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PSICOPATOLOGÍA II

Rossana Bevilacqua Mendivil


Cada autor es responsable del contenido de su propio texto.
De esta edición:
© Universidad Continental 2014
Jr. Junín 355, Miraflores, Lima-18
Teléfono: 213 2760

Derechos reservados
Primera edición: Noviembre 2014
Tiraje: 500 ejemplares

Autor: Rossana Bevilacqua Mendivil


Oficina de Producción de Contenidos y Recursos

Impreso en el Perú - Rebelars S.A.C


Jr. Los Bosques 555 - El Tambo - Huancayo

Fondo Editorial de la Universidad Continental

Todos los derechos reservados.

Esta publicación no puede ser reproducida, en todo ni en parte, ni registrada en o


trasmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por
ningún medio sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por
fotocopia, o cualquier otro sin el permiso previo por escrito de la Universidad.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN DE LA ASIGNATURA 9
COMPETENCIA DE LA ASIGNATURA 9
UNIDADES DIDÁCTICAS 9
TIEMPO MÍNIMO DE ESTUDIO 9
UNIDAD I: T rastornos psicóticos y esquizofrenia, trastorno disociativo y trastornos del
control de impulsos 11
DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD I 11
ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES 11
TEMA N.º1: Psicosis 12
1.1 Características generales 12
1.2 Criterios diagnósticos 16

TEMA N.º2: Esquizofrenia 20


2.1 Características generales 20
2.2 Criterios diagnósticos 21

LECTURA SELECCIONADA N.º1 25

Esquizofrenia. Autor: German Abeleira Padin. Universidad de Salamanca, 2012. 4, pág. 157-172

ACTIVIDAD N.º1 30

TEMA N.º3: Trastorno disociativos 31


3.1 Características generales, clasificación 31
3.2 Criterios diagnósticos 32

TEMA N.º 4: Trastornos del control de impulsos 39


4.1 Características, juego patológico, celtomania, piromanía, tricotilomania, otros 39

LECTURA SELECCIONADA N.º2 43

Nuevos Retos en el tratamiento del juego patológico. Autores: Echeburrua, Salaberria, Cruz. Universidad del
Pais Vasco, 2014. 32( 1), pág. 31-40.

CONTROL DE LECTURA N.º1 47

glosario de la unidad I 48

bibliografía de la unidad i 48
AUTOEVALUACIÓN de la unidad i 49
UNIDAD II: Trastorno del sueño y trastorno somatomorfos 51
DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD II 51
ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES 51
TEMA N.º1: Trastorno del sueño 52
1.1 Características 52
1.2 Criterios diagnósticos 53
1.3 Clasificación: Disomnias, parasomnias 55
1.4 Otros trastornos del sueño 56

LECTURA SELECCIONADA N.º1 59

Clasificación de los trastornos del sueño. Autores: Perez, Toledo, Urrestarazu, Iriarte.Anales del sistema sanita-
rio de navarra, 2007. 4, pág. 19-34

Actividad N.°2 63

TEMA N.º2: Trastorno somatomorfos 64


2.1 Características generales 64
2.2 Trastornos psicosomáticos. Criterios diagnósticos 64
2.3 Trastorno de somatizacion, trastorno somatomorfo indiferenciado, trastorno de conversión,
trastorno por dolor, hipocondría, trastorno dimórfico corporal, otros 65

LECTURA SELECCIONADA N.º2 70

Enfermedades Psicosomaticas y cáncer. Autores: Sergio Martinez. Revista digital de medicina psicosomatica y
psicoterapia. 2011. 1(1), pág. 1-31

TAREA ACAdÉMICA N.°1 73

glosario de la unidad II 74

bibliografía de la unidad ii 74

AUTOEVALUACIÓN de la unidad ii 75
UNIDAD III: Trastorno de ansiedad y toxicomanías 77
DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD III 77
ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES 77
TEMA N.º1: Trastornos de ansiedad I 78
1.1 Características, clasificación 78
1.2 Fobia específica, fobia social, trastorno de pánico 79

TEMA N.º2: Trastornos de ansiedad II 84


2.1 Trastorno obsesivo compulsivo 84
2.2 Trastorno de estrés post traumático 85
2.3 Ansiedad generalizada 87

LECTURA SELECCIONADA N.º1 89

Intervencion cognitivo conductual en un caso de fobia social. Autores: Antonio Fernández. Colegio Oficial de
Psicólogos de Madrid. 2004. 15(2), pág. 177-212

Actividad N.°3 92

TEMA N.º 3: Toxicomanías 93


3.1 Síntomas generales 93
3.2 Tipos de drogas 95
3.3 Dependencia de sustancias 100

TEMA N.º 4: Nuevas adicciones 102


4.1 Conceptualización y diagnostico 102
4.2 Nuevas adicciones: al celular, al internet, a la comida, al ejercicio, a las compras, al trabajo,
al sexo 102

LECTURA SELECCIONADA N.º2 106

Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en los jóvenes: un nuevo re-to.Autores: Enrique Echebu-
rrua, Paz de Corral. Adicciones. 2010. 22( 2), pág. 91-96.

CONTROL DE LECTURA N.º2 109

glosario de la unidad II 110


bibliografía de la unidad IiI 110
AUTOEVALUACIÓN de la unidad iii 111
UNIDAD IV: Psicopatología infantil y de la ancianidad 113
DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD IV 113
ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES 113
TEMA N.º1: Trastorno de la eliminación 114
1.1 Características 114
1.2 Enuresis y encopresis 114

TEMA N.º2: Trastornos generalizados del desarrollo I 118


2.1 Autismo 118
2.2 Síndrome de Rett 121

Actividad N.°4 123

TEMA N.º3: Trastornos generalizados del desarrollo II 124


3.1 Síndrome de asperger 124
3.2 Trastorno de hiperactividad con déficit de atención 128

TEMA N.º4: Demencias 132


4.1 Características 132
4.2 Clasificación 133

LECTURA SELECCIONADA N.º1 136

Enfermedad de Alzheimer. Autor:Carlos Parquet. Revista de posgrado de la VIa catedra de medicina N°17,
2007. pág. 9-12.

TAREA ACAdÉMICA N.°2 139

GLOSARIO de la unidad IV 140


bibliografía de la unidad IV 140
AUTOEVALUACIÓN de la unidad iv 141
ANEXO: claves de las autoevaluaciones 143
INTRODUCCIÓN

L
a presente asignatura ampliara sus conocimientos sobre ferentes cuadros psicopatológicos, reconociendo las diferencias
los distintos fenómenos psicopato-lógicos que sustentan que existen entre los diversos cuadros clínicos.
los trastornos mentales en diferentes momentos de la
Es de suma relevancia identificar los principales cuadros psicopa-
vida de la per-sona. Complementaremos los temas abordados
tológicos, sus características, signos y síntomas ya que es tarea del
en la asignatura de psicopatología I, revisa-remos los principales
profesional proporcionar un adecuado diagnostico y proponer
síntomas y características así como la clasificación de diversos
alternativas de solución frente a diversos casos clínicos.
trastor-nos.
El curso consta de IV unidades, cada una con temas y subtemas
Aprenderemos que los distintos fenómenos psicopatológicos
concretos y de fácil com-prensión, las actividades demandará un
pueden presentarse en diferen-tes etapas de vida por diferentes
análisis por parte del estudiante, pero después de una revisión
razones. Así mismo también identificaremos como tratar mejor a
minuciosa previa, notaras la sencillez de la tarea. También cuen-
las personas con diversos trastornos.
tas con lecturas seleccionadas que tienen la finalidad de reforzar
Ofreceremos ejemplos y casos sencillos de comprender pero las ideas de los temas tratados, que en nuestro caso son cortas y
que aclararan nuestras dudas ante los términos de importancia. de lenguaje fluido. Sucede lo mismo con los controles de lectura,
Mediante figuras y videos se realizarán las explicaciones comple- que también responde a los temas propuestos. La bibliografía es
mentarias necesarias. sencilla y los enlaces son muy interesantes, te invito a navegar en
internet y verlos. El glosario de términos ayuda al entendimiento
El estudio de la psicopatología enfatiza la fundamentación teó-
del texto, es necesaria su revisión.
rica, para lograr la comprensión de las características de los di-
8
PSICOPATOLOGIA II
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
9

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

PRESENTACIÓN DE LA ASIGNATURA

Recordatorio Anotaciones Chat

Diagrama Objetivos Inicio

COMPETENCIA DE LA ASIGNATURA

Reconoce, diferencia y sistematiza los distintos fenómenos psicopatológicos que


sus-tentan losActividades
Desarrollo
trastornos Autoevaluación
mentales en las diferentes funciones psicológicas y etapas
dede la vida humana, con la finalidad de identificar mejor a las personas con estos
contenidos
tras-tornos.

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
UNIDADES DIDÁCTICAS

UNIDAD I UNIDAD II UNIDAD II UNIDAD IV


Recordatorio Anotaciones Chat

“Trastornos psicóti-
cos y esquizofrenia,
“Trastorno del “Trastorno de an- “Psicopatología
trastorno disociati-
sueño y trastorno siedad y toxicoma- infantil y de la
vo y trastornos del
somatomorfos” nías” ancianidad”
control de impul-
sos”

TIEMPO MÍNIMO DE ESTUDIO

UNIDAD I UNIDAD II UNIDAD II UNIDAD IV

1.a y 2.a semana 3.a y 4.a semana 5.a y 6.a semana 7.a y 8.a semana
16 horas 16 horas 16 horas 16 horas
10
PSICOPATOLOGIA II
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
11

Diagrama Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA, TRAS-


TORNO DISOCIATIVO Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

IMPULSOS
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD I


Diagrama Objetivos Inicio

Recordatorio Anotaciones Chat


LECTURAS
CONTENIDOS ACTIVIDADES
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
SELECCIONADAS

Lecturas
seleccionadas
Glosario autoevaluación
Bibliografía BIBLIOGRAFÍA

Recordatorio Anotaciones Chat

ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES


Diagrama Objetivos Inicio

CONOCIMIENTOS PROCEDIMIENTOS ACTITUDES


Tema N° 1: Psicosis 1. 
Reconoce los principales 1. 
Muestra inte-rés por co-
1.1 Características
Desarrollo
generales
Actividades Autoevaluación síntomas de la Psicosis nocer los fundamentos
de contenidos
2. Identifica la clasificación y teóricos, participando en
1.2 Criterios diagnósticos. forma activa y responsable,
los criterios diagnósticos de
la esquizofrenia aprecia los temas y sus apli-
Tema N° 2: Esquizofrenia caciones
Lecturas Glosario Bibliografía 3. Reconoce y analiza los prin-
seleccionadas
1.1 Características generales cipales síntomas del trastor- 2. Reconoce los procedimien-
no disociativo tos de diagnostico a un pa-
1.2 Criterios diagnósticos.
ciente, con los principios
4. 
Identifica los tipos de los establecidos por la ética
trastornos de control de im-
Lectura seleccionada N°1
Recordatorio
Anotaciones Chat
pulsos
Esquizofrenia. Autor: Ger-
man Abeleira Padin. Univer-
sidad de Salamanca, 2012. 4, Actividad N° 1
pág. 157-172

Tema N° 3: Trastorno diso-


ciativos
3.1. Características generales, Control de Lectura Nº 1
clasificación
3.2. Criterios diagnósticos.

Tema N° 4: Trastornos del


control de impulsos.
4.1 Características, juego
patológico, celtomania,
piromanía, tricotilomania,
otros.

Lectura seleccionada N°2


Nuevos Retos en el trata-
miento del juego patológi-
co. Autores: Echeburrua,
Salaberria, Cruz. Universidad
del Pais Vasco, 2014. 32( 1),
pág. 31-40.

Autoevaluación de la Unidad
I
ollo
12
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°1: PSICOSIS

torio Anotaciones Chat


El término psicosis procede del griego psyché, alma, y es aplicado generalmente a los
trastornos mentales de etiología psíquica u orgánica en los cuales se presentan altera-
ciones profundas de la realidad y de la respuesta a estímulos. Este tipo de patología
médica produce grandes desórdenes en las familias, sobre todo en los casos en los que
no existe una causa orgánica (tumor, hemorragia cerebral, etc.), debido a la incom-
prensión de tales procesos.

La presencia de un enfermo mental en la familia, trae consigo en un primer orden la


dedicación de gran cantidad de tiempo a esta persona. Asimismo, la familia debe de ar-
marse de paciencia, pues ante todo, este tipo de enfermos requiere de la comprensión
de sus familiares para poder salir adelante, si bien, el apoyo médico suele ser esencial.

De otro lado, es bien conocido que existe una predisposición genética que es obser-
vada en algunas familias. Sin embargo este hecho no es indicativo de que la persona
tenga que padecer este proceso, para ello es necesario un ambiente social que lo pro-
picie junto con un factor desencadenante. En este último se encuentran factores tales
como: la muerte de un ser querido, la frustración en la consecución de un objetivo, la
separación de los padres, el que la novia/o deje al otro miembro de la pareja, el fracaso
escolar, etc.

Se trata de una enfermedad caracterizada por una desorganización de la personalidad,


alteraciones del juicio crítico y de la relación con la realidad, trastornos del pensamien-
to, ideas y construcciones delirantes y, frecuentemente, perturbaciones de la percep-
ción (alucinaciones).

1.1 Características generales

1.1.1. Concepto de psicosis

El termino psicosis se utiliza en Psicopatología para designar una categoría


que engloba algunos trastornos y enfermedades que presentan ciertas carac-
terísticas generales similares. De este modo, y en un sentido estricto:

La palabra psicosis no se refiere ni define una enfermedad o trastornos con-


cretos, sino un síndrome. La diferencia entre síndrome y trastorno (enfer-
medad) radica físicamente en que el primero hace referente a la presencia
de una serie de síntomas juntos, pero que no determinan el diagnóstico de
una enfermedad concreta. Así, un mismo síndrome se puede dar en muchas
enfermedades diferentes.

En medida, un síndrome febril está constituido por una serle de síntomas


(aumento de la temperatura corporal, temblores, dolores articulares, males-
tar general, etc.), pero no de-termina ninguna enfermedad concreta y se pue-
de presentar en multitud de procesos fisiológicos de tipo Infeccioso, Inflama-
torio, etc. Usa características de este síndrome que a veces en clínica también
recibe el nombre de cuadro psicótico son las siguientes:

a)El paciente pierde el sentido de la realidad. Esto significa que los sínto-
mas psicóticos producen que el sujeto confunda su realidad interna (pen-
samientos, emociones, imagi-naciones, etc.) con la realidad objetiva, sin
ser capaz de diferenciar entre ambos. Por ejemplo, un enfermo psicótico
con grandes dificultades para relacionarse con sus compañeros de trabajo
puede sentir votes dentro de su cabeza que le dicen que esos compañeros
lo vigilan y quieren hacerle daño. El enfermo realmente cree que las vo-ces
le hablan de verdad y no identifica su pensamiento entre estas; cree que las
voces son de otras personas y no de él mismo.
UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
13

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
La consecuencia de esto es que el enfermo psicótico, en las fases agudas
de su en-fermedad, parece estar recluido en un “mundo propio”, con unos
parámetros de refe-rencia para la actividad mental que no concuerdan con
los genéricos para las personas sin psicosis. En este sentido, los clínicosRecordatorio
ha- Anotaciones Chat
blamos de la “Inabordabllidad” de la psico-sis, con lo cual queremos dejar
constancia de la dificultad par a comprenderla desde fuera de los mismos
parámetros del enfermo que, además, para complicar la situa-ción, son es-
pecíficos para cada uno de ellos.

b)En los trastornos psicóticos se observa la denominada falta de consciencia


de enfer-medad. Esto significa que los pacientes no solo no tienen una bue-
na percepción y consciencia respecto a la anormalidad de sus pensamien-
tos, conductas e impulsos, sino que, uniendo esto con lo que hemos dicho
anteriormente, no son capaces de con-siderar la falsedad de los contenidos
de los síntomas que sufren.

La consecuencia de lo que acabamos de exponer es que muy frecuente-


mente no solo no ven la necesidad de iniciar un tratamiento, sino que pue-
den rechazarlo como un atentado a su mundo psíquico. Si se ve la situación
desde su mundo, esto es cierto.

c) Finalmente, la característica más vistosa socialmente es la presencia de gra-


ves alteraciones en todas las funciones mentales y, especialmente, en la
conducta del enfermo.

En efecto, los graves desajustes en el comportamiento de estos pacientes


durante los episodios activos de la enfermedad suelen ser conflictivos con
el ambiente (chillar en público, hablar solos, agresividad inesperada, dis-
tracción de su vestimenta, etc.) y le confieren el característico aspecto de
comportamiento marcadamente extraño, altera-do, difícilmente tolerado
por el ambiente.

Desde esta perspectiva, los cuadros psicóticos constituyen la expresión ge-


nérica de la locura, y son los que constituyen la mayoría de los trastornos
que se atienden predominantemente en la denominada Psiquiatría y Psico-
logía Clínica mayor u hospitalaria.

1.1.2 ¿Cuáles son los síntomas?

La psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de


pensar, dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo
que está sintiendo la persona afectada.
Con objeto de comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil
clasificar por grupos algunos de los síntomas más característicos.

a.Pensamientos confusos
Los pensamientos más comunes se vuelven confusos o dejan de guardar
una relación ade-cuada entre sí. La expresión oral se vuelve difícil de enten-
der o no tiene sentido. En algunos casos le cuesta a la persona concentrar-
se, seguir el hilo de la conversación o recordar las cosas. Sus pensamientos
parecen acelerarse o volverse más lentos.

b.Creencias falsas
Con frecuencia la persona afectada de un episodio psicótico tiene creencias
falsas, conocidas como delirios. A tal grado está convencida de la verdad
del delirio que ningún razonamiento, por más lógico que sea, es capaz de
desengañarla. Por ejemplo, basándose en la manera en que los coches se
encuentran estacionados fuera de su casa, llega menos que antes, o ma-
ni-fiesta menos sus emociones a quienes le rodean.
ollo
14
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

as Glosario Bibliografía
nadas
c. Cambios de conducta
Las personas afectadas de psicosis presentan conductas distintas a las que
acostumbran tener. En algunos casos, se vuelven extremadamente activas,
torio Anotaciones Chat o bien les sobreviene un gran letargo que les hace estar sin hacer nada du-
rante todo el día. Se echan a reír en momentos inoportunos, o se enojan o
se sienten contrariadas sin motivo aparente. Muchas veces, estos cambios
de conducta se relacionan con los síntomas arriba señalados.

1.1.3. Los síntomas varían de una persona a otra y en algunos cambian con el
tiempo

a. El primer episodio de psicosis


Cuando una persona sufre por primera vez síntomas psicóticos o un episo-
dio de psicosis, es posible que no entienda lo que le sucede. Los síntomas
pueden resultarle completamente desconocidos, provocándole una gran
perturbación y dejándola en un estado de confusión y angustia. Por otra
parte, esta angustia se ve aumentada por los mitos y estereotipos de signo
negativo relativos a la enfermedad mental que todavía son comunes en la
sociedad.

El episodio psicótico se desarrolla en tres fases cuya duración respectiva


varía según la perso-na.

1ª fase: el pródromo
Los primeros síntomas son vagos y apenas perceptibles. En algunos casos
cambia la manera en que la persona describe sus sentimientos, pensamien-
tos y emociones.

2ª fase: aguda Creer que la policía la está vigilando.

• Alucinaciones
Por efecto de la psicosis, la persona ve, oye, siente, huele o percibe con
el gusto cosas que en realidad no están presentes. Por ejemplo, oye voces
que nadie más alcanza a oír, ve objetos inexistentes, o percibe el olor o el
sabor de las cosas de tal manera que le parece que están echadas a perder
o incluso envenenadas.

• Cambios afectivos y de percepción


A veces la forma de sentir de la persona cambia de repente, sin causa apa-
rente, pro-vocando que se sienta rara y aislada del mundo y le parezca que
las cosas se mueven con una gran lentitud. Son frecuentes los cambios
bruscos en el estado de ánimo, y la persona se siente extrañamente exci-
tada o deprimida. O bien, parece que sus emo-ciones pierden intensidad,
siente presentan síntomas claros de psicosis, tales como alucinaciones,
delirios o ideas confusas.

3ª fase: la recuperación

La psicosis tiene tratamiento y en la mayoría de los casos el paciente se recu-


pera. Las características específicas de la recuperación varían según el caso.

Las personas se recuperan de un primer episodio de psicosis, y en mu-chos


casos nunca vuelven a sufrir otro.

1.1.4 ¿Cuáles son las causas de la psicosis?


Existen diversas teorías sobre las causas de la psicosis, pero aún queda mucha
investigación por hacer.
UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
15

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
Hay ciertos indicios de que se debe a una combinación, aún no bien com-
prendida, de factores biológicos que durante la adolescencia o los primeros
años de la vida adulta crean susceptibilidad a los síntomas psicóticos, los cua-
les suelen desencadenarse en la persona susceptible como respuesta al estrés,
Recordatorio Anotaciones Chat
al abuso de drogas o a los cambios sociales. La importancia de algunos facto-
res será mayor o menor según el caso.

En el caso del primer episodio de psicosis, las causas resultan especialmente


difíciles de determinar, por lo que la persona debe someterse a un minucioso
examen médico con objeto de detectar posibles causas orgánicas y realizar
un diagnóstico que sea lo más preciso posi-ble. Por lo general, este examen
supone la realización de diversos análisis así como una entre-vista pormenori-
zada con un especialista en el área de la salud mental, ya que existen muchos
tipos de psicosis.

La evolución y el pronóstico de la enfermedad varían según la persona.

1.1.5 ¿Cuáles son los diferentes tipos de psicosis?


La psicosis afecta a cada persona de diferente manera y durante las etapas
iníciales no siempre es útil poner un nombre o una etiqueta a la enfermedad.

No obstante, cuando una persona padece psicosis, se le suele diagnosticar


una enfermedad psicótica específica. «Diagnosticar» significa determinar la
naturaleza de una enfermedad sobre la base de los síntomas que presenta el
paciente, y el diagnóstico dependerá tanto de los factores que hayan provoca-
do la enfermedad como del tiempo que duren los síntomas. En el caso de un
primer episodio de psicosis, resulta particularmente difícil determinar con
exactitud el tipo de psicosis de que se trata, porque aún se desconoce en gran
medida cuáles han sido los factores que la provocaron. No obstante, convie-
ne estar familiarizado con algunos de los términos que se suelen emplear al
diagnosticar diferentes tipos de psicosis.

a.Psicosis inducida por las drogas


El consumo de drogas o de alcohol, así como la abstinencia tras un con-
sumo prolongado, pueden provocar síntomas psicóticos. En algunos casos
los síntomas se resuelven rápidamente al irse pasando los efectos de la sus-
tancia, en tanto que en otros la enfermedad, aunque comenzó como una
psicosis inducida por drogas, se hace más prolongada.

b.Psicosis orgánica
A veces los síntomas psicóticos aparecen a consecuencia de lesiones de la
cabeza o enfermedades orgánicas que afecten el funcionamiento del cere-
bro, tales como la encefalitis, el SIDA, o un tumor. En estos casos, suelen
presentarse junto con la psicosis otros síntomas, tales como amnesia o con-
fusión.

c.Psicosis reactiva breve


En ocasiones los síntomas psicóticos surgen de repente como respuesta a
una situación de mucha tensión en la vida de la persona, tales como un
cambio importante en sus circunstancias personales, o la muerte de un
familiar. Aunque los síntomas pueden ser agudos, la persona se recupera
en pocos días.

d.Trastorno delirante
El síntoma principal es la firme creencia en cosas que no son ciertas.

e.Esquizofrenia
El término esquizofrenia se emplea para referirse a aquellas enfermedades
ollo
16
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

as Glosario Bibliografía
nadas
psicóticas en que los cambios de conducta o los síntomas persisten durante
un período no inferior a los seis meses. Tanto los síntomas como la dura-
ción de la enfermedad varían según el caso, y al contrario de lo que se suele
torio Anotaciones Chat
creer, muchas personas afectadas de esquizofrenia llevan una vida plena y
feliz, logrando muchas de ellas una total recu-peración.

f.Trastorno esquizofreniforme
No se distingue de la esquizofrenia, salvo en que los síntomas han persisti-
do durante menos de seis meses.

g.Trastorno bipolar (maníaco depresivo)


En el trastorno bipolar, la psicosis se presenta como parte de un alteración
afectiva más generalizada, caracterizada por alternancias violentas entre la
gran excitación (manía) y la melancolía (depresión). En caso de presentar-
se síntomas psicóticos, suelen corresponder al estado anímico de la perso-
na: por ejemplo, si está deprimida oye voces que le dicen que debe suicidar-
se, en tanto que si expe-rimenta una excitación o euforia anormales, se cree
un ser excepcional capaz de realizar grandes hazañas.

h.Trastorno esquizoafectivo
Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o consecutiva tan-
to de síntomas de trastorno afectivo (tales como la depresión o la manía)
como de psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico ni del trastorno
afectivo ni de la esquizofrenia.

i.Depresión psicótica
Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin
que en ningún momento de la enfermedad se lleguen a producir períodos
de manía o excitación, por lo que se distingue del trastorno bipolar.

1.2 Criterios diagnósticos.

1.2.1 Diagnóstico de psicosis.


Las psicosis constituyen un trastorno cualitativo de la personalidad, global y
por lo general grave, cuya aparición implica, a menudo, una ruptura en la
continuidad biográfica del paciente. Sin embargo, el concepto de psicosis no
responde a una realidad homogénea. Con frecuencia se define por oposición
al concepto de neurosis. En tal caso, lo más coherente sería considerar que el
enfermo psicótico no tiene conciencia de su enfermedad y/o no efectúa una
crítica de ella, en tanto que el neurótico reconoce sus síntomas.

La ausencia de marcadores biológicos o procesos psicológicos distintivos para


el diagnóstico de las psicosis funcionales ha dado lugar a problemas para la
definición de estas alte-raciones clínicas, basándose la decisión diagnóstica,
en la mayoría de los casos, en los signos y síntomas manifiestos. Lo que ha
dado como resultado un desacuerdo en aquellos cuya sintomatología resulta
fronteriza y no ajusta a los criterios especificados para cada trastorno. (Le-
mos, 1995).

La psicosis es la pérdida del juicio de realidad, se puede producir por diferen-


tes causas, por lo tanto, para definir el diagnóstico es necesario analizar otros
parámetros de examen psicopatológico (conciencia, psicomotricidad, afecto,
atención, concentración y memoria, inteligencia curso del pensamiento, sen-
sopercepción), como así mismo la evolución y formas del curso del cuadro
clínico.

Dentro de los síntomas característicos se implican una amplia gama de dis-


UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
17

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
funciones cog-nitivas y emocionales incluidas la percepción, el pensamiento
inferencial, el lenguaje y la comunicación, la organización comportamental,
la afectividad, la fluidez y productividad del pensamiento y del habla, la ca-
pacidad hedónica, la voluntad y la motivación y la atención. Estos síntomas
Recordatorio Anotaciones Chat
pueden clasificarse en positivos y negativos.

• Los síntomas positivos (exceso o distorsión de las funciones normales)


incluyen distorsiones o exageraciones del pensamiento inferencial (ideas
delirantes), la percepción (alucinaciones), el lenguaje y la comunicación
(lenguaje desorganizado) y la organización comportamental (comporta-
miento gravemente desorganizado o catatónico). Es-tos síntomas positivos
obedecen a dos dimensiones: la dimensión “psicótica” que incluye ideas de-
lirantes y alucinaciones, y la dimensión “de desorganización” que incluye el
comportamiento y lenguaje desorganizados. (DSM-IV, 1994).

a. Dimensión psicótica:
• Ideas delirantes: creencias erróneas que implican una mala interpre-
tación de las percepciones o experiencias. Su contenido más común
corresponde a ideas de persecución, también son comunes las autorre-
ferenciales, somáticas, religiosas o grandiosidad.

• Alucinaciones: ocurren en cualquier modalidad sensorial, pero las


auditivas son las más comunes en la esquizofrenia. Las alucinaciones
auditivas son experimentadas generalmente como voces, extrañas o
conocidas, que son percibi-das como distintas de los pensamientos de
la propia persona. Las alucinacio-nes deben producirse en un contexto
de claridad sensorial: las que ocurren mientras se concilia el sueño
(hipnagógicas) y las ocurridas al despertar (hipnopómpicas) se consi-
deran normales.

b. Dimensión desorganización:
• Pensamiento desorganizado: es descrito como una de las característi-
cas esenciales de la esquizofrenia, como es difícil definir objetivamente
un trastorno del pensamiento, se ha optado por el concepto de len-
guaje desorganizado, que en sujetos esquizofrenia comúnmente se
observa tangencialidad y laxitud en el discurso. Puede manifestarse
en diversas formas que van desde las más infantiles hasta la agitación
impredecible. Existen problemas en todas las acciones orientadas ha-
cia un fin, ocasionando dificultades en la realización de actividades
de la vida cotidiana. El sujeto puede descuidar su higiene y apariencia
personal, presentar un comportamiento sexual inapropiado, o una
agitación impredecible y sin motivo alguno.

 os síntomas negativos (disminución o pérdida de las funciones normales) de


L
la esquizofrenia constituyen una parte primordial de la morbilidad asociada
con el trastorno, son difíciles de evaluar por que ocurren en un continuo de
la normalidad, son inespecíficos y pueden ser debido a diferentes factores.
Existen tres: el aplanamiento afectivo, la alogia y la abulia.

o  Aplanamiento afectivo: frecuente y se caracteriza por la inmovilidad y falta


de respuesta en la expresión facial del sujeto (hipomimia), contacto visual
pobre y reducción del lenguaje corporal. Para determinar si éste es lo sufi-
cientemente persistente para cumplir el criterio, es útil observar al sujeto
interactuando con los otros.

o Alogia (pobreza del habla): se manifiesta por las respuestas breves, lacónicas
y vacías. El sujeto parece tener una disminución de los pensamientos que se
refleja en un descenso en la fluidez y la productividad del habla.

o Abulia: caracterizada por una incapacidad para iniciar y persistir en activi-


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dades dirigidas a un fin. La persona puede permanecer sentada durante
un largo tiempo y mostrar poco interés en participar en el trabajo o las
actividades sociales.
torio Anotaciones Chat

Para dar un diagnóstico más claro sobre las psicosis se debe entender que
estas se pue-den dar dentro de dos grandes clasificaciones que son: cuadros
psicóticos con y sin com-promiso de conciencia:

• Psicosis con compromiso de conciencia.


o Delirium: Corresponde a la manifestación externa de un cuadro (trastor-
no secundario). Entre sus características se encuentra la inquietud moto-
ra, alucinaciones visuales, alteraciones del ritmo sueño-vigilia, y presencia
de una enfermedad médica que se relacione con la aparición de este
cuadro.

• Psicosis sin compromiso de conciencia


o Esquizofrenia: se caracteriza por múltiples alteraciones entre las que se
incluyen alteraciones psicomotoras, del lenguaje, del contacto, del afec-
to, del pensamiento y de la sensopercepción. Generalmente su curso es
en brotes y genera un deterioro del funcionamiento premórbido del in-
dividuo.

o Trastornos afectivos (manía-depresión): en este tipo de cuadros existe


una alteración fundamental del afecto, que puede presentarse expansivo
o depresivo, además aparece una alteración de la psicomotricidad que
puede variar entre el estupor (depresión) y la agitación excesiva (ma-
nía). También el lenguaje se ve afectado, pudiendo presentarse verborrea
como sucede en la manía, o lentitud acompañada de latencia entre las
respuestas en el caso de la depresión. Además se produce una alteración
del contacto, pudiendo encontrarse facilitado (manía) o disminuido
(depresión). Otra importante alteración se presenta en el pensamiento,
donde en la manía puede presentarse hasta la ideofugalidad, o una len-
titud excesiva en la depre-sión, apareciendo en el pensamiento conteni-
dos delirantes de grandiosidad (manía) o de ruina, muerte y destrucción
(depresión). Por último también se observan alteraciones en la sensoper-
cepción, donde se pueden llegar a presentar alucinaciones y pseudoalu-
cinaciones catatímicas.

o Trastorno delirante: se produce una alteración fundamental en los con-te-


nidos del pensamiento, generalmente no se presentan alteraciones en la
psicomotricidad, en el curso del pensamiento o en la sensopercepción.
Su curso es crónico progresivo.

o Psicosis reactiva: estos cuadros se caracterizan por presentar su foco cau-


sal (explicable), los contenidos de los delirios, en general aparecen re-
lacionados con este foco causal, y las manifestaciones psicóticas son más
atípicas. Su curso es agudo y de buen pronóstico.

1.2.2 LA EVOLUCIÓN DEL DIAGNÓSTICO DE PSICOSIS.


A medida que trascurren los años y desde sus inicios las clasificaciones psi-
quiátricas han ido evolucionado en las definiciones de los cuadros psicóticos
tanto en los nombres que se le han dado como en los síntomas asociados
para dar a conocer su evolución, una de ellas es la que se dará a conocer a
continuación.

Kraepelin y la demencia precoz


Al examinar los aspectos del cuadro clínico de la fenomenología psicótica, los
investigadores han resuelto sus interrogantes sobre la identificación y defini-
ción de los trastornos mentales.
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Algunos de estos aspectos del cuadro llevaron a Kraepelin (1919) a deno-
minar “demencia precoz” a la presencia de delirios y vacío afectivo en una
temprana edad, lo que llevaba a deterioro. Diferenció la esquizofrenia de las
“psicosis orgánicas”, llamando a la demencia precoz como “psicosis funcio-Recordatorio Anotaciones Chat
nal”. Dentro de las psicosis funcionales distinguió demencia precoz de la psi-
cosis maníaco depresiva, la cual presentaba un curso intermitente y sín-tomas
afectivos claros. Hizo una descripción de los síntomas de la esquizofrenia,
donde se incluía:

a. Alteraciones del pensamiento: incoherencia, pérdida asociativa, creencias


delirantes.
b. Alteraciones de la atención: distraibilidad por estímulos irrelevantes.
c. Alteraciones emocionales: deterioro de la expresión emocional, embota-
miento.
d. Negativismo: reducción de la actividad voluntaria, descuido de la respon-
sabilidad
e. Conductas estereotipadas
f. Presencia de alucinaciones

1.2.3 Diagnóstico diferencial de la psicosis

Según examen psicopatológico


Entre los cuadros psicóticos se pueden diferenciar aquellos que presentan
compromiso de conciencia, que corresponderían a trastornos orgánicos ta-
les como, el delirium, intoxica-ciones o abstinencia de sustancia químicas y
epilepsia.

