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R E V I S T A

ENTRE
P U B L I C A C I Ó N S E M E S T R A L D E L A U N I V E R S I D A D P E D A G Ó G I C A N A C I O N A L , V O L . 1 8, N Ú M . 6 4, S E G U N D O S E M E S T R E 2 0 1 8

maestr@s 64

QUÉ HUBIERAS HECHO RESONANCIAS DEL 68


EN 1968. REPRESENTACIONES EN LAS PROTESTAS
SOCIALES EN JÓVENES CONMEMORATIVAS A 50 AÑOS
50 AÑOS DESPUÉS Guadalupe Olivier Téllez
Jorge Mendoza García –95–
Amílcar Carpio Pérez
J. Simón Sánchez Hernández BREVE HISTORIA DE UN POEMA
–46– Xavier Rodríguez Ledesma
–118–
¿CÓMO PARTICIPÉ EN EL 68?
Rocío M. Oscós 1968: UN HEREDERO
–61– HABITANTE DE LA UPN
Mario Villamil Granados
LA INFLUENCIA –135–
DEL MOVIMIENTO DEL 68
EN EL MAGISTERIO PASEANDO POR LA RUTA
Etelvina Sandoval Flores DE LA AMISTAD. ESTRATEGIA
–65– DIDÁCTICA PARA EL APRENDIZAJE
DE ARTE ABSTRACTO
LA HISTORIA MASCULINIZADA Rubén Castillo Rodríguez
Y LAS MUJERES DEL 68 –143–
Mónica García Contreras
–78–

R E V I S T A P A R A M A E S T R O S D E E D U C A C I Ó N B Á S I C A
SECCIONES
Ejercer el derecho a la lectura es tan importante como el de tomar un lápiz, un bolígrafo o un teclado
para expresar las ideas y las emociones que nos envuelven. Por eso, Entre maestros abre sus páginas no
sólo para que la explores, sino para que te lances también a la aventura de escribir.
Las secciones que contiene la revista seguramente te darán pistas para tu participación. Estas sec­
ciones están pensadas como espacios para suscitar la reflexión, el análisis, la discusión y el intercam­
bio de experiencias pedagógicas.

DESDE EL AULA PARA LA BIBLIOTECA


En esta sección encontrarás artículos escritos por Y APRENDIENDO A TRAVÉS DEL CINE
maestros que abordan temas relacionados con En estas secciones se reseñan libros y películas que
sus experiencias de investigación, innovación o aportan nuevas perspectivas al trabajo docente, y
animación en la escuela y en sus aulas. también se abren al mundo de la novela universal
y, en particular, la iberoamericana.
DESDE LOS MESABANCOS
Esta sección echará un vistazo a las producciones REDES
escritas de niños y jóvenes de educación básica, y Esta sección tiene la intención de dar a conocer
que son resultado del trabajo desarrollado en el diversos proyectos de grupos académicos ma­gis­
aula. teriales y los niveles de coordinación entre sí que
se están logrando.
PARA Y DESDE EL CONSEJO TÉCNICO
En esta sección hallarás artículos de fondo, escritos CARTAS DEL LECTOR
por docentes o especialistas. Su propósito es el de Entre maestros abre un espacio más para el
suscitar discusiones en torno a temas que están intercambio de las palabras de los lectores. Esta
presentes en el ámbito escolar y social. sección estará dedicada a la publicación de
todas las cartas de sus lectores ocupados en la
ENCUENTARIO conversación escrita.
Las aportaciones escritas y gráficas se ubican aquí, su
propósito es recrear la vida cotidiana de la escuela PARA PRACTICAR
y de otros lugares desde una óptica que nos haga Representa un anexo didáctico sugerente, se trata
reflexionar en el tiempo y espacio histórico: cuentos, de diversas actividades que maestros han llevado
poesía, relatos, fotografías, entre otros. a cabo en sus salones de clase con objetivos muy
específicos y cuyo fin es compartir y enriquecer la
HOJAS DE PAPEL QUE VUELAN enseñanza en el aula.
Aquí se comparten experiencias y análisis pedagógicos
de docentes o especialistas de otros países que
contribuyen a la discusión de temas nacionales.
DIRECTORIO UPN
Rectora Rosa María Torres Hernández
Secretaria Académica María Guadalupe Olivier Téllez
Encargada del despacho de Secretaría Administrativa Karla Ramírez
Directora de Planeación Alejandra Javier Jacuinde
Dirección de Servicios Jurídicos
Director de Biblioteca y Apoyo Académico Fernando Velázquez Merlo
Directora de Unidades upn Yolanda López Contreras
Directora de Comunicación Social Francisca Lourdes Salas Ramírez
Directora de Difusión y Extensión Universitaria Abril Boliver Jiménez
Subdirectora de Fomento Editorial Mayela Crisóstomo Alcántara

Coordinadores de Área Académica


1. Política Educativa, Procesos Institucionales y Gestión Adalberto Rangel Ruiz de la Peña
2. Diversidad e Interculturalidad Amalia Nivón Bolán
3. Aprendizaje y Enseñanza en Ciencias, Humanidades y Artes Pedro Bollás García
4. Tecnologías de la Información y Modelos Alternativos Leticia Suárez Gómez
5. Teoría Pedagógica y Formación Docente Iván Rodolfo Escalante Herrera
Posgrado Arturo Ballesteros Leiner
Centro de Enseñanza y Aprendizaje de Lenguas Elin Emilsson Ingvarsdóttir

REVISTA ENTRE MAESTR@S


Directora María del Carmen Ruiz Nakasone
Codirección Rubén Castillo Rodríguez
Asistente de dirección Anabel López López

COMITÉ EDITORIAL
Josette Jolibert (Francia) • Rafael Porlán (España) • Carlos Lomas (España) • Amparo Tusón (España)
Pilar Unda (Colombia) • Martha Cárdenas (Colombia) • Gloria Rincón (Colombia) • Blanca Bojacá (Colombia)
Lili Ochoa (Argentina) • Daniel Suárez (Argentina) • Gregorio Hernández Zamora (México)
Roberto I. Pulido Ochoa (México) • Jorge Alberto Chona Portillo (México)
CONSEJO EDITORIAL
Ma. Guadalupe Correa Soto • Teodora Olimpia González Basurto • María Luz López Morales
Marco Esteban Mendoza Rodríguez • Diana Violeta Solares Pineda • Martha Patricia Ruiz Nakazone • Angélica Jiménez Robles
Rigoberto González Nicolás • Jesús Arriaga Morales • Elizabeth Camacho González • María de Jesús López Cervantes
Linda Vanessa Correa Nava • Armando Ruiz Contreras • Lucerito Rosales Martínez • Anabel López López • Felipe Ramos Trejo
Rubén Castillo Rodríguez • Martha María Gómez Gómez • Gerardo Ortíz Moncada • Vicenta Guerra de la Cruz
Alba Liliana Amaro García
COLABORADORES
Profesores de la Red Lenguaje México. Otra educación es posible
Nodo Metropolitano (cdmx)
Nodo Valles (Oaxaca)
Nodo Costa (Oaxaca)
Nodo Monclova (Coahuila)
Nodo Zamora (Michoacán)
Diseño gráfico Margarita Morales Sánchez
Formación Margarita Morales Sánchez, María Eugenia Hernández Arriola
Traducción de resúmenes César Makhlouf Akl
Fotografías Autores de los artículos
Edición Armando Ruiz Contreras

