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ERRORES EN EL PROCESO DE TRANSICIÓN A UN

MODELO DE AGRICULTURA ECOLÓGICA


Por Alberto Pérez-Roldán – Director de Agro Holistic s.l.

INTRODUCCIÓN

La agricultura ecológica nace como contrapropuesta al modelo agrícola convencional. Este modelo
convencional se ha desarrollado a principios del siglo pasado y su objetivo era la industrialización de
un modelo que permitiera producir alimentos abundantes y baratos. En este modelo se puso énfasis
en alimentar a la planta y no al suelo, en el monocultivo y, sobre todo, en el uso de fertilizantes
basados en N-P-K (Nitrógeno, Fósforo y Potasio) como único aporte necesario para la nutrición
vegetal, pues el resto estaba de manera abundante en el suelo. Este modelo funcionó bien hasta
mediados de los años 70 en Estados Unidos, en ese momento empezaron a aparecer serios problemas
de desertificación y pérdida de suelo fértil, de plagas y enfermedades, y cada vez era más difícil luchar
con las hierbas. Ante esta situación, las grandes empresas del sector agrícola y los centros de
investigación asociados centraron sus esfuerzos en solucionar estos acuciantes problemas
desarrollando un gran número de productos fitosanitarios como pesticidas, herbicidas, tratamientos
“preventivos”, etc. De esta manera se ha consolidado el modelo actual, pero, desde nuestro punto de
vista, han ido a solucionar los síntomas y no las causas que los genera, que es consecuencia directa
del mismo modelo agrícola y que trae, como consecuencia, un proceso grave de desertificación, la
pérdida de fertilidad de los suelos y una deficiente calidad nutricional, tanto del suelo como de los
cultivos y, por lo tanto, de la alimentación animal y humana.

Resumiendo, el modelo agrícola convencional:

1. Da la espalda al suelo como fuente de nutrición y vida.


2. Excesiva dependencia de insumos.
3. Trata los síntomas y no las causas.
4. Las hierbas como enemigo a combatir.
5. Enfoque sólo a la productividad y no a la calidad nutricional.
6. Deficiencia/desequilibrio nutricional.

La propuesta ecológica intenta cambiar el modelo convencional apostando por cuidar la vida del
suelo aportando materia orgánica, abonos orgánicos y minerales, evitar el uso de herbicidas,
pesticidas y de fertilizantes de origen químico. Por lo tanto, este modelo necesita para su certificación
pasar por unos años de transición donde se garantiza la limpieza del suelo de productos no deseados
como los mencionados anteriormente.

“LOS AÑOS DE MISERIA”

Esta frase es bastante conocida en el mundillo ecológico y se refiere a que, durante la transición de
modelo, dejamos de aportar todo lo que se usaba en el modelo convencional:

1. Fertilizante químico, tanto como abonado de fondo, como por fertirriego.


2. Herbicidas: para poder matar las hierbas que impiden el desarrollo correcto de nuestro cultivo.
3. Plaguicidas: para el correcto control de plagas y enfermedades.
Sólo aportaremos abonos verdes, compost, restos de cosecha, pesticidas naturales, trampas, etc.,
etc. Es evidente que, en esta situación, se nos hace muy difícil lidiar con los problemas mencionados
y esto va en detrimento de la producción y rendimiento de nuestro cultivo y, como estamos en
transición y no tenemos aún certificación ecológica, no podemos obtener el plus de beneficios que
ello implica.

¡¡AL FIN YA EN PRODUCCIÓN ECOLÓGICA!! PERO… ¿VA TODO BIEN?

Vale, ya tengo el certificado de ecológico.

¿Estoy mejor?

Si, entonces no me preocupo.

No, no estoy mejor porque tengo muchos problemas con mi cultivo. Y estos problemas pueden ser:

• No puedo con las hierbas.


• No evito la aparición de plagas y enfermedades.
• Mi suelo no consigue el nivel nutricional que mi cultivo necesita.
• Le aporto mucho compost y abono, pero no me aumenta la materia orgánica en el suelo.
• No tengo los rendimientos deseados.
• Los costes se me han disparado.
• En mis frutales he puesto cobertura en la calle, pero se me seca en verano y tengo el suelo
compactado.

Si tienes algunos de estos problemas no te preocupes, que tienen solución. El problema del modelo
de gestión ecológica es que ha trasladado ciertos paradigmas del modelo convencional que no tienen
por qué funcionar en este. Algunos de los más evidentes son:

• Seguir tratando las plagas y enfermedades como problemas en sí y no como síntomas de una
deficiencia nutricional.
• Las hierbas como problema a combatir en vez de gestionarlas a nuestro servicio.
• La misma gestión del agua de riego que en el modelo convencional. ¿Dónde riego? ¿Cuánto
riego?

UNA VISIÓN MAS AMPLIA DEL SISTEMA SUELO-AIRE-AGUA-PLANTA

En Agro Holistic somos conscientes de estos problemas y, desde un modelo agroecológico,


abordamos soluciones partiendo de una premisa fundamental:

“Permitir que la naturaleza desarrolle todo su potencial”

Y esto se traduce en algunas premisas claves que voy a resumir en el siguiente decálogo:

1. Un suelo vivo se transforma en el sistema digestivo de la planta donde se metabolizan los


minerales necesarios para su óptimo desarrollo.

2. Los insectos, plagas y enfermedades son solo síntomas de una deficiencia nutricional.

3. La fotosíntesis es la herramienta fundamental para el desarrollo correcto de la planta.

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4. El éxito de un cultivo de alta calidad depende de la capacidad fotosintética del mismo y esta
depende de la correcta interacción del sistema:

Suelo-aire-agua-planta.

5. Plantas saludables resisten plagas y enfermedades.

6. La nutrición mineral favorece la inmunidad de las plantas.

7. Los metabolitos microbianos son la fuente más eficiente de nutrición mineral.

8. La calidad impulsa el rendimiento (focalizándonos en la calidad se obtienen mejores


rendimientos).

9. Suelos saludables crean plantas saludables. Plantas saludables crean suelos saludables.

10. Las hierbas no son enemigos para combatir, sino herramientas para la mejora del suelo.

¿DÓNDE PONEMOS EL OJO?

Con estas 10 premisas nos aseguramos de permitir que la naturaleza pueda desarrollar todo su
potencial, y para que esto sea posible tenemos que focalizar nuestro trabajo en:

1. Regenerar la salud del suelo. Correcta estructura, materia orgánica y balance de minerales
para albergar la mejor actividad microbiológica.

2. Incrementar una fotosíntesis eficiente para desarrollar cultivos saludables.

3. Si ambos se trabajan correctamente se transforman en elementos sinergistas. La vitalidad


vegetal está directamente asociada al rendimiento del cultivo.

4. Establecer una correcta gestión de riego.

5. Determinar las mejores coberturas vegetales para que trabajen sobre las necesidades de cada
suelo.

¿CÓMO LO HACEMOS?

En muchos de los modelos agrícolas actuales, sean convencionales o ecológicos, se trabaja de una
manera generalista, tratando de estandarizar los fertilizantes como NPK en el sistema convencional
o compost y estiércol en ecológico para todos los cultivos. Lo que no tenemos en cuenta que esta
generalización también nos generaliza los problemas, tanto de fertilidad y, por ende, de
enfermedades. Recordemos que estamos llevando a cabo una agricultura extractiva y, todos los años,
nos estamos llevando más de 20 diferentes nutrientes del suelo, y cuando me preguntan ¿cuál es el
nutriente más importante para un determinado cultivo? Respondo siempre lo mismo: “El que le falta
al suelo”. Ese nutriente será el factor limitante en el desarrollo correcto de mi cultivo (famosa Ley de
Mínimos).

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Por este motivo digo que “no puedo trabajar sobre aquello que no conozco”; por lo tanto, lo mismo
que cuando vamos al médico por alguna dolencia, es imperioso y de primera necesidad realizar un
diagnóstico, en este caso, empezando por el suelo y verificándolo en la planta.

DIAGNÓSTICO DEL SUELO

Los análisis habituales que se hacen en España están dirigidos a permitir calcular la cantidad de NPK
(Nitrógeno, Fósforo y Potasio) que hay que aportar, descontando lo que ya existe en el suelo. Conocer
el pH de este para ver posibles bloqueos y su estructura para conocer la capacidad de campo,
retención hídrica, riesgo de salinidad y poco más.

