativa y los estilos de aprendizaje.

La finalidad de este escrito es dar a conocer los estilos de aprendizaje y cómo estos se

relacionan con la psicología educativa en el ámbito escolar, contribuyendo a la adquisición

de nuevos conocimientos para el mejoramiento del bienestar académico del NNA; teniendo

en cuenta el papel que desempeña el psicólogo en el contexto estudiantil ya que es un

componente importante en la orientación, motivación y acompañamiento de esta población.

Así mismo, resaltar su labor en el descubrimiento y prevención de los diferentes

inconvenientes que puedan presentar los estudiantes en su proceso académico,

específicamente en obtener un nuevo saber.

En relación con lo anterior, es necesario tener claridad que el campo de la psicología

educativa tiene como objeto de estudio los procesos de enseñanza-aprendizaje en

escenarios educativos, sean estos de carácter formal, informal y de educación para el

desarrollo humano y el trabajo; teniendo presente la interacción permanente entre los

saberes de la psicología y los saberes de la educación, así mismo las variables de naturaleza

psicológica que intervienen en el proceso educativo, las variables neurocognitivas y

socioculturales implicadas en dichos procesos (COLPSIC). De igual modo, es

imprescindible agregar que el trabajo que desempeña el psicólogo educativo es complejo,

puesto que debe potencializar la educación de los estudiantes, determinar por medio de

instrumentos de medición y evaluación las diferentes áreas de la personalidad, diagnosticar

el caso a mediar (de ser necesario, remitir a un psicólogo clínico para su adecuada

intervención), buscar las herramientas que mejor se adapten a cada escolar y al caso en

particular, proceso en el cual se consideran los factores externos e internos del NNA, ya
que son importantes para el desarrollo del aprendizaje-enseñanza permitiendo que éste se

dé de manera correcta y oportuna, para incrementar el potencial cognoscitivo del estudiante

en su proceso académico.

Sumado a lo anterior, el psicólogo educativo también debe identificar las variables que

facilitan el aprendizaje significativo, en especial de aquellos estudiantes que presentan

alguna dificultad en su proceso académico, debe asumir la tarea de estudiar las

condiciones, métodos de los procesos de aprendizaje, y los factores emocionales que se

involucran en las etapas del desarrollo. Quesada Castillo (1988), señala que si un estudiante

no adquiere la estrategia correcta, fracasará en el aprendizaje, ya que no basta con sólo

poseer la información y repetirla, sino que es necesario transformarla y crear nuevos

conocimientos que permitan el avance y superación del propio alumno.

En efecto, no existe un concepto universal de lo que son los estilos de aprendizaje, puesto

que para los autores es definido de manera homogénea en sus diversas investigaciones. A

nivel general, concuerdan que se trata de cómo el cerebro procesa la información o cómo es

influida de acuerdo a las percepciones que tiene cada sujeto. La definición según autores:

Gregorc (1979) afirma que el Estilo de Aprendizaje consiste en “comportamientos

distintivos que sirven como indicadores de cómo una persona aprende y se adapta a su

ambiente”, para Schmeck (1982, p.80) un Estilo de Aprendizaje es “simplemente el Estilo

Cognitivo que un individuo manifiesta cuando se confronta con una tarea de aprendizaje”.

Para Smith (1988:24) los Estilos de Aprendizaje son “los modos característicos por los que

un individuo procesa la información, siente y se comporta en las situaciones de

aprendizaje”, y finalmente, para ilustrar con una definición que abarca los diferentes

aspectos Keefe (1982) “Los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y
fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo perciben los

discentes, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje”.

Ahora bien, tener claridad sobre los Estilos de Aprendizaje ha permitido aplicar en conjunto

entre los docentes y psicólogos educativos que a través de su experiencia y conocimiento

pueden implementar estrategias para ayudar a sus estudiantes en procesos tales como

autoanálisis y autoevaluación, con el fin de facilitar en ellos las diferentes técnicas de

estudio. En particular, este trabajo simplifica el diagnóstico de los estudiantes, en el que se

obtiene un nivel más técnico y objetivo, permitiendo que se tenga libertad al momento de

elegir cómo estudiar y dejar de lado el estudio básico que comprende la observación y la

atención para ofrecer datos acerca de cómo prefieren aprender los alumnos, si estos

requieren de más o menos acompañamiento, si necesitan una estructura metodológica;

permitiendo así que la persona encargada de enseñar tenga la capacidad de tomar

decisiones sobre la selección de los materiales, presentación de la información, manera de

implementar la enseñanza (ya sea a nivel individual o grupal) y su elección en

procedimientos evaluativos en caso de ser requeridos.