Revista entre maestr@s es una publicación semestral de la Universidad Pedagógica Nacional, Carretera al Ajusco 24,
col. Héroes de Padierna, cp 14200, Tlalpan, Ciudad de México. Tel. 5630 9700. www.upn.mx
En este enlace se pueden descargar de manera gratuita los números de la Revista entre maestr@s:
editorial.upnvirtual.edu.mx/index.php/entre-maestr-s
Revista entre maestr@s es una revista indexada en Latindex, folio 14091, desde 2004. Publicación digital a partir de 2013.
Núm. 64, segundo semestre, 2018 (publicado en julio de 2019). Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo ante el
Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2013-071814033500-203. Número de certificado de licitud de título en trámite.
Número de certificado de licitud de contenido en trámite. issn 1405-8774. Editora responsable: Abril Boliver Jiménez
Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad de los autores.
ÍNDICE 75 El movimiento estudiantil popular
de 1968
David Pedraza Cuéllar

9
78 La historia masculinizada
DESDE EL AULA y las mujeres del 68
Mónica García Contreras
9 A 50 años del 2 de octubre de 1968
(metodología para la enseñanza de la
90 Recuerdos del 68
historia: la problematización del presente)
Erasmo Cisneros Paz
María del Carmen Acevedo Arcos
Julia Salazar Sotelo
95 Resonancias del 68 en las protestas
34 México 68 Programa Cultural de la conmemorativas a 50 años
XIX Olimpiada. Los mexicanos no son Guadalupe Olivier Téllez
atletas, son poetas
Rubén Castillo Rodríguez 102 México 68
Mauro Pérez Sosa
41 Para compartir. ¿Cómo enseño el 68
hoy a 50 años?
Mónica García Hernández

46 IMÁGENES E IMAGINARIOS
DEL 68

46 Qué hubieras hecho en 1968.


Representaciones sociales
en jóvenes 50 años después
Jorge Mendoza García
Amílcar Carpio Pérez
J. Simón Sánchez Hernández

61 ¿Cómo participé en el 68?


Rocío M. Oscós

65 La influencia del movimiento del 68


en el magisterio
Etelvina Sandoval Flores
107 El movimiento del 68
desde la retaguardia familiar
135 PARA LA BIBLIOTECA

G. Edgardo Oikión Solano 135 1968: un heredero habitante


de la UPN
111 Testimonio sobre el movimiento Mario Villamil Granados
de 1968 en México
M. Alejandro Hernández Falcón
143 PASEANDO POR LA RUTA
DE LA AMISTAD. ESTRATEGIA
ESTÉTICA PARA EL APRENDIZAJE
DE ARTE ABSTRACTO
113 ENCUENTARIO Rubén Castillo Rodríguez
Carlos Alejandro Ponzio de León
113 Venganza contra el rencor
Carlos Alejandro Ponzio de León

116 Poemas convulsivos


Leobardo Rendón G. 151 APRENDIENDO A TRAVÉS
DEL CINE

151 El memorial del 68


Minerva Vanessa Castillo Lemus
118 POEMARIO DEL 68

118 Breve historia de un poema


Xavier Rodríguez Ledesma

121 Ocho poemas sobre el 68


E D I T O R I A L

Durante los últimos 50 años, rememorar el 2 de octubre de 1968 ha im­


plicado un ejercicio de pensamiento crítico e intelectual y de posicio­
namientos políticos. Es imposible borrar de nuestras mentes, rostros y
corazones las huellas de una masacre, los gritos de tortura, la agresión
hacia los jóvenes, cuyos actos de manifestación y libertad fueron conside­
rados por el gobierno mexicano de ese entonces como acciones de deses­
tabilización, como un atentado contra el Estado.
El 3 de octubre de 1968, el gobierno intentó borrar una noche de barba­
rie con ligereza e inmediatez. Al siguiente día de la masacre, los lugares de
la represión amanecieron limpios de sangre; los encabezados de los prin­
cipales periódicos dieron carpetazo a la terrible noche de Tlatelolco y sólo
informaban sobre las Olimpiadas que 10 días más tarde se realizarían en
nuestro país.
El movimiento del 68 es el tema de la revista Entre Maestros 64. Nuestro
propósito es dar un lugar especial a lo vivido y construido a partir del mo­
vimiento estudiantil de aquel año. Para ello, convocamos a profesores de la
upn a participar en la conformación de este número con artículos que nos
invitaran a reflexionar sobre lo sucedido, con propuestas para trabajar en el
salón de clases y testimonios.
Así, en Desde el aula integramos textos que dan cuenta de la relevancia
de este movimiento y la importancia de acercar el tema a los estudiantes.
Para ello presentamos tres propuestas para trabajar dicho tema a cargo de
María del Carmen Acevedo Arcos y Julia Salazar Sotelo, Rubén Castillo Ro­
dríguez y Mónica García Hernández.
En la sección Imágenes e imaginarios del 68, algunos profesores nos
comparten sus trabajos de investigación relativos al movimiento, otros
relatan sus experiencias como actores que lo vivieron de manera directa o
indirecta. Jorge Mendoza García, Amílcar Carpio Pérez y Simón Sánchez
Hernández abordan la versión de jóvenes estudiantes que en el presente
hablan sobre su participación en el movi­miento del 68. Rocío M. Oscós
narra su experiencia como adolescente en los mítines relámpago, las reu­
niones clandestinas, las dispersiones sigilosas. Etelvina Sandoval Flores
describe cómo los estudiantes y profesores egresados de la Escuela Nacio­
nal de Maestros y la Escuela Normal Superior de México fueron partíci­
pes de múltiples acciones dentro del movimiento. David Pedraza Cuéllar
hace un breve recuento de los acontecimientos históricos del siglo xx,
los cuales van configurando el contexto del movimiento estudiantil del
68. Mónica García Contreras compila algunas reflexiones que se hacen
acerca de la participación de las mujeres en la movilización estudiantil
desde una óptica de estudios de género. Erasmo Cisneros Paz narra su
experiencia como estudiante y como maestro en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia y en el Instituto Poli­técnico Nacional, respecti­
vamente. Guadalupe Olivier Téllez plantea que el 68 marcó una etapa
histórica importante en nuestro país, considera que es un movimiento
que renace simbólicamente cada 2 de octubre, el cual se reconstituye y
enriquece a través de nuevas realidades y crisis nacionales. Mauro Pérez
Sosa relata su experiencia como adolescente estudiante de la escuela se­
cundaria 91. Edgardo Oikión Solano cuenta que, debido a su corta edad,
no fue un participante ac­tivo del movimiento, sin embargo, a través de
su hermana mayor lo vivió de cerca. Alejandro Hernández Falcón relata
que a sus 5 años de edad no participó directamente en el movimiento,
aunque reconoce que dicho acontecimiento ha tenido una influencia sig­
nificativa en su trayectoria como estudiante, académico y sindicalista.
En Encuentario, Carlos Alejandro Ponzio nos comparte el cuento Vengan-
za contra el rencor, y Leobardo Rendón nos regala dos poemas.
En Poemario del 68, Xavier Rodríguez Ledesma comparte la historia de
un poema escrito por Octavio Paz que simboliza, desde la cultura y el arte,
la crítica y la resistencia frente al poder. Asimismo, Rubén Castillo Rodrí­
guez nos invita a leer ocho poemas sobre el 68, escritos por renombrados
literatos que asumen una posición crítica y de indignación frente a lo suce­
dido el 2 de octubre de ese año.
En Para la biblioteca, Mario Villamil Granados reseña brevemente al­
gunos pasajes de la vida del profesor David Pedraza, con quien montó una
exposición de libros sobre el 68 en la biblioteca Gregorio Torres Quintero
de la upn.
En nuestra separata, Rubén Castillo Rodríguez propone actividades para
que alumnos y maestros identifiquen en la experiencia estética relacionada
con las artes una fuente de disfrute, socialización y conocimiento.
Finalmente, en Aprendiendo a través del cine, Vanessa Castillo Lemus
nos recomienda El memorial del 68, un largometraje de Nicolás Echeverría,
realizado para conmemorar el 40 aniversario del movimiento estudiantil.
46 IMÁGENES E IMAGINARIOS DEL 68

