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Introducción
La capacidad de influenciar los procesos socia- para el ordenamiento de las ciudades: trabajar,
les que tuvieron las múltiples discusiones en el recrear, circular y habitar. De las tres primeras
movimiento moderno, especialmente las tratadas funciones es posible realizar manifiestas cone-
en los temas de la arquitectura, ha sido contun- xiones y asociaciones con la urbanística moder-
dente. En aporte, un instrumento de categórica na, pero cuando se intentan vinculaciones del ha-
importancia fue la noción de habitar, ya que ar- bitar con temas relacionados a la arquitectura, el
ticulaba el concepto de modus vivendi3 con una término se presta para múltiples asociaciones e
particular ordenación arquitectónica; es decir, la interpretaciones, muchas veces desconectadas
caracterización de una nueva forma de vida re- de su sentido original.
presentada y materializada en la arquitectura.
Este habitar debía ser la expresión social y po- Trataremos por lo tanto, uno de los puntos más
lítica que estaba en la mente de los arquitectos sobresalientes en la formación y desarrollo del
modernos, era la fundamentación de una situaci- urbanismo y la arquitectura moderna, a fin de
ón ideológica donde era necesario proscribir los conocer las formas de comprensión y contenido
residuos de prácticas pasadas. que se dio a la noción de habitar. Es sabido que
las bases teóricas fundacionales del movimien-
Uno de los primeros acercamientos a la noción to moderno es obra de poquísimos arquitectos
de habitar lo realizó Le Corbusier en el texto Ha- y urbanistas, pero su repercusión influenció gran
cia una Arquitectura (1923). Sin embargo, es en el parte de la arquitectura occidental, haciendo
3 Modos, manera de vivir, IV CIAM (1933) donde el concepto toma forma al posteriormente participe al del resto del mundo.
estilo de vida. ser parte integral de las cuatro funciones básicas Los conceptos propuestos sobre el habitar remi-
ten a unas doctrinas establecidas principalmente moderno (Do Nascimento, 2011). Fernando Luis
en las décadas de 1920 y 1930, teorías aunque Álvarez de Toledo (2011), con un sugestivo artículo
optimistas en su momento, se fueron diluyendo que indica sobre “la construcción del habitar mo-
al finalizar la década de 19504. derno”, infiere sobre la noción como un concep-
to sistémico que integra una unidad de diversos
Si bien el tema del habitar en el movimiento mo- elementos delimitándolo principalmente a la casa
derno (especialmente en la arquitectura) ha sido como máquina, a la reducción de su superficie
discutido, nos enfrentamos a la existencia de es- y la transformación espacial interna de la misma
casas fuentes que han servido igualmente a in- gracias a la incorporación de nuevos servicios y la
suficientes estudios sistémicos sobre el habitar tecnificación de las labores domésticas.
moderno. Fueron principalmente Walter Gropius
y Le Corbusier5 quienes representaron, realiza- Un nuevo habitar
4 Asunto que Heidegger pre- ron y materializaron considerables aportes y re-
tendió resurgir con la Ponen- flexiones respecto al habitar, expresados bajo Quiero ser vuestro profesor respecto a la vivien-
cia, Construir, Habitar, Pensar.
5 Aunque en este texto sólo
una línea de pensamiento muy clara, sumadas da. Vuestra casa está llena de errores, si quieres
nos concentraremos en Le a algunas contribuciones puntuales por parte de cambiar algo en ella, preguntadme y os infor-
Corbusier, pues fue creador y otros arquitectos, urbanistas y pensadores de la maré… (LOOS, 1980, p. 157).
divulgador de una vasta teoría
sobre la arquitectura moderna
época. Hallazgos que, en ocasiones ambiguos y
en la cual se recoge un sustra- contradictorios6, propugnaban un nuevo estilo de En un texto llamado “Wohnen Lernen” (apren-
to relativamente considerable vida discordante a las formas de vida llevadas. der a habitar), escrito en Viena el 15 de mayo de
sobre el habitar dependiente
del pensamiento maquinista, 1921, Adolf Loos supo identificar las formas de
aunado a la representación Se ha hablado de habitar moderno en diferentes vida urbana y doméstica del momento y hace un
vanguardista y estética de la escenarios. Según Maryá Aldrigue (2011, p. 4), el primer llamado sobre la necesidad de desapren-
época industrial.
