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Métodos de investigación
Para obtener todos los datos relativos al suelo, nos valemos de diversos métodos
investigativos. Estas investigaciones pueden clasificarse en dos grandes grupos.
I.. Estudios que se realizan en la superficie del suelo.
Fotografías aéreas.
Estudios topográficos.
Mapas Geológicos de la región.
Prospección Geofísica.
Los tres primeros métodos más bien son utilizados en obras de gran extensión
superficial, como presas, puentes, túneles y obras viales en general, los cuales
nos ofrecen solamente características superficiales de la zona que se trate. El
cuarto tiene por objetivo orientarnos en cuanto a los tipos de materiales que
podemos encontrar en el suelo y se complementa con el estudio geológico.
Movimiento de tierra
II.Excavación con transporte horizontal: Tiene como objetivo fundamental realizar una
excavación y transportar el material excavado hasta un lugar destinado de antemano
(vertedero), donde podrá tener uso específico.
Suelos arcillosos
Los suelos arcillosos se hinchan cuando se exponen a la humedad y se contraen cuando la
humedad del suelo disminuye, esto representa un problema para las cimentaciones
Suelos arenosos
Suelos formados por arenas medias y gruesas tienen una granulometría muy favorable para
sustentar estructuras con cierta resistencia. Este tipo de suelo a diferencia de los suelos
arcillosos es muy estable dado a que resiste bien a los cambios de humedad y temperatura. En
cuestión de cimentación son recomendables en este tipo de suelos las cimentaciones en losa ya
que las puede soportar fácilmente. Sin embargo el problema que tienen los suelos arenosos es
que son muy propensos a la erosión y eso influye en la cimentación y estructura de un edificio.
Por otro lado las arenas finas el punto desfavorable es que son muy susceptibles de sufrir
cambios importantes con los movimientos sísmicos, ya que por su granulometría tienden a
densificarse produciendo efectos y daños en las cimentaciones. Por lo que lo más recomendable
en este tipo de suelos arenosos son las cimentaciones profundas, ya que a mayor profundidad
nos ofrecen mayor capacidad de carga y por lo tanto mayor resistencia.
Suelos limosos
Son suelos de grano fino con poca o ninguna plasticidad, pudiendo ser inorgánicos como los
producidos en las canteras u orgánicos como los que suelen encontrarse en los ríos con
características plásticas. Su color varía desde gris claro a muy oscuro. Pero la pregunta que nos
hacemos ahora es la siguiente:
¿A la hora de construirnos una casa cuál es el mejor terreno?
Hay que tener muchos puntos en cuenta, como los siguientes:
¿Qué hay alrededor?
Nos referimos a una serie de cosas que a veces pasamos por alto: si tenemos vecinos cerca,
dónde está el médico más cercano, el pueblo más próximo, en qué condiciones están las
carreteras cercanas.
El entorno y la climatología
Infórmate de cosas tales como el clima de la zona o cosas realmente importantes como si hay
un río cerca. Muchas veces vemos en las noticias cómo hay personas que han construido sus
casas en terrenos que, a pesar de ser urbanizables se ven sorprendidas por un desbordamiento
de un río por ejemplo.
Suministro de luz
Por otro lado también debes de tener en cuenta cómo harás que llegue la luz a tu
nueva casa. Poniéndote en contacto con la empresa que suministre este servicio en la
zona más próxima.
Suministro de gas
Lo primero que deberás hacer es comprobar si el suministro llega a la zona donde vas a
construir tu vivienda o no (ten en cuenta que también podrías recurrir a bombonas de
butano entre otras cosas).
En conclusión los terrenos en los que se construyen y asientan las casas, no siempre cuentan
con el mismo tipo de suelo, por lo que hay que tomar consideraciones especiales o hacer
cimentaciones adecuadas dependiendo del material que se encuentre en el terreno. Esto es
algo que muy pocas veces pasa por nuestras mentes pero que debemos de considerar al adquirir
o construir una casa, ya que de esto depende mucho la integridad estructural de la construcción.