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AMPARO.

ILTMA. CORTE DE APELACIONES DE SAN MIGUEL

ALEJANDRA RUBIO ERAZO, abogada, por la Defensoría Penal Pública,


domiciliada en Pedro Montt 1606, piso 4, edificio de la Defensoría Penal Pública, en
causa, RUC 1700047073-2 a SS. Iltma. con respeto digo:

Que en virtud de lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política de la


República, vengo en interponer acción constitucional de amparo en contra de las
resoluciones judiciales de fechas 8 y 9 de agosto de 2019, pronunciadas por el
magistrado del 12° Juzgado de Garantía, Sr. Marcelo Ovalle Bazán, en favor de
CAMILO EDUARDO GAJARDO ESCALONA, imputado en causa RUC
1700047073-2 y RIT 639-2017 de 12° Juzgado de Garantía de Santiago, para que
conociendo de esta acción, S.S. Iltma. la acoja y en definitiva reestablezca el imperio
del derecho, ordenando la inmediata libertad del amparado y demás peticiones que
se formularán, por las siguientes consideraciones que paso a exponer:

I. ANTECEDENTES RELEVANTES:

I.1. Sin la debida fundamentación, con fecha 8 de agosto de 2019 el juez


recurrido pronunció una orden judicial para la detención de mi defendido y
autorizó la realización de diligencias de investigación

a) El día jueves 8 de agosto, a las 15:00 hrs. de la tarde el Ministerio Público


solicitó vía telefónica al 12º Juzgado de Garantía que despachara una orden de
detención en contra de Camilo Gajardo Escalona, por su supuesta participación
culpable en hechos calificados de terroristas.

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b) Además, el Ministerio Público solicitó autorización judicial para realizar las
diligencias de investigación que a continuación se detallan, las que fueron
permitidas por el juez recurrido Marcelo Ovalle Bazán a las 15:20 hrs. del día jueves
8 de agosto de 2019 según expuso “conforme a los artículos 9, 127, 205 y
siguientes, 217 y 236 del Código Procesal Penal” “y “a petición verbal debidamente
fundamentada del fiscal regional metropolitano sur, don Héctor Barros y del fiscal
adjunto don Claudio Orellana, en base a una serie de diligencias de investigación,
declaraciones de funcionarios policiales, declaraciones de testigos, y diversos
exámenes periciales de evidencias”:
i. Entrada y registro del domicilio del imputado y su lugar de trabajo,
ubicados en calle Sargento Menadier N° 4001, Villa Los Evangelistas, Puente
Alto y en calle Pacifico N° 2640, comuna de San Joaquín. Dicha autorización
se concedió por el plazo de diez días, sin conocimiento del imputado y con
habilitación horaria;
ii. Incautación, levantamiento y análisis de evidencia, no sólo vinculada
con los ilícitos que se encuentran investigados si no que otros que puedan
estar vinculados y aparezcan en el marco de la entrada y registro que se
decreta como computadores, discos duros, pendrives, discos compactos,
DVD, DVR, teléfonos, tarjetas de transporte, álbumes fotográficos.
iii. Conforme lo establece el artículo 218 del Código Procesal Penal, y a
partir de la evidencia que se obtenga en soportes informáticos para la
extracción de la información en ellos contenida, su copia y posterior análisis
y la extracción de información de correos electrónicos, ingresos a redes
sociales, mensajería, SMS, whatsapp, telegram y todo sistema de
comunicación contenido en la evidencia incautada.
c) A las 18:30 hrs. del día jueves 8 de agosto de 2019 se hizo efectiva dicha
orden de detención, realizándose diligencias de investigación con la persona de mi
defendido a partir de esa hora, y se ingresó, registro e incautó elementos utilizados
en contra de mi defendido en los domicilios en los cuales mi representado vive y
trabaja. Además, a las 20:15 hrs. se practicó a Camilo Gajardo Escalona la
extracción de una muestra biológica, a través de la obtención de una muestra de

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sangre. Se expondría con posterioridad que el imputado consintió en dicha
extracción.

I.2. La policía y el ministerio público obstaculizaron a la defensa penal pública


el contacto con nuestro defendido lo que redundó en la realización de
actividades de investigación incriminatorias:

a) A las 19:00 hrs. del día jueves 8 de agosto de 2019 la Defensora Regional
Metropolitana Sur Viviana Castel Higueras se enteró por medios de prensa digital
que se había producido una detención en el marco de la investigación por la
detonación de un artefacto explosivo en el domicilio del ex presidente de Codelco,
Oscar Landerretche, por lo que llamó telefónicamente al Fiscal Regional de la
Fiscalía Metropolitana Sur, Héctor Barros, a las 19:35 hrs. para corroborar esta
información, informándole éste que efectivamente se encontraba detenido Camilo
Gajardo Escalona, de 28 años. La Defensora Regional solicitó saber el lugar de su
detención para visitarlo, informando el fiscal que se encontraba en la 33° Comisaria
de Ñuñoa.
b) A pesar de que a las 20:15 hrs, el imputado pudo ser asistido por un defensor
de la Defensoría Penal Pública en la decisión de consentir informadamente o
negarse a la toma de muestra biológica, tal decisión la adoptó por sí mismo.
c) Tampoco se informó a Camilo Gajardo Escalona que su defensa se había
hecho presente cerca de las 19:30 hrs, es decir, poco tiempo después de su
detención.
d) A las 23:40 hrs, la defensoría penal pública interpuso un recurso de amparo
telefónico de acuerdo al artículo 95 del Código Procesal Penal ante el juez de
garantía de turno del 12° Juzgado de Garantía -que resultó el mismo juez que había
decretado la orden de detención, Marcelo Ovalle Bazán- pues había transcurrido
una hora y media desde que se solicitó a personal uniformado de la 33° Comisaria
entrevistar en dicho lugar a nuestro representado, impidiendo funcionarios del OS9
de Carabineros el ingreso a verificar las condiciones de la privación de libertad de

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Camilo Gajardo Escalona, a tres abogados defensores de la Defensoría Penal
Pública sin excusa ni justificación alguna.
e) A pesar de la interposición del recurso de amparo, el contacto y entrevista de
los defensores de la Defensoría Penal Pública –incluida la suscrita- con Camilo
Gajardo Escalona recién se produjo a las 00:15 hrs. del día viernes 9 de agosto de
2019.
Durante el periodo de tiempo que transcurrió entre la detención (18:30 hrs) y la
entrevista con sus defensores (00:15 hrs.), nuestro representado fue puesto a
disposición de LABOCAR (Laboratorio de Carabineros de Chile) y de un recinto de
salud para constatar eventuales lesiones; se le sometió a un procedimiento de toma
de huellas y de fotografías de su rostro desde diversos ángulos, con y sin lentes
ópticos, se filmó y fotografió su caminar con y sin lentes ópticos y se le pidió extender
los brazos y simular tomar un objeto y se extrajeron muestras desde sus manos y
zapatillas con alcohol.
f) Todas estas actividades de investigación se realizaron sin la debida
asistencia jurídica como se ha expuesto, la cual se encontraba disponible.
g) Por tal motivo se incidentó de ilegalidad la detención de Camilo Gajardo
Escalona en la audiencia de control respectiva, fundado en la infracción al derecho
a la defensa, alegación que fue desechada por el tribunal, argumentando que el
consentimiento del imputado fue libre tratándose de una persona mayor de edad a
quien se le informó de su derecho a contar con defensa técnica.

I. 3. El juez recurrido autorizó el ingreso de la policía al domicilio de mi


representado y a su lugar de trabajo de manera anticipada, sin que constara
la oposición del encargado o dueño de esos lugares cerrados pues dio dicha
autorización tres horas antes del ingreso efectivo a dichos lugares.