En relación a los cuadros psicóticos que se presentan sin compromiso de con-


ciencia, se tiene que a su vez se diferencian en aquellos que presentan un foco
causal explicativo, psicosis reactiva, y los que no lo presentan, trastornos del
afecto. Los últimos, por su parte, se encuentran divididos según el estado de
ánimo, exaltado o deprimido y sin alte-ración o aplanamiento afectivo. Al pri-
mer subtipo, corresponderían los trastornos del ánimo, depresión y manía,
y al segundo los trastornos, que en relación a la 7sensopercepción, la forma
de presentación y curso, pueden diferenciarse en trastornos delirantes (que
tienen un curso crónico, progresivo y sin alteración de la sensopercepción) y
los trastornos esquizofreniforme y esquizofrenia (que cuentan con episodio
con altera-ción de la sensopercepción).

1.2.4. Según su curso


Los trastornos psicóticos cuya duración supera el día, pero es menor a un
mes, se deno-minan trastornos psicóticos breves. Ahora bien, si la alteración
se prolonga de uno a seis meses, se hablaría de trastorno esquizofreniforme.
Por último, si la duración de éste su-pera los seis meses, se trataría ya sea de
esquizofrenia, trastorno bipolar o trastorno delirantes.
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TEMA N.°2: ESQUIZOFRENIA

torio Anotaciones Chat


La esquizofrenia es un trastorno mental que se encuentra dentro del grupo de los llama-
dos trastornos psicóticos. Las personas afectadas de esquizofrenia pueden presentar una
grave distorsión en el pensamiento, la percepción y las emociones, manifiestan pérdida
de contacto con la realidad y experimentan alucinaciones (fenómeno en el que las per-
sonas escuchan y/o sienten cosas que los otros no escuchan ni sienten).

Las personas que padecen esquizofrenia también manifiestan otros síntomas, como los
delirios, en que se tienen ideas extrañas que no se ajustan a la realidad o al consenso
social. Además, sus emociones se ven afectadas con pérdida de hábitos e interés, aisla-
miento social, depresión y/o irritabilidad.

2.1 Características generales

A. Epidemiologia
Esquizofrenia es, con amplia ventaja, el más frecuente de todos los trastornos
antes psicóticos. Aproximadamente, tres de cada cuatro cuadros psicóticos reci-
ben este diag-nóstico y constituyen la mayoría de los Ingresos en el hospital con
diagnóstico de cua-dro psicótico. Los trastornos delirantes son los segundos más
frecuentes y, finalmente, los trastornos psicóticos breves y compartidos son muy
poco frecuentes, especialmente este último, que es una auténtica “rareza” epide-
miológica (Caballo, Salazar y carrobles, 2011)

a) Epidemiología de la esquizofrenia
Existe un acuerdo en considerar que el riesgo de tener esquizofrenia durante
la vida adulta es del 1% para la población general; la prevalencia se establece
entre el 0,30 y el 0,70. Generalmente, en el mundo occidental la mayoría de
los casos de esquizofrenia no pasan desapercibidos y son diagnosticados, de
manera que la tasa de incidencia y de prevalencia en esta enfermedad es muy
similar, mientras que hay menos datos de la epidemiología de esta enferme-
dad en otros países no obstante, se piensa que es sustancialmente similar al
con-texto occidental.

b) Epidemiología de los trastornos delirantes


La tasa de incidencia y prevalencia de los trastornos delirantes desciende sen-
siblemente en relaci6n con la esquizofrenia: de1 a 3 por cada 100.000 habitan-
tes y el 0,03, respectivamente; el riesgo de sufrirla es del 0,05%. Así pues, es un
trastorno poco habitual. No obstante, se sospecha que una manera atenuada
del trastorno, los estados paranoides, son mucho más frecuentes, aunque pasa
desapercibida, ya que los sujetos pueden conseguir cierto equilibrio vital que
les permite continuar funcionando en su vida cotidiana sin trastornos gra-ves
de conducta, o al menos no suficientemente graves como para provocar la
intervención de su ambiente. No contamos con datos precisos sobre la epi-
de-miología de estos estados paranoides.

B. Factores asociados

1.1.1. Factores asociados a la esquizofrenia


Hay algunos factores asociados a la presencia de esquizofrenia. Los más rele-
vantes son la edad, el género, el estatus familiar, el nivel socioeconómico y la
fecha de naci-miento.

- Edad. La mayor parte de los enfermos inician su enfermedad al final de la


adolescencia y durante la juventud. Aunque hoy día se acepta que se puede
presentar un primer episodio de esquizofrenia en cualquier edad, el 90%
de los enfermos la inician entre los 16 y los 40 años, y la máxima frecuencia
aparece entre los 18 y los 25 años. Cuando un trastorno esquizofrénico se
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presenta pasados los 45 años, recibe el nombre de esquizofrenia tardía, y
es muy poco frecuente. Este inicio característico de la enfermedad durante
la adolescencia se ha relacionado con una alteración en el desarrollo del
SNC (sistema nervioso central), en el marco de un modelo explicativo de la
Recordatorio Anotaciones Chat
enfermedad que se denomina teoría del neurodesarrollo, que estudiaremos
en el capítulo III.

- Genero. Hay un mayor número de enfermos esquizofrénicos hombres en


relación con las mujeres, hasta una proporción de 2-3/1. Además, los hom-
bres inician la en-fermedad de manera más temprana, entre los 16 y los 25
años, frente a las muje-res, que suelen hacerlo entre los 25 y 35 años, y pre-
sentan más intensidad en los síntomas y peor pronóstico. Este hecho se ha
relacionado con un presunto efecto protector de los estrógenos ante ciertas
enfermedades mentales.

- Nivel socioeconómico. Desde las investigaciones de Dunham y Faris en 1939,


se tiene la constancia de que hay cierta concentración de enfermos esquizo-
frénicos en las clases sociales bajas con estatus socioeconómico deprimido.
Parece que la explicación radica en la tendencia de los enfermos mentales
a concentrarse en estatus socioeconómicos bajos, debido a las dificultades
de adaptación a las exigencias de la vida diaria inherentes a la enfermedad.

- La fecha de nacimiento. En cerca del 40% de los enfermos esquizofrénicos


la fecha de nacimiento coincide con el final del invierno y el inicio de la pri-
mavera, lo cual significa que la gestación ha tenido lugar mayoritariamente
durante el inverno. Aun-que no sabemos demasiado bien el porqué de este
fenómeno, se relaciona con el descenso de la protección de la madre ante
enfermedades de origen vírico, más ac-tivas en el invierno, y que actuarían
de forma intrauterina favoreciendo dificultades en la maduración del neu-
roeje del embrión y el feto.

2.2 Criterios diagnósticos.

2.2.1 Los sistemas diagnósticos oficiales


Los criterios del DSM-III-R ofrecieron, en su momento, los sistemas más uti-
lizados para el diagnóstico y clasificación del espectro de la esquizofrenia, en
toda la comunidad inter-nacional. Tanto clínicos como investigadores alcan-
zaron un nivel aceptable de la fiabilidad en el diagnóstico y comunicatividad
de éste. Se estrechó el concepto de esquizofrenia, pues el criterio americano
presente hasta los años ’70 era más amplio que el europeo. Con este estrecha-
miento eliminó formas no psicóticas de esquizofrenia, por ello, manifes-ta-
ciones psicopatológicas como la ambivalencia, el autismo y el embotamiento
afectivo fueron desestimados, además se consideró que los trastornos afecti-
vos pueden presentar características psicóticas, lo que requiere el diagnóstico
diferencial que favorezca una intervención terapéutica adecuada.

Los criterios DSM-III y DSM-III-R siguen la línea fenomenológica. En el DSM-


III tienen gran importancia los delirios, alucinaciones y trastornos del pen-
samiento. De los síntomas fundamentales bleulerianos solamente se incluye
el afecto aplanado, no siendo los síntomas negativos suficientes para estable-
cer el diagnóstico de esquizofrenia. Un segundo criterio introduce la noción
kraepelienana de que el paciente debe mostrar algún tipo de deterioro en su
nivel de funcionamiento. Un tercer criterio excluye a los pacientes que tienen
un síndrome afectivo completo, descartando el trastorno esquizoafectivo. El
cuarto criterio restringe el diagnóstico y excluye los episodios psicóticos bre-
ves por el requerimiento de la cronicidad, ya que algunos síntomas deben
estar presentes, al menos, du-rante seis meses. Finalmente se excluye a los
pacientes con algún tipo de factor orgáni-co, como la ingesta de drogas o la
presencia de alguna lesión focal.

En el DSM-III-R se delimitaron, fundamentalmente, los límites entre la esqui-


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zofrenia y trastorno delirante y se consolidaron las propuestas para subdividir
la esquizofrenia. Sin embargo, estas clasificaciones presentan debilidades:

torio Anotaciones Chat • Aunque el DSM-III y DSM-III-R aportan descripciones breves y utilizan cri-
terios útiles para definir esquizofrenia, sus afirmaciones sobre la misma pre-
tenden ser comprensivas, siendo ésta, aún, un síndrome clínico que incluye
aspectos patológi-cos desconocidos
• Los criterios del DSM-III y DSM-III-R dan poca importancia a la presencia
de síntomas negativos o de déficit.
• Los trastornos psicóticos (parecidos a la esquizofrenia) que son excluidos
del diagnóstico de ésta se realizan mediante sistemas de clasificación rudi-
mentarios e insatisfactorios; estos son: trastorno esquizofreniforme, esquizo-
afectivo, psicosis atípica, psicosis reactiva breve.

2.2.2.Criterios del DSM-IV


Las limitaciones percibidas en el DSM-III-R han motivado el desarrollo de
nuevos sistemas de clasificación. Se han creado un conjunto nuevo de crite-
rios más válidos y fiables que proporcionan una cobertura más completa de la
sintomatología con énfasis en la duración de los síntomas más característicos
de la esquizofrenia y a la simplificación de los criterios para aumentar la uni-
versalidad de los usuarios. (Belloch y cols., 1995).

2.2.3. Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA)


La clasificación actual de la Asociación Psiquiátrica Americana constituye el
Manual Diagnóstico y Estadístico, cuya última versión es el DSM - IV. Según
este sistema diagnóstico, se distinguen nueve subtipos de trastornos psicóti-
cos. Estos son:

a. Esquizofrenia
Presenta 6 criterios para el diagnóstico de esquizofrenia, donde se consi-
deran como características esenciales la presencia de dos o más síntomas
como las ideas deliran-tes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, compor-
tamiento catatónicos o gravemente desorganizado, y/o síntomas negativos.
Estos deben darse al menos por un mes, y con algunos signos del trastorno
que han persistido durante al menos seis meses (Cri-terios A y C). Estos
signos y síntomas además están acompañados de una marcada disfunción
social o laboral (Criterio B). La alteración no puede ser explicada por un
trastorno esquizoafectivo, del estado de ánimo con síntomas psicóticos, o
por los efectos fisiológicos directos de una sustancia o enfermedad médi-
ca (Criterios D y E). En sujetos que han sido diagnosticados previamente
como un trastorno autista el diagnóstico adicional de esquizofrenia, sólo
debe aplicarse si existen alucinaciones o ideas delirantes presentes al me-
nos un mes (Criterio F).

La clasificación del curso longitudinal puede ser episódico con síntomas


residuales interepisódicos (episodios determinados por la reaparición de
síntomas psicóticos destacados), episódico sin síntomas residuales intere-
pisódicos, episodio único en remisión parcial, episodio único en remisión
total, y/u otro patrón no especificado.

La esquizofrenia puede dividirse en 5 subtipos que se diagnostican y clasi-


fican por la sintomatología que presentan. Según este criterio, se encuen-
tran:

1. Tipo Paranoide: Existe preocupación por una o más ideas delirantes o


alucinaciones auditivas frecuentes. No hay lenguaje desorganizado, ni
comporta-miento desorganizado o catatónico, ni afectividad plana o in-
apropiada.
2. Tipo Desorganizado: Predominio de lenguaje desorganizado, compor-
tamiento desorganizado y/o afectividad plana o inapropiada, sin incluir
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los criterios para el diagnóstico de tipo catatónico.
3. Tipo Catatónico: cuadro clínico dominado por al menos dos de los si-
guientes síntomas: inmovilidad motriz; actividad motriz excesiva que no
tiene ninguna finalidad ni está determinada por estímulos externos; Recordatorio
ne- Anotaciones Chat

gativismo extremo o mutismo; movimientos voluntarios peculiares que


se ponen de manifiesto me-diante posturas inapropiadas o extrañas, mo-
vimientos estereotipados, manie-rismos o muecas; ecolalia o ecopraxia.
4. Tipo Indiferenciado: están presentes los síntomas del criterio A para el
diag-nóstico de la esquizofrenia, pero no se reúnen los criterios para esta-
blecer el diagnóstico de los tipos paranoide, catatónico o desorganizado.
5. Tipo Residual: tipo de esquizofrenia donde hay ausencia de ideas deli-
rantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento catató-
nico o grave-mente desorganizado, existiendo evidencia de los síntomas
del criterio A pero atenuados.

b. Trastorno Esquizofreniforme
Las características esenciales de este trastorno son compartidas con las del
Criterio A, D y E de la esquizofrenia (Criterio A), pero se diferencian en
que la duración total de la enfermedad es de al menos 1 mes, pero menor
que 6 meses incluyendo las etapas prodrómica, activa y residual, (Criterio
B). Además no es necesario que exista un de-terioro de la actividad social o
laboral durante la enfermedad. La duración de este trastorno es intermedia
entre el trastorno psicótico breve y la esquizofrenia.

En este trastorno existen características que están relacionadas con un posi-


ble mejor pronóstico, entre las que se encuentran el inicio de los síntomas
psicóticos dentro de las primeras cuatro semanas del primer cambio com-
portamental o en la actividad dia-ria, confusión o perplejidad a lo largo del
episodio psicótico, buena actividad social y laboral premórbida y ausencia
de aplanamiento afectivo (Caballo, Salazar y carrobles, 2011)

c. Trastorno Esquizoafectivo
La característica primordial de este trastorno es la presencia de un período
continuo de enfermedad durante el cual se presenta un episodio depresivo
mayor, maníaco o mixto, simultáneamente, con síntomas que cumplen el
Criterio A para la esquizofrenia (Criterio A). También se presentan ideas
delirantes o alucinaciones durante al menos dos semanas, sin presencia de
síntomas afectivos (Criterio B). Los síntomas afectivos están presentes du-
rante una parte sustancial del total de la duración de la enferme-dad (Cri-
terio C) y no deben ser atribuibles a efectos fisiológicos de alguna sustancia
o enfermedad médica (Criterio D).
La codificación basada en el tipo lo diferencia en:
• Tipo bipolar: si la alteración incluye un episodio maníaco o mixto (o un
episodio maníaco o mixto y episodios depresivos mayores).
• Tipo depresivo: si la alteración sólo incluye episodios depresivos mayores.

d. Trastorno Delirante
La característica esencial es la presencia de una o más ideas delirantes no
extrañas que persisten por al menos un mes (Criterio A). El diagnóstico de
esta enfermedad no debe realizarse si el sujeto a presentado alguna vez un
cuadro clínico que cumpla el Criterio A para la esquizofrenia (Criterio B).
Salvo por la consecuencia directa de las ideas delirantes, no debe existir
un deterioro importante en la actividad psicosocial, ni un comportamiento
excéntrico (Criterio C). Cuando se presentan episodios afectivos junto con
las ideas delirantes, la duración total de estos es menor comparada con la
de los periodos delirantes (Criterio D). Las ideas delirantes no se deben
a los efectos fisiológicos producidos por alguna sustancia o enfermedad
médica (Criterio E).

Según el tema delirante que predomine se pueden clasificar de tipo eroto-


ollo
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maníaco, de grandiosidad, celotípico, persecutorio, somático, mixto o no
especificado

torio Anotaciones Chat e. Trastorno Psicótico Breve


Se caracteriza por un súbito inicio y la presencia de por lo menos uno de
los síntomas positivos de la esquizofrenia (Criterio A). La duración de este
episodio debería superar el día, pero sin llegar a durar un mes, luego del
cual el sujeto debería recuperar su nivel de actividad premorbida (Criterio
B). No debe relacionarse con trastornos del estado de ánimo con síntomas
psicóticos, con un trastorno esquizoafectivo o esquizofrenia, ni ser causa
fisiológica directa de alguna sustancia o enfermedad médica (Criterio C).

Según su tipo, se codifica:

Con desencadenante(s) grave(s) (psicosis reactiva breve): si los síntomas


psicóticos se presentan poco después y en aparente respuesta a uno o más
acontecimientos que, solos o en conjunto, serían claramente estresantes
para cualquier persona en circunstancias parecidas y en el mismo contexto
cultural.

