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Tus datos generales y los de los socios: nombres y apellidos, edades y números de DNI
El giro de la empresa: a qué se va a dedicar
La modalidad o tipo de empresa que se va constituir (EIRL, SRL, SAC o SA)
El tiempo de duración de la empresa: si va a funcionar por un plazo fijo o indeterminado
Dónde va a funcionar (domicilio comercial)
Los estatutos, que son las pautas y directivas, sanciones, responsabilidades, cargos
entre otras
Los aportes de cada miembro, los cuales pueden ser: bienes dinerarios (dinero y sus
medios sustitutos tales como cheques, pagarés, letras de cambios, etc.) y/o bienes no
dinerarios (inmuebles o muebles tales como escritorios, sillas, etc.)
El capital social o patrimonio social de la empresa Recuerda que la minuta es un
documento que debe ser elaborado y firmado por un abogado. La minuta es una parte
esencial para abrir una empresa.
Una vez que ya tienes tu minuta lista debes acudir a la notaría para que el notario la revise y la
pueda elevar a
Escritura Pública
Para realizar este trámite debes llevar junto a la minuta los siguientes documentos:
Para aquellos que no cuentan con dinero para poder pagar un abogado y realizar todo este grupo
de trámites, el estado peruano ha creado una oficina de apoyo.
¿Qué son los estatutos de una empresa?
Los estatutos de una empresa pueden servir como reglamento y cada una de las personas que
los firmen, estarán obligados a cumplir los estatutos. Los estatutos básicos de una
empresa suelen ser los encargados de regular cuestiones importantes, tales como el
funcionamiento y la selección de trabajadores o el establecer comités y delimitar las
responsabilidades de cada miembro que firme los estatutos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los estatutos son las normas que marcan el régimen
interno de la empresa a nivel legal. No prestarles la debida atención supone pasar por alto
muchos aspectos que pueden plantear problemas en el futuro, sobre todo si surgen conflictos
entre los socios.
Otro aspecto que suele verse como lejano es el momento en que uno de los socios decide dejar
la sociedad o fallece. Lo usual es que, en caso de venta, se establezca el derecho a adquisición
preferente por parte de los demás socios, pero pueden plantearse alternativas. Lo mismo ocurre
con la transmisión mortis-causa, en la que los herederos pasan a formar parte de la empresa al
adquirir por esta vía las participaciones sociales. Sin embargo, es posible pactar, al igual que
ocurre con la venta, un reparto entre los socios supervivientes de la parte del fallecido.
Si bien es cierto que todos estos aspectos pueden puntualizarse una vez creada la sociedad, lo
más sencillo y económico es recogerlos en el momento de la constitución. De este modo se
evitará tener que acudir de nuevo al notario y que puedan surgir problemas en la empresa que
dificulten el consenso entre los socios.