Como se dijo, a partir de la detención de Camilo Gajardo Escalona, se efectuaron


diligencias de investigación autorizadas por el juez recurrido Marcelo Ovalle Bazán,
aparentemente legales, consistentes en el ingreso, registro e incautación de

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evidencias del domicilio de Camilo Gajardo Escalona y de su lugar de trabajo,
ubicados en la comuna de Puente Alto y de San Joaquín respectivamente.

I.4. En resolución de fecha 9 de agosto de 2019, el juez recurrido decretó la


medida cautelar de prisión preventiva en contra de camilo Gajardo Espinoza.

Por último, luego de la formalización, en audiencia de fecha 9 de agosto de 2019, el


ministerio público solicitó la prisión preventiva de Camilo Gajardo Escalona,
decretándose la misma utilizando en su contra una diligencia de investigación cuya
legalidad se cuestionó en la audiencia de control de detención: la extracción de una
muestra de la sangre de mi representado, quien autorizó dicha extracción sin
conocer las consecuencias incriminatorias de su decisión pues no contó con la
debida asesoría jurídica de un letrado, teniendo defensa penal publica disponible y
a quienes se les obstaculizó el oportuno contacto con el amparado. De la misma
manera, la resolución que decretó la privación de libertad de mi defendido se basó
en evidencia encontrada en su domicilio producto de la autorización que de manera
ilegal permitió el ingreso de la policía al domicilio y trabajo de mi representado,
según se expondrá.

II. HECHOS FORMALIZADOS:

El día viernes 9 de agosto, ante el 12° Juzgado de garantía de Santiago, en


audiencia de control de la detención, se formalizó investigación a Camilo Gajardo
Escalona, quien en opinión del ente persecutor ejecutó de manera premeditada con
la finalidad declarada de producir en la población o en una parte de ella, el temor
justificado de ser víctimas de delitos previstos y sancionados en la ley 18.314, que
sanciona conductas de carácter terrorista en atención a naturaleza y efectos de los
medios empleados claramente estrabosos e indiscriminados en sus efectos
buscando la muerte y lesiones de una o más personas en cada caso. Procedió de
esta manera a la fabricación, el transporte, a la colocación, el envío, la activación y
la detonación de diversos artefactos explosivos e incendiarios, que en cada caso

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fueron posteriormente adjudicados mediante publicaciones vía internet. Los delitos
a formalizar se enmarcan en el contexto de actividades que concreten prácticas anti
sistémicas violentas y comete los siguientes hechos:

Hecho N°1:
El día 12/01/2017, el imputado CAMILO EDUARDO GAJARDO ESCALONA contrató el
servicio de correo en sucursal de la Chilexpress ubicado en Av. Santa rosa n°5320 de la
comuna de San Joaquín, con la finalidad de despachar una encomienda dirigida a don
Oscar Manuel Landerreche Moreno, quien era a la época el presidente del directorio de la
empresa CODELCO de Chile, hasta su domicilio particular ubicado en calle Reina Victoria
6594, de la comuna de la reina. La encomienda consistente en un artefacto explosivo de
fabricación doméstica fue entregado el día 13 de enero de 2017 alrededor de las 13:30
horas en el domicilio de Oscar Manuel Landerreche Moreno, recibiéndola su trabajadora de
casa particular de iniciales C.C.J.O. que la dejó en el escritorio de Oscar Manuel
Landerreche Moreno. Alrededor de las 17:30 horas, una vez llegado a su domicilio, Oscar
Manuel Landerreche Moreno se dirigió a la cocina de su domicilio donde se encontraba la
ya mencionada víctima de iniciales CCJO, su hija de 3 años de edad de iniciales MLLM y
su suegra de iniciales MLBVV, lugar en el cual Landerreche Moreno procedió a la apertura
de la encomienda, produciéndose con esa apertura la activación del artefacto explosivo que
contenía, el que detonó causando las siguientes lesiones: a la víctima de iniciales CCJO
lesiones de carácter menos graves consistentes en erosiones múltiples, trauma acústico; a
la víctima de iniciales MLBVV lesiones de carácter menos graves consistentes en
quemadura superficial; a la víctima MLLM lesiones de carácter menos graves consistentes
en trauma acústico, eritema pabellón auricular, eritema timpánico; a Oscar Manuel
Landerreche Moreno, lesiones de carácter simplemente graves consistentes en contusión
abdominal cerrada, múltiples lesiones por esquirlas en el antebrazo y brazos. Del mismo
modo se produjeron daños en la mesa de la cocina, muro de la cocina y ventanales de la
cocina. El artefacto explosivo estaba conformado por dos tubos cilíndricos de metal
cerrados en sus extremos y unidos entre si, conteniendo como explosivo una mezcla
pirotécnica extraída de las cabezas de fósforo de seguridad, junto a tornillos a modo de
metralla. El sistema de activación era de tipo eléctrico conformado por cables conductores
de electricidad, batería de 9 voltios, ampolleta pequeña, y como espoleta de activación dos
alambres de cobre que entraban en contacto al ser abierta la caja contenedora del artefacto

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explosivo, cerrando el circuito eléctrico y energizando la ampolleta dispuesta como
iniciador.

Hecho N° 2:
El día 28 de septiembre del año 2017, en horas de la mañana el imputado Camilo Eduardo
Gajardo Escalona, abordo el bus de locomoción colectiva placa patente única BFKB-38 del
recorrido 116 de la Empresa SUBUS, llevando consigo oculto en una bolsa, un artefacto
incendiario, mientras el bus se desplazaba por Avenida Ossa en la comuna de La Reina,
alrededor de las 11:15 horas, el imputado coloco y activo el artefacto incendiario al interior
del bus de locomoción colectiva, procediendo a bajar del bus, que siguió su marcha hasta
el sector de Avenida Ossa con calle Las Abejas, comuna de La Reina, cuando los pasajeros
se percatan de la presencia de artefacto incendiario y activado, que había dado inicio al
incendio del bus y lo hacen detener para bajar del mismo, el artefacto incendiario estaba
constituido por una botella plástica, contenedora de combustible líquido, activado mediante
un sistema eléctrico compuesto por reloj análogo como sistema de retardo, cables
conductores de electricidad, una pila, una batería, una ampolleta y elementos diversos de
fijación.

Hecho N° 3:
El día 13 de abril del año 2018, alrededor de las 12:00 horas, el imputado Camilo Eduardo
Gajardo Escalona, activo y coloco en una banca existente en la vía pública, en el exterior
de la Universidad Católica Silva Henríquez, ubicada en calle General Jofre n° 462 de la
comuna de Santiago, un artefacto explosivo de fabricación artesanal, consistente en un
tubo metálico, tipo niple contenedor de 149 gramos de explosivos del tipo pólvora negra, un
sistema de activación eléctrico, conformada por batería eléctrica, ampolletas y cables
conductores de electricidad, fabricado de tal manera que la activación se lograría al
momento que una cualquiera persona abriera la caja de cartón en que se contenía el
artefacto, este artefacto se hallaba oculto al interior de una bolsa plástica y logro ser
desactivado por personal de Carabineros.

Hecho N° 4:
El día 07 de septiembre del año 2018, en horas de la mañana el imputado Camilo Eduardo
Gajardo Escalona, activo y coloco en el paradero de locomoción colectiva ubicado en la vía
publica Avenida Santa Rosa, altura del paradero 32, sector oriente, comuna de La Pintana,

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denominado técnicamente como PG 137- Parada 4/Facultada de Agronomía, en la
inmediación de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, un artefacto explosivo
de fabricación artesanal, confeccionado de tal modo que su verdadera naturaleza quedara
oculta, consistente en un termo metálico, contenedor de explosivo tipo pólvora negra, un
sistema de activación eléctrica, conformada por batería eléctrica, cables conductores de
electricidad, ampolleta, fabricada de tal manera que la activación, se lograría como de
hecho aconteció, en el momento que una cualquiera persona manipulara o moviera el
artefacto explosivo, oculto en una caja de cartón, que mantenía la leyenda, “ feliz 18,
queridos estudiantes”, en la que también se contenían a modo de esquirlas, hojas
metálicas, repuestos, cuchillo denominado cartonero, dicha detonación se produjo el día 07
de septiembre del 2018, alrededor de las 11:30 horas, cuando la víctima de iniciales J. A.
M. B., movió la caja con uno de sus pies.