En ecológico es menos habitual hacer análisis de suelos y, aún, no sé por qué no se suele hacer; quizás
sea por lo poco práctica que este tipo de información para este modelo de agricultura.

Para nosotros, una correcta estructura, una adecuada cantidad de minerales bien balanceados, un
porcentaje adecuado de materia orgánica y buena actividad microbiológica es la clave de un suelo
saludable. Es por esto por lo que, cuando hablamos de realizar un análisis, hablamos de “estudio del
suelo”, porque necesitamos conocer en profundidad las deficiencias que impiden que nuestro suelo
sea la fuente de vida que las plantas necesitan. Por ello analizamos 24 parámetros diferentes desde
los habituales hasta los minerales trazas como Selenio, Cobalto, Silicio y Molibdeno (ver en nuestra
web la información completa).

Tenemos cientos de casos en los que una simple corrección de un mineral traza puede solucionarnos
graves problemas. Tengo un caso reciente de un invernadero de tomates. Realizamos el estudio del
suelo y se aplicó una enmienda simple de Yeso agrícola y Leonarditas, sólo para corregir estructura y
aumentar la Capacidad de Intercambio Catiónico. En lo resultados observamos que uno de los
nutrientes limitantes era el Molibdeno que tiene que estar en unas 0,2 ppm (partes por millón) y en el
suelo había menos de 0,02 ppm. Se plantaron los tomates y, al cabo de unas semanas, apareció
mucho pulgón. El cliente estaba acostumbrado a “sulfatar” (aplicar pesticida), pero le dije que antes
de eso le hiciera una aplicación foliar de molibdeno. Así lo hizo y al cabo de 24 horas el pulgón había
desaparecido. Cuando hablamos estaba extrañado pues él esta acostumbrado a que, cuando aplica
pesticida, el pulgón aparece muerto en la hoja o en el suelo; pero en este caso había “desaparecido”;
fue entonces cuando le dije que el pulgón, simplemente, se había ido. ¿Porqué? Porque le hemos
retirado el alimento. Una plaga, desde una bacteria hasta un gusano u otros insectos, se acercan a la
planta porque éstas les provee de alimento, sobre todo si este está en abundancia; y el tipo de plaga
que se acerca dependerá del tipo de alimento que la planta le esté proveyendo, dependiendo de la
complejidad del sistema digestivo de la plaga podrá digerir un determinado tipo de alimento u otro.
En el caso del pulgón, si la planta tiene exceso de carbohidratos sin convertir en aminoácidos, estos
son un exquisito manjar para él. Al agregar Molibdeno, deficiente en el suelo, lo que hemos hecho fue
permitir que se forme un factor enzimático que lo necesita y que es necesario para la conversión de
estos carbohidratos (junto al Nitrógeno) en aminoácidos; por lo tanto, el pulgón se ha quedado sin
alimento y se ha marchado. Cabe destacar que siempre la planta presenta alimentos para otras
formas de vida, el problema radica cuando cierto tipo de alimento está en exceso y esto es lo que
provoca que lo que sería un acto normal y equilibrado de la naturaleza, se transforme en lo que
denominamos plaga.

Por eso, en el punto 5 de nuestro decálogo, decimos que plantas sanas resisten plagas y
enfermedades.

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FOTOSÍNTESIS EXITOSA

Todos los seres vivos necesitamos alimentarnos, pero no todos lo hacemos de la misma manera. Si
nosotros necesitamos proteínas, lo más lógico es que vayamos al super y nos compremos un chuletón
o, si somos vegetarianos, algún vegetal que las contenga. Pero en el caso de las plantas la cosa cambia,
pues aun no he visto a ninguna por el super. Las plantas son seres autótrofos, es decir que tienen que
fabricarse su propio alimento y, casi todas, lo realizan a través de la fotosíntesis. Sin entrar en
profundidad en este tema, podemos decir que la planta fabrica azúcares simples (como glucosa,
sacarosa, etc.) a través del proceso de fotosíntesis. Para ello necesita de cuatro elementos básicos:

1. Minerales (Nitrógeno, Magnesio, Hierro y Manganeso y además Fósforo para la síntesis de


ATP)
2. Agua
3. Luz
4. CO2

Este proceso se realiza constantemente durante cada ciclo de 24 horas y, si nada falta, la fábrica de
alimento trabajará sin descanso. Lo que sucede es que, según estimación de varios estudios, en la
agricultura actual, el rendimiento de actividad fotosintética no pasa del 20% de su capacidad. Esto
trae aparejado graves deficiencias nutricionales. Ya podemos agregar mucho nitrógeno hasta ver
nuestras plantas de color verde intenso casi negro, pero esto no implica salud vegetal, pues si nos
falta Manganeso (y algunos dirán “¿qué es eso?”), que es necesario para hidrolizar el agua necesaria
para este proceso, no habrá correcta fotosíntesis. Por lo tanto, es necesario que la planta cuente con
todos los elementos necesarios para una correcta fotosíntesis y, si esto ocurre, tendremos la base
alimentaria de azúcares simples necesaria para el correcto desarrollo de la planta.

¿QUÉ HACE LA PLANTA CON LOS AZÚCARES?

En el proceso de construcción vegetal, la planta necesita que esos azúcares simples se sigan
transformando para poder construir todos los elementos que se requieren para su desarrollo. Es decir,
esos azúcares simples se transformarán en carbohidratos mas complejos. Estos carbohidratos se
unirán al Nitrógeno para formar primero aminoácidos y luego uniendo estos aminoácidos se
formarán las proteínas y otros elementos necesarios para el normal crecimiento de la planta. Todo
este proceso es catalizado por lo que se denominan enzimas, y éstas necesitan un Co-factor que
depende de micronutrientes y trazas para su correcto funcionamiento. Cada encima diferente puede

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realizar sólo una única función, y esta función la puede realizar muchas veces, es como una llave que
sólo abre una cerradura.

Entonces, ¿cómo controlamos que esto se realice correctamente?

ANÁLISIS DE SAVIA

Para poder controlar que la planta tenga todo lo que necesite para su desarrollo realizamos un análisis
de savia. ¿Pero qué es esto? A diferencia del típico análisis foliar que determina la totalidad de
elementos que hay en la hoja desde que nació, el análisis de savia es como el análisis de sangre que
te pide el médico comprobar nuestro estado de salud, la savia nos dice qué esta pasando, en ese
momento, con los procesos vitales de la planta. ¿Cómo está los azúcares?, ¿Se convierten en
aminoácidos y proteínas? Y los nutrientes necesarios, ¿están? En qué cantidad y proporción. Esto nos
permite actuar con rapidez para compensar cualquier deficiencia (o exceso) que encontremos. Está
comprobado que en el análisis de savia se pueden encontrar deficiencias cuatro semanas antes de
que lo muestre un análisis foliar o aparezca en hoja. Este análisis no da datos sobre 21 nutrientes (ver
en la web), lo que nos permite conocer de forma detallada lo que está ocurriendo en nuestro cultivo
en ese momento y, de esta manera, realizar las acciones correctivas necesarias.

RESUMIENDO

La naturaleza tiene su propio y sabio modo de operar, si queremos trabajar con ella y, que ella nos
brinde el esplendor de todo su poder, debemos actuar en su beneficio. Está demostrado que el
modelo actual sólo produce degradación de suelos, pérdida de fertilidad, emisiones de CO2, pérdida
de calidad nutricional y de rentabilidad del agricultor, y qué, en el modelo ecológico hay que cambiar
ciertos paradigmas heredados del modelo actual. Hoy contamos con la ciencia (con consciencia) que
nos da herramientas para entender cómo opera la naturaleza y poder, de esta manera, colaborar con
ella para corregir los desastres que se estamos generando en los suelos, en el aire, en el agua y en la
calidad de alimentos que producimos. Es hora de dejar los fanatismos y las falsas creencias de lado y
acercarnos a nuestros campos con pasión, inquietud por aprender y gratitud antes el suelo que
pisamos y que nos dará, si hacemos las cosas bien, alimentos sanos, una vida saludable y una
economía estable.

Alberto Pérez-Roldán
Director Agro Holistic s.l.

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