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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

CONCIENCIA PRODUCTIVA: UNA COMPRENSIÓN ONTOLÓGICA EN LA


UNIVERSIDAD VENEZOLANA

Autor: José Luis Peña


Tutora: Natahli Sotomayor

San Juan de los Morros, Junio, de 2019.


HORIZONTE I

LA REALIDAD

UNA VISIÓN INTERSUBJETIVA DESDE LA EXPERIENCIA

La vida del hombre es como obús que estalla inmediatamente y se fracciona en


innumerables trozos de obuses que explotan a su vez, las explosiones vitales se explican
por la función de impulso vital y la resistencia opuesta a la materia. La vida lucha por
romper el cerco de la materia que le impide la evolución. En este sentido reconocer la
diversidad cultural que nos define en todo cuanto es humano “Lo esencial en lo real es
el cambio y la movilidad, la creación, la elaboración y la invención”. Estebanez
(1997:52)

Desde la perspectiva epistémica, la esencia del hombre es el ser, que se define en


la condición humana e implica cambios profundos, transformación, evolución y la
búsqueda interdisciplinaria en la que se aúnan conocimientos procedentes de diferentes
ciencias que trascienda más allá de las fronteras disciplinaria para situarse en la
dialógica, la complementariedad y la configuración del ser ante nuevas realidades.

En concordancia Morín (2002) expresa, “Enseñar la condición humana”, es una


reflexión acerca de lo que es el hombre en su total dimensión: “El ser humano es a la
vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico” (p.11), esa composición del
hombre está dispersa en su hacer y se fundamenta en la educación a través de las
disciplinas, como una verdadera unidad que permita reunir y organizar los
conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, las ciencias humanas, la
literatura y la filosofía.

Desde esta óptica el autor define la educación del futuro como una enseñanza
primera y universal centrada en la condición humana y enfocada a la ecología y en la
era planetaria reconociéndonos en su humanidad común y al mismo tiempo, reconocer
la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano.
Es allí que la educación es y debe ser un sistema abierto donde se autoclausura
cualquier intento de determinismo o ideologización. La esencia educativa prevé la
creación de la autodeterminación del individuo, lo cual crea su propia personalidad por
convicción en reencontrarse. Por eso la complejidad debe dar explicación a las nuevas
realidades sociales signadas de incertidumbre, diferenciación, caos, inestabilidad y
crisis.

En este sentido, Pérez Esclarín, (2005) debemos enseñar a vivir, a defender la vida
y asumirla como tarea, como proyecto. Que este proyecto debe responder al sueño de
vida que tiene cada uno de los estudiantes de sí mismo, anticiparse a lo que se puede
llegar a ser. “Educar es ayudar a cada estudiante a conocerse, valorarse y emprender con
honestidad el camino de la propia realización. El único conocimiento realmente
importante es el conocimiento de sí mismo: conócete, quiérete, se tu mismo, atrévete a
vivir, a amar y a ser libre”( p. 49).

En concordancia, Morín (2002) ve el mundo como un todo indisociable, donde


nuestro espíritu individual posee conocimientos ambiguos, desordenados, que necesitan
de acciones retroalimentadoras y propone un abordaje de manera multidisciplinar y
multirreferenciada para lograr la construcción del pensamiento que se desarrolla con un
análisis profundo de elementos de certeza. Estos elementos se basan en la complejidad
que se caracteriza por tener muchas partes que forman un conjunto intrincado y difícil
de conocer.

Desde esta perspectiva la Universidad, de acuerdo a Tunnerman (2005),


consolida la libertad y la generación de saberes y ese saber existe desde el momento en
que el ser humano reconoce sus necesidades y limitaciones en su entorno social, las
identifica y luego busca crear las soluciones de las mismas, basándose algunas veces en
teorías previas, y otras veces recabando la información con la óptica del fenómeno
estudiado, realizando las mediciones pertinentes o en su defecto los factores que
condicionen futuras teorías. Dicho pensamiento establece los mecanismos que permiten
generar, revisar, regenerar los saberes, como así lo señala Morín (2002):

La Universidad conserva, memoriza, integra, ritualiza una herencia cultural de


saberes, ideas, valores; la regenera al volver a examinar, al actualizarla, al transmitirla;
genera saber, ideas y valores que, entonces, van a entrar dentro de la herencia. De esta
manera, es conservadora, regeneradora, generadora. (p. 85).
De allí, que la ontología de conocimiento en que se fundamenta la universidad
es reflexión, el análisis y la comprensión de la realidad social, donde el gerente
propicia encuentros dialógicos que integra saberes, culturas, aprendizajes practicas
pedagógicas, siendo coproductores el uno al otro en un sentido individuo-sociedad-
especie que concibe al género humano en conjunto y da paso a la conciencia del hacer
gerencial en el ámbito educativo.

El hacer en los espacios universitarios nace del pensamiento, la identidad y la


alineación filosófica del ser, hacer y convivir como bases fundamentales de
construcción y generación de acciones productivas para la sociedad, el interés en el que
se realiza la tesis doctoral, se contextualiza en espacios, donde emerge la educación
universitaria, escenario socio humanista donde los retos y desafíos comienzan desde mi
interior como parte esencial del claustro profesoral de la estructura universitaria en el
área de ciencias económicas, aspecto que se hacen presentes a la hora de concebir la
universidad bajo una óptica compleja transdisciplinaria que se posiciona en la realidad
del nuevo siglo; no obstante, se ha demostrado un enfrentamiento epistemológico de
los paradigmas modernos y postmodernos que enfrenta la realidad actual.

Para ello, Estebanez (1997), considera que:

La filosofía de la educación no es una aplicación externa de ideas hechas a


un sistema práctico que tenga un origen y propósito radicalmente
diferente: es sólo una formulación explícita de los problemas de
formación de hábitos mentales y morales adecuados a las dificultades de
la vida contemporánea. La definición más penetrante en su fase más
general. (p.15).

Desde esta visión la Universidad se centra en fortalecer los conocimientos en


docencia, investigación y extensión en conjunto con estudiantes, profesores, personal
administrativo y obreros que hacen vida en estos espacios y constituyen como talento
humano la esencia de la misma, para dar paso a una visión constructiva, creadora de
bienestar social, guiada desde el pensamiento crítico para crear saberes productivos y
fortalecer el desarrollo en un ambiente caótica en permanente desequilibrio.

En este sentido Morín (2002): Plantea que en la construcción del conocimiento


de la realidad, es preciso tener en cuenta que la misma no es simple ni es compleja, la
realidad es lo que representamos, es decir es nuestro pensamiento. “Si nuestro
pensamiento es simple, la realidad va a ser simple, si nuestro pensamiento es complejo,
entonces la realidad va a ser compleja” (p. 35).

Bajo la óptica Moriniana, educar desde la complejidad implica la intervención


individuo-sociedad-especie, en un aprendizaje dialectico, significativo, reepensable y
resignificante en la formación del docente-estudiante-sociedad en sus dimensiones
cognitivas, emocionales y sociales a fin de proporcionarle y proporcionarse
herramientas y habilidades técnicas, conceptuales y operacionales para enfrentarse a
múltiples situaciones y dar respuestas oportunas y efectiva a realidades en permanente
desequilibrio. Ante tales aportes, bien podríamos preguntarnos ¿Qué ocurre en la
gerencia universitaria, que no promueve los cambios y transformaciones del quehacer
en el ser de cada uno de los que hacen vida en los espacios universitarios?

En secuela, la educación, en el nivel universitario debe promover una


“inteligencia general” apta para referirse, de manera multidimensional a la sociedad, a
lo complejo no solo como complejidad de un determinado tipo de objeto, de cosas, sino
como complejidad de los sujetos, de las mentes, de las conciencias cuya interacción
constituye el medio social propio de nuestra especie al contexto en una concepción
global.

En este encuadre referencial Balza (2008) señala: “Toda organización educativa


es un cuerpo vivo en permanente reorganización, vale acotar, en constante regeneración.
Ellas no pudieran sobrevivir sin ejercer sintonía con el escenario donde
cohabitan.”(p.69). Con relación a esto el citado autor aporta que, no parece posible
comprender las organizaciones educativas, (y en la realidad de abordaje de esta
investigación, las universidades vistas como organizaciones complejas), únicamente a
través del campo de sus estructuras formales y las manifestaciones racionales, puesto
que las organizaciones son entidades humanas que implican una diversidad de culturas,
valores, creencias y significados, donde se anida, tanto su misión como visión en la
sociedad.

Dentro de este rango de acción la formación y la pedagogía constituye uno de


los telos dentro de la gerencia y de la Universidad, pues generan aptitudes en el Ser que
se desarrollan en el hacer. Según, Lledó (2011), señala que “es la aptitud intelectual de
los hombres de una organización valorada por su capacidad natural o adquirida para su
desempeño”(p. 79). Este autor además sostiene que las características de las
instituciones, el nivel de formación de sus empleados, la complejidad de los procesos
que en ella se desarrollan, fundamentan un conjunto de conocimientos, habilidades y
aptitudes inherentes a los individuos que forman la organización para asumir los retos
del mundo actual.

A propósito, y siguiendo a (Guijarro y Chávez, 2006), se puede considerar que


las instituciones de educación universitaria en Venezuela, deben adecuar sus esquemas
gerenciales con la finalidad de alcanzar calidad, eficiencia, eficacia, pertinencia,
equidad y producción de bienes sociales que le permitan establecer relaciones con la
sociedad en coherencia con el contexto histórico, social y económico que vive el país.

En la direccionalidad de las ideas de pensadores de este momento, Maturana


(2003) plantea sobre la concepción de lo humano donde la aceptación es posible. La
democracia, en las organizaciones más que un sistema político es un espacio afectivo de
realización de los seres humanos como seres autónomos, colaboradores, respetuosos,
responsables, imaginativos, abiertos, con la posibilidad de estar continuamente
generando un espacio de convivencia en el mutuo respeto y colaboración. (p.3)

Ante esta realidad, es clave que el trabajo en conjunto entre rectores, decanos,
directores de escuelas, profesores y estudiantes lograsen capacidades y habilidades para
utilizar sus aprendizajes en las nuevas situaciones que surgen a lo largo de la vida. Esto
requiere un cambio en las actitudes docentes y discentes, o sea, una nueva concepción
de la relación profesor-estudiante, directivos-profesores y rectores-directivos en la cual
el aprendizaje significativo fuese preponderante y la capacidad de pensar y resolver
problemas tuviese preeminencia en el desarrollo y trasformación de la sociedad ante la
mera acumulación de información.

Sin embargo, es preciso señalar la realidad imperante en la que están las


Universidades del país, cuyo pensamiento aun es parcelado, compartimentado,
monodisciplinario politizado y descontextualizado con la realidad dirigido por una
lógica científica disciplinar, reduccionista y simplificadora de toda realidad, inadaptable
a las necesidades de una sociedad dinámica, que exige compromiso, respeto, gerencia
para no quebrantar la esencia fundamental filosófica de la Educación Universitaria en la
que convergen intereses espirituales que debería reunir a profesores y estudiantes en la
tarea de reconfigurar y afianzar los valores transcendentales del hombre.
En este punto en particular la universidad Rómulo Gallegos en sus iniciativas
por sumarse a los nuevos modelos educativos, la globalización del conocimiento y la
búsqueda de transformación oprime su esencia en su actuar dirigida bajo una matriz del
pensamiento lineal, estático, normada por reglamentos desactualizado y dirigida desde
enfoques positivistas, fragmentados, que propicia la división, la distorsión y limita el
pensamiento, orientándolo a un actuar frio, cuantificable, valorando sus logros en cifras
de estudiantes, aperturas de carreras, numero de graduandos aislado en sus aéreas y en
facultades cada vez menos interactivas con la realidad social.

Desde esta perspectiva la interacción con los informantes a través de entrevistas


a revelan la realidad que enfrenta dicha universidad con respecto a la gerencia, en
palabras del entrevistado están presente hallazgos vivenciales que expresa que
efectivamente uno de los elementos de la gerencia es la planificación desde la
participación pero que no se practica en las áreas de desempeño de la universidad … se
ha perdido muchísimo en gran porcentaje me atrevo a decir con número incluso que un
porcentaje de 80% o 90% de la participación de los que son los docentes, ese sentido
de pertenencia del docente con el área, y por supuesto esa vinculación que debe existir,
ese estado de hermandad que debe existir entre docente y directivo, aquí estamos
lastimosamente y debo reconocerlo, los docentes asistimos al área simplemente por un
15 y un último, pero cómo ese 15 y último no nos alcanza, debemos rápidamente salir a
cumplir con otras ocupaciones laborales para cubrir nuestras expectativas de vida y
entonces es una cuestión que también tendremos que revisar, ¿Qué está haciendo esta
gerencia para darle mayor participación a esos docentes? Que de alguna forma lograr
no de manera obligada si no de manera satisfactoria tú puedas tener esa
responsabilidad contigo, con tu entorno, con tu institución, bueno porque la UNERG
somos todo y por la UNERG hacemos todo.….

Desde el contenido que contribuye con la descripción y contextualización del


objeto de la investigación, durante su desarrollo, se espera dar respuestas a las
siguientes interrogantes:

¿Cuáles son la dimensiones epistémicas de la conciencia productiva en los espacios


universitarios?
¿Cuáles son los significados de la conciencia productiva desde los actores sociales?

¿Cuál sería la interpretación que pudiese generarse respecto a la conciencia productiva


en espacios universitario?

Propósitos de la Investigación

Contextualizar los postulados epistémicos de la conciencia productiva

Develar los mundos significativos de los actores sociales con respecto a su comprensión
sobre una conciencia productiva

Comprender la realidad sobre la conciencia productiva desde una dimensión onto-


epistémica

Generar un aporte teórico de la conciencia productiva desde la comprensión ontológica


de la universidad venezolana

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