6 Es importante mencionar
foco en la difusión de las experiencias del habi- der aquel habitar heredado y vivido en las pri-
que mucha de la literatura tar moderno se concentra en la materialidad de la meras décadas del siglo XIX. En este texto, ade-
crítica sobre el habitar en la edificación, en la comprensión del contexto y en más de hacer una síntesis de su filosofía, Loos
arquitectura se desarrolla a
partir de la década de 1970. el análisis de la caracterización formal de los edi- propone llevar a las ciudades un estilo de vida
De allí las dificultades de ficios. Su mirada se ha restringido en entenderlo “campesino” para mejorar la vida cotidiana de los
para elaborar una idea sobre desde el problema de la habitación y las conexio- habitantes urbanos; hecho evidenciado en mu-
la base de las fuentes pri-
marias, muchas veces, para nes cotidianas del ser humano: transporte, trabajo, chos de sus proyectos arquitectónicos. La idea
acceder a los aspectos del recreación y casas diseñadas para el mínimo nivel de “… ver como hace él (el campesino) las co-
habitar moderno, es nece- de vida; es decir, la idea de una vivienda ajustada sas…” (LOOS, 1993, p. 175, patentéis nuestro),
sario recurrir a estas publica-
ciones posteriores. a las necesidades complementarias del hombre es una invitación a aprender de un habitar parti-
cular para ser aplicado en la vida cotidiana, tanto apertura a reflexiones que permitieron encontrar
en las viviendas como en la ciudad misma. Es, en respuestas a las representaciones y proposicio-
palabras de Loos (1993, p. 172), un nuevo movi- nes arquitectónicas partiendo de las formas de
miento “…el movimiento de la colonización” que habitar, las cuales incluían la cuestión de lo coti-
requiere personas nuevas “personas que posean diano, tema marginal en muchos arquitectos de
nervios nuevos”, es aprender de las familias del la época, pero que Loos supo comprender. Algu-
campo las formas de socialización en la mesa, nos de estos lineamientos tuvieron eco en arqui-
entender que la mujer tiene derecho de pasar tectos como Gropius y Le Corbusier.
tiempo libre, no en la cocina, sino en la sala de
estar. Dice Loos (1993 p. 173): “¡Esa sí que sería En este mismo contexto aparecen otros arquitec-
una buena revolución!”. tos con algunas posturas y aproximaciones teó-
ricas (además de soluciones arquitectónicas) que
Además de propugnar nuevos hábitos al interior comienzan a dar entrada a las discusiones sobre
de la vivienda, en otro de sus textos, Ornamen- el habitar. La tensión generada entre la tradición y
to y delito (LOOS, 1980), rechaza la necesidad la nueva arquitectura fortalece algunos de los ar-
de ornamento en las formas de producción ar- quitectos del momento que se esfuerzan por en-
quitectónica; insta en contra de los exuberantes contrar un nuevo modo de habitar, especialmente
personalismos traídos de décadas pasadas pre- en la vivienda como célula individual de la familia,
sentando sus proyectos de vivienda como do- que transforma la estructura de la ciudad al consi-
cumentos en los cuales se prescinde cualquier derar las alteraciones de las bases económicas y
unidad decorativa o no estructural, invitando a sociales de la vida: no era posible llevar la misma
retomar elementos tradicionales de la arquitectu- vida social de antes, pues la ciudad y la vivienda
ra, como por ejemplo de la campesina. Es decir, debían ser adaptadas a las necesidades reales. Es
tanto en los modos de vida como en las formas el caso de Alexander Klein (1980, p. 131) cuando
de producción arquitectónica, estimula la urgente nos expone su posición sobre las corrientes de la
necesidad de cambios e invita a los jóvenes ar- vivienda que gestaba en la década de 1920:
quitectos a reflexionar sobre ello.
En una observación atenta de las actuales
Antes que muchos, Loos fue uno de los primeros plantas de pequeñas viviendas se pueden
arquitectos en hacer un llamado hacia una nue- distinguir dos grandes corrientes. La primera
va mudanza, una arquitectura diferente basada quiere abandonar a toda costa los principios
en nuevos modos de vida y nuevas formas de que han condicionado los modos de habitar
vivienda. Su línea de pensamiento consintió la desarrollados en el transcurso de los siglos,
porque entiende que no se corresponden con de los seres humanos en la vida cotidiana. Por
el hombre moderno y sus necesidades vitales. eso, cuando encontramos en los discursos de
La segunda, en el extremo contrario, no quiere los arquitectos modernos el término “formas de
reconocer que las relaciones sociales y econó- vida” comprendemos este como proximidad a la
micas se han modificado y obligan a cambios noción de habitar.
en el modo de vida.
