/

3. La economía

(1880-1930)
En la segunda mitad del siglo XIX, la Argentina.,se incor-
poró al orden mundial corfto un exportador irríportan- te
de alimentos y materias prixna s' d e ori gen, agropecua-
no; Lstaretapa cía aesan oiio argén uno concluyo corría
crisis económica internacional de los años treinta.
En este período, el liderazgo del crecimiento des- ias
exportaciones*. La extraordinaria dotación -
canse ___ ______ __
de recursos naturales del país lo convirtió en un cen- tro
de atracción, en primer lugar, para la potencia he?
ciiaH^jaiwiJiiuiiwWíiijft*"'1 ' '*■•• ' 111 LIL.I i r?~ *■.**„>.v.. [rt-jiiii¿rer¿tri;Tvri ►.

gemónica de la época, Gran feretaña. En pocos-lustros,

las corrientes migratorias pobíarenrías. ciudades y el e
la región pampeana, lo.|^|pit3..1^s epetranj e- ^ ’J"
e
ríOTi5urC‘&se
xeaadíLk.erPí#‘S9<mX,£^^
tenor crecieron'rápidamente
■ En virtud de la extraordinaria dotación de recursos
naturales, en relación con la reducida magnitud de su Ííf
población,, la Argentina alcanzó, enjajiécada de 1^920, un
ako^ingreso per cápita e indicadores sociales^rcve-
ladores de un nivel educativo v esperanza de vida con-
siderables a escala interaadonal.
^^r^ís-logróT^erTeScto, en pocas década^ acercar su
ingreso medio al prevaleaente en las economías líde-
x&ijfrg.ium¿¿£Cjt&»fflqagmflragiaiu3EJX¡ggfaasressia'g£GJOTiJi£»i.i^^

res. En 1913. vísperas de la Primera Guerra Mundial,

 /
el ingreso per cápita en la Argentina alcanzaba a 50% del sodales fueron decisivos en.el curso de Waconted- mientos.
norteamericano y a 80% del promedio existente en el El poblamiento y la dispribucfón^ jeja^propie- dad de la tierra
conjunto de las economías industriales.1 en la Argentina registran diferencias
■ ^ rt « * 0.1 K*r. tro ^ cas mt iairaya wu&Stí£2ÜJnM&. i£JJ¥¿i a ^
Si se consideran. además, los avances en el desarrollo fundamentales con la experiencia de los-otros espacios
político y en la organización institucional, la Argén- rina' abiertos que se integraron a ja economíg mundial en la segunda
revelaBFerfía época vanos denlos Indicadores^del éxito. mitad del siglo XIX.
Su...economía era, sin embargo, como veremos enseguida, En la Argentina, la frontera fue ocupada por la ex-
itffcWn ¿ftn rf--i~ii>íffttTrir*ii S>Aií^Hiw."fti'iiu!i ^> c^wl * "'CWi-'Yt W1 TT*\ rj -i atwx»JI M wayj“BT wA pgThV* >|_'ftyy _rrt i* UV'S fi
vulnerable y dependiente.
Observemos cómo se comportaron en la Argentina las de Juan Manuel de Rosas (1793-1877). La ocupación
variables que fueron relevantes en la'expérienda de los países ^dA^IXÍtQrio^fueISnsuma3a,rmás^taride^i,ppxJa^Cgn-
¿anadores. quistadel Desi erto^( 18 7j 4 8791 del general Julio Argentino
Roca (
waaamajafna
ÍÍ iiraíBisi:
T. n Aácxcm Aixcn rrícify a lític.rtS-,_ v''i‘íaC'iiucí,K(; jua
*4 1**1.^ ----------
u^. J. o > v> ^\JÍÍI\~±«J— .-*>
V.- —
tr^ t ti* t i ^iw*1 n í fl tiid a ^

olítko fcp
Desde la Organización Nacional basta el fin del peno- do. que
coincide cronológicamente con el golpe de Es- tado de 1930.
191 Sjngresaron al __________________ _ ________
dpálmente europeos. La Argentina fue'el segundo lugar de
destino, después de"
^ 1W mwuw¡rai rtrasKararai

Cuando, llegaron los inmigrantes, la proj

el sistema operó Con una considerable ;l est;gbilídad
Mtitucion¿^dítiC2. Incluso, la lepümg-; dón del poder a partir
de la Lev Sáenz Peña v el acce- ; so del radicalismo al poder
en 1916, se registraron sin *añ el régimen
U-*L * ^OTíiAiuotisifliffsS

la tierra, espedalmente en la provine!; res, estaba

fuertemente concentrada. El latifundio re-
La formación de las instituciones democráticas Como la-tierra era el prindpal recurso y su dominiola
argentinas en más notables en el oiaTOjiigiteJejá^ef, eUon^ai&ümsa^^
escenario^intemadonal. ■

• .Las elit&s-
®KaBtIHS!KS=ÍBI£*

54 59
 En; Estados Unidos, Australia y Canadá la experien- da del
poblamiento y la ocupación terrítorial .fue ra- di cálmente
distinta. Las,comaates.dei^mfl|aJei exterior y las migradones
internas expandieron la
frqatera_agrico£^S^^^Íll3ÍÍÍ3^É^Ej
productores mjdjos,.^^
megM,MMdai.Q.g^.y-Rmdt^voJ^£aLauags países. Fue ésta
también una base sólida de las institu- tiones democráticas.

55 59
 I

/
^ variables

9
Ahorro e inversión

Al final del período, la tasa de ahorro era del orden del 20% pagos saldado,
del producto, comparable pepo no superior a la de los países pgrtacíopes_mmaoa& El desarrollo de la industria au-
líderes. Por otra parte, a medida que fue aumentando la tomíMLÍ!^aaak4iiai:p<<'ntP jáliiaa^a-
participación de la oferta interna en el abastecimiento de ción de de££amlibiio_gue suteteha^J^ctualidad. En
maquinarías y equipos y que la industria local de bienes de consecuencia, orevaledó la brecha del contenido
capital rio alcanzaba todavía niveles de eficiencia ríecnohójm^Mmy^da^^
comparables a los internacionales, los predos relativos
deprimieron la formatión de capital. El aporte del capital nomía argentina.-
extranjero al fin and amiento de la inversión, en todo el
período, fue del orden del 1 %.7 Es decir que el 99 % de la
formados! de capital se finando con ahorro interno.

