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MEDICINA GRECORROMANA

La colección hipocrática desde el siglo V a. C. manifestaba que “el arte médico


ofrece tres aspectos: la enfermedad, el enfermo y el médico”, pero esta peculiaridad de
la medicina se renueva constantemente, de manera que Henry Sigerist, gran
historiador
de la medicina del siglo XX, enuncia que “el médico es el único científico que todo el
mundo conoce”. Esta locución muestra el singular carácter que la medicina adoptó
cuando fue entendida como “ars” por los médicos hipocráticos. Arte es un vocablo que
tiene desde antaño distintas acepciones: artesanía, técnica, teoría, práctica,
involucradas
todas en aquella ars longa que la vita brevis impedía adquirir sin la ayuda del maestro.

Pero catalogar la medicina no es el objetivo de estas líneas. Cabe, sin embargo,


descartarla
como ciencia exacta, parecería más acertado clasificarla entre las ciencias naturales.
Al fin y al cabo, como investigador o como práctico, el médico se ocupa de la
enfermedad, fenómeno natural que ocurre en un ser natural: el enfermo. Pero no
debemos
pasar por alto que en este fenómeno influyen además de factores físicos, químicos
y biológicos, elementos psíquicos y sociales, lo que sin lugar a duda vuelve
diferentes a la medicina de la ciencia de los astros, de las piedras, de las plantas y de
los
animales. Algo semejante ocurre si se concibe la medicina como ciencia social, como
ciencia del hombre, en donde la medicina se propone investigar un aspecto de la
relación
humana, de forma parecida a la psicología, sociología o la historia; una actividad
en la cual el hombre es a la vez sujeto y objeto de la investigación. Pero nada más en la
medicina la investigación se centra en un aspecto muy singular de la realidad humana:
la enfermedad, en la que el paciente deja de ser un ente abstracto y prescindible,
cristalizado
en la justificación del médico y de la medicina como el ingrediente vivo y concreto
de la investigación misma.

la antigua Grecia contó por primera vez con las condiciones


indispensables para el estudio sistemático y profundo de la sociedad, de la naturaleza y
de la medicina. Tales condiciones se refieren, en primer término, a la organización
política de la sociedad griega en polis,51 bajo la premisa de que la participación en todos
los asuntos de la polis era un deber de cada individuo para la comunidad y para
consigo mismo.

en esta cultura se iniciaron


los estudios sobre los problemas de la sociedad. Sobresalen la obra de Platón y la de
Aristóteles, cuyo trabajo teórico se orientó hacia la investigación de la sociedad en la
que vivieron. Después de Aristóteles surgieron varias escuelas como la epicúrea, la
cínica, la estoica, que igualmente encararon la realidad social y encontraron en ella
más argumentos para justificar la desigualdad en la sociedad y entre las personas, así
como entre los géneros.
En los años anteriores a la Antigüedad Clásica, los griegos transformaron algunos
templos en hospitales y en los cultos al dios Asclepio las mujeres participaban
realizando
y apoyando prácticas médicas. Posteriormente, en lo que se ha denominado el
“Siglo de Oro de Pericles” –por motivos políticos relacionados con la representación
del poder–, a la mujer helénica se le prohibió ejercer la medicina que se desarrollaba
dentro del concepto de la tekhné iatriké,52 aunque las prácticas médicas en los
asclepiones
conservaron a las sacerdotisas y los oráculos, a las pitonisas.

52 Lamedicina es “arte” o tekhné, cuando quien la practica sabe qué hace y por qué hace lo que hace, y
refiere
este doble saber al conocimiento –también racional– de la “naturaleza” o physis de la enfermedad y
del remedio. La physiología o ciencia de la naturaleza es el fundamento intelectual de la tekhné iatriké.

