Quiero iniciar este ensayo con la siguiente pregunta: ¿SE PUEDE SER UNA EMPRESA SOCIALMENTE RESPONSABLE EN COLOMBIA?
La responsabilidad social empresarial es la nueva forma con la cual se pretende
hacer empresa en Colombia. Esta cultura empresarial surge de la necesidad de alcanzar sustentabilidad en el ámbito empresarial, juntando los componentes económicos, sociales y medio ambientales. Decimos que es una cultura por que hasta este momento no existe ninguna legislación que obligue a las empresas a cumplir los preceptos establecidos para pertenecer al selecto grupo que promulga la responsabilidad social empresarial. Cuando entramos en el campo de la responsabilidad social empresarial se tienen diversas opiniones de cómo se debe abordar este tema, según el sector económico, dependiendo quién y cómo utilizan el concepto.
Debemos tomar como punto de partida el principio de que la responsabilidad social
empresarial debe ir más allá de las regulaciones y cumplimientos legales, los cuales son establecidos como requisitos de cumplimiento obligatorio. De igual manera el cumplimiento de los acuerdos y tratados internacionales sobre el respeto por los derechos humanos, laborales, protección del ambiente y lucha contra la corrupción, donde participen todas las partes interesadas dentro de un contexto de ética y valores, estos hacen parte fundamental de la estructura de una empresa social mente responsable. Pero no solo basta con cumplir lo antes mencionados, debe existir un compromiso ético y moral que permita la coexistencia de los principios básicos de administración con las teorías modernas que van encaminadas a empresas que no solo ven como objetivo la producción del dinero, basándose en el componente misional de la empresa como única opción de desarrollo del negocio, complementan y adoptan como parte fundamental el beneficio del colaborador, así como la conservación del entorno en que estas se encuentran.
Como hemos mencionado la cultura de las empresas socialmente responsable
depende en gran medida de factores intangibles, pero que en la realidad se deben medir con el fin demostrar el impacto que genera la empresa. Por tal razón tomamos una definición de la ética, la cual se centra en la acción del individuo, y se caracteriza por que el sujeto actúa sobre sí mismo e interactúa intencionalmente con otros, queriendo aplicar unos determinados valores por los que ha optado. La ética es una cualidad que solo se puede aplicar a las personas, porque únicamente las personas son capaces de actuar libre y responsablemente. Si profundizamos un poco más y nos apartamos del concepto individual de la ética, pensando en la empresa como un conjunto multidisciplinario y diverso, nos encontramos con la ética social, la cual se caracteriza por la desaparición de la conexión inmediata entre cada opción o acciones personales y sus resultados prácticos. El principal problema de la implementación de esta cultura en américa latina, incluyendo a Colombia, es que no se tiene claro el concepto de ética, no se pone en práctica el concepto de ser ético.
La cultura de empresa socialmente responsable requiere cambios drásticos,
económicos, sociales, medioambientales y éticos. El primer paso para iniciar la transformación es uno de los más complejos, dado que requiere la ruptura de los paradigmas social y culturalmente establecidos a través del tiempo, los cuales constituyen parte del ADN de las empresas. El hecho de realizar inversiones en áreas de la empresa que inicialmente no se consideran como parte del negocio, disminuir la rentabilidad de la empresa apuntando a mejorar los resultados con el transcurrir del tiempo a través de reconocimiento y confianza de los clientes, es una de las tareas más dispendiosas para el profesional innovador que pretende cambiar la forma tradicional de manejar una empresa.
El contexto sociopolítico es uno de los factores más desfavorables que encontramos
en contradicción a la cultura de empresas socialmente responsable, los diversos escándalos sucedidos en los últimos tiempos dan cuenta del alto grado en las actuaciones que van en contra de lo moral y éticamente correcto. La administración pública es uno de los pigmaliones para el desarrollo de las acciones éticas y moralmente correctas. Ejemplos sobran, a colación traeremos el famoso y sonado caso de REFICAR y CBI, el detrimento que se realizó a las finanzas del estado Colombiano son inmensas produciendo un déficit presupuestal a la nación. Los casos de corrupción están a la orden del día, cada día que pasa se revelan más y más casos en los cuales las personas encargadas de administrar los bienes públicos se confabulan para generar rentabilidad, atentando contra los intereses de muchos y favoreciendo unos pocos. El caso del cartel de la hemofilia en córdoba, donde el gobernador de turno genero un detrimento a la salud de una población vulnerable y en el cual el fiscal anticorrupción resulto siendo uno de los más corruptos. El tan famoso caso ODEBRETH, la multinacional brasilera que con sus tentáculos permeo todos los estamentos político administrativos de la nación, así como a la empresa privada, y por los cuales aún no existen responsables, este limbo jurídico permite todas estas conductas que atenta contra la ética y lo que es correcto. Bajo esta óptica la desconfianza que existe por la empresa privada y la cultura facilista que existe en nuestra región, sumado a las pésimas condiciones laborales, generan un ambiente nefasto para la cultura de empresas socialmente responsable.
Más sin embargo la globalización y la apertura a economías desarrolladas está
obligando a que este modelo de empresa comience a germinar, a pesar de todos los obstáculos que se han expuesto.
Empresas como Bancolombia, en asocio con otro grupo de empresas, se ha puesto
a la tarea de apoyar iniciativas que beneficien a las comunidades más vulnerables esto a través de concursos que promueven diferentes aspectos socioculturales como la innovación, conservación del medio ambiente, iniciativas que beneficien la salud de las personas. Surtigas es otra de las empresas que está en busca de ser reconocida como una empresa que propende por la responsabilidad social, patrocina jóvenes de clase media con excelentes resultados académicos con becas, el programa brilla que aporta créditos para mejorar el hogar a bajos costos.
De igual manera existen otras empresas que promueven la responsabilidad social
empresarial, pero que al analizar los hechos distan mucho del concepto, dos de ellas son las compañías multinacionales que se encargan de explotar carbón en la costa caribe, Drummond y Carbones del Cerrejon, los cuales gracias a su actividad principal se encargan de devastar el medio ambiente aun cuando poseen programas y realizan inversiones a nivel social. Ecopetrol es otro de una responsabilidad social a medias dado el impacto medioambiental que generan las compañías extractoras de hidrocarburos, no se puede desconocer que realiza un aporte a las comunidades que son influenciadas por su presencia.
Particularmente pienso que para poder llegar al nivel de tener empresas
socialmente responsable es necesario un cambio ideológico y cultural, desaprender todos los vicios que tiene una sociedad privilegiada con innumerables recursos naturales, excelente posicionamiento geográfico, este cambio debe venir desde los cimientos de la sociedad, el hogar. Cuando se logre alcanzar esta transformación comenzara el cambio en todos los sectores y los empresarios entenderán que el mejor negocio del mundo no esta en cuanto rápido amases una riqueza, sino cuanto tiempo te durara esa riqueza. El cambio climático, la extinción de los animales, la destrucción de las selvas es el resultados de empresas que no tienen conciencia del presente, y mucho menos del futuro que le espera a nuestra próxima generación. Por esta razón es loable la iniciativa de empresas que muy a pesar de todos los factores adversos, internos y externos, toman la iniciativa de colocar un grano de arena para hacer la diferencia.