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RECURSOS DIDACTICOS

¿Qué es recurso didáctico?

Un recurso es algo que resulta útil para cumplir un objetivo o que favorece la
subsistencia. Didáctico, por su parte, es un adjetivo que hace referencia a
la formación, la capacitación, la instrucción o la enseñanza.

Los recursos didácticos, por lo tanto, son aquellos materiales o herramientas que
tienen utilidad en un proceso educativo. Haciendo uso de un recurso didáctico, un
educador puede enseñar un determinado tema a sus alumnos.

Son un conjunto de elementos que facilitan la realización del proceso enseñanza-


aprendizaje. Estos contribuyen a que los estudiantes logren el dominio de un
contenido determinado. Y por lo tanto, el acceso a la información, la adquisición de
habilidades, destrezas y estrategias, como también a la formación
de actitudes y valores.

Esto quiere decir que los recursos didácticos ayudan al docente a cumplir con su
función educativa. A nivel general puede decirse que estos recursos
aportan información, sirven para poner en práctica lo aprendido y, en ocasiones, hasta
se constituyen como guías para los alumnos.

Es importante resaltar que los recursos didácticos no sólo facilitan la tarea del docente,
sino que también vuelven más accesible el proceso de aprendizaje para el alumno, ya
que permite que el primero le presente los conocimientos de una manera más
cercana, menos abstracta.

Podemos resumir en cualquier material elaborado con la intensión de facilitar el


proceso enseñanza aprendizaje.

¿Para qué recursos didácticos?

Veamos algunas de las funciones de los recursos didácticos:


 le brindan al alumno una serie de datos que mejoran o facilitan su proceso
de aprendizaje, ya que le permiten sentirse identificado con el tema o los
personajes involucrados;

 al docente le brindan una estructura sobre la cual basar y organizar los


conceptos que desean transmitir al alumno, algo muy útil para asegurarse
de tocar todos los puntos fundamentales y de que ninguno de ellos ocupe
tiempo que podría aprovecharse en los demás, volviendo la enseñanza más
entretenida y fácil de asimilar;

 los recursos didácticos también son ideales para ejercitar y desarrollar las
habilidades de cada parte, tanto de quien enseña como de quien aprende
los conceptos, ya que invitan a la reflexión y la autoevaluación;

 motivan a los alumnos a acercarse al contenido y los impulsan a hacer algo


con él, luego de lo cual se crea un interés genuino que vuelve difícil la
interrupción del proceso y, por lo tanto, el fracaso del cuerpo docente;

 dado que la reflexión es una de las actividades que suele desprenderse


naturalmente de los recursos didácticos, el docente tiene la oportunidad
de evaluar al alumno desde una perspectiva poco común durante el resto de
los trabajos;

 permiten al alumno expresarse de una forma más espontánea y libre, algo


que no le resulta posible en otras ocasiones en las que debe sumirse a una
estructura estricta en la que sus respuestas sólo pueden ser «correctas» o
«incorrectas», sin espacio para la opinión.

¿Qué tipos de recursos didácticos utilizar en el proceso de aprendizaje-


enseñanza?

Se debe tener presente que estos pueden clasificarse en virtud de diversos criterios,
como los estímulos que pueden provocar, la forma de transmitir el mensaje, formato,
etc.

Podemos tipificar los recursos humanos de una manera amplia de la siguiente manera:
Consideremos otros criterios de tipificación:

 Sensorialistas: clasifica los materiales según los sentidos: Visuales,


auditivos y audiovisuales

 Grado de realismo: según la semejanza con la realidad o abstracción de


esta.

 Instruccional: criterios que tiene en cuenta las funciones didácticas que


cumple el material

Según su funcionalidad:

 Organiza información: resumen, síntesis, etc. Mapas conceptuales.


Organizadores gráficos.

 Relaciona información, crea conocimiento y desarrolla habilidades:


Analogías, preguntas, ejercicios que relacionen los nuevos conocimientos.
Aplicación de conocimientos. Entorno para la creación y expresión.