Sin desencadenante(s) grave(s): si los síntomas psicóticos no se presentan


poco des-pués o no parecen una respuesta a acontecimientos que serían
claramente estresantes para cualquier persona en circunstancias parecidas
y en el mismo contexto cultural.

f. Trastorno Psicótico Compartido (Folie à deux)


Consiste en el desarrollo de una idea delirante a partir de la relación es-
tablecida con otra persona que padece un trastorno psicótico con ideas
delirantes (Criterio A). El su-jeto pasa a compartir las ideas delirantes del
caso primario en su totalidad o en parte (Criterio B). No se explica la idea
delirante por un trastorno psicótico, un trastorno del estado de ánimo con
síntomas psicóticos o por efectos fisiológicos directos de una sustancia o
enfermedad médica (Criterio C) y no aparece exclusivamente en el trans-
curso de un delirium (Criterio D).

g. Trastorno Psicótico debido a Enfermedad Médica


Se caracterizan por la presencia de alucinaciones e ideas delirantes debidas
a efectos fisiológicos directos de alguna enfermedad médica (Criterio A)
que deben ser probados en la historia clínica, estudios de laboratorio y
exploración física (Criterio B) y no se pueden explicar por la presencia
de otro trastorno mental (Criterio C). Si la altera-ción aparece sólo en el
transcurso de un delirium, este diagnóstico no debería ser establecido (Cri-
terio D).

h. Trastorno Psicótico inducido por Sustancias


La característica esencial es la presencia de alucinaciones o ideas delirantes
(Criterio A), causadas por los efectos fisiológicos de algunas sustancias (Cri-
terio B). La alteración no puede explicarse por la presencia de un trastorno
psicótico no inducido por sustancia (Criterio C). No se establece el diag-
nóstico cuando los síntomas aparecen sólo en el transcurso de un delirium
(Criterio D).

i. Trastorno Psicótico no especificado


Categoría constituida por sintomatología psicótica sobre la que no se dispo-
ne de in-formación adecuada para realizar un diagnóstico específico, exis-
ten informaciones contradictorias o trastornos con síntomas psicóticos que
no cumplen los criterios parte un trastorno psicótico específico.
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ESQUIZOFRENIA

Recordatorio Anotaciones Chat Autor: German Abeleira Padin.


Universidad de Salamanca, 2012. 4, pág. 157-172.

CONCEPTO DE ESQUIZOFRENIA

El concepto de esquizofrenia ha sufrido cambios a lo largo del tiempo. Ha habido


muchas formas de referirse a esta enfermedad a lo largo de la historia con otras
palabras que hacen referencia a esa enfermedad; no obstante, para no hacer dema-
siado grande la contextualización, se tomará como punto de partida, a partir del
siglo XIX, más concretamente la recta final de este siglo, porque es cuando aparece
en Alemania lo que se conoce como psiquiatría moderna, donde destacan figuras
como Kraepelin y Bleuer. Es necesario saber que hasta la irrupción de dicha escuela
se creía que las enfermedades mentales eran castigos divinos, posesiones demonía-
cas y otras alteraciones que tenían que ver con entes divinos.

Las primeras raíces del concepto se hallan en Morel, que fue el primero en acu-
ñar el término de “demencia precoz” para referirse a un trastorno cuyos síntomas
tienen que ver con un deterioro de la vida social en la adolescencia y cursan con
alteraciones de la realidad; el concepto está basado en un paciente adolescente.
Por otro lado, Kraepelin en 1896, toma el término de demencia precoz y hace una
descripción: inicio temprano, evolución hasta el deterioro y ausencia de psicosis
maníaco-depresiva. En esta demencia precoz existen tres grupos: paranoide, catató-
nica y hebefrénica; y esta división sirvió como precursora de la clasificación de los
diversos tipos de esquizofrenia que hay.

Será en 1911 cuando Bleuler acuñe el término “esquizofrenia”. Surgió este concep-
to dado que el término demencia precoz era en cierto aspecto inexacto; no siempre
hay un deterioro ya que si se trata a tiempo puede curarse. Cabe resaltar que hasta
el propio Kraepelin aceptó esta última crítica. A p o s t e r i o r i , m u c h o s
otros autores siguieron investigando sobre este trastorno, sus causas, sus síntomas,
su clasificación, etc.

Con el paso de los años los manuales de diagnóstico han cambiado, se han refor-
mulado conceptos y las características de los trastornos cambian. La esquizofrenia
no iba a ser menos. Vamos a ver, para que sirva de ejemplo, dos definiciones del
Diagnostic and statis-tical manual of mental disorders (en adelante DSM), que es el
manual de diagnóstico de la American Psychiatric Association:

a) En el DSM I aparece que las “reacciones esquizofrénicas se clasifican del siguien-
te modo: Simple, Tipo hebefrénico, Catatónico, Paranoide, Agudo indiferencia-
do, Crónico in-diferenciado, Tipo esquizoafectivo, Tipo infantil, Tipo residual”.
b) En el DSM-IV (Diagnóstico que será sustituido por el DSM V en 2012) se define
así la esquizofrenia: “Trastorno psicótico que presenta al menos dos de estas
características: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, com-
portamientos catatónicos, y síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia,
alogia). Dichas características mencionadas anteriormente deben imposibilitar
la vida cotidiana correcta del sujeto. Del mismo modo, no se considera esquizo-
frenia si hay esta sintomatología causada por ingesta de sustancias psicoactivas o
enfermedad médica asociada”.

No existe una única esquizofrenia, sino que hay diversos tipos. Cada tipo posee sus
propias particularidades, aunque en muchos casos pueden confundirse síntomas
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de una con otra, por eso es necesario hacer una evaluación correcta y completa del
sujeto para poder delimitar el tipo concreto y, en consecuencia, actuar para hacer
que la sintomatolo-gía no sea tan virulenta y el paciente pueda vivir de un modo
torio Anotaciones Chat
digno y óptimo. Como se habrá podido apreciar o, por lo menos, intuir, los avances
que se hacen a lo largo del tiempo han ido cambiando el concepto de este trastor-
no mental, ajustándolo y adecuán-dolo a los conocimientos fruto de los avances en
materias relacionadas con la neurología; aunque todavía queda mucho por saber.

Podemos servirnos de la imagen siguiente para ejemplificar cómo ve el mundo un


esquizofrénico.

TIPOS DE ESQUIZOFRENIA

A pesar de ser un término muy conocido en el lenguaje coloquial, la gente no


familiarizada con la psicopatología no es capaz de dar unas características que lo
definan. En diversos manuales de salud, se recogen las características principales
del trastorno. A continuación se presenta la clasificación que el DSM-IV establece
sobre los diversos tipos de esquizofrenia que hay, una breve descripción de cada
uno de ellos y algunas anotaciones o curiosi-dades:

a) Paranoide: Hay abundancia de idea/s delirante/s y/o alucinaciones auditivas. El


resto de sintomatología no es tan abundante.
b) Catatónica: Bastante sintomatología negativa (catalepsia, negativismo, mutismo)
u otros como ecolalia o ecopraxia.
c) Desorganizada: Predomina un repertorio de conductas caóticas y una afectividad
plana. No sabe cómo actuar de forma adecuada en el mundo que le rodea.
d) Indiferenciada: “Cajón de sastre” reservado para aquellas esquizofrenias que no
entran en ninguna de las tres categorías mencionadas anteriormente.
e) Residual: Ausencia de sintomatología de las esquizofrenias descritas antes, o su
aparición es de forma tenue.

Es obvio pensar que no toda la vida hubo esta clasificación, si bien siempre hubo
esquizo-frenia a lo largo de la historia de la humanidad; hay que entender que hasta
hace pocos siglos se consideraba en el mundo occidental a los enfermos mentales
como poseídos por el mal (cosa que no ocurría en el mundo árabe, por ejemplo),
y no fue hasta el siglo XIX cuando empezó una investigación seria sobre los tras-
tornos mentales gracias a la psiquia-tría. Es en 1879 cuando nace la psicología de la
mano del primer laboratorio de Wundt en Leipzig. Con el desarrollo de las inves-
tigaciones, las distintas corrientes que hubo en psico-logía a lo largo de la historia,
se fue fraguando una comprensión más clara de lo que son los trastornos mentales,
en los que está incluida la susodicha esquizofrenia. (Caballo, Sala-zar y carrobles,
2011)

Como curiosidad, decir que el DSM IV tiene, en el eje de trastornos de personali-


dad, un ti-po de personalidades más o menos relacionadas con la esquizofrenia. Es
lo que se llama grupo A y es en la que se incluye el trastorno paranoide, esquizotípi-
co y esquizoide. Tie-nen en común que son un patrón de trastornos con conductas
excéntricas. Resumiendo a grandes rasgos estos trastornos, sin perder de vista que
lo que nos interesa es real-mente la esquizofrenia, puede decirse que el paranoide
es el “eterno desconfiado” ya que piensa que todo el mundo quiere hacerle daño;
el esquizotípico es el clásico “inadaptado social” que quiere estar en el mundo y el
esquizoide es el inadaptado que no está intere-sado en integrarse.

Existe otra clasificación procedente de la neuropsicología que sintetiza de forma


más general los tipos de esquizofrenia que conocemos. Se trata de una clasificación
dual y es la siguiente:

a) Esquizofrenia Tipo I: En este tipo lo que hay es una abundancia de síntomas


positivos. Los síntomas positivos son aquellos en los que hay más actividad del
sujeto. Entran aquí, a nivel de sintomatología, los delirios y las alucinaciones
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esencialmente. La causa de este tipo de esquizofrenia se establece en una hipe-
ractividad dopaminérgica en regiones subcorticales, que son las causantes de
dicha sintomatología.
Recordatorio Anotaciones Chat

b) Esquizofrenia Tipo II: En este tipo se da lo contrario al anterior. Si en la Tipo I


lo que hay es sintomatología positiva, aquí hay sintomatología negativa. La sinto-
matología negativa abarca esencialmente aplanamiento afectivo, poca actividad,
anhedonia, etc. En resumen, son síntomas más “tranquilos”. La causa de este
tipo de esquizofrenia se establece por un descenso de la actividad dopaminér-
gica en regiones prefrontales. Es necesario recalcar que, entre otras cosas, la
región prefrontal del cerebro es la encargada de la regulación del sujeto en
función del entorno en el que esté. También se menciona que el mayor tamaño
ventricular, el menor tamaño cerebral y el hemisferio izquierdo son partes del
encéfalo a tener en cuenta en este tipo de esquizofrenia.

FACTORES DESENCADENANTES DE LA ESQUIZOFRENIA

A pesar de las múltiples investigaciones que han ido surgiendo a lo largo de los
años, las diversas perspectivas que han estado yendo y viniendo a lo largo de las dé-
cadas, todavía no está claramente establecido cuál es el origen de la esquizofrenia.
Muchas hipótesis han estado intentando explicar su aparición (Belloch, Sandín y
Ramos, 2008)

A continuación, se presentan algunos indicadores que sirven como referencias para


poder realizar una buena detección:

a) En cuanto a la edad de inicio, se ve que el primer episodio de esquizofrenia apa-


rece en la adultez joven, sin delimitarse una edad exacta y precisa.
b) En cuanto a factores genéticos, se sabe que hay una parte que influye, pero que
no es para nada decisiva al cien por cien. En otro apartado más adelante se tra-
tará este tema con más calma y detenimiento.
c) En cuanto a factores ambientales, aquí sí que hay un mayor peso en comparación
a los factores genéticos. Los ambientes en los que el sujeto se cría y su relación
con los demás y el entorno parece que son más fuertes que los genes.
d)En cuanto a factores de personalidad, no hay nada aclarado de forma decisiva,
aunque se sabe que ciertas personas con un déficit de habilidades sociales, con
ciertas conductas más esquizoides y comportamientos más individuales son más
propensas. Sirva como ejemplo el caso de John Nash, matemático ganador del
Premio Nobel en 1994 cuya vida fue llevada al cine en la película A beautiful
mind (2001).
e) En cuanto a la etiología, no está lo suficientemente claro qué es lo que ocurre
en el organismo del sujeto esquizofrénico. No obstante, existen diversos datos
fuertemente sustentados que indican deficiencias que padecen dichos sujetos y
que, con investigaciones, se desarrollaron fármacos que son capaces de hacer
remitir los síntomas.

LOS FÁRMACOS
La esquizofrenia es una enfermedad que produce deterioro, con lo que los psico-
fármacos contra ella no curan la enfermedad, sino que atenúan los efectos. Antes
de pasar a los fármacos propiamente dichos, es necesario saber con qué hipótesis
juegan; en este caso se juega con la hipótesis dopaminérgica, que dice que los
sujetos esquizofrénicos presentan una actividad dopaminérgica por encima de lo
habitual, lo que se piensa que es la causante de la aparición de la esquizofrenia.

Los primeros fármacos para tratar este mal (entre otros trastornos psicóticos) son
los conocidos antipsicóticos de primera generación y son, por ejemplo, la clorpro-
mazina. Actúan sobre los receptores de la dopamina, en unos más que en otros (en
concreto, el receptor D2). Son bastante efectivos para paliar síntomas positivos. No
obstante, presentan bastantes efectos secundarios como sensaciones de sedación
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y movimientos invo-luntarios, con lo cual se hizo necesario ampliar la investiga-
ción y desarrollar nuevos fárma-cos que sean capaces de atacar los síntomas sin que
aparezcan otros secundarios. Es por ello que nacen los antipsicóticos de segunda
torio Anotaciones Chat
generación, que surgen con el objetivo de reducir los efectos extrapiramidales y ac-
tuar con más contundencia en los síntomas positivos. Un ejemplo de antipsicóticos
de esta generación es la clozapina. Sin embargo, to-davía se quería seguir progre-
sando con los fármacos antipsicóticos, apareciendo de este modo los de “tercera
generación”, que en líneas generales se centran más en regular la capacidad de los
neurotransmisores y conseguir con ello modular el impacto que éstos tie-nen en los
receptores neuronales.

PSICOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA
Los mecanismos biológicos que ayudan a que la enfermedad brote son, a día de hoy
desconocidos, a pesar de que se han logrado muchos avances. La psicología es el
estudio de la conducta, y uno de los condicionantes de la conducta de los sujetos es
el sistema nervioso, que ayuda a generar las conductas gracias a la neuroquímica de
los diversos neurotransmisores que el organismo posee. En consecuencia, es nece-
sario tener un estudio lo más multidisciplinar posible que abarque todas las facetas
de la vida del sujeto. (Belloch, Sandín y Ramos, 2008).

Por un lado, a nivel biológico, está el tema de la genética. Muchos estudios se han
realizado para determinar hasta qué punto los genes son los causantes de la esqui-
zofrenia. Se ha demostrado que los factores genéticos no tienen un peso significa-
tivo, pero se han obtenido también unos datos curiosos: se ha visto que la mayor
posibilidad de tener esquizofrenia se da en parientes de primer grado. En concreto,
los parientes que dan más posibilidades de padecimiento de esquizofrenia son los
gemelos monocigóticos y los padres esquizofrénicos, dando porcentajes de 48% y
46% respectivamente. Lo que no está establecido, y lleva tiempo siendo investiga-
do, es qué genes son los que desencadenan la enfermedad. Todo un reto para los
investigadores en este campo de trabajo.

Otro apartado, desde el punto de vista biológico, que se investiga en esquizofrenia


es el de los neurotransmisores. En nuestro sistema neuronal intervienen muchas
sustancias neurotransmisoras que, en función de su naturaleza, desencadenan unas
reacciones u otras. Por citar algunos ejemplos: GABA, serotonina, acetilcolina, etc.
Los neurotransmiso-res estudiados en la esquizofrenia son:

a) Dopamina: la teoría dopaminérgica sostiene que el exceso de este neuro-trans-


misor es el causante de síntomas de esquizofrenia tales como delirio y alucina-
ciones. Tiene como evidencia a favor que los fármacos antagonistas actúan muy
bien contra los síntomas psicóticos y sustancias agonistas favorecen la aparición
de sintomatología psicóti-ca. No obstante, hay que tener en cuenta que la teoría
presenta limitaciones, como el he-cho de que no está claro al 100% que el incre-
mento de dopamina sea el causante de la esquizofrenia; la otra es que no puede
explicar toda la variada sintomatología que hay en la esquizofrenia. A pesar de
dichas limitaciones, la teoría sigue ampliándose y ajustándose a los nuevos resul-
tados.
b) Noradrenalina: según Stein y Wise (1971), la esquizofrenia es producto de altera-
ciones de este neurotransmisor. No hay pruebas concluyentes al respecto.
c) Serotonina: la hipótesis serotoninérgica se basa en que dicho neurotransmisor
inhibe la actividad de la dopamina en ciertas regiones cerebrales. Los fármacos
que actúan sobre la serotonina son para inhibir su actividad y dejar que la dopa-
mina haga su trabajo en dichas regiones para tratar los síntomas (en este caso,
negativos) de la esquizofrenia.
d) GABA: neurotransmisor inhibidor. Su papel en la esquizofrenia se cree que vie-
ne dado por el hecho de no actuar de forma correcta. Si no trabaja bien puede
dejar al Sistema Nervio-so Central (en adelante SNC) alterado, lo que conduce a
la esquizofrenia. Tampoco hay pruebas concluyentes al respecto.