QUÉ HUBIERAS HECHO EN 1968.


REPRESENTACIONES SOCIALES EN JÓVENES
50 AÑOS DESPUÉS
Jorge Mendoza García*
jorgeuk@unam.mx
Amílcar Carpio Pérez**
acarpio@upn.mx
J. Simón Sánchez Hernández***
simsanher@yahoo.com

El presente trabajo aborda el movimiento estudiantil de 1968 a 50 años de


haber ocurrido. Mediante entrevistas y revisión de materiales de expartici­
pantes de esa gesta, se aborda la versión de jóvenes estudiantes que en el
presente proporcionan relatos sobre su hipotética participación en este mo­
vimiento. La teoría desde donde se reconstruye lo dicho por estos jóvenes,
es la de las representaciones sociales. El método de trabajo es la narrativa.

1968: el a o de la revuelta en México

Convencionalmente, se ha cifrado el inicio del movimiento estudiantil el


22 de julio, cuando hay un enfrentamiento entre dos grupos de jóvenes,
estudiantes de una preparatoria particular y una vocacional, del Instituto
Politécnico Nacional (ipn). La fuerza pública agrede a los grupos y hay con­
frontación entre estudiantes y granaderos en la Ciudadela y Bucareli. La ofi­
cialista Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (fnet) con­voca para el
día 26 a una marcha para protestar contra la represión, la cual confluye con
una manifestación de grupos de izquierda que conmemoran el aniversario

* Profesor titular de tiempo completo en la Licenciatura en Psicología Educativa de la upn. Licenciado


en Psicología y maestro en Psicología Social por la Facultad de Psicología de la Unam, y doctor en
Ciencias Sociales línea en Psicología Social por la uam-Xochimilco.
** Profesor titular de tiempo completo en la Licenciatura en Psicología Educativa de la upn. Doctor
en Humanidades (Historia) por la uam-Iztapalapa.
*** Profesor titular de tiempo completo en la Licenciatura en Psicología Educativa de la upn. Maes-
tra en Pedagogía por la unam.
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de la Revolución cubana. Un grupo de es­ dirán si esa mano se queda tendida en el

Entre maestr@s
tudiantes se dirige al centro de la ciudad, aire…” (Nexos, 1 de septiembre de 1998).
donde interviene el cuerpo de granaderos y El 2 de agosto se crea el Consejo General
se desata la trifulca, resultando algunos he­ de Huelga (cnh), el 3 de agosto se formulan
ridos, y son arrestados varios estudiantes. las demandas, que luego se conocerá como
A partir del 30 de julio se incre­menta la re­ pliego petitorio: 1. Libertad a los presos po­
presión y el gobierno da muestras de la ruta líticos (los detenidos durante el movimien­
que tomará su respuesta: soldados toman to); 2. Derogación del artículo 145 y 145 bis
instalaciones de la Universidad Nacional del Código Penal Federal (en que se estable­
Autónoma de México (unam) y del ipn, ce la disolución social); 3. Desapa­rición del
tanques y jeeps equipados con bazukas se cuerpo de granaderos; 4. Destitución de los
mueven hacia las escuelas, destruyendo la jefes de la policía (que habían es­tado al fren­
puerta de la preparatoria 1 de la unam, ubi­ te de la represión); 5.  Indemnización a las
cada en el centro de la ciudad. víctimas de los actos represivos; y 6.  Des­
El 31 de julio el dirigente sindical oficia­ linde de responsabilidades de los funciona­
lista, Fidel Velázquez, declarará que las hos­ rios involucrados en los actos de represión.
tilidades Importante es que, para dar solución a este
pliego, se demandaba un diálogo público:
... han sido dirigidas y encabezadas por que hubiera una discusión abierta sobre
agitadores profesionales de los más varia­ esos temas. Para el 23 de agosto se realiza
dos matices que obedeciendo consignas una manifestación del Casco de Santo To­
extrañas persiguen alterar el orden públi­ más al Zócalo: se calculan en unos 200 000
co y minar la autoridad del gobierno de la los participantes que llenan la plancha del
República, que no solamente está atento Zócalo. El grupo derechista Movimien­
a las necesidades del pueblo, sino que ha to Universitario de Renovada Orientación
dado pruebas de su preocupación cons­ (muro) de la unam habla de “agentes del
tante por elevar la educación y la cultura castrismo” infiltrados en el movimiento.
de la juventud mexicana (Ramírez, 1968, El 27 de agosto se realiza una marcha en
p. 177). que se calcula una asistencia de 400 000
personas. En el Zócalo se iza una bandera
El 1 de agosto el rector de la unam, Javier rojinegra, se quedan guardias en el sitio,
Barros Sierra, encabeza una manifestación que son desalojadas en la madrugada por
por el sur de la ciudad en la que participan el ejército, la policía y los bomberos. Al
unas 80 000 personas, y declara: “afianzare­ día siguiente, se realiza una ceremonia ofi­
mos no sólo la autonomía y las libertades de cial en el mismo Zócalo, en “desagravio a
nuestras casas de estudios superiores, sino la bandera”, llevan de acarreados a los bu­
que contribuiremos fundamentalmente a rócratas, quienes gritan: “somos borregos,
las causas libertarias de México” (Ramírez, beee, beee”, esta protesta también es aca­
1969, p. 179). Por su parte, en Guadalajara, llada por los granaderos y el ejército. El 1
el presidente Gustavo Díaz Ordaz expresa­ de septiembre, en el informe de gobierno,
rá: “una mano está tendida... Los mexicanos el presidente declara que hay un intento por
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boicotear los juegos olímpicos, que inician Son un conocimiento socialmente elabo­
Entre maestr@s

