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VIABILIDAD TÉCNICA Y
ECONÓMICA DE LA COBERTURA
DE LA DEMANDA EN EL
HORIZONTE 2020 -2030.
ALTERNATIVAS DE SUMINISTRO.
Pedro Linares
Fdo: Fecha:
Michel Rivier
Fdo: Fecha:
Agradecimientos iii
Agradecimientos
Resumen
La política energética que se adopte en los próximos años tendrá una importancia
capital para el desarrollo económico y social de España. El campo de juego es un
mundo globalizado, en el que la mayoría de las decisiones y acuerdos que se toman,
sea a nivel nacional o internacional, repercuten directa o indirectamente a nivel global.
Las prioridades en materia energética son muy diferentes en unos y otros países,
dependiendo del grado de desarrollo, disponibilidad de recursos, etc. En el caso de
España, la electricidad tiene carácter de “bien esencial”; se da por hecho el acceso
universal al suministro eléctrico, en condiciones de calidad y coste “razonables”.
¿Qué objetivos debe perseguir la política energética española a medio plazo? Hay
diversas opiniones (y múltiples formulaciones) para responder a esta pregunta. Una
posible respuesta “de consenso” podría ser “garantizar el suministro de energía en
condiciones lo más competitivas posibles, minimizando el impacto ambiental”.
Desarrollo sostenible de la actividad eléctrica (garantía/seguridad de suministro), que
necesariamente habrá de ser sostenible económicamente (competitividad) y sostenible
ambientalmente (minimización de impacto ambiental).
Summary
The goal of this Thesis is to evaluate the situation of the Spanish Generation System
in the long term (2020-2030), and the technical and economical consequences of the
Emission Reduction Mechanisms and Renewable Developing Schemes assumed by the
Spanish Administration within its energy policy.
The energy policy adopted during the next years will be extremely important for the
social and economical development of Spain. These decisions will take place in a global
World, in which the great majority of decisions and agreements, made either at a
national or international level, have global repercussion.
¿Which goals should be pursued by the Spanish energy policy in the medium term?
There are many possible answers. One of them could be “to guarantee the security of
supply in the most competitive conditions, minimizing the environmental impact”.
Sustainable development in the electric activity (assuring the supply), that must also be
economically sustainable (competitive) and environmentally sustainable (minimization
of the environmental impact).
Índice
1 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2
3.4 Conclusión......................................................................................................... 30
Índice vii
4.4 Conclusión......................................................................................................... 32
6 DOCUMENTACIÓN Y REFERENCIAS........................................................................................ 2
1 Introducción
Estos ejemplos son algunas de las preguntas que se pueden plantear los agentes del
sistema eléctrico en relación al futuro del sector a medio y largo plazo. Desde la
planificación energética (sea realizada a título individual por las empresas o por la
Administración), se trata de formular preguntas similares a estas, analizar alternativas,
predecir situaciones, identificar soluciones, etc… que permitan dar respuestas, tomar
decisiones disponiendo de la mejor información posible.
En un sistema liberalizado, gran parte de las decisiones (con los aciertos y errores
que conllevan) recaen sobre empresas privadas. No obstante, la propia naturaleza del
sector eléctrico y su carácter estratégico otorgan un papel muy importante a la
1 Introducción 3
Cualquier proceso industrial admitiría una definición casi trivial similar a ésta. Las
centrales son fábricas que se abastecen de diversas materias primas, y el producto
obtenido se transporta y distribuye para alcanzar los puntos de consumo dispersos.
¿Por qué se dispensa al suministro eléctrico un tratamiento regulatorio y mediático tan
particular, cuando los procesos de fabricación, transporte y distribución son tan
comunes en el mundo industrial? ¿Por qué no es tan fácil como dejar que oferta y
demanda se encuentren, y dejar que la competencia haga el resto?
Se podrían señalar multitud de factores que hacen del sector eléctrico una
particularidad dentro del mundo industrial. A continuación se citan algunos de ellos:
1 Introducción 5
Por estos y otros motivos, puede afirmarse que el sector eléctrico no es “un sector
más”. Igualmente, podría afirmarse también que el suministro eléctrico es una
prioridad de primer orden en materia política y económica para cualquier país.
Los retos a los que se enfrenta el sector eléctrico en este comienzo de siglo son
complejos, diversos, y están fuertemente interrelacionados. El acceso a fuentes de
energía es un pilar fundamental del desarrollo y el bienestar. El PIB y los índices de
calidad de vida de un país están fuertemente relacionados con el consumo energético.
No obstante, esta relación no es lineal, ya que a partir de un determinado nivel de renta
per cápita, el aumento de consumo energético no supone una mejora relevante de las
condiciones de vida ni de la productividad de un país (concepto de intensidad
energética).
1 Introducción 6
Dichos retos son muy diferentes para unos países y otros, dependiendo del grado de
desarrollo, disponibilidad de recursos, etc… Además, existen cuestiones transversales
que afectan globalmente (mercados de materias primas, medioambiente…), y otras que
influyen a nivel local.
Seguridad de
suministro
Control Competitividad y
Medioambiental Eficiencia
Estos tres objetivos, que podrían considerarse comunes para el conjunto de países
de la UE, no son independientes, y mucho menos mutuamente excluyentes. Los tres
remiten de alguna manera a conceptos de sostenibilidad –la del propio suministro,
asegurando y diversificando tecnologías y fuentes de energía primarias, la
sostenibilidad medioambiental, a través de diversos mecanismos de control, y la
sostenibilidad económica, garantizando una lógica económica que prime la
competitividad y la eficiencia. Desatender uno de estos tres objetivos, aunque sea con
el fin de favorecer cualquiera de los otros dos, puede terminar afectando directa o
indirectamente de manera grave al equilibrio del conjunto.
1 Introducción 7
No basta con enunciar retos y objetivos; las empresas, que son las que canalizan las
inversiones necesarias en el sector de generación, abordarán sus proyectos si tienen la
expectativa de rentabilizar su inversión incurriendo en un riesgo asumible por la
compañía.
inversión en nueva de capacidad (de base o de pico, según sean las necesidades del
sistema).
Pero, como suele suceder, el mundo real dista notablemente del modelo teórico. Por
lo general, las Administraciones no quieren que la demanda se quede sin cubrir por
falta de capacidad de generación (activando el precio instrumental de “energía no
servida”), por lo que se suele recurrir a algún tipo de pago por capacidad para retribuir
al generador marginal, de cara a que pueda rentabilizar su inversión y contribuir así a
mantener un margen de reserva aceptable [1]. Existen también restricciones de tipo
físico (mínimos técnicos, nucleares que funcionan en base, etc…), o de tipo económico,
asociadas a la rigidez en los contratos de abastecimiento (take-or-pays, etc…), que
influyen en mayor o menor medida sobre la formación de precios de la energía.
España se ha destacado los últimos años por una apuesta notable a favor del
desarrollo de energías renovables. La mayoría de estas tecnologías se encuentran en un
proceso de maduración, mejorando sus prestaciones técnicas y económicas
(abaratándose en definitiva, siguiendo distintas curvas de aprendizaje). Si bien ninguna
(o casi ninguna) de estas tecnologías se encuentra en condiciones de competir “de igual
a igual” con las centrales de régimen ordinario, los sistemas de primas implantados
han favorecido la inversión, hasta completar más de 3500 MW de fotovoltaica y 17000
MW de eólica de la actualidad.
1 Introducción 9
Estas son algunas de las preguntas que se analizarán en profundidad en los puntos
siguientes.
• Plan Nacional de la Minería 2007-2012 [7]: asigna cupos de carbón que han
de ser comprados por las centrales térmicas del sistema en función de la
producción de las cuencas mineras adyacentes.
Todo sistema eléctrico tiene sus singularidades, y por tanto retos y prioridades que
pueden diferir más o menos de los del resto de países. Dichos retos y prioridades se
basan en cierta medida de una valoración subjetiva, y dependen de la importancia que
se le quiera dar a las distintas características del sistema (competitividad, seguridad de
suministro, desarrollo de tecnologías o recursos nacionales, empleo, etc…).
Las explotaciones de gas y petróleo son nulas (o casi nulas). La principal fuente de
generación eléctrica en España en la actualidad son los ciclos combinados (gas natural),
cuyo suministro entra en la península a través de gasoductos (entrando desde Francia
o el Magreb) y buques de GNL. La generación a partir de fuel-oil (actualmente
reducida a cantidades testimoniales relacionadas con restricciones zonales), que tuvo
una importancia notable en la cobertura de puntas entre 1980 y 2000, se abastecía de
petróleo importado.
¿Cuál ha sido la apuesta de los últimos años para cubrir el suministro eléctrico?