Y continúa diciendo:
Este parágrafo de Klein nos sirve para resaltar va-
rios asuntos. El primero, es la evidencia de dos El primer grupo se esfuerza por encontrar un
formas de comprensión de la vivienda: por un nuevo modo de habitar, preocupación que
lado, aquellos arquitectos que defienden radical- incluso se refleja en el aspecto interior de la
mente cambios en los modos de habitar para el construcción. El segundo mantiene las anti-
desarrollo de la nueva ciudad y nuevas formas de guas plantas y se conforma con reducirlas en
materialización de la vivienda; y por el otro, los superficie y modernizar la forma exterior. (…). El
arquitectos que no reconocen dichas transforma- peligro de la primera postura radica en que da
ciones y, por el contrario, exoran por la conserva- lugar a viviendas demasiado individualizadas y
ción en los modos de vida manteniendo las rela- sostiene la idea de que la masa de la población
ciones sociales y económicas de la burguesía. Es está preocupada por nuevos conceptos y sen-
decir, desconocen muchas de las propuestas de saciones. La segunda orienta artísticamente al
renovación de la arquitectura moderna. Klein pre- desarrollo de las plantas, que no deben ser otra
senta una fuerte tensión social entre las formas cosa que expresiones de las nuevas formas de
tradicionales de habitar y las propugnadas por la habitar (KLEIN, 1980, p. 131).
nueva era maquinista, aquellas que Loos quería
integrar en una sola arquitectura. Algunos arquitectos modernos de corte socio-
lógico, como lo es Klein, intentaron conectar
Es de nuestro interés el uso de algunos térmi- arquitectura y sociedad utilizando el término ha-
nos que son claves: los modos de habitar y los bitar o formas (modos) de vida en medio de su
modos de vida, acepciones que colocan en un discurso, haciendo mención a una nueva época,
mismo lugar algunas de las acciones de los se- a un nuevo individuo cuyo grupo social cumple
res humanos que se mueven en ámbitos socia- con ciertas características culturales, sociales y
les y económicos. Tanto una como la otra, estas económicas y cuyas demandas exigían nuevas
definiciones son para Klein una expresión com- estructuras urbanas y habitacionales que debían
puesta que representa algunas de las acciones alejarse del pasado.
Pensadores como Loos y Klein realizaron una del urbanismo moderno. Aquí podemos encon-
apertura teórica y conceptual a jóvenes arquitec- trar diversos asuntos que nos posibilitan un pun-
tos que pretendían encarar nuevas visiones en la to de partida para el análisis y la interpretación
arquitectura. Era el caso, por ejemplo, de Walter del habitar moderno en Le Corbusier. De entrada
Gropius, Ernest May, Le Corbusier y Karel Teige, encontramos un marcado interés del autor por el
quienes a partir de la década de 1920 comenza- tema de la vivienda y su íntima ligación con el ser
ron considerables aportaciones a la arquitectura humano, la vivienda es la casa del hombre, dice.
y directamente contribuyeron a las definiciones Esto significa afinidades manifiestas por la hu-
de un nuevo modo de vida en el proyecto mo- manización de la arquitectura8, en tiempos don-
derno. Sin embargo Le Corbusier, siendo uno de de la vivienda es sellada por la deshumanización.
los principales aportantes, fue uno de los pocos Aquí mismo, encontramos cuatro elementos que
que introdujo en el discurso la noción de habitar hacen parte constituyente de la vivienda misma:
como componente para la nueva transformación habitar, trabajar, cultivar el cuerpo y el espíritu y
de la ciudad y de la vivienda. A pesar que fue- circular. Cuando hablamos de trabajar, recrearse
ron varios los teóricos-arquitectos que realizaron y circular podríamos hacer fáciles conexiones
grandes aportes objetivando, estudiando, anali- con la arquitectura, pero cuando nos referimos al
zando y materializado la arquitectura moderna, habitar, las interpretaciones se tornan confusas y
es de nuestro interés concentrarnos en Le Cor- etéreas, pues el habitar en Le Corbusier implica
busier por su aporte directo al tema del habitar. más que un simple permanecer o una ocupación
del espacio. Habitar se constituye en una de las
Figura 1. Imagen síntesis representativa de Le Corbusier. Fuen-
te: Revista Universidad Pontificia Bolivariana, vol. 13, núm. 50, Le Corbusier: una justa interpretación del habitar principales nociones de su teoría materializadas
p. 263, 1950. Autor: Arquitecto Jorge Velázquez O. (1947). en la vivienda.
La casa se derrumbará.