el 12 de octubre. El 13 de septiembre se rea­ rado y compartido, una característica de


liza la manifestación del silencio, se calcula las sociedades modernas e irreductibles a
que 250 000 personas acuden al Zócalo. El otras formas de saber (Moscovici, 1988).
18  de septiembre el ejército ocupa Ciudad Son productos socioculturales, estructuras
Universitaria (unam), y el 24 toma el Cas­ significantes que emanan de la sociedad y
co de Santo Tomás (ipn) (Ramírez, 1969). que nos conforman sobre ésta, por lo tanto,
El 2 de octubre: jóvenes, adultos, muje­ tienen un contenido particular y son de na­
res, ancianos y niños son masacrados por turaleza simbólica (Ibáñez, 1994).
el ejército y el grupo paramilitar Batallón Al surgir, el objetivo de la teoría de las re­
Olimpia. La emboscada se ha dispuesto de presentaciones era mostrar cómo una nueva
antemano para no permitir la salida de nin­ teoría científica o política es difundida en
gún asistente, se calcula que acuden unas una cultura determinada, cómo es transfor­
10 000 personas, como resultado hay cente­ mada durante este proceso y cómo cambia a
nares de muertos y heridos. su vez la visión que la gente tiene de sí mis­
ma y del mundo en el que vive. Una vez que
es difundida la teoría, se transforma en una
De representaciones sociales representación social autónoma, que puede
y narración no tener gran semejanza o incluso ninguna

Para el autor de esta aproximación, Serge


Moscovici (1961), las representaciones so­
ciales son esas “teorías” y conocimientos
que se van forjando mediante las creen­
cias de sentido común, los razonamientos
cotidianos en torno a los fenómenos de la
sociedad, derivando en explicaciones que
orientan la acción de las personas, los gru­
pos y las comunidades. Denise Jodelet, por
su parte, las define como

... imágenes que condensan un conjunto


de significados; sistemas de referencia que
nos permiten interpretar lo que nos suce­
de, e incluso, dar un sentido a lo inespe­
rado; categorías que sirven para clasificar
las circunstancias, los fenómenos y a los
individuos con quienes tenemos algo que
ver; teorías que permiten establecer he­
chos sobre ellos (Jodelet, 1984, p. 472). Marcha del 2 de octubre de 2017.
Fotos: Amílcar Carpio Pérez
49

con la teoría original. En este sentido, la autor de esta teoría: el psicoanálisis como

Entre maestr@s
representación social es un cuerpo organi­ forma de confesión fue una representación
zado de conocimientos que se constituyen que se encontró en la Francia de los años
a partir de nuestras experiencias, pero tam­ sesenta: una nueva ciencia se envolvía con
bién de las informaciones, conocimientos el manto de lo tradicional, la religión. El psi­
y modelos de pensamientos que recibimos y coanalista cobró la forma conocida del cura,
transmitimos a través de la tradición, la y la terapia cobró la forma de acto de confe­
educación, las conversaciones y la comuni­ sión (Moscovici, 1961). Pensamiento social
cación social. Son entidades prácticamente en acción, representaciones sociales en for­
tangibles; circulan, se cruzan y se cristalizan mación (Ibáñez, 1994). Es la inserción orgá­
en nuestro universo, en ese sentido, las re­ nica de lo nuevo dentro de un pensamiento
presentaciones tienen una doble vertiente, ya constituido (Jodelet, 1984). Es ese pro­
son una manera de interpretar y constituyen ceso en que las cosas nuevas, expresiones,
una forma de pensamiento: es la actividad movimientos, modas, saberes, prácticas,
mental de los grupos frente a algún obje­ se van interpretando a la luz de los sabe­
to, acontecimiento o personaje significativo res, prácticas, modas, expresiones y cosas
(Moscovici, 1961; 1988), como puede ser ya conocidas. Nuevos movimientos sociales
un movimiento social o estudiantil. se interpretan a la luz de lo acontecido en
Moscovici (1961) habla de dos procesos 1968 y por eso resulta familiar lo ocurrido
importantes: la objetivación y el anclaje, que medio siglo atrás.
se refieren a la elaboración y al funciona­ Ahora bien, en cuanto a la parte meto­
miento de la representación social. La ob­ dológica, el también estudioso del tema Ro­
jetivación tiene relación con ese proceso bert Farr (1984, p. 496) lo expresa así: en
que hace concreto lo abstracto; es un pro­ las sociedades, la gente pasa mucho tiem­
cedimiento por medio del cual las nociones po hablando y conversando, quien quiera
abstractas se convierten en imágenes y de abordar las representaciones debe poner
este modo la palabra se corresponde con el especial atención en el contenido de estas
objeto (Jodelet, 1984). Tiene que ver con conversaciones, que cobran formas muy va­
ese paso de lo conceptual a lo empírico, a riadas. De ahí la necesidad de trabajar con
lo tangible, a lo comprensible. Como po­ técnicas que produzcan discursos, narrati­
ner en personaje la noción de psicología, y vas, pues en ellas se vehicula el significado
aparece un terapeuta; o la de un científico, de lo que se conoce, representa y se desea
y aparece Einstein. En el caso del anclaje, expresar (Biglia y Bonet, 2009). Explorar
tiene que ver con el enraizamiento de la re­ las producciones de conversaciones y narra­
presentación y su objeto. Este proceso tiene tivas, en términos metodológicos, es cru­
la función de cambiar aquello desconocido o cial al momento de hacer un estudio sobre
novedoso por algo familiar, lo nuevo adquie­ representaciones, o como certeramente lo
re sentido en función de lo viejo, lo extra­ plantea Vicente Sisto:
ño se vuelve familiar, lo desconocido cobra
forma en lo conocido. Se puede citar un ... para comprender el devenir social, se
caso emblemático, la tesis de doctorado del hace urgente indagar los significados que
50

construyen los sujetos, pues son estos los o imaginarias sin que disminuya su poder
Entre maestr@s

que basan la acción individual. De ahí la de relato. El sentido y la referencia de un re­