2
Metodología del estudio y
características del modelo
2 Metodología del estudio y características del modelo 2
2.2.1 Declaración de variables y función objetivo. Utilidad del modelo. Forma de uso
La ejecución del modelo llama a un fichero de texto (un fichero .prn procedente de
un Excel que recoge todas las características del sistema) con un elevado número de
datos que incluyen información relativa a las centrales activas del sistema (p.e.
potencia, coste unitario de combustible, emisión unitaria, etc…), perfiles de demanda y
producción eólica y solar (8760 valores de cada uno), datos de producible hidráulico,
etc… Para facilitar la elaboración de escenarios, los cambios a introducir en las
hipótesis (que son las que conducen a diferentes resultados) se realizan en un mismo
fichero de Excel, y luego éste se guarda con el formato legible por el GAMS. Siguiendo
el proceso inverso, la salida del modelo (un voluminoso fichero de texto con más de
350 000 filas de datos) se exporta a una hoja Excel nueva para el tratamiento de datos
mediante el uso de tablas dinámicas.
Por poner un ejemplo, imaginemos que una empresa desea realizar un plan de
negocio de una turbina de gas a cielo abierto, y se pregunta cuántas horas de
funcionamiento puede esperar para la máquina en 2020. Si alimenta el modelo con
datos medios (producible medio, eolicidad media, perfil de demanda media, etc…),
probablemente obtenga como resultado cero horas de funcionamiento, ya que una
tecnología peaker no es requerida en el despacho de situaciones medias, sino en
situaciones concretas o excepcionales (frío, año seco, bajada de viento, etc…) que
pueden escaparse de un modelo alimentado con información media. Es posible que
algunos años (o la mayoría) esa central funcionase pocas horas (o ninguna), pero otros
años sí que podrían presentarse oportunidades que un modelo “medio” no
contemplaría.
Sin embargo, para un estudio de cobertura de demanda del conjunto del sistema, el
balance de producción más probable se construye a partir de valores medios (p.e., el
producible mensual medio de los últimos 30 años). La ventaja de recurrir a perfiles
concretos (o la necesidad de recurrir a dichos perfiles, en caso de carecer de suficientes
registros) es que así pueden ponerse de relieve situaciones más particulares,
características del sistema que pueden darse excepcionalmente y que pueden servir
para valorar mejor la robustez del sistema, pero para estudiar un año medio, los
valores más representativos o probables son los valores medios.
• Para cada una de las 8760 horas del año (hi), calcular el hueco térmico
necesario: demanda en hi (dato) – potencia “forzada” en hi (dato de
producción eólica, solar, resto de régimen especial, fluyente, etc…)
• Cubrir dicho hueco con potencia térmica (nuclear, carbón, ciclo) e hidráulica
regulable siguiendo un orden de mérito basado en el coste variable de
producción (que depende del coste del combustible y del CO2, y la eficiencia
de cada central, siendo todos ellos datos de partida)
2 Metodología del estudio y características del modelo 6
Por tanto, una vez fijados los perfiles de demanda y de producción de régimen
especial, el problema de cobertura de la demanda se transforma en cobertura del hueco
térmico (mejor dicho, hueco “hidrotérmico”).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la explotación hidráulica está sujeta a una
serie de restricciones físicas que limitan su flexibilidad (y por tanto su explotación
“óptima” en el horizonte temporal de un año completo). Para que el perfil de
producción hidráulica sea más “realista” (y el programa no se limite a laminar el
producible anual en las horas de mayor hueco térmico, situación que correspondería a
despacho eficiente con información y capacidad de gestión hidráulica infinitas), se
imponen al modelo una serie de condiciones:
• Para cada mes, se fija una cantidad de producción hidráulica en base (que
representa la energía fluyente media de los últimos 30 años). Esta energía
entra en el mix con prioridad de despacho, al igual que el régimen especial,
por tener coste variable nulo.
estará en condiciones de guardar el agua durante todo ese tiempo sin que un
episodio de lluvias intermedio obligue a desembalsar o verter en peores
condiciones.
Es decir, hay que cumplir dos “cupos” de producción hidráulica cada mes: el de la
energía fluyente, que entra en base -insensible al precio- y el de la energía gestionable,
que entra principalmente en las puntas –minimizando el coste del sistema, muy
sensible al precio-.
Para el análisis que se pretende realizar en esta Tesis se ha optado por considerar
tres escenarios posibles de referencia:
• Escenario de “Competitividad”
Asumiendo lo dicho en el párrafo anterior, podría plantearse por qué tres y no más
escenarios. Aquí entran también las limitaciones humanas y técnicas: por poder,
podrían plantearse infinitos escenarios posibles (infinitos puntos del espacio de
soluciones). Además, existe, como en toda actividad relacionada con la ingeniería, una
relación de compromiso entre el grado de detalle y el tiempo de trabajo (podrían
dedicarse infinitas horas para afinar el modelo y las hipótesis de los tres escenarios,
pero esto no sería razonable). Tres es un número razonable, como también podría serlo
dos o cuatro o cinco escenarios.
¿Y por qué estos tres escenarios? Por varios motivos. Por un lado, se trata de tres
prioridades muy presentes en el discurso de los agentes que forman parte del sistema,
y que han dado lugar a una formulación de consenso acerca del equilibrio del sistema.
Por otro lado, se trata de tres escenarios no-alineados (no “linealmente dependientes”),
ya que cuando se presentan tres escenarios alineados (del tipo “menos – medio – más”)
se tiende a pensar que el más probable es el escenario central (por una cuestión
psicológica, entre otras cosas). Lo que se está asumiendo en definitiva al plantear estos
tres escenarios es que el sistema – conjunto de agentes – “realidad” apostará por
satisfacer en mayor medida una de estas prioridades que las demás (terminará
situándose más cerca de un nodo que de los otros dos).
Por último, cabe imaginar que estos tres conceptos – prioridades seguirán vigentes
en mayor o menor medida en 2030, por lo que parecen idóneos para construir los
escenarios – hipótesis alrededor suyo, con el fin de dotar al estudio de una cierta
continuidad (aunque esto es mucho suponer, ya que la línea a seguir en política
energética no es precisamente nítida ni continuista en muchos aspectos).
Una buena definición de las distintas hipótesis que se considerarán en los sucesivos
estudios de la presente Tesis es fundamental de cara a lograr los objetivos planteados
(esto es, analizar la viabilidad y robustez de distintos escenarios de generación en el
2 Metodología del estudio y características del modelo 10
horizonte 2020 – 2030). Cada escenario está basado en una serie de hipótesis
particulares, que se detallan al comienzo de cada estudio.
• Cierre de centrales existentes: decidir qué centrales del parque actual siguen
activas en 2020 y 2030 (vida útil de centrales nucleares, cierre de grupos
térmicos acogidos a las 20000 horas del PNRE-GIC, etc…). Mantenimiento
de parque térmico como reserva de potencia para cumplir con el índice de
cobertura solicitado.
Respecto a este último punto, cabe destacar que las inversiones en nueva capacidad
“convencional” son sustancialmente menores para 2020 que para 2030, por la actual
sobrecapacidad del sistema y la previsible introducción progresiva de nuevas
instalaciones renovables.
La clave del análisis (y por tanto de las conclusiones que se obtengan de esta Tesis)
consistirá en integrar los resultados numéricos – deterministas que se desprenden del
uso del modelo (suponiendo que las hipótesis consideradas son razonables y
congruentes) con una visión intuitiva – cualitativa que tiene que ver con el
comportamiento de los agentes (estrategia de las empresas, prioridades para la
Administración, respuesta de los clientes), y que difícilmente podría incorporarse en el
modelo de GAMS. El éxito de toda planificación (al menos de esta Tesis) dependerá en
gran medida de tratar de elaborar los “mejores” escenarios posibles (los más probables
y coherentes), pero también de lograr una correcta interpretación de los resultados
obtenidos a través del modelo, valorando los intangibles, las internalidades y
externalidades, tratando de entender en definitiva cuál sería la respuesta de los
2 Metodología del estudio y características del modelo 12
Básicamente hay dos formas de repartir producción térmica entre carbón y ciclos:
Así como los ciclos combinados suelen quemar un gas de características químicas
similares (prácticamente todos “beben” de la misma fuente, la red de gasoductos
peninsular), casi todas las calderas de carbón de centrales distintas (a veces incluso de
la misma central), tienen características técnicas muy diferentes, y están preparadas
para quemar calidades de carbón muy distintas (distintos poderes caloríficos,
humedades, % de azufre, inquemados, etc…). La denominación tradicional de “carbón
nacional” corresponde a aquellos grupos que se construyeron en las proximidades de
yacimientos de carbón en Galicia, Asturias, Palencia, Teruel, Ciudad Real, etc…, y
cuyas calderas se diseñaron para quemar esos tipos de carbón (lignito pardo y negro,
hulla, antracita…). Muchas de esas instalaciones toleran quemar una mezcla de
combustible local – importado, o se han adaptado para ello. Por otro lado, la
2 Metodología del estudio y características del modelo 14
Otro aspecto importante de esta Tesis consiste en analizar los excedentes de energía
no gestionable. Con el crecimiento que está experimentando el parque renovable, los
valles nocturnos con mucho viento (especialmente si la fluyente hidráulica es elevada y
el parque nuclear tiene la mayoría de grupos acoplados) están provocando ya
situaciones de exceso de energía (precios bajos o nulos en el mercado spot, producción
térmica al mínimo) que en ocasiones obligan al operador del sistema a ordenar el corte
de algunos de los grupos en funcionamiento (típicamente parques eólicos). Estos
cortes están recibiendo un interés mediático notable (aunque no es en absoluto un
fenómeno nuevo, ya que los vertidos de hidráulica en las avenidas son tan antiguas
como el propio parque hidroeléctrico), puesto que se trata de energía renovable
“desperdiciada” (una vez se agotan las posibilidades de exportar dicha energía o de
almacenarla mediante bombeo). Caracterizar dicha energía “excedentaria” (horas de
corte, volumen de energía vertida, posibilidades para el bombeo, etc…) es de gran
interés para el conjunto de los agentes (empresas, operador del sistema,
Administración), por lo que se ha convertido en un apartado recurrente de los estudios
de planificación a medio y largo plazo realizados en la actualidad.
