Вы находитесь на странице: 1из 3

Jasso Gutiérrez Karla Leticia

Novela Histórica

La Sombra del Caudillo

Martin Luis Guzmán

Ignacio Aguirre es un joven ministro de Guerra de la naciente República


mexicana habiéndose consumado el movimiento de la Revolución, y junto con
un grupo de amigos y aliados del Partido Radical Progresista se ve orillado a
aceptar la candidatura de ese partido y a romper relaciones con el presidente de
la República, el Caudillo, y todos se ven envueltos por la próxima contienda
electoral por la presidencia del país.

Esa lucha los lleva a enfrentar a la facción de Hilario Jiménez, apoyado por el
Partido Nacional Obrerista y por el Caudillo, jefe del ejecutivo y líder de las
facciones y del espíritu revolucionarios tras la contienda. La competencia por la
presidencia se vuelve motivo de las pasiones más bajas de los seres humanos:
la traición, la hipocresía, la confusión, las dobles intenciones, la calumnia, el
nepotismo, el tráfico de influencias y de favores. En esa guerra electoral las
fuerzas ocultas de las facciones revolucionarias conspiran para eliminar y
desacreditar a Ignacio Aguirre y a sus allegados, quien cada vez más
presionados por el complot del Caudillo se ve comprometido para, posiblemente,
levantarse en armas. Sólo que en el ambiente de traición que viven los
protagonistas uno de los aliados, Juan Elizondo, general de las fuerzas del
Estado de México, en vez de protegerlos como se los había ofrecido, los entrega
a manos de la facción hilarista y del Caudillo, quienes habiendo armado una
intriga enterando a la opinión pública del levantamiento aún no consumado, se
cobran justicia con la propia mano y asesinan a los aguirristas junto con su líder.

En estos primeros capítulos se hace un retrato de Ignacio Aguirre, general


revolucionario que ocupa un puesto clave en el gobierno del Caudillo; sus
pasiones políticas, sus amores, así como la vida relajada y disipada de un joven
funcionario que se encuentra dentro del círculo de poder son captadas a lo largo
de este primer libro. También es un retrato de sus allegados, Axkaná González,
Remigio Tarabana y Emilio Olivier Fernández. Desde estos primeros capítulos
Aguirre se ve presionado por tomar posturas ante las elecciones nacionales que
se avecinan, pero siempre se mantiene renuente a aceptar la candidatura para
la que sus amigos lo consideran apto, la rechaza siempre por respetar el deseo
del Caudillo, quien a su vez a escogido, de manera encubierta, a Hilario Jiménez
para sucederlo. Aguirre tiene un encuentro con el Caudillo para conocer su
parecer sobre la candidatura de Hilario Jiménez y la posibilidad de la suya; el
Caudillo, al escucharlo, sabe insinceras sus réplicas de poco merecimiento para
contender por la presidencia de la República y Aguirre sabe que desde ese
momento su relación con el Jefe Máximo se acabó. También tiene una entrevista
con Hilario Jiménez, quien tampoco cree en su renuncia a aceptar la candidatura
que se le ofrece y le pide una muestra de adhesión: sus partidarios tendrían que
dirimir claramente a su favor, para respaldar lo que Aguirre le ha afirmado. Lo
que da pie a que se rompan las relaciones entre ambos de manera evidente.

Los partidarios de Aguirre, al saber que pasa el tiempo y no acepta su


candidatura, encabezados por Olivier Fernández, buscan adherirse a Hilario
Jiménez, para quien preparan una Convención en la que lo anunciaran como su
candidato oficial. Jiménez rechaza su oferta y los del Partido Radical Progresista
vuelven a insistir en Aguirre como su hombre. La Convención termina en un
altercado entre los progresistas, pues éstos ya se han dividido en dos facciones.

Axkaná González sufre un atentado. Aguirre que se encuentra cerrando un


negocio fraudulento con Remigio Tarabana, y al enterarse del atentado sabe que
las fuerzas de Hilario Jiménez y del Caudillo se postra sobre su incipiente
candidatura. Decide investigar sobre el atentado, y el coronel Zaldívar,
encargado de la policía en la ciudad, le confiesa que Jiménez ordenó el
secuestro de Axkaná. Aguirre renuncia a su puesto como ministro de Guerra,
para declararse oficialmente como candidato del Partido Radical.

Los diputados Ricalde y López Nieto, miembros del Partido Nacional Obrerista,
traman un complot que pretende eliminar de la escena política a los principales
aguirristas. Se reúnen con el general Protasio Leyva para ejecutar el plan, junto
con miembros de las fuerzas armadas. Pretenden asesinar a los diputados
aguirristas en la Cámara de Diputados, sobre todo a Olivier Fernández. El día
señalado, el complot se les sale de las manos, pues asesinan anticipadamente
a un aguirrista que no era uno de los señalados. El complot es descubierto y los
responsables son detenidos.

Ante los síntomas de rebelión que se vislumbran contra los aguirristas, éstos
junto con su líder, comienzan a pensar en el levantamiento en armas, sin
determinarlo formalmente. Entre los conminados se encuentra Julián Elizondo,
jefe de las fuerzas armadas acantonadas en Toluca. Cuando de los rumores, se
escuchan confirmadas las advertencias de la captura de los aguirristas, pues el
Caudillo e Hilario Jiménez descubren que un levantamiento en armas es muy
evidente, deciden darlo como un hecho consumado y así, al correr la voz,
apresar a los involucrados en el inexistente golpe de Estado; entonces los
aguirristas deciden huir a Toluca a buscar respaldo de Elizondo. Sólo que
Elizondo los traiciona y los entrega a las fuerzas leales del Caudillo. La orden de
ejecución llega para todos los involucrados, y a la opinión pública se le informa
que el levantamiento en armas se elimina con éxito tras una rápida actuación de
los generales leales a la Revolución, aunque en realidad nunca se haya llevado
a cabo tal acción. Aguirre muere primero que sus compañeros, y así cada uno;
el único que logra escapar por un golpe de suerte, ya malherido, es Axkaná
González, quien es rescatado por mister Winter, el embajador de EU en México
a su regreso de la ciudad de Toluca. La novela termina con Manuel Segura, uno
de los encargados de la ejecución de los aguirristas, compra unos aretes muy
caros con el dinero que los sublevados habían reunido para rebelión.

Вам также может понравиться