4.1 PERSPECTIVA PANORÁMICA DE LAS ETAPAS DE LA MEDICINA GRECORROMANA

los primeros atisbos de la medicina como un


saber científico nacen con los primeros intentos de un saber natural, es decir, de las
conjeturas de un conocimiento de la naturaleza y de sus manifestaciones que prescinde
de factores mágicos o religiosos, intentos que se deben a los esfuerzos intelectuales de
los filósofos griegos del siglo VI a. C., que si bien no se ocuparon en especial de la
medicina,
influyeron en los médicos de entonces impregnándoles el nuevo espíritu de conocer
la naturaleza de la salud y la enfermedad, dando inicio al conocimiento de la
patología científica

 ETAPA PRESOCRÁTICA: Caracterizada por la existencia de una amplia serie de


pensadores
griegos que nacieron y radicaron en varias ciudades de ese territorio como Jonia, las
islas
cercanas a costa Jónica, Sicilia e Italia, así como la Grecia continental. Se les conoce
como physiológi o fisiólogos, por ser los primeros en imaginar e inventar la noción de
physis. Trazaron las bases de la ulterior ciencia natural, posibilitando que la medicina
griega se tecnificara y racionalizara. Los más representativos personajes de esta etapa
fueron Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras, Alcmeón de Crotona, Parménides,
Heráclito, Empédocles, Anaxágoras, Demócrito y Diógenes. Todos vivieron entre la
primera mitad del siglo VI y los primeros decenios del siglo IV a. C.

 ETAPA HIPOCRÁTICA: A partir del año 500 a. C., médicos de distintas escuelas –
las más
relevantes Cnido, Cos y Crotona– fueron construyendo una medicina temática,
fundada
sobre la physiologia o ciencia natural de los presocráticos. La figura de Hipócrates de
Cos concurre como la más relevante, aunque destacaron muchos más. Además de la
devoción hipocrática originada en los eruditos alejandrinos, las escuelas médicas de
Cos y de Cnido permanecieron activas aún bajo el Imperio Romano.
 ETAPA ENTRE LOS HIPOCRÁTICOS Y LOS ALEJANDRINOS: Durante los siglos IV y III a.
C., periodo
en el que se crearon muchos de los escritos del Corpus Hippocraticum, se entrelazó
con este desarrollo médico el nacimiento y difusión de los tres máximos
movimientos de la filosofía griega: Platón (428-347) y la Academia; Aristóteles (384-
322) y el Liceo; Zenón de Citio (336-263) y sus sucesores, “los estoicos”, en la Stoa o
Pórtico.
 ETAPA DE LOS ALEJANDRINOS Y EMPÍRICOS: En Alejandría, ciudad fundada por
Alejandro
Magno, comenzó el periodo “helenístico” de la cultura griega, con su museo y su
célebre
biblioteca, convirtiéndose en el más importante centro cultural de su época. Dos
geniales médicos alejandrinos destacan de manera particular: Herófilo de Calcedonia y
Erasístrato. Educados ambos con las enseñanzas de las escuelas de Cos y Cnido, ambos
imprimieron –en su momento– un espíritu de cambio ante el saber médico que los
formó. Las múltiples causas aludidas como motivos impulsores de tales modificaciones
ejemplifican el espíritu de la joven Alejandría, rival de la vieja Grecia y culturalmente
enfrentada con ella. Tanto Herófilo como Erasístrato acabaron desarrollándose como
antihipocráticos y antiaristotélicos, cada uno a su modo y en ambos surgió la ambición
de crear una medicina científica, fundamentada sobre una nueva experiencia del
cuerpo
humano. Sus respectivas escuelas y seguidores, los herofíleos y los erasistráteos,
perduraron activos hasta el siglo III después de nuestra era.
 ETAPA DE LA MEDICINA GRIEGA EN ROMA: El colosal auge político y económico de
Roma,
asociado al creciente prestigio de la ciencia griega y a la posibilidad de acumular
riqueza
y fama, favoreció la paulatina penetración de los médicos griegos de ese tiempo en el
Imperio Romano. Primero con el casi legendario Arcágato y Asclepíades de Bitinia, les
siguió el peripatético Estratón –influido intelectualmente por Epicuro– y, finalmente,
el escéptico Enesidemo. Asclepíades fue un resuelto antihipocrático que construyó una
auténtica ars médica en Roma.
 ETAPA DE LA MEDICINA HELENÍSTICA EN EL SENO DEL IMPERIO ROMANO: Los médicos
griegos
siempre fueron considerados como “forasteros” en Roma. Estos profesionales con
tinuaron escribiendo sus tratados de medicina en griego, a modo de manifestación de
su sentir intelectual superior al de sus anfitriones. Por otro lado, los romanos hacían
sentir su ventaja política y económica. Con el tiempo la enseñanza y la práctica médica
se fueron “romanizando”, de tal forma que los romanos acabaron considerando como
propia la medicina que los griegos helenísticos les habían llevado. Es posible distinguir
los siguientes grupos o escuelas romanas de medicina:
1. La “Escuela metódica”. Iniciada por Asclepíades. El metodismo cobró forma
acabada
con Temisón de Laodicea hacia el año 50 a. C.; en el siglo II destacó Sorano de
Éfeso y llegó hasta el siglo IV con el númida Celio Aureliano.
2. En el grupo de los enciclopedistas y los farmacólogos, como compiladores de la
ciencia natural y la medicina, destacan Mario Terencio Varrón, Aulo Cornelio Celso y
Plinio el Viejo. Dentro de los farmacólogos, la figura más relevante de la medicina
romana
fue Pedanio Dioscórides, autor de una importante obra de materia médica, Hylika,
que durante milenio y medio fue la más importante farmacopea médica de
Occidente. Antes de Dioscórides se distinguió en este campo Andrómaco de Creta,
médico de Nerón.
3. La “Escuela neumática”. Derivada del neumatismo hipocrático y la filosofía
estoica.
Destacaron Ateneo de Atalia y Areteo de Capadocia, máximo clínico y nosógrafo de
su época.
4. La “Escuela ecléctica”. La aversión a la unilateralidad de las diferentes doctrinas
médicas, la certeza de que en todas ellas existe alguna parte de verdad y la necesidad
de aplicarlas bajo la insuperable autoridad de la experiencia clínica originaron el
eclecticismo
médico, que se hace presente desde el siglo I hasta el siglo III. Sus representantes
más significativos fueron Agatino de Lacedemonia, Heródoto, Arquígenes de
Apamea, Antilo, Rufo de Éfeso y también el ya mencionado Areteo de Capadocia.
 ETAPA GALÉNICA: Galeno es la estrella final de la medicina antigua, por la
importancia
de su obra personal en todos los campos del saber médico –anatomía y fisiología,
semiología,
patología, terapéutica, higiene–, fuera a causa de que en sus escritos recuperó
y expuso casi toda la medicina griega, desde Hipócrates –a quien reverenciaba–,
hasta la segunda mitad del siglo II, o también debido a que supo reconocer y utilizar la
enseñanza filosófica de Platón, Aristóteles y los estoicos.
 ETAPA POSTGALÉNICA: Con la muerte de Galeno parece extinguirse la capacidad
creadora
de la medicina helenística-romana. Sólo figuras de escaso relieve lograrían citarse
entre la fecha de su muerte y el inicio de la medicina bizantina. Sin embargo, debemos
imaginar la significativa colisión que en el siglo III se produjo entre el galenismo y el
joven cristianismo romano.
Desde los primeros pensadores presocráticos hasta la muerte de Galeno transcurrieron
casi ocho siglos. Las ideas originarias y fundamentales de aquellos precursores fueron
desarrollándose de una forma homogénea durante esas ocho centurias. Podemos
entender que Galeno sabe “más” que Empédocles o Demócrito acerca del cuerpo
humano, pero eso que sabe lo sabe “del mismo modo”. Todo indica que la idea de
physis
o “naturaleza” fue a la vez el fundamento y el punto de partida de la medicina técnica
griega, que ulteriormente fue asimilada en la medicina de una cultura tan distante
de la helénica como lo fue la de la Roma antigua, en donde se facilitaron las
condiciones
para las bases últimas de su vida intelectual. La medicina antigua terminó cristalizando
en un auténtico paradigma científico técnico: el galénico. Pero este modelo
científico –nacido cuando la creatividad de la cultura antigua estaba extinguiéndose–
operará a través de las diversas culturas medievales como la bizantina, la arábiga, la
judía y la cristiano–europea, posteriores a la muerte de Galeno y, ulteriormente, a
través de la cultura cristiana del Renacimiento.
 ALCMEÓN DE CROTONA. La ciudad de Crotona en la Magna Grecia fue en el siglo
VI a. C.
sede de la escuela pitagórica y también de una escuela médica, que si bien era
independiente
de la hermandad pitagórica, sus miembros deben haber tenido contacto con
ella. Una influencia directa sobre la medicina se pudo ejercer desde la escuela de
Pitágoras
o de los pitagóricos: filósofos y matemáticos, místicos y políticos, que vieron en el
conocimiento matemático y en el número el espíritu de rigor y de armonía, cuyo
sentido
místico de pureza de cuerpo y alma impregnaron los conceptos aún vigentes de la
salud como armonía y equilibrio, y la enfermedad como una ruptura o desorden. Al
mismo tiempo, el médico bajo esta influencia asumió funciones de perímetros éticos,
que hoy se encuentran contenidos en el llamado “Juramento hipocrático”, considerado
actualmente de origen pitagórico.
A la escuela médica de Crotona perteneció uno de los médicos griegos más antiguos
conocidos: Demócedes, médico práctico a quien las vicisitudes de la época lo llevaron a
la corte persa de Darío como prisionero, aunque más tarde circunstancias también
especiales
le permitieron regresar a su ciudad natal. Pero, sin lugar a dudas, el más relevante
de sus miembros fue el médico llamado Alcmeón de Crotona. El contraste entre
estos dos médicos –ambos nacidos en el curso del siglo VI a. C.– muestra con cierta
certidumbre el tránsito de la medicina meramente empírica –quizá aún no desprovista
por completo de alguna línea mágica– a la resueltamente técnica, basada sobre la idea
de la physis y el conocimiento científico de ésta (ibid.: 59).

Como un merecido homenaje a Alcmeón de Crotona, los médicos debemos recordar


siempre que él es en la historia universal el iniciador de la patología “fisiológica” o
“científica”.

La salud está sostenida por el equilibrio de las potencias (isonomía tön dynameón): lo
húmedo y lo seco, lo frío y lo cálido, lo amargo y lo dulce, y las demás. El predominio de
una de ellas (monarkhía) es causa de enfermedad, pues tal predomino de una de las dos
es pernicioso. En lo tocante a su causa, la enfermedad sobreviene a consecuencia de un
exceso de calor o de frío; y en lo concerniente a su motivo, por exceso o defecto de
alimentación;
pero en lo que atañe al dónde, tiene su sede en la sangre, en la médula
(myelós, parte blanda contenida dentro de un tubo duro) o en el encéfalo. A veces se
originan
las enfermedades por obra de causas externas: por la peculiaridad del agua de la
comarca, por los esfuerzos excesivos, forzosidad (anánke) o causas análogas. La salud,
por el contrario, consiste en la bien proporcionada mezcla de las cualidades (apud
Cortés Riveroll et al., 2003: 30).

HIPÓCRATES DE COS Y EL CORPUS HIPPOCRATICUM


En los orígenes de la ciencia occidental se halla el tránsito de la medicina credencial o
prerracional hacia la medicina racional en la antigua Grecia. Dos conceptos básicos se
crearon para que la medicina empírico-mágica se convirtiese, hacia el año 500 a. C., en
medicina técnica: el de physis o naturaleza y el de tekhné o arte. Ambas nociones
aparecieron
por primera vez en el Corpus Hippocraticum, y señalan la vía de la experiencia
contrastada con la razón.

El gran problema que tiene planteado la historia de la medicina


hipocrática es, empero, determinar si de entre los escritos del Corpus atribuidos
a la escuela de Cos, pueden señalarse algunos que sin duda, hay que atribuir al gran
maestro, o si como se afirmaba a comienzos del siglo XX, Hipócrates era un nombre
detrás del cual no hay ningún escrito.
Esta fue la época en que vivió Galeno (130-200 d.C.) que con su gran talento y su
vasta obra, produjo un clima intelectual propicio a Hipócrates, pues en sus extensos
comentarios sobre la obra de quien consideraba su “divino maestro”, mostró a la vez
una notable admiración, así como una clara independencia crítica hacia el padre de la
medicina. Entre los años 175 y 190, Galeno comentó unos veinte libros de la Colección
Hipocrática y elaboró juicios acerca de la autenticidad o ilegitimidad de diversos
tratados.

Tenemos escritos de carácter general, patológicos, quirúrgicos, terapéuticos,


traumatológicos, ginecológicos, obstétricos, pediátricos,
clínicos, deontológicos, sin que ello quiera decir que en la época hipocrática la ciencia
médica hubiese llegado a un alto grado de especialización.