Por otro lado, en las investigaciones a nivel de SNC se vio que no únicamente in-
tervienen estas sustancias como neurotransmisores, sino que ciertos neuropéptidos
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pueden actuar como tales. Las investigaciones se centran esencialmente en: Cole-
cistoquinina (CCK), Neu-rotensina (NT), Somatostanina, Beta-endorfinas y ciertos
opiáceos:
Recordatorio Anotaciones Chat

• C
 olecistoquinina: se cree que por su interacción con la dopamina, favorece la
aparición de síntomas psicóticos. Diversos estudios muestran que no hay nada
concluyente al respecto.
• N
 eurotensina: al igual que la CCK, también hay interacción con la dopa- mina.
Cuando hay mucha concentración de este neuropéptido, la sintomatología psicó-
tica aminora. Además, se ha descubierto que su papel es relevante en la esquizo-
frenia y no en otras enfermedades. No obstante, se hace necesario investigar más.
• S
 omatostanina: interacciona muy bien con la dopamina, estimulando su produc-
ción, y la dopamina a su vez estimula la producción de Somatostanina en ciertas
regiones cerebrales. El interés en este neuropéptido radica en su interacción con
los neurotransmisores en ciertas partes del cerebro que tienen relación con la
esquizofrenia. Se necesitan estudios más detallados y completos para comprender
el auténtico pa-pel de esta sustancia.

Además de lo dicho anteriormente, también es conveniente analizar cómo desa-


rrolla el sujeto a nivel embrionario su sistema nervioso, o cómo pueden ciertas
enfermedades ser decisivas en el desarrollo de la enfermedad en cuestión. Algunos
de estos factores que pueden propiciar la aparición de la enfermedad son la elevada
historia de noxas, los signos neurológicos menores con anomalías físicas, las ano-
malías a nivel cognitivo y los procesos histológicos en el desarrollo.

Tampoco es fácilmente rechazable que determinados neurovirus intervengan en


la esquizofrenia. Desde hace tiempo se vio que ciertas enfermedades tienen sin-
tomatología psicótica. Las infecciones víricas, según los planteamientos teóricos,
pueden actuar de muchas maneras. Las hipótesis más específicas son las siguientes:
una de ellas es la acción directa del agente patógeno que afecta al cerebro; otra
dice que la actuación es más sutil, y que sus proteínas pueden actuar como ciertos
neurotransmisores; un virus inactivo en el or-ganismo que se puede activar por
ciertas sustancias puede originar la patogenia conco-mitante; los retrovirus pueden
introducir sus secuencias y, con ello, desestabilizar el fun-cionamiento correcto del
cerebro; la infección vírica provoca una reacción inmunológica que causa el naci-
miento del trastorno.

Por otro lado, el sistema inmunitario también puede influir en la aparición de la


esquizofrenia. Diversas investigaciones han dado como resultado que un factor que,
sin ser decisivo al cien por cien, puede orientar bastante es el elevado número de
linfocitos. También se observa que la actividad deficitaria de las células “natural ki-
ller” y “B” tiene relación con la esquizofrenia. No es nada totalmente concluyente,
pero en el futuro, líneas de investi-gación llevadas a cabo por equipos multidiscipli-
nares, podrán llegar a conclusiones más claras.

Como último punto a nivel biológico, se abordan las diversas patologías y alteracio-
nes que suceden en el cerebro y que pueden ser también causa de la esquizofrenia.
El primer punto a tratar será el de las alteraciones estructurales. En este campo se
han hecho hallazgos bastante significativos acerca de la estructura cerebral de los
esquizofrénicos, tales como:

• Dilatación ventricular (Tercero y laterales).


• Reducción general de volumen de sustancia gris.
• Atrofia cerebral.
• Asimetrías hemisféricas (Reducción de sustancia gris en ambos lóbulos tempora-
les y del lóbulo frontal izquierdo).
• Disminución de radiodensidad del tejido en diversas zonas.

A pesar de ser datos a tener en cuenta, tampoco son decisivos de forma plena. Es
necesario que la investigación con técnicas de neuroimagen, estudios bioquímicos
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y su uso conjunto avance para poder establecer con mayor rigor lo que ocurre a
nivel estructural en los pacientes. Se espera que en un futuro próximo la técnica
científica esté lo suficiente-mente avanzada como para poder determinar los fallos
torio Anotaciones Chat
a nivel orgánico de la forma más detallada posible.

A nivel cerebral, se estudia qué regiones están más activas durante la esquizofrenia.
Se ayuda de la técnica conocida como “Técnica de flujo sanguíneo cerebral”, en la
que se delimita qué regiones están activas en un cierto momento y cuáles no. Se
sabe cuáles zonas son más activas que otras, viendo la cantidad de flujo cerebral que
requiere (las zonas con actividad tienen más flujo cerebral que otras). Las zonas
delimitadas son:

a) Lóbulo prefrontal: diversas investigaciones han hallado que en la esquizofrenia


hay una baja actividad del lóbulo prefrontal. Consecuencia de esta baja actividad,
el sujeto no puede hacer un análisis e interpretación de la realidad óptimos y se
generan lo que se conocen como síntomas negativos.
b) Lóbulos temporales: aquí hay variedad (tanto bajada de actividad como incre-
mento) que da sintomatología de esquizofrenia. Lo más interesante viene con
síntomas positivos, apareciendo asimetrías (de las cuales la más activa es la del
lóbulo izquierdo) que dan alucinaciones. Sustentan bastante lo dicho anterior-
mente, el hecho de que anormalidades como alucinaciones o trastornos del pen-
samientos entre otras, se deban al hemisfe-rio izquierdo.
c) Estructuras subcorticales: no hay nada claro al 100%, aunque se apunta como
claros candidatos a los ganglios basales y sus receptores D2 como partes impor-
tantes de la esquizofrenia.

Por último, cabe mencionar alteraciones a nivel electrofisiológico. Las diferencias


entre esquizofrénicos y no esquizofrénicos también se aprecian en los registros del
electroencefalógrafo, gracias a los cuales, vemos cómo funciona el cerebro del su-
jeto a nivel de actividad cortical. Las características que se hallaron en las investiga-
ciones son las siguientes:

• Registros de actividad cortical con claras alteraciones. (Bastante clara)


• Diferencias más sensibles a procedimientos de activación cerebral.(Bastante cla-
ra)
• Disminución de la actividad alfa. (Frecuente)
• Incremento de la actividad delta y theta. (Frecuente)
• Actividad epileptiforme y paroxística. (Controversia)
• Localización en el hemisferio izquierdo. (Controversia)

No obstante, localizar registros no es suficiente. Se hace necesario hacer una car-


tografía cerebral para ver qué partes están involucradas en la esquizofrenia. Las
investigaciones al respecto han aportado como hallazgos más significativos la acti-
vidad de ondas lentas en las regiones frontales del cerebro, la actividad alfa de baja
frecuencia, la actividad beta rápida y la hiporreactividad del hemisferio izquierdo.

Diagrama Objetivos Inicio

ACTIVIDAD N.°1
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de contenidos Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.

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TEMA N.°3: TRASTORNO DISOCIATIVO

Las personas con un trastorno de identidad disociativo pueden experimentar a menudo Recordatorio Anotaciones Chat
un cuadro de síntomas que pueden parecerse a los de otros trastornos psiquiátricos. Los
síntomas pueden ser similares a los de la ansiedad, de las alteraciones de la personali-
dad, de la esquizofrenia y de los trastornos afectivos o de la epilepsia. La mayoría de las
personas sufre síntomas de depresión, ansiedad (dificultad para respirar, pulso acelera-
do, palpitaciones), fobias, ataques de pánico, alteraciones del apetito, estrés postraumá-
tico y síntomas que simulan los de las enfermedades físicas. Pueden estar preocupadas
por el suicidio y son frecuentes los intentos, así como los episodios de automutilación.
Muchas personas con tras-torno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las
drogas en algún momento de su vida.

El cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento


en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida de una persona con este
trastorno. Como las personalidades con frecuencia interactúan entre ellas, la persona
dice oír conversaciones internas y las voces de otras personalidades.

3.1 Características generales, clasificación

a.Característica y tipos de trastornos disociativos


La característica esencial de los trastornos disociativos consiste en una alteración
de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la per-
cepción del en-torno. Esta alteración puede ser repentina o gradual, transitoria
o crónica.

b. Tipos de trastornos
La amnesia disociativa se caracteriza por una incapacidad para recordar informa-
ción personal importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante,
que es dema-siado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.

c. La fuga disociativa se caracteriza por viajes repentinos e inesperados lejos del
hogar o del puesto de trabajo, acompañados de incapacidad para recordar el
propio pasado, de confusión acerca de la propia identidad y asunción de otra
identidad nueva.

d. El trastorno de identidad disociativo (antes personalidad múltiple) se caracteriza


por la presencia de uno o más estados de identidad o personalidad que contro-
lan el comportamiento del individuo de modo recurrente, junto a una incapaci-
dad para recordar infor-mación personal importante, que es demasiado amplia
para ser explicada por el olvido ordinario.

e. El trastorno de despersonalización se caracteriza por una sensación persistente


y recurrente de distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo,
junto a la conservación del sentido de la realidad.

f. El trastorno disociativo no especificado se incluye para codificar trastornos en los


que la característica predominante es un síntoma disociativo que no cumple los
criterios para el diagnóstico de un trastorno disociativo específico.

También hay síntomas disociativos en los criterios establecidos para el trastorno


por estrés agudo, el trastorno por estrés postraumático y el trastorno de somatiza-
ción. Cuando los síntomas disociativos se presentan exclusivamente en alguno de
estos tres trastornos, no es necesario establecer el diagnóstico de trastorno disocia-
tivo adicional. En algunas clasificaciones la reacción de conversión se considera un
fenómeno disociativo; sin em-bargo, en el DSM-IV el trastorno de conversión se
incluye en el capítulo de trastornos somatomorfos, para subrayar la importancia
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del diagnóstico diferencial con las enferme-dades neurológicas o médicas (Vallejo,
2002)

torio Anotaciones Chat 3.1.1 Modelos y mecanismos de la disociación

a.Procesamiento de la Información y Disociación


Alguno teóricos cognitivos han postulado que las teorías modernas del pro-
cesamiento de información se aproximan a la organización cognitiva des-
de abajo hacia arriba, en vez de desde arriba hacia abajo. Estos modelos de
procesamiento tienen la ventaja de que permiten comprender cómo se pro-
cesan grandes cantidades de información y la capacidad humana para
reconocer patrones a partir de una información aproximada. Un ejemplo
serían los modelos de procesamiento en paralelo (PDP), según los cuales
es teóricamente probable que se produzcan errores en la integración de los
contenidos mentales. En este sentido, se han realizado intentos explicativos
de la psicopatología a partir de dificultades de las redes neuronales para el
procesamiento de la información, como por ejemplo en la esquizofrenia
y el trastorno bipolar, y en los trastornos disociativos. Según Hales et al.,
“cuando una red tiene dificultades para integrar el procesamiento de la in-
formación de entrada (como cuando el estímulo de entrada es traumático)
es más difícil que se consiga un resultado unificado y equilibrado. Estas
redes neuronales tienden a caer en una situación «disociada»”.

b.Sistemas de Memoria y Disociación


Siguiendo a autores como Schacter o Squire, la memoria puede dividirse
en dos categorías muy amplias: memoria explícita (o declarativa) y me-
moria implícita. La primera se refiere a recuerdos personales, o también
a hechos y datos de nuestra cultura y sociedad. La memoria implícita (o
procedimental), en cambio, implica la ejecución de operaciones rutinarias,
como puede ser montar en bicicleta o escribir a máquina. Estas operacio-
nes pueden ser realizadas con un rendimiento elevado con muy poca inter-
ven-ción de la conciencia en la ejecución o en los episodios de aprendizaje
sobre los cuales se basó dicha habilidad.

Para Hales, esta distinción entre dos tipos de memoria, puede ser de mu-
cha utilidad en algunos fenómenos disociativos. Por ejemplo, los automa-
tismos que se observan en ciertos trastornos disociativos pueden ser un re-
flejo de la separación de la autoidentificación en ciertos tipos de memoria
explícita y la actividad rutinaria en la memoria implícita

3.2 Criterios diagnósticos

3.2.1 Criterios diagnósticos CIE-10 de los trastornos disociativos

• F44 Trastornos disociativos (de conversión)


Pérdida parcial o completa de la integración normal entre ciertos recuer-
dos del pasado, la conciencia de la propia identidad, ciertas sensaciones
inmediatas y el control de los mo-vimientos corporales. Normalmente hay
un considerable grado de control consciente sobre qué recuerdos y qué
sensaciones pueden ser seleccionados por la atención inmediata y sobre
qué movimientos hay que llevar a cabo. Se acepta que en los trastornos
disociativos esta capacidad para ejercer un control consciente y selectivo se
ha perdido en un grado que puede variar de día en día o de hora en hora.
Por lo general, es muy difícil averiguar hasta qué punto parte de los déficits
funcionales están bajo un control voluntario.

El término “conversión” se utiliza ampliamente para alguno de estos tras-


tornos, e implica que sentimientos no satisfactorios originados por los pro-
blemas y conflictos que el enfermo no puede resolver se transformen de
alguna manera en síntomas.
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El comienzo y la terminación de los estados disociativos suele ser repentino
y rara vez pueden ser presenciados, excepto durante interacciones artifi-
ciales o procedimientos tales como la hipnosis o la abreacción. La trans-
formación o la desaparición de un estado disociativo puede limitarseRecordatorio
al Anotaciones Chat
tiempo que duren estas intervenciones. Todos los tipos de estados disocia-
tivos tienden a remitir al cabo de unas pocas semanas o meses, en especial
si su comienzo tuvo relación con un acontecimiento biográfico traumático.
Pueden presentarse estados más crónicos (que a veces van surgiendo de un
modo más lentamente progresivo), en particular parálisis y anestesias, si el
comienzo está relacionado con pro-blemas insolubles o dificultades perso-
nales. Los estados disociativos que han persistido más de uno o dos años an-
tes de recibir atención psiquiátrica, suelen ser resistentes a los tratamientos.

Los enfermos con trastornos disociativos presentan a veces una negación


llamativa de problemas o dificultades personales que son obvios para los
demás y cualquier problema reconocido como tal, se atribuye a los sínto-
mas disociativos.

• Pautas para el diagnóstico


a) Presencia de las características clínicas ya especificadas en los trastornos
aislados (F44.-).
b) Ausencia después de las exploraciones clínicas complementarias de un
trastorno so-mático que pudiera explicar los síntomas.
c) Evidencia de una génesis psicógena, en la forma de una clara relación
temporal con acontecimientos biográficos estresantes y problemas o re-
laciones personales altera-dos (aunque sean negados por el enfermo).
Incluye:
Histeria.
Histeria de conversión.
Reacción de conversión.
Psicosis histérica.

• F44.0 Amnesia disociativa


La característica principal de este trastorno es la pérdida de memoria en
general para hechos recientes importantes, no debida a un trastorno men-
tal orgánico y demasiado intensa como para ser explicada por un olvido
ordinario o por cansancio. La amnesia se centra habitualmente alrededor
de acontecimientos traumáticos, tales como accidentes o duelos inespera-
dos y suele ser parcial y selectiva. La extensión y alcance de la amnesia varía
a menudo de día en día y según quién explore al enfermo, pero hay un
núcleo común per-sistente que no puede ser recordado en estado de vigilia.

Los estados afectivos que acompañan a una amnesia psicógena son muy va-
riados, pero es rara una depresión grave. Pueden presentarse perplejidad,
angustia y diversos grados de un comportamiento de búsqueda de aten-
ción, pero a veces es sorprendente una tran-quila aceptación del trastorno.
Los adultos jóvenes son los más frecuentemente afectados, siendo ejemplos
extremos los casos de varones sometidos al estrés del combate. Los estados
psicógenos disociativos son raros en las edades avanzadas. Puede presen-
tarse también un vagabundeo limitado sin propósito, pero dado que suele
acompañarse de un abandono del aseo personal, rara vez dura más de uno
o dos días.

• Pautas para el diagnóstico


a) La presencia de amnesia, parcial o completa, para hechos recientes de
naturaleza traumática o estresante (lo cual a veces sólo pueden ponerse
de manifiesto a través de información de terceros.
b) La ausencia de un trastorno orgánico cerebral, intoxicación o fatiga ex-
cesiva.
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Excluye:
Síndrome amnésico debido al consumo de alcohol u otras sustancias psicó-
tropas (F10-F19) con el mismo cuarto carácter .6.
torio Anotaciones Chat Amnesia sin especificación (R41.3).
Amnesia anterógrada (R41.1).
Síndrome amnésico orgánico no inducido por alcohol u otras sustancias
psicótropas (F04).
Amnesia postcrítica en la epilepsia (G40.-).
Amnesia retrógrada (R41.2).