Hecho N° 5:
El día 04 de enero del año 2019, en horas de la mañana, en la vía pública, sector de la
intersección de la Avenida Vicuña Mackenna con la Avenida Francisco Bilbao, comuna de
Providencia, el imputado Camilo Eduardo Gajardo Escalona, activo y coloco en un paradero
de la locomoción colectiva existente en el lugar, un artefacto explosivo de fabricación
artesanal, confeccionado de tal modo, que su verdadera naturaleza quedara oculta y fuera
activado y hecho detonar por una cualquiera persona que lo manipulara, el artefacto
explosivo consistía en un contenedor metálico cilíndrico, cuyo contenido explosivo
correspondía pólvora negra con un sistema de activación eléctrica, conformado por cables
conductores eléctricos, una pequeña ampolleta, una batería de 9 volteos y un mecanismo
de tracción manual, todo oculto al interior de un sobre que tenía la leyenda “Feliz año Nuevo
2019”, siendo aproximadamente las 11:50 horas, el artefacto explosivo fue manipulado por
la victima de iniciales R. O. T. P., detonando así el artefacto, provocándole lesiones a él y
a otras personas que se hallaban en el paradero de locomoción colectiva y sus alrededores,
las personas lesionadas y sus lesiones son y consisten en las siguientes, la victima de
iniciales M. C. V. B., resultó con lesiones graves consistentes en herida compleja de muslo
derecho, empalamiento muslo derecho e izquierdo, por elemento metálico, la victima de
iniciales R. O. T. P. con lesiones menos graves consistentes en erosiones y contusiones en
brazos y antebrazo izquierdo en cara anteriomedial, la victima de iniciales O. J. H. D. con
lesiones puntiforme en dorso de antebrazo izquierdo de carácter menos graves, la victima
de iniciales J. E. R. J. con lesiones graves consistentes en lesión parcial en tendón extensor

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corto pulgar izquierdo, lesión completa de aductor largo del pulgar izquierdo, múltiples
heridas de extremidad superior izquierda, extremidad inferior izquierda y ala nasal, lesión
tendón extensor carpilialis longus izquierdo completa, herida colgajo ala nasal operada y
hemorragia subconjuntival, la victima de iniciales C. R. F. C. con lesiones graves
consistentes en trastorno de la función vestipular, reacción al estrés agudo, vértigo (no se
entiende lo indiciado) benigno, trauma acústico.

Hecho N° 6:
El día 05 de mayo del año 2019, en horas de la noche, en la vía pública, sector del cuadrante
norponiente de la intersección de Avenida Santa Rosa con la caletera del Acceso Sur a
Santiago, comuna de San Bernardo, el imputado Camilo Eduardo Gajardo Escalona,
coloco un artefacto explosivo de fabricación artesanal, consistente en un tubo metálico tipo
niple, contenedor de 133 gramos de explosivos, del tipo pólvora negra, un sistema de
activación eléctrico, conformado por batería eléctrica, ampolleta y cables conductores de
electricidad, fabricado de tal manera que la activación se lograría al momento que una
cualquiera persona abriera la caja de cartón en que se contenía el artefacto, el artefacto se
hallaba oculto al interior de una bolsa plástica y esta en una bolsa de papel, el artefacto
explosivo y su caja contenedora, estaban compuestos como una encomienda dirigida al
señor Louis de Grange Concha, presidente del directorio de la empresa Metro S. A., y logro
ser desactivado por personal de Carabineros de Chile.

III. CALIFICACION JURIDICA

Estos hechos fueron calificados por el Ministerio Publico de un delito de envío de


artefacto explosivo de la Ley 18.314; cinco delitos de colocación y activación de
artefacto incendiario de la Ley 18.314; tres delitos de homicidio calificado de carácter
terrorista frustrado y uno en grado de tentado; tres delitos de lesiones graves de
carácter terrorista; cuatro delitos de lesiones menos graves de carácter terrorista y
un delito de daño. Estos hechos habrían ocurrido entre enero del año 2017 y mayo
del año 2019, cabiéndole en todos ellos participación en calidad de autor ejecutor.

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IV. SOLICITUD DE PRISION PREVENTIVA

Luego de la formalización, el Ministerio Público solicitó se impusiera a Camilo


Gajardo Escalona la medida cautelar de prisión preventiva, fundando su petición en
ser necesaria dicha cautelar por constituir la libertad de Camilo Gajardo Escalona
un peligro para la seguridad de la sociedad y existir peligro de fuga, por las
penalidades asociadas a la calificación jurídica de los hechos formalizados, por
arriesgar cumplimiento efectivo de eventuales penas que pudiesen imponerse.

V. RESOLUCIONES RECURRIDAS.

En esta acción se impugnan tanto las resoluciones judiciales pronunciadas por el


juez recurrido el jueves 8 de agosto de 2019 que decretó la orden judicial de
detención en contra de mi defendido y la autorización para realizar diligencias de
investigación, y las resoluciones judiciales pronunciadas en audiencia de control de
detención de fecha 9 de agosto de 2019 que en primer lugar rechazó la petición de
la defensa de que se declarara la ilegalidad de la detención, y en segundo, impuso
la prisión preventiva utilizando como fundamento actividades de investigación que
se realizaron con vulneración del derecho al debido proceso, a la defensa y a no
auto incriminarse, según se expondrá.

A continuación se trascriben las resoluciones referidas:

V.1. Resolución pronunciada con fecha 8 de agosto de 2019, que decreta


orden de detención y autoriza diligencias de investigación:

Santiago, ocho de agosto de dos mil diecinueve


CONSTANCIA
Conforme a los artículos 9, 127. 205 y siguientes, 217 y 236 del Código Procesal Penal,
dejo constancia que con esta fecha, a las 15:20, y a petición verbal debidamente
fundamentada del Fiscal Regional Metropolitano Sur don Héctor Barros y del fiscal adjunto
don Claudio Orellana, en base a una serie de diligencias de investigación, declaración de

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funcionarios policiales, declaración de testigos, y diversos exámenes periciales de
evidencias, ordené la detención del siguiente imputado, por seis delitos que se encuentran
en la Ley 18314 sobre conductas terroristas:
1.- CAMILO EDUARDO GAJARDO ESCALONA, chileno, cédula nacional de identidad N'
17.690.508-5, mayor de edad nacido el 25 de octubre de 1990, domiciliado en calle
Sargento Menadier N' 4001 villa Los Evangelistas, comuna de Puente Alto.
2.- Además, autoricé la entrada y registro de los siguientes domicilio, por el plazo de diez
días sin conocimiento de los afectados, y con habilitación horaria:
A Sargento Menadier N' 400, villa Los Evangelistas comuna de Puente Alto
B.- Calle Pacífico Nro. 2460. comuna de San Joaquín domicilio laboral del imputado
(Hojalatería Juan Méndez.), y cuyo propietario o encargado es Juan Méndez Zúñiga.
3. Autorización para incautación y levantamiento y análisis de evidencia no sólo vinculada
con los ilícitos que se encuentran investigados, si no que otros que puedan estar vinculados
y aparezcan en el marco de la entrada y registro que se decreta, como computadores,
discos duros, pendrives, discos compactos y DVD, DVR, teléfonos, tarjetas de transporte,
álbumes fotográficos.
4.- Autorización, conforme al artículo 21 8 del Código Procesal Penal, y a partir de la
evidencia que se obtenga consistente en soportes informáticos, para la extracción de la
información en ellos contenida, su copia y posterior análisis, y la extracción de información
de correos electrónicos, ingresos a redes sociales, mensajería SMS. Whatsapp, Telegram
y todo sistema de comunicación contenido en la evidencia incautada;
Quien practicará las diligencias decretadas será el OS9 de Carabineros, Gope y Labocar.
RUC 1 700047073-2
RÍT 639-17
Resolvió don Marcelo Ovalle Bazán, Juez de turno. Duodécimo Juzgado de Garantía de
Santiago.