El comportamiento del comerdo exterior indujo a un

desequilibrio persistente de la cuenta corriente del balance de
* Ventajas competitivas pagos. Periódicamente, las fases de auge tropezaban con la
msuficienda de la capaadad de pagos externos (exportaaones
La competitiyidatd intemadonal de la m más créditos e inversiones netas dél exterior) y era
siguió .vinculada « imprescindible el ajuste. Recompuesta la posición de divisas,
Eiaport as dinámicas podían remídanse las políticas de expansión de la demanda y
generadas por la ind tue marginal en bio técnico del nivel de actividad. Este esquema de contención-arranque,
todo d periodo. característico del dclo económico argentino en el período,
m anufacturas oeongen industrial debilitó la capacidad de crecimiento de largo plazo. El clima
cuario de incertidumbre deprimió las expectativas empresarias y
ESE
desalentó la acumuladón de capital.
rao
dustria c la las
Estoca jíeAlar desque la transformación de la economía
argentina y el crecirruei '
• Precios

A partir de 1945, se instalaron endémicamente desequilibrios ma
ero económicos de base. El ya apuntado del sector externo y
simultáneamente, el déficit fiscal . y la expansión de la oferta
monetaria por encima de la demanda de dinero. El resultado fue
una inflación continua que, en el tramo 1945-1975, registró un as-
censo promedio anual de precios del 25%. La Argentina alcanzó el
récord mundial del país con la inflación más alta y prolongada de
la historia.
La inflación fue promovida, además, por la interferencia del
Estado en la distribución del ingreso a . través de decisiones
inconsistentes. Por ejemplo, du- r-^t^„^.Ucrc.Kvama.netQnista
Q946-19551, los controles de precios y aumentos de salarios, la
fijación de tipos .-de cambio sobrevaluados, distorsionaron el
funcionamiento *de los mercados y provocaron drásticas trans- ■
íerencias dé ingresos. El resultado fue una puja salvaje por la
distribución del ingreso y la inflación endémica.
El golpe de Estado de 1.976 puso punto final a las
posibilidades penosamente acumuladas desde 1930 de construir
una economía industrial avanzada.*”
.JL .La crisis económica y
rucción dem<
(1976-1989)
importaciones y desregulad ón finan aera cón una fuerte
revaluadón del tipo de cambio. .En un contexto de globalizadón
de las reí adones nnantíeras intema- donales, penetración de la
banca internacional en América Latina y amplia disponibilidad
de recursos, la deuda externa credo vertiginosamente. En 1975,
alcanzaba a uSs 3 mil millones y a cerca de u$s 50 mil millones
en 1983. La relación entre los intereses pagados de la deuda-
externa y las exportaciones aumentaron del 8 % a cerca del 60 %
entre los mismos años.
América Latina fue la región del mundo que más se endeudó
en aquellos años y la Argentina el país que batió el récord. Entre
1975-y 1983 la deuda externa latinoamericana aumentó; 10
veces y la dé la Argentina 15.
El período constituye 3a segunda renuncia a una estrategia de
industrialización y desarrollo integrado de

La crisis politico-iñstitucional y la propagación de la violencia

culminaron con el golpe de Estado de marzo de 1976. Con la
caída del gobierno de Isabel Perón sé. puso en marcha un
a’estrategia de inserción en el siste-'
' i liib Id ci *3 h i i ¿ fió a ti un áiy1 d c' ueshian id ¿u i L cí A77 u7T”
la industria manufacturera desarrollada en el período 1930-1975.
■ La dictadura aplicó una política de liberación de las

82
 ■-
La estructura social emergente de la concentración de ía 1 as señales del sistema"de predos y de las ventajas com-
propiedad del principal recurso económico contribuyó a la parativas estáticas. 7

■
formación de un modelo de desarrollo asociado a la

jíímt-ft
potencia hegemónica de la época. Gran
Bretaña era entonces ei principal mercado 0 portaciones
agropecuarias y la fuente orinen nanciamiento externo y de
inversiones,. tas_(fgn2SH3ÍSSli^£^ficosli^cJ¡ien-¿^g^jip>a.
' Cuando este modelo de desarrollo asociado a la po

! ¡ j *.’ihiri1í’!íí*;!Í.-Í!í ií‘. ! ■ 'XtOHi¡I.j.

4r y et mw.ro- aepa maasaia;'J i^vo es extraño
- que,' Pactas las circunstancias señaladas,'la p
ostura-rindustrialista fuera derrotada.
tencia hegemónica estaba despegando, se produjo, en la
década de 1870, un importante debate entorno de la Ley
de Aduanas, la protección del rnercado intemo
«g ?■' Wixxttíw.'xi'vit 'L, np¿gyi xauy TJ HT¡ n

Ese fue un punto de clivaje en el desarrollo del ca-

pitalismo argentino. A partir de allí) la concentración del Estos sectores eran los más ligados al comerdo internacional,
poder económico y la ausencia de una masa crítica de los de mayores ganandas y capacidad de acumuladón. En ellos, la
intereses asociados a la industria y ¡os servidos, convirtieron generadón de ahorro estaba ~ en manos de intereses extranjeros.

'• r' ; ■ w-eiW■ -!!s.-¡'t■ M i ,¡; >

a la economía argentina en un satélite de la potenda
hegemónica. ■•
La acumulación de riqueza y poder se asoció entonces
con el desarrollo deLmodelo exportador y a da relación
especial con Gran Bretaña. Las ganancias y la acumulación
de capital a través de la industrialización y la movílizadón
del mercado y el ahorro interno fueron definitivamente
abandonadas como objetivo prioritario por los intereses
hegemónicos domésticos.
No existió., pues* mi liderazgo empresario con voca-
ción de acumuladón de poder en el seno del espado
nacional. De este modo, lajágnaoón¿SJBaiiSBSJí
Una situadón, como hemos visto, antitética con la registrada en los
países exitosos. El último' 1/3 deja inversión extranjera eran títulos
emitidosmp.QdelJBstado~naclpJialm¿:„algunas pro vina as y
munidpios. C ~e'r^ Vcr>
' * Las ideas económicas .
■if ■ vif'tifi:(p| jÍ!:;n«f.il.|iS ¡!,.I
Dado el comportamiento_.de la elite^el librecambio se convirtió
ció ;a

;a y m adhegion^^jaaio^librecambista era mucho mayor

nque en los dominios blancos de la Corona. Brítárúca (Canadá y
Australia).
La defensa de la posiaón industrialista descansó en _„as
ext.erloj-quedaron libradas a las fuerzas „
eminentes coma.Yicente.Bdel López f 1815-

SE 57
 '■ÍKKt»- - K*^’¡s£titeKS«¡STOs«íra$CT^¡^®!S¡to.s^

58 59
 ELEstado
1903] v Carlos Pellegrini (1846-1906). Pero fueron derrotados
Dor la avalancha de acontecimientos desen-
*A r i, J f i n j E U * ¡ rf-rg m .t ., n vi-) oú7¡-r.i-íf >n r m rYri—rv eaiTTWrr-rw. TV, fí ti- >.■ **** <rm LL; trírniT^ ¡ /
cadaiada-BaLk,Masas. iBasivajdeja^rod^dón
agrjau&Sama„agen^ patible con el sisteríia de ________
concentración del dominio del recurso principal JaüA- rra de definitiva,, con eí Consenso prév
la región pampeana, en pocas manos., ,. en
............. >'»»•* w n . ,1 A ».-11 wi -i mfl!*f l y T n r . > 4n-.wiBfBBisaittiW.ma>

La derrota de la postura proteccionista del mercado ^•ÜKW

El comportamiento dtl Estado fue naturalmente com-
intemojs mdusürialista en la Argéntina^cojnri dió con un
cambio de tendencia en la política comercial en el resto m^yor
ddimindo. En 1869, Alemania aprobó una nuevajg,- rifa con
parte de la sociedad. La ideología librecambista contaba, en
mayores impuestos a .las importaciones y esta irdda.tm.sq
efecto, ccp el respaldo de la mayor parte de la opinión pública.'
difundió al r estp„,dd_mundo> salvo a ..Gran Bretaña que
siguió firmemente adherida al librecambio. Todos los países '\pf un marco normativo consistente con las reg
que hemos incluido en ía muestra ,1 ......... ...... r

uC jui' ¿ü ua
•XX- (además de Alemania, Estados Unidos, Japón, Di- üi¿.t.cxiia. -
namarca y Suecia] aumentaron las tarifas de importación
para defender sus producción doméstica y mercados
internos.5 Bajo el régimen conservador, se puso en
La Argentina, en cambio, siguió adherida al lide-
ÍTlvT^w,v^Tffn,w^yJ'i
1

La Organización Nacional (entre

1 n r> t
e Rosas
.U-.TTH m i wJ >’■ m-: i g-j JÍ JJ 'fy^'rsy

ra.zgodo.ritánico y.a la.postura librecambista. Radicales v

marcha una política de educación pública de vastpjilcance. Pero, a
socialistas, depositarios del,^^ tentativo a! conservador, no
diferencia de los
propusieron unaJÓflón ‘ '• • " mram-n ri ir.-i^ 11-■— r -i i r ri-<- -i i «n n. r.- 1.1 •. .. . wi .SJ irr . |«-r« ■ ■■ ^ . i. ...

distinta dél desárrollpóL deJ.3..|nsercjri.nintmiariQnal

rritorial de. la Nación. Sobre estas bases se construyó
del país. Consecuentemente no pretendieron modificar ué-
sustancialmente las reglas
del juego del modelo
primario-exportador.
ci
En todo caso, el °ILÍkm£e|rte¿ejr^s2LdUa<J^
ne
cambio rcg&LálvgaiaÍ3£^aiBt^^
vas
demandas sobre la ____ ___ _ ________ gentóna su impacto quedó reducido. mqddomimario^expDrtador.
1 egislación social pero no erg una acción consistíate para vdi¿g,.c.Qn,.to^^ ré-
transformar ,,el^istema„tM3^^ ción internacional.
Disociada Ja eli
i>- ?■ "f r e>í *1.? i',V.(.r: lif j-e1-1* ^1
.^2«aLaaB8ái^.MaÍo_5ustitulrla. Ei^^ggtex- ^j1
111 ;; 1; Pj1 /

59 59
to,_era incón normas de
ran rentas sobredas cuales asentar la^industriaUzación y la
transformación del..sístem£,,económico. EjJEstado
PO hizo diferencia 4m^,atfi^d^.aRiM„aa9.gmiy

