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XXXIV Colloque international du GIREA, 2013, 239-251

Los servi quasi coloni y la renta esclava

Carlos García Mac Gaw


Universidad Nacional de La Plata - Universidad de Buenos Aires
Programa PEFSCEA (Argentina)

Los servi quasi coloni son una clase particular de esclavos cuya existencia ha sido
en general asociada a la decadencia del sistema esclavista romano1. En la historiografía
tradicional que tomaba como centro a la economía esclavista de plantación esta forma
particular de explotación aparece ligada a la necesidad de establecer a los esclavos en la
tierra. A diferencia de lo que ocurre en la esclavitud en bandas, o chattel slavery, estos
esclavos eran explotados como si fuesen colonos libres, a quienes se les cedía un lote de
tierra para que lo trabajasen contra el pago de una renta. El lote de tierra legalmente
no era asimilado con un peculium cedido por el amo al esclavo, sino que funcionaba
como un bien por cuyo usufructo el servus quasi colonus pagaba una renta a su amo, la
merces, en las mismas condiciones en que se realizaba la locatio conductio2. No obstante,
el esclavo obtenía los frutos de la explotación a título de res peculiares3. La relación
de locación, aunque asimilada a la locatio conductio, no puede ser entendida como un
contrato puesto que involucra a un amo con su propio esclavo. Tradicionalmente esta
forma de explotación fue percibida como un fenómeno tardío que venía a representar el
“eslabón perdido” entre la esclavitud mercancía y el colonato tardoantiguo4. Paul Veyne
(1981, 23), uno de los pocos historiadores que ha dedicado un trabajo específico a este

1  Sobre el uso de la fórmula quasi + sustantivo en las fuentes jurídicas véase ahora Giliberti (1988, 100-4), con bibliografía
sobre el tema.
2  Sobre el contrato de locatio conductio véase de Neeve (1984, 4-13).
3  En Giliberti (1988, 37-51) se puede ver en detalle el análisis sobre el alcance de la disposición del peculium por parte de los
esclavos según los juristas. Sin embargo, para Veyne (1981, 4 y 6-7), el lote de tierra es asimilable al peculium. Evidentemente es
una cuestión jurídicamente controvertida por la ambigüedad del “contrato” que se establece entre el amo y el esclavo.
4  Véase un estado de la cuestión en Giliberti (1988, 9-28). Vera (1989, 34).

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fenómeno organizando la colección de fuentes que se relacionan con él, es bastante


paradójico cuando argumenta que
“Le dossier des servi quasi coloni est mince et pauvre, aussi pauvre… que les autres dossiers
relatifs à la main-d’œuvre rurale, qu’elle ait été servile ou libre. On croit entrevoir, dans cette
pénombre, deux ou même trois silhouettes différentes d’esclaves-colons : un esclave riche et
important, semblable à Tityre ; un vilicus à qui le domaine a été affermé ; enfin un pauvre
homme, un simple inquilinus, de naissance servile. Les deux premières silhouettes illustrent
un aspect de l’économie esclavagiste, où les esclaves n’étaient pas utilisés comme esclaves,
mais comme hommes de confiance, ayant tous les talents et soumis à leur maître comme
aucun client ne l’avait été”5.

Los “esclavos que no eran utilizados como esclavos” es una expresión paradójica.
Si Virgilio la hubiese escuchado en relación con su personaje tal vez no habría podido
evitar levantar sus cejas con cierto asombro. Finley y Veyne han argumentado a favor de
una lectura minimalista del fenómeno. El último dice que los esclavos-colonos fueron
poco numerosos pues entiende que esta forma en realidad era más bien habitual para los
vilici, es decir para los jefes y no para los miembros subalternos del personal6. También se
pregunta retóricamente, sin aventurar una respuesta, si podría pensarse que en el período
que transcurre entre Marco Aurelio y Constantino se habría dejado de hacer trabajar a los
esclavos en bandas para colocarlos en parcelas individuales7.
Esta forma esclavista que habitualmente se presenta como tardía y relacionada
con la crisis del sistema de la villa, ya aparece recogida por Alfeno, en el paso entre la
república y el principado8. De acuerdo al contenido de la primera ley en donde aparece el
fenómeno (Dig. 15.3.16) cierta persona había alquilado a su esclavo una tierra y le había
dado bueyes9. Como estos bueyes no eran idóneos, el amo le había dicho al esclavo que

