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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ECONOMÍA

LA ACUMULACIÓN ORIGINARIA, CONTINUIDAD Y ACTUALIDAD


(Módulo 3-5)

Economía Política III

 Amaro Rodríguez Gabriela Jennifer


 Rosiles Gómez Víctor Manuel

Grupo: 309 Fecha: 5/12/2017

Resumen:
A partir del pensamiento de distintos autores entre los que destacan Karl Marx y
Silvia Federeci, estudiamos como es el proceso de acumulación originaria, la
relación que tiene un hombre con el deseo de poseer una mayor riqueza, la
generación y reproducción capitalista que se concentra en la ampliación de la tasa
de ganancia, en función de la expropiación del trabajo asalariado, lo cual da pie a la
creación del capitalismo, esto analizado las relaciones dadas durante la época del
feudalismo, donde los sirvieron o esclavos se volvieron trabajadores libres, pero a
diferencia de la mayoría de los escritos se analiza una perspectiva feminista de los
hechos, así como la importancia rezagada que podría tener este enfoque, para el
génesis capitalista.
Introducción:
La sociedad actual esta basada en el capitalismo, sin embargo, en este trabajo lo
que se analizará son sus antecedentes, “La acumulación originaria del capital”,
como lo llamó Marx, para ello retrocederemos al siglo XVI en la época del
feudalismo, donde partimos del estudio de los terratenientes (propietarios de tierras)
y su relación con los siervos, los cuales en esta época se convirtieron en
trabajadores libres.
Unos de los principales factores, fue entender la transformación ya sea del dinero o
de las mercancías en capital a través de la relación terrateniente-trabajador libre, en
la que encontramos que los trabajadores vendían su fuerza de laboral, dando paso
a el trabajo asalariado lo que ocasionó una nueva forma de explotación en la que
estaba implícita la enajenación de una parte de su trabajo. Obteniendo así el
principio del modelo de producción capitalista con la división y organización del
trabajo, manteniendo la libertad del trabajador (no esclavismo)
Por otra parte, siempre observamos la perspectiva de los trabajadores, dejando de
lado a las mujeres en todo el panorama, sin tomar en cuenta la importancia que
estas tuvieron en todo este proceso. Como sabemos, las mujeres a lo largo de la
historia han sido menospreciadas, en las labores que realizan, pensamiento, y por
supuesto han sido víctimas de prejuicios para justificar sucesos que no se pudieron
explicar en su época (cacería de brujas), sin embargo, esta misma discriminación
fue la causa de una parte de esta “acumulación originaria”, al no retribuirles el
trabajo con ningún tipo de pago.
Por esta razón analizaremos estos aspectos históricos, que son importantes para
la comprensión del modelo capitalista, así como la relación que podemos encontrar
con los temas actuales.
“El mundo no es un armazón rígido, sino que se mueve, vive, se modifica”
El hombre, entendido como especie, es el único animal que posee clara conciencia
de sus actos. Es capaz de modificar su propia vida material, a partir de la explotación
y transformación a conveniencia de su entorno. En términos ontológicos, es capaz
de crearse a sí mismo. Se trata del único ser con la capacidad de trabajar en
conjunto con otros individuos de su misma especie -aun si estas son desconocidas
para él- para alcanzar un fin común.

“La anatomía de una sociedad moderna”; a simple vista parece ridículo el tratar
de dar una explicación al modo de vida en el que nos desarrollamos, -es decir,
vivimos y coexistimos en sociedad, por supuesto que entendemos su
funcionamiento- ¿Será verdad? ¿Comprendemos la estrecha cercanía, pero a su
vez el abismal hueco de los medios de producción, las relaciones de producción y
las fuerzas productivas? ¿O a las relaciones de poder intrínsecas y dominantes que
aquejan y permean nuestra conceptualización del mundo, hablando desde la
perspectiva de consumo hasta la construcción del sujeto?
¿Qué es esa fuerza invisible que nos impide, que nos limita, que nos quita nuestra
libertad, de esa necesidad imperante de autorrealización? José Emilio Pacheco nos
diría “Es que somos muy pobres”.
Quizá los griegos y romanos conservan su grado de razón al decir que el trabajo
es algo ajeno al ser humano, una tortura (Rieznik, 2003). La degradación completa
del ser. En palabras de Marx en su prólogo “Critica la contribución de la economía
política” el secreto para entender a la sociedad se encuentra allí, en la “Economía
Política”, (entendiendo que tiene como fuente principal de estudio, en términos
simples al trabajo y el interés de las clases dominantes). (Marx, 2016).

