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Centro de Investigación y Promoción Rural PAKARY
Este artículo debe ser citado así: ARIAS SÁNCHEZ, Raúl E. (2014) Análisis de la obra de José Matos Mar:
“Desborde popular y crisis del estado peruano" (1980). CIPR PAKARY. Perú. Correo electrónico:
raul.ariass@hotmail.com
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ANÁLISIS DE LA OBRA DE JOSÉ MATOS MAR: “DESBORDE POPULAR Y CRISIS DEL ESTADO PERUANO" (1980)
Fuente:
http://www.planetaperu.com/autores/jose-matos-mar.html
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Título: Desborde Popular y Crisis del Estado. El nuevo rostro del Perú en
la década de 1980 / Editorial: CONCYTEC, Lima – Perú, 1988. 7ma Ed.
Por otro lado, nos dice Matos Mar, que la década de 1950 la que dio paso a
la configuración de los elementos centrales que caracterizan a la sociedad
de los años 80 y a la actual. La urbanización adquirió, el carácter
preponderante que tiene hoy en el proceso peruano. Significó el inicio de la
concentración de grandes contingentes de migrantes de Lima, en un nuevo
tipo de asentamiento urbano denominado barriada. En esta época (década
de los 80) La radio se difunde. Se acelera la intercomunicación de pueblos,
caseríos y comunidades, con las ciudades provincianas y las capitales de
departamento.
Como parte final del ensayo de José Matos Mar sobre la crisis del Estado y
el desborde popular menciona la existencia de dos tipos de Perú paralelos y
nos dice que no es un fenómeno reciente de los años 80. Por un lado el
Perú Oficial de las instituciones del Estado, los partidos políticos, la banca y
las empresas, los sindicatos, las universidades y colegios, las Fuerzas
Armadas y la Iglesia; de los tribunales, la burocracia y el papel sellado. Y,
por el otro, el Perú Marginado: plural y multiforme; del campesinado y la
masa urbana, de las asociaciones de vecinos, los cabildos tradicionales, las
rondas y los varayoc; de los talleres clandestinos, los ambulantes y las
economías del trueque, de reciprocidad y de mera subsistencia; de los
cultos a los cerros y la devoción a las santas y beatas no canonizadas; el
Perú que, conserva, adapta y fusiona innumerables tradiciones locales y
regionales; bilingüe, analfabeto y a veces monolingüe quechua, aymara o
amazónico.
Matos Mar nos dice que el Estado, sus instituciones y los miembros de las
élites gobernantes, se ven obligados a aceptar la existencia de ámbitos de
autogobierno en expansión: ambulantes y comercio extralegal; industrias
que no pagan impuestos ni patentes; guardias y rondas vecinales y
campesinas, “ajusticiamiento” por tribunales comunales; cultos populares y
profetas vagabundos; droga y prostitución; amplios mercados de
reducidores de objetos robados; guerrilleros, terrorismo y “zonas liberadas”;
coimas y tramitadores. Este proceso en marcha se corroe y se disuelve la
vieja ilusión criolla de la identidad nacional y pone en tela de juicio las
estructuras institucionales del Estado – Nación. Por vez primera, estos dos
problemas, soterrados desde la conquista en los sótanos de la conciencia
nacional, no pueden dejar de ser planteados. El espectáculo de un Estado
cuya autoridad, ya cuestionada, se reduce y cuyas instituciones se ven
desertadas por las masas; y el de una cultura oficial que desconoce la
lengua y la tradición mayoritaria, mientras que se expresa en lenguajes y
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COMENTARIO:
Bueno, pienso que José Matos Mar, nos da un panorama general del nuevo
rostro que Lima ha adquirido como consecuencia del desborde popular,
caracterizado por las migraciones masivas del campo a la ciudad. Y, cómo este
fenómeno ha dado un nuevo dinamismo económico, social y cultural a la Lima
de antaño. Hoy en día Lima es más chola que criolla. Pero muchos criollos aún
añoran la Lima Señorial y dan a entender que Lima se ha vuelto horrible debido
al desborde popular del cual Matos Mar habla. Cesar Hildebrandt, en la Revista
Dominical del Periódico “La República”, menciona “Lo peor que te puede pasar
es tener en la memoria la imagen de algo que se ha vuelto horrible. Eso me
pasa con Lima ... Podías pasearte por la avenida Arequipa, arbolada y sin
huecos, y llegar a través de ella a la floreciente Miraflores, antesala de
balneario más elegante de Lima, el Barranco de las casas Republicanas y el
acantilado desafiante ... ¿Cuándo se jodió Lima Zavalita? Cuando se hizo
necesaria la palabra micro. Porque micro designaba a un aborto de ómnibus,
una caja con ruedas donde empezaba a apiñarse la resignación. Entre el micro
y la resignación fuimos permitiendo que todo esto ocurriera. El centro de Lima,
donde se almorzaba en el café de París o en casa Vasca, fue de pronto tomado
por un ejército de “putas” y una caravana de todos los Melquíades que en esta
vida fueron ... Lima de hoy no es una ciudad sino una venganza, una meada
justiciera, rencor de “mierda”. Lo triste es recordarla.” Estas palabras dan la
impresión de que Hildebrandt culpa a los migrantes quienes para salir de la
miseria y pobreza que se vive en el mundo rural, tomaron como estrategia el
camino de la migración. Quienes llegando a Lima invadieron los conos para
tener una vivienda; y como ambulantes tomaron las calles de Lima para
expender productos y de esa manera puedan llevar un pan para su mesa;
trajeron consigo todo un badaje cultural que lo reprodujeron en Lima, a través
de sus músicas y danzas, de sus fiestas patronales, de sus ritos, sus
cementerios clandestinos, de su medicina natural, de sus formas de ayudas
comunitarias y solidarias, etc... No seamos pesimistas, reflexionemos y veamos
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ANÁLISIS DE LA OBRA DE JOSÉ MATOS MAR: “DESBORDE POPULAR Y CRISIS DEL ESTADO PERUANO" (1980)
Si bien es cierto, los migrantes ocuparon y otros siguen ocupando las calles
para expender de manera ambulatoria algunos productos y de esa manera
subsistir y salir adelante. Hay que ver que además de ser marginados, estos
migrantes son maltratados por los policías municipales y serenazgos, quienes
muchas veces decomisan las mercaderías de estos ambulantes y no las
devuelven en su totalidad o simplemente no las devuelven. Estos ambulantes
invaden las calles por necesidad y son constantemente asechados por las
autoridades. Pero qué sucede cuando la clase criolla y pudiente de los barrios
residenciales colocan rejas ocupando espacios de Libre Tránsito sólo por darse
el gusto de que los cholos no transiten por ahí. ¿Qué dicen las autoridades
frente a ello? ¿Acaso envían serenazgos o policías para sacar esas rejas?
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