demanda que se realiza a la investigación lato están relacionados, pues no es la verdad
social para abordar esta textura simbólica o falsedad de las oraciones, sino la secuen­
fundamental (Sisto, 2008, p. 115). cia de éstas la que determina la configura­
ción global o trama. La mirada se vuelca a la
En efecto, las representaciones, en tanto tradición, puesto que las formas de la narra­
fenómenos de grupos que se inscriben y ción son una especie de residuos sedimen­
edifican la realidad, mediante sus significa­ tarios de formas tradicionales de relatar,
ciones, tienen un eje para mantenerse: la de ahí que se indique que las narraciones
comunicación, y suelen cobrar la forma tienen raíces, que no es otra cosa que una
de conversación, narración o relatos. Las co­ vieja y ancestral forma de relatar historias.
sas fundamentales y significativas de la vida d) Asimismo, la narración se especializa en
suelen cobrar la forma de relatos, de narra­ la producción de vínculos entre lo excep­
ciones, cuando se nos interroga al respec­ cional y lo conocido, de tal manera que lo
to. Al querer comunicar ciertas situaciones canónico y lo inusual de la vida humana se
sobre nuestras propias vidas o sobre acon­ estrechan mediante la narrativa, dotando
tecimientos en que hemos estado o hemos a ambos de legitimidad, así lo inusual y lo
vivenciado, solemos recurrir a las narracio­ extraño se vuelven inteligibles. La continui­
nes para hacer inteligible lo que queremos dad de ciertos patrones culturales, al menos
decir, esto es, lo que comunicamos cobra en una de sus vertientes, se posibilita por su
la forma de relato. Narrar es relatar, contar capacidad para resolver conflictos, para ex­
(Gómez, 1985), con cierto sentido. Narra­ plicar las diferencias y renegociar los signi­
ción remite, etimológicamente, a saber de ficados de los grupos. Dicha negociación de
un modo, un modo de conocer y de comu­ significados es posible mediante el aparato
nicar (Bruner, 2002), que es lo que señala, narrativo de que dispone una sociedad para
asimismo, Hayden White (1987, p. 17): na­ hacer frente a lo canónico y lo excepcional.
rrativa, narración, narrar, derivan del latín Y lo significativo es un logro humano (Bru­
gnarus que significa conocedor, familiari­ ner, 1990; 2014).
zado con, experto, hábil; y del narro, que es Un relato es una historia que inicia ape­
relatar, contar, cuya raíz es conocer. gándose a lo ordinario compartido, situación
Las narraciones son: a) formas de discur­ que después se altera, y continúan las accio­
so y un modo de organizar la experiencia. nes que se efectúan para restaurar lo ordina­
b) Son inherentemente secuenciales. La na­ rio compartido, para tener una versión nueva
rración consta de una secuencia singular de de la situación, concluyendo con un resul­
sucesos, estados en los que participa la gen­ tado. En ese sentido, la narración articu­
te, sea como personajes o como actores. El la distintos discursos en la vida cotidiana
significado de tales componentes está dado (Cabruja, Íñiguez y Vázquez, 2000), de una
por el lugar que ocupa en la configuración manera más concisa: “la narración es la ar­
global de las secuencias, esto es, su trama o ticulación de sucesos y datos aparentemente
fábula. c) Las narraciones pueden ser reales aislados y sin relación en un todo cohesivo e
51

interdependiente” (Fernández, 2006, p. 74); En cuanto a la narrativa, como lo señalan

Entre maestr@s
o como bien lo platea Clifford Geertz (2001): Barbara Biglia y Jordi Bonet (2009), es tam­
en la narrativa se implican los discursos, los bién un método-proceso de investigación,
actos de habla, la interpretación de la cultura que posibilita hablar sobre lo humano y sus
y una hermenéutica de la vida cotidiana. vicisitudes, es un sitio donde lo personal y
lo social se entrecruzan, es un diálogo entre
investigador e investigado, un proceso en el
El camino metodológico que puede hablarse de “prácticas discursi­
vas”, porque las narrativas van recreando o
En términos metodológicos, la investiga­ reconstruyendo la realidad que van relatan­
ción realizada se cimenta en entrevistas y do: las narrativas son una acción conjunta.
registro de marchas y eventos conmemo­ En cuanto a la parte técnica, la forma de
rativos del 68. Las entrevistas que aquí se trabajo, estos autores la denominan como
presentan, se realizaron a jóvenes que par­ “narrativas discontinuas”, no se trata, en
ticipan en alguna actividad relacionada con este caso, de construir un texto único y con­
la conmemoración del movimiento, esto es, tinuo, sino de dar cuenta de las distintas
aquellos que se sienten herederos del 68. voces con cierta autonomía. No se homo­
En total se realizaron 300 entrevistas, la geneizan las respuestas, ni se trata de pre­
mayoría en la Ciudad de México. sentarlas como un pensamiento único, sino
de presentar distintos puntos de vista den­
tro de un mismo discurso o de una misma
narrativa, en la que se ofrece espacio a los
protagonistas. En este caso, hay una recons­
trucción narrativa del movimiento de 1968.
Los fragmentos de las entrevistas que aquí
se presentan, en algunos casos llevan nom­
bre, donde no lo hay es porque los entrevis­
tados solicitaron usar un seudónimo.
En cuanto a las categorías o ejes, como se
presentan los relatos sobre el 68 y como
se organiza la información, éstos surgen de
la propia narrativa de los entrevistados, y
así se exponen.

Representaciones
del movimiento de 1968
medio siglo después

Medio siglo más tarde de aquel movimien­


Estela en Tlatelolco. Foto: Amílcar Carpio
Foto: Amílcar Pérez
Carpio Pérez to que concluyó en una matanza, quienes
52

participaron como brigadistas o dirigentes, un momento en el que a las estructuras


Entre maestr@s

quienes fueron testigos o quienes se consi­ gubernamentales y a los sectores empre­


deran cercanos al acontecimiento, relatan, sariales [risas] no les convenía que hubie­
comunican, narran, dan cuenta de ese even­ ra un viraje hacia la izquierda y, bueno,
to, reconstruyen lo ocurrido, significando por… también por intereses internaciona­
así dicha experiencia. También están aque­ les, por mostrar su mano férrea [risas], eh,
llos que no vivenciaron un suceso pero que se tomó esa medida represiva, que afectó
han sido trastocados por relatos, informa­ no sólo al sector estudiantil organizado
ciones y narraciones de dicho evento. Esos sino a otros movimientos que venían, di­
son los jóvenes actuales que, de alguna ma­ gamos, incorporándose y manifestando
nera, reivindican esa gesta ocurrida antes de el malestar social que, que estaba latente
que nacieran, el mítico movimiento estu­ y que hasta la fecha, digamos, sigue pre­
diantil de 1968. sente en la sociedad mexicana… y, bueno,
el 2 de octubre hay una concentración en
Tlatelolco, se dan las condiciones para la
Qué pasó en 1968 represión (Isaura, comunicación personal,
2 de octubre de 2016).
Los sucesos que atraviesan la vida humana
se representan, se contienen y, al paso del En el relato aparecen distintos actores, los
tiempo, se comunican. Eso lo saben los jó­ estudiantes, por un lado, y otros sectores
venes entrevistados, pues de otras personas de la población que apoyaban a aquellos; y
han recogido testimonios o prácticas so­ por otro lado, los empresarios y una entidad
ciales que les han comunicado lo sucedido etérea internacional. Dos bandos, como se
en 1968. Tal suceso les resulta, de alguna ha ido narrando el 68 mexicano, un evento
manera, significativo, relevante, pues toda de confrontación, como suele ocurrir en la
representación social lo es de algo social­ realidad de inicios del siglo xxi. De esa for­
mente significativo (Moscovici, 1961; Ibá­ ma, se hace comprensible lo ocurrido. Y, por
ñez, 1991). Los extractos de relatos que a supuesto, aparece el emblemático Tlatelol­
continuación se presentan, dan cuenta de lo co y la referencia a ese fatídico 2 de octubre:
significativo, de lo ocurrido en el movimien­ la represión, que constantemente se men­
to revisado. Los entrevistados ponen sobre ciona en los discursos alusivos a ese año, un
la mesa elementos discursivos tangibles pensamiento compartido a 50 años de dis­
de la gesta mexicana. tancia, indicios de la representación social.
Así ocurre con una participante de la En otro extracto de entrevista, un estu­
marcha conmemorativa del 2 de octubre, diante de 23 años que pertenece a un colec­
Isaura, estudiante de 30 años, quien relata: tivo anarquista narra:

... hubo una concentración que, digamos, Se dio como, como lo dice el grandísi­
obedecía todo un proceso, eh, de movili­ mo presidente: aguantaron hasta extre­
zación, no sólo del sector estudiantil, sino mos criticables, supuestamente, ¿no?,
de diferentes sectores de la sociedad, en entonces la organización, la presión, que
53

estaban ejerciendo los estudiantes, no a foros o marchas, se van informando, van

Entre maestr@s
nada más con lo de la movilización aquí, participando del proceso de edificación de
sino la movilización a nivel mundial, las representaciones sociales.
como se estaban llevando a cabo las ma­ Lo que podemos notar en los dos frag­
nifestaciones en el mundo, en Europa, en mentos de las entrevistas presentadas son
Francia, en todas esas partes, los influen­ elementos de representaciones sociales en
ciaron mucho, ¿no? Nos dejaron muchas distintos momentos. En efecto, ese proceso
enseñanzas, como los estudiantes pueden representacional denominado anclaje (Jode­
darnos mucha esperanza, mucha volun­ let, 1984), que envuelve lo que va llegando,
tad a la hora de organizarnos, a la hora de lo que inicialmente resulta algo distante,
querer formar un mejor mundo, un mun­ con un ropaje de lo conocido, es lo que ope­
do donde quepan más mundos, es una de ra en este relato, para así hacer familiar ese
la cosas más importantes, y aquí estamos, suceso que ocurrió 50 años atrás, además
y aquí seguimos por eso (Aldo, comunica­ de aprender de sus enseñanzas, desde lo
ción personal, 2 de octubre de 2017). que hicieron esos estudiantes en ese 1968.
Lo cual, en cierta medida, se ha logrado me­
En este caso, lo que aparece en el relato es diante transacciones lingüísticas, y en ese
una idea formada alrededor de un discur­ hablar de ciertas ideas, ideologías, hay una
so contemporáneo, de un movimiento so­ dosis de racionalidad (Moscovici, 2003),
cial que demanda la inclusión de diferentes como justamente ocurre con los relatos ela­
formas de vivir y pensar, el zapatismo, que borados de los entrevistados.
proclama la armonía entre distintas expre­
siones. A ciertos sectores juveniles este dis­
curso les ha impactado y aquí se pone de Si hubieras estado ahí,
manifiesto: elementos del presente que se qué hubieras hecho
incorporan en un movimiento del pasado y
así se comprende y se hace familiar. Asimis­ Los jóvenes no habían nacido cuando acon­
mo, se posiciona como estudiante, como lo teció el 68, no estuvieron en dicha gesta,
fueron los que participaron en el 68, y seña­ pero han escuchado, les han platicado, han
la la importancia de continuar en el cami­ leído sobre lo ocurrido ese año clave. A
no trazado por los estudiantes del 68. Así ellos se les entrevistó, estudian el bachille­
se va configurando la representación social. rato o alguna carrera universitaria, se sien­
Igualmente, quien narra, da cuenta de otros ten convocados en cierta forma por este
elementos que estuvieron presentes en ese suceso, y se manifiestan en alguna marcha
movimiento: una ola colectiva internacio­ o en algún evento conmemorativo. Ellos re­
nal, que se manifestó en París, en Praga, en latan ese 68, se lo representan a partir de
distintos puntos del orbe: la inconformidad lo que sus maestros, familiares, amigos o
como forma cultural de manifestación, in­ alguna lectura de libro, periódico o volante
formación que ha sido comunicada por otros les ha dicho sobre lo ocurrido ese año, o
sectores, por otra gente, por quienes parti­ lo que determinada canción narra en tor­
ciparon en la gesta del 68, y quienes asisten no a la tragedia de Tlatelolco. A ellos se les
54

pregunta sobre qué hubieran hecho de ha­ En otro tramo de entrevista, Rafael, es­
Entre maestr@s

ber vivido ese año. tudiante de 20 años, da cuenta de lo que se


Isaura, estudiante de 30 años, manifiesta considera lógico hacer, desde la posición en
lo que posiblemente hubiera hecho, dada su que se está en el presente:
condición de estudiante y la empatía con los
entonces sesentayocheros, dice: Yo creo que lo que hizo toda la gente: pri­
mero correr, ¿no? Y luego defenderse, pero
Supongo que por la… el antecedente que después, seguramente. Yo, por ejemplo,
tengo ahorita, hubiera sido estudiante tam­ admiro mucho a las personas que estaban
bién. Hubiera estado comprometida con el organizando, el comité [68], que están
movimiento, es muy probable que hubiera aquí, o sea, que son los que vivieron eso y
estado presente en esa concentración y, no que de alguna manera siguen convocando
lo sé, es probable que hubiera perdido la año tras año esto, y creo que eso es lo que
vida o es muy probable que a lo mejor… haría después de esconderte y que todo
no sé… en el caso en que hubiese logrado pase, año tras año seguirte manifestando y
escapar, mi compromiso estaría aquí, ratifi­ hacer que, en efecto, no se olvide esto (Ra­
cando que, hay que… hay que visibilizarlo, fael, comunicación personal, 2 de octubre
hay que mantenerlo vivo, no hay que dejar de 2016).
que se vuelva una especie de cliché el dos
de octubre, como una mera eh, repetición Se brinda una secuencia de cómo actuar en
sin sentido, al contrario es hacer explícito ese tipo de situaciones: correr, sobrevivir,
el sentido que tiene esto (Isaura, comuni­
cación personal, 2 de octubre de 2016).