El médico hipocrático no cree en el carácter sobrenatural de la


enfermedad: toda dolencia tiene causas. Lo que varía en los escritos es la
determinación
de las mismas.

 LA TEORÍA DE LOS CUATRO HUMORES. Desde el siglo V antes de nuestra era y para
explicar
el origen de las enfermedades, surgió la teoría humoral que se mantuvo con pequeños
cambios, hasta mediados del siglo XIX, cuando fue reemplazada –aunque no del todo–,
por la teoría microbiana.

El cuerpo humano contiene sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra, y esto es lo que
constituye su naturaleza orgánica y lo que sirve de base a la salud y a la enfermedad. El
hombre es, pues, tanto más sano cuanto dichos componentes se hallen entre sí en una
relación de mayor ponderación y equilibrio en lo referente a mezcla, fortaleza y
cantidad.
El ser humano sufre, en cambio, cuando alguna de dichas substancias existe en
cantidades
excesivamente grandes o pequeñas, o ha sido eliminada del cuerpo, no estando
mezclada
con las restantes (Hipócrates: Sobre la Naturaleza Humana).

No es fácil alcanzar a comprender cómo concibieron los médicos hipocráticos ésta


tesis, sin la ayuda de microscopio ni de reacciones químicas, y por ello es que
consideramos
que todo fue consecuencia directa de la simple observación de la sangre.

Teóricamente se concibió entonces, que las enfermedades se producían como


consecuencia
del aumento o disminución de uno de los cuatro humores, con sus dos cualidades:
la sangre caliente y húmeda, la flema fría y húmeda, la bilis amarilla caliente y
seca, y la bilis negra fría y seca.

La diferencia
entre flema y pus se hacía al ponerlas en agua; mientras que el pus se disuelve,
la flema se sumerge al fondo como una masa coagulada. Así se expresa con respecto a
la tos:
La tos, como ahogo o disnea, es sólo un síntoma. Tiene causas diferentes. Puede
deberse
a discrasia, bien caliente o fría, bien seca o húmeda, lo cual a su vez, tiene su causa en la
naturaleza de la materia afluente. Así, pues, como la tos no tiene causa, sino varias,
hemos de procurar, en primer término, diagnosticar la causa de que se trate. Todos los
médicos están conscientes en que, sin una diagnosis escrupulosa, no es posible un
tratamiento
adecuado. (Cortés Riveroll et. al., op. cit.: 173)
Gracias a la teoría de los cuatro humores, cualquier dolor o protuberancia podría ser
explicado como una “hinchazón” o una desarmonía de la mezcla, y en este sentido, los
humores más parecidos al comportamiento malo son la flema y la bilis amarilla. El
tratamiento
en estos casos, se siguió bajo la lógica de su evacuación y se componía de cuatro
preceptos: a) sangría y ventosas, para deshacerse de los humores malos de la
sangre; b) ayuno, para prevenir nuevas formaciones de malos humores; c) purgantes,
vomitivos y lavativas, para deshacerse de los desechos, “de arriba y de abajo”, o de
cualquier otra salida y, d) fomentos, fricciones o masajes, para buscar la difusión de la
materia morbosa.

 LA SANGRÍA. Considerada como la forma curativa más antigua desde el inicio de


la humanidad, la sangría o también llamada flebotomía, se reconoció en todos
los ámbitos del planeta y para muchas culturas, fue el remedio más importante
y de aplicación más frecuente durante el periodo más largo de la Historia de la
Medicina. Resulta difícil concebir cuáles fueron las especulaciones y
razonamientos, que indujeron al hombre al empleo de este método para tratar a
los enfermos; y como muchas veces ocurre en la historia, los primeros datos se
presentan en forma de mito. Heródoto nos relata que los egipcios aprendieron
la flebotomía de los hipopótamos, ya que después de haber comido demasiado,
frotan su piel contra un objeto puntiagudo hasta hacer fluir la sangre. No
obstante, la explicación más verosímil sobre el origen de la sangría, se basa en
la creencia mágica de los demonios que causaban enfermedad y que podían
abandonar el cuerpo con la sangre extraída, calmando o mejorando la dolencia.
 La sangría se utilizaba principalmente en todas las enfermedades inflamatorias
generales como la “pleuresía” o la “peripneumonía” y en las inflamaciones
localizadas en los intestinos, en la matriz, la vejiga, el estómago, los riñones, etc.
También se practicaba en padecimientos como el “asma”, la “ceática”, todos los
dolores de cabeza, el reumatismo, la “apoplejía sanguínea”, la epilepsia y
después de caídas, contusiones y/o golpes violentos, sin olvidarnos de aquellas
personas que hubieran sido sofocadas por un “ayre impuro ó mefítico”.61