Según su plataforma tecnológica:

 Materiales convencionales: Impresión (libros, periódicos, documentos, etc.).


Tableros didácticos (pizarra, cartelera).

 Materiales audiovisuales: Imágenes fijas (diapositivas, fotografías). Sonoros


(CD, DVD, radio). Audiovisuales (montajes, películas, videos, televisión).
 Nuevas tecnologías: programas informáticos (videojuegos, presentaciones
multimedia, pizarra digital, enciclopedias, etc). Telemáticos (paginas web,
weblogs, web quest, chats, foros, etc)

¿Qué criterios tomar en cuenta para la elaboración de recursos didácticos?

Debemos en comenzar preguntando: ¿Qué queremos enseñar al alumnado?

 Explicaciones: Claras y sencillas.

 Cercanía: Es decir, que sea conocido y accesible para el alumnado.

 Apariencia: Debe tener un aspecto agradable para el alumno, por


ejemplo, añadir

 Al texto acompañar un dibujo que le haga ver rápidamente el tema de


que trata y así crear un estímulo atractivo para el estudiante.

 Interacción: Que el alumnado conozca el recurso y cómo manejarlo.

Los recursos didácticos cumplen la función de facilitar la interacción entre docentes y


estudiantes para alcanzar el logro de los objetivos educativos.

El reto es usar los recursos didácticos que se tengan al alcance, usarlos


adecuadamente y buscar su relación con el resto de los elementos del proceso
educativo (objetivos, planes y programas de estudio, contenidos.)
Para encontrar los recursos didácticos adecuados es necesario tener bien claro qué
deseamos enseñar y organizar la información de manera clara y directa. Los
materiales deben ser atractivos, ya que la clave del éxito se encuentra en el primer
contacto con el alumno. Además, es importante recordar que son una puerta hacia
el conocimiento, un canal a través del cual el individuo debe pasar para acceder a
muchos más contenidos de los presentes en los recursos mismos.

Los recursos didácticos se caracterizan por servir de mediadores entre la realidad y los
estudiantes, valiéndose de sistemas simbólicos que desarrollan habilidades cognitivas
en sus usuarios, facilitando procesos de enseñanza aprendizaje.

Supongamos que un profesor desea enseñar a los alumnos de una escuela


secundaria lo perjudicial que resulta fumar. Para cumplir con este objetivo, el docente
puede utilizar distintos recursos didácticos: proyecta una películaque muestra las
consecuencias del tabaquismo en el protagonista, organiza un concurso de
afiches con el objetivo de que los estudiantes aconsejen a otros jóvenes sobre el tema
y lleva a un ex fumador a brindar una charla a la clase.

Los recursos didácticos suelen apelar a la creatividad y a la motivación del alumno.


Siguiendo con el ejemplo anterior, los estudiantes tendrán que sacar sus propias
conclusiones del filme, demostrar su imaginación al crear el afiche y reflexionar sobre
la experiencia de vida del ex fumador para tomar su ejemplo. El proceso de
enseñanza-aprendizaje, de este modo, resulta más valioso con estos recursos que si
sólo se emplearan libros de texto.
EVALUACION POR COMPETENCIAS

Entendiendo que la evaluación se aplicara para conocer el desarrollo del proceso de


aprendizaje del estudiante universitario, una definición para esta puede resumirse en
que se trata de un proceso continuo, dinámico y sistemático de recojo, análisis e
interpretación de información con respecto al aprendizaje de los estudiantes.

Es un proceso continuo porque se planifica con antelación y con un objetivo


claramente definido que debe darse durante el proceso de enseñanza y no solo al final
de este.

Es un proceso dinámico porque no acaba, es cambiante y está en permanente revisión


y mejora, pues debe adecuarse a las características y necesidades de los estudiantes,
de los componentes curriculares y del entorno donde se desarrolla.

Es un proceso sistemático porque se organiza y desarrolla en etapas con el objeto de


obtener resultados confiables, estableciéndose indicadores claros, instrumentos
adecuados y metas precisas, relacionados estrechamente con los objetivos del
componente curricular.

