El Eduardo Suárez Orcasita, el colegio pionero en jornada única

Cimentar en los estudiantes aspectos relevantes como los intelectuales, espirituales, religiosos,
morales, sociales, económicos, políticos, culturales y potenciar las habilidades en el aprendizaje, sigue
siendo parte de los derroteros trazados por las directivas de la Institución Educativa Eduardo Suárez
Orcasita de Valledupar.
“Es el único colegio oficial del Cesar que le ha implementado y se dio gracias a una de las propuestas
que presentamos ante el Ministerio de Educación Nacional ya que fui el ponente del proyecto de
implementación del modelo con el que buscamos que los estudiantes de las escuelas oficiales
permanezcan más tiempo dentro de la institución y con ello den rienda suelta a un mejor aprendizaje,
con mayor tiempo para profundizar sus conocimientos para su desarrollo integral”, afirmó complacido
el profesor y quien lleva más de tres décadas en el sector educativo.
La Institución Eduardo Suárez Orcasita inició sus labores en 1980 con 80 estudiantes, siendo su
fundadora Soledad Pérez Monsalvo.
Inicialmente impartía educación en los niveles de preescolar y primaria y tras el esfuerzo del equipo
pedagógico dio apertura hasta el grado sexto en 1996, brindando a la comunidad la primera promoción
de bachilleres en el año 2000. “Fueron muchos los profesores que aunaron su experiencia para que
estos jóvenes de escasos recursos crecieran en valores, se enriquecieran con sus vivencias e
incrementaran su aprendizaje, pilares sobre los que todavía seguimos trabajando”, aseguró el docente.
Gracias a las competencias educativas implementadas por esta institución, logró considerarse en 1991
cuando resultó ganadora de una de las convocatorias del Proyecto Educativo Institucional (PEI) y
también fue galardonada con la medalla simón Bolívar por la atención e integración educativa de niños,
niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales, siendo merecedor de medallas de oro, plata
y bronce n las olimpiadas Fides a nivel regional y nacional.
“Es un programa muy satisfactorio con el que atendimos a más de 500 niños especiales, con todo tipo
de dificultades. Lamentablemente, el Ministerio quitó al maestro de apoyo que era fundamental y ahora
con la nueva reforma del Ministerio de Educación Nacional se habla de inclusión, es decir, estos niños
deben recibir la educación conjuntamente con el resto de los estudiantes”, acotó Maestre Barras.
Actualmente el colegio cuenta con 1.476 estudiantes, todos de escasos recursos y los ciclos formativos
están encaminados al mejoramiento pedagógico para lograr ser una de las mejores instituciones oficial
de Valledupar.
“En estos momentos cumplimos todos los estándares educativos exigidos por el Ministerio. Nos
esforzamos para educar a los estudiantes en torno a la paz, porque si queremos una buena educación
se necesita alcanzar ese objetivo, la violencia genera atraso, pobreza, temor y desconsuelo. Por eso
somos rigurosos en lograr una educación equitativa, una educación donde los estudiantes se
sintonizan con nuestra disciplina y esfuerzo”, destacó el rector, orgulloso de los valores que se trabajan
en la institución.
 En búsqueda de una educación global
A través de diferentes programas educativos, la institución se proyecta hacia el robustecimiento de la
paz mediante herramientas formativas de afiancen una cultura de convivencia pacífica, con los que
propenden alcanzar el bienestar de todos los que forman parte de esta comunidad escolar.
“Nos esforzamos mucho para que haya respeto mutuo frente a las diferencias culturales, políticas, y
religiosas. Los capacitamos para que puedan trabajar como conciliadores y también creamos
conciencia hacia una sana convivencia, hacia la responsabilidad y transformación social”, sostiene el
profesor Gabriel Vásquez.
Otro de los propósitos es el seguir afianzando la jornada única a través de mejoramiento continuo,
acompañado de estrategias y compromisos para superar las dificultades que suelen presentarse en
estos procesos.