Le Corbusier, (1978, p. 6) Le Corbusier, habló considerablemente sobre el
habitar. En 1923, siendo aún bastante joven, apa-
En cualquier texto publicado posterior a la Carta rece una de sus más importantes publicaciones:
de Atenas7 podemos encontrar fácilmente pará- “Vers une architecture” (Hacia una arquitectura),
Aunque el texto fue publicado González (2007) donde expo- grafos que analizan las relaciones entre ciudad compilación de varios ensayos escritos con an-
por primera vez en 1942, nos ne un profundo desconoci-
interesa tener como marco miento contextual del proble- y vivienda: “Cuando hablamos de vivienda nos tecedencia a su primera edición, en los cuales
temporal las ideas expuestas ma al afirmar que “La casa no referimos a lo que constituye la casa del hom- asienta gran parte de su línea de pensamiento;
sobre el habitar en el CIAM IV, es una máquina de habitar”. textos que servirían posteriormente para múlti-
bre: donde habita, trabaja, cultiva el cuerpo y el
momento preciso que sus ide- Años más tarde Nuviala Antelo
as fueron asentadas. (2014), respondería “Una casa espíritu, circula.” (LE CORBUSIER, 1980, p. 138); ples discusiones entre los arquitectos modernos,
8 Caso contrario al de Diana es una máquina de habitar”. cita que hace referencia a las cuatro funciones especialmente en los CIAM. Uno de sus prime-
derechos a que la máquina de habitar sea simple- conceptos inmóviles de la casa, y se enfoca la
mente humana (LE CORBUSIER, 1978, p. 235). La cuestión desde un punto de vista crítico y ob-
casa en serie se convierte en el núcleo inicial de jetivo, se llegará a la casa-herramienta, la casa
la experiencia humana: protege su crecimiento, en serie accesible a todos, sana, incompara-
alberga las alegrías y los dolores de su vida co- blemente más sana que la antigua (moralmente
tidiana. Es un espacio convertido en empresa (LE también) y bella, con la estética de las herra-
CORBUSIER, 1981a, p. 132) que debe ser puesto mientas de trabajo que acompañan nuestra
al servicio del hombre, debe abandonar las pom- existencia (LE CORBUSIER, 1978, p. 193-194).
pas estériles, volcarse sobre el individuo creado
para su bienestar (LE CORBUSIER, 1981a, p. 131). En esta forma de concebir la arquitectura, Le
Corbusier entra a resolver estructuras urbanas y
Bajo un escenario industrial que acoge un en- módulos habitacionales “básicos” que pretenden
simismamiento deshumanizado, Le Corbusier solventar el asunto de habitar creando nuevas
prevalece la imagen del hombre, el elemento hu- costumbres, prácticas y hábitos de vida, princi-
mano, la escala humana y la idea de aportar una palmente al interior del hogar basadas en la ex-
vivienda para que sea verdaderamente habitada presión humana. Los CIAM II y III, fueron un es-
y humanizada, por eso “es necesario crear el es- cenario importante para discutir este asunto; casi
tado de espíritu de habitar…” (LE CORBUSIER, una década fue el tiempo necesario para exponer
1978, p. 195); Ante ello, proyecta un discurso de públicamente la maduración de sus ideas.
cómo el ser humano puede compenetrarse con
la arquitectura observando“…la simple y clara En los primeros CIAM, Le Corbusier, fue el único
expresión humana” (LE CORBUSIER, 1972, p. que introdujo en su discurso la noción de habitar
139) con lo cual elabora un sistema de medidas a como componente para la nueva trasformación
partir de proporciones normalizadas del cuerpo, de la vivienda y la ciudad, dice: “El tema presente
“Las cosas están hechas a la medida del hombre, [Congreso de Bruselas de 1930] se limita a ha-
al alcance del brazo, cada una en su lugar” (LE bitar…” (LE CORBUSIER, 1973b, p. 234). Esto
CORBUSIER, 1972, p. 139), con el fin de permitir demuestra la importancia que para él tenía el uso
la apertura a lineamientos pensando la casa y la de esta noción. Continúa diciendo, “Si considera-
ciudad a escala humanamente habitable, donde mos el tema del habitar (…) llevamos el problema
ésta haga parte de su entorno y reúna las carac- hacia al hombre, es decir, a una cuestión bioló-
12 No por casualidad, en este terísticas de una máquina. gica, con su componente de orden sentimental.”
mismo contexto diría Heideg-
ger en 1927, habitar nos hace (LE CORBUSIER, 1973b, p. 235)12. Aquí, además
humanos (1999: 63). Si se arrancan del corazón y del espíritu los de poner en evidencia nuevamente la importan-
cia del ser humano en la arquitectura, sitúa las las fuentes inútiles del cansancio. […] la defi-
múltiples miradas sobre las cuales es posible nición de una conciencia moderna permitirá
asentar el habitar. establecer los factores propicios al descan-
so, es decir, satisfacer, alegrar y reconfortar.