Si bien, es claro que a lo largo de historia las relaciones de poder se han


modificado y los protagonistas del ejercicio de dominación han cambiado. Es un
hecho que la necesidad de dominar y ser dominado es inherente a la condición de
humano. Pues como se ha demostrado el hombre no puede existir de manera
autónoma, es dependiente de otros individuos para garantizar una mayor
probabilidad de supervivencia. “La esencia humana no es algo abstracto e inherente
a su condición de individuo, es en realidad al conjunto de relaciones sociales” (Marx,
Tesis sobre Feuerbach, 1988, pág. VI).
De una manera más específica, - la condición humana de individuo estará
determinada por su aprendizaje, entiéndase como su conciencia1, y por supuesto

1
Por efectos de practicidad, entendamos a la conciencia, como la suma de los aprendizajes, y este, por ende,
si puede ser fragmentada, para su estudio. Por lo tanto, veamos al aprendizaje en función de todas las
relaciones sociales y la organización social, que le rodea al individuo, las interacciones con el ambiente y la
manera en que este percibe dichos estímulos, el momento histórico, las relaciones celulares que ocurren
dentro de; y que de ellas depende la garantía de adaptación al ambiente, la organización de sistema nervioso
que este aprendizaje también estará influenciado por las relaciones con el medio y
la sociedad. Porque no podemos decir que un individuo que se desarrolla bajo
condiciones diferentes, digamos, en una familia analfabeta, dentro de una cúpula
social con características con un limitado acceso a información; difícilmente va a
tener la misma percepción que un individuo que se crece en condiciones totalmente
contrarias. La conciencia será distinta, la manera en la que entienda el
funcionamiento del mundo material será clara.
Evidentemente esto en ningún momento quiere expresar un nivel de inteligencia
o capacidad intelectual, solamente expone el tipo de percepción que el individuo
poseerá. Ahora, retomando el punto de la dominación, podemos clasificar dos tipos
de características, un dominado y un dominador. Es decir; existe una necesidad
intrínseca a ciertos individuos por ejercer un mayor poder, dominar, “lideres natos”2.
En contra parte, habrá individuos cómodos desde las gradas, simples observadores,
pasivos. Ambas partes indispensables para la existencia la otra, una especie de
relación endosimbiótica de los agentes sociales (Maturana & Varela, 2003).
Con una lucha entre ellos igualmente constante, cuando las condiciones del
medio favorezcan un cierto tipo de dominación, estos se preservarán. Aceptarán los
dominantes un papel de dominados si es que esto resulta benéfico para ellos.
Para el surgimiento de un modo de producción capitalista se plantean tres
condiciones iniciales. La primera tiene que ver con la producción y como esta; en
función de las condiciones históricas humanas (desarrollo tecnológico, organización
y división del trabajo, tecnificación de la ciencia, etc.) cambia el panorama.

Un ejemplo sencillo es observar el movimiento post revolución industrial, la


manera en la que el ser humano podía generar nuevas mercancías, cambió
radicalmente. Inicio la producción en masa. Del mismo modo, se permeo un
panorama de cambio a niveles jurídico-ideológicos que cimentaron las condiciones
para una pronta extracción del plusvalor en la sociedad, yendo primariamente por
la propiedad privada y las ideas de la ilustración (al menos dentro del mundo
occidental). En términos concretos “parece suponer una acumulación originaria
previa a la acumulación capitalista”3 (Marx, 2016, pág. 891).

y por supuesto, la exposición a conocimiento de otras fuentes meramente humanas, dígase el lenguaje, el
modelo educacional en el cual se desarrolla, y la clase social.
2
Referencia al discurso meritocrático preponderante en la sociedad occidental posmoderna, donde la valía
de un individuo se centra en el “yo” y en su capacidad de auto posicionarse en un mundo ultracompetivivo y
consumista.
3
Es posiblemente de esta parte del capítulo XXIV del el Capital T.I. V.III, donde surge la interpretación realizada
posteriormente por Rosa Luxemburgo al referirse a la condición cambiante del entorno social, donde los
procesos de acumulación capitalista continúan efectuándose transhistoricamente, en la medida de que las
relaciones del capital estén vigentes (Luxemburgo, 1967).
La segunda condición establece lo ya mencionado, la libertad del trabajador y su
separación de los factores extraeconómicos. Es decir, las relaciones patronales ya
no estaban operando bajo las perspectivas del esclavismo o servilismo. Ahora el
trabajador decide el sitio donde venderá su fuerza de trabajo “libre” (Marx, 2016),
Se crea la relación de la apropiación del trabajo vivo y su sumisión frente al capital.