5  Véase también Ste. Croix (1981, 237-8).


6  Varrón, Res Rusticae, 1.17.5 sugiere otorgar un lote de tierra al mayordomo para incentivar su buena disposición, Praefectos
alacriores faciendum praemiis dandaque opera ut habeant peculium et coniunctas conservas, e quibus habeant filios. También
aparece en 1.2.17, Agrius, Tu, inquit, tibicen non solum adimis domino pecus, sed etiam servis peculium, quibus domini dant
ut pascant. De todas maneras creo que existe una diferencia entre este peculium cedido al vilicus y la tierra alquilada al servus
quasi colonus, pues en el caso de Varrón claramente se sugiere ceder, y no alquilar, un lote de tierra para mejorar la condición
del mayordomo.
7  Finley (1976, 113); Veyne (1981, 24-5).
8  Dig. 15.3.16 y 40.7.14; también abreviado por Pablo en 40.1.40.5.
9  Alf. 2 Dig. 15.3.16, Quidam fundum colendum servo suo locavit et boves ei dederat, cum hi boves non essent idonei,
iusserat eos venire et his nummis qui recepti essent alios reparari, servus boves vendiderat, alios redemerat, nummos venditori
non solverat, postea conturbaverat, qui boves vendiderat nummos a domino petebat actione de peculio aut quod in rem domini
versum esset, cum boves pro quibus pecunia peteretur penes dominum essententiarum respondit non videri peculii quicquam

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los vendiera y comprara otros con el dinero que obtuviera. El esclavo había vendido los
bueyes y comprado otros, pero sin rendir el dinero al vendedor y después había entrado
en bancarrota. El acreedor del esclavo le pedía al amo el dinero por la actio de peculio
aut de in rem verso. Esta acción permitía dirigirse contra el dueño de un esclavo que no
había cumplido un contrato en caso de que este último no tuviera la libre disposición del
peculio. La acción sólo era útil en el caso de que el amo hubiese aumentado su fortuna
por medio de la conducta de su esclavo10. La opinión del jurista es que no le parecía que
esta fuera una cuestión sobre peculio, excepto que quedara algo de este peculio después
de la deducción de las deudas que el esclavo tenía con su amo11. La actio de in rem verso
no era utilizable en la ocasión. Es cierto que los segundos bueyes habían pasado a formar
parte del patrimonio del amo (como propietario eminente de todo lo que componía
el peculio de su esclavo), pero de acuerdo al texto de Alfeno, el amo había pagado los
primeros bueyes, por lo tanto la cosa no lo beneficiaba y, en conclusión, no correspondía
condenarlo a pagar excepto en el caso en que hubiera una diferencia suplementaria en el
valor de los segundos bueyes12. Para el derecho este esclavo era jurídicamente responsable
puesto que actuaba independientemente administrando su peculio. Según Giliberti, en la
óptica de Alfeno la escisión entre dos acciones distintas, locare en relación con el fundo y
dare para los bueyes, expresa la compleja utilización del trabajo del esclavo que no cultiva
bajo la directa dependencia del amo sino que trabaja la tierra por cuenta propia como un
colonus. Alfeno tendría la óptica arcaizante de no considerar a los animales dentro del
concepto amplio del fundus instructus, y según la opinión del jurista el vendedor de los
bueyes no podía exigir satisfacción sobre el fundo porque este había sido otorgado en
locación y no en peculio13.
Algo similar puede verse en Dig. 18.1.40 donde Alfeno entiende que los dolia de
un fundo que se vendía debían cederse al comprador, como así también aquellos que
había comprado el esclavo que cultivaba la tierra con su peculium. Evidentemente estos

esse, nisi si quid deducto eo, quod servus domino debuisset, reliquum fieret, illud sibi videri boves quidem in rem domini versos
esse, sed pro ea re solvisse tantum, quanti priores boves venissent, si quo amplioris pecuniae posteriores boves essent, eius oportere
dominum condemnari.
10  Veyne (1981, 11, n. 39).
11  El esclavo podía ser deudor o acreedor de su propio amo. Si el esclavo tenía acreedores, el amo era responsable de las deudas
de su esclavo hasta el monto del peculio que le había otorgado, y él mismo sería el primero entre los acreedores. Es decir que él
mismo cobraría la deuda que tenía con él su esclavo y luego el resto de los acreedores reclamarían si quedaba algo. Véase Veyne
(1981, 11).