El problema (del habitar) comporta:
La necesidad de recuperar fuerzas físi-
Un habitáculo para una familia, mantenien- cas y mentales. Se trata en pocas palabras
do el más estricto aislamiento con relación a del mantenimiento de la máquina, del aseo
otros habitáculos, a otras familias. Por consi- cotidiano, de la descarga de toxinas, de la
guiente, un problema de insonorización. recuperación de las fuerzas mentales, de la
conservación o del aumento de las fuerzas
Un flujo de luz: sabemos que la luz solar nos físicas. El problema entraña la necesidad de
es indispensable, pero carecemos datos so- organizar nuevos servicios en la vivienda…
bre los efectos de su ausencia, de su radiaci-
ón directa o indirecta, de la interposición de Necesidades sentimentales.
un plano de vidrio, etc.
Se ve pues cuan complejo es el problema…”
Consumo de aire puro. La medicina actual (LE CORBUSIER, 1973b, p. 235-236, parén-
[…] ve en el aire libre virtudes quizás inex- tesis nuestros).
plicables, pero en todo caso incontestables.
El tema del aire puro dentro de las viviendas
está ligado inmediatamente al de la calefac-
ción y al de la ventilación; en el exterior está
ligado a la polución atmosférica.
plejo problema del habitar en dos miradas. La mos marco natural del habitar. Es en la Carta de
primera, integra los tres primeros puntos (Un Atenas donde este enfoque toma mayor fuerza,
habitáculo, un flujo de luz y el consumo de aire al concebir una arquitectura que reconoce una
puro). Con esto, Le Corbusier (1976, p. 70) nos sinfonía entre hombre y suelo, arquitectura y na-
aproxima a una interpretación del habitar desde turaleza, grandeza y esplendor; donde además
lo que él denomina el “marco natural”. La segun- se salvaguarda el lugar, sus valores históricos
da mirada, ocupa los siguientes tres elementos y el realce de la belleza particular (LE CORBU-
(El tiempo de la conservación de la casa, la ne- SIER, 1972, p. 118). En la Carta se definen las
cesidad de recuperar fuerzas físicas y mentales y claves del urbanismo que contienen cuatro fun-
las necesidades sentimentales), es lo que él nom- ciones14, pero “…la primera de las funciones que
bra “Saber habitar” o “Aprender a habitar”13 (LE debe atraer la atención del urbanista es habitar
CORBUSIER, 1972, p. 123). Esta segunda apro- (…) y habitar bien” (LE CORBUSIER, 1981a, p.
ximación también contiene elementos que llevan 133), y su importancia radica en que ésta debe
13 En palabras de Adolf
el problema del habitar hacia el hombre; en al- “garantizar alojamientos sanos a los hombres,
Loos.
14 Aunque desde la decla- gunas citaciones denomina este asunto “habitar es decir, lugares en los cuales el espacio, el aire
ración de la Sarraz (1928) ya bien” (LE CORBUSIER, 1981a, p. 133). puro y el sol, esas tres condiciones esenciales
se hablaba de habitar: “Las
de la naturaleza, estén garantizados con largue-
tres funciones fundamen-
tales para cuya realización El marco natural del habitar za” (LE CORBUSIER, 1981a, p. 119). Esta sería,
debe velar el urbanismo son: después de la definición sobre el habitar-máqui-
1., habitar; 2., trabajar; 3.,
Si el sol se encuentra en vuestra casa todos los na expuesta en Hacia una arquitectura en 1923,
recrearse (LE CORBUSIER,
1981a, p. 146). En la carta días, se encuentra también un poco en vues- la segunda acotación sobre el tema de nuestro
de Atenas fue agregada una tro corazón, tal vez más de lo que pensáis (LE interés hecha por Le Corbusier. Habitar, según
cuarta función, la de circu-
CORBUSIER, 1981b, p 58). esto, es la garantía de una vivienda sana bajo
lar. En la declaración de la
Sarraz, se define el habitar tres componentes básicos de la naturaleza: aire,
como los lineamientos para sol y espacio. Es, una función generada por la
… Se obtendrá aquellos cuya falta provoca
la ocupación del suelo (LE
revoluciones: un lugar no solo decente, sino relación de la vivienda con los elementos na-
CORBUSIER, 1981a. p. 146),
pero esta postura frente al radiante, para todos, al sol. (LE CORBUSIER, turales fundamentales donde entran, además,
significado del habitar no la aspectos como la higienización de la vivienda
1972, p. 14).
desarrolla posteriormente en
(restos, basuras, etc…) y las reglas generales
ninguno de sus textos.
