Mariana Gutiérrez Gómez

201533219 - Geociencias
Texto argumentativo 2
CBU Materiales en las sociedades
17 de marzo de 2019

Polímeros Biodegradables: Los materiales destinados a cambiar el futuro de la

sociedad

Un polímero consiste en una serie de cadenas constituidas por la repetición de un

bloque (molécula) de construcción básico. Sus propiedades dependen del número de cadenas
que se puedan formar, el bloque que las constituya y los elementos químicos adicionales que
contenga. Gracias al desarrollo del método científico y en algunos casos a descubrimientos
fortuitos (serendipia), la humanidad ha sido capaz de sintetizarlos cambiando el estilo de vida
de las sociedades (Sass, 2011). Por ejemplo: prendas, accesorios, resinas, botellas de
refrescos, bolsas desechables, celulares, computadores, carros, tuberías y una gran cantidad
de envases y portacomidas, son elementos a base de polímeros sintéticos que vemos decenas
e incluso cientos de veces en una sola semana. Los polímeros que constituyen la mayoría de
los elementos en la actualidad están hechos con derivados del petróleo y tienen propiedades
que hacen difícil su degradación con medios biológicos como bacterias u organismos que los
pueden deshacer de manera natural (Bustamante, 2012). Esto representa problemas para el
medio ambiente pues, cada año se vierten aproximadamente 100 millones de toneladas de
plástico al océano (Zapata et al., 2012) y un producto tan sencillo como una bolsa hecha de
polímero de baja densidad se puede demorar 150 años en biodegradarse (Reciclajes Avi,
2018). Los polímeros biodegradables representan una ventaja sobre aquellos derivados del
petróleo porque pueden cumplir las mismas funciones con una menor energía para
sintetizarse y degradarse, representando un menor impacto para el medio ambiente.

Los polímeros derivados del petróleo son utilizados en su mayoría como empaques y
tienen como prioridad principal la preservación y protección de todo tipo de productos, sobre
todo de alimentos y materias primas. Estos productos requieren atención dada la
contaminación generada por microorganismos (bacterias, esporas, hongos, etc.) durante la
manipulación (Tharanathan, 2003). Los biopolímeros provienen de moléculas que se
producen naturalmente y pueden modificarse con plastificantes para generar mayor
resistencia y versatilidad (Castilla et al., 2007), lo que permite que cumplan las mismas
funciones que los polímeros derivados del petróleo. En base a polímeros derivados del
almidón y ácidos grasos se pueden generar empaques de plástico que tienen la capacidad de
proteger y conservar alimentos de rancidez y oxidación (Tharanathan, 2003). Polímeros que
son utilizados para aplicaciones más complejas, también pueden estar compuestos de
materiales naturales y biodegradables. Por ejemplo, la mezcla entre un polisacárido llamado
pectina y de almidón, permite generar películas que son utilizadas en equipos médicos de alta
tecnología, experimentos térmicos y pueden ser sumergidas en químicos más fuertes sin
descomponerse (Castilla et al., 2007).
Lo biopolímeros se obtienen de recursos que son renovables, lo que significa que
sintetizarlos requiere menor energía y tiene un menor impacto sobre el medio ambiente
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(Castilla et al., 2007). Cuando un recurso natural (material o servicio) es renovable significa
que el ecosistema lo puede regenerar a una velocidad mayor que la extracción humana
(Marquardt, 2006). Contrario a materiales como el almidón (extraído de la yuca), el petróleo
no es renovable, pues su formación se da tras someter materia orgánica a unas condiciones
muy específicas de presión y temperatura por millones de años. De esta manera, la materia
prima para los polímeros derivados del petróleo, no se repone más rápido que la extracción
humana, generando un costo de energía alto para ciclos como el del carbono (James et al.,
2016). Por otro lado, tan solo el 7,6% de energía que se utiliza en extraer un barril de petróleo,
se concentra en la materia prima de los polímeros sintéticos utilizados en la actualidad, lo
que significa que se pierde mucha de la energía en su proceso de obtención (Hernández,
2011). El caso contrario se presenta en un cultivo de yuca o papa para extraer almidón, en el
que los ciclos de la naturaleza misma se encargan de regular la energía necesaria.
La capacidad de degradarse debe ser un factor fundamental a la hora de evaluar un
polímero, pues el manejo de residuos se ha convertido en un reto de la modernidad (Zapata
et al., 2012). Los polímeros biodegradables presentan una enorme ventaja frente a los
derivados del petróleo, pues se pueden degradar sin ayuda humana, en periodos de tiempo
cortos y generando materia prima para las actividades fundamentales de un ecosistema
(Castilla et al., 2007). Para degradar un plástico en menos de 150 años, se requiere una gran
cantidad de energía, además, si se hace de maneras no adecuadas, se pueden liberar grandes
cantidades de dióxido de carbono a la atmosfera, recargando el ciclo del carbono (Zapata et
al., 2012). Por el contrario, los polímeros biodegradables, solo requieren de un proceso
natural, en el cuál microorganismos como bacterias utilizan sus componentes básicas para
alimentarse, lo que ahorra energía y además aporta nutrientes al ecosistema. Según Castilla
et al. (2007) películas de almidón pueden ser agregadas al polietileno de baja densidad para
bajar los porcentajes de materiales derivados del petróleo, y además aumentar sus
probabilidades de ser biodegradable, lo que demuestra que la utilización de polímeros
naturales mejora las propiedades de los que son más dañinos para el medio ambiente.
Así pues, estudios científicos han logrados demostrar que los biopolímeros tienen las
mismas aplicaciones que los polímeros derivados del petróleo y generan un menor impacto
al medio ambiente. Por un lado, están hechos con materiales renovables, lo que implica una
menor carga energética para el ecosistema a la hora de sintetizaros. Por otro lado, son
biodegradables, lo que implica que, a largo plazo, no representan una fuente de residuos que
afecta el medio ambiente. Finalmente, a pesar de poder crear nuevas alternativas a los
polímeros tradicionales, es necesario que la sociedad se concientice acerca de la utilización
excesiva de productos que a largo plazo generan daños irreversibles al medio ambiente. Ya
existen millones de toneladas de plástico en el océano, afectando ecosistemas que son la base
de la forma de vida como la humanidad la ha conocido, así que es necesario buscar
alternativas para frenar los daños y empezar una forma de vida diferente, que permita a la
humanidad convivir con el planeta tierra miles de años más. En mi opinión, el planeta
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continuará con o sin la raza humana, pero si se hacen cambios efectivos, se puede lograr que
la sociedad se mantenga en armonía con la tierra miles de años más.

Referencias
Bustamante, B. P. (2012). La degradación de los plásticos. Rev. Univ. EAFIT, 30 (94), 67-
86. Recuperado desde: https://www.publicaciones.eafit.edu.co

Castillo, H. S. V., Acosta, H. A., & Velasco, R. J. (2007). Biopolímeros naturales usados en
empaques biodegradables. Temas agrarios, 12(2), 5-19. Recuperado desde:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5002436

Elías, R. (2015). Mar del plástico: Una revisión del plástico en el mar. Revista de
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Hernández, N. (19 de abril de 2011). ¿Cuanta energía (electricidad) se requiere para

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James H. Clark, Thomas J. Farmer, Lorenzo Herrero-Davila† and James Sherwood, (2016).
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Marquardt, B. (2006). Historia de la sostenibilidad. Un concepto medioambiental en la

historia de Europa central (1000-2006). Historia crítica, (32), 172-197. Recuperado desde:
https://revistas.uniandes.edu.co/doi/abs/10.7440/histcrit32.2006.07

Reciclajes AVI, (2018). ¿Sabes cuántos años tardan en degradarse el cartón, el plástico o el
vidrio? España: Reciclajes Avi. http://reciclajesavi.es/sabes-cuantos-anos-tardan-en-
degradarse-el-carton-el-plastico-o-el-vidrio/

Sass S. (2011). Exploding Billiard Balls and Other Polymers. En Substance of Civilization
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237), New York USA: Arcade Publishing

Tharanathan, R. (2003). Biodegradable films and composite coatings: past, present and
future. Critical Review in Food Science and Technology 14, 71-78

Zapata, D., Pujol, R., & Coda, F. (2012). Polímeros biodegradables: una alternativa de futuro
a la sostenibilidad de medio ambiente. Técnica Industrial, 297, 76-80. Recuperado desde:
www.tecnicaindustrial.edu