12  Véase también Giliberti (1988, 30-1), para la actio de in rem verso.
13  Giliberti (1988, 34-6).

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dolia peculiaria eran fruto de las acciones del esclavo y no del amo, por lo tanto debe verse
aquí a un servus quasi colonus. La opinión de Alfeno se apoya en la idea de que en este caso
el esclavo había beneficiado con la compra de los dolia el bien del amo, el fundo, y debían
ser transferidos con su venta14.
En Dig. 40.7.14 la aparición del fenómeno es solamente a título de comparación,
lo que a mi parecer lo revaloriza en cuanto a su trascendencia como relación social. Un
esclavo, por testamento de su amo, sería liberado por su heredero cuando pagase diez
mil sestercios. El esclavo entregaba habitualmente el salario por sus trabajos al heredero,
cuando el heredero llegó a recibir por salarios más de diez mil sestercios el esclavo decía
que estaba libre. El jurista opinó que no entendía que el esclavo fuera libre pues, en efecto,
había entregado ese dinero no para pagar su libertad sino por causa de sus trabajos (como
salario). No era libre por esa causa, como tampoco lo sería si alquilase una tierra al amo y
le diese dinero por su provecho15. En este caso el esclavo trabajaba independientemente
y rendía su salario por esas operae a su amo, situación que es equiparada por el jurista
con el esclavo que cultiva el fundo del amo y paga por eso también una merces16. Es
interesante observar que Alfenus toma el caso del servus quasi colonus que debe una
renta por el alquiler de la tierra de su amo como algo incontrastable para iluminar la
situación del esclavo que debe una merces pro operis17. El ejemplo es usado para aclarar
la duda del caso jurídico planteado, por lo tanto la percepción de una renta sobre el uso
de la tierra por parte del esclavo de un amo resulta algo natural y frecuente. En ambos
casos la merces es producto del trabajo del servus, aunque en el primer caso es salario por
las operae mientras que en el otro es renta por el usufructo del fundo. Giliberti destaca
que la opinión del jurista se basa en que no todo pago realizado por el esclavo debe ser
interpretado como dirigido a la compra de la manumisión, y por lo tanto se refuerza en
este caso la normalidad de la relación entre amo y esclavo sostenida en la renta monetaria
como producto de la prestación (operae) que el segundo realiza. El autor también señala
el hecho de que Servio y Alfeno en cierta forma están incorporando en su perspectivas
jurídicas las consecuencias del desarrollo de la esclavitud en una sociedad en donde las
14  Dig. 18.1.40.5, Dolia, quae in fundo domini essent, accessura dixit, etiam ea, quae servus qui fundum coluerat emisset
peculiaria, emptori cessura respondit. Cf. Veyne (1981, 12).
15  Dig. 40.7.14 pr., Servus, qui testamento domini, cum decem heredi dedisset, liber esse iussus erat, heredi mercedem
referre pro operis suis solebat, cum ex mercede heres amplius decem recepisset, servus liberum esse aiebat, de ea re consulebatur.
Respondit non videri liberum esse, non enim pro libertate, sed pro operis eam pecuniam dedisse nec magis ob eam rem liberum
esse, quam si fundum a domino conduxisset et pro fructu fundi pecuniam dedisset.
16  El trabajo independiente de los esclavos era una práctica ya conocida por los griegos, véase Perotti (1974).
17  Véase de Neeve (1984, 4-5, 11-12), sobre el contrato de locatio-conductio operis faciendi o locatio-conductio operarum.

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relaciones mercantiles llevan a una lectura más compleja de la simple división jurídica
entre libres y esclavos18. Pero esta evolución no sólo afecta a tales relaciones, sino también
a los usos que implican a los medios de producción: la reflexión sobre los contratos que
involucran a los diferentes actores sociales, como en el caso de la locatio conductio, coloca
en el centro del análisis a la morfología jurídica doble del esclavo como res y persona. La
naturaleza de la fuente jurídica no nos permite estimar el alcance real del fenómeno del
servus quasi colonus hacia mediados del último siglo de la república, pero evidentemente
supone una presencia fruto de una evolución que probablemente se corresponda con la
puesta en producción de la tierra a través del sistema de la locatio conductio con los coloni
de origen libre19.
Tanto Giliberti como Veyne han destacado el paralelismo de estos análisis jurídicos
con el caso de Títiro, el personaje de Virgilio, que además de ocuparse de la cría del
ganado de su amo poseía un lote donde trabajaba un huerto y una viña, y vendía además
quesos en la ciudad, actividad sobre la cual el esclavo depositaba la esperanza de poder
aumentar su peculium para comprar su libertad20. Como resultado de las guerras civiles el
territorio donde estaban esas tierras queda sujeto a la expropiación para el asentamiento
de veteranos, y Títiro junto con otros esclavos se dirige a Roma para pedirle a Octaviano
por la exención de la expropiación. Más allá de la imposibilidad de inclinarse por catalogar
a Títiro como servus peculiatus o conductor, puesto que el texto no lo permite, el ejemplo
literario viene a confirmar el caso por fuera de los códigos.
En un texto de Ulpiano (Dig. 33.7.12.3) que recoge las opiniones de Labeo y
Pegaso de comienzos del principado es donde aparece el término tal cual lo hemos estado
utilizando. Se pregunta allí si un esclavo que estaba en el campo como quasi colonus
debía ser incorporado en el instrumento de un fundo legado21. Los juristas respondieron
que no, porque no estaba en la propiedad como instrumento, incluso si habitualmente