15 Aunque el asunto de la “La naturaleza interviene en forma esencial en de la composición y del equipamiento interior
vivienda eficaz (como má- de la vivienda para satisfacer las leyes biológi-
la función de habitar (sol, espacio, verdor)” (LE
quina) se complementa en
el ítem a seguir: “aprender a CORBUSIER, 1976, p. 88). Es con esta citación cas (unidad de habitación, morada eficaz15) (LE
habitar”. que retomamos el primer punto al que llamare- CORBUSIER, 1976, p. 189).
En esta apertura de la nueva arquitectura que vienda; la conjunción de estos componentes “tie-
conjuga cada uno de los anteriores valores, apa- nen un inconmensurable valor. No cuestan nada
rece el postulado siguiente: “… el sol, la vege- a nadie…” (LE CORBUSIER, 1972, p. 173). Los
tación y el espacio son las tres materias primas estudios de Monique Eleb V. (1995), son los que
del urbanismo. La adhesión a este postulado más se aproximan a esta mirada. Eleb afirma que
permite juzgar las cosas existentes y apreciar el habitar moderno se concentró en la búsqueda
las proposiciones nuevas desde un punto de vis- de confort e higiene en la organización racional
ta verdaderamente humano” (LE CORBUSIER, de la vivienda, al responder paulatinamente a la
1981a, p. 42). Es decir, los elementos naturales necesidad de introducir nuevos dispositivos ajus-
(sol y vegetación) unidos a la arquitectura (espa- tados a las necesidades de los habitantes.
cio), permiten la introducción de valoraciones hu-
Figura. 3. “La naturaleza interviene en forma esencial en la manas al proceso arquitectónico, especialmente Esta materia prima concedida por la naturaleza,
función de habitar”. Los placeres esenciales de la naturaleza en la vivienda. Esta relación es habitar. Según Le para beneficio de la habitación, debe ser planea-
penetran la casa. Fuente: Le Corbusier (2005, p. 37)
Corbusier (1981a, p. 59-60), el sol es uno de los da según los postulados del urbanismo definidos
componentes más importantes en la nueva arqui- en la Carta de Atenas:
tectura que conectan al hombre con el espacio:
“El sol es el señor de la vida”, dice. “la sociedad En lo sucesivo, los barrios de viviendas deben
no tolerará que familias enteras se vean privadas ocupar los mejores emplazamientos en el es-
de sol y condenadas por ello a languidecer (…) pacio urbano, aprovechando la topografía, te-
introducir el sol es el nuevo y más imperioso de- niendo en cuenta el clima y disponiendo de la
ber del arquitecto”. insolación más favorable y de los espacios ver-
des oportunos. (LE CORBUSIER, 1981a, p. 55)
El punto central de este asunto, es que las con-
diciones de la naturaleza (sol, aire, y vegetación), La contemplación de las visuales, los vientos,
“deben proporcionar un justo contrapeso a los las brumas, la orientación de la edificación de
factores artificiales de la máquina” (LE CORBU- acuerdo al sol, la incorporación de las superfi-
SIER, 1976, p. 88); estos goces esenciales, como cies verdes existentes, la determinación de las
Le Corbusier les llama, deben equilibrar la fatali- zonas de habitación dictadas por razones de
dad de los fenómenos urbanos concedidos por higiene y densidades razonables según el ter-
los excesos de acero y hormigón armado (LE reno (LE CORBUSIER, 1981a, p. 56-57), sitúan
CORBUSIER, 1972, p. 202). Esto es, la incorpora- al nuevo individuo en condiciones naturales al
ción de la naturaleza a los planos, para luego ser interior de las metrópolis “que ofrecen nuevos
materializados en los proyectos urbanos y de vi- modos de vida” (LE CORBUSIER, 1976, p. 35),
o nuevas formas de habitar, precisamente por Dichos útiles tienen por objeto, facilitar las condi-
su misma condición natural. “Las cosas ahora ciones de la existencia, asegurar la salud moral y
han cambiado, la naturaleza y la ciudad pueden física de los habitantes, favorecer la perturbación
desposarse” (LE CORBUSIER, 1980, p. 35). De de la especie bridando los equipos necesarios
esta manera se reintroducen las condiciones na- para una crianza perfecta, proporcionar la alegría
turales en la vida urbana, “abandonadas, perdi- de vivir y hacer aparecer y desarrollar sentimien-
das, olvidadas” (LE CORBUSIER, 1981b, p. 58), tos sociales capaces de conducir al civismo…
voluntad de los CIAM. (LE CORBUSIER, 1976, p. 67).