 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA. La anatomía hipocrática es rudimentaria debido a que


no se
practicaba la disección del cuerpo humano por diversos motivos –fundamentalmente
de tipo ético–. Esta práctica estaba limitada ocasionalmente a los animales. Tal
circunstancia
puede explicar la causa de que el conocimiento de los órganos internos en
esta etapa resultó vago y propenso a las fantasías. Es posible que los huesos fueran las
partes del cuerpo mejor conocidas, en especial, para los cirujanos. En un par de
escritos
se habla del corazón, considerado el centro del calor innato y asiento de la inteligencia;
en otro, el cerebro se considera como la glándula humana más importante, que
distribuye la humedad superflua por todo el cuerpo. Importante, en este sentido, es el
papel que las diferentes escuelas hipocráticas suelen conceder al cerebro. Para la
escuela
de Cos, es el cerebro el centro básico del funcionamiento del cuerpo humano. En
otras escuelas –como la siciliana– se asignará este papel al corazón.

 EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO. Lo que más ha impresionado a la posteridad de la


medicina
hipocrática es su altísimo nivel deontológico. El famoso Juramento será siempre un
modelo de código moral de la medicina. Ha sido por casi dos y medio milenios la guía
ética de la medicina:
Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higea y Panacea y por todos los dioses y
diosas,
a quienes pongo por testigos de la observancia del siguiente juramento, que me obligo
a
cumplir con todas mis fuerzas y voluntad.
Tributaré a mi maestro de medicina el mismo respeto que a los autores de mis días,
partiendo con él mi fortuna, y corriéndolo si lo necesitase; trataré a sus hijos como a
mis
hermanos, y si quisieren aprender la ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y sin
ningún género de recompensa.
Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a
los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que
determina
la ley médica y a nadie más.
Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechoso,
según mis facultades y mi entender evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a
pretensiones que se dirijan a la administración de venenos, no induciré a nadie
sugestiones
de tal especie; me abstendré igualmente de aplicar a las mujeres pesarios abortivos.
Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza.
No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla.
En cualquier casa que entre no llevaré otro objeto que el bien de los enfermos,
librándome
de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras, y evitando sobre
todo la seducción de las mujeres o de los hombres, libres o esclavos.
Guardaré secreto acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no sea preciso que se
divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un
deber en semejantes casos. Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido
gozar felizmente mi vida y
mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga
sobre mí la suerte contraria (Apud Roger, 1965: 3-4).

El Juramento se inicia con una invocación a los dioses y con una especie de
convención,
de apoyo y de reconocimiento entre el médico maestro y el discípulo que se formó
a su lado. Termina señalando que el cumplimiento del juramento atraerá fama y buena
reputación, mientras que su incumplimiento, el destino contrario.

4.3 ESCUELAS DE MEDICINA GRIEGAS Y ROMANAS


 LA MEDICINA ALEJANDRINA. Al comenzar el siglo III a. C., el centro de la ciencia
griega es
Alejandría. Es en este siglo y en esta ciudad donde aparecen las prácticas metódicas de
la disección humana con fines científicos y los primeros anatomistas y grandiosos
médicos Herófilo y Erasístrato.
A Herófilo se debe la distinción entre cerebro y cerebelo, la descripción de partes del
cerebro (una de las cuales lleva su nombre: la prensa o tórculo de Herófilo), así como
de otras partes del cuerpo, entre ellas, el duodeno, al que bautizó de esa forma.
Distingue
las venas de las arterias, admitiendo que ambos vasos contienen sangre. Los nombres
de vena arterial y de arteria venosa, que hasta el siglo XVII designaron a las
actuales arteria y vena pulmonar, respectivamente, también le pertenecen.

