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ANTECEDENTES

Primeros antecedentes La evidencia histórica indica que hacia el siglo XIX a.C., en la Mesopotamia,
se celebraban contratos de venta a plazo (forwards) y operaciones de venta en corto de granos.
Asimismo, se preservan escritos en cuneiforme sobre tablas de arcilla que demuestran que se
utilizaban contratos de venta a plazo con opciones añadidas a estos para financiar los riegos de
transacciones de esclavos. Estos documentos, que se estima datan del año 1750 a.C.
aproximadamente, incorporan una característica sumamente relevante para su negociación al
incluir entre sus condiciones la posibilidad de que el derecho a recibir el producto de la misión
comercial (los esclavos) pudiera ser transferido a terceros (Weber, 2010). Esto último representa
un dato no menor, puesto que habilita la posibilidad de que algunos de los participantes del
mercado no hayan tenido intención de perfeccionar la transacción mediante la recepción del
activo subyacente, sino que simplemente aplicaban fondos al financiamiento de las empresas
esperando luego obtener una ganancia de la cesión de derecho a recibir las “mercancías” . En
otras palabras, el rol de estos participantes del mercado era especulativo, puesto que no contaba
al momento de ingresar al mercado con una exposición a las variaciones en el precio que pudiera
registrar el precio del activo subyacente.

file:///C:/Users/hp/Downloads/Dialnet-AntecedentesHistoricosDeLosMercadosDeFuturosYOpcio-
4839237.pdf

2. Historia de los contratos de futuros

El primer uso registrado de estos mercados fue en Japón en el año 1697. En la era de
Tokugawa, los señores feudales debían pasar medio año en Edo (actual Tokio),
donde estaba localizado el gobierno, a fin de que el emperador los vigilara y así evitar
una rebelión. En esa época la renta era pagada en arroz y a los señores feudales se
les obligaba a mantener dos casas de depósito una en el campo y otra en la ciudad.
Como frecuentemente debían hacer frente a alguna emergencia, comenzaron a emitir
tickets (certificados de depósito). Los comerciantes comenzaron a comprar esos
tickets para anticiparse a necesidades (cobertura).
Los recibos fueron administrados primero por oficiales públicos y después por los
mismos comerciantes. Con el tiempo los mercaderes comenzaron a avanzar hacia la
venta de tickets y hacia el crédito. En breve muchos comerciantes se volvieron ricos.
Uno de ellos fue Yodoya, quien en Osaka domino todo el comercio de arroz. Su casa
se volvió el centro donde muchos comerciantes se reunían para cambiar información y
negociar. El precio de Yodoya fue considerado el prevaleciente en Osaka. Podemos
decir que este fue el primer mercado de mercaderías, formado en Japón alrededor del
año 1650. En 1697 Yodoya se trasladó a Dojima y de ahí en más se conoció su casa
como el “Mercado de arroz de Dojima”. La característica de este mercado es que solo
permitía transacciones a futuro. En 1730 el imperio reconoció este mercado que había
sido desarrollado por un comerciante. El mercado fue declarado legalmente permitido
y protegido por las altas autoridades del imperio. Tenía reglas sumamente ordenadas
y claras y es el antecedente directo de los mercados de futuros tal como lo
conocemos hoy. En ese mismo siglo ya existían en EE.UU. mercados domésticos de
mercancías, pero fue en el año 1848 la fundación de la Chicago Board of Trade, hoy
el mercado de futuros más importante del mundo.
En ese entonces, debido principalmente a los excesos de oferta en los períodos de
cosecha, la alta variabilidad del precio de los productos agrícolas constituía un des-
incentivo a la producción. Esto hizo necesaria la creación de los llamados contratos
forwards, en los cuales se establecía entre las dos partes la venta de productos a ser
entregados y pagados en el futuro, pero en base a precios definidos en el presente.
Al poco tiempo, aparecieron los contratos de futuros propiamente dichos, los cuales
son básicamente forwards que se transan en forma organizada en bolsas de valores.
Las primeras bolsas de futuros se formaron en Estados Unidos en la segunda mitad
del siglo pasado y posteriormente también se crearon bolsas de futuros en Europa.
Durante el siglo XX los futuros se fueron extendiendo hacia otros productos tales
como el oro, plata, petróleo, carne, etc. Posteriormente, en 1972 ocurrió una
innovación importante al comenzar a transar futuros sobre activos financieros
(monedas extranjeras, índices de acciones, instrumentos de renta fija, etc.). La
introducción de los futuros financieros resultó ser un elemento clave que impulsó un
fuerte crecimiento de las bolsas que transaban futuros y la creación de nuevas bolsas
en varios países del mundo dedicadas principalmente a estos productos.
https://vidafinanzasyfuturo.wordpress.com/2011/12/01/breve-historia-de-la-fundacion-de-los-
mercados-de-futuros/
3. ORIGEN DEL MERCADO DE FUTUROS

Durante los últimos años, múltiples han sido los proyectos, que, con dispar grado de acierto, han
tratado de explicar al gran público el surgimiento y los factores explicativos de la crisis financiera
internacional, de la que todavía hoy, cinco años más tarde, seguimos padeciendo sus perniciosos
efectos. Con independencia del prisma con el que se ha contemplado y sobre la(s) arista(s) sobre
las que se han proyectado, en todos ellas suele encontrarse como mínimo común los «temibles» y
complejos mercados de futuros, «palestra» en las que «desaforados» negociaban con desmán
ingentes volúmenes de títulos que tomaban como subyacente las archiconocidas hipotecas
subprime. En el transcurso de estos pasajes, el espectador podrá pensar que se encuentra ante
una estructura reciente, propia de la «aldea global» en la que hoy vivimos, fraguada al calor de la
globalización y de la extensión y generalización de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TICs). Nada más lejos de la realidad. Los mercados de futuros surgen en Japón, en
1697, cuando, a fin de evitar el surgimiento de rebeliones, los señores feudales se veían obligados
a residir, por mandato del clan Tokugawa, al menos durante la mitad del año, en la ciudad de Edo
(Tokyo), donde se emplazaba en gobierno central de la nación. Durante su estancia, los nobles
eran «invitados» a participar por sorpresa en el sufragio de gastos «inesperados» orientados a
proporcionar mayor «resplandor» al Imperio, «dádivas» que resultaban difíciles de aportar una
vez finalizada la campaña de recogida del arroz. A fin de solventar este escollo, los propietarios de
las tierras procedieron a la emisión de «certificados de depósito», por los que los mercaderes y
comerciantes, anticipaban la cantidad de dinero pactada a cambio del compromiso de la entrega
de la producción, total o parcial, de la próxima campaña a un precio cerrado. Estos mecanismos
informales supusieron el caldo de cultivo a partir de los cuales se gestó el nacimiento de los
primeros mercados organizados, en 1848, con la creación en Estados Unidos del Chicago Board of
Trade (CBT). Tras la espectacular escalada de precios de cereal, con motivo de la inundación
masiva de los silos donde éste se almacenaba, se articuló la emisión de futuros, por los que, tanto
productores agrícolas como industriales, empezaron a negociar el precio por anticipado del trigo,
el maíz, y la cebada. En el ámbito financiero hubo que esperar hasta 1972 para que aparecieran los
primeros contratos de esta naturaleza los cuales tienen origen en la bolsa de valores, con la puesta
en marcha del International Monetary Market de Chicago (IMM), comenzándose a negociar los
primeros sobre el Bono del Tesoro a diez años, extendiéndose esta práctica en Europa quince años
más tarde. En España su puesta en marcha se pospuso hasta 1989, circunscribiéndose inicialmente
a las operaciones sobre deuda del. Hoy día, los mercados financieros se encuentran totalmente
extendidos y generalizados, tanto en su alcance como en su dimensión geográfica. Un recorrido
por su devenir nos muestra, como señalaba Tucídides, que la historia es un continuo volver a
empezar, en la que el ser humano trata de reducir la incertidumbre y anticiparse al futuro,
tratando de controlar aquello que realmente valora desde el punto de vista material.

file:///C:/Users/hp/Downloads/Dialnet-ElOrigenDeLosMercadosDeFuturos-4690557%20(1).pdf
4. ¿Qué es un futuro financiero?

Los futuros son contratos financieros que obligan al comprador a adquirir un activo o al vendedor
a vender un activo, tal y como puede ser el caso de un producto físico o un instrumento financiero,
en una fecha futura y a un precio predeterminado. Los contratos de futuros detallan la calidad y
cantidad del activo subyacente. Están estandarizados para facilitar la negociación en un mercado
de futuros. Algunos contratos de futuros pueden exigir la entrega física del activo, mientras que
otros se liquidan en efectivo. Los mercados de futuros se caracterizan por la capacidad de utilizar
un apalancamiento muy alto en relación con los mercados de valores. Los futuros pueden ser
utilizados para cubrir o especular sobre el movimiento del precio del activo subyacente. Por
ejemplo, un productor de maíz podría utilizar los futuros para asegurarse un cierto precio y reducir
el riesgo, o cualquiera podría especular sobre el movimiento de los precios del maíz operando en
largo o corto utilizando futuros. La diferencia principal entre opciones y futuros es que las
opciones dan al tenedor el derecho a comprar o vender el activo subyacente al vencimiento,
mientras que el titular de un contrato de futuros está obligado a cumplir con los términos de su
contrato. En la vida real la tasa de ejecución real de los bienes subyacentes especificados en los
contratos de futuros es muy baja, ya que los beneficios de los contratos de cobertura o
especulación se pueden tener en gran medida sin llegar a mantener el contrato hasta el
vencimiento y la entrega de la mercancía. Por ejemplo, si operara en largo en un contrato de
futuros, podría operar en corto con el mismo tipo de contrato para compensar su posición. Esto
sirve para salir de su posición, al igual que la venta de una acción en los mercados de valores cierra
una operación.

https://es.ihodl.com/academy/futures/que-es-contrato-futuros/

5. Características de los futuros financieros

 Se negocian en mercados organizados, por tanto pueden ser comprados o vendidos en


cualquier momento de la sesión de negociación sin necesidad de esperar a la fecha de
vencimiento.
 Tanto para comprar como para vender futuros, los intervinientes han de aportar garantías
al mercado, es decir, un importe (determinado en función de las posiciones abiertas que
mantengan) como señal del cumplimiento de su compromiso, de forma que evite el riesgo
de contrapartida (que una de las partes incumpla lo acordado).
 La cotización de los futuros evoluciona de forma paralela a la de la cotización del
activo subyacente.
 La incertidumbre sobre cómo se moverá el precio del activo se conoce como riesgo de
precio, que todo inversor asume bien cuando posee ya ese activo y una caída de su valor
le produce pérdidas o bien cuando en lugar de realizar su compra hoy, prefiere esperar un
tiempo creyendo que su precio va a caer y finalmente evoluciona al alza, teniendo que
pagar más que si lo hubiera adquirido al principio.

https://blog.bankinter.com/economia/-/noticia/2018/9/21/que-son-futuros-caracteristicas-tipos
6. Tipos de Futuros financiero

6.1 Futuros sobre activos físicos

 Se realizan sobre tres grandes clases de productos:


a. Productos agrícolas y ganaderos: cereales, oleaginosas, productos cárnicos, productos
tropicales, otros, etc.
b. Metales: oro, plata, platino, paladio, aluminio, cobre, plomo, níquel, magnesio, zinc, etc.
c. Energía: petróleo y sus derivados (gas natural, gasoil, propano, energía eléctrica, etc.).

6.2 Futuros sobre instrumentos financieros

Se clasifican en:

 Futuros sobre tipo de interés:

Nacen para intentar cubrir los riesgos debidos a la variación en el


tipo de interés del mercado y tienen como activo subyacente activos financieros de renta fi
ja: obligaciones, bonos, Letras del Tesoro, depósitos interbancarios, cédulas hipotecarias,
etc. Pueden ser:

Futuros a corto plazo.

Futuros a largo plazo.

En la fecha de vencimiento se procede a la entrega del subyacente en el caso de los futuros a


largo plazo o se liquida por diferencias entre el precio del futuro
en el momento de abrir la posición y el precio en el vencimiento en el caso de los futuros a
corto plazo.

 Futuros sobre divisas: se negocia la compra de una cierta cantidad de divisas en una fecha
futura y a un precio prefijado. Los futuros de divisas más comercializados son los que
corresponden a las divisas más utilizadas en transacciones comerciales: dólares, euro, libra
esterlina, yuanes, yenes, dólares canadienses etc. Ahora también los hay sobre
criptomonedas como el bitcoin.
 Futuros sobre acciones. También hay futuros sobre dividendos de acciones. La unidad
mínima de negociación se llama contrato que representa generalmente 100 acciones.
 Futuros sobre índices bursátiles: han sido los últimos en aparecer. El precio está sujeto a
las variaciones de un índice bursátil. No hay entrega final del activo subyacente, ya que
éste no tiene existencia física. También los hay sobre cualquier tipo de índice:
meteorológico, inmuebles, fletes, medioambiente, reaseguros, etc.

https://blog.bankinter.com/economia/-/noticia/2018/9/25/que-tipos-futuros-existen

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