baD.jl, segundo sobre el.primero. De este modo, fueron

Í que decidieron
x&M&jy.y.iWr.rüi

60 59
 ía asignación de recursos y ía presencia de los interesas
extranjeros en ia economía argentina.
En tales condiciones, la concentración del ingreso
prevaleciente no indujo un aumento de la propensión a
ahamC,eJflmtÍLÍ.e la elite sino, antes bien, a sus-
, económico argentino, la magnitud de ios recursos, incluso ía
\lei^^^^®2£,SíiSBiSS2L3ü£ÜSlS2»S™
£&S0,
V~^^5dLIÍt,2JjIÍLEIid^Í^l.felJl}dÍoMd¿ts_arg„entinos.
El
RM^iíl^il3Este^ii^iíj3pxist^x£dk:Srí ni.
La msisxeveló-ja.ian.tasín, de un país próspero, como se dice
ahora del Primer Mundof sustentado en una prn- norrua
súbmciustrializada, altamente extranjerizada y de- pendiente de
las exportadores de productos primarios,
" Comenzó' entonces otra'1 época' y en verdad, no se partía de
cero,6 Porque, a pesar de la vulnerabilidad del sistema
incipiente base industrial disponible, el nivel educativo y la
capadtadón de ía fuerza de traba*, jo, la dimensión dél mercado
interno y otros factores favorables, propordonaban una
importante base-de sustentación para el cambio de rumbo.
® Integración-
social 9
Derecho de propiedad y costos de
transacción
'
5
Los derechos de propiedad estuvieron plenamente ga- :§
rantizadps. Una vez conduidas las guerras civiles y con- jt
sumada la unidad nacional, la estabilidad ínstituaonal i y política
configuró un cuadro de plenas garantías a la f: inversión privada
nacional y extranjera,
f Por las mismas razones, l^c^^^^nsacdón^en los contratos entre
particulares eran tan_,baiadm*üP lo permitía un régimen de
reducida Y
costes moderados de sostenimiento del Estado, El cam~
«r>fp mtrwH! iv >i M ^ | v | i - f F W —h « ». m « J * mi íitBWMi ir i («íJíEvyd» (UVAlWES 3
presidenaaen..1916, no modificó estadtuad^i.

Un rasgo notable del sistema fue la incorporadón de la mayor parte

de la poblaaón del país y de las corríen-
t edxicni.p.catari mascón omta-cí arcado. rb^alcAriír
ce nacional. Ningún segmento sodal significativo, salvo en las
regiones periféricas del Noroeste, quedó al margen de la economía
de mercado.
La fuerza de trabajo incorporaba prácticamente a toda la poblaaón
en edad activa y el desempleo refle^ jaba esendalmente osdladones
de la coyuntura. No existió en el período desempleo estructural de
largo plaza ni fracturas fundamentales entre un endave dinámico
asodado con el comercio intemadonal y eí resto de la economía y
la soáedad. De hecho, el liderazgo de las exportadones se derramó
sobre la mayor parte del sistema económico y sodal. El ingreso
estaba fuerte- ...mente concentrado en los grandes propietarios
territoriales y en los sectores vinculados con la red de in-
fraestructura, comerdal y financiera, asodada con. la producdón
primaria exportadora, el comerdo interna- dona] y los segmentos
de la demanda interna abasted- da por la producdón doméstica.

m
 Las variables económicas
y ñaj.io_nd.smO,.sucedió ... con_.lasJndmtria,s,tiái
• Ahorro e inversión
é doras/como los frigoríficos.
Dado su ingreso per cápita, la Argentina alcanzó en ek período
tasas de ahorro e inversión considerables. Hada la'década de
1920, la tasa de inversión era del orden del 15% al 20% del
producto.
El aumento de la inversión contribuyó a sostener, en el
período 1860-1930, una tasa de crecimiento del pro- \ ducto del
orden del 5% anual. Esto permitió la expansión del empleo y la
incorporadón a la fuerza1, de trabajo de los contingentes
inmigratorios. Entre" aquellos
. .... .. ........ —«**^*4*^;L_-u.o—a..rx út
nes de habitantes., Esto es tina tasa anual acumulativa del 2,75
%, una de las más altas del mundo en la época, La integradón
territorial fue facilitada por el rápido desarrollo de la red
ferroviaria que aumentó, entre 1860 y 1930, de 40 km a 38 mil
km. Entre los mismos años, la superficie sembrada de cereales
y semillas oleaginosas aumentó de alrededor de 1 millón a 27
millones de hectáreas.
® Ventajas competitivas
El desarrollo de la P ro d u ccj ó n„ a g rí col a y ganad„e,r.a..,se
basó en la expansión de la la /penetración del cambio técnico en
las ex nes. La mecanizació;
de fertilizantes y agroouí-i. ____________ ___ __ _ _
d£Q.s.fmaiu:c^^
acio*
62
* Los avances en la incorporadón de tecnología y equipamiento y
Ejj^uc^¿eja;.^¿^^QÓ|i,cp|núniiyJ.aigxtensiónj.gTÍ-
cok.¿gvarQn.la,,capadt^dón.deja fuerza de.trabajo y >o más
eficiente de recursos. La eco-
ios paises avanzados apjicadosja„,upa.,ex.P.l.Qt.adón,,exten-
siva del recurso...ríe)xa..¿bal.o jas formas concentradón de la
proi
en la capacitación de los recursos humanos permitieron aprovechar
las ventajas comparativas asentadas en la extraordinaria dotación
de recursos en la
o 1', J..
______ .
El avance tecnológico se derramó a otras actividades
asociadas con el desarrollo, urbano, la inj (como con el
mantenimiento de la red fem
údLpmoda
te conocí-
.....
ingeniería. De este modo, la expansión de las expor-
sobre la transformadón de la. estructura productiyajdel país y
sobre el sistema ríadon¿jde.cienda v tecnología. El sistema
bancario, administrado con la ortodoxia
cambio técnico, tal cual sucedió en todos los países de
aon- desarrollo industrial tardío que resultaron exitosas, varios
de los cuales, incluimos en la muestra.
De este modo, en todo el período, las exporta don es estuvieron
compuestas totalmente por productos pri-
63
manos e industriales de origen agropecuario, Ei abas- tecimiento.
je bienes de capital y otras manufacturas de alto contenido
tecnológicQ.jeJxuduso de manufacturas tradición al es,j:.oxno^ 1-
extjles-de-sc-a-nsó-esen.clalmen- ■ te en ^as importaciones.
tabretha en "el contenido tecnológico del comercio exterior se
mantuvo sin cambios. Esto era el reflejo de una estructura
productiva cuyo nivel de industrialización (en peso relativo y
composición) era muy inferior al que registraban otros países con
ingreso per cápíta y dimensión de mercado interno semejantes. En
tales condiciones, ei país era incapaz de generar ventajas
u/mpetuivas asentadas txi iac mmsión det progreso técnico más allá
de la producción primaria.
La alta participación de las importaciones en 'el
abastecimiento de manufacturas impidió que la expansión de las
exportaciones y el crecimiento del mercado interno indujeran la
transformación de la estructura productiva. Las actividades líderes,
como los ferrocarriles y las industrias transformadoras de pro-
ductos primarios (frigoríficos, molinos, etc), también se abastecían
con importaciones de bienes de capital, tecnología e insumos
diversos. De este modo, los eslabonamientos entre estas-
actividades y el resto del sistema fueron muy débiles y
contribuyeron a configurar el cuadro de subihdustrialización
característico, de la Argentina en el periodo.
en todo el periodo sobre bases sólidas. El^excedente del comercio
exterior permitía pagar con ocasionales. sobresaltos, los servidos
de la deuda externa y las urí^ bdaliSTeT^l^Sion^^privadas^re^s”-
adicadas en los ferrocarriles y en otras áreas. La reinversión de
utilidades de las empresas extranjeras y el acceso al crédito
internacional contribuían a mantener en equilibrio la cuenta de
capital del balance de pagos.
® Precios
jüü ijuiiyoj pai ia etapa, pi cvmetou'¿^Stímudu'-
de predos y del tipo de cambio del peso. Esto fue posible por la
solidez de las reladones macroeconómícas de base, es decir, los
equilibrios del presupuesto, la cuenta corriente del balance de
pagos y la relaaón demanda-oferta de dinera
l

® Balance de pagos

En virtud del fuerte crecimiento de las exportaciones, salvo

en la crisis de 1890 y en fases cíclicas depresivas
posteriores, el balance de pagos argentino se sostuvo
 fói bU o<ycrí¡d (i ■
fisLk) fee««5;£, C(¿H ifcoiMo'ruá
7S 3 -6r\</ck.ía"nié. . • X reactivación, de,,La^,deniaD.xÍ.a,jd,es- xconocidos
sustitutiva iones
(1930-1975)
El colapso del orden mundial que había encuadrado el
crecimiento fundado en las exportaciones de productos
primarios reveló la inviabilidad del sistema primario-
exportador. La economía ar g en ti nj_qnfrent ó una severa
contracción de ia producción, dél ingreso y del empleo v un
desequilibrio masivo de sus pagos internad onalesTAñi^^
exportaciones, la
capacidad de pagos externos era insuficiente para sos-
ferlr las utilidades de las empresas
tener el' nivel previo de i
1 os pagos de los servicios de la
extranjeras radicadas-en el p$ís.
En ese contexto, kpoÍírica..Jjl^ucamhásta sólo podía siva- tecnológico ocuparon una posidón dominante en las
la. A
jsmsxsásL.
mente al _........... en,,,elin.ex£ai.ai£.anti:£i].áe.
el dmenes reguladores de la producción de cereales y ;s.
banca., central..refQrma.imnQSÍtIv.a
66
....................................................................acu
exdosxo-
y había comenzado a adoptar medidas de
hasta entonces. Como el resto del mundo, la
barcó en una
De todos modos sigue siendo cierto que. en los paí- ses
exitosos, el comercio exterior fue cambiando parí passu con la
industrializadón. De este modo, las exportaciones de
manufacturas de credente valor agregado y contenido
exportaciones. En la Argentina, en cambio, la proporciórTH?
exportaciones delmanufac- ti|ras de o rlg eiL m3 ustrial respecto
de la producaón ^annfacturerrtotaTsigtüó siendo baja y las
exporta- dones siguieron descansando esencialmente en los
productos primarios.
, <». II»IH ... .....................................................................................
A falta de una expresión más precisa, seguimos definiendo
este período deí desarrollo de la economía ar- gen tina como de
la industrialización sustitutiva.
El primer tramo del proceso abarca desde 1930 hasta
mediados de los años cuarenta. En su transcurso, se ocupó
prácticamente toda la frontera sustitutiva en la
gulatorio de la actividad econópiica v en una drástica ampliación de la
presencia del Estado.
Las nuevas condidonfcs intemadonales fía crisis de la economía
internacional y'enseguida la guerra mundial) y el cambio de rumbo en el
comportamiento del Esxado argentino, contribuyeron al crecimiento de la
producaón industrial sustitutiva de importadones.
Conviene detenerse un instante en esta últirna expresión. Su empleo
sugiere que la industrializadón argentina consistió sólo en reemplazar
importaciones por producaón nadonal v que éste fue un fenómeno no
observable en los(países exitosas. Esto no es totalmente ásí.fEn estos
últimp^la^sritndóii.de„importa- íqnes fue unaspectoluri damentaLde la
industrializa- dónTEnEArgentina, a su vez, las. exportaaones de
manufacturas de origen sigxdfipatíón con el correr
^p¡\ ' cbv,ú ' C..„0-jT'í'> <¿J-) "^'^' C\ ^Xn^mx^dus
ío\ \pnr& ^ ' v¿H dYYC\ v
industria liviana^(textiles, alimentos industrializados, mecánica y
química livianas y bienes de consumo durable) . A^partir de,a^
complejas que incluían la producción de insumos industriales (acero,
papel, petroquímicos, aluminio^
notoriam^te^i^a^indi^tria^autofíiotci^. Hada 1950, la ,
^^UStólsiSíS^QíEábSLiiJBSSSáSLdSáSlinaüSfiJSlÜa^ge- neradón
del producto y del empleo y había permitido ' un notable incremento
en el auto abastecimiento de manufacturas. En efecto, la reladón entre
las importa- dones y el producto rondaba en 1950 en el 10% frente al
30% registrado a fines de la década de 1920.
Eí crecimiento del período fue bajo pero no despre- dable.
Incluso, en ú tramo 1960-1975, se alcanzó una tasa de aumento
del producto del orden del 5%, de las . más altas de la historia
económica argentina y que comparaba favorablemente con el
desarrollo de la eco- . nomía mundial.
Sin embargo, en todo el período, a diferencia dé los países
exitosos, la Argentina no había logrado conver-
ger con los países líderes. En 1950, el producto per cá- pita
argentino era poco más de 1/3 respecto del de Estados Unidos. A
mediados de la década de 1970, la proporción se mantenía. En el
mismo período, las otras economías industriales crecieron más que la
nortea- .. mexicana. Por lo tanto, respecto del promedio de los
principales países industriales, el producto per cápita de la Argentina
declinó de 2/3 a 1/2.
_ El deterioro de la posición relativa de la Argentina es
particularmente notable respecto de los países éxito- _ son En 1950,
el producto per cápita en la Argentina duplicaba el de Japón y más
que triplicaba el de Corea y Taiwán. En 1973, en cambio, el
producto per cápita del Japón era' cerca de dos veces mayor que el de
ía Ar
66
gentina. A su vez, respecto; dé Corea y Taiwán, la diferencia
favorable a la Argentina había disminuido de .tres a dos veces.1
/
Por otra parte, la vulnerabilidad externa había cambiado de
naturalez^ pero el país no había logrado aumentar su grado de
autonomía en el manejo de sus relaciones internado nales.
Después de la nado- nalización de las empresas extranjeras de
servidos públicos y de la repatriaaón de la deuda pública externa,
v.
durante el gobierno peronista (1946-1955), la economía
argentina enfrentó nuevamente un severo éstrangulamíento
externo. El crecimiento de la pro-
’ w. ^ V-V+ü, J>JL A A *,%*►***■■’ s—«“ *'« *
dadjde importar maquinarias, equipos e insumos esen- dales y eí
crédito externo era sólo un paliativo que, a corto plazo,
aumentaba la demanda de divisas pa
ra el pago de sus amortizadones e intereses. La vul- ' ngrabilidad
extema y el desorden fiscal terminaron por crear las condiciones
propidas para caer, a partir del golpe de Estado de 1976, en la
trampa de la deuda externa.
En realidad, dado el desorden del sistema político argentino
en el período, lo sorprendente es que la economía no hubiera
tenido un comportamiento aun peor. Es particularmente notable,
por ejemplo, que en el tramo 1960-1975, de altísima
inestabilidad yf finalmente, violenda, el producto industrial
credera al 8% y las exportaciones de manufacturas de origen
industrial .revelaran un particular dinamismo. Debajo del caos
existía un país con una formidable dotadón de recursos y
capaadad de crecimiento que pujaba por salir adelante
Durante eí período de la industrializadón sustitu- tiva de
importaciones el país no logró, por lo tanto,
 construir un sistema de ^capitalismo nacional Detengámonos en el
comportamiento de las variables significativas.
]L&s
• Marco institucional y político
fcaswssw ** GsSSJSSasif^^
El golpe de Estado del^O d° deJ^jj^adJsaaMSmal yjsfílíto- Soíffi aquel
año xJLSZítse %gd»jgma¿rósa,gn1ftft>, mljta-
re
LI^í£flsJaa!sá¿3BStsadas.imesasjJa»dfiffia¡fi'a-
./ju'gcixi LÜÍXÍ ái^cUA¿.Lj cu i ■ LÍCJ,,'"LÍ LV O- ■ i CCü-iZi
mUtiLiiái;
sin estar en guerra, fue el .país más inestable del mundo,
TCa fractura del orden institucional y del consenso indispensable
para el ejercido estable del poder provocó cambios drásticos en el cursó
de la política económica, agravó los desequilibrios macroeconómicos
de base, debilitó la posidón negodadora internacional, desalentó .a la
inidativa privada y, finalmente, culminó en una espiral trágica de
violenaa.
• Las elites
tOsa*’ o»®™»
La antigua elite dirigente cedió paso a nuevos, cua' dros asociados a
P52SuSíS-s&_r~,
por k inestabilidad institucional y política. Influyó,
ttírn!Ien71T¥mBIv3encia etistentos"sed nentos
mayoritarios de la sodedad acerca del país posible y deseable
Hemos visto cómb, durante el-período anterior, los radicales y
sodalistas portadores; como diría Yrigoyen, de la reparación
política, no cuestionaron el
sistema primario- jen
exportador.
Un rasgo muy importante y presente en todos los
empresarios io(^es.ea^dfi5aaaal]CL
lídSffisSS-tó-M
das v acumulación.
En la Argentina, en cambio, tempranamente, el liderazgo
fue delegado en subsidiarias de corporaciones transnadonales.
Las filiales comenzaron a ganar posi- dones dominantes en las
industrias automotriz, química y metaimecánica, atraídas por un
mercado interno protegido desde la década de 1930. Cuando
concluye la etapa, en 1975, las subsidiarias de empresas
extranjeras contribuían. con 1/3 del producto industrial y su
partidpadón era .mayor en industrias printipales, como la
automotriz. Veinte.años antes, en 1955, la participación
alcanzaba al 20%.2
Estas tendencias condídonaron la integración posible entre
el sistema naaonal de denaa y tecnología y el aparato productivo.
Las subsidiarias de empresas extranjeras se abastecen de
insumos tecnológicos desde sus matrices y sus gastos locales en
investigadón y de-

acontecer económico y
social deLpaís. Esta
diverrifi- caaón de a,ctores es observable también en los países
fi¡E£CSCy¡E0^Tl:^J,lwW*,í<fl|:W;^^ " .................."