18  Giliberti (1988, 39-40, 43-4).


19  Esto va en contra de las suposiciones de Giliberti (1988, 1-7), quien plantea que este sistema sería producto de la crisis de la
“economía esclavista”, la que habría modificado igualmente la condición de los hombres libres, y habría preparado la afirmación
del colonato bajoimperial.
20  Virgilio, Eclogae, 1.27 ss.; Giliberti (1988, 54-7); Veyne (1981, 6-7). Véase también Virgilio, Georgica, 4.127.
21  Se considera un fundus instructus a aquél que se encuentra equipado con los elementos pertinentes (instrumentum) para
ejercer la possessio sobre el mismo, Dig.33.7.12 pr. Las discusiones de los juristas giran sobre cuál es la clase de esclavos que
formarían parte de un fundus instructus legado y cuáles pertenecerían al heredero. Según Westermann (1955, 146), “It is the
statement of the problem as it was put by Ulpian which here displays the rise of the estate slave toward the position of the colonus
and away from the legal view that he was the complete possession of the slave-owner”. Sin embargo, en ningún caso parece
discutirse aquí sobre el alcance del estatuto de propiedad del esclavo según entiende el autor.

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comandara a la familia22. Se marca aquí la diferencia entre los elementos pertinentes de


ser incluidos, los instrumenta, y aquellos que quedan por fuera del fundus instructus en
el testamento. Esta problemática reaparece en el Digesto 33.7.20.1: tanto Scævola como
Paulo tratan de delimitar la diferencia que existe entre la tierra cedida al esclavo para
que la trabaje por voluntad del amo (fide dominica) y la que es cedida para ser trabajada
contra el pago de una renta (merces)23. La opinión de los juristas niega la posibilidad de
considerar al servus quasi colonus, que se ajusta al segundo ejemplo, como parte de los
instrumentos de un fundo equipado cedido en testamento24. El texto de Scævola, de la
época de Marco Aurelio, es por demás interesante ya que se argumenta que el esclavo
Stichus, que cultivaba en uno de los fundos legados al liberto Seius, no debería entrar en
el fideicomiso si cultivaba el fundo contra el pago de una renta (mercede) como suelen
hacerlo los colonos externos (ut extranei coloni solent) y no fide dominica. La noción
de exterioridad aquí se aplica para diferenciar a los esclavos que trabajan como los
libres que provienen de fuera. Veyne parte de la idea de que se trata en este caso de un
vilicus encargado del fundo en bloque, y entiende que la interpretación que hace Paulo
(Dig. 33.7.18.4) de la opinión de este pasaje de Scævola va en ese sentido25. Por mi parte,
entiendo que no se trata aquí de inclinarse por un tipo u otro de esclavo, vilicus o servus
quasi colonus, sino más bien de establecer la diferencia jurídica que resulta de la forma
en que se organiza la explotación de la fuerza de trabajo. Si se tratara del primer caso, el
vilicus, entonces el esclavo debe incluirse en el legado ya que se interpreta que integra la
familia y por lo tanto forma parte del equipamiento del fundo, de hecho el título bajo
el cual se encuentra el comentario es De instructo vel instrumento legato. En el caso del
servus quasi colonus la situación es contraria ya que se equipara al esclavo con coloni ajenos
al fundo que, por lo tanto, no integran su equipamiento. Paulo restringe el alcance de la
reflexión de Scævola prestando solo atención al caso del vilicus.