• F44.1 Fuga disociativa


Fuga que tiene todas las características de una amnesia disociativa, a la que
se añade un desplazamiento intencionado lejos del hogar o del lugar de
trabajo, durante el cual se mantiene el cuidado de sí mismo. En algunos
casos puede asumirse una nueva identidad, por lo general sólo por unos
pocos días, pero a veces incluso durante largos períodos de tiempo y con un
grado sorprendente de aparente autenticidad. Los desplazamientos sue-len
ser a lugares previamente conocidos y de cierto significado afectivo para el
enfermo. Aunque existe una amnesia para el período de la fuga, el compor-
tamiento del enfermo durante ella puede ser aparentemente normal para
el que, sin conocerle, la presencia.

• Pautas para el diagnóstico


a) Las características de la amnesia disociativa (F44.0).
b) Un desplazamiento intencionado más allá del ámbito cotidiano (el lími-
te entre vagabundeo y desplazamiento depende del conocimiento de las
circunstancias locales).
c) El mantenimiento del cuidado básico de sí mismo (en la comida, aseo,
etc.) y de la interacción simple con extraños (como el comprar billetes o
gasolina, preguntar por direc-ciones o encargar una comida).

• F44.2 Estupor disociativo


En el estupor disociativo el comportamiento del enfermo satisface las pau-
tas de estupor, pero la exploración clínica y la anamnesis ponen de mani-
fiesto la falta de una etiología somática. Además, como en otros trastornos
disociativos, hay evidencia positiva de una génesis psicógena en forma de
presencia de acontecimientos biográficos estresantes reciente o de proble-
mas sociales o interpersonales importantes.

El estupor se diagnostica por la disminución profunda o ausencia de la


motilidad voluntaria y la respuesta normal a los estímulos externos tales
como la luz, los ruidos y el ser tocado. El enfermo permanece acostado
o sentado considerablemente inmóvil durante largos períodos de tiempo.
El habla y los movimientos espontáneos y voluntarios están ausentes o casi
completamente ausentes. Aunque puede estar presente un cierto grado de
perturbación de la conciencia, el tono muscular, la postura, la respiración
y a veces la apertura y movimientos coordinados de los ojos son tales que es
obvio que el enfermo no está ni dormido ni inconsciente.

• Pautas para el diagnóstico


a) La presencia de un estupor, descrito más arriba.
b) La ausencia de un trastorno psiquiátrico o somático que pudiera expli-
car el estupor.
c) La presencia de acontecimientos estresantes recientes o de problemas
actuales.

• F44.3 Trastornos de trance y de posesión


Trastornos en los que hay una pérdida temporal del sentido de la identidad
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seleccionadas
personal y de la plena conciencia del entorno. En algunos casos el enfermo
actúa como poseído por otra persona, espíritu, deidad o “fuerza”. La aten-
ción y la conciencia del entorno pueden limitarse a sólo uno o dos aspectos
inmediatos y a menudo se presenta un pequeño pero reiterado conjunto Recordatorio Anotaciones Chat
de movimientos, posturas y manifestaciones expresivas. Se incluyen aquí
sólo aquellos estados de trance que son involuntarios o no deseados, que
interfieren en la actividad cotidiana porque tienen lugar al margen (o son
una prolongación de) ce-remonias religiosas o culturales aceptadas.

• F
 44.4-F44.7 Trastornos disociativos de la motilidad voluntaria y de la sen-
sibilidad.

En estos trastornos hay una pérdida o alteración de las funciones motri-


ces o de la sensibilidad (generalmente cutánea), de acuerdo con las cuales
el enfermo aparenta tener una enfermedad somática, y sin embargo, no
puede encontrarse ninguna que explique los síntomas. Estos suelen repre-
sentar el concepto que el enfermo tiene de un trastorno so-mático, lo cual
puede no coincidir con la psicopatología de los síntomas de enfermedad
somática. Por otra parte, la evaluación del estado psicológico del enfermo
y de su situación social sugiere que la incapacidad funcional consecuencia
de los síntomas puede estar ayudando al enfermo a escapar de conflictos
desagradables o a expresar de una manera indirecta una necesidad de de-
pendencia o un resentimiento. Aunque los problemas o conflictos puedan
ser evidentes a terceros, el enfermo suele negar su existencia y atribuye
cualquier molestia a los síntomas o a la incapacidad derivada de ellos.

El grado de incapacidad de estos síntomas puede variar de una circuns-


tancia a otra, de-pendiendo del número y el tipo de las personas presentes
y del estado emocional del enfermo. En otras palabras, puede haber una
cierta proporción de búsqueda de atención añadida a un núcleo central e
invariable de pérdida de la motilidad o de la sensibilidad que no está bajo
el control voluntario.

En algunos enfermos los síntomas surgen en íntima relación con una situa-
ción de estrés psicológico, pero en otros no sucede así. Puede ser sorpren-
dente, pero no es constante, una tranquila aceptación (“belle indifféren-
ce”) de la grave incapacidad y la cual por otra parte también puede estar
presente en individuos bien adaptados que se enfrentan a obvias y graves
enfermedades somáticas.

Suele ser posible poner de manifiesto anomalías premórbidas de las rela-


ciones personales y de la personalidad y parientes cercanos o amigos pue-
den haber padecido enfermedades somáticas con síntomas similares a los
del enfermo. A menudo se ven variedades moderadas y transitorias de estos
trastornos en adolescentes, en particular del sexo femenino, pero los casos
crónicos suelen presentarse en adultos jóvenes. En unos pocos se desarrolla
una forma repetitiva de reacción ante estrés mediante trastornos de este
tipo, cuya presentación puede persistir mucho tiempo, ya en las edades
medias y avanzadas de la vida.

• Pautas para el diagnóstico


En presencia de trastornos del sistema nervioso o cuando se trata de un
individuo con una buena adaptación previa y con relaciones familiares y
sociales normales, el diagnósti-co debe ser hecho con mucha precaución.

a) No debe haber evidencia de un trastorno somático.


b) Debe haber un conocimiento suficiente del entorno psicológico y social
y de las relaciones interpersonales del enfermo para permitir una pre-
sunción razonable de los motivos de la aparición del trastorno.
ollo
36
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nidos
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as Glosario Bibliografía
nadas
• F44.4 Trastornos disociativos de la motilidad
Las variedades más frecuentes son la pérdida de la capacidad de movimien-
to de la totalidad o de una parte de un miembro o miembros. La paráli-
torio Anotaciones Chat sis puede ser completa o par-cial, con movimientos debilitados o lentos.
Pueden presentarse distintos tipos y grados de falta de coordinación de
movimientos (ataxia), en particular de las piernas, dando lugar a extraños
modos de andar o a la incapacidad de permanecer en pie sin ayuda (asta-
sia-abasia). Puede haber un parecido muy cercano a casi cualquier variedad
de ataxia, apraxia, acinesia, afonía, disartria, discinesia o parálisis. Pueden
aparecer también temblores o sacudidas exageradas de una o más extremi-
dades o de todo el cuerpo.

Incluye:
Afonía psicógena.
Disfonía psicógena.

• F44.5 Convulsiones disociativas


Los movimientos de las convulsiones disociativas pueden imitar a los ata-
ques epilépticos, pero en las convulsiones disociativas la mordedura de la
lengua, las contusiones debidas a las caídas y la incontinencia de orina son
raras y no hay pérdida de la conciencia, sólo si acaso un estado de estupor
o trance.

• F44.6 Anestesias y pérdidas sensoriales disociativas


Las áreas de anestesia de la piel suelen tener unos límites que hacen evi-
dente que están más bien relacionadas con las ideas del enfermo sobre las
funciones corporales que con los principios de la psicopatología de los sín-
tomas somáticos. Puede haber también una discrepancia entre las pérdidas
de modalidades sensoriales distintas que no puede explicarse por lesiones
neurológicas. La pérdida sensorial puede acompañarse de parestesias.

En los trastornos disociativos la pérdida de la visión es rara vez total y las


perturbaciones visuales más frecuentes son una pérdida de agudeza o una
visión borrosa en general o una “visión en túnel”. A pesar de las quejas de
pérdida visual, la movilidad general del en-fermo y las funciones motrices
aisladas suelen estar sorprendentemente bien conserva-das.

La sordera disociativa y la anosmia son bastante menos frecuentes que la


pérdida de sensibilidad cutánea o de la visión.

Incluye: Sordera psicógena.

• F44.7 Trastorno disociativo (de conversión) mixto


La mezcla de trastornos especificados anteriormente (F44.0-F44.6) debe
codificarse aquí.

• F44.8 Otros trastornos disociativos (de conversión)

• F44.80 Síndrome de Ganser


Hay que codificar aquí el trastorno complejo, descrito por Ganser y carac-
terizado por parar respuestas, por lo general acompañadas de varios otros
síntomas disociativos, y que suelen presentarse en circunstancias que sugie-
ren una etiología psicógena.

• F44.81 Trastorno de personalidad múltiple


Este trastorno es raro, y no hay acuerdo sobre hasta qué punto es iatrogé-
nico o propio de una cultura específica. El hecho esencial es la existencia
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aparente de dos o más personalidades distintas en el mismo individuo, y el
que cada vez se manifiesta sólo una de ellas. Cada personalidad es comple-
ta, con sus propios recuerdos, comportamiento y preferencias, que pueden
ser muy diferentes a los de la personalidad premórbida única. Recordatorio Anotaciones Chat

En la forma común de dos personalidades, una personalidad domina pero


nunca una tiene acceso a los recuerdos de la otra y casi siempre cada una
ignora la existencia de la otra. Los cambios de una personalidad a la otra
en la primera ocasión son súbitos, y están estrechamente relacionados con
acontecimientos traumáticos. Los cambios siguientes se limitan a menudo
a acontecimientos dramáticos o estresantes o se presentan durante las sesio-
nes con un terapeuta que utiliza relajación, hipnosis o abreacción.

• F
 44.82 Trastornos disociativos (de conversión) transitorios de la infancia o
adolescencia

• F44.88 Otros trastornos disociativos (de conversión) especificados


Incluye:
Confusión psicógena.
Estado crepuscular psicógeno.

OTROS TRASTORNOS DISOCIATIVOS

ADEMÁS DE LOS CINCO TRASTORNOS EXPUESTOS ANTERIORMEN-


TE, ENCONTRAMOS OTROS ENMARCADOS YA sea en Trastornos no Es-
pecificados (DSM-IV) o en Otros Trastornos (CIE-10). Entre ellos podemos
mencionar los siguientes:

a. Síndrome de Ganser: caracterizado por la emisión de respuestas erró-


neas aunque cercanas a las correctas para el caso (respuestas de aproxi-
mación). También se aprecian gestos por aproximación, alteración de la
conciencia, alucinaciones y pérdi-da de memoria. Su marco de presen-
tación sugiere una etiología psicógena (Vallejo 2002, pág. 33-34).

b. Trastorno de Trance y Posesión: son trastornos en los que existe una


pérdida tem-poral del sentido de la identidad personal y de la conciencia
del entorno (1). Dentro de las especificaciones del DSM-IV, el estado
de trance no se asocia a la aparición de otras identidades y la actividad
desarrollada en el transcurso del estado no suele ser de carácter com-
plejo. Mientras que en el estado de posesión puede aparecer más de una
identidad alternativa que se presenta con características propias del in-
dividuo, y la tarea desarrollada tiene mayor complejidad, por ejemplo
mantener una conversación coherente. En este estado suele presentarse
una amnesia total o par-cial, no frecuente en el estado de trance.

c. Trastorno Disociativo de la Motilidad: Las variedades más frecuentes son


la pérdida de la capacidad de movimiento de la totalidad o de una parte
de un miembro o miembros. La parálisis puede ser completa o parcial,
con movimientos debilitados o lentos. Puede parecerse a ataxia, apraxia,
acinesia, afonía, disartria, discinesia, ataque o parálisis. Pueden aparecer
también temblores o sacudidas exagerados de una o más extremidades o
de todo el cuerpo (1).

d. Convulsiones Disociativas: Los movimientos de las convulsiones disocia-


tivas pueden imitar a los ataques epilépticos, pero en ellas la mordedura
de la lengua, las contusiones debidas a las caídas y la incontinencia de
orina son raras y no hay pérdida de la conciencia.

e. Anestesias y Pérdidas Sensoriales Disociativas: caracterizado por la


ollo
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aparición de alteraciones exclusivamente de tipo sensitivo-sensorial que
no son consecuencia de lesiones neurológicas. Las más frecuentes son
las pérdidas o alteraciones de la sensibilidad cutánea y las pérdidas visua-
torio Anotaciones Chat
les (la pérdida de la visión es rara vez total y las perturbaciones visuales
más frecuentes son una pérdida de agudeza o una visión borrosa) man-
teniéndose intactas la movilidad y las funciones motrices. También se
incluyen la sordera y la anosmia disociativa. Puede presentarse, además,
parestesia.
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TEMA N.°4: TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

En el trastorno del control de los impulsos existe una dificultad para resistir a un Recordatorio
im- Anotaciones Chat
pulso, una motivación o una tentación para llevar a cabo un acto perjudicial. Se trataría
de acciones que se realizan por impulsos descontrolados con la falta de control auto
reflexivo en cual no se tengan en cuenta las consecuencias de los hechos.

Los trastornos del control de impulsos son una clase de desórdenes psiquiátri-cos carac-
terizados por la impulsividad – no resistir la tentación, deseo o impulso que le puede
hacer daño a sí mismo o a otros.

Teniendo en cuenta siguientes consecuencias emocionales: Antes la acción hay un au-


mento de la tensión emocional. Durante la acción se tiene una sensación placentera,
liberadora. Tras la acción pueden arrepentirse o sentirse culpable Gómez, (2012).

4.1. Características, juego patológico, cleptomanía, piromanía, tricotilomania, otros.

Los trastornos del control de los impulsos tienen en común:

El fracaso por parte de la persona en controlar el impulso de llevar a cabo un acto


que supone un daño para sí misma o para los demás.

La sensación creciente de tensión o activación antes de llevar a cabo el acto, así


como la experiencia de placer o liberación en el momento de consumar el acto.
Tras el acto puede o no haber arrepentimiento, autorreproches o culpa.

Trastornos de los impulsos:


1. Trastorno explosivo intermitente.
2. Cleptomanía.
3. Piromanía.
4. Juego patológico.
5. Tricotilomanía.

a. Trastorno explosivo intermitente: Se caracteriza por el fracaso a la hora de re-


sistir los impulsos agresivos, dando como resultado asaltos graves o destrucción
seria de propiedades. Ejemplos de este comportamiento incluyen amenazar o
herir a otra persona o romper o dañar intencionadamente un objeto de valor.

El grado de agresividad expresado durante un episodio está fuera de proporción


respecto a cualquier provocación o estrés situacional. El individuo puede descri-
bir los episodios como “ataques” en los que la conducta explosiva está precedida
por una sensación de tensión o activación y seguido inmediatamente por una
sensación de alivio.

A menudo, tras el estallido aparece un arrepentimiento sincero. Más tarde, el


individuo puede sentir también remordimiento o vergüenza por su comporta-
miento.

La mayoría de estas personas son hombres jóvenes y sus historias muestran a me-
nudo accidentes de tráfico frecuentes, infracciones y posiblemente impulsividad
sexual. Pueden exhibir una sensibilidad extrema al alcohol.

Las personas con un trastorno explosivo intermitente describen a veces impul-


sos agresivos intensos antes de sus actos agresivos, y no son capaces de resistirse
a dichos impulsos, cediendo ante ellos. Los episodios explosivos pueden estar
ollo
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as Glosario Bibliografía
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asociados a síntomas afectivos como irritabilidad o rabia, energía creciente y
pensamientos que aparecen con gran rapidez, durante los impulsos y los actos
agresivos, así como una rápida aparición de un estado de ánimo deprimido y
torio Anotaciones Chat
fatiga después de los actos agresivos.

Algunos individuos describen también que sus episodios agresivos van precedi-
dos o acompañados a menudo por síntomas tales como hormigueos, temblores,
palpitaciones, opresión en el pecho, presión en la cabeza, o escuchar un eco.
Este desorden puede dar lugar a la pérdida del trabajo, a la suspensión en la
escuela, al divorcio, a dificultades en las relaciones interpersonales, a accidentes
(por ejemplo, de tráfico), a hospitalización debido a lesiones por peleas o acci-
dentes, a problemas financieros, a encarcelamientos o a otros problemas legales.

Criterios diagnósticos DSM-IV:


A. Varios episodios aislados de dificultad para controlar los impulsos agresivos,
que dan lugar a violencia o a destrucción de la propiedad.

B. El grado de agresividad durante los episodios es desproporcionado con res-


pecto a la intensidad de cualquier estresante psicosocial precipitante.

C. Los episodios agresivos no se explican mejor por la presencia de otro trastor-


no mental (p. ej., trastorno antisocial de la personalidad, trastorno límite de
la personalidad, trastorno psicótico, episodio maníaco, trastorno disocial o
trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y no son debidos a los
efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, medicamentos)
o a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal, enfermedad de Al-
zheimer).

b. Cleptomanía:
La cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos cuya características
esencial es la dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar cual-
quier objeto, aún cuando no sea necesario para el uso personal o por su valor
económico.

