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ALTERNATIVAS:

El constante aumento de la población mundial genera un desafío a nivel productivo y


social de manera de poder garantizar la alimentación adecuada de cada uno de los
individuos que habitan y que puedan habitar este planeta. La perspectiva poblacional
para el año 2050 es de 9000 millones de personas, en el marco de una realidad actual
donde el 95% de los alimentos que consume el hombre provienen del suelo y en
donde sería necesario un incremento del orden del 60% en la producción de alimentos
para poder satisfacer las necesidades mundiales de los próximos años. La población
actual del planeta es de 7300 millones de personas, donde según estadísticas de la
ONU, 2200 millones de personas son pobres, y en donde 805 millones de habitantes
no disponen de suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Esto
plantea que no sólo se trata de aumentar la producción de alimentos, sino que
también se debe mejorar el acceso a los mismos, ya que en un mundo donde hoy
sobran los alimentos, tener alrededor de un 10% de la población con problemas de
nutrición habla de la mala distribución que se hace de los mismos, donde pocos tienen
mucho.

Como solución a esta creciente demanda –la FAO estima que en 2050 se necesitará un
60 % más de alimentos- entra en escena la intensificación agrícola sostenible. Se trata
de un sistema de producción agrícola que, mediante un uso intensivo de los medios de
producción, busca aumentar la cantidad de recursos obtenidos de un mismo espacio de
terreno.

Mediante técnicas como el empleo de químicos, la mecanización de los procesos y la


irrigación del terreno se logra aumentar la capacidad productora de la tierra y
aprovechar la fertilidad del suelo. Sin embargo, aunque existe el lógico beneficio de
garantizar una fuente estable de alimentos durante todo el año, también hay algunas
desventajas como el impacto ambiental derivado de un enorme uso de agua y energía,
así como un mayor uso de fertilizantes y plaguicidas.

Con la aplicación de prácticas sostenibles en la agricultura se pretende además


alcanzar algunas de las metas del segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y
promover la agricultura sostenible.

https://www.sostenibilidad.com/desarrollo-sostenible/malthus-produccion-alimentos-
crecimiento-poblacion/

RELACION CON EL CURSO

La expansión de la frontera agrícola es limitada para cumplir con la demanda creciente


de alimentos, por lo que, es primordial elevar la producción de alimentos por unidad
de superficie. Los avances en biotecnología, en genética, en desarrollo de
agroquímicos, fertilizantes y biofertilizantes permite el diseño de una nueva estrategia
de producción que favorece el incremento de los rendimientos por unidad de
superficie. Sin embargo, esta mayor presión de uso de los recursos naturales exige que
se haga de un modo más eficiente, y de la mano de prácticas de buen uso y manejo de
los mismos, en particular del suelo; ya que el avance del deterioro del mismo traería
aparejado una sostenida disminución de la capacidad productiva de las tierras,
poniendo así en riesgo la seguridad alimentaria del mundo.

En amplias regiones del planeta la pérdida de productividad de los suelos por efecto de
la degradación va en aumento; hoy el 33% de la tierra se encuentra altamente
degradada y el 44% con una degradación intermedia; observándose en tales casos,
balances negativos de materia orgánica y nutrientes, incremento de la erosión tanto
hídrica como eólica, compactación, contaminación, salinización, desertificación, entre
otros; todos factores que pueden ocurrir en forma combinada y en donde el hombre a
través de su accionar tiene un rol fundamental en el desencadenamiento de los
mismos.

El suelo es un recurso natural limitado, no renovable, y su pérdida no es recuperable


en el marco temporal de la vida humana, por lo que los daños ocasionados en el
presente condicionan la vida de generaciones futuras. De no revertir esta tendencia, se
incrementará la escasez de alimentos en algunas regiones del mundo. Este aumento
de la brecha entre la demanda y la oferta de alimentos, generalmente lleva a aumento
de precios, y a incrementar la pobreza, la marginalidad, el riesgo de contraer
enfermedades, la ocurrencia de conflictos bélicos por los recursos, en donde los países
más pobres y con tierras menos productivas serán los más vulnerables ante esta
situación.

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