22  Dig. 33.7.12.3, Quaeritur, an servus, qui quasi colonus in agro erat, instrumento legato contineatur. Et Labeo et Pegasus
recte negaverunt, quia non pro instrumento in fundo fuerat, etiamsi solitus fuerat et familiae imperare.
23  Sobre el alcance de la expresión fide dominica véase Giliberti (1988, 134-9).
24  Scaev. 3 resp. Dig. 33.7.20.1, Liberto suo quidam praedia legavit his verbis, “Seio liberto meo fundos illum et illum do
lego ita ut instructi sunt cum dotibus et reliquis colonorum et saltuariis cum contubernalibus suis et filiis et filiabus”. Quaesitum
est, an Stichus servus, qui praedium unum ex his coluit et reliquatus est amplam summam, ex causa fideicommissi Seio
debeatur. Respondit, si non fide dominica, sed mercede, ut extranei coloni solent, fundum coluisset, non deberi. Paul. 2 ad
Vitell. Dig. 33.7.18.4, Cum de vilico quaereretur et an instrumento inesset et dubitaretur, Scævola consultus respondit, si non
pensionis certa quantitate, sed fide dominica coleretur, deberi.
25  Veyne (1981, 19-20); igualmente Giliberti (1988, 23 y 115-25).

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Las tablas de Pola, de naturaleza incierta en cuanto a sus fines, y que se ubican en
el s. II, contienen entre sus listas de nombres a dos personajes probablemente esclavos de
un dominio imperial, un Viator colonus y su servidor, Lucifer adiutor coloni. De acuerdo
al editor de estas inscripciones se trataría también del caso de un servus quasi colonus26.
En Dig.15.1.58, durante el gobierno de Marco Aurelio, aparecen esclavos deudores
por diversas causas en el registro de créditos27. Si bien no hay una referencia explícita a
tales causas, el atraso en el pago de las rentas por parte de esos esclavos aparece como la
más probable28.
En una ley del CI un poco más tardía, de la época de Gordiano (a. 243), se señala
que un esclavo cultivaba la propiedad antes de ser manumitido por su ama, y cuando se
le otorgó la libertad se le quitó el peculio, aunque mantenía todavía una deuda. Como
se infiere del texto, las deudas son por las obligaciones que tenía el esclavo por cultivar
la tierra que se le había quitado cuando se lo manumitió29. Más tardío aún es el texto de
CI 7.16.18 (a. 293), donde los emperadores Diocleciano y Maximiano niegan que la sola
condición de locatario de un fundo permita probar la ingenuidad30.
Para Giliberti todo esto prueba “una quanto meno discreta diffusione del
fenomeno”, mientras que Capogrossi Colognesi, más en general, entiende que los
testimonios jurídicos recogen la difusión y la normalidad de esta relación en el campo
para el período que va de los s. I a III31. Las referencias son escasas, y es discutible la
extensión del fenómeno. De la misma manera que el número de esclavos en bandas, el

26  Veyne (1981, 14-15); Giliberti (1988, 90-2). Cf. Crawford (1976, 47).
27  Uni ex heredibus praedia legavit ut instructa erant cum servis et ceteris rebus et quidquid ibi esset, hi servi domino
debitores fuerunt tam ex aliis causis quam ex ratione kalendarii, quaesitum est, an ceteris heredibus adversus eum pecuniae ab
his debitae actio de peculio competit. Respondit non competere. Véase Veyne (1981, 21, n. 77); y Giliberti (1988, 89); sobre el
kalendarium que aparentemente designaba tanto las fechas de los vencimientos, el registro de los créditos, la bolsa que contenía
los créditos y también las sumas que el amo destinaba a prestar con interés.
28  También en Dig. 33.7.24 Paulus entiende que no se incluye en el legado de un fundo cum instrumento los que pertenecían
al colono. En este caso se trata de un esclavo, ya que no se podría discutir la inclusión de los bienes de un colono libre en el
testamento. En Pauli Sent.3.6.40 hay una referencia a las mujeres de aquellos esclavos qui mercedes praestare consueverunt,
véase también Giliberti (1988, 149).
29  CI 4.14.5, Si, ut adlegas, antequam a domina manumittereris, fundos eius coluisti posteaque adempto peculio libertate
donatus es, ob reliqua, si qua pridem contracta sunt, res bonorum, quas postea propriis laboribus quaesisti, inquietari minime
possunt. Veyne (1981, 6-7), interpreta que el peculio que se le saca es la misma tierra.
30  Ad probationem ingenuitatis ab eo, contra cuius successores postulas, facta tibi locatio non sufficit, nec tamen hoc solum ad
servitutis vinculum argumentum est idoneum.
31  Capogrossi Colognesi (1982, 345); véanse igualmente pp. 344-8. Giliberti (1988, 158 y 162).