La persona que lo padece experimenta una sensación de tensión creciente antes


del robo, seguida de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo.
El robo no se comete para expresar cólera o por venganza. Los objetos son roba-
dos a pesar de que tengan poco valor para el individuo, que tendría medios para
adquirirlos y que con frecuencia se desprende de ellos y no los usa. A veces los
acumula o los devuelve inesperadamente. Aunque las personas con este trastor-
no evitarán robar cuando sea probable un arresto inmediato (en presencia de
un policía), no planifican los robos ni toman medidas adecuadas para evitar las
posibilidades de arresto. El robo se comete sin la asisten-cia de otras personas.

Estas personas reconocen que el deseo de robar sale de ellos mismos y son cons-
cientes de que se trata de un acto equivocado. Con frecuencia temen ser arres-
tados y se sien-tes deprimidos y o culpables. El trastorno suele crear problemas
legales, familiares y personales. (Vallejo, 2012).

Criterios diagnósticos DSM-IV:

A. Dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar objetos que no son
necesa-rios para el uso personal o por su valor económico.
B. Sensación de tensión creciente inmediatamente antes de cometer el robo.
C. Bienestar, gratificación o liberación en el momento de cometer el robo.
D. El robo no se comete para expresar cólera o por venganza y no es en respuesta
a una idea delirante o a una alucinación.
E. El robo no se explica por la presencia de un trastorno disocial, un episodio
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maníaco o un trastorno antisocial de la personalidad.

c. Piromanía:
Recordatorio Anotaciones Chat

La piromanía es una enfermedad que provoca en los pacientes su satisfacción


ocasionando fuegos, incendios, y con el placer de contemplar sus consecuencias.

Esta afición enfermiza suele iniciarse en la edad juvenil, con mayor frecuencia
en varones y especialmente en aquéllos que se destacan poco o nada por ha-
bilidades socialmen-te atractivas. Suelen ser personas solitarias, grises, que no
llaman la atención por ningu-na cualidad agradable.

Muchos de los pirómanos expresan su atracción por el fuego participando en


programas de prevención, de forma voluntaria. Unos pocos llegan a enrolarse
en cuerpos de bom-beros, pero lo más habitual es que se trate de “espontáneos”
dispuestos a echar una mano siempre que un fuego estalla en sus cercanías.
Otros, son visitantes asiduos de los museos sobre fuego y de los parques de bom-
beros.

Es importante señalar que no buscan móviles económicos, sino simplemente


satisfacer su morboso apetito de incendios y de las situaciones afines. El verano
es una época ex-celsa para ellos, pues resulta fácil, por las condiciones climáticas,
extender grandes áreas de fuego a partir de pequeñas hogueras.

Criterios diagnósticos DSM-IV:

A. Provocación deliberada e intencionada de un incendio en más de una oca-


sión.
B. Tensión o activación emocional antes del acto.
C. Fascinación, interés, curiosidad acerca de o atracción por el fuego y su con-
texto situacional.
D. Bienestar, gratificación o liberación cuando se inicia el fuego, o cuando se
observa o se participa en sus consecuencias.
E. El incendio no se provoca por móviles económicos, como expresión de una
ideología sociopolítica, para ocultar una actividad criminal, para expresar
cólera o venganza, para mejorar las propias circunstancias de la vida, en res-
puesta a una idea delirante o a una alucinación, o como resultado de una
alteración del juicio (p. ej., en la demencia, retraso mental, intoxicación por
sustancias).
F. La provocación del incendio no se explica por la presencia de un trastorno
disocial, un episodio maníaco, o un trastorno antisocial de la personalidad.
D.Juego patológico:

Existe un gran número de personas para las que jugar es el centro de sus vidas,
fracasando, al menos aparentemente, en todos los intentos de resistir el impul-
so de hacerlo. Como consecuencia de ello, se dañan seriamente sus relaciones
familiares, laborales, personales y de cualquier otro tipo. Estas personas “pade-
cen” o al menos se ha conceptualizado como tal, una enfermedad psicológica
denominada juego patológico o compulsi-vo y se les conoce como ludópatas.
(Gómez, 2012)

El juego patológico es un trastorno del control de los impulsos cuya caracterís-


tica esencial es un comportamiento de juego desadaptativo y persistente que
altera la continuidad de la vida personal, familiar y profesional.

La persona que padece este trastorno puede estar preocupada por el juego (revi-
viendo experiencias pasadas de juego, planificando próximas aventuras de juego
o pensando en la forma de conseguir dinero para seguir jugando). Muchos de
ollo
42
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

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estos individuos dicen buscar “acción” (estado de euforia) más que dinero.

Criterios diagnósticos DSM-IV:


torio Anotaciones Chat

A. Conducta de juego perjudicial y recurrente, caracterizada al menos por cinco


de los siguientes síntomas:
1. Preocupación frecuente por jugar.
2. Existe la necesidad de aumentar la magnitud o la frecuencia de las apuestas
para conseguir la excitación deseada.
3. Intentos repetidos sin éxito para controlar, reducir o parar el juego.
4. Intranquilidad o irritabilidad cuando se intenta reducir o parar el juego.
5. El juego como estrategia para escapar de problemas, o para mitigar un
estado de ánimo deprimido o disfórico.
6. Después de perder dinero en el juego, vuelta al día siguiente para intentar
recuperarlo.
7. Mentiras a miembros de la familia, terapeutas u otros, para ocultar el grado
de importancia del juego.
8. Comisión de actos ilegales como: fraude, falsificación, robo o desfalco, para
poder financiar el juego.
9. Arriesgar o perder una relación de importancia, trabajo, u oportunidad
escolar o laboral a causa del juego.
10. Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada
situación financiera causada por el juego.
B. La conducta de juego no se encuentra asociada a un episodio maníaco.

e.Tricotilomanía
Trico significa “pelo”, manía “impulso” de realizar una conducta. La tricotiloma-
nía es el comportamiento recurrente de arrancarse el propio cabello, y/o vello
del cuerpo, por simple placer, gratificación o liberación de la tensión.

La tricotilomanía esencialmente es el arrancamiento del cabello con pérdida


abundante y no debido a algún tipo de enfermedad médica. Aunque la parte
más afectada es la cabeza, no tiene que ser solo ella, sino que puede abarcar
diferentes partes del cuer-po, desde las cejas, pestañas, axilas, hasta el pubis.
Cuando es en la cabeza se suele situar, sobre todo en zonas temporales, frontales
y parietales combinadas.

Se trata de un hábito nervioso reversible. El inicio del trastorno se da mayormen-


te en la infancia y adolescencia, siendo el número de niños afectados superior
al de adultos.

Criterios diagnósticos DSM-IV:


A. Arrancamiento del propio pelo de forma recurrente, que da lugar a una pér-
dida perceptible de pelo.
B. Sensación de tensión crecente inmediatamente antes del arrancamiento de
pelo o cuando se intenta resistir la práctica de ese comportamiento.
C. Bienestar, gratificación o liberación cuando se produce el arrancamiento del
pelo.
D. La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental
y no se debe a una enfermedad médica (p. ej., enfermedad dermatológica).
E. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro social, la-
boral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. En la Clínica
Hipnos tratamos todos los trastornos de control de los impulsos.

En la Clínica Hipnos tratamos todos los trastornos de control de los impulsos.


Método en hipnosis propio y exclusivo.
UNIDADInicio
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Diagrama Objetivos

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LECTURA SELECCIONADA N.°2


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Recordatorio Anotaciones Chat

NUEVOS RETOS EN EL TRATAMIENTO DEL JUEGO PATOLÓGICO

Recordatorio Anotaciones Chat Autores: Echeburrua, Salaberria, Cruz.


Universidad del Pais Vasco, 2014. 32( 1), pág. 31-40.

La ludopatía es una forma de adicción sin drogas. Las adicciones, tal como figu-
ra en la nueva edición del DSM- 5 (American PsychiatricAssociation, 2013), no se
limitan exclusivamente a las conductas problemáticas generadas por algunas sus-
tancias químicas, como los opiáceos, los estimulantes, los ansiolíticos, la nicotina o
el alcohol. Lo cierto es que de conductas norma-les, como implicarse en juegos de
apuestas, conectarse a Internet o recurrir a las redes sociales, se pueden hacer usos
anormales en función de la intensidad, de la frecuencia o de la cantidad de dinero
invertida y, en último término, en función del grado de interferencia negativa en
las relaciones familiares, sociales y laborales/ académicas de las personas implica-
das (Echeburúa y Corral, 2008). En la tabla 1 figuran los criterios del DSM-5 para
el juego patológico, que, de momento, es la única adicción sin droga considerada
como tal (el-Guebaly, Mudry, Zohar, Tavares y Potenza, 2012).

El paciente muestra una conducta de juego persistente y desadaptativa, tal como se


refleja en la presencia de 4 o más de los siguientes síntomas:

1) preocupación por el juego.


2) Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado
de excitación deseado.
3) Fracasos repetidos en los esfuerzos para controlar el juego.
4) Inquietud o irritabilidad cuando se intenta interrumpir o detener el juego.
5) Utilización del juego como vía de escape de los problemas o de alivio del males-
tar emocional.
6) Intentos repetidos de recuperar el dinero perdido.
7) Mentiras a la familia y a los terapeutas sobre la implicación en el juego.
8) puesta en peligro o pérdida de relaciones personales significativas, de trabajo o
de oportunidades educativas debido al juego.
9) Apoyo económico reiterado por parte de la familia y de los amigos.

Las adicciones sin drogas funcionan, en unos casos, como conductas sobreapren-
didas que traen consigo consecuencias negativas y se adquieren a fuerza de repetir
comportamientos que en un principio resultan agradables; y en otros, como estra-
tegias de afrontamiento inadecuadas para hacer frente a los problemas personales
(por ejemplo, acudir al bingo para hacer frente a la ansiedad o a la tristeza).

La presencia incontrolada de máquinas tragaperras en bares y lugares de ocio, jun-


to con la oferta abundante de bingos, casinos y de los juegos más tradicionales
(quinielas, loterías, cupones, carreras de caballos, etcétera), así como de las casas
de apuestas y del juego online, ha hecho aumentar considerablemente la ludopatía.
La indefensión ante esta avalancha de juegos con apuestas afecta especialmente a
los adolescentes y a las personas más vulnerables psicológicamente.

En España, la tasa de prevalencia de la ludopatía, incluyendo en ella la dependen-


cia al juego y el juego problemático, oscila entre el 2% y el 3% de la población adul-
ta (Becoña, 1999). Estos datos son similares a los obtenidos en otros países (lorains,
cowlissahaw y thomas, 2011). El juego patológico implica la pérdida de control, la
dependencia emocional, la tolerancia y la interferencia grave en la vida cotidiana;
los jugadores problemáticos, a su vez, se caracterizan por presentar dificultades en
el funcionamiento diario (manejo del dinero, deudas centradas, mentiras, aisla-
ollo
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nidos
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miento social, relaciones con la pareja, etcétera) debidas al juego, pero sin mostrar
(todavía) los criterios diagnósticos de la ludopatía.

torio Anotaciones Chat El trastorno es mucho más frecuente en hombres que en mujeres, pero estas son
mucho más reacias a buscar ayuda terapéutica por la censura social existente. Mien-
tras las motivaciones de los hombres para jugar son la obtención de un dinero fácil
y la búsqueda de excitación, las mujeres juegan más para aliviar el malestar emo-
cional y para hacer frente a la soledad. Las mujeres comienzan a jugar a una edad
más tardía que los hombres, pero la adicción se desarrolla más rápidamente. Sin
embargo, estas diferencias no se han tenido en cuenta a la hora de diseñar trata-
mientos específicos. De hecho, son muy pocas las mujeres que han formado parte
de las investigaciones clínicas publicadas hasta la fecha (Echeburúa, González-Or-
tega, Corral y Polo-López, 2011; González-Ortega, Echeburúa, Corral, Polo-López
y Alberich, 2013).

A diferencia de otras conductas adictivas, el juego patológico se distribuye por todas


las clases sociales y por todas las edades. No obstante, la edad de acceso al juego ha
descendido en los últimos años. De este modo, cada vez son más los adolescentes
que buscan tratamiento por problemas de juego.

Desde una perspectiva psicopatológica, la depresión, los trastornos de ansiedad y


el abuso de alcohol están asociados con frecuencia al juego patológico en forma de
trastornos comórbidos. Así, la tasa de prevalencia del consumo abusivo de alcohol
u otras drogas entre los ludópatas oscila alrededor del 15%-20% (Lorains et al.,
2011).

Tratamientos psicológicos efectivos


Al haberse considerado la ludopatía como una adicción, se ha recurrido a la utiliza-
ción de técnicas terapéuticas que han mostrado su utilidad en el control del alcoho-
lismo y de la drogadicción. De hecho, los primeros programas de trata- miento es-
tructurados han sido en régi-men de internamiento y comunes a los llevados a cabo
con alcohólicos (McCormick y Ramírez, 1988). Actualmente la mayor parte de los
programas de tratamiento se llevan a cabo en régi-men ambulatorio e incluyen di-
versas alternativas (tratamiento psicológico, farmacoterapia, grupos de autoayuda)
y diferentes formatos (individual o grupal). El internamiento en un centro hospi-
talario se limita a los casos con crisis agudas severas, con fracasos terapéuticos reite-
rados y con trastornos comórbidos, especialmente depresión e intentos de suicidio.

Terapias conductuales
El enfoque conductual analiza la conducta de juego a partir de los antecedentes
(expectativas económicas, seña- les de juego, emociones positivas o negativas, re-
laciones interpersonales, ansia de juego), las conductas abiertas o encubiertas (el
dinero invertido en el juego, las es-trategias de afrontamiento del malestar emocio-
nal, los pensamientos relacionados con el juego) y las consecuencias, tanto positivas
(dinero ganado, activación psicofisiológica, oportunidades de so-cialización, evita-
ción de la soledad) como negativas (deudas, depresión, baja autoestima, con-flictos
familiares y laborales, problemas con la Justicia). La activación fisiológica generada
por el juego, el reforzamiento variable y el alivio de la tensión son los principales
factores en el proce-so de reforzamiento (Hodgins y Holub, 2007).

a) Desensibilización imaginada y relajación


La utilización de técnicas reductoras de ansiedad la desensibilización imaginada,
principalmente está estrechamente relacionada con el “mecanismo de ejecución
conductual” como teoría explicativa del mantenimiento del juego. Según esta
teoría, en el Sistema Nervioso central se establece un mecanismo neurofisio-
lógico de ejecución de una conducta cuando dicha conduc-ta se convierte en
habitual. Este mecanismo es activado cuando la persona está en presencia de
estímulos que preceden a la realización de la conducta habitual o cuando la
persona piensa en llevar a cabo dicho comportamiento. Si la cadena de con-
ductas no es completada cuando el sujeto es estimulado para llevarla a cabo, el
mecanismo de ejecución conductual produce un aumento de activación y, por
UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
45

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
tanto, de tensión subjetiva. el malestar producido por esta situación fuerza al
sujeto a completar la conducta, incluso aunque no desee hacerlo (McConaghy,
Blaszczynski y Frankova, 1991).
Recordatorio Anotaciones Chat

La desensibilización imaginada implica que los sujetos, en primer lugar, tienen


que describir unas cuantas situaciones que les impulsan a jugar, pero sin culmi-
nar en la conducta de juego. a continuación, se les enseña a tranquilizarse con
un método breve de relajación. Después, los sujetos, en estado de relajación,
tienen que imaginarse la primera situación, y así sucesivamente hasta completar
las escenas descritas.

En el estudio de seguimiento a largo plazo de mcconaghy et al. (1991), se com-


prueba la potencialidad terapéutica de la desensibilización imaginada, espe-
cialmente desde la perspectiva de costes y beneficios, que se muestra superior
incluso a otras técnicas conductuales, como las técnicas aversivas, la relajación
y la exposición en vivo. lo más interesante de este estudio es que un programa
terapéutico que implica a un único terapeuta, que dura solo 1 semana y que no
requiere más de 14 horas de tratamiento, pueda tener una tasa de éxito global
cercana al 66% de los casos tratados al cabo de 5 años de seguimiento. Resulta,
sin embargo, cuestionable el hecho de llevarlo a cabo en régimen de interna-
miento, ya que la sencillez de la intervención terapéutica permite ejecutarla en
un ámbito ambulatorio. Por ello, los pacien-tes elegidos, que están necesitados
de una buena motivación para el internamiento, pueden no ser representativos
de los pacientes que demandan ayuda terapéutica habitualmente.

b) Control de estímulos y exposición en vivo con prevención de respuesta


El control estimular implica limitar el uso del dinero del paciente (dinero en
efectivo y tarjetas de crédito), impedir el recorrido de los circuitos de riesgo y
evitar el contacto con amigos jugadores problemáticos. Una estrategia adicional
es firmar una hoja de autoexclusión de los casinos y bingos, cancela las tarjetas
de crédito y transferir el control del dinero a otra persona. a medida que el tra-
tamiento avanza, se atenúa el control estimular (excepto en lo que se refiere al
contacto con los jugadores problemáticos y al programa de autoexclusión) para
facilitar el autocontrol de la conducta de juego por parte del propio paciente. El
programa de autoexclusión puede facilitar el compromiso de los pacientes con
el cambio de conducta (Nelson, Kleschinsky, LaBrie, Kaplan y Shaffer, 2010).