Son funciones de la evaluación la reflexión, la emisión de juicios de valor y la toma de


decisiones.

La evaluación es reflexiva porque permite al estudiante identificar sus fortalezas con el


objeto de empoderarlas, y sus debilidades a fin de que pueda reforzar su atención en
ellas, procesos en los que el docente juega un papel importante como orientador.

También es reflexiva porque le permite al docente conocer su desempeño y la


efectividad de las técnicas, métodos y estrategias que aplica en la enseñanza y en la
propia evaluación.

Evaluar implica emitir un juicio de valor, representado por una nota o grado o una
clasificación en base a escalas de valor que permitan afirmar si el estudiante alcanzo
los objetivos planteados en los componentes curriculares o no, los indicadores
establecidos deben ser tales que el juicio de valor sea razonable y lo más objetivo
posible.
La toma de decisiones es una función fundamental de la evaluación pues implica que,
a partir de la emisión de juicios de valor, el docente pueda aplicar procesos de mejora
durante el proceso de esta y que el estudiante tenga la oportunidad de reforzar su
desempeño en los aspectos en los que el mismo no sea adecuado, y al finalizar el
proceso de evaluación implementar estas mejoras para un siguiente ciclo académico.

La evaluación por competencias debe aplicarse a los tres aspectos considerados en


los componentes curriculares: conocimientos, desempeño y producto, ponderados en
función de las características particulares de cada componente curricular y del
programa de estudios.

En cuanto a la temporalidad de la evaluación, esta puede ser diagnóstica o inicial,


formativa, y, sumativa.

La evaluación diagnóstica permitirá conocer el nivel o saberes previos con los que el
estudiante inicia el proceso de aprendizaje en un nuevo componente curricular, y
permite al docente reajustar el contenido o tratamiento de las unidades didácticas.

La evaluación formativa se aplica de forma permanente durante el desarrollo del


proceso de enseñanza y permite al docente reorganizar o reforzar los temas
desarrollados para lograr un mejor proceso de aprendizaje.

La evaluación sumativa se aplica en general al final de los procesos y permite emitir


los juicios de valor y tomar las decisiones pertinentes, en función de los resultados
finales.

Desde el punto de vista operativo, la evaluación requiere el uso de medios, técnicas e


instrumentos que serán seleccionados por el docente de acuerdo con el contenido y
objetivos de los componentes curriculares, entre estos se pueden citar los siguientes:
CLIMA DE AULA

¿Qué es clima en el aula?

Según la Dra. Arq. Leyda Mercedes Brea Sención, es una variable a las
características del ambiente, por eso se ha caracterizado aquel que favorezca su
construcción y que sea posible el comportamiento del estudiante, con actitudes
positivas hacia el aprendizaje, el equipo de trabajo y nuestra universidad. Por eso
se habla del sentido de pertenecía al a universidad y un clima positivo en la
organización como en el aula.

¿Para qué clima de aula?

Para un buen aprendizaje que tienen los actores en este caso el catedrático y los
estudiantes, donde están inmersas las relaciones socio-efectivas, entre ellos el
contexto, estas influencias de comportamiento los resultados académicos de los
estudiantes, y la satisfacción de los miembros del equipo. Esto agrupa un clima
positivo en el aula, sobre esto Gonzales (2010) opina que los directivos de los
centros educativos deben preocuparse por la generación de un buen clima en el
aula, así se podrá lograr el compromiso del estudiante en su formación académica y
la actividad social con el catedrático.

Algunos autores como Arón & Milicic (1999), Ríos, Bozzo, Marchant y Fernández
(2010) coinciden que el clima del aula se inicia con los elementos materiales (el
espacio, la infraestructura, el mobiliario, los recursos didácticos) e inmateriales (los
contenidos, las actuaciones de las personas y sus relaciones). Los cuales promueven
el desarrollo científico del estudiante frente al catedrático y la identificación de los
contenidos curriculares.