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alcance de la difusión de los esclavos-colonos sólo puede ser hipotético. Sin hablar de
números, Capogrossi Colognesi señala la “normalidad” del fenómeno, como parece
deducirse del interés de los juristas por ello. En el análisis de los textos presentados se
puede seguir con claridad que el fenómeno de los esclavos-colonos no es la consecuencia
de una crisis del sistema esclavista tradicional, sino que más bien parece acompañar en
el arco temporal la expansión del sistema de la villa como unidad productiva, junto
con el desarrollo de la explotación directa de la tierra a través de bandas de esclavos y
de la explotación indirecta a través de la expansión temprana del colonato. Esto tal vez
ayude a delinear algunas de las opciones disponibles para los terratenientes romanos
para poner en explotación sus fundos, sin tener que recurrir a la implementación de un
supuesto “modelo” productivo dominante, el de la plantación esclavista. En los textos de
los agrónomos la explotación directa del fundo por intermedio de los esclavos aparece
como la solución a una supuesta crisis abierta por una clase crecientemente absentista.
C. Colognesi (1982, 333) justamente señala que la villa catoniana es el producto de una
operación consciente efectuada por una clase nobiliaria urbana. El sistema fundado sobre
vilici y otro tipo de esclavos realiza el doble objetivo de reforzar y ampliar el fundamento
agrario de la propia supremacía social, conservando y fortaleciendo su rol ciudadano.
El absentismo lamentado desde la época de Saserna, al cual los agrónomos le prestan
casi exclusivamente su atención, no es un fenómeno degenerativo de un sistema ni la
expresión de una crisis sino que es una de las expresiones de ese modelo agrario. En este
mismo sentido puede entenderse el funcionamiento de la forma de explotación que
hemos analizado hasta ahora. La perspectiva de Finley y Veyne, como ya hemos visto,
es que la difusión del fenómeno de los servi quasi coloni se dio especialmente entre los
sectores esclavos ligados a la jerarquía de la villa, los vilici32. Los autores suponen una
difusión minimalista, puesto que entienden que esta sería una forma de recompensar
personalmente a los esclavos encargados de funciones de dirección agrícola, como
sugiere hacer Varrón33. Pero bien podría ocurrir que esta fuera también una forma de
desentenderse de la gestión directa del patrimonio para contentarse con la percepción de
una renta producida por la administración independiente del vilicus. En este caso podría
ocurrir que, de acuerdo al tamaño del fundo, el mayordomo se transformara él mismo
en un conductor de un lote de su amo, o bien que pusiera en explotación un conjunto
de lotes incluidos en la villa a la vez arrendados a coloni libres o a servi quasi coloni.
Igualmente una parte, o toda la explotación de ese fundo podría haber estado organizada

32  Véase supra.


33  Varrón, Res Rusticae, 1.17.5.

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en función de una banda de esclavos (gang slavery) bajo la supervisión directa del vilicus.
En Dig. 20.1.32 se analiza la situación de un deudor que había puesto en garantía todas
las cosas que fuesen conducidas, transportadas, introducidas, nacidas o preparadas en
un predio. En ese fundo había una parte sin colonos dada a cultivar a su actor a quien
incluso se le habían asignado esclavos para que la cultivara. Se pregunta al jurista si este
vilicus y los esclavos que se le habían dado, además de los vicarii del vilicus, debían ser
incluidos en la garantía34. No interesa entrar aquí en el aspecto jurídico que se trata, sino
de observar que esta forma de explotación de la tierra era factible. El ejemplo, por otra
parte, es aún más complejo porque son usados esclavos del amo (ceteri servi ad culturam
missi) y esclavos del mayordomo (Stichi vicarii)35.
Los terratenientes romanos parece que en lugar de atarse a modelos productivos
establecidos operaban con total plasticidad para obtener los mejores resultados, de
acuerdo a lo que ellos estimaban, sobre la explotación de sus tierras. Cuando señalo “los
mejores resultados” no quiero argumentar exclusivamente en favor de la optimización
de los beneficios, sino que podría tratarse de la estabilidad de los ingresos, entre otros
criterios de rentabilidad36.
Cuando se habla de un “sistema esclavista”, en general se hace referencia al
mecanismo por el cual se extraen excedentes de una forma particular en el proceso
productivo, esto implica suponer la aplicación del concepto de “modo de producción
esclavista” y del sistema de trabajo ligado a ese concepto, o por lo menos esto lo afirmarían
muchos historiadores. De hecho cuando Ste. Croix y Finley señalan a la sociedad romana
como esclavista, lo hacen partiendo de la supuesta evidencia que la mayor parte de la renta
de los aristócratas romanos proviene de la explotación de la fuerza de trabajo esclava37.
Sin embargo, de acuerdo al análisis que nos proveen las fuentes se puede afirmar que
no existe una manera particular de apropiación de los excedentes de la renta esclava que
defina a ese modo de producción. Cuando se analizan las distintas formas en que son
explotados los esclavos ya sea en diversas sociedades esclavistas o en el interior de una
34  Dig. 20.1.32, Debitor pactus est, ut quaecumque in praedia pignori data inducta invecta importata ibi nata paratave
essent, pignori essent, eorum praediorum pars sine colonis fuit eaque actori suo colenda debitor ita tradidit adsignatis et servis
culturae necessariis, quaeritur, an et Stichus vilicus et ceteri servi ad culturam missi et Stichi vicarii obligati essententiarum
respondit eos dumtaxat, qui hoc animo a domino inducti essent, ut ibi perpetuo essent, non temporis causa accomodarentur,
obligatos.
35  En Dig. 32.91 (reliquis actorum et colonorum) y 32.97 (reliqua tam sua quam colonorum) aparecen las deudas de actores
que son incluidas en legados. También en Dig. 33.7.20.3 (reliqua colonorum et vilicorum).
36  Véase ahora Kehoe (1997).
37  Finley (1998, 150), Ste. Croix (1981, 53, 133).