Finalmente, la tercera condición es que, por primera vez la mercancía con todo
su abstracto significado es utilizado como el epicentro de las relaciones económicas.
La meca de la generación y reproducción capitalista se concentra en la ampliación
de la tasa de ganancia, en función de la expropiación del trabajo asalariado, es
decir, que el capitalista obtenga mayores beneficios, sin tomar realmente en cuenta
las condiciones laborales o personales del trabajador.

A estas condiciones se les suele clasificar dentro de los análisis marxistas como
“acumulación originaria de capital”4 (Marx, Critica a la Economia Política: El capital,
2016, pág. Cap XXIV). Y una subsecuente creación del materialismo histórico como
visión del desarrollo de la historia a partir de sus modos de producción. Una manera
de interpretar al mundo material en que nos desarrollamos, no obstante, no es
posible otorgarle a Marx un lugar como un ente omnisciente conocedor de todos los
secretos de la sociedad capitalista. En su estudio dejó un hueco analítico clave para
entender no solo el génesis del capitalismo, sino, de la condición y reivindicación de
la mujer en su papel dentro de la economía.
Durante el feudalismo, si bien, el siervo no era poseedor de la tierra, este podía
disponer de los productos provenientes de ella (lo que restaba una vez pagado el
tributo al señor feudal). Aun cuando una parte del producto creado en las parcelas
del feudo debía ser otorgado como tributo al señor, el remanente pertenecía al
trabajador y este podía hacer con él lo que le pareciese mejor. La capacidad del
siervo para cubrir sus medios de subsistencia en este caso dependía enteramente
de la capacidad laboral que tuviese este para generarlos o de las condiciones
iniciales de la tierra. Por ejemplo: de los siete días de la semana, tres días de labores
le pertenecían al señor feudal, y todos los recursos producidos debían serle
otorgados, pero el resto de los días trabajados ya pertenecían al siervo.

Cuando esta relación de siervo-señor se ve fragmentada por la nueva


organización política. El trabajador se le es despojado de todo, ya no es dueño de
nada, más que, de su fuerza laboral (Karl, 2016). Es un hombre libre, un hombre
con la posibilidad de desenvolverse en el trabajo que mejor le plazca.

4
Condiciones históricas dadas especialmente en Inglaterra durante los siglos XVI-XVIII que permearon las
condiciones para el génesis del sistema capitalista. Se incluyen modificación a la legislación, expropiación de
la tierra, liberalización del individuo, creación del trabajo asalariado, etc.
Del mismo modo el concepto de salario traerá mayores repercusiones dentro del
proceso productivo, pues se aceptará de facto que, como asalariado renuncias con
antelación a una parte del valor generado durante tu periodo de trabajo.

La revolución francesa de 1789 es considerada por mucho, como la revolución


burguesa por excelencia. A pesar de que en Inglaterra ya se había presentado un
movimiento armado con motivaciones burguesas casi un siglo atrás5, este no tuvo
el impacto a escala global como el francés.
En términos de organización económica, la revolución francesa plantea una
restructuración completa del modo de producción, aunque para el siglo XVIII un
mercantilismo básico ya funcionaba en las sociedades europeas, la creación de la
propiedad privada y el pago asalariado da paso a un modo de explotación jamás
antes visto.
En un sentido reduccionista -debido a que el análisis es más amplio- Marx y la
acumulación originaria puede ser resumida al surgimiento del trabajo asalariado y
la propiedad privada6. Sin embargo, durante su recorrido histórico la omisión del
papel de la mujer en el proceso de acumulación es fundamental.
La mujer no es un sector vulnerable o frágil de la sociedad, ella es directa y
preponderantemente explotada, con toda alevosía es desprendida de toda posesión
y delegada, en muchas ocasiones, a un simple recurso natural. Reproductor de
fuerza de trabajo. No es por sonar extremista o radical en ninguna circunstancia,
solo se pretende explicar una serie de fenómenos a los que se han sometido a la
mujer y su papel en la creación del sistema capitalista. La explotación es clara y por
supuesto fundamental para entender dicho modo de producción (Federeci, 2010).
Ya se ha hablado a grandes rasgos del punto de transición del feudalismo al
capitalismo en una visión preponderantemente marxista clásica, sin embargo, es
necesario rescatar el papel que tomaba la mujer dentro de la sociedad feudal, no
solo como centro del núcleo familiar, sino, su participación dentro del proceso
productivo.
Foucault en su obra, Historia de la locura, hace un recuento de la necesidad de
las clases dominantes de encontrar chivos expiatorios que funjan como agentes
causales de creación de instituciones o, como justificación discursiva para actos que
reproduzcan su poder en la sociedad. El caso de la mujer no fue en fenómeno ajeno,
la cacería de brujas parte de la misma premisa de reproducción del sistema
patriarcal de dominación; sistema que en buena medida es un precursor del modo
capitalista.