El espacio debe ser acogedor para que el estudiante se siente feliz y el catedrática
pueda motivar y dar sus conocimientos con facilidad, parece mentira pero ayuda
mucho la infraestructura y facilita la enseñanza del estudiante. Como son la
iluminación, decoración, las instalaciones de ventilación, aire, calor y todo el
mobiliario.

Suarez (1987) sugiere que el espacio del aula puede facilitar e impedir el
aprendizaje del estudiante, de esta manera se lograra los objetivos. Mientras que ,
Pérez (2010) propone aulas amplias donde se facilite la participación de estudiantes y
catedráticos en cuanto a ruidos internos y externos, visuales y lo estético. Left (1978),
Muntañola (2004) y Muñoz (2005) expresan que resaltan los efectos de la
ambientación estética del aula. Donde el estudiante puede expresar sus aprendizajes,
una comunicación más efectiva en espacios que cuentan con cierta intencionalidad
estética.

Así mismo, los estudiantes en estos espacios pueden tener mejor aprendizaje. Estos
espacios motivan reacciones positivas: bienestar, familiaridad, calidez, confianza,
satisfacción, cobijo y gozo. Facilitan la interacción social y la creatividad y dan
sensación de energía y alegría. También, teniendo un mobiliario cómodo, lugares para
exponer objetos y productos de la clase, espacios que se pueden personalizar, invita a
permanecer, a construir significados y lazos afectivos (Russell & Pratt, 1980; Suarez,
1987; Vidal & Pol, 2005). Todo esto propiciará un buen desempeño e identificación de
nuestros estudiantes.

¿Qué factores considera en el clima de aula?


Uno de los factores es para el clima positivo de aula es el catedrático, cuando
mantiene un trato respetuoso y cordial hacia los estudiantes, les motiva y promueve a
participación. Astin (1984) nos dice que la participación mutua entre catedráticos es
un factor determinante de satisfacción y de identificación de los estudiantes con la
escuela y con sus estudios, la interacción es primordial, con los pares o con cualquier
instancia de la universidad.

En un aula donde existe un buen clima es un ambiente donde el catedrático manifiesta


disposición para resolver dudas con voluntad y actitud positiva, con disciplina y maneja
comportamientos irregulares de los estudiantes (Ríos, Bozzo, Marchant, & Fernández,
2010). De la misma manera, un catedrático que construye a partir de los errores
dejándolos ver como necesarios para aprender, ayudando a los estudiantes a construir
los conceptos y convertirlos en conocimientos. Estos catedráticos propician el
desarrollo de lazos afectivos entre los estudiantes a fin de mejorar las relaciones unos
con otros y para el aprendizaje del estudiante.

¿Cómo promover un clima de aula saludable?

El que promueve el clima en el aula es el catedrático en este caso. (Pérez, 2010;


Ríos, Bozzo, Marchant, & Fernández, 2010). El catedrática debe estimular y motivar a
aprender a los estudiantes. El catedrático que conoce a sus estudiantes es más fácil
de motivarlos y lo retroalimenta en el momento preciso (Ariza & Ferra, 2009). El
catedrático con liderazgo promueve un clima afectivo gratificante, el espíritu crítico y
la adquisición de competencias sociales de comunicación y negociación en las
discusiones grupales, generando dialéctica favoreciendo el control en las estrategias
de pensamiento de los estudiantes universitarios.

El catedrático fomenta un clima positivo cuando aprecia a sus estudiantes y escucha


atentamente sus intervenciones y valora la opinión.

Howard, Howell, & Brainard (1987) las estrategias didácticas creativas y eficaces
contribuye simultáneamente al buen rendimiento de los estudiantes y de esa forma los
procesos de identificación y satisfacción estudiantil. Destaca entre estas estrategias la
planificación flexible y adaptable, la priorización de la actividad del estudiante sobre las
explicaciones del catedrático, el aprendizaje a través de la creación de problemas y
relatos y las actividades por iniciativas del estudiante.
El uso de estas estrategias asegura el éxito de los estudiantes y el catedrático para
que se llegue a los objetivos trazados.

Ejemplo, las siguientes estrategias: el aprendizaje colaborativo como proyectos,


equipos temáticos y grupos de estudio; experiencias de aprendizaje diversificadas
basadas en aprender haciendo como experimentos, construcciones, debates; espacios
especializados según la disciplina como talleres, laboratorios, cocinas, salas de
entrevistas, cabinas de audio; comunicación de contenidos actualizados mediante
charlas entusiastas, videoconferencias, foros en aulas virtuales.

Dentro de otras estrategias didácticas la construcción de diarios, bitácoras, álbumes


de fotos y anuarios, murales, trabajo comunitario, exposiciones, simulaciones, trabajo
en distintos escenarios, talleres vivenciales y talleres participativos.

Las tareas son significativas, interesantes, importantes y útiles tienen una fuerte
influencia en el sentido de pertenencia, el cual a su vez es más fuerte en las aulas
donde los profesores fomentan la participación y son percibidos como amigables,
serviciales y organizados (Anderman, 2011).

Entonces a partir de la literatura y los estudios empíricos realizados en distintas


escuelas, se resumen a continuación las características de las aulas con un clima
positivo y se da el sentido de pertenencia de los estudiantes y con él su identificación,
compromiso, identidad y buen desempeño académico en el semestre. Estas
características se presentan clasificadas en los cuatro aspectos descritos como
configuradores del clima del aula: Aspectos didácticos, curriculares, relacionales y
físicos.

TUTORIA

¿Qué es Tutoría?

La Tutoría es el proceso de acompañamiento de los estudiantes, desde su ingreso a


una Escuela Profesional de la Universidad Nacional del Altiplano, hasta la culminación
de sus estudios, obtención del grado de bachiller y título profesional. Este
acompañamiento se realizará mediante acciones de orientación e información bajo
distintas modalidades de intervención, según la naturaleza del tema, características
del estudiante, grupo de estudiantes a atender y los recursos con los que se cuenta.
¿Para qué la tutoría?

Para orientar y acompañar a los estudiantes en los aspectos académico y personal


durante su proceso de formación profesional, orientado a lograr aprendizajes de
calidad, reducir la deserción estudiantil y contribuir a su titulación oportuna.

¿Qué tipo de tutoría promover?

Tutoría individual: Desarrollada a través de la interacción asertiva, directa y


reservada, en los horarios programados y publicados por las coordinaciones de tutoría
de cada escuela profesional al inicio de cada semestre académico, teniendo como
mínimo: una tutoría individual para los estudiantes que no presentan problemas, dos
tutorías individuales para los estudiantes que son referido a las áreas de apoyo y tres
tutorías individuales para los estudiantes en riesgo académico, estas sesiones
deberán ser reportadas en la plataforma web en forma inmediata hasta 48 horas
posteriores.

Tutoría grupal: Desarrollada para fomentar las relaciones entre iguales, en espacios
académicos y de desarrollo personal, los mismos que se desarrollarán en las fechas
de las Jornadas Culturales Deportivas, cumpliéndose tres tutorías grupales por tutor.
Podrán formarse macro grupos de tutorados por escuela profesional, sin embargo
cada docente tutor reportara por separado sus sesiones

¿Cómo promover la Tutoría?

 Identificando las necesidades y potencialidades del estudiante, para que a


partir de ellas se planifique y organice la búsqueda de la excelencia académica
y el desarrollo personal.

 Fomentando la relación directa, asertiva entre el estudiante y el docente para


motivar y facilitar el aprendizaje.

 Rigiéndonos por los principios de equidad, inclusión, calidad, integralidad,


orientación al desarrollo y trabajo en equipo.

 De forma proactiva, preventiva y promocional orientada a identificar la


problemática en los riesgo de deserción, problemas de aprendizaje, problemas
en la salud integral y otros; reforzando las capacidades personales,
académicas y sociales para el logro de los objetivos.
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