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La historia clínica y la valoración del estado mental del niño se realiza en la entrevista

clínica, ésta permite gracias a su flexibilidad, focalizar el interés en el motivo de consulta,


en aquello que realmente preocupa y aclarar las motivaciones reales, manifiestas o latentes
de la consulta. El niño es un ser en continua evolución, mientras que la evaluación en un
hecho puntual, por lo que se deberá de prestar una especial atención a la edad, sexo y a
su nivel de desarrollo teniendo en cuenta patrones tanto normativos como sociales. En el
desarrollo evolutivo del niño, la edad es un indicador que junto al tipo de problemas, su
frecuencia de aparición e intensidad nos permite considerar un comportamiento como
patológico o analizar los factores de riesgo asociados a su aparición.
Otra peculiaridad en la infancia se refiere a que determinadas respuestas fisiológicas
expresadas en una variedad de eventos o acontecimientos se confunden a esta edad con
problemas estrictamente de comportamiento. Muchos niños no tienen aún formado un
repertorio discriminativo que les permita diferenciar entre el malestar físico que padecen y
las consecuencias psicológicas que mantienen dicho malestar. Por ejemplo, muchos
problemas que aparentemente harían pensar sobre una etiología orgánica (vómitos, dolores
abdominales, cefaleas, etc.) pueden ser la manifestación de miedos o angustias causadas
por eventos muy variables que se expresan a través de una variedad de comportamientos
de evitación
La entrevista clínica del niño proporciona el contexto para la exploración directa de cómo
percibe el propio niño el problema manifiesto y para la evaluación de su estado global del
desarrollo y del estado mental. La entrevista directa con el niño proporciona una información
que no podría obtenerse a través de otras fuentes, como el grado de sufrimiento personal
del niño, información relativa a afectos y fenómenos mentales que no se pueden observar
(p.ej., ansiedad, pensamientos suicidas, pensamientos obsesivos, alucinaciones), y otras
informaciones como conductas antisociales o abuso sexual
En el contexto clínico, estas entrevistas resultan de utilidad para que los clínicos pregunten
sistemáticamente un amplio conjunto de síntomas y trastornos, incluyendo los que son
clínicamente significativos pero que no forman parte del motivo de consulta inicial. De forma
parecida, los extensos listados de síntomas que los padres y/o niños más mayores pueden
completar fuera de la situación de entrevista permiten realizar un "screening" de la
presencia o ausencia de un amplio margen de síntomas.
OBJETIVOS
El objetivo de los instrumentos estandarizados es registrar y evaluar sistemáticamente el
desarrollo del niño en varios ámbitos de actividad adaptativa.
Los principales objetivos de la entrevista con el niño suelen conceptualizarse en dos puntos:
1. Obtención de la historia: Consiste en la exploración de las áreas significativas de la vida
y actividad del niño, en el pasado y en el momento actual, incluyendo el problema que
presenta.
2. Examen del estado mental. Consiste en evaluar y describir el aspecto y funcionamiento
del niño tal y como se manifiestan en la situación de entrevista. Sin embargo, en la puesta
en práctica real de la entrevista con el niño, la obtención de la historia y el examen del
estado mental no siempre son procesos bien separados y suelen llevarse a cabo
simultáneamente.
En el examen del estado mental, el clínico observa y evalúa las siguientes áreas: aspecto
físico; manera de relacionarse con el examinador y los padres, incluyendo, la facilidad para
la separación; afecto; estado de ánimo; orientación en el tiempo, lugar y personas; conducta
motora (incluyendo el nivel de actividad, coordinación, signos neurológicos menores,
dominancia cerebral, y presencia de tics o estereotipias)

TECNICAS
Técnicas que se pueden utilizar: La entrevista del niño requiere un tipo de técnicas
diseñadas con flexibilidad y con tacto, que tengan en consideración los siguientes factores:
nivel del desarrollo, cognitivo y lingüístico del niño; dificultad emocional del tema bajo
discusión; y el grado de "rapport".
Técnicas de juego interactivo. el juego imaginativo con marionetas, figuras pequeñas o con
el propio entrevistador constituye un material útil para poder inferir los intereses,
percepciones y modos característicos de regular afectos e impulsos del niño. El
entrevistador experto es capaz de facilitar este juego con fines diagnósticos y de
elaboración del "rapport
Técnicas proyectivas. Estas técnicas facilitan el proceso de entrevista introduciendo un
elemento de diversión, ayudando a establecer una buena relación con el niño, o abriendo
áreas para su posterior exploración. Una de las técnicas más comunes es invitar a que el
niño haga un dibujo; el contenido puede ser totalmente abierto o se le puede hacer una
demanda específica (p.ej., una persona, la familia del niño, o una casa, un árbol y una
persona) Las preguntas proyectivas que se suelen hacer consisten en pedirle al niño que
diga qué animal le gustaría ser o el que más le desagradaría ser, con quien se iría a una
isla desierta, o qué tres deseos pediría.
Preguntas directas. Las preguntas deben hacerse con palabras y conceptos comprensibles
para el niño. Las preguntas muy abstractas o prolijas pueden hacer perderse al niño, en
tanto que las preguntas directivas, cerradas o muy concretas pueden generar respuestas
nada productivas o inadecuadas. Los niños más jóvenes a veces se muestran muy
aquiescentes o tienden a dar respuestas socialmente deseables; los niños más mayores
pueden sentirse incómodos al reconocer sentimientos de tristeza o vulnerabilidad.

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