PLATÓN

Luis Alberto Fernández Ramírez.*

Platón fue un célebre filósofo griego. Maestro de Aristóteles y discípulo de

Sócrates, cuyos pensamientos a la fecha siguen vigentes y son dignos de estudio
–de allí que se le denomine clásico-. En esta ocasión se analiza un breve pasaje
contenido en su famosa obra <La república> la cual comenta (Amurrio), dentro
de su compilación denominada “Clásicos del Pensamiento Político”.

1. PENSAMIENTO POLÍTICO.
Platón al referirse a la democracia y al hombre democrático les ha descrito
del siguiente modo:
“¿No serán ante todo hombres libres, y no se llenará la ciudad de libertad y de franqueza, y
no habrá licencia para hacer lo que a cada uno se le antoje?... Y dónde hay licencia, es evidente
que allí podrá cada cual organizar su particular género de vida en la ciudad, del modo que
más le agrade… Por tanto, este régimen será, creo yo, aquel en el que de más clases distintas
sean los hombres.

Sin embargo respecto a dicho sistema político advierte sus deficiencias, sobre
todo respecto al hombre democrático (recordando que Platón es partidario de la
aristocracia† y por ende crítico de la democracia.)
¿Y su espíritu indulgente y nada escrupuloso, sino al contrario, lleno de desprecio hacia
aquello tan importante que decíamos nosotros cuando fundamos la ciudad… y la
indiferencia magnífica con que, pisoteando todos estos principios, no atiende en modo
alguno al género de vida de que proceden los que se ocupan de la política…?

2. REALIDAD NACIONAL.
Descritos los puntos anteriores, puede evidenciarse como los mismos son
perfectamente aplicables a la realidad guatemalteca, de hecho nuestra
Constitución así regula la forma de gobierno (Asamblea Nacional Constituyente,
1985), artículos 140, 141, 152, 153 y 154.

* Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario,

Universidad Rafael Landívar. Maestro en Ciencias en Derecho Civil y Procesal
Civil, Universidad San Carlos de Guatemala. Master en Ciencias Forenses,
Universidad de Valencia, España. Doctorando en Derecho, Universidad San
Carlos de Guatemala. Doctorando en Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad de Occidente. Juez de Sentencia de Quetzaltenango. Organismo
Judicial, Guatemala.

† Gobierno de algunos pocos, o de una clase social privilegiada.

 Por una parte, encontramos las bondades y cualidades de dicho sistema, es
decir, aquel en el cual el poder y las funciones de gobierno no están reservadas
para una sola clase social, sino al contrario cualquier persona puede accesar al
mismo, ya que éste radica en el pueblo, siendo todos los habitantes iguales ante
la ley, esto es en dignidad y derechos. Tal y como la obra indica “es pues posible
que sea también el más bello de los sistemas.”

Sin embargo, igual de reales son las críticas realizadas ya que el sistema de
elección utilizado en la democracia (voto popular) es sumamente cuestionable,
frágil y manipulable, pues ante la incapacidad de juicio y razonamiento de la
población por elegir a la persona más apta para ocupar un cargo público
cualquier sujeto (aun los más incapaces y deshonestos) pueden accesar al mismo,
con los consecuentes efectos nocivos para toda la sociedad. Algo que es latente y
palpable en nuestro sistema actual. Como simple ilustración véase la elección
actual y los candidatos entre los que puede elegirse.

En todo caso, entendiendo que nada es perfecto, útil sería tener presente la
frase de Winston Churchill (https://es.wikiquote.org/wiki/Democracia, s.f.), al
referirse a dicho sistema. “La democracia es el menos malo de los sistemas
políticos.”