5
Revolución Gloriosa de 1688. Conflicto armado en contra de Jacobo II de Inglaterra.
6
El mismo establece la condición de “separación” como un eje clave para comprender a las relaciones
dialécticas entre el sujeto y el objeto. En una perspectiva social, la lucha entre el trabajo y el capital.
Es muy sencillo entender la importancia y transición del feudalismo al capitalismo
en el ejemplo de la reproducción de la fuerza de trabajo. Durante el período de la
alta edad media, el papel de la mujer caía en una dicotomía de relevancia7. Su
importancia partía desde ser la cúspide de las catástrofes y las calumnias (brujas),
hasta ser el núcleo familiar.

En la mayor parte del feudalismo las mujeres participaban activamente dentro de


los procesos productivos, no solamente se dedicaban al cuidado del hogar -aun si
solo se dedicaban a ello, se les era retribuido-, también se involucraban en la
cosecha o en la administración de los recursos y su trabajo no solía ser
menospreciado y por el contrario encontraban una retribución equitativa de lo
obtenido (Federeci, 2010).

Durante varios siglos dicha dinámica domino los esquemas europeos de


generación de riqueza, no obstante, la caja de truenos finalmente tronó, y aunado
al discurso de exclusión que se venía pregonando desde tiempo atrás 8, la mujer fue
poco a poco relegada a fungir como una mercancía reproductora de fuerza de
trabajo. ¿Qué quiero decir? Previo al auge capitalista -como ya he mencionado- la
conceptualización femenina iba más allá que una simple reproductora de fuerza de
trabajo, es decir, procrear.

La procreación y la no remuneración del trabajo domestico es crucial para la


obtención de acumulación, en palabras de Smith, de un “Stock” originario, que les
permitiese a las clases dominantes apropiarse aún más de valor. La mujer al ser
relegada tacita e ideológicamente a la posición de mera reproductora y encargada
del funcionamiento interno del hogar pierde su relevancia en las decisiones, por
tanto, pierde su poder político. Dando paso a un panorama distinto de organización
social.

La perspectiva que realiza Federeci no rompe realmente con la propuesta de Marx


de la acumulación originaria de capital, es en cambio, una aportación
epistemológica del mismo fenómeno. Fenómeno que aún por autores más
contemporáneos suele ser dejado de lado, incluso por ellos que realizan trabajos
sobre las relaciones de poder.

La acumulación de capital -al menos desde nuestra perspectiva- no se remite a


un facto histórico, la naturaleza del capital por condiciones de reproducción y
perseveración debe recurrir constantemente a la replicación de condiciones que le

7
Tomaré como eje el mismo que retoma Marx y Federeci. La Europa occidental.
8
El discurso de la “cacería de brujas” y la marginalización de la mujer en la sociedad occidental. Problema que
hoy día sigue vigente, donde, en un marco de explotación capitalista, las mujeres adquirieron un mayor grado
de explotación al recibir una remuneración menor por el simple hecho de su condición de mujer.
permitan seguir acumulando (De Angelis, 2012), ya sea por medidas jurídicas, o en
términos de Luxemburgo, de permear el ambiente de reproducción capitalista.

Un claro ejemplo puede ser encontrado en México en los años de 1993-94,


cuando se implementaron completamente las políticas Neoliberales en el país.
Durante ese proceso, se llevaron a cabo medidas jurídicas que le permitiesen al
capital apropiarse de la tierra, que hasta ese momento se encontraba resguardada
por la misma legislación.
Modificaciones a los artículos 27°y 123° permitieron la destrucción de las tierras
ejidatarias y comunales, pertenecientes hasta ese momento a los pueblos
“originarios” de la zona. Aunado, al cambio en las políticas laborales, son el claro
ejemplo de un proceso de acumulación originaria y en el caso de perpetuación de
la nueva normativa laboral -porque así fue- un ejemplo de acumulación continua.
Pues, se fue despojado de los medios de producción y posteriormente de la fuerza
de trabajo vivo.

Una perspectiva más ontológica de la perpetuación del capitalismo puede ser


hallada dentro de los discursos calvinistas de trabajo, el consumismo extremo y esa
idealización del “yo” por encima del colectivo. Dijo Tacher: “la sociedad no existe,
solo son individuos”.
Conclusiones:

Podemos concluir que el deseo de posesión de riqueza a lo largo de la historia ha


hecho posible la explotación y transformación del entorno, como mejor se convenga,
modificando las relaciones y métodos de producción. Para lo cual fue favorable la
liberación de los siervos, que posteriormente se convertirían en trabajadores libres
con la capacidad de vender su fuerza laboral en donde consideren que obtengan el
mayor bienestar posible.

Dado esto empezó el surgimiento de la producción capitalista cambiando la


organización e implementando la división del trabajo, manteniendo la libertad de los
trabajadores, pese a esta libertad se condiciona la apropiación del trabajo de los
obreros, así como su sumisión frente al capitalista.

Otra de las condiciones que posibilitaron este surgimiento es que ya no se veía a la


producción agrícola como fuente principal de la economía, si no, a la mecánica
como el nuevo núcleo de las relaciones económicas.

También es importante entender el papel que jugaron las mujeres durante el periodo
feudal, así como las problemáticas a las que se enfrentaron (luchas contra el poder
feudal), y las razones por las cuales empezaron la cacería de brujas, en este caso
lo atribuimos a cuestiones religiosas que pretendían erradicar la herejía y al
enfrentarse a sucesos más allá de su entendimiento para la época, buscando una
solución en el degrado de las mujeres, por lo tanto tenemos que identificar la
transformación en la relación de género.

Aun en la actualidad es marcada la distinción que se hace en función del género,


reconociendo el papel que las mujeres desempeñaron para lograr el gran cambio
que se dio en los modos de producción, Silvia Federeci busco una nueva
perspectiva y explicación de la historia a como había sido contada, abarcando
nuevas ilustraciones, haciendo así una perspectiva más amplia y completa de lo
acontecido durante la época feudal.

Hoy en día podemos observar que los capitalistas siguen aplicando este método en
el cual buscan su mayor conveniencia, es decir, la mayor cantidad de riqueza
posible que puedan acumular, para lo cual buscaran por cualquier medio sacar el
mayor plusvalor posible de sus trabajadores.
Referencias.
De Angelis, M. (julio-diciembre de 2012). Marx y la acumulación primitiva. El caracter continuo de
los "cercamientos" capitalistas. Theomai(26), 1-20.

Ekelund, R. B. (2005). Historia de la Teoría Económica y su Método. Ciudad de México : McGraw-


Hill Interamericana.

Federeci, S. (2010). Calibán y la bruja: mujeres cuerpo y acumulación originaria (Primera ed.). (V.
Hendel, Trad.) Ciudad de México: Traficantes de sueños.

Karl, M. (2016). El capital V.I T.I. México, CDMX: Siglo XXI.

Luxemburgo, R. (1967). La acumulación de capital. México: Grijalbo.

Marx, K. (1988). Tesis sobre Feuerbach. Buenos Aires: Critica.

Marx, K. (2016). Critica a la Economia Política: El capital (Vol. Tomo 1). Ciudad de México, México:
Fondo de Cultura Económica.

Maturana, R. H., & Varela, G. F. (2003). El árbol del conocimiento: las bases biologicas del
entendimineto humano. Buenos Aires, Argentina: Lumen.

Max, W. (2004). La Ética protestante y el Espíritu del Capitalismo. ALIANZA EDITORIAL.

Rieznik, P. (2003). Las formas de trabajo y la historia. México: Biblios.

Roncalia, A. (2006). La riqueza de las ideas : una historia del pensamiento económico. Universidad
de Zaragoza.

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