En el estudio de Echeburúa, Báez y Fernández-Montalvo (1996) se compara la


eficacia diferencial de tres modalidades terapéuticas con el objetivo de la absti-
nencia del juego: a) tratamiento individual de control de estímulos y exposición
en vivo con prevención de respuesta; b) terapia de grupo cognitivo-conductual; y
c) una combinación de ambas modalidades terapéuticas. La importancia de este
estudio radica en el tamaño de la muestra (64 jugadores patológicos), en la ho-
mogeneidad del juego (máquinas tragaperras), en la brevedad del tratamiento
(6 semanas) y en que, por primera vez, se utiliza un grupo de control sin trata-
miento con el que se pueden comparar los resultados de los grupos terapéuticos.
En el seguimiento de los 12 meses los resultados más favorables correspondieron
al primer grupo, en donde se obtuvo una tasa de éxito terapéutico del 68.8%
frente al 37.5% de los grupos segundo y tercero. la terapia conductual se mostró
más efectiva que la reestructuración cognitiva e incluso que la terapia combina-
da en relación con la conducta de juego.

Se ha llevado a cabo recientemente (Echeburúa, Gómez y Freixa, 2011) un es-


tudio sobre el tratamiento del juego en 44 personas afectadas por esquizofrenia
crónica y ludopatía. Se han com-parado dos grupos: a) el grupo experimental
(n=23) (tratamiento farmacológico estándar para la esquizofrenia y programa
cognitivo-conductual para el juego, centrado especialmente en el control de
estímulos y la exposición gradual en vivo con prevención de respuesta, de 20
sesiones de duración); y b) el grupo de control (n=21) (tratamiento farmaco-
lógico estándar para la esquizofrenia, sin tratamiento para el juego). Mientras
los pacientes tratados en el grupo experimental mostraron una tasa de éxito del
73.9%, solo el
ollo
46
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

as Glosario Bibliografía
nadas
19% de los participantes del grupo de control dejaron de jugar en el seguimien-
to de los 3 meses. Sin embargo, la mejoría del grupo experimental, aun siendo
significativa, se redujo en el seguimiento de los 12 meses.
torio Anotaciones Chat

A diferencia de los estudios anteriores, en algunos trabajos, como el de Jimé-


nez-Murcia et al. (2012), se concluye que la adición de la exposición y preven-
ción de respuesta (separadas del control de estímulos) a la terapia cognitivo-con-
ductual grupal aumenta las tasas de abandono. Falta por confirmar este aspecto
en estudios posteriores.

En resumen, de acuerdo con el meta-análisis de pallesen, Mitsem, Kvale, John-


sen y Molde (2005), los tratamientos centrados en el control de la ansiedad y la
exposición a los estímulos de juego son efectivos para reducir el ansia de juego,
el dinero apostado y el tiempo invertido en el juego, así como para lograr la abs-
tinencia. Es más, estos cambios conductuales facilitan la modificación de las dis-
torsiones cognitivas, sin llevar a cabo una intervención propiamente cognitiva.

Terapias cognitivas
En los jugadores patológicos se detectan sesgos cognitivos que facilitan la implica-
ción excesiva en el juego, tales como la ilusión de control, el pensamiento supersti-
cioso o la percepción errónea del cálculo de probabilidades (la falacia del jugador).
De este modo, la familiaridad con el juego fomenta la ilusión de control por parte
del sujeto, así como la auto eficacia percibida en relación con la mayor probabili-
dad de ganancias. De ahí que los jugadores regulares tengan más pensamientos
irracionales que los jugadores ocasionales, independientemente del tipo de juego,
y que asuman más conductas de riesgo. Es decir, la regularidad de participación en
el juego erosiona la racionalidad y facilita el establecimiento de un tipo de pensa-
miento irracio-nal.

Por otra parte, los jugadores patológicos tienden a evaluar los resultados del juego
de una manera sesgada, con la creencia de que las pérdidas continuadas anuncian
la llegada de una ga-nancia inminente que les va a permitir recuperarse e incluso
ganar. Es eso lo que les permite persistir en el juego a pesar de las persistentes pér-
didas (Ladouceur, 2005).

Las terapias cognitivas ponen el énfasis en la modificación de las distorsiones cogni-


tivas para reducir las ganas de jugar y las conductas de juego. El objetivo de las tera-
pias cognitivas es enseñar al paciente a hacer frente a estos pensamientos irraciona-
les y a establecer una relación adecuada entre los pensamientos, las emociones y las
conductas, así como a detectar las autoverbalizaciones utilizadas en relación con el
juego. En estas terapias también se adiestra al paciente a superar el ansia de juego
y a controlar adecuadamente las emociones y se le enseñan técnicas de solución de
problemas. en las investigaciones clínicas más recientes con el jue-go patológico se
han combinado técnicas conductuales y cognitivas (tcc) (corrección cognitiva de
la percepción errónea de la probabilidad de ganar, entrenamiento en solución de
problemas y entrenamiento en habilidades sociales). así, el grupo de ladouceur, en
dos ensayos clínicos diferentes (Ladouceur et al., 2001, 2003) referidos al objetivo
terapéutico del juego controlado, ha comparado la TCC (10 sesiones) en un forma-
to individual con un seguimien-to de 12 meses y la TCC (10 sesiones) en un formato
grupal con un seguimiento de 24 me-ses, respectivamente, con un grupo de control
de lista de espera. en el segundo ensayo se incorporó a la TCC un componente
específico de prevención de recaídas. Los sujetos tratados en los grupos experimen-
tales obtuvieron una mayor mejoría (85% y 88%, respectivamente) res-pecto a los
de los grupos de control (20%) en cuanto a la reducción de los problemas con el
juego. No obstante, en estos estudios el nivel de abandonos es muy alto (el 47% de
los pacientes tratados en el primer estudio y el 26% en el segundo), lo cual rebaja
considerablemente el porcentaje de éxito señalado por los autores.

También se ha comparado la TCC en un formato manualizado individual de 8 sesio-


nes (dirigida por un psicólogo o completada por el propio paciente con un texto de
autoayuda) con un grupo de pacientes de jugadores anónimos (ja). los pacientes en
UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
47

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
todos los casos redujeron las conductas de juego, pero los resultados de la TCC en
ambas variantes fueron superiores a los obtenidos en el grupo de JA en relación con
la gravedad y la frecuencia de las conductas de juego (Petry et al., 2006).
Recordatorio Anotaciones Chat

En un estudio reciente de Grant, Donahue, Odlaug, Kim, Miller y Petry (2009) se


comparó un programa cognitivo- conductual (exposición en imágenes a los estímu-
los suscitadores de deseo e inducción de un estado de ánimo negativo, centrado en
el pensamiento de las consecuencias negativas del juego, cuando el ansia de juego
está activa, lo que es una forma de sensibilización encubierta) de 6 sesiones, con
un programa de JA. Al cabo de 1 mes de se-guimiento, el 64% de los sujetos del
programa cognitivo-conductual estaban abstinentes, pero solo lo estaban un 17%
de los sujetos de JA. en resumen, la tcc parece efectiva para reducir las conductas
de juego. Cuando se aplica en un formato individual, la retención en el progra-
ma ha aumentado cuando se refuerza explícitamente por lo conseguido, se hacen
llamadas recordatorios de las sesiones y se establece un diario de actividades que
se revisa semanalmente. a su vez, los tratamientos grupales se refuerzan cuando
cada paciente lleva a cabo tareas escritas individualizadas, de modo que se permite
hacer un tratamiento a la medi-da de las necesidades del paciente (Melville, Davis,
Matzenbacher y Clayborne,2004). Sin em-bargo, aún no se ha conseguido estable-
cer con precisión el número óptimo de sesiones necesario para reducir el juego y
mantener la mejoría con el paso del tiempo (Grant y Odlaug, 2012).

Jugadores Anónimos (JA)


Inspirado en la tradición y los principios espirituales de alcohólicos anónimos, ja
desarrolla un programa de tratamiento grupal de autoayuda basado en la abstinen-
cia como objetivo terapéutico. JA considera al juego patológico como una enferme-
dad que puede ser detenida, pero nunca curada. Los sujetos afectados van a tener
siempre una predisposición a perder el control en el juego si de nuevo entran en
contacto con él.

Con la ayuda de los doce pasos los jugadores pueden recuperarse y lograr la abs-
tinencia. El objetivo del grupo es compartir intereses comunes, dar un marco de
comprensión para lo que ocurre a sus componentes y dotar a todos ellos de un apo-
yo emocional, incluso espiritual, y de esperanza ante el futuro. El anonimato facilita
la apertura a los miembros del grupo (Hodgins y Holub, 2007).

No hay datos inequívocos acerca de la eficacia de JA en estudios controlados y los


estudios resultan contradictorios. Las tasas de recaídas tienden a ser altas. Según
el estudio de Stewart y Brown (1988), la abstinencia se mantiene en solo un 7.5%
de los sujetos evaluados un año después de la primera reunión. Asimismo la tasa
de abandonos es alta. Sin embargo, en el estudio de Petry et al. (2006) los sujetos
que acuden a JA obtienen mejores resultados que los que no lo hacen, estén o no
en un tratamiento profesional al mismo tiempo (Petry et al., 2006). A su vez, en un
estudio reciente de Toneatto y Dragonetti (2008) no hubo diferencias entre la TCC
y la terapia de JA ni en la tasa de abstinencia ni en el dinero gastado en el juego a
los 12 meses de seguimiento.

Se está estudiando también la efectividad terapéutica de ja en relación con la par-


ticipación de las parejas de los jugadores en grupos de familiares. Al parecer, las
tasas de abstinencia de los jugadores son mayores cuando sus parejas acuden a los
grupos de familiares.

Objetivos Inicio

CONTROL DE LECTURA N.°1


Actividades Autoevaluación
s Esta actividad puede consultarla en su aula virtual

Glosario Bibliografía
s

o Anotaciones Chat
ollo
48
Actividades Autoevaluación Diagrama UNIDAD I: Inicio
Objetivos TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

Desarrollo Actividades Autoevaluación


as Glosario Bibliografía de contenidos
nadas

GLOSARIO DE LA UNIDAD I
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
torio Anotaciones Chat

Coloquial: Se aplica al lenguaje, palabra o expresión que son propios de la conversación


cotidiana de los hablantes.
Recordatorio
Convulsiones:
Anotaciones Chat
Contracciones involuntarias e instantáneas que determinan movimientos
localizados en uno o varios grupos musculares o generalizados por todo el cuerpo.
Delirante: persona enardecida que esta perturbada por enfermedad o una fuerte pa-
sión.
Estupor: Disminución de la actividad de las funciones, acompañada de cierto aire o
aspecto de asombro o indiferencia.
Epidemiología: estudia la evolución, inicio, difusión y profilaxis de las enfermedades en
los grupos humanos, en el tiempo y espacio.
Pate o rama de la medicina que
DSM-IV-TR: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders of the American Psy-
chiatric
Diagrama Objetivos APA:
Inicio Association, cuarta edición. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastor-nos

Desarrollo Actividades Autoevaluación


de contenidos

BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD I
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Caballo,V., Salazar, I ., Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psico-lógi-


cos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
Belloch, A; Sandín, B y Ramos, F. (2008). Manual de Psicopatología. Volumen I Madrid:
Recordatorio Anotaciones
McChat
Graw Hill.
Vallejo, J. (2002). Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría. Madrid: Elsevier Mas-
son.
Gómez Jarabo, G (2012). Trastornos psicopatológicos. (En línea), Madrid. Disponible en:
http://www.biopsicologia.net/Nivel-4-Patologias/1.-Trastornos-psicopatologicos.html#
UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO PSICOPATOLOGIA II
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
49

Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD I
Actividades Autoevaluación
s Recordatorio Anotaciones Chat

1. Suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de pensar, dando lugar


a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo que está sintiendo la per-
Glosario
sona afectada.
Bibliografía
s

a. La Esquizofrenia
b. La Psicosis
o Anotaciones Chat
c. El trastorno disociativo
d. El trastorno

2. La característica primordial, es la presencia de un período continuo de enferme-


dad durante el cual se presenta un episodio depresivo mayor, maníaco o mixto,
simultá-neamente.

a. Trastorno Esquizoafectivo
b. Trastorno Delirante
c. El trastorno Ezquizofreniforme
d. El trastorno Bipolar

3. En qué año fue, cuando Bleuler acuño el término “esquizofrenia”.

a. 1908
b. 1910
c. 1911
d. 1912

4. La característica primordial de este trastorno es la presencia de un período con-


tinuo de enfermedad durante el cual se presenta un episodio depresivo mayor,
maníaco o mixto, simultáneamente,

a. Trastorno Esquizoafectivo
b. Trastorno Delirante
c. El trastorno Ezquizofreniforme
d. El trastorno Bipolar

5. La característica esencial de los trastornos disociativos

a. por una incapacidad para recordar información personal importante


b. por viajes repentinos e inesperados lejos del hogar o del puesto de trabajo,
acompañados de incapacidad para recordar el propio pasado.
c. por una sensación persistente y recurrente de distanciamiento de los procesos
mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido de la reali-
dad.
d. consiste en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la
iden-tidad, la memoria y la percepción del entorno.

6. ¿Que estudia la psicología en la esquizofrenia?


a. La presencia de alucinaciones e ideas delirantes debidas a efectos fisiológicos
b. La sintomatología psicótica sobre la que no se dispone de información adecua-
da
c. El estudio de la conducta, y uno de los condicionantes de la conducta de los
ollo
50
Actividades Autoevaluación UNIDAD I: TRASTORNOS PSICÓTICOS Y ESQUIZOFRENIA,TRASTORNO DISOCIATIVO
nidos
Y TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS

as Glosario Bibliografía
nadas
suje-tos es el sistema nervioso
d. Los trastornos de personalidad, un tipo de personalidades más o menos rela-
cio-nadas con la esquizofrenia.
torio Anotaciones Chat

7. En que caracteriza el trastorno de identidad disociativo

a. se caracteriza por viajes repentinos e inesperados lejos del hogar o del puesto
de trabajo
b. se caracteriza por una incapacidad para recordar información personal impor-
tan-te, generalmente de naturaleza traumática o estresante
c. se caracteriza por una sensación persistente y recurrente de distanciamiento de
los procesos mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido
de la realidad.
d. se caracteriza por la presencia de uno o más estados de identidad o persona-
lidad que controlan el comportamiento del individuo de modo recurrente,
junto a una incapacidad para recordar información personal importante.

8. ¿Qué es el síndrome de Ganser?

a. Esta caracterizado por la aparición de alteraciones exclusivamente de tipo sen-


sitivo-sensorial que no son consecuencia de lesiones neurológicas.
b. Es la pérdida de la capacidad de movimiento de la totalidad o de una parte de
un miembro o miembros
c. Los trastornos de personalidad, un tipo de personalidades más o menos rela-
cio-nadas con la esquizofrenia
d. Son trastornos en los que existe una pérdida temporal del sentido de la identi-
dad personal y de la conciencia del entorno.

9. ¿Diga cuál de estos términos no forma parte de los trastornos de impulsos?

a. Cleptomanía
b. Piromanía
c. Juego Patológico
d. Trance y Posición

10. ¿Es un síntoma de la ludopatía?

a. El inicio del trastorno se da mayormente en la infancia y adolescencia, siendo


el número de niños afectados superior al de adultos.
b. puesta en peligro o pérdida de relaciones personales significativas, de trabajo o
de oportunidades educativas debido al juego.
c. El robo no se comete para expresar cólera o por venganza y no es en respuesta
a una idea delirante
d. Bienestar, gratificación o liberación cuando se inicia el juego, o cuando se ob-
serva o se participa en sus consecuencias.
PSICOPATOLOGIA II
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
51

Diagrama Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

UNIDAD II: T RASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO


SOMATOMORFOS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD II


Diagrama
Lecturas Objetivos
Glosario Inicio
Bibliografía
seleccionadas

LECTURAS
CONTENIDOS ACTIVIDADES
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

autoevaluación BIBLIOGRAFÍA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES


Diagrama Objetivos Inicio
Recordatorio CONOCIMIENTOS
Anotaciones Chat PROCEDIMIENTOS ACTITUDES
Tema N.°1: Trastorno del sueño
1. Identifica y explica los prin- 1. Muestra interés por cono-cer
1.1 Características. cipales síntomas de los tras- los fundamentos teó-ricos,
Desarrollo Actividades Autoevaluación
tornos del sueño. participando en forma activa y
de1.2 Criterios
contenidos diagnósticos
responsable, aprecia los temas
1.3 Clasificación: Disomnias, 2. 
Reconoce los diferentes y sus aplicaciones.
pa-rasomnias trastornos del sueño. 2. Reconoce los procedimientos
1.4 Otros trastornos del sueño de diagnostico a un paciente,
3. R
 econoce las características
Lecturas Glosario Bibliografía con los principios establecidos
seleccionadas principales del trastorno por la ética.
Lectura seleccionada N.°1 psicosomático.
Clasificación de los trastornos del 4. Identifica y explica los tipos
sueño. Autores: Pérez, Toledