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Según el artículo 133 de nuestra Carta Magna, establece que “Toda persona tiene el deber
de coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones
que establezca la ley”. Igualmente el artículo 12 del Código Orgánico Tributario, describe
que están sometidos al imperio de dicho código, los impuestos, las tasas y las
contribuciones de mejoras, de seguridad social y las demás contribuciones especiales.
Los tributos son las prestaciones pecuniarias que el Estado a través de sus entes público,
exige de sujetos económicos (contribuyentes) el pago de las cargas tributarias impuestas,
como consecuencia del hecho imponible respectivo. Los tributos se clasifican en impuestos,
tasas y contribuciones. Los criterios para determinar los tributos son el hecho imponible y
el destino de la recaudación, aunque en este sentido no es elemento vinculante para la
configuración jurídica, pues no necesariamente debe tener un destino predefinido, ya que
forma parte de los ingresos generales del Estado.
Destino de la recaudación
Es permanente, porque es natural del Estado del cual nace, le pertenece y de él se deriva,
mientras exista el Estado, existirá el Poder Tributario.
Evasión fiscal: Los tributos son necesarios para que el Estado pueda subsidiar el gasto
público, por ello el Sistema Tributario debe emplear mecanismos legales que ayuden a
minimizar el fraude fiscal o la actividad ilícita en la que incurren algunas personas y
empresas, las cuales ocultan bienes o ingresos, incluso sobrevaloración de los deducibles a
fin de pagar menos o no pagar los distintos impuestos. Algunas causas de la evasión fiscal
son: ausencia de conciencia tributaria, el sistema tributario poco o nada confiable, la
administración recaudadora poco flexible y el irrisorio riesgo de ser detectado.
Cada Estado y cada municipio tienen sus entes recaudadores y administradores de los
diferentes tributos que le son conferidos legalmente, partiendo de nuestro texto
constitucional y demás leyes al respecto.
En conclusión, todo sistema tributario supone debe contar con una concreta legislación de
armonización y coordinación, que permita la coexistencia y articulación entre los distintos
entes políticos territoriales con potestad tributaria propia y distintos entes con competencias
de recaudación y control sobre determinados tributos (tasas y contribuciones) a objeto de
evitar las múltiples cargas tributarias que puedan afectar la capacidad contributiva de los
sujetos, tanto jurídicos como naturales.