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de ellas, resulta evidente que no existe una forma única de hacerlo. Los esclavos pueden
ser explotados individualmente en el marco de la domus a escala doméstica, pueden
conformar bandas (gang slavery) y trabajar engrillados como presidiarios o libres de
cadenas supervisados por monitores en las plantaciones y vivir en ergástulas comunes
o en habitaciones individuales, pueden tener una casa y un pequeño lote de tierra para
producir para su subsistencia y trabajar en la tierra del amo, pueden trabajar una tierra del
amo contra el pago de una renta como si fuesen colonos (servi quasi coloni) y esa renta
puede ser porcentual o fija, pueden trabajar como comerciantes independientes a cargo
de un negocio (peculium) supervisados directamente por su amo o no –pagando una
renta fija en este caso–, pueden ser alquilados por el amo si tienen un oficio o pueden
alquilarse a sí mismos –auto administrándose– debiéndole una renta a su amo, etc. Todas
las formas anteriormente enumeradas son manifestaciones históricas de la explotación
esclavista y muchas de ellas coexistieron en tiempo y espacio38. No obstante, entre todas
ellas se elige a la así llamada “gang slavery” de los esclavos encadenados que habitan
en la ergástula como “modelo”, o forma prototípica de la explotación esclavista. De
acuerdo a mi entender esto ocurre porque los estudios sobre la esclavitud antigua se han
construido desde la esclavitud moderna, y para esta última se ha tomado como paradigma
a la plantación organizada sobre un mecanismo particular de esclavitud en bandas. Es
necesario destacar que la esclavitud americana tampoco se ajusta a este modelo, sino que
tiene un sinnúmero de particularidades de acuerdo a los diferentes lugares y períodos en
que se puede encontrar39.
Observemos la composición de la renta del amo esclavista en diferentes situaciones,
dejando de lado la esclavitud doméstica en la que se podrían encuadrar muchos de los
casos estudiados40. En el sistema de plantación la renta esclava aparece expresada como
trabajo. No está separada del costo de la reproducción de la fuerza de trabajo de la cual
se encarga el amo, es decir que el plusvalor surge de la diferencia de la renta con el costo
de reproducción41. Cuando los esclavos reciben un huerto para reproducir su fuerza de
trabajo (servi casati) y el resto del tiempo lo emplean trabajando en las tierras del amo, el

38  Cf. Giliberti (1988, 44-5).


39  Por ejemplo véanse los siguientes trabajos sobre la esclavitud en el Brasil donde se destaca el papel central de las relaciones
familiares en las plantaciones: Florentino y Goes (1997); Miranda Rocha (2004); Engemann (2006).
40  Se incluyen en esta situación los esclavos de los colonos libres y de los campesinos pequeños propietarios.
41  No tomaremos en cuenta la cuestión de la amortización del costo de la compra del esclavo. Partimos de la idea de que en
todos los casos que analizamos, la amortización ya está realizada y el ingreso que percibe el amo es la expresión del plusvalor puro.
En caso contrario habría que restar el costo de la amortización al plusvalor que el amo obtiene.