V.2. Resolución pronunciada con fecha 9 de agosto de 2019, que rechaza la


solicitud de ilegalidad de la detención:

“El tribunal resuelve, se rechaza la solicitud de ilicitud, toda vez que el tribunal
entiende que la legalidad o ilegalidad de la detención no tiene relación directa
precisamente con las circunstancia de flagrancia del art. 130 del Código Procesal

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Penal o con el hecho de que se haya despachado una orden de detención vigente
respecto a la persona del imputado, en relación a esta última que fue la que ocurrió
efectivamente con respecto al imputado aquí presente Camilo Gajardo Escalona
toda vez que se despacho por este mismo juez orden de detención el día de ayer
junto con otras diligencias intrusivas. La alegación de la defensa en cuanto a que
se afecta el derecho a la defensa jurídica del imputado por no haber estado presente
la defensa al momento de la práctica de diversas diligencias en cuyo caso participó
el imputado, tiene mas relación directa en concepto del tribunal con otra situación
diversa que la legalidad o ilegalidad de la detención sino más bien con la producción
de la prueba que puede ser licita o ilícita situación que debe debatirse al momento
de sopesar los antecedentes para resolver una medida cautelar personal que afecte
al imputado o al momento de ponderar la prueba en la preparación de juicio oral.
Pero reitero, la legalidad o ilegalidad de la detención tiene relación directa con la
circunstancia de flagrancia establecida por el legislador en el Código Procesal Penal
o por el hecho que haya orden de detención vigente respecto a la persona del
imputado, situación esta ultima la que ocurrió materialmente respecto de Camilo
Gajardo.
En resumidas cuentas entonces, por las razones ya señaladas se rechaza la
solicitud de ilegalidad de la detención formulada por la defensa.”

V.3. Resolución que decreta la prisión preventiva utilizando como fundamento


actividades de investigación que vulneran el derecho a la defensa, al debido
proceso y el derecho a no auto incriminarse:

“Voy a pronunciar decisión respecto de la medida cautelar decretada, o sea, solicitada por
el Ministerio Público. En este sentido el tribunal va a acceder a la petición del Ministerio
Público y de los querellantes en cuanto a decretar medida cautelar de prisión preventiva.
Voy a dar mis argumentos de convicción haciéndome primeramente cargo de lo señalado
por la defensa.
Se ha dicho por la defensa que no se ha acreditado por parte del Ministerio Público tanto la
letra a) como la letra b) del art. 140 del CPP. Sin embargo, en este caso en concepto del
tribunal la defensa erra en tal sentido, toda vez que lo que exige el legislador en el art. 140

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no es acreditación al momento de discutirse y decretarse la medida de prisión preventiva,
sino lo que exige el legislador es que se justifique la existencia del delito y que se entreguen
indicios fundados respecto a la participación culpable que el imputado en la comisión del
mismo. Lo que entiende la jurisprudencia y la doctrina por justificación del delito es que para
el tribunal sea plausible la existencia del delito, es decir, que existan antecedentes que
permitan en una primera instancia pensar en que efectivamente esos delitos fueron
cometidos en este caso por la persona del imputado, y que existen indicios como para
construir presunción fundada de participación culpable. Por eso es distinta la situación de
la acreditación a la justificación y la entrega de indicios fundados en cuanto a participación
criminal.
También se dijo por la defensa que no se asistió al imputado con la debida defensa jurídica
a momento de recabarse o realizarse estas medidas intrusivas, principalmente el art. 197
del CPP en cuanto a exámenes corporales. Sin embargo, el tribunal entiende que esta
situación o esta apreciación de la defensa penal resulta errada, toda vez que tratándose de
una persona adulta, mayor de edad, consciente, autónoma de sus actos, tiene poder de
decisión respecto de lo que le formula la Fiscalía en cuanto a la obtención de exámenes
corporales del art. 197 del CPP. Tanto es así que el mismo legislador en el CPP establece
estas posibilidades en el mismo texto del CPP, por ejemplo en el art. 205 que establece la
entrada y registro, donde no es necesario que el imputado cuente con una asesoría técnica
como para acceder a entrar al registro voluntario, y más todavía lo dispuesto en el art. 127,
que es el caso que se aplica respecto del imputado aquí presente. Lo que sí se exige por
parte del legislador procesal penal en cuanto a la comparecencia de la asistencia técnica
para la debida defensa jurídica del imputado es la declaración del imputado conforme a lo
señalado en el art. 91 del CPP, tanto es así que en la parte final del art. 91 el Código dice
que en cualquier momento podrá incorporarse la defensa al momento de la detención del
imputado, obviamente con las consecuencias jurídicas que tiene la declaración, que puede
ser en algún evento auto inculpatorio respecto a la persona del imputado.
También se ha dicho por la defensa que las diferentes especies incautadas en el domicilio
del imputado previa orden de entrada y registro dispuesta por el tribunal, por ejemplo
guantes, zapatillas negras, baterías, huinchas aisladoras, polera negra, son elementos
comunes que se pueden encontrar en cualquier domicilio de cualquier persona o ciudadano
de este país. Sin embargo, y en este caso coincido con la Fiscalía y los querellantes, estos
elementos individuamente considerados deben sí apreciarse en forma conjunta y valorarse
en una situación de contexto conforme a los delitos imputados. No se puede hacer un uso,

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apreciación o evaluación conforme a las reglas de la sana crítica en forma independiente o
en forma separada, sino que necesariamente conforme a las reglas de la lógica y máximas
de la experiencia, se debe, hacer una situación de contexto, en una valoración armónica de
acuerdo a los delitos por los cuales fue formalizado el imputado aquí presente.
Y entrego también en este momento mis elementos de convicción. El tribunal en definitiva
resultó persuadido y convencido con la prueba aportada por el Ministerio Público respecto
a las concurrencias de las letras a) y b) del art. 140 CPP. Haciendo un resumen de la prueba
o elementos de prueba exhibidas por la Fiscalía en esta audiencia, como fueron diversas
diligencias de investigación, declaración de testigos, exámenes periciales de diversa
índole, se puede estimar por el tribunal de que efectivamente se entienden justificados los
seis delitos por los cuales fue formalizado el imputado, y ha provocado fuerte convicción
especial al juzgador la declaración de los diferentes testigos de los seis hechos por los
cuales fue formalizado el imputado, y a partir de ello puedo derivar de que el imputado
siempre tenía una misma forma de actuación en los diferentes delitos o hechos por los
cuales ha sido formalizado. En todos los casos vestía de la misma forma, una idéntica forma
de actuación en los diversos hechos, a lo que se debe agregar un elemento no menos
importante, el hecho de las comunicaciones o publicaciones que en todos los casos
realizaba el grupo ITS en la página de internet, dando cuenta de los hechos realizados o
cometidos, lo que reitero, deben apreciarse en forma conjunta y armónica conforme a todos
los antecedentes que se han agrupado o se han allegado al momento de esta audiencia de
discusión de medidas cautelares. Hay un hecho también no menos importante y relevante
en concepto del tribunal que es el producto de la entrada y registro del domicilio del
imputado, y también del domicilio laboral del imputado. En este caso se encontraba una
serie de instrumentos utilizados para los elementos explosivos, incluso un niple idéntico al
utilizado previamente en los hechos y otros elementos que lo vinculan, como la misma
revista Ajejema. Reitero, estos elementos deben apreciarse en forma conjunta y armónica,
y también provoca fuerte convicción al tribunal el resultado de los informes periciales
genéticos coincidentes con el perfil genético del imputado en cuanto a la evidencia
incautada en a lo menos tres de los hechos formalizados respecto del imputado aquí
presente.
En definitiva, respecto a la letra a) del CPP, el tribunal ha resultado persuadido en cuanto
a la existencia de diversos delitos que están señalados en la Ley N° 18.314 sobre conductas
terroristas. El art. 2 n° 1 “homicidio calificado terrorista en carácter de frustrado”, “lesiones
graves terroristas consumadas”, “daños” también en el mismo contexto terrorista, y en todos

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los casos conforme a lo ya razonado por el tribunal es posible achacar responsabilidad
directa al imputado conforme al art. 15 n° 1 del Código punitivo. En definitiva, respecto del
presupuesto material, no cabe sino concluir el tribunal de que los hechos atribuidos al
imputado aquí presente pueden ser calificados a momentos de esta audiencia como
verdaderamente hechos terroristas, por cuanto el imputado indudablemente causó un temor
injustificado en la población de ser víctima de hechos similares, conforme a lo señalado
también por el legislador en el art. 1 de la Ley N° 18.314 ya tantas veces señalada. Respecto
a la necesidad de cautela, considero que otras medidas cautelares del art. 155 son
insuficientes como para resguardar a la sociedad frente a este tipo de conductas terroristas,
conductas totalmente despreciativas de bienes ajenos a la persona del imputado,
tendientes a destruir o perjudicar bienes tan importantes para nuestra sociedad como son
la vida, la integridad física y psicológica, y la propiedad de las personas. No podría hacer
aplicar frente a esos delitos tan graves una medida cautelar como un arresto domiciliario,
tal fue propuesto por la defensa, sino que considero que la medida cautelar de prisión
preventiva en este caso resulta necesaria y proporcional, y la única atingente para este tipo
de conductas, estimando desde ya y resumiendo en definitiva la resolución del tribunal que
la libertad del imputado es un peligro para la seguridad de la sociedad y a fin de cautelar
su comparecencia a juicio, toda vez que a todas luces en el caso de ser condenado ha de
cumplir pena efectiva, se decreta prisión preventiva respecto del imputado aquí presente
Camilo Gajardo Escalona.

VI. RESOLUCIONES ILEGALES Y ARBITRARIAS:

Las resoluciones recurridas son ilegales y arbitrarias, pues se advierte en su


contenido vulneración a derechos fundamentales e impedimento al ejercicio de la
libertad ambulatoria de Camilo Gajardo Escalona:
VI. 1. Primer vicio: Falta de fundamentación en el pronunciamiento de resoluciones
judiciales.
VI.2. Segundo vicio: se autoriza el ingreso a un lugar cerrado fuera de la habilitación
legal para adoptar dicha decisión, pues se otorgó antes de existir una negativa de
un encargado o dueño para que se pueda proceder a la autorización judicial para el
ingreso.

15
V.I.3. Tercer Vicio: Se rechaza la ilegalidad de la detención que se promovió por
infringirse el derecho a la defensa y el derecho a no auto criminarse, pues se validó
el consentimiento de Camilo Gajardo Escalona para la extracción de una muestra
biológica, el cual se prestó sin la debida asesoría jurídica no obstante estar su
defensa disponible y sin conocer la consecuencia incriminatoria de su autorización.

VI.4. Cuarto Vicio: La resolución recurrida decreta la prisión preventiva utilizando


como base para su argumentación el resultado de diligencias de investigación que
se desarrollaron vulnerando el derecho al debido proceso, el derecho a la defensa
y a no auto incriminarse.

VI.1.Primer vicio: Falta de fundamentación en el pronunciamiento de


resoluciones judiciales.

Como se dijo, la falta de fundamentación de resoluciones judiciales, afectando por


tanto el derecho al debido proceso, se advierte en tres aspectos: al decretar la orden
de detención, al autorizar la realización de diligencias de investigación y al decretar
la prisión preventiva en contra de mi defendido.

Primera manifestación del vicio de falta de fundamentación: Al decretar la


orden judicial de detención.

En primer lugar, el juez de garantía cita los artículos 9° y 127 en la resolución que
en la cual ordena la detención de Camilo Gajardo Escalona,

El artículo 9° establece que “Autorización judicial previa. Toda actuación del


procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la
Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales
efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía.
Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea
indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cual

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medio idóneo a efecto, tales como teléfonos, fax, correo electrónico u otro, sin
perjuicio de la constancia posterior en el registro correspondiente.
No obstante lo anterior, en caso de una detención se deberá entregar por el funcionario
policial que la practique una constancia de aquella, con indicación del tribunal que la expidió,
del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió.”

Más allá del deber genérico de fundamentar las resoluciones judiciales que
establece el artículo 36 del Código Procesal Penal, el juez de garantía deberá
pronunciarse sobre la solicitud de orden de detención formulada por el ministerio
público evaluando a solicitud y sus fundamentos. En este caso, la constancia de la
resolución judicial pronunciada ni siquiera cumple con este mínimo estándar
registral de la actuación y para la policía, fundado en la urgencia del caso, pues en
la Constancia en la cual se dejó registro de la orden de detención ni siquiera
se deja constancia de los delitos que se pretendían imputar a Camilo Gajardo
Escalona. Se señala escuetamente que se ordena la detención por “SEIS DELITOS
QUE SE ENCUENTRAN EN LA LEY 18.314 SOBRE CONDUCTAS
TERRORISTAS” , en circunstancias que se pretendía imputar participación criminal
en seis hechos, que a su vez fueron calificados jurídicamente por el ministerio
público de un delito de envío de artefacto explosivo de la Ley 18.314; cinco delitos
de colocación y activación de artefacto incendiario de la Ley 18.314; tres delitos de
homicidio calificado de carácter terrorista frustrado y uno en grado de tentado; tres
delitos de lesiones graves de carácter terrorista; cuatro delitos de lesiones menos
graves de carácter terrorista y un delito de daño. Es decir, 18 delitos.

En efecto, el artículo 36 del Código Procesal Penal establece la obligación de


fundamentación de toda resolución judicial: “Será obligación del tribunal
fundamentar las resoluciones que dictare, con excepción de aquellas que se
pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación expresará
sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se
basaren las decisiones tomadas.

17
La simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios
de prueba o solicitudes de los intervinientes no sustituirá en caso alguno la
fundamentación”.

Dicho lo anterior, la resolución de fecha 9 de agosto de 2019 en que el juez recurrido


Marcelo Ovalle Bazán, accede a la orden de detención no solamente se refiere de
manera genérica y escueta a la fundamentación del ministerio público para solicitar
la orden de detención, sino que además no se hace cargo del análisis de cada uno
de los puntos expuestos por la fiscalía que fundamentan la solicitud.

Que se trate de una autorización verbal para detener, que de acuerdo al artículo
9° del Código Procesal Penal puede excepcionalmente otorgarse por cualquier
medio, a fin de garantizar la realización de diligencias de investigación, y que luego
se requiera dejar registro en una constancia de la misma, no exime al tribunal del
deber de fundamentación.
Se afirma en la resolución recurrida que se adopta la decisión de ordenar la
detención de Camilo Gajardo Escalona, “en base a una serie de diligencias de
investigación, declaración de funcionarios policiales, declaración de testigos, y
diversos exámenes periciales de evidencias, ordené la detención del siguiente
imputado”.

¿A cuáles diligencias de investigación se refiere el magistrado?

¿Las declaraciones de qué funcionarios hicieron fuerza para lograr convicción?

¿Qué testigos impactaron en la apreciación del tribunal?

¿A qué exámenes periciales se referirá el magistrado?

¿Qué evidencia se expuso al tribunal relativa a esos exámenes?

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Todas estas interrogantes que pueden formularse quedan sin respuesta en la
lectura y análisis de la resolución que se impugna.

Así las cosas, se produce una vulneración de las normas referentes al debido
proceso y en especial al artículo 7.3. de la Convención Americana de Derechos
Humanos, de acuerdo a la cual cualquier restricción a la libertad que no contenga
una motivación suficiente que permita evaluar si se ajusta a las condiciones
señaladas, será arbitraria, pues la norma citada señala expresamente que “Nadie
puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios”. Respecto a la
característica o connotación de “arbitrario”, la jurisprudencia unánime de la
Excelentísima Corte Suprema ha dicho de manera sostenida en el tiempo que lo
arbitrario es aquello que carece de fundamento racional. En este caso, ni siquiera
existe un fundamento por lo que el vicio aun es aún más grave.

La Excelentísima Corte Suprema, en causa Rol N° 9521-2010 considerando


undécimo se señala “Que esta Corte en lo atingente a la garantía constitucional del
debido proceso condiciona la legitimidad de la decisión jurisdiccional desde luego a
la existencia de un pronunciamiento que sea corolario de un proceso previo que en
el sentir del constituyente este asegurado por reglas formales que conformen un
racional y justo procedimiento e investigación, cuya regulación deberá verificarse a
través de la ley que prevea una fase indagatorias que no se aparte de las normas
de actuación del ministerio público de un oportuno conocimiento de la acción, una
adecuada defensa y la producción de prueba pertinente en las audiencias realizadas
ante el juez de garantía o ante el tribunal oral en lo penal.”

Dentro de las reglas formales que conforman un racional y justo procedimiento,


particularmente en lo relativo a detención producidas por órdenes judiciales
verbales, la garantía de que las resoluciones judiciales y ciertamente las
constancias de las mismas deben fundarse de manera tal de hacer saber qué
motivos y argumentos convencen al tribunal de adoptar la decisión de privar de

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libertad a una persona, obligación que en este caso no se satisface en la resolución
recurrida.

Segunda manifestación del vicio de falta de fundamentación: la resolución


recurrida autorizó la realización de actividades de investigación sin
fundamentar dicha decisión.

Es así como las autorizaciones antes transcritas se plasmaron en un documento


denominado “Constancia” que se acompaña en un otrosí de esta presentación y de
su lectura se advierte claramente que esta resolución judicial carece de
fundamentación que la ley procesal penal exige, tanto en el artículo 218 que el
mismo juez de garantía invoca como en el artículo 36 del Código Procesal Penal.

El artículo 218 inciso 1° del Código Procesal Penal exige que: “Retención e
incautación de correspondencia. A petición del fiscal el juez podrá autorizar POR
RESOLUCION FUNDADA la retención de la correspondencia postal, telegráfica o
de otra clase y los envíos dirigidos al imputado o remitidos por él; a un bajo nombre
supuesto o de aquellos de los cuales por razones de especiales circunstancias, se
presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por
motivos fundados fuere previsible su utilidad para la investigación. Del mismo modo
se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la correspondencia
electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.”

El juez de garantía cita normas y de manera general menciona que el fiscal


fundamentó verbalmente la solicitud de orden de detención y requirió la autorización
para realizar diligencias de investigación intrusivas como la entrada, registro e
incautación de evidencias y comunicaciones privadas señalando brevemente que lo
hacía “conforme a los artículos 9, 127, 205 y siguientes, 217 y 236 del Código
Procesal Penal” “y “a petición verbal debidamente fundamentada del fiscal
regional metropolitano sur, don Héctor Barros y del fiscal adjunto don Claudio
Orellana, en base a una serie de diligencias de investigación, declaraciones

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de funcionarios policiales, declaraciones de testigos, y diversos exámenes
periciales de evidencias”.

Esta sucinta relación de normas y enumeración de antecedentes no cumplen con el


requisito de fundamentación al cual se refiere el artículo 36 y el articulo 218 del
Código Procesal Penal. En tal sentido, la resolución recurrida es a la vez ilegal y
arbitraria, pues incumple lo preceptuado en las normas invocadas siendo contraria
a derecho.

VI. 2. Segundo vicio: se autoriza el ingreso a un lugar cerrado fuera de la


habilitación legal para adoptar dicha decisión, pues se otorgó antes de existir
una negativa de un encargado o dueño para que se pueda proceder a la
autorización judicial para el ingreso.

El artículo 205 del Código Procesal Penal establece en su primer inciso que:
“Entrada y registro en lugares cerrados. Cuando se presumiere que el imputado o
medios de comprobación del hecho que se investigare, se encontrare en un
determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al mismo y proceder al registro
siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de
la diligencia.”

El inciso tercero de dicha norma prescribe que: “Si por el contrario, el propietario o
el encargado del edificio o lugar no permitiere la entrada y registro, la policía
adoptará las medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal
solicitará al juez la autorización para proceder a la diligencia. En todo caso, el fiscal
hará saber al juez las razones que el propietario o encargado hubiere invocado para
negar la entrada y registro”.

La “Constancia” en la cual el juez recurrido, Marcelo Ovalle Bazán dejó testimonio


de la solicitud de la orden de detención y registró las diligencias de investigación
que autorizó, se efectuó a las 15:20 horas. A esa hora, la policía o el fiscal no habían

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concurrido siquiera al domicilio del imputado ni a su lugar de trabajo, sino solo hasta
tres horas después, por lo tanto, mal podría el encargado o dueño de dichos lugares
negarse o autorizar el ingreso de la policía a estos lugares cerrados. Mal podría
entenderse que estamos frente a la hipótesis del artículo 206 inciso 1° del Código
Procesal Penal, puesto que este artículo se pone en la situación de cuando la policía
ya se encuentra en el lugar donde se producirá la detención. Por lo tanto, el juez de
garantía recurrido efectuó una autorización ilegal, pues no respetó la exigencia
contenida en el artículo 205 del Código Procesal Penal en torno a requerirse en
primer término la negativa de un dueño o encargado de un lugar cerrado de manera
previa a pedir la autorización.

No consta la negativa del dueño o encargado de los lugares cerrados señalados,


esto es, el domicilio particular de Camilo Gajardo Escalona y su lugar de trabajo,
tornándose la autorización en ilegal pues carece del presupuesto necesario para
que proceda la autorización del tribunal, esto es, que exista una negativa de parte
del dueño o encargado del domicilio en cuestión, adelantándose el juez de garantía
o más bien autorizando el ingreso sin que exista un supuesto material o fáctico
previo constituido por el rechazo del encargado del lugar al ingreso de la policía.

VI.3.Tercer Vicio: Se rechaza la ilegalidad de la detención que se promovió por


infringirse el derecho a la defensa y el derecho a no auto criminarse, pues se
validó el consentimiento de Camilo Gajardo Escalona para la extracción de
una muestra biológica, el cual se prestó sin la debida asesoría jurídica no
obstante estar su defensa disponible y sin conocer la consecuencia
incriminatoria de su autorización.

El derecho al debido proceso, el derecho a la defensa, el derecho a contar con un


defensor desde los primeros actos de la investigación dirigida en contra de Camilo
Gajardo Escalona, y el derecho a no auto incriminarse se ven vulnerados por la
resolución recurrida, que resuelve concretamente que:

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“También se dijo por la defensa que no se asistió al imputado con la debida defensa jurídica
a momento de recabarse o realizarse estas medidas intrusivas, principalmente el art. 197
del CPP en cuanto a exámenes corporales. Sin embargo, el tribunal entiende que esta
situación o esta apreciación de la defensa penal resulta errada, toda vez que tratándose de
una persona adulta, mayor de edad, consciente, autónoma de sus actos, tiene poder de
decisión respecto de lo que le formula la Fiscalía en cuanto a la obtención de exámenes
corporales del art. 197 del CPP. Tanto es así que el mismo legislador en el CPP establece
estas posibilidades en el mismo texto del CPP, por ejemplo en el art. 205 que establece la
entrada y registro, donde no es necesario que el imputado cuente con una asesoría técnica
como para acceder a entrar al registro voluntario, y más todavía lo dispuesto en el art. 127,
que es el caso que se aplica respecto del imputado aquí presente. Lo que sí se exige por
parte del legislador procesal penal en cuanto a la comparecencia de la asistencia técnica
para la debida defensa jurídica del imputado es la declaración del imputado conforme a lo
señalado en el art. 91 del CPP, tanto es así que en la parte final del art. 91 el Código dice
que en cualquier momento podrá incorporarse la defensa al momento de la detención del
imputado, obviamente con las consecuencias jurídicas que tiene la declaración, que puede
ser en algún evento auto inculpatorio respecto a la persona del imputado.”

Es así como la resolución recurrida no consideró adecuadamente lo preceptuado


en la normativa interna como aquella contenida en instrumentos internaciones sobre
derechos humanos y suscritos por el Estado, que obliga a asegurar el derecho a la
defensa material, a la entrevista privada con un defensor, al derecho del imputado
de contar con un defensor en la realización de diligencias de investigación que
puedan incriminarlo y el derecho propiamente tal a no auto incriminarse.

Como se expresó en los antecedentes de la resolución recurrida, la defensa penal


publica estuvo disponible desde las 19:35 hrs. del día jueves 8 de agosto de 2019,
para asistir al imputado pues ya se habían iniciado actos de investigación dirigidos
en su contra en los cuales se le atribuía participación criminal y no obstante lo
anterior, sin considerar la presencia de la defensa en la causa, se llevaron a cabo
diligencias de investigación que afectaron el derecho a no autoincriminarse y que
afectaron su derecho a la defensa, utilizándose su resultado en fundar la solicitud
de prisión preventiva, la cual efectivamente se decretó en contra de mi defendido.

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La decisión del tribunal que se recurre no consideró los siguientes preceptos legales
y constitucionales:

Artículo 19 de la Constitución Política de 1980. “La Constitución asegura a todas las


personas:
3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.
Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna
autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado
si hubiere sido requerida.”

“Artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos. Garantías Judiciales.


d) Derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor
de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor”.

“Artículo 14 del pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: 3. Durante el proceso,


toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas:
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y
a comunicarse con un defensor de su elección.”

“Artículo 25 de la Ley 19.718 que crea la Defensoría Penal Pública: Los defensores locales
podrán ejercer funciones directivas o de jefaturas en las Defensorías Locales en que se
desempeñen.
Los defensores locales asumirán la defensa de los imputados que carezcan de abogado
en la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y, en todo caso, con
anterioridad a la realización de la primera audiencia judicial a que fuere citado.
Asimismo, la asumirán siempre que, de conformidad al Código Procesal Penal, falte
abogado defensor, por cualquier causa, en cualquiera etapa del procedimiento.
Mantendrán la defensa hasta que la asuma el defensor que designe el imputado o acusado,
salvo que éste fuere autorizado por el tribunal para defenderse personalmente”.

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Código Procesal Penal:

“Artículo 7º.- Calidad de imputado. Las facultades, derechos y garantías que la Constitución
Política de la República, este Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse
valer por la persona a quien se atribuyere participación en un hecho punible desde la
primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la completa ejecución de
la sentencia.
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera
diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la
policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible”.

“Artículo 8º.- Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un
letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado
que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno.
La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este
Código.”

“Artículo 93.- Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta
la terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes.
b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;”

“Artículo 184.- Asistencia a diligencias. Durante la investigación, el fiscal podrá permitir la


asistencia del imputado o de los demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que
debiere practicar, cuando lo estimare útil. En todo caso, podrá impartirles instrucciones
obligatorias conducentes al adecuado desarrollo de la actuación o diligencia y podrá
excluirlos de la misma en cualquier momento.”

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Cabe señalar que de acuerdo al artículo 25 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, relativa a las Garantías Judiciales, se garantiza que “Toda
persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante
los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones
oficiales.” Por lo tanto, esta acción es plenamente admisible como medio de
impugnación en contra de la resolución que niega lugar a la ilegalidad de la
detención, norma de rango constitucional, de acuerdo a lo establecido en el artículo
5° de la Constitución Política de la Republica, debiendo aplicarse esta norma por
sobre la norma de rango simplemente legal contenida en el artículo 132 del Código
Procesal Penal que declara que la resolución que resuelve la petición de ilegalidad
de la detención es inapelable para la defensa en todos los casos, pues esta norma
derechamente contiene una negación al derecho al recurso.

VI.4. Cuarto Vicio: La resolución recurrida decreta la prisión preventiva


utilizando como base para su argumentación el resultado de diligencias de
investigación que se desarrollaron vulnerando el derecho al debido proceso,
el derecho a la defensa y a no auto incriminarse.

Como se advierte de la lectura de la resolución recurrida y que se transcribe líneas


más arriba, se decreta la prisión preventiva usando como base o elemento de
convicción el resultado de diligencias ilegales y arbitrarias:

1. Los resultados de los peritajes de ADN que en dos de los hechos formalizados
arrojarían un resultado que indicaría presencia de material biológico de mi defendido
en evidencias rescatadas de dos sitios del suceso.

En este punto resolvió el juez recurrido:

“Reitero, estos elementos deben apreciarse en forma conjunta y armónica, y también


provoca fuerte convicción al tribunal el resultado de los informes periciales genéticos

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coincidentes con el perfil genético del imputado en cuanto a la evidencia incautada en a lo
menos tres de los hechos formalizados respecto del imputado aquí presente.”

2. El resultado de la orden de entrada y registro del domicilio de mi defendido,


ingreso que fue autorizado por el juez recurrido fuera de la hipótesis legal que exige
negativa del encargado o dueño de un recinto o lugar cerrado para proceder a la
solicitud de autorización judicial de ingreso.

En este punto resolvió el juez recurrido:

Hay un hecho también no menos importante y relevante en concepto del tribunal que es el
producto de la entrada y registro del domicilio del imputado, y también del domicilio laboral
del imputado. En este caso se encontraba una serie de instrumentos utilizados para los
elementos explosivos, incluso un niple idéntico al utilizado previamente en los hechos y
otros elementos que lo vinculan, como la misma revista Ajejema.”

VII. DERECHOS Y GARANTIAS VULNERADOS:

Se priva a mi defendido Camilo Gajardo Escalona del derecho a la libertad


ambulatoria, el derecho al debido proceso, el derecho a la defensa, el derecho a
contar con un defensor desde los primeros actos de la investigación dirigida en
contra de Camilo Gajardo Escalona, y el derecho a no auto incriminarse se ven
vulnerados por la resolución recurrida.

VIII. REESTABLECIMIENTO DEL IMPERIO DEL DERECHO:

La presente acción constitucional se interpone a fin de que S.S. Iltma., conociendo


el presente recurso, acoja las peticiones de la defensa y ordene la inmediata libertad
de mi defendido, siendo ésta la única forma de reestablecer el imperio del derecho
y la vigencia de los derechos y garantías vulneradas con la resolución recurrida.

27
IX. ACERCA DE LA PROCEDENCIA DEL RECURSO DE AMPARO

En este caso, la acción constitucional presentada es procedente atendido lo


dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política del Estado, y el Auto Acordado
de la Corte Suprema de 19.12.1932 sobre Tramitación y fallo del Recurso de
Amparo. Se ha interpuesto en contra de una resolución judicial que ha sido
adoptada en abierta infracción a garantías constitucionales y disposiciones legales
vigentes.

Ni en el artículo 21 de la Constitución Política de la República ni en el Auto Acordado


referido se establece limitación alguna para presentar dicha acción constitucional
que diga relación con la procedencia de otros recursos procesales. Es más,
siguiendo esta línea es posible establecer que por mandato constitucional esta vía
debe prevalecer sobre cualquier otra consideración procesal por las siguientes
razones:

a. Desde el punto de vista de forma, la acción constitucional de amparo se


fundamenta en la supremacía constitucional sobre cualquier otra norma particular o
general del ordenamiento interno, y sobre cualquier acto. Ello porque como señala
el art. 6 CPR: “Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o
integrantes de dichos órganos [del Estado] como a toda persona, institución o
grupo”; es decir, la ligazón constitucional afecta a todo órgano productor de normas
y a toda potestad aplicadora de reglas.

b. Desde el punto de vista de fondo, la Carta Fundamental lo que pretende


resguardar como valor jurídico protegido mediante dicha acción es: la libertad
personal de un ciudadano, y su seguridad individual como supuesto de ella, puesto
que como decreta la Constitución: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad
y derechos”; siendo ésta la base principal de nuestra institucionalidad de acuerdo al
art. 1º de la Constitución. Y debe tenerse muy presente que, como ha decretado el
Tribunal Constitucional, tal norma y su contenido, “refleja la filosofía que inspira

28
nuestra Constitución”. En concreción de tal base, se resguarda la libertad personal
y la seguridad individual, además, en la garantía constitucional contenida en el art.
19 nº 7 de la Constitución Política, a lo que se agrega, en tercer lugar, como parte
indispensable de la institución de la libertad, la acción constitucional de amparo del
art. 21.

Con lo anterior, se entiende que independientemente de la procedencia de otros


recursos que puedan proteger al individuo de la infracción a la garantía consagrada
en el art. 19 n°7 de la carta fundamental, es el recurso de amparo del artículo 21, el
mecanismo natural e idóneo que surge para materializar esta protección pues así
está vinculado en nuestro ordenamiento constitucional. Así se desprende de lo
señalado por esta misma Corte cuando decreta que el amparo “procede siempre,
contra cualquier clase de resoluciones que decretan medidas de prisión o cualquier
otra restricción de la libertad personal” (Rol Corte Suprema N ° 4330-05). En el
mismo sentido en recurso de amparo Rol N° 5972-2007 de 7 de noviembre de 2007:
“TERCERO: Que, el recurso de amparo, en cuanto persigue vigilar el cumplimiento
de la Constitución y las leyes en lo concerniente a la privación o amenaza de
atentados contra la libertad personal y la seguridad individual, es también un
instrumento eficaz para el control de las resoluciones que emitan los tribunales de
justicia que pongan en riesgo dichas garantías. Surge el recurso de amparo
entonces, como el remedio adecuado y oportuno para poner fin a los actos y
decisiones que afecten tales derechos, cuando en dichos dictámenes aparezca de
manifiesto y sea ostensible que los antecedentes que le sirven de fundamento no
se corresponden con el ordenamiento jurídico vigente”

En este sentido se ha pronuncia la Excelentísima Corte Suprema en causa rol SCS


4.793-17 “Que del texto del recurso aparece que la situación descrita constituye una
de las tuteladas por el artículo 21 de la Constitución Política de la República, por lo
que su mérito deberá decidirse al conocer del fondo de la acción deducida, se
revoca la resolución apelada de treinta y uno de enero de dos mil diecisiete, dictada
por la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N°245-2017 , por la cual se declaró

29
inadmisible el recurso de amparo interpuesto, y en su lugar se dispone que este es
admisible”

“Que el habeas corpus es una acción que la Constitución Política de la Republica


contempla en su artículo 21, cuyos presupuestos han de ser valorados al momento
de la decisión del mérito, se revoca la sentencia y se repone la causa al estado que
se le dé por el tribunal no inhabilitado, la tramitación legal que corresponda”. (SCS
15.485-2017 y Nº 14.781-18.)

Se podría argumentar que este recurso no es el inmediatamente idóneo para


salvaguardar la garantía de la libertad personal y la seguridad individual que se ve
vulnerada en el caso que se presenta, por no estar expresamente contemplada por
el artículo 21, existiendo, por tanto, otros recursos más idóneos. Lo anterior
correspondería si se hace una interpretación reducida y excesivamente estricta de
la letra del artículo 21 de la Constitución Política que parece preclaro en declarar la
procedencia del recurso sólo para los casos en que un individuo ha sido arrestado,
detenido o preso con infracción a lo dispuesto en la Constitución o en las leyes. Sin
embargo, esta interpretación es discutible y no refleja el verdadero espíritu de la
legislación constitucional consistente en la protección en sentido amplio de la
libertad personal y la seguridad individual.

Otro argumento en favor de esta aplicación de la protección del derecho a la libertad


personal y la seguridad individua mediante el amparo en el caso que se presenta,
consiste en la interpretación extensiva de los Derechos fundamentales, y por ende,
del valor de la libertad y la institucionalidad jurídica que la protege, toda vez que
como es sabido la interpretación de los Derechos Fundamentales debe realizarse
en pro de una institucionalidad humanitaria , en pro del individuo, lo que se
corresponde por lo demás con los deberes impuestos por el artículo 5 inc.2 de la
CPR, de promover los derechos fundamentales garantidos por la Constitución. En
otras palabras, se arguye que no obstante no haber una norma expresa que faculte
al amparo como vía exacta para el reclamo ante esta vulneración en específico, la

30
interpretación extensiva de los derechos fundamentales obliga a buscar el
mecanismo, cualquiera que este sea, que mejor permita la protección del derecho,
siendo en este caso la vía de amparo constitucional del artículo 21.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto y normas legales y constitucionales


invocadas,

RUEGO A S.S. ILTMA. que reafirme la vigencia del principio de integridad judicial,
restableciendo el imperio del Derecho, acogiendo el Habeas Corpus interpuesto por
esta defensa, ordenando la inmediata libertad del amparado, declarando que la
resolución que decretó la prisión preventiva es abiertamente ilegal e
inconstitucional, por atentar contra el deber de fundamentación de las resoluciones
judiciales, por sustentarse en antecedentes obtenidos en contra de ley expresa y
atentando directamente contra las garantías constitucionales de la defensa, el
debido proceso y el derecho a no auto incriminarse.

De la misma manera, solicito a S.S. Iltma. se dejen sin efecto cada una de las
diligencias realizadas con infracción de garantías fundamentales que a continuación
se enumeran:

1. Extracción de muestras biológicas de mi representado, constituidas por obtención


de sangre que derivó en la determinación de un perfil de ADN;
2. Autorización de entrada y registro a los domicilios de Sargento Menadier N' 400,
villa Los Evangelistas comuna de Puente Alto y Calle Pacífico Nro. 2460. comuna
de San Joaquín
3. Autorización para incautación y levantamiento y análisis de evidencia no sólo
vinculada con los ilícitos que se encuentran investigados, si no que otros que
puedan estar vinculados y aparezcan en el marco de la entrada y registro que se
decreta, como computadores, discos duros, pendrives, discos compactos y DVD,
DVR, teléfonos, tarjetas de transporte, álbumes fotográficos.

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4.- Autorización, conforme al artículo 218 del Código Procesal Penal, y a partir de la
evidencia que se obtenga consistente en soportes informáticos, para la extracción
de la información en ellos contenida, su copia y posterior análisis, y la extracción de
información de correos electrónicos, ingresos a redes sociales, mensajería SMS.
Whatsapp, Telegram y todo sistema de comunicación contenido en la evidencia
incautada.

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