nuevos grupos de bombeo puro al sistema (cuantos más grupos, menos horas de corte
y volumen de energía vertida).
3 Cobertura de la demanda en 2020 1
3
Cobertura de la demanda en 2020
3 Cobertura de la demanda en 2020 2
En líneas generales, las características del Parque Generador español en 2020 serán:
Por tanto, el mix de potencia del sistema no diferirá en exceso del mix actual (en
general, más potencia y energía renovable, cierre de los grupos térmicos menos
eficientes, disminución del hueco hidrotérmico).
3 Cobertura de la demanda en 2020 4
También hay que tener en cuenta otras variables generales que afectarían al sistema:
• Vehículo eléctrico: durante los últimos meses, el VEH está recibiendo una
atención cada vez mayor por parte de los medios, reflejando el gran interés
que suscita el desarrollo de las tecnologías asociadas al mismo (muy ligadas
a las industrias eléctrica y automovilística) y el respaldo regulatorio que se
está construyendo para dar soporte al despegue de esta alternativa de
transporte. No obstante, el grado de penetración del VEH es una incógnita,
y dependerá de numerosos factores (aunque existe consenso en pensar que
existirá una flota de vehículos relevante).
A continuación se detallan las hipótesis concretas relativas a cada uno de los tres
escenarios:
• Se esperan pagos por capacidad mayores que los actuales, acordes con el
grado de cobertura deseado y el papel de back-up de la térmica.
• Cierre de la CN Garoña [de nuevo, aunque las nucleares no emiten CO2, no son
percibidas como amigables medioambientalmente e interfieren con los objetivos y
producción renovables].
La apuesta fundamental de este escenario son las energías renovables, así como un
recorte importante de emisiones de grupos térmicos, penalizando a las instalaciones
más antiguas e ineficientes.
Éste es el escenario que más robustez exige del sistema (mayores transitorios [de
producción eléctrica y demanda de gas] y necesidades de back-up, mayores excedentes
de energía no gestionable previstos, mayores problemas de congestiones de red), por lo
que se prestará especial atención en su análisis a los posibles condicionantes técnicos
(redes, reserva rodante, etc…).
En este escenario se prioriza el ahorro, es decir, se busca que los costes totales del
sistema (fijos y variables) sean lo más bajos posibles (el sustantivo “competitividad”
hace referencia a que el precio de la electricidad repercute directamente sobre la
mayoría de procesos productivos, por lo que es un factor crítico para poder competir
con otras economías).
• Mantenimiento de la CN Garoña.
• Penetración del 5% del VEH en el parque automovilístico (al igual que con
las renovables, se supone que en 2020 el VEH va a seguir siendo “caro”, es
decir, estará incentivado de alguna manera).
• Se pide un índice de cobertura del 10% (como se verá, podrá alcanzarse sin
necesidad de realizar inversiones en nueva capacidad térmica).
• Se asumen pagos por capacidad bajos, es decir, menores que en los otros dos
escenarios.
De alguna manera, podría pensarse que éste es un escenario “de mínimos”, ya que
mientras los otros dos apuestan por determinadas inversiones ya para 2020 (renovables
+ carbón autóctono + redes en el caso de Seguridad de Suministro, renovables + back-
up en el caso de Medio Ambiente), en éste se apuesta por hacer lo menos posible. En el
estudio de 2030 se verá que éste también es un caso “activo”, es decir, tendrá que
apostar por un mix de inversiones igualmente.
Cabe destacar que algunos elementos pueden parecer favorables para los tres
escenarios (p.e., más interconexiones son buenas para la Seguridad de Suminstro, pero
también para un escenario con mayores excedentes renovables, como el de Medio
Ambiente, y también favorecen la Competitividad en la medida en que racionalizan el
despacho; lo mismo ocurre con otros elementos como la eficiencia, las renovables
[hasta cierto punto], etc…). Aquí la clave es priorizar: cierto que más mallado de red es
bueno para los tres escenarios, pero ¿cuál de ellos lo incentivaría más, para cuál sería
más prioritario? Esta cuestión se amplificará notablemente en el estudio de 2030, ya
que para ese año los tres escenarios requerirán un mayor volumen de inversiones.
3.3.1 Cobertura según los distintos escenarios. Discusión del hueco térmico
Los datos de salida del modelo se almacenan en un fichero de texto que contiene un
gran número de datos (más de 300 000 filas), que caracterizan el estado tanto del
sistema español como del sistema portugués (potencia disponible y energía producida
por cada tecnología, situación de embalses de bombeo, demanda convencional, energía
transitada entre España y Portugal, demanda de VEH, etc…) para cada una de las 8760
horas del año.
Con las hipótesis introducidas, la producción total del sistema asciende a 308 TWh
(incluyendo demanda interna, saldo exportador, bombeo, vertidos y VEH), con un 19%
de producción nuclear, un 26% de producción térmica convencional (carbón y ciclos
combinados), un 10% de producción hidráulica (incluyendo bombeo) y un 45% de
producción en régimen especial, que engloba producción eólica, fotovoltaica,
termosolar y resto de régimen especial (fundamentalmente cogeneración pero también
biomasa, etc…). El hueco térmico asciende a 81 TWh. Gráficamente, la producción total
quedaría de la siguiente manera:
3 Cobertura de la demanda en 2020 11
0%
9% Nuclear
19%
CN
CI
14%
CCGT
5% TG
Eólica
5% 4%
Fotovoltaica
2%
Termosolar
24% Bombeo
0%
Como puede verse, los 81 TWh de hueco térmico (una vez repartida la producción
hidroeléctrica para minimizar la función objetivo), son cubiertos por el carbón
nacional, el importado y los ciclos combinados.
Los grupos de carbón importado y ciclos combinados competirían por los 67 TWh
restantes; si consideramos una flota operativa de carbón importado “eficiente” de 4000
MW (Litoral, Barrios, Puentes de García Rodríguez, Aboño, Lada) funcionando una
media de 3000 h (12 TWh anuales), los 25 000 MW de ciclos quedarían con un factor de
carga medio del 25%, valor del que difícilmente podrían bajar por competitividad y
presiones contractuales. De esta manera, los ciclos producirían 55 TWh.
Hueco Térmico
Bombeos - Vertidos
Como puede verse, para una potencia de bombeo de 5500 MW (la que se estima
habrá en 2020 en un caso base), habría 90 horas de corte en las que se verterían 213
GWh. Aumentar la potencia de bombeo instalando nuevos grupos no parece rentable,
ya que un nuevo grupo de bombeo puro de 500 MW apenas evitaría 17 horas de corte y
40 GWh de vertido, lo que a todas luces no justificaría la inversión (las centrales de
bombeo tienen unos costes fijos elevados que difícilmente podrían recuperar).
Una vez comprobado que el hueco térmico que dejan la nuclear, la hidráulica y la
potencia de régimen especial considerada a 2020 (unos 45000 MW entre eólica,
fotovoltaica y termosolar, más cogeneración y otros) queda cubierto con la potencia
térmica existente (suponiendo un aumento de demanda interanual del 1,2%), cabe
preguntarse cuál es el estado de los distintos objetivos “cualitativos” (independencia
energética, nivel de emisiones, grado de cobertura, etc…) para este escenario
particular.
3 Cobertura de la demanda en 2020 13
Una magnitud de especial relevancia es el índice de cobertura (ver Anexo 2), que
refleja la capacidad teórica disponible para cubrir el pico de demanda en condiciones
desfavorables (p.e. pico de verano en año seco y caluroso). El pico de demanda
estimado en los tres escenarios de 2020 es de 49500 MW (punta en noche fría de
invierno). En este escenario particular se pedía un índice de cobertura de 1.12.
Sumando toda la potencia considerada (nuclear + térmica operativa + renovables +
4900 MW de resto de régimen especial + 17000 MW de hidráulica + 5500 MW de
bombeo [de los cuales 3500 corresponden a bombeo puro y 2000 a bombeo mixto]), y
calculando el grado de cobertura que aporta cada tecnología, no se alcanza el valor
deseado (esto ocurrirá en casi todos los escenarios).
Por tanto, para alcanzar dicho índice de cobertura, habrá que incrementar la
potencia instalada. Para esto hay dos alternativas básicas: mantener grupos térmicos
ineficientes que habrán de funcionar muy pocas o ninguna horas, o instalar nueva
potencia. En este escenario se ha optado por mantener 1000 MW de carbón de reserva
(grupos pequeños y/o menos eficientes) y por instalar 800 MW de capacidad de punta
(turbinas de gas de ciclo abierto o peakers).
1% Nuclear
9%
18%
CN
CI
14%
0% CCGT
6%
TG
Eólica
6%
Fotovoltaica
3% 16% Termosolar
Hidráulica
0%
Bombeo
28%
Como puede verse, los 68 TWh de hueco térmico son cubiertos por el carbón
importado y los ciclos combinados. Como se dijo anteriormente, este escenario se
caracteriza por un apoyo regulatorio notable hacia las tecnologías renovables
3 Cobertura de la demanda en 2020 15
Hueco Térmico
En cuanto a los vertidos que se producirían, se han observado los siguientes valores:
Bombeos - Vertidos
Como puede verse, para una potencia de bombeo de 5500 MW habría 264 horas de
corte en las que se verterían 817 GWh. Aumentando 500 MW se evitarían 36 horas de
vertido, y la energía vertida disminuiría a 695 GWh (-122 GWh). Incorporar nueva
potencia (por encima de los 5500 MW de referencia) no parece justificado en términos
de energía “ahorrada” (no vertida). No obstante, de invertir en más capacidad de
bombeo en 2020, éste sería el escenario más propicio, ya que las oportunidades de
bombeo económico (el modelo no detecta oportunidades de bombeo que en la práctica
existen en los valles, por la presión de funcionamiento de los grupos térmicos que no
quieran parar o que están sujetos a take-or-pays, etc…) serían mayores que en los otros
dos escenarios. Además, el ahorro que supone para el sistema evitar vertidos de
energía y las ventajas que supone para el OS contar con mayor capacidad de bombeo
podría ser reconocido por la Administración mediante incentivos o primas, de cara a la
promoción y desarrollo de nuevos proyectos. La forma de los excedentes previstos en
este escenario puede verse en la siguiente gráfica:
3 Cobertura de la demanda en 2020 17
20
18
16
Vertidos (GW)
14
12
10
8
6
4
2
0
1 101 201 301 401 501 601 701 801 901 1001
Por tanto, para alcanzar dicho índice de cobertura, habrá que incrementar la
potencia instalada. En este escenario se ha optado por mantener 4000 MW de carbón
“nacional” o importado de reserva (grupos que adaptando o no sus calderas puedan
funcionar con 100% de carbón importado de similares características, o incluso otros
combustibles como fuel oil o gas oil en caso de emergencia) y por instalar 800 MW de
capacidad de punta (turbinas de gas de ciclo abierto o peakers).
9% 0% Nuclear
19%
CN
CI
14%
CCGT
0%
TG
7%
3% Eólica
2% Fotovoltaica
Termosolar
Como puede verse, los 89 TWh de hueco térmico son cubiertos por el carbón
importado y los ciclos combinados. Como se dijo anteriormente, este escenario se
caracteriza por un coste mínimo del abastecimiento (asumiendo una continuidad de las
políticas de apoyo a renovables, a pesar de no ser a priori las tecnologías más
económicas). Lo que va a tratar este escenario es de minimizar las inversiones, tanto en
infraestructuras como en nueva capacidad; no hay inversión más “barata” que la que
ya está hecha. Por tanto, la potencia existente se mantendrá disponible en la medida de
lo posible. Por eso, aunque no se incentive la minería nacional, se ha supuesto el
mantenimiento de grupos de carbón nacional (como en el caso anterior, adaptando las
calderas y equipos si procede) como potencia de reserva.
Hueco Térmico
Si bien el caso anterior podría ser el caso más exigente para el OS (cuanta mayor
proporción de renovables, mayores transitorios de despacho hidrotérmico), este caso es
el que presenta mayores factores de carga de los grupos térmicos y una producción
instantánea máxima de ciclos y carbones. La forma del hueco térmico puede apreciarse
en la figura siguiente:
25
20
Curva de carga térmica (GW)
15
10
0
1253
1566
1879
2192
2505
2818
3131
3444
3757
4070
4383
4696
5009
5322
5635
5948
6261
6574
6887
7200
7513
7826
8139
8452
314
627
940
1
En cuanto a los vertidos que se producirían, se han obtenido los siguientes valores:
3 Cobertura de la demanda en 2020 21
Bombeos - Vertidos
Como puede verse, para una potencia de bombeo de 5500 MW habría 39 horas de
corte en las que se verterían 61 GWh. Este escenario sería el menos propicio para el
aumento de potencia de bombeo (menores excedentes y diferenciales de precio valle –
punta previstos).
Por tanto, para alcanzar dicho índice de cobertura, habrá que incrementar la
potencia instalada. Como se dijo anteriormente, la térmica de respaldo para reserva –
con un rol similar al que tienen hoy día los grupos de fuel- más económica son los
grupos ya existentes. En este caso sería necesario mantener 3500 MW de carbón
adicionales, entre “nacionales e importados” (como puede verse, para actuar como
potencia de reserva [siempre que se establezcan los incentivos necesarios para cubrir
los costes que supone conservar dicha potencia], poco importa la denominación
“nacional” o “importado”, ya que sólo se requeriría su funcionamiento en situaciones
excepcionales, para las que se obtendría el combustible necesario “al precio que
fuera”).
Caso3: Competitividad
Mix de Producción
MW TWh % SEP Grado cobertura
Nuclear 7455 58.8 19% 7082.25
CN 3500 0 0% 3150
CI 5000 20 7% 4500
CCGT 25000 69.1 23% 23750
TG 0 0 0% 0
Eólica 33200 71.3 23% 2324
Fotovoltaica 4460 6.6 2% 0
Termosolar 3500 9.1 3% 0
Resto Rég. Esp. 4904 43 14% 3923.2
Hidráulica 17000 27.7 9% 6800
Bombeo 5500 0.7 0% 2975
306.3 100% 54504.45
Grado autoabastecimiento
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
Seg Sum Med Amb Comp
80%
60%
40%
20%
0%
Seg Sum Med Amb Comp
Como se dijo al principio del presente capítulo, las diferencias entre los distintos
escenarios a 2020 no son excesivas, ya que se trata de un año relativamente próximo en
términos de planificación. Sin embargo, el “punto de llegada” a 2020 es el “punto de
partida” para 2030, horizonte para el cual ya hay margen para plantear escenarios
sustancialmente distintos. En este sentido, la senda que sigue el escenario “Seguridad
de suministro” presenta una mayor robustez técnica que la senda seguida por el
escenario de “Competitividad”, lo que es lógico, ya que la garantía de suministro es su
prioridad fundamental. Cabe destacar que el escenario de “Medio Ambiente” logra a
2020 unos niveles de autoabastecimiento y de cobertura térmica similar o incluso mejor
3 Cobertura de la demanda en 2020 25
esperar unos pagos por capacidad moderados, así como para unos ciclos combinados
con un factor de carga por encima del 30%. No haría falta invertir en nueva potencia
térmica (turbinas de gas).
% producción Renovable
60%
50%
40%
30%
20%
Seg Sum Med Amb Comp
• Energía vertida: los excedentes de energía que no puedan ser absorbidos por
el bombeo (ni exportados a terceros países) también suponen una pérdida o
ineficiencia del sistema (además de un lucro cesante que podría ser
reclamado en caso de generalizarse). A pesar de reconocerse como una
limitación o ineficiencia del sistema, los vertidos originados en los distintos
escenarios pueden resultar más eficientes económicamente que el remedio a
los propios vertidos, que pasaría por la construcción de nueva capacidad de
bombeo puro y de embalsado o de nuevas redes. En cualquier caso, los
3 Cobertura de la demanda en 2020 28
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
Seg Sum Med Amb Comp
• Emisiones: Otros datos relevantes son las emisiones de CO2 y NOx del
sistema. Por un lado, el volumen de emisiones de CO2 supone un coste
directo para el sistema (hay que comprar derechos para cubrir esas
emisiones). Por otro, estos valores dan una medida de la inversión en
equipos de abatimiento de emisiones que sería necesaria (equipos de
desulfuración/desnitrificación, partículas, etc…) para cumplir con la
regulación y Directivas correspondientes:
50
40
30
20
10
0
Seg Sum Med Amb Comp
En resumen:
3.4 Conclusión
1) Gracias a las inversiones realizadas los últimos años, la situación del sistema
eléctrico español se presenta relativamente holgada de aquí a 2020, con escasa
inversión prevista en tecnologías de régimen ordinario (al contrario que otros países
del entorno, como UK, Alemania o Italia). Parece razonable pensar que los tres pilares
de una política energética “responsable” (Seguridad de suministro, competitividad y
control medioambiental) seguirán siendo prioridades para el sector en 2020; según se
apueste más por uno de estos elementos que por los otros, las decisiones de los agentes
podrían conducir al sistema hacia escenarios con ciertas diferencias, que son las que se
han tratado de reflejar en los escenarios seleccionados de partida.
(por debajo del 3-4%). Esta presión competitiva esperable en el sector de generación,
que se manifiesta en los bajos factores de carga obtenidos para tecnologías térmicas o
las numerosas horas con excedentes de energías no gestionables, dificultará el retorno
de determinadas inversiones (ciclos combinados, desulfuradoras, etc..), pero no
garantizará una disminución del precio total del suministro eléctrico, ya que lo
esperable es que los costes regulados de la tarifa (que incluyen primas, incentivos,
redes, etc…) suban notablemente, independientemente del coste de la energía (que
dependerá de los mercados internacionales de commodities y de las situaciones
concretas del sistema español [eolicidad, hidraulicidad, flexibilidad de los
aprovisionamientos, etc…]). Por tanto, una tarea muy importante que habrá de abordar
la Administración será no tanto diseñar señales para la incorporación de nueva
inversión, sino establecer una adecuada asignación de los costes del sistema y
reconocer la aportación de la reserva térmica que habrá de respaldar la generación
renovable cubriendo un hueco térmico cada vez más apuntado, trasladando los costes
reales del suministro a los usuarios, evitando que se generen déficits de tarifa como en
los últimos años. Por ejemplo, repercutir a las renovables una parte mayor del coste de
desarrollo de redes que implica su implantación, o establecer mecanismos de pago por
garantía de potencia.
Dicho esto, el diagnóstico que puede hacerse del sistema en la actualidad y de las
perspectivas a 2020, podría ser el siguiente: en apenas 10 años, el sistema español, con
una punta de demanda en torno a 45 GW, ha incorporado más de 20 GW de nueva
potencia térmica (ciclos) y otros 20 GW de nueva potencia renovable, desarrollando las
infraestructuras que llevan aparejadas estas inversiones. Esto en un país con un parque
nuclear, hidroeléctrico y carbonero relevante. El resultado es que una cuasi isla
energética, con precios de gas generalmente por encima de los precios spot
continentales, con un muy elevado grado de dependencia energética motivado por la
falta de recursos fósiles autóctonos (a excepción de un carbón de escasa calidad y caro
de extraer, sujeto tradicionalmente a subvenciones para mantener su explotación) está
presentando casi sistemáticamente los precios de energía eléctrica más bajos del
continente (a excepción de Nordpool). Es cierto que España tiene un recurso
hidroeléctrico relativamente abundante que ayuda a suavizar los precios, pero no deja
de ser llamativo este hecho. Esta situación de exceso tiene ventajas e inconvenientes,
pero lo que es cierto es que cuesta encontrar un proceder similar en el entorno (ningún
país ha introducido un porcentaje tan alto de ciclos a un ritmo similar salvo quizás
Italia [precio marginal marcado por fuel] ni de renovables salvo quizás Dinamarca
[fuertemente conectada al mercado alemán y por tanto al resto de mercados de Europa
Occidental, que ejercen de back-up y de referencia de precios “continentales”]).
Ningún país ha sido tan “radical” como España, y el tiempo dirá si la apuesta española
(que tiene prácticamente los deberes hechos en cuanto a nueva inversión no-renovable
a 2020) ha sido acertada o desacertada. Lo que sí es esperable es que esta tendencia de
precios de energía bajos se mantengan al menos unos años, mientras que las tarifas de
acceso vayan subiendo (fundamentalmente por los costes asociados a las renovables),
como ha ocurrido en la última revisión de tarifas (a pesar de que la energía ha bajado
de precio, las tarifas de acceso y la tarifa en conjunto han aumentado).
más ambiciosa, quizás también la más arriesgada, y desde luego la que presenta más
retos desde el punto de vista regulatorio, para poder equilibrar el sistema y asignar los
costes y las retribuciones de manera responsable y eficiente. El éxito de un modelo de
este tipo depende en gran medida de las muy debatidas externalidades que supone la
industria renovable en España (empleo, balanza comercial con terceros países,
desarrollo rural, seguridad de suministro, competitividad con hidrocarburos en el
futuro, etc…). A priori, a 2020 se trata de un escenario caro, al igual que “Seguridad de
Suministro” que es el más conservador y seguro de los tres, el que más puertas deja
abiertas (nuclear, carbón nacional, etc…). El escenario “Competitividad” se desmarca
de los anteriores en el sentido de que no parece perseguir un mix de un tipo (verde) u
otro (diversificado), sino un mix/sistema lo más económico posible dentro de un
orden. Esta contención de costes es perfectamente factible a 2020 por la situación de
sobrecapacidad actual, y puede resultar tentadora después del “empacho inversor” de
los últimos años, pero no hay que perder de vista que el mundo no se termina en 2020,
sino que 2020 es punto de partida para 2030 (y así sucesivamente), por lo que retrasar
al máximo la inversión puede ser la decisión más económica a corto/medio plazo, pero
podría no serlo a más largo plazo.
4
Cobertura de la demanda en 2030
4 Cobertura de la demanda en 2030 2
La composición del mix español en 2030 es notablemente más incierta que la de 2020
(donde las diferencias se encuentran fundamentalmente en el porcentaje de renovables
alcanzado o el mantenimiento de determinados grupos de carbón o nucleares más
antiguos). Al realizar previsiones a veinte años vista hay que asumir cierta
probabilidad de ocurrencia de hechos excepcionales (p.e., un accidente nuclear tipo
Chernobyl que impacte desarrollos/parques nucleares), avances tecnológicos que
cambien las “reglas del juego” (p.e. abaratamiento de tecnologías renovables hasta
hacerlas plenamente competitivas con tecnologías tradicionales, irrupción de la
economía del hidrógeno), decisiones políticas más radicales (p.e. esquemas de
reducción de emisiones más agresivos y ambiciosos), etc…
En líneas generales, las características que se van a asumir para el Parque Generador
español en 2030 serán:
Por tanto, el mix de potencia del sistema estará compuesto por tecnologías similares
a las actuales (cabe destacar la consideración de turbinas de gas, muy escasas en la
actualidad). Cada escenario optará por un mix de inversiones diferente, acorde con sus
prioridades de planificación.
También hay que tener en cuenta otras variables generales que afectarían al sistema:
• Vehículo eléctrico: cabe esperar que para 2030, el grado de penetración del
VEH sea notable en aquellos escenarios en que se considere prioritario.
Como hipótesis general, se considerará que esta alternativa de transporte
seguirá sin ser una opción plenamente competitiva con las alternativas
tradicionales basadas en hidrocarburos (deberá estar incentivada de alguna
manera).
Anteriormente se ha señalado que el estudio de 2020 tenía especial interés por ser
éste el horizonte de importantes objetivos regulatorios comunitarios en relación a las
emisiones, el desarrollo de renovables, etc…, pero que de entrada podía pensarse que
los escenarios no tenían mucho margen de diferenciación unos de otros, ya que no hay
demasiadas decisiones pendientes de ser tomadas respecto al parque generador (cierre
o no de Garoña, de grupos de carbón antiguos, mayor o menor ritmo de entrada de
renovables, etc…). En definitiva, que 2020 iba a constituir poco menos que un nodo
único. Como ha podido comprobarse a posteriori, las diferencias han sido mayores de
lo que se creía en un principio, especialmente en determinados conceptos como factor
de carga de ciclos o vertidos de excedente renovable.
La decisión de mantener tres mismos escenarios tipo en 2020 y 2030 puede tener su
interés. De alguna manera, si las prioridades a 2030 no estuvieran perfectamente
equilibradas en el centro del triángulo Seguridad de Suministro – Medio Ambiente –
Competitividad, sino que se inclinarán más hacia alguno(s) de los tres vértices, por
ejemplo Medio Ambiente, lo lógico/eficiente desde el punto de vista económico sería
que ya en 2020 se reconociera esa prioridad y se apuntara hacia un escenario de este
tipo (con hipótesis no muy diferentes de las descritas anteriormente).
Como es lógico, es muy difícil que durante veinte años las prioridades sean siempre
las mismas (ni los agentes van a ser los mismos, ni la política energética, etc…). Pero sí
que se puede asumir que el punto de partida hacia el mix de 2030 es el mix de 2020, y
en ese sentido se va a considerar que los escenarios “Seguridad de Suministro”,
“Medio Ambiente” y “Competitividad” en 2030 son una prolongación de los
escenarios homónimos a 2020. Por tanto, dichos escenarios se construyen sobre la
potencia/nueva inversión definida en el punto anterior.
resultar llamativo que este escenario busque mayor ahorro o eficiencia que el
escenario de competitividad; la clave está en la consideración de que este 5% de
eficiencias añadidas es “antieconómico”, y por tanto puede resultar más competitivo
no acometerlas que hacerlo. El caso contrario se ve más claramente: países con
recursos energéticos en abundancia (Venezuela, Emiratos Árabes Unidos, Rusia…)
raramente se convierten en modelos de ahorro y eficiencia].
Al igual que para 2020, en este escenario se presupone una mayor exigencia
medioambiental a todos los niveles (UE, Administración, etc…), que se traduce en un
apoyo muy fuerte a la implantación de renovables y una legislación más restrictiva con
4 Cobertura de la demanda en 2030 8
las instalaciones térmicas, que penaliza principalmente a los grupos de carbón menos
eficientes. Las hipótesis consideradas son las siguientes:
• Nuclear: misma situación que 2020 (todos los grupos actuales operativos
excepto la CN Garoña).
• Se pide un índice de cobertura del 8% (se asume que los avances técnicos en
gestión de redes y una mayor interconexión con el continente hacen viable
un índice de cobertura menor al 10%, por la mejora competitiva que supone
no tener que invertir en más reserva [en caso de emergencia, un cierto grado
de interrumpibilidad sería también más competitiva económicamente que la
construcción de reserva adicional]).
Hasta aquí las diferentes hipótesis a introducir en el modelo para cada escenario.
Como en el punto anterior, la discusión de cobertura de hueco térmico (ciclo vs carbón
vs turbina de gas) se realizará a posteriori, razonando sobre el perfil térmico resultante.
Cabe destacar que las hipótesis de partida se han “amplificado” respecto a 2020 (los
rangos de los distintos parámetros son más amplios, por lo que cabe esperar resultados
más alejados entre unos escenarios y otros).
Tabla 14. Nucleares, interconexión con Portugal, VEH e índice de cobertura en 2030
Tabla 15. Carbón nacional, carbón importado, pagos por capacidad previstos en 2030
4 Cobertura de la demanda en 2030 12
4.3.1 Cobertura según los distintos escenarios. Viabilidad técnica y robustez del sistema
Con las hipótesis introducidas, la producción total del sistema asciende a 351 TWh
(incluyendo demanda interna, saldo exportador, bombeo, vertidos y VEH), con un 22%
de producción nuclear, un 18% de producción térmica convencional (carbón y ciclos
combinados), un 9% de producción hidráulica (incluyendo bombeo) y un 51% de
producción en régimen especial, que engloba producción eólica, fotovoltaica,
termosolar y resto de régimen especial (fundamentalmente cogeneración pero también
biomasa, etc…). El hueco térmico asciende a 62 TWh. Gráficamente, la producción total
quedaría de la siguiente manera:
1%
8% Nuclear
22% CN
14% CI
CCGT
TG
4% Eólica
6%
Fotovoltaica
5%
3% Termosolar
Como puede verse, los 62 TWh de hueco térmico (una vez repartida la producción
hidroeléctrica para minimizar la función objetivo), son cubiertos por el carbón
nacional, el importado y los ciclos combinados.
4 Cobertura de la demanda en 2030 13
Los grupos de carbón importado y ciclos combinados competirían por los 47 TWh
restantes; si consideramos una flota operativa de carbón importado “eficiente” de 4000
MW (Litoral, Barrios, Puentes de García Rodríguez, Aboño, Lada) funcionando una
media de 4000 h (16 TWh anuales), los 25 000 MW de ciclos quedarían con un factor de
carga medio del 14% (jugando claramente un papel de back-up y cobertura de puntas),
con una producción total de 31 TWh. Con factores de carga tan bajos, cabría esperar un
aprovisionamiento de gas más tipo “compras spot” que perpetuar contratos take-or-pay.
Hueco Térmico
En cuanto a los vertidos que se producirían, se han observado los siguientes valores:
4 Cobertura de la demanda en 2030 14
Bombeos - Vertidos
Potencia (GW) 6 8 10 12 14 16 18
Horas de corte 578 375 242 143 63 37 15
Energía sobre potencia 5797 4378 3189 2097 1062 674 303
Energía vertida 2329 1378 769 381 180 82 33
Tabla 17. Excedentes en función de capacidad de bombeo instalada en 2030 – Seguridad de Suministro
Como puede verse, para una potencia de bombeo de 8000 MW, habría 375 horas de
corte en las que se verterían 1378 GWh. El elevado porcentaje de energía no gestionable
contemplada en este escenario genera excedentes elevados en caso de mantener la
potencia de 5,5 – 6 GW existente en 2020, por lo que se considera razonable invertir en
2 GW de bombeo adicionales (además, por sus características, el bombeo tiene efectos
positivos sobre la seguridad de suministro)
Por tanto, para alcanzar dicho índice de cobertura, habrá que incrementar la
potencia instalada. En 2020 ya habíamos supuesto la instalación de 800 MW de
turbinas de gas de ciclo abierto; para 2030, teniendo en cuenta el bajo factor de carga de
los ciclos combinados, la solución convencional más económica parece ser la
instalación de 1200 MW adicionales de turbinas de gas, con lo que se logra la cobertura
del 12% deseada.
Con las hipótesis introducidas, la producción total del sistema asciende a 368 TWh,
con un 15% de producción nuclear, un 20% de producción térmica convencional
(carbón y ciclos combinados), un 9% de producción hidráulica y un 57% de producción
en régimen especial, en la que destacan un 32% de energía eólica y un 8% de
producción termosolar. El hueco térmico asciende a 72 TWh. Gráficamente, la
producción total quedaría de la siguiente manera:
4 Cobertura de la demanda en 2030 16
1% Nuclear
8%
15%
CN
0%
CI
13% 2%
CCGT
TG
Eólica
18%
8%
Fotovoltaica
Termosolar
3%
0% Resto Rég. Esp.
Hidráulica
Bombeo
32%
Como puede verse, los 72 TWh de hueco térmico los cubren fundamentalmente los
ciclos combinados y en menor medida el carbón importado. Cabe esperar que la
presión competitiva de la elevada producción no gestionable, así como la presión
regulatoria a favor de un mayor control medioambiental (precios altos de CO2),
reduzcan la capacidad de carbón importado a únicamente los grupos más eficientes
(Barrios, Litoral, Aboño/Meirama) con un régimen de funcionamiento medio – bajo
(2000 MW a 3000 horas para una producción de 6 TWh). Los ciclos cubrirían el resto
del hueco térmico, 66 TWh.
Hueco Térmico
En cuanto a los vertidos que se producirían, se han observado los siguientes valores:
Bombeos - Vertidos
Potencia (GW) 6 8 10 12 14
Horas de corte 507 373 270 192 124
Energía sobre potencia 5765 4827 3898 3044 2165
Energía vertida 2723 1843 1198 740 429
Tabla 20. Excedentes en función de capacidad de bombeo instalada en 2030 – Medio Ambiente
Como puede verse, si se opta por aumentar la potencia instalada de bombeo hasta
los 10 GW habría 270 horas de corte en las que se verterían 1198 GWh. Al igual que
ocurre con 2020, éste sería el escenario más propicio para la inversión en nueva
capacidad de bombeo (por oportunidades de bombeo económico, volumen de
excedentes, y servicios para el OS). La forma de los excedentes previstos en este
escenario puede verse en la siguiente gráfica:
30
25
Vertidos (GW)
20
15
10
0
1036
1081
1126
46
91
136
181
226
271
316
361
406
451
496
541
586
631
676
721
766
811
856
901
946
991
1
Por tanto, para alcanzar dicho índice de cobertura, habrá que incrementar la
potencia instalada. En este escenario se ha optado por mantener 500 MW de carbón
importado de reserva (Aboño/Meirama) y por instalar 3000 MW de nueva capacidad
de turbinas de gas de ciclo abierto y otros 3000 MW de ciclos (anticipando necesidades
de potencia térmica de base para la siguiente década).
Con las hipótesis introducidas la producción total del sistema asciende a 358 TWh,
con un 22% de producción nuclear, un 26% de producción térmica convencional
(carbón importado y ciclos combinados), un 8% de producción hidráulica y un 44% de
4 Cobertura de la demanda en 2030 19
producción en régimen especial. El hueco térmico asciende a 95 TWh (el mayor de los
tres escenarios). Gráficamente, la producción total quedaría de la siguiente manera:
8% 0% Nuclear
22% CN
14% CI
CCGT
0% TG
4% 3%
Eólica
2%
Fotovoltaica
Termosolar
Como puede verse, los 95 TWh de hueco térmico son cubiertos por el carbón
importado y los ciclos combinados. Cabe esperar que los grupos de carbón importado
más eficientes sigan funcionando “por mercado” en la medida que sean competitivos
frente a los ciclos combinados. Por tanto, se ha supuesto que permanecen operativos
4000 MW de carbón importado eficiente (Litoral, Barrios, Aboño, Meirama, Puentes)
con un régimen de funcionamiento medio (3000 horas), alcanzando una producción
total de 12 TWh. Los ciclos completarían el resto de hueco térmico, con una producción
de 83 TWh, que supone un factor de carga medio del 38%, notablemente más alto que
en los demás escenarios.
Hueco Térmico
30
25
Curva de carga térmica (GW)
20
15
10
0
1054
1405
1756
2107
2458
2809
3160
3511
3862
4213
4564
4915
5266
5617
5968
6319
6670
7021
7372
7723
8074
8425
352
703
1
En cuanto a los vertidos que se producirían en este escenario, se han obtenido los
siguientes valores:
4 Cobertura de la demanda en 2030 21
Bombeos - Vertidos
Potencia (GW) 6 8 10 12 14
Horas de corte 86 48 18 6
Energía sobre potencia 741 482 212 77
Energía vertida 225 98 32 5 0
Caso3: Competitividad
Mix de Producción
MW TWh % SEP Grado cobertura
Nuclear 10088 79.5 22% 9583.6
CN 2000 0 0% 1800
CI 5000 12 3% 4500
CCGT 25000 82.7 23% 23750
TG 4800 0 0% 4704
Eólica 39200 84.2 24% 2744
Fotovoltaica 5460 8.1 2% 0
Termosolar 5500 14.3 4% 0
Resto Rég. Esp. 5525 48.4 14% 4420
Hidráulica 18000 27.7 8% 7200
Bombeo 6000 1.3 0% 3400
358.2 100% 62101.6
Índice de Cobertura 8%
Grado de Autoabastecimiento 65%
Producción Renovable
TWh % SEP
Hidro + Eól + Sol + Resto 151.953 42%
4.3.2 Viabilidad técnica y robustez del sistema. Comparación entre escenarios. Evolución de
los escenarios 2020 – 2030.
Grado autoabastecimiento
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
Seg Sum Med Amb Comp
Una vez obtenidos los valores de los distintos indicadores en 2020 y 2030, puede
resultar interesante observar la evolución de los mismos parar tratar de obtener
distintas conclusiones. En el caso del grado de autoabastecimiento, la evolución 2020 –
2030 quedaría de la siguiente manera:
90%
80%
70%
60%
50%
Seguridad de suministro
Medio Ambiente
40%
Competitividad
30%
2020 2030
80%
60%
40%
20%
0%
Seg Sum Med Amb Comp
90%
Seguridad de suministro
80% Medio Ambiente
Competitividad
70%
60%
50%
40%
30%
2020 2030
Figura 21. Evolución del porcentaje de térmica en punta de hueco térmico 2020 – 2030
• Factor de carga de los ciclos: En 2030, las diferencias entre escenarios son
notablemente mayores que en 2020, como consecuencia de unas
composiciones de mix muy diferentes (sobre todo en lo que se refiere a
aportación de energías no gestionables: nuclear y renovables). Los factores
de carga de ciclos a 2030 serían los siguientes:
La evolución del factor de carga en los tres escenarios entre 2020 y 2030 es la
siguiente:
4 Cobertura de la demanda en 2030 28
40%
35%
30%
25%
20%
15%
% producción Renovable
60%
50%
40%
30%
20%
Seg Sum Med Amb Comp
60%
50%
40%
30%
Seguridad de suministro
20% Medio Ambiente
Competitividad
10%
0%
2020 2030
2.0
Seguridad de suministro
Medio Ambiente
1.6 Competitividad
1.2
0.8
0.4
0.0
2020 2030
50
40
30
20
10
0
Seg Sum Med Amb Comp
50
45
40
35
30
25
20
15
Seguridad de suministro
10
Medio Ambiente
5 Competitividad
0
2020 2030
En resumen:
4.4 Conclusión
Por tanto, hay que asumir un grado de incertidumbre elevado de cara a valorar el
estado del sistema y las prioridades energéticas a 2030. ¿A qué ritmo habrá crecido la
demanda? ¿Cuál será el precio del gas? ¿Seguirán operativos los grupos térmicos
actuales, o habrá que invertir cantidades elevadas para sustituirlos/mejorar sus
prestaciones técnicas y/o medioambientales? ¿Hasta qué punto habrá avanzado el
estado del arte del conocimiento técnico energético? ¿Qué cambios estructurales
habrán motivado estos avances? ¿Cuáles serán las prioridades del sistema?
Más aún: ¿se habrá consolidado el modelo liberalizado como modelo exitoso de
gestión del sistema? Las señales enviadas por el sistema/mercado, ¿habrán sido
correctamente interpretadas por la Administración y las empresas? ¿Se habrá
respondido correctamente a esas señales?
tener más peso que la competitividad o la seguridad de suministro, de cara a ajustar las
señales regulatorias correspondientes, y viceversa.
En todo caso, del estudio realizado a 2030 se pueden señalar algunos factores
relevantes, independientemente de la senda planificadora/regulatoria que se quiera
seguir. Por un lado, destaca el elevado apuntamiento de la energía de respaldo
necesaria; como puede verse en la figura 21 (curva de carga térmica del escenario
“Competitividad 2030”), hay cerca de 5 GW de potencia funcionando menos de 200
horas al año. ¿Resultará rentable construir y mantener esta potencia para un régimen
de funcionamiento tan bajo? ¿Será más rentable para el Sistema renunciar a la
cobertura de la demanda en todas horas y aplicar criterios de interrumpibilidad? El
apuntamiento estaría muy relacionado con un segundo aspecto que parece igualmente
clave, y que en la actualidad está empezando a acaparar una atención cada vez mayor:
el concepto de gestionabilidad. Con unos rangos de energía no gestionable en el
entorno del 60-75% del total (valores ligeramente menores en “Competitividad” que en
los otros dos escenarios), cabe preguntarse si una parte de la solución del problema
4 Cobertura de la demanda en 2030 35
Este elemento merece una atención aparte. Las interconexiones son tan antiguas
como la propia electricidad, ya que en realidad llamamos interconexión a un cable más
o menos convencional que atraviesa una frontera arbitraria (política, administrativa,
etc…), por lo que en realidad, no es mucho más que un cable más o menos “grande”
(en la mayoría de los casos). Algo tan sencillo como eso, y sin embargo, tan difícil de
construir en muchas ocasiones, más por falta de consenso que por incompatibilidades
técnicas. Sin tener en cuenta el impacto directo de estos tramos de red (coste de
construcción y mantenimiento, impacto visual, radiaciones electromagnéticas, etc…), lo
cierto es que no hay otra pieza del puzzle eléctrico que presente unos beneficios tan
palpables en seguridad de suministro (evidente), control medioambiental (minimiza
vertidos no gestionables, ya que permite colocar esta energía en otros territorios) y
competitividad (evidente también: funcionan las centrales más eficientes del sistema
global, que suponen una eficiencia media mayor que el promedio de eficiencias de los
distintos subsistemas). Obviamente, seguirá siendo necesario construir centrales, optar
por uno u otro mix, construir potencia de base y de punta, etc… Pero de lo que no cabe
duda es que antes (o en todo caso, al mismo tiempo) de complicarse la vida con
desarrollos muy sofisticados y caros (SmartGrids, sales fundidas, etc…) urge estudiar
en profundidad el margen de mejora existente en los países de la UE y del entorno en
materia de interconexiones eléctricas y gasísticas.
4 Cobertura de la demanda en 2030 36
La exigencia para la red no va a ser menor en 2030 que en 2020 o la actualidad, casi
seguro que va a ser mayor. Se va a necesitar energía de base, sea nuclear, renovable,
fósil, combinación de las anteriores. También energía de punta, típicamente turbinas de
gas o centrales de bombeo puro (que además permitirán almacenar energía y mejorar
la gestionabilidad de red). También hará falta invertir “de más” en tecnologías
“descontaminantes” para disminuir el impacto ambiental (emisiones ácidas, GEI,
tratamiento de residuos) y en alternativas que mejoren la seguridad de suministro. Y
seguro que habrá más costes aparte de estos.
Los escenarios que se han definido y analizado tenían muchos puntos en común,
diferían básicamente en los ritmos de introducción de potencia renovable/de respaldo,
o en determinadas tecnologías (VEH, nuclear, carbón nacional, etc…). Continuamente
se planteaban relaciones de compromiso en las que había que optar: o más seguridad
de suministro, o más control medioambiental, o más competitividad, pero difícilmente
dos de ellas a la vez y casi imposible las tres simultáneamente. Pues bien, si hubiera
que señalar algún elemento común a los tres apartados, ése sería el “aumento de las
interconexiones”, como se ha señalado anteriormente. Una suerte de piedra angular
para cuya colocación habrá de realizarse un notable esfuerzo de armonización
regulatoria y un gran ejercicio de voluntad política. Llegar a 2030 sin un cuasi-mercado
único que abarque el conjunto del continente europeo podría interpretarse como un
fracaso notable en la política energética de la UE, con consecuencias especialmente
negativas (en forma de ineficiencias) en países periféricos, como es el caso de España.
5 Resumen y Conclusiones 1
5
Resumen y Conclusiones
5 Resumen y Conclusiones 2
5 Resumen y Conclusiones
El punto de partida de esta Tesis ha sido la situación actual del sistema eléctrico
español: demanda, parque generador, grado de liberalización, ciclos inversores
recientes, infraestructuras… estos y otros elementos caracterizan el estado presente del
sistema, y constituyen el punto de partida para tratar de prever la evolución del mismo
en el medio y largo plazo.
Trabajar sobre un entorno liberalizado también implica asumir que las empresas
han de tomar decisiones asumiendo riesgos, y que su comportamiento será –en
general- un comportamiento racional, que responda a las señales enviadas por los
5 Resumen y Conclusiones 3
de VEH, MW de interconexión con Portugal, etc…) toman distintos valores según las
prioridades de los distintos escenarios: autoabastecimiento/garantía de suministro,
renovables/reducción de emisiones y minimización/contención de costes
respectivamente.
sigue teniendo vigencia, ya que no es algo que se solucione “para siempre” en una o
dos décadas. Por tanto, los escenarios se han planteado de acuerdo a los mismos
principios que en 2020, quedando amplificadas las hipótesis y los resultados por el
mayor recorrido temporal: para 2030 queda el doble de tiempo, y además, cabe esperar
que con un crecimiento de demanda moderado (1-2%) y un envejecimiento de una
parte notable del parque térmico, se haga necesario un nuevo esfuerzo inversor
(independientemente de la inversión en renovables) para garantizar la cobertura de la
demanda y el mantenimiento de un índice de cobertura suficiente. Los resultados
analizados han sido los mismos de 2020 (factor de carga de los ciclos, grado de
autoabastecimiento, porcentaje de producción de origen renovable, energía vertida,
emisiones de CO2 y NOx, etc…), lo que además de presentar una “foto” del año 2030
permite observar la evolución seguida por los distintos escenarios.
Conclusiones a 2020:
Conclusiones a 2030:
• Hay dos escenarios que presentan un buen encaje para incorporar nueva
potencia nuclear: “Seguridad de Suministro” (para disminuir dependencia
de combustibles fósiles) y “Competitividad” (por la necesidad de energía de
base). Respecto a este último escenario, cabe destacar que la decisión de
invertir lo mínimo posible a 2020 provoca que haya que acometer un
volumen de inversión notable a 2030 en nuclear y/o térmica.
Reflexiones generales:
La situación actual del parque generador (y en gran medida la de 2020) está muy
influida por dos grandes ciclos inversores: por un lado, el del gas/ciclos, que se hizo
necesario para cubrir el elevado crecimiento de demanda del período 1994 – 2007 (4-5%
anual), sustituyendo progresivamente la producción de fuel-oil (Competitividad),
desplazando al carbón menos eficiente (Medio Ambiente) y asegurando el índice de
cobertura necesario (Seguridad de Suministro). Por otro lado, el de las renovables, que
se plantea, además de como una industria nacional estratégica, como una alternativa
de suministro que reduce la dependencia de combustibles fósiles importados
5 Resumen y Conclusiones 8
Las dos críticas que más frecuentemente se hacen sobre este hecho (especialmente
en el contexto actual de caída de la demanda) son que las renovables “son muy caras y
están subvencionadas en exceso, amenazan la competitividad” y que “se han
construido demasiados ciclos y sobredimensionado las infraestructuras de gas”.
la actualidad, y el carbón siguiera formando parte del mix de forma relevante (por
consideraciones de Competitividad o de Seguridad de Suministro), cabría esperar que
se desarrollase el CCS en las centrales de uso más intensivo. El elevado grado de
penetración de renovables que puede esperarse en 2030 (especialmente si se prioriza el
Medio Ambiente) se traduce en un fuerte apuntamiento del hueco térmico, lo que
refleja a grandes rasgos las necesidades técnicas del sistema: flexibilidad,
gestionabilidad, potencia de respaldo, redes inteligentes, interconexiones. Como
complemento a lo anterior, y habida cuenta del previsible aumento de excedentes de
energía (p.e. en momentos de mucho viento), la opción de construir nuevos bombeos
mejora su encaje (en 2020 no parece justificable económicamente). También la
introducción del VEH puede contribuir a minimizar dichos vertidos (y a actuar como
“bombeos” que almacenan – devuelven energía al sistema de manera “inteligente”, en
la medida en que la red también lo sea).
No es que las renovables sean “malas” y los ciclos “buenos”, pero lo cierto es que
cuando en los años 90 se decidió pasar en España de un sistema más regulado a otro
más liberalizado, simplemente no existía una influencia tan fuerte como la actual de las
renovables, no había experiencia en regular un fenómeno de este tipo, quizá
simplemente no se previó o no se supo ver lo que iba a venir diez años después, con 20
GW de potencia renovable sobre una punta de unos 40 GW. Durante estos 12 años, se
ha atacado al mercado cuando los precios subían (acompañados curiosamente de picos
de precio en los mercados internacionales de commodities), se ha acusado a las empresas
de no actuar racionalmente, de ganar “de más con tecnologías amortizadas”. El
mercado entendido y juzgado exclusivamente como repartidor de ingresos. Toda la
atención concentrada en el “presente” del mercado, pocos o muy pocos alertando de
las señales que genera (¡y sobre todo que generará en unos años!) el mercado de
producción español; se regula y juzga el régimen especial por un lado, el régimen
ordinario por otro, como si fueran cosas más bien distintas. Si los dos convergen luego
en el mercado de producción, y han de estar perfectamente coordinados, ¿no estarán
contaminándose las señales por el hecho de regular tan “independientemente” los dos
regímenes? ¿No deberían revisarse en profundidad las internalidades y externalidades
que suponen unas tecnologías y otras en el mercado, para tratar de equilibrar mejor
responsabilidades y costes, y que las señales que afloren en el mercado reflejen mejor a
las necesidades del mismo?
6
Documentación y Referencias
6 Documentación y Referencias 2
6 Documentación y Referencias
• [1] Orden ITC/2794/2007, por la que se revisan las tarifas eléctricas a partir
del 1 de octubre de 2007 (pago por disponibilidad e incentivo a la inversión).
• [8] Informe anual de REE. Los informes completos del sistema eléctrico (1995
– 2008) pueden verse en
http://www.ree.es/sistema_electrico/informeSEE.asp.
6 Documentación y Referencias 4
Figura 21. Evolución del porcentaje de térmica en punta de hueco térmico 2020 –
2030………………………………………………………………………………...cap 4, pág 25
Figura 23. Evolución del factor de carga de ciclos 2020 – 2030…………...cap 4, pág 28
Tabla 19. Cobertura del hueco térmico en 2030 – Medio Ambiente……..cap 4, pág 16
Las centrales gallegas de Meirama (563 MW) y Puentes de García Rodríguez (1468
MW), diseñadas en un principio para utilizar lignito pardo, han adaptado sus calderas
para quemar carbón importado. Junto a las centrales andaluzas de Barrios (568 MW) y
Litoral (1159 MW), ambas situadas junto a la costa, constituyen el grupo de centrales
más eficientes del sistema.
Las otras dos zonas mineras más relevantes de la Península (Teruel, Ciudad Real)
también cuentan con centrales de carbón diseñadas para quemar el combustible
autóctono con posibilidad de mezcla con calidades importadas (hullas y antracitas).
Destaca la central de Teruel (1102 MW), por su tamaño y por encontrarse en las
proximidades de una de las explotaciones mineras más económicas de la Península, al
tratarse de una mina a cielo abierto.
B
Cálculo del Índice de Cobertura
B Cálculo del Índice de Cobertura
B.1 Definición
En este sentido, las consideraciones que pueden hacerse sobre las tecnologías que
forman parte del mix español son las siguientes:
Índice de Cobertura
Nuclear 0.95
CN 0.9
CI 0.9
CCGT 0.95
TG 0.98
Eólica 0.07
Fotovoltaica 0
Termosolar 0
Resto Rég. Esp. 0.8
Hidráulica 0.4
Bombeo 0.85
Tabla B.1: Coeficientes empleados para el cálculo del Índice de Cobertura – Margen de Reserva