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 TITULO: SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

 NOMBRE: MICHELLE VIRIDIANA GARZÓN LÓPEZ

 PROFESORA: BEATRIZ EUGENIA GALINDO ALVARADO

 GENERACION: 33

 CARRERA: PSICOPEDAGOGÍA
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

La vida de una mujer que nació para romper las reglas, fue mucho más que una monja y escritora
novohispana: fue la figura intelectual más importante de la época de la colonia y una exponente de la
literatura española del Siglo de Oro.
Juana de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, nació en San Miguel Nepantla,
región de Chalco, entre 1648 y 1651. Según ella, no había ni cumplido los tres años de edad cuando
vio que a una de sus hermanas la mandaron a la escuela para que le enseñaran a leer.
Al ver que a su hermana le daban lecciones, ella también quiso recibirlas, así que le dijo a la maestra
que la orden venía de su madre. Creíble o no, la instructora accedió. Creyendo que sería castigada
por haber mentido, la pequeña Juana Inés mantuvo todo en secreto y para cuando su madre se
enteró, ella ya había logrado su objetivo.
Tenía seis o siete años cuando escuchó que en la ciudad de México había universidades y escuelas
donde se enseñaban ciencias. Como las mujeres no tenían derecho a tales estudios, le insistió a su
madre que la disfrazara de hombre. Ante la negativa de su progenitora, Juana Inés se desquitó
devorando los libros que tenía su abuelo.
Su abuelo tenía dos haciendas: la de Nepantla y la de Panoaya (esta última todavía existe y es la
misma que está en el reverso de los billetes de $200). Con los trabajadores indígenas de ambas
propiedades, Juana Inés aprendió el idioma náhuatl.
Según su amigo y primer biógrafo, Diego Calleja, Juana Inés ganó un libro a los ocho años por un
poema compuesto en honor del Santísimo Sacramento, escrito en náhuatl y en español y fue
representado en el atrio del convento de Nuestra Señora de Asunción, perteneciente al actual
municipio de Amecameca, Estado de México.
Por el padre Calleja sabemos que Juana Inés aprendió latín, el idioma culto de su época, en tan sólo
20 lecciones y que su profesor fue el bachiller Martín de Olivas,
Siendo niña todavía, Juana Inés fue enviada a la casa de unos tíos que tenía en la Ciudad de
México. Después de unos ocho años, éstos la llevaron a Palacio Virreinal, donde recibió la
protección de la virreina Leonor Carreto. Con su inteligencia y su gracia se ganó un lugar en la corte
y era tanta su cultura que un día el virrey ordenó que una cuarentena de hombres doctos la
evaluaran: su desempeño fue muy admirable.
Juan Inés era dama de honor de la virreina, pero los cargos políticos eran temporales. Después,
¿qué iba a hacer?, ¿volver con sus tíos?, ¿casarse? Al final decidió tomar los hábitos creyendo que
en la soledad de su celda tendría libertad para leer y estudiar.
No todo era miel sobre hojuelas para Sor Juana, pues en una sociedad conservadora como la
novohispana, se llegó al extremo de prohibirle el estudio. La falta de libros no limitaba su amor por el
saber, pues, para ella, el universo entero le servía de libro. Incluso en la cocina descubría fenómenos
y por ello decía que, si Aristóteles hubiera guisado, habría escrito mucho más.
Sor Juana defendía su afán de saber y su habilidad para escribir versos, lo mismo sagrados que
profanos. A lo largo de su vida, compuso gran variedad de poemas amorosos, religiosos, burlescos,
morales y de homenaje. También destacan sus obras teatrales. Sor Juana murió en 1695, víctima de
una epidemia.

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