exitosos.
La Argentina, sin embargó, no formó
construcaón

70 71
 sarrollo se reducen a modificaciones adaptativas de co-
nocimientos y equipos importados.
• Ideas económicas
La elite conservadora que condujo la política económica durante
los años treinta hasta el golpe militar de 1943 no cuestionó los
principios del enfoque ortodoxo. En la práctica, sin embargo,
comenzó una intervención decidida en el funcionamiento de los
mercados.
peñó a partir de 1935 como gerente general del reden creado
"P *v. « JF jcan-t l^/"' \ irv\ A
Banco Central, comenzó a elaborar una visión crítica de la teoría
neoclásica y a sentar las bases dedo que luego sería la
heterodoxia y el estmcturalismo latinoamericano. Buena parte
de. las ideas que, a partir de 1947, difundiría desde la C^PAL,
Raúl-Ptebisch 0901- 1986} 1 e La experienda del gobierno de Perón de 1946- 1955, como
!a ssa^^^atos^kada^^ad^^nte
a la condidón ppiférica. '
Con 3 ascenso de Juan Domingo Perón (1895- 1974) al
poderla mediados de la década de 1940, el Gobierno dio libre
cauce a todo el resentimiento antiimperialista acumulado en
amplios estratos de la so- dedad y la .inteligencia argentinas. El
librecambio fue rechazado ffontalmente v la intervención dei
Estado plenamente justificada en un amplio espectro de fun-
dones: desde la regulación de los mercados hasta la producaon
de bieneotsmirios.
gwcn J11711;JVJ'S u 1 v1 < r1 ^' r * ^
La doctrina peronista„ sin embarco, no. era consis- tente con
el éxito. El lanzamiento de políticas de fuer- te contenido
nadonalista y confrontad vas con ios cen
Oes 1 eiitas litación, de asumir deddidamente la puesta cha de un
proceso acumulativo de transformación y credmíento.
as ÁjjzrsatiK^trnSHtíeWfS 1 .r
La^tó^fag. no solo erar^afomperímst^^toaibíglfose
en nueva _
proclamabaanticam^^a^La c¿ebm,jvlatta^te9nis~ tá
convocaT^SnBaSral^ipitar. Aunque, en la prác-
" ^ ------ ~~~3¡gggm’.
-o preva^cfo^la incertidumbre y d omitido.
if En este contSrtdTa ilusión de un' paraíso perdido,
fundado en el sistema primario-exportador y la ideología
librecambista, siguió subsistiendo en la meritoria colectiva y
pennitiendo el periódico retomo de la res- tauradón liberal.3
la del actual, bajo la presidenda de Me- nem, revela un rasgo
característico dei movimiento peronista.„A saber: refleja las
tendencias e ideas do- . minantes en su época y tiene un gran
impulso transformador frustrado, sin embargo, por la desmesura.
En aquella experiencia, elr
dón deí Estado era una tendencia observable en el
rsgtjisUBtindo. Pero
hgsta límites incompaübíes^gn^qljle^aQQitL^^^O" .mico de
largo plazo. Iqs equilibrios macroeconómi-
 , Después de la calda de Perón en 1955 buhó nuevos aportes
al
yiggag*SBa3
aespro íida ^sa^Egg5
íeseoi aaaaaEyaTfeBT™™«^
tt¡!EI££K
;w
*^^ < 1 1 1 1 Lumen-
3*£2l:
mesura termina dando malas resultados para
pensamiento y a la política heterodoxos. El desatroüisrno
durante la presidencia (1958:1962) de Arturo Frondizi (1908-
1996} es uno de los ejemplos más notorios.
Poco después, se desarrolló un rico aporíje de pensamiento
sobre las condiciones y la estrategia de desarrollo tecnológico en
países periféricos. Bajo el liderazgo intelectual y ejecutivo de
'Jorge Sábalo (1924-1983) y de otros tecnólogos argentinos, se
formó un cuerpo de r\ tóírtaT. «xa»a,t rvítmiíV
en~otTO&L;naíse£.de-. América. I *atin a.
y del resto del mundo en desarrollo.
Esto se reflejó en poD^as^srivas, uno de cuyos ejemplos más
notables fue la estrategia seguida por la Comisión Nacional de
Energía Atómica en su^prógrá-
Otr0
ejemplo es kJap¿a Ley ■deJ^maKUaqprtal fM°
ISJBZSLnaraJas .cam.-.
blico, elaborada, con la partía
De todos modos, insertas -en un contexto de alta
inestabilidad institucional y ausencia de un. liderazgo empresario
con capacidad-de acumular poder mediante la movilización del
mercado y recursos internos, aquellas medidas no lograron
impulsar un proceso acumulativo de transformación y
crecimiento.
® El Estado
En todo elperíodo y en resumen, el Estado fue un ohs-
. ______ _____________________________________________________
como en el resto del
tácuio más cu e n r í a rente prc
mundo, su ito.
presencia en la eco- nomía.
Entre 1930 y 1975, la relación entre engasto público Y
eLpSnatQj^mterintemo creció del 10% al 4U%. Esto intimo no
era excesivo en una comparación internacional. Lo %rave fu
vención pu
Pueden rescatarse muchas iniciativas públicas que dieron
buenos frutos. Pero, en conjunto, el Estado fracasó en sus
responsabilidades básicas de asegurar los equilibrios m aero
económicos de base, la estabilidad
e l a . malaxalida.dIá.tAzEmterca.
y' i Cíf J <SZU¿ÍííLJJCl¿iCAJ ivC &i •-
moniosas.
Fracasó, también, en la aplicación de políticas activas, que
generaran
■ vSlÍ££?^^i»SSBkim«n&lfi también incapaz de es- tablecer
reglas del juego que congg.&Sa5IÍjm£aPÍa riel capital
níLS^mSskyos se^oS^JMg^X^mn^vie- ran la proyección de
la^BXQ¿U££Íán argentina al merca- esfuerzos en materia de
desarrollo tecnológico, como hemos visto, no llegaron a fraguar
tn un proceso transformador de largo alcance. Incluso en
materia educativa, se retrocedió sobre los logros alcanzados en
la etapa anterior.
El sistema de seguridad social y las normas laborales no
lograron sustentarse sobre una economía de alto crecimiento
y/consecuentemente, sobre un sector público con fuentes
genuinas y suficientes de recursos. Las tentativas de-mejorar la
74
75
distribución del ingreso culminaron en el agravamiento de las
tensiones inflacionarias.