“En este sentido, hemos recibido mucha ayuda tanto del alcalde saliente Fredy Socarrás como el
actual mandatario Augusto Ramírez Uhía, quien nos ha mejorado los ambientes escolares, y nos
construyó recientemente cuatro aulas escolares. Esperamos la construcción de la batería sanitaria
durante el transcurso del año”, recalcó el rector, Luis Carlos Maestre Barras.
En los próximos años también se tiene previsto el incremento de aulas escolares, proyectar a los
estudiantes hacia los temas de conectividad y mayor uso de las tecnologías, así como realizar
inversiones que sirvan para mejorar las zonas de recreación y deporte.
“Nos faltan más aulas escolares y la cancha insuficiente para albergar el número de estudiantes.
Quisiera que los gobernantes nos apoyaran con la construcción de nuevos espacios físicos, hay
muchos padres de familia que viene a buscar cupo para sus hijos pero no tenemos espacios para
todos ellos”, aseguró.
A través de un plan de trabajo, mancomunando con el equipo de docentes, la institución pretende
fortalecer los procesos formativos de los estudiantes donde puedan ser líderes que desarrollen
actividades con las comunidades de su sector. Con el anterior se pretende despertar la sensibilidad y
el compromiso de ellos frente a la problemática social. “En este sentido, queremos transmitir valores,
compromiso social, que sean capaces de generar desarrollo individual y colectivo”, precisó el rector.
 Docentes, el eje que ayuda a la consolidación de los objetivos
En la consolidación de estos pilares también ha sido clave el trabajo multidisciplinario de los
docentes, quienes fomentan a los alumnos el espíritu crítico con el que se suman lo mejor de cada
uno y desarrollan las competencias educativas con responsabilidad.
“Desde que iniciamos la jornada única hemos logrado muy buenos resultados en las pruebas
externas que aplica en ministerio de Educación Nacional. Cuando asumí la rectoría en el 2012, el
colegio tenía un promedio de 244 y hoy en día está por encima de 257. Lo bueno de este colegio es
que sin tener esas prebendas que tienen otros estudiantes o de otras escuelas con mayores
recursos, ellos absorben los conocimientos que podrían estar a la par de las escuelas privadas”,
subrayó el rector Maestre Barras.
A la par de la calidad escolar, también se ha ido aumentando el número de estudiantes lo que ha
permitido diversificar las oportunidades y contrarrestar la deserción escolar y de la movilidad social.
“La jornada única nos ha dado resultados positivos. Debido al bajo nivel económico de muchos
padres de familia de este sector hay una rotación de estudiantes lo que genera deserción escolar y
una movilidad social muy grande. De igual manera, con este modelo educativo también se ha
reducido la tasa de embarazos en niñas adolescentes. Cuando llegue a la dirección del colegio
habían 12 niñas embarazadas, actualmente esta situación ha reducido”, aseguró el directivo.
El colegio cuenta, además, con una amplia infraestructura física y durante los últimos años ha puesto
en funcionamiento nuevas dotaciones de aulas, laboratorios y el comedor escolar.
“Antes, los niños comían en el suelo, sentados en los bordillos, con los platos entre las piernas.
Ahora todo ha cambiado con el apoyo de los padres de familia nos colaboraron con una cuota y el
colegio asumió otra cantidad. Gracias a ellos hoy los niños pueden comer con unas condiciones
óptimas de higiene”, reconoce Maestre.
El colegio no descuida otras dimensiones, por ello, más allá del conocimiento, los estudiantes se han
destacado en el ambiro deportivo, en el que han desarrollado su motricidad y potenciado sus
habilidades en varias disciplinas como futbol sala y microfútbol, que les ha servido de plataforma
para competir en otras competencias deportivas.
“Soy egresado y crecí en este sector: ahora tengo la oportunidad de trabajar en esta institución,
muchos de mis compañeros fueron mis profesores de quinto y cuarto. El cambio ha suido tremendo y
eso se ha visto en la sociedad, se ve en la infraestructura con los nuevos ambientes escolares, en
las pruebas saber, y estamos a la altura de cualquier colegio”, destacó Gabriel Vásquez, profesor.