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XXXIV Colloque international du GIREA
Los servi quasi coloni y la renta esclava 249

dominium, el plusvalor aparece igualmente expresado como una renta en trabajo, pero en
este caso el amo no se encarga de la reproducción de la fuerza de trabajo por lo que toda la
actividad del esclavo en las tierras del propietario es equivalente al plusvalor. En el caso del
esclavo cuyo amo alquila por una merces podríamos encontrar variantes: si el arrendatario
se encarga de la reproducción de la fuerza de trabajo, el alquiler o renta –en la medida
en que se exprese en dinero– es equivalente al plusvalor generado por el esclavo, pero si
el amo se encarga de la reproducción de la fuerza de trabajo del esclavo entonces debe
descontar ese costo del plusvalor. En el caso en que el esclavo actúe independientemente
alquilándose a sí mismo, la expresión del plusvalor del amo será equivalente al dinero que
el esclavo le pague, y la reproducción de la fuerza de trabajo del esclavo queda a cargo de
este último. Este último ejemplo es idéntico al caso del servus quasi colonus: en este caso
el esclavo rinde a su amo una renta en dinero o en especies que es idéntica al plusvalor y el
amo se desentiende de la reproducción de la fuerza de trabajo esclava42. La relación con
los medios de producción varía en cada caso. Se puede establecer una diferencia aguda
entre el sistema de plantación por un lado, y el sistema de quasi coloni (o sistema del
arrendatario esclavo) y los esclavos con casa por el otro, ya que en los últimos es el esclavo
quien controla el medio de producción –la tierra– de manera total o parcial mientras
que en el primero es el amo quien lo hace. Esta diferencia es central en lo que hace a
la caracterización del modo de producción, en la medida en que la relación entre los
productores directos, los terratenientes y los medios de producción varían, y como puede
verse, el hecho de que los productores directos sean siempre esclavos no implica mantener
constante la relación que se establece entre esos factores.
En general se ha asociado al sistema esclavista con el sistema de plantación,
probablemente porque desde el punto de vista teórico resulta sencillo observar la
diferencia entre la forma de apropiación de la renta esclava en contraposición a la renta
feudal (o servil) y la plusvalía capitalista43. Por otro lado, esta taxonomía de la explotación
del trabajo se adecuó fácilmente a los criterios evolucionistas stalinistas de un desarrollo
histórico de las sociedades pasando por los cinco estadios económicos básicos del
comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo, estando
cada uno de estos estadios ligado a una forma particular de la explotación del trabajo44.

42  De acuerdo con Giliberti (1988, 45-6), “La merces, dato anche il carattere unitario del concetto di locatio-conductio,
sovente non può essere scissa nella sua diversa natura di salario, reddito da lavoro autonomo, rendita agraria”. Según Gayo,

Dig. 7.7.3, In hominis usu fructu operae sunt et ob operas mercedes.
43  Sobre la expresión renta feudal y renta servil véase la distinción que realiza Ste. Croix (1981, 267-9).
44  Konstan (1975).

Rapports de subordination personnelle et pouvoir politique dans la Méditerranée antique et au-delà


250 Carlos García Mac Gaw

La sencillez de tal construcción teórica no permite aplicarla a una sociedad hipotética en


donde, por ejemplo, la mayoría de los productores directos son esclavos asentados en la
tierra de sus amos que pagan una renta por su usufructo.
Resulta claro de este planteo que se están superponiendo dos criterios de análisis
de diferente orden, el económico y el jurídico. Si partimos de la idea de que el concepto
“esclavo” hace referencia a una forma particular de explotación del trabajo que se reduce al
modelo clásico del “sistema de plantación”, entonces resulta que, de acuerdo a la expresión
de Paul Veyne, existen esclavos que no son explotados como esclavos sino como hombres
libres, lo cual es una paradoja sin resolución. En este caso el modo de producción esclavista
se identifica con el “sistema de plantación” y todas las demás formas en que los esclavos
son explotados no se corresponden con ese modo de producción.
La situación inversa supone entender a la esclavitud como un estatus jurídico
que no tiene una consecuencia económica directa. Por consiguiente los esclavos
serían explotados de diferentes formas, y, en consecuencia no existiría un único modo
de producción esclavista, sino que podría haber varios entre los cuales se encontraría,
obviamente, el modo de producción esclavista de plantación. En principio yo estaría más
de acuerdo con esta segunda posición.

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Los servi quasi coloni y la renta esclava 251

Bibliografía
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