Para comprender mejor, como se mencionó anteriormente sobre el concepto dado por

Keefe, los siguientes autores hacen suya la definición y la amplían, dando a conocer 4

Estilos de Aprendizaje:

Alonso, Gallego y Honey (1995, pp. 44 y 45) comentan: “La auténtica igualdad de

oportunidades educativas para los alumnos no significa que tengan el mismo libro, el

mismo horario, las mismas actividades, los mismos exámenes... El estilo de enseñar

preferido por el profesor puede significar un favoritismo inconsciente para los alumnos con

el mismo estilo de aprendizaje, los mismos sistemas de pensamiento y cualidades mentales.


Por lo anterior, resulta claro que saber más sobre los estilos de aprendizaje y cuál de éstos

define nuestra forma predilecta de aprender es importante no solo para los que se supone

que aprenden, sino también para los que han asumido la función de enseñar, pues ambos

extremos se encuentran conectados de tal forma que es posible aseverar que ningún

enseñante, por el simple hecho de asumirse como tal, deja de ser un aprendiz (y

probablemente pudiera decirse también, que ningún aprendiz está exento de ser un

enseñante potencial capaz de erigirse, tarde o temprano, en un digno sucesor de aquél).”

 Activos: Gustan de nuevas experiencias. Son de mente abierta, no escépticos y les

agrada emprender nuevas tareas. Son personas que viven en el aquí y el ahora.

 Reflexivos: Gustan observar las experiencias desde diferentes perspectivas. Reúnen

datos para analizarlos con detenimiento antes de llegar a alguna conclusión. Prefieren

ser prudentes y mirar bien antes de actuar.

 Teóricos: Suelen ser perfeccionistas. Por lo general, buscan integrar los hechos en

teorías coherentes. Gustan de analizar y sintetizar. Para ellos, la racionalidad y la

objetividad son aspectos prioritarios.

 Pragmáticos: Su principal característica se relaciona con la aplicación práctica de las

ideas. Son relistas cuando se trata de tomar una decisión o resolver un problema. Su

filosofía es: si funciona, es bueno

En consecuencia, los Estilos de Aprendizaje se deben considerar para hacer que los

estudiantes incrementen sus habilidades y procesen mejor la información. Para ello, se debe

aprender cuáles son, qué hacer cuando se requiera su aplicación.


De modo que podemos concluir, existen múltiples conceptos teóricos sobre cómo

aprendemos y captamos la información que recibimos debido a que cada persona aprende

de manera distinta, por lo que no existe una metodología mejor que otra, sino que al

emplear distintos aprendizajes permitimos identificar cuál se asemeja a nuestra necesidad y

ritmo cognoscitivo, por medio de cuál interiorizamos más aquello que necesitamos

aprender.

Referencias Bibliográficas:

 Revista Electrónica de Socioeconomía, Estadística e Informática (RESEI).


ISSN 2007–817X. Vol 1 Num. 1, Julio - Diciembre de 2012.

 Arranz, Ainhoa (Septiembre 1, 2017) Teorías del aprendizaje: Aplicaciones


educativas y prácticas. CogniFit, Salud cerebro y neurociencia.

 Garcia, G., (2016) La autoestructuración del conocimiento basado en las formas de


comprensión. La loma Tlalnepantla, Estado de México: Editorial UNID

 Martinez Geijo, P. (2007) Aprender y enseñar. Los estilos de aprendizaje y de


enseñanza. Bilbao: Mensajero.
 Alonso, CM y Gallego, D.J. (2013) Cómo diagnosticar y mejorar los estilos de
aprendizaje. Madrid: UNED, Formación Permanente.

 Woolfolk, Anita. (2006). Psicología Educativa. (9na. ed.). México

 Keefe James (1988) Aprendiendo Perfiles de Aprendizaje: manual de examinador.

 Alonso, c. M.; Gallego, D. J.; Honey, P. (1995). Los estilos de aprendizaje.


Procedimientos de diagnóstico y mejora (6° ed.). Bilbao: Ediciones Mensajero

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