Ser joven, ser estudiante, participar en un


acto conmemorativo, le convoca, a esta
entrevistada, de alguna manera a hacerse
presente en los eventos, a tomar postura, a
señalar su compromiso con lo que ella con­
sidera una lucha viable. Más aún, al narrar,
no sin cierto asomo de dolor, señala que de
haber estado ese 2 de octubre en la con­
centración hubiera perdido la vida, como
le sucedió a muchos de los participantes: la
claridad de la muerte, de la tragedia, del 2 de
octubre, le resulta evidente, así se represen­
ta el movimiento del 68. Porque, ciertamen­
te, la representación social del movimiento
de 1968 convoca un discurso de la matanza
en las Plaza de las Tres Culturas (González,
1971; 2016; Guevara, 2004; Palacios, 2017). Foto: Jesús Martín del Campo
55

defenderse, y después organizarse y conme­ expresando el porqué de la marcha, su senti­

Entre maestr@s
morar. Es de especial importancia organizar­ do. Lo cual, después se recupera en el imagi­
se para convocar a conmemorar la tragedia, nario de la gente para comprender un suceso
como lo hace el Comité 68 (integrado por del que no formaron parte o que ocurrió an­
participantes y dirigentes del movimiento tes que nacieran.
del 68), que año con año convoca a la mar­ Ahora bien, el ímpetu, ciertos ideales, pa­
cha del 2 de octubre. Dicha manifestación rece que son los que corroen a los jóvenes,
suele salir de la Plaza de las Tres Culturas, lo cual se pone de manifiesto en el siguiente
Tlatelolco, rumbo al Zócalo, el centro de la fragmento:
ciudad.
Una de las maneras que la memoria tiene Si hubiera… me hubiera ido a seguir mi
para mantenerse es mediante las prácticas ideal, y la verdad es que, si yo hubiera par­
sociales, esas formas reiteradas de conme­ ticipado, hubiera sido como ellos, parte
moración que actualiza la parte significativa de ellos, como de querer destrozar todo
del pasado, y de esa manera se actualizan, (Fabiola, comunicación personal, 2 de oc­
reivindicando sucesos del pasado mediante tubre de 2016).
la significación de fechas, conmemoraciones,
realizando diversas manifestaciones y mar­ Perteneciente a una escuela de bachillerato,
chas. Lo que se conmemora y lo que se re­ Fabiola, estudiante de 15 años, expresa el es­
cuerda a través de ellas “no es el hecho de que tado afectivo de una grupalidad joven deseosa
ya no existe más, sino el hecho de que alguna de enfrentar lo adverso, y a tono con su gene­
vez existió” (Ricoeur, 1999, p. 28), que formó ración, cuando habla de “destrozar todo”, se
parte importante de la existencia de genera­ entiende, por el contexto en que habla, que
ciones anteriores, lo cual se hace mediante la quiere terminar con aquello que oprime y
marcha que se realiza cada 2 de octubre. En que obstaculiza lo que los jóvenes persiguen:
este caso, quien habla reconoce la importan­ la libertad. Esa misma libertad que los jóve­
cia de esa marcha, pues, en cierta media, es nes del 68 anhelaban y exigían a gritos en las
ahí donde se va exponiendo y actualizando lo calles. Querer ser como los estudiantes de
ocurrido en 1968. Estos eventos contribuyen aquel entonces es algo aspiracional, pues en
a la formación de las representaciones socia­ ciertos círculos, como los de los activistas de
les que tienen los estudiantes jóvenes en la izquierda y algunos colectivos que reivindi­
actualidad, pues con pintas, con el grito de can ciertas luchas estudiantiles, se les ha vis­
consignas, con la distribución de propagan­ to como aquellos que enfrentaron al poder, y
da alusiva al movimiento, van informando y que incluso con su vida pagaron ese desafío.

Una de las maneras que la memoria tiene para mantenerse es mediante las prác­
ticas sociales, esas formas reiteradas de conmemoración que actualiza la parte
significativa del pasado, y de esa manera se actualizan, reivindicando sucesos del
pasado mediante la significación de fechas, conmemoraciones, realizando diver­
sas manifestaciones y marchas.
56

El 68 ha sido un movimiento fundacional de manera activa en el movimiento. Yo creo


Entre maestr@s

en  los movimientos estudiantiles y socia­ que hubiera participado de manera impor­
les  en el México contemporáneo, de la se­ tante, en la medida de las posibilidades
gunda mitad del siglo xx a la fecha. que se hubiera podido, porque también
Otro relato, en el mismo tono que los an­ la manera de como se estaba formando es
teriores, habla de lucha, de emprender ac­ diferente a como está ahora, porque ahora
ciones junto con los manifestantes: hablar sobre dirigente, es ponerte la soga
al cuello, pero hubiera participado (Mar­
Pelear, pelear en conjunto con mis compa­ co Antonio, comunicación personal, 10 de
ñeros, no los abandonaría jamás, aunque junio de 2018).
hubiera muerto en el intento. Es parte de
esa lucha por mi país, por defender y alzar El relato de este joven, estudiante de
mi voz (Natalia, comunicación personal, 24 años, es claro: involucrarse era la opción.
2 de octubre de 2016). Participar, estar ahí, aun con los riesgos que
ello implicaba, por lo cual hubiera cuidado
Una estudiante normalista de 19 años que las formas, como el riesgo de ser dirigente,
expresa su afecto sobre el movimiento, en­ porque una buena parte de la dirección del
tendiendo su posición de estudiante de un cnh fue detenida durante ese 2 de octubre
sistema educativo que ha sido golpeado (Guevara, 2004).
(hay que recordar que los 43 desaparecidos El siguiente relato, de una estudiante de
de Ayotzinapa estudiaban en una normal). 24 años, da cuenta de esa consciencia de los
Natalia, como ocurre con Isaura, advierte la riesgos de la participación en el movimiento:
posibilidad de perder la vida en el intento
de la lucha. No obstante, igual que la otra Yo creo que lo mismo que todos esos jó­
narradora, enuncia que lo vale por el inten­ venes que estuvieron ahí manifestándose,
to de demandar lo justo, de expresarse, de arriesgando sus estudios, incluso su vida,
posicionarse, de defender lo que considera saliendo a tratar de hacer brigadas, a tra­
razonable. Pero, el atrevimiento ahí está, tar de ampliar, extender el movimiento,
claro, de haber vivido en esos tiempos con­ poder vincularse con los trabajadores y
vulsos. Un pensamiento compartido pode­ hacer un movimiento más amplio y más
mos observar en estos relatos. fuerte, con la clase trabajadora (Guadalu­
En el siguiente fragmento continuamos pe, comunicación personal, 10 de junio de
encontrando elementos en que actualmen­ 2018).
te jóvenes de ciertos grupos manifiestan
sus deseos de haber participado en el movi­ La idea de perecer en el movimiento, como
miento, si les hubiera tocado vivir ese año: ocurrió con varios participantes y gente de la
sociedad que acompañaba a los estudiantes,
Si hubiera tenido la edad y estado en algu­ es percibida como una posibilidad en distin­
na escuela, yo, a mí me hubiera encantado tos entrevistados. Incluso así, con ese riesgo
sumarme al movimiento y a la organiza­ mortal, señala esta joven que participaría,
ción. A mí me hubiera gustado participar como lo han indicado otros estudiantes.
57

