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COMBINACIONES ORQUESTALES

La Mezcla Homogénea

Es la que se da entre instrumentos de la misma familia tímbrica, produciendo un


empaste máximo, una especie de fusión que el oído percibe como un bloque de
partes integradas, más o menos compacto o denso según la disposición de las
voces (cerradas, abiertas).

Puede asegurarse que los empastes más balanceados se dan en los Metales, los
Saxofones y los Arcos. En estos grupos, cada instrumento parece la continuación
tímbrica del otro, aunque en el caso de las Trompas debe tomarse cierta
precaución, puesto que producen su timbre más metálico solamente cuando
ejecutan en intensidades media o alta y además, funden igualmente bien con las
Maderas.

Los empastes más homogéneos posibles se dan, de manera natural, entre


instrumentos del mismo tipo: trompetas solas, clarinetes solos, trombones solos,
violines solos, etc. Una mezcla como trompetas y trombones empieza a ser un
poco menos -pero todavía- homogénea que la que forman los grupos de "solos".

Si se quiere obtener una mezcla homogénea muy densa, se requerirá una gran
cantidad de instrumentos de la misma familia, por ejemplo: tres o cuatro
trompetas, cuatro trompetas, dos o tres trombones, y, en el caso de las Bandas,
una buena cifra de fliscornos; además, una o más tubas.

En un grupo muy denso se dan, necesariamente, duplicaciones entre


instrumentos, similares o diferentes; en grupos pequeños, al contrario, es posible
mantener una cierta "autonomía tímbrica".

En este otro, sin duplicaciones, los timbres se conservan separados, pero la


sonoridad resultante no pierde su homogeneidad

En cuanto a intensidades, es necesario tener en cuenta que las Trompas poseen


una capacidad inferior a los otros metales (lo que no ocurre cuando las mismas
funcionan en el grupo de las Maderas); por esta razón, se le debe asignar "un
punto más" de dinámica para balancearlas, especialmente en grupos grandes.

En cuanto a los Saxofones y los Arcos, se trata de grupos con una altísima
homogeneidad, que no suelen presentar problemas de importancia cuando se
trata de lograr su empaste; sin embargo, téngase en cuenta: la dificultad para
obtener sonidos "piano" en las dos o tres notas más graves de los saxofones alto,
tenor y barítono, así como las limitaciones de velocidad en las regiones graves del
contrabajo.

Las Maderas son un grupo menos homogéneo que los anteriores; de cualquier
manera, se agrupan bajo el concepto de timbre similar en razón del modo de
producción del sonido ("cañas" en todos los casos, excepto la flauta) y el material
en que están fabricados (madera, con la misma excepcion anterior).
Las flautas deberían conformar un grupo aparte. La flauta usual en orquestas y
bandas es metálica, y su inclusión -forzada- en el grupo de las Maderas obedece a
que las flautas antiguas eran fabricadas en este material

El grupo de las Maderas, pues, obtiene una alta homogeneidad solamente cuando
se cuenta con una gran cantidad de instrumentos; de lo contrario, siempre
presentarán un cierto grado de "despegue", es decir, sus diferentes timbres se
percibirán algo separados.

HETEROGENEA

Es la que se da entre instrumentos de familias tímbricas diferentes; en este


complejo se incrementan las dificultades respecto al balance dinámico, así como
en lo relativo al empaste entre timbres; sin embargo, es necesario reconocer que
es el campo de mayores posibilidades creativas, en el campo de la Orquestación
(de todas maneras, en un trabajo realizado bajo el concepto de mezcla
heterogénea siempre es posible enfrentar los problemas de la mezcla homogénea,
al interior de cada grupo instrumental).

Hablar de Mezcla heterogénea es referirse al más pleno sentido del concepto, del
término, "Orquesta". En la práctica, es muy difícil encontrar un complejo
instrumental que es totalmente homogéneo (los grupos de Cámara,
especialmente de Arcos, de Metales, o bien un Cuarteto de Saxofones, tienden a
serlo, pero esto no corresponde mucho a la práctica de las músicas regionales, ni
mucho menos al espacio de las Bandas.)

Lo importante en esta etapa, es establecer que el entrenamiento en los problemas


de la mezcla homogénea es una base para el dominio de la mezcla heterogénea.
Esta última presenta las posibilidades siguientes:

(a) Metales y Maderas

Es una de las Mezclas más complejas, en razón de las grandes diferencias


tímbricas entre los dos grupos; las capacidades de uno y otro en cuanto a
intensidades (dinámica), formas de ataque, material de fabricación, resonancia,
velocidades de articulación, etc., hacen que esta mezcla sea un desafío a la
formación del orquestador.

En este tipo de Mezcla adquiere pleno significado el concepto de mixtura


(referido antes, respecto a duplicaciones): aquí se da un enriquecimiento mutuo
entre los timbres involucrados, en un proceso similar al de la combinación
química, donde las partes que intervienen conducen a un producto nuevo, pero
cada una de ellas conserva sus propiedades: esto, en términos sonoros, significa
que percibimos los timbres separados, pero inter-actuando.

El enriquecimiento mutuo entre timbres consiste en que se contrastan, sin


fundirse (como sí ocurre en las mezclas homogéneas); sin embargo es posible
encontrar, entre Metales y Maderas, ciertos puntos -o regiones de corta
extensión- donde los timbres pueden fusionarse, o casi.
Estas posibilidades de incorporación se hacen evidentes entre las Trompas -
registro medio- y las regiones graves de Clarinetes (no el Bajo) y de Oboes. Más
allá, es difícil encontrar posibilidades interesantes de fusión (la Trompa se
considera un instrumento de transición entre Maderas y Metales).

Se requiere especial cuidado con el manejo de la Dinámica en Fliscornos, que


tienden a desbalancear la mezcla, por su facilidad para emitir con gran potencia
(al contrario, la Trompa requiere cierto énfasis, como ya se mencionó, aunque si
se encuentra relativamente sola en un grupo de Maderas, balancea sin dificultad).

(b) Maderas y Arcos

Podemos decir que, en general, los Arcos y las Maderas funden mejor que
Metales y Maderas, sin que esto signifique que la mezcla deje de ser heterogénea;
el significado de esta afirmación es que la relación entre los dos grupos se basa en
una mayor proximidad tímbrica, en posibilidades similares de velocidades de
articulación y en un mejor control -para el balance- de las dinámicas relativas.

Los Arcos constituyen el grupo tímbrico más versátil de la orquesta; en gran


número, poseen una enorme potencia, capaz de balancearse con los niveles más
intensos de los otros grupos tímbricos; en el pianíssimo, por otra parte, son
capaces de armar una textura de calidad inigualable por Metales o Maderas, en
cuanto a "tersura" y "suavidad", aun sin perder resonancia (por ejemplo, sirviendo
de base a un instrumento solista de baja capacidad de volumen, como una
guitarra).

La Tesitura total del grupo de Arcos es especialmente continua, en el sentido de


que las transformaciones de timbre entre uno y otro instrumento se dan de
manera muy gradual: esto permite una especie de nivelación de las grandes
diferencias tímbricas que se dan entre los diferentes registros del grupo de las
Maderas.

Los Arcos pueden equilibrar, en la mezcla, los desajustes que se dan en el grupo
de las Maderas; de hecho, pueden equilibrar una gran serie de diferencias de
intensidad y timbre en la orquesta, en relación con todos los grupos tímbricos
(excepto con las Percusiones, las cuales generalmente están "sobreactuadas", es
decir, exagerando su participación en la armazón, por un exceso de energía en los
ataques, en la dinámica general).

Cuando los Arcos duplican -al unísono- una línea melódica de Maderas, el
resultado tiende a ser: en registro grave, el oscurecimiento de la línea, y en
registro agudo, un incremento en el brillo de la misma.

Cuando la duplicación de la línea se hace a la octava inferior, se gana en


profundidad; en cambio, la duplicación a la octava superior tiende, en general, a
producir una textura de elementos algo "despegados", especialmente si la línea-
base se encuentra en registros medio o agudo.
(c) Saxofones y Metales

Considerada como tal -generalmente asociada a ciertas percusiones-, la mezcla de


los Saxofones y los Metales es una de las que presentan mayor arraigo en las
prácticas populares caribeñas e hispanoamericanas; en otras palabras, esta
mezcla es la base de las antiguas Big Band, de las orquestas de baile de la década
de los cuarenta, y se refleja de diversas maneras en las prácticas más
contemporáneas.

No es usual encontrar en orquestas de tipo sinfónico el timbre del saxofón y


mucho menos un grupo de saxofones, al contrario de la Banda, donde
desempeñan un importantísimo papel.

Entre saxofones y metales se da una admirable complementación, en el sentido


de que la ocasional "rudeza" de ciertos registros de los metales (especialmente en
el forte y en el fortíssimo) se encuentra suavizada por la mixtura de tipo
"maderas" que se da en la conjunción con los saxofones; por otro lado, éstos
ganan en calidad metálica (brass), que de otra manera (solos) no poseen.

En esta mezcla, los Saxofones son instrumentos que poseen una mayor ductilidad
que los Metales, y por tanto pueden contribuir a suavizar (si eso es lo que desea el
orquestador) un pasaje melódico, o a densificar una progresión de acordes. De
igual manera, los saxofones contribuyen al incremento de la intensidad, cuando
se requieren altos niveles dinámicos, sin que sea necesario sobrecargar a los
metales.

El timbre del Saxofón es, en sí mismo, una especie de mixtura con sonoridades
similares a las de ciertos registros del clarinete, del oboe, de la trompa; esto
obedece a que la estructura misma de su fabricación es híbrida (tubo cónico y
lengüeta simple, como la del clarinete). Se comprenderá entonces por qué la
mezcla Saxos-Metal puede ser tan fecunda.

Se pueden dar diversos grados de fusión entre los dos grupos tímbricos según la
trama que presente la textura final (es decir, podemos obtener variaciones dentro
de la heterogeneidad); aunque esto es válido para todos los tipos de mezcla
heterogénea, podríamos afirmar que, al igual que en la mezcla de Arcos y
Maderas, en el caso de los Metales y los Saxofones se produce una fusión más
compacta, de mayor grado de integración, que en el caso de las Maderas y los
Metales.

FUSIÓN TIMBRICA

la Yuxtaposición, cada grupo tímbrico se encuentra relativamente separado del


otro, casi como decir que conservan su autonomía, aunque la resonancia del total
se percibe, de todas maneras, como un bloque fundido

La Intercalación, se produce una auténtica "trama" entre timbres, similar a la


que forman los hilos entrecruzados en un tejido con diferentes colores. En el caso
de la intercalación tímbrica se dan transformaciones tímbricas dentro
del(mismo) timbre-base (recuerde lo estudiado sobre "coloraciones. La
discriminación de timbres es, en este tipo de fusión, relativamente más compleja
que en el caso de la yuxtaposición, especialmente si los bloques se arman en
posición cerrada.

En la inserción, un timbre (o grupo tímbrico) se inserta, literalmente, en otro;


aquí es necesario establecer que cuando dos instrumentos del mismo timbre -dos
clarinetes, por ejemplo-, establecen un intervalo no muy amplio (para que no se
distancien demasiado sus características tímbricas), el espacio resultante no es un
"vacío" con dos notas extremas, sino un espacio vertical que resuena en su
totalidad como "clarinete"; se encuentran formando una mezcla homogénea, que
a continuación será "perturbada" (Mixturada) con la inserción de otro timbre,
ocupando su mismo espacio, es decir, convirtiendo la mezcla en heterogénea

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