tra en el espacio edificado y en los elementos Esta maquinización doméstica, además de li-
que contiene, ambos incluyen un proceso de berar la fatiga excesiva en el cumplimiento co-
enseñanza. Saber habitar formula programas y tidiano de las tareas hogareñas, trajo consigo
métodos de instrucción indispensables para lo- factores inesperados, pues “…el uso demasia-
grar un equilibrio social, pero también al interior do prolongado de los electrodomésticos, cau-
de la vivienda, sa a ciertas personas trastornos nerviosos…”
(BOURGEOIS, 1973, p. 142) y la complejidad en
El problema del espacio edificado se incluirá el manejo de muchos aparatos atrasaba las la-
en la enseñanza (…) y así la enseñanza de la bores domésticas; por lo cual, igualmente, era
escuela irradiará al hogar. Esta nueva vida intro- necesario preparar las amas de casa para el uso
ducida por una justa interpretación de la noci- de los nuevos electrodomésticos mediante una
ón “Saber habitar” será llevada por el niño para instrucción y un adiestramiento racional de di-
discutirla en la mesa familiar. (LE CORBUSIER, chos aparatos. No solo en Europa, sino poste-
1976, p. 177). riormente en muchos países latinoamericanos,
surgieron las llamadas escuelas domésticas.
En un momento histórico donde la vivienda mo- Víctor Bourgeois (1973, p 142), evocando la in-
derna comienza a recibir toda clase de equipa- tervención de Ernest May en el primer Congreso
mientos puestos al servicio de la vida cotidiana en la Sarraz (1928) apuntaba:
(que reforzarán el sentido de la máquina), era ne-
cesario aprender nuevas formas de administraci- Con la enseñanza en la escuela, decía, se po-
ón general de la vivienda –a razón del cambio de dría establecer un conjunto de verdades ele-
espacio, prácticas, hábitos, rutinas, tiempos y la mentales que constituirían el fundamento de
introducción de equipamientos–; atributo no solo una educación doméstica. Por ejemplo, eco-
asociado a la formalización arquitectónica, sino a nomía general de la vivienda, bases del aseo y
la eficiencia y el sentido pragmático en el hogar, su significación moral, los efectos de la luz so-
es decir, al correcto mantenimiento de la máqui- lar, los efectos perjudiciales de la penumbra y
na. “La vida doméstica consiste en una serie re- de la oscuridad, los principios de la higiene, la
gular de funciones precisas”, dice Le Corbusier racionalización del mantenimiento doméstico,
(1973ª, p. 127). De forma tal que el asunto arqui- el uso del mobiliario, el empleo de los medios
tectónico ya no es solo un problema de espacio, mecánicos en la vida doméstica, etc. Tales en-
forma y función sino de equipamientos (mecáni- señanzas tendrían por objetivo formar genera-
cos) que mudan las formas de habitar y de los ciones con una concepción sana y racional de
cuales es necesario aprender. la vivienda.
encontrar nuevas maneras de concentración del bitar en Le Corbusier, es pues, llevar los asuntos
trabajo al interior del hogar especialmente a la humanos a la arquitectura, principalmente en tér-
mujer, también en responder a nuevas formas de minos de habitación.
socialización, al descanso, la higiene (respecto al
mantenimiento de la casa) y al consumo y pre- La contundente frase de Le Corbusier, “la casa
paración de alimentos; a partir de aquí, se pro- es una máquina de habitar”, es la expresión que
pone cambiar, invertir y alternar muchas de las más ha marcado su posición frente al habitar,
tareas en el hogar aligerando las cargas feme- motivo de críticas y múltiples interpretaciones:
ninas permitiéndole buscar labores más allá de
los asuntos de familia. En definitiva, uno de los En medio de un confuso debate de estilos, mo-
principales aportes a la consolidación epistemo- das y esnobismo, lancé un robusto argumento.
lógica del habitar moderno por parte de las teo- Dije que la ‘la casa es una máquina de habi-
rías modernas, se concentra en comprender las tar’. Mil veces quisieron pegarme por haber
acciones humanas cotidianas, principalmente en dicho algo semejante. Cuando digo habitar no
el entorno doméstico, y trata de reconocer cómo me refiero únicamente a satisfacer exigencias
vive el individuo moderno en correspondencia al materiales, sino que añado ‘meditar después
espacio arquitectónico. de satisfacer las necesidades más imprescindi-
bles’… (LE CORBUSIER, 1972, p. 163).
