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Economía
El Directorio del BCRP ha mantenido la tasa de interés de referencia en 2,75 por ciento
desde marzo, lo que es compatible con una política monetaria expansiva (tasa real de 0,3
por ciento), en un contexto de inflación de alrededor de 2,0 por ciento y de una brecha
del producto negativa.
Para 2019 se espera una leve moderación de la demanda interna, producto del menor
gasto público tras el inicio de la consolidación fiscal y el cambio de las autoridades
subnacionales, que será compensado en parte por la normalización de la producción
minera y por el mayor gasto privado. Hacia 2020, la demanda interna registraría un mayor
crecimiento en línea con el avance del gasto privado en los megaproyectos mineros y las
obras de infraestructura.
La inflación interanual pasó de 1,1 por ciento en agosto a 2,2 por ciento en noviembre,
ubicándose alrededor del punto medio del rango meta. Con esta evolución culmina la
reversión de los choques de oferta del año previo, al pasar el incremento de precios de
alimentos y energía de 0 a 2,2 por ciento, mientras que la inflación sin alimentos y energía
se mantuvo alrededor de 2 por ciento. Las expectativas de inflación, desde marzo de 2017
se vienen manteniendo dentro del rango meta, ubicándose en 2,5 por ciento en noviembre.
Se estima que las expectativas de inflación disminuirán gradualmente hacia 2 por ciento
en el horizonte de proyección.
¿El 2019 será un año decisivo para el café peruano? “Espero que efectivamente
haya circunstancias positivas para el café peruano. En el lado de la demanda no hay
problema, esto es sólido”.
Según fuentes del Diario Gestion (2019), informa que la produccion de café peruano
creceira hasta en un 8% en 2019, pero continuara en perdida.
La producción de café peruano sin tostar ni descafeinar (café verde) crecerá este año
entre 5% y 8%, con lo que alcanzará unos 6’600,000 quintales, pero los productores
continuarán registrando pérdidas, debido a los bajos precios en el mercado internacional,
estimó el gerente general de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo.
Las cifras de ADEX Data Trade corroboran esta caída en los ingresos de los
productores. Según el reporte de la Asociación de exportadores (ADEX), los envíos de
café sin tostar ni descafeinar aumentaron en 6% de enero a noviembre del 2018, respecto
al mismo periodo del 2017 (al pasar de 218,506,372 kilos a 230'794,230 kilos); no
obstante el valor total exportado se redujo (-6%), al caer de US$ 633'674,755 a US$
598'766,735.
En el Perú, actualmente se cultiva café en 400 mil hectáreas. Cada una de ellas rindió
unos 713 kilos en el año 2018, pero las constantes pérdidas desalientan a los productores:
cada vez más de ellos optan por cambiar sus cultivos por cacao, cítricos, kion y, lo más
preocupante, hoja de coca, sostiene el representante de la organización.
Según señala, en los últimos cinco años se dejó de cultivar café en 30 mil hectáreas,
que fueron destinadas a otros productos. “En los últimos tres años, solo en Puno, 5,000
hectáreas de café han pasado a ser cultivos de hoja de coca”, dijo el gerente de la JNC.
En el 2019, estima Castillo, entre 10,000 y 15,000 hectáreas dejarán de producir café
para ser dedicadas a los citados productos. Cada hectárea implica una inversión de unos
US$ 10,000, desde la preparación de la tierra hasta la cosecha, a lo largo de cuatro años.
Por ende, se dejará de invertir unos US$ 100’000,000 en café peruano.
SOCIOCULTURAL
A esta situación se suma el hecho de las bajas ganancias que obtienen los productores
respecto a los precios de un producto que tiene buena cotización en el mercado
internacional.
Hasta el año pasado, el consumo per cápita de café peruano se estimó en 760 gramos, lo
que significó un incremento de 8.57% respecto al 2015. Esta cifra, sin embargo, es baja
si se compara por ejemplo con sus similares de Brasil, donde el consumo oscila entre los
cuatro y cinco kilos per cápita al año, en tanto que en Colombia su promedio es de 5.6
kilos cada año.
Si las bondades del grano de café peruano son reconocidas por su excelencia a nivel
internacional, ¿por qué el consumo interno del café es tan bajo en el país?
Probablemente, la respuesta estaría en una serie de mitos que durante años han estado
asociados a su impacto negativo en la salud y que frenan su consumo. Mitos que habría
que desterrar con una agresiva campaña que promueva no solo las propiedades y
beneficios del café, sino también la puesta en valor de uno de los productos bandera que
hay que difundir con el ejemplo y con mucho orgullo en nuestro consumo.
Desafíos tanto para el sector privado como para las instituciones del Estado, que están
trabajando pero que pueden hacer mucho más. Como por ejemplo promover la venta de
café gourmet para consumo interno en ferias y supermercados, algo que actualmente se
reduce a dos o tres marcas que la hacen poco visible al consumidor promedio.
Segunda datos de Camara Peruna de Café y Cacao Infocafes (2018), menciona que
peruanos consume menos de un kilo café al año.
Una taza de café por la mañana tiene la capacidad de despertar a los aletargados y
devolverle las energías a los cansados. Este pequeño grano, que luego de tostarse se muele
y que al agregarle agua caliente libera un olor peculiar y un sabor amargo pero exquisito,
es el deleite perfecto para cualquier paladar durante cualquier estación del año. En el Perú,
la producción de café es importante, con 450 mil hectáreas, superando a las siembras de
arroz y papa. Sin embargo, este producto muy valorado a nivel mundial, en nuestro país
es apenas consumido.
Según Luis Navarro, presidente de la Cámara Peruana del Café y Cacao, los peruanos
consumen en promedio 650 gramos de café al año. Mientras que en países como Finlandia
llegan a 9000 o 9500 gramos. “En el Perú, son más de 220 mil productores que viven del
café, producto que se cultiva a lo largo de toda la ceja de selva hacia la cuenca amazónica,
desde la frontera con Ecuador hasta el límite con Bolivia. Las regiones que más producen
café son San Martín, Cajamarca y Junín. Es por ello importante que el mercado local
consuma lo que el Perú cosecha”, sostiene Navarro.