W-HJ^IWSTÍS
 A su vez, las pretensiones de autonomía frente a los
centros de poder internacional concluyeron con un au~/ mentó
de la vulnerabilidad externa y el recorte de Já libertad de
maniobra del país en el escenario internacional. Durante el
gobierno peronista, se controló' el comerdoj^eriofea través
deflAP[^(Instituto Argentino padrada Promoción del
Intprcambiol y se^
merdalizaaón de la producdón
exporta!
Un ejemplo notable en estas
materias se refiere al manejo del
comercio de carnes con Gran Bretaña, á tra-
^x^c./ií‘„can.TO,mos.bílateraleK..de.gobierno a gobierno, du-
rante la guerra y la posterior administradón peronista en la
posguerra. Al terminar los convenios en 1953, se volvió
exactamente al mismo régimen monopólico del comerao de
cámes dominado por empresas frigoríficas extranjeras y la red
de comercializadónbajo su control Tuve oportunidad de
estudiar esta cuestión durante mi desempeño como Consejero
Económico de la Embajada Argentina en Londres (1956-
1957), oportunidad en que preparé un informe para la
Secretaría de Co- • mercio deja Nación.4
Ruego al lector que me permita otra reflexión sobre mí
experienda personal en estas cuestiones. Fue durante un breve
# tramo de este período (segunda mitad de 1970, primera de
1971), cuando ejertí responsabilidades en la conducdón
económica del país, primero como ministro de Obras y
Servidos Públicos y, enseguida, de Economía y Trabajo. El
equipo que partidpó de aquella experienda, que incluía a los ya
menaonados Sábato y Diamand, diseñó una estrategia que, en
los términos empleados en este ensayo, intentaba explíti-
tamente consulidan.umpr.Q^es.Q^d.e capitalismo nacional.
Ése fue el sentido de la
recor
yr;-?TH n¡j; !,■<;■ r.yj; n yi ^ ■.
t i i1 J J1 > '• l'XIO ^:¡Ve¡¡V:5^ ,-l! 'rrCa-f7
Nadonal, la ejecución de
grandes logia y la empresa
arg^oa&JaxteadflnAjnecams-
andarrüent¿4UM.saaeffiíoJSJSdáOIUÍ®i5l empresa de
cap|.tal.argenfemo> conK^fcOJSS
■rrolloJdadonaLv otras medidas msakad^enjaJXÜsjma
€Oncepdón.fflEl atado Fondo era un instrumento con semejanzas
al de bonos de partiapaaones de los trabajadores en las ganandas
de. las empresas, existente en numerosos países desarrollados.5
ca era que el
VAIÍG..
jL¿a lúea UitójCa
u c ^ c x j u T p u ~ ~ c L .
ahorro y el crédito internos y los incentivos del Estado debían
favorecer a las empresas locales. Al mismo tiempo, se buscó
atraer inversiones privadas directas del exterior para aumentar la
capaddad productiva. Se trataba de una concepdón nádonalista
en el contexto de una estrategia de desarrollo integrado y abierto,
consolidando, simultáneamente, los equilibrios
macroeconómicos de base.
Formulé explídtamente esta estrategia de desarrollo y
argentinízación de la economía nadonal en un discurso, como
ministro de Economía y Trabajo de la Nadón, en la Cámara de
Comerao Argentino-Norteamericano, a prinapios de 1971. No
era el enfoque que ese auditorio estaba acostumbrado a escuchar,
pero dejé daro que lo que el Gobierno pretendía era construir un
capitalismo argentino centrado en la empresa privada y en la
capaddad de decisión y dominio de los recursos abierto al
comerao mundial y, en ese contexto, a la inversión extranjera.
Tiempo antes, El. Cronista Comercial había publicado mi
artículo; “Hada una economía industrial integrada y abierta”. Ese
plante^' coincidía en sus grandes lincamientos coa la estrategia
seguida por los países exitosos.
Volviendo a la narración central, cabe observar que la
Inestabilidad institucional post 1930 probablemente aumentó las
conductas corruptas en los sectores publico y privado. En un
medio en el cual suele predominar el criterio, como sugería-
Discépolo, de que VUjue BO afana^es^^jdE6 se comprende que la
falta- de íransparSjdTy^ontroles institucionales del período
promoviera la multiplicación de la corruptela.
® Derecho de propiedad y costoscl£ transa^iór^
El derecho de propiedad, como principio fundamental .del orden
social nunca fue cuestionado o seriamente amenazado, ni
siquiera durante la época más virulenta del gobierno peronista,
Pero su ejercicio fue interfcen- dp por infinidad de regulaciones
públicas ^controles dé alquileres y arrendamientos, precios
máximos, ele). Esto desalentó la inversión privada.
■ -Por las mismas razones y, además, por el aumento de la
burocracia y de la interferencia pública en. los asuntos privados,
los costos ¿e transacción tendieron a aumentar. Esto introdujo
elanS^SFlfbíE^e.dad incornpatibles con el funcionamiento
razonable de los mercados. La intervención pública generó
grandes.rentas privadas (privilegios en el acceso a las divisas y
al crédito subsidiado, las exención es fiscales, etc) q u e n o
estimularon, cgrflajgaJs^^
persistente de la inversión y el^creci^gpto. Ajotes^
población total declinó del 30% al. 10% entre 1914 y 1970. Entre
los mismos años, la población urbana aumentó del 58% al 79%
rULtataL.
El proceso de urbanización y la expansión industrial
generaron nuevos empleos, suficientes para absorber el
incremento de la población en edad activa, los trabajadores de las
zonas rurales e 'incluso inmigrantes provenientes,
principalmente, de los países limítrofes. En 1975 existía un
mercado nacional y ningún segmento significativo de la
población argentina estaba marginado del proceso'de
crecimiento.
El nivel relativamente alto de educación, alcanzado durante
el período anterior, capacitó a la fuerza de trabajo para
desempeñarse en los nuevos empleos generados por .el
crecimiento de la industria y los servicios. ■La expansión del
sector público también contribuyó a mantener condiciones de
alto empleo en el largo plazo. En 1975, alrededor de un 20% de
la fuerza de trabajo estaba empleado en las distintas
jurisdicciones.del Estado y sus empresas.

La industrialización sustituí!va, como había sucedido también-

en'el periodo de la economía primario-exportadora,-abarcó al
conjunto de la economía y de la fuerza de trabajo.
Entre 1930 y 1975, la población del país aumentó de 12 a 25
millones de habitantes, esto es,, una tasa del 1,66% anual. Según
los censos nacionales, la proporción de extranjeros en la

W-HJ^IWSTÍS