Le Corbusier presenta un amplio repertorio sobre
la noción de habitar. Un primer punto es referi- Con lo anterior podemos sintetizar que Le Cor-
do al maquinismo en una era industrial donde se busier intentaba convencer a un colectivo de
crea una arquitectura acorde al momento, prin- las ventajas de una vivienda moderna, donde se
cipalmente con una vivienda en respuesta a las pudiera llevar a cabo satisfactoriamente aquello
necesidades de la máquina: repetición, seriali- que él consideraba la “función de habitar”. Para
zación... De allí es que la noción de habitar y la Le Corbusier la casa realmente no era una má-
máquina como concepto, se convierten en una quina como tal, sino un objeto más del entorno
relación fundamental que permiten un encuentro humano, donde cada uno de los individuos, po-
entre la realidad industrial y las necesidades hu- dría adaptarla según sus necesidades. La pala-
manas de vivienda. Vínculo, que en lugar de ser bra máquina representaba, según Le Corbusier,
desventajoso, fue una especial oportunidad que la contextualización de la vivienda en una época
Le Corbusier encontró para conectar la máquina técnica, por lo cual ésta debería de reunir las ca-
con el hombre, es decir, la oportunidad de com- racterísticas de una máquina. Él nunca pretendió
penetrar el ser humano con la arquitectura. El ha- indicar que la casa, como una máquina al servi-
cio de la vida del hombre, estuviera alejada de Otro aspecto fundamental que presenta Le Cor-
la condición humana. La casa para él, era ante busier es lo que él mismo denomina el marco
todo, un asunto eminentemente humano que natural del habitar. Esto es, la garantía de una vi-
debía permitir las expresiones, configuraciones vienda bajo tres componentes básicos: aire, sol
y prácticas humanas. Su común interpretación y espacio que proporcionen un contrapeso a los
cuestiona su validez como un elemento predomi- factores naturales de la máquina y generen nue-
nantemente positivo. vos estilos de vida. Habitar, según esta otra mi-
rada, es una medida de relaciones (equilibrada)
Le Corbusier con su idea de la vivienda como una entre cada uno de estos elementos, la vivienda y
la máquina de habitar, pretendía exponer un experi- el ser humano.
mento respecto a las formas de vida modernas. “la
casa es una máquina para habitar. Baños, sol, agua Un tercer y último acercamiento que Le Cor-
caliente, agua fría, temperatura a placer, conserva- busier hace a la noción de habitar es referido a
ción de los manjares, higiene, belleza en las propor- un asunto que él denomina saber habitar. Este
ciones”. Es decir, la casa para mejorar la vida del tema parte de las denominadas prolongaciones
hombre y no el hombre al servicio de la casa como de la vivienda, que son, por un lado, los instru-
muchas veces han sido interpretadas sus teorías. mentos que están al servicio del ser humano y
simplifican el sostenimiento de la vivienda: mo-
Si la expresión ha hecho furor, es porque con- biliario, utillaje y electrodomésticos, entre otros;
tiene el término máquina, representado, eviden- y por el otro lado, los equipamientos exteriores
temente, en todos los espíritus, la noción de o servicios complementarios a la vivienda diri-
funcionamiento, de rendimiento, de trabajo, de gidos al aprendizaje. El sentido de ambas pro-
producción. Y la palabra habitar representando, longaciones requiere un proceso de enseñanza
precisamente, unas nociones de ética, de stan- que permite al nuevo individuo moderno prepa-
ding, de organización de la existencia, sobre las rarse para enfrentar las dificultades que pueda
cuales reina el más total desacuerdo (LE COR- presentar los nuevos modelos de ciudad y de
BUSIER, 1999, p. 108-109). vivienda, programas y métodos de instrucción
aprender nuevas formas de administración ge-
La máquina en su significado literal contradice el neral de la habitación. Según esta otra mirada,
sentido profundo y poético del habitar; la repre- habitar es un proceso de enseñanza doméstico
sentación de un nuevo habitar comprendido como que busca vivir mejor.
una imposición, infiriendo una mecánica en la vida
del hombre, pareciera ser el motivo del malestar. Referencias
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