 LA MEDICINA GRECORROMANA. La contribución de los romanos a la medicina


recayó
principalmente sobre los aspectos vinculados a la enseñanza y la organización de los
servicios sanitarios y de la salud pública. Es muy conocida la importancia que los
romanos
asignaron a la provisión de aguas y a la atención especial que dedicaron a la
construcción de acueductos, cloacas, termas y baños. Por otro lado, la necesidad de
disponer de médicos prácticos y de cirujanos militares llevó a los romanos a crear, para
su formación, escuelas médicas oficiales que funcionaron hasta los primeros siglos del
cristianismo.
Asimismo, se debe a los romanos la organización de las primeras enfermerías, ya
militares, ya para enfermos pobres, que darán origen más tarde a los primeros
hospitales
cuando se manifiestan las concepciones que acerca del enfermo y de la enfermedad
tributó el cristianismo. Según San Jerónimo, el primer hospital público inspirado en
aquellas concepciones se fundó en Roma a fines del siglo IV, como una institución que,
no obstante su nombre, difería de las casas de hospedaje o de los refugios para pobres
y
peregrinos que se instalaban en esa época en las grandes rutas.

4.4 BASES CIENTÍFICAS DEL TRATAMIENTO MÉDICO EN GRECIA

El médico hipocrático se veía así


mismo como un “servidor del arte”, como un “servidor de la naturaleza”tratando de
alcanzar
cuatro fines principales:
􀁸 La salvación (sin la medicina, la humanidad entera hubiese sucumbido o, por lo
menos, muchos hombres morirían).
􀁸 La salud (que puede ser “completa”o sólo “suficiente”).
􀁸 El alivio de las dolencias.
􀁸 El decoro visible del enfermo, la buena compostura de su aspecto.

La civilización romana no dejó tras de sí huellas importantes en la historia del


pensamiento
social; en general, se respaldó en la concepción de la sociedad nacida en la
antigua Grecia. El ingenio romano se ocupó más bien de problemas relacionados con la
organización, sobre todo, con el orden jurídico de su gran Estado. El resultado de este
esfuerzo fue un extraordinario sistema jurídico que la sociedad romana legó a la
humanidad como herencia perdurable.

4.5 EL MÉTODO CIENTÍFICO DE LA MEDICINA GRECORROMANA

Para Laín Entralgo (1998: 67-71), tres son las exigencias en cuya virtud es
verdaderamente
científico el conocimiento de una cosa y verdaderamente técnico el gobierno
de ella:
􀁸 La exigencia sistemática: los saberes acerca de la cosa en cuestión deben hallarse
ordenados conforme a principios ciertos y racionales.
􀁸 La exigencia metódica: esos saberes han debido ser obtenidos mediante un
método que garantice su verdad y permita su incremento.
􀁸 La exigencia teorética: esa que pide de nosotros una respuesta más o menos
satisfactoria
a la pregunta por “lo que es” en sí misma la cosa estudiada.

Para cumplir la exigencia teorética los pensadores presocráticos integraron los


siguientes
asertos:
􀁸 Cada cosa es en sí misma su naturaleza propia, su physis; conocer científicamente
lo que en sí misma es una cosa es, pues, conocer con cierto rigor la peculiaridad
de su physis.
􀁸 La physis individual y específica de cada cosa es una realización particular de la
physis del universo, la cual por esencia es unitaria, armoniosa (cosmos) soberana
e imperecedera.
􀁸 La physis universal se realiza en ciclos idénticos a sí mismos (doctrina del eterno
retorno).

En conclusión, cuatro son los conceptos fundamentales para el estudio de la


physis:

 Eidología, equivalente a la actual anatomía descriptiva o la morfología.


 Estequiología o doctrina de la composición elemental de los cuerpos naturales;
en este caso, del humano, es decir, de su estructura elemental (humor, fibra, tejido,
célula, etc.).
 Genética que en la actualidad son, la embriología y la antropogenia, y que
plantean
dos cuestiones: la filogenia (origen de la forma específica de un ser viviente)
y la ontogenia (origen de su forma individual).
 Dinámica, equivalente ahora a tres ciencias particulares, una que desde el siglo
XVII, restringiendo mucho el sentido antiguo de la palabra, es llamada actualmente
“fisiología” y a otras dos ciencias la “psicología” y la “sociología”.

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