En estos relatos tenemos elementos de de haber vivido en ese año de movidas con­

Entre maestr@s
representaciones sociales, de conformación testatarias. Ciertamente, hay elementos que
de un pensamiento común: pensar en par­ provienen de una memoria colectiva, como
ticipar en los hechos. Las representaciones las prácticas sociales, tipo marchas, pero
sociales son un pensamiento compartido, éstas decantan en un presente que muestra
dan cuenta de un objeto o suceso significati­ y comunica eventos de otra generación, ali­
vo, el cual, a su vez, va configurando al pro­ mentando ciertas representaciones sociales
pio pensamiento, de tal suerte que se van de los jóvenes que aun no habían nacido
generando una con otra, esto es: la repre­ cuando el cnh se formó. Comunicación que
sentación impregna al objeto representado se realiza por distintos canales, por ejemplo,
(Ibáñez, 1991). Asimismo, los jóvenes se documentales o canciones, que dan cuenta
expresan desde el presente, desde ahí confi­ de las hazañas estudiantiles, y sobre todo de
guran su pensamiento, algo de herencia tie­ conversaciones, de intercambios verbales,
nen, pues han sido trastocados por distintas creando zonas de intersubjetividad, donde
narraciones, relatos sobre lo ocurrido en se comparte un bagaje cultural acumulado
1968, y por ello participan, por eso señalan (Ibañez, 1991; Farr, 2003). En ese sentido,
que “hay que recordar” y marchar. Comuni­ la configuración de dichas representaciones
car, continuar. Estar ahí, dicen. cobra forma de 2 de octubre, de Tlatelol­
Más aún, los fragmentos presentados, pa­ co, de marchas, de muerte, de protesta, de
recieran una conversación a múltiples voces antiautoritarismo, mostrando así un pen­
sobre el mismo tema, una especie de diálogo samiento social que lleva a estos jóvenes
con frecuencias, brindando puntos de vista entrevistados a salir a las calles y mostrar
muy similares sobre lo que hubieran hecho su afecto y vínculo con dicho movimiento
social, y también un enojo con el poder y su
autoritarismo.
Esta forma en que se presentan los rela­
tos, el contenido de lo dicho, nos muestra
cómo se concibe el presente: eso que cues­
tionaba el movimiento estudiantil de 1968,
el autoritarismo rampante que se encontra­
ba en todos lados, pues “en 1968 el proble­
ma no es la escasez de héroes sino la sobre
abundancia del autoritarismo” (Scherer y
Monsiváis, 1999, p. 252), contra ese autori­
tarismo se luchaba, y actualmente se sigue
luchando, así lo expresan las personas en­
trevistadas.
Igualmente, los relatos presentados son,
en sentido estricto, de identificación: ser
joven en aquel entonces y ser joven en la
Foto: Jesús Martín del Campo actualidad implica rebelarse, no aceptar el
58

estatus quo, como rezaba la frase del enton­ y del gobierno y fincar responsabilidades,
Entre maestr@s

ces presidente chileno Salvador Allende: pues hasta el momento no las hay. Uno de
“ser joven y no ser revolucionario, es una los responsables, el entonces presidente
contradicción”, frase que se repetía una y Gustavo Díaz Ordaz ha muerto. Otro res­
otra vez en carteles, mantas y mítines. ponsable, el entonces secretario de Gober­
A 50 años pareciera un imperativo la par­ nación, cuando esto se escribe, se encuentra
ticipación. En parte, puede entenderse, por al borde de la muerte.
cierto hartazgo que se ve en el país por parte El movimiento estudiantil de 1968 no fue
de los jóvenes, por un cierto enojo con el un plan diseñado desde fuera o dentro del
sistema político, con diversas instituciones, país. No surge tampoco de manera espon­
con el autoritarismos reinante en ciertos tánea, pues se va edificando, en buena me­
ámbitos de la vida social, un poco como el dida, por la respuesta autoritaria y represiva
enojo de hace medio siglo, una situación, del régimen mexicano a medida que peque­
pensamiento y afecto compartido: “una for­ ños brotes de inconformidad se van mani­
ma de salirse del yo es enojándose”, y en festando. Lo cierto, también, es que había
medio del enojo que sale a protestar está ya para ese tiempo cierto enojo, hartazgo,
la posibilidad del futuro (Fernández, 2016, molestia, un estado de ánimo enconado ha­
p. 323). cia las formas autoritarias que envolvían la
práctica política en diversas instituciones
del México de la segunda mitad del siglo xx
Conclusiones de medio siglo (De la Garza, Ejea y Macías, 1986).
Las narraciones de quienes se sienten he­
El estudioso de los movimientos sociales rederos de ese movimiento dan cuenta de
en México, Carlos Montemayor (2000) co­ elementos compartidos a 50 años, de cómo
menta: las masacres del siglo xx en México significan y actualizan la hazaña, dan cuen­
que conocemos, se efectuaron contra pue­ ta de ciertas representaciones sociales. Por
blos indígenas, comunidades campesinas o eso es que muchos sesentayocheros y jóve­
grupos de oposición, la del 2 de octubre en nes año con año marchan: participar en una
Tlatelolco, fue dirigida contra los jóvenes manifestación es una práctica social, otra
estudiantes. En un mitin pacífico, diversos práctica social es el discurso, elementos que
francotiradores apostados en edificios de la configuran un pensamiento social, una re­
plaza dispararon contra la multitud y des­ presentación.
pués contra los soldados que cercaban la El 68 fue una ola de protesta que llenó el
concentración. Los soldados respondieron espacio público, que puso en práctica fórmu­
con balas y la gente fue cayendo. Durante las pacíficas para sus reclamos. La cerrazón
años, tanto gobierno como ejército afirma­ gubernamental, el verticalismo asentado,
ron que los francotiradores eran estudian­ el clima de la Guerra Fría, la paranoia del
tes. Había, pues, una versión oficial que poder político y el autoritarismo llevaron a
responsabilizaba al cnh. pensar una conjura comunista y complot en
En todo caso, se hace necesario hurgar la arenga estudiantil. La constante represión
más en documentos en poder del ejército y la cerrazón a solucionar las demandas de
59

El 68 fue una ola de protesta que llenó el espacio público, que puso en práctica

Entre maestr@s
fórmulas pacíficas para sus reclamos. La cerrazón gubernamental, el verticalismo
asentado, el clima de la Guerra Fría, la paranoia del poder político y el autoritaris­
mo llevaron a pensar una conjura comunista y complot en la arenga estudiantil.

los opositores llevó a muchos estudiantes a de la palabra implica el conocimiento de


la conclusión de que las formas pacíficas y asuntos de la realidad, más allá de su re­
legales de protesta se cerraban, orillándolos presentación auditiva o gráfica; es saber
a considerar la lucha armada como opción, algo sobre esa realidad, en este caso sobre
ésta era una forma de saldar cuentas con el el movimiento de 1968. Comunicar lo su­
poder. cedido a una nueva generación, para forjar
Eso es lo que hay que narrar, para evitar representaciones sociales en los jóvenes, es
caer en el olvido y la repetición, o como lo conocer de dónde venimos y, por tanto, a
dijo Rom Harré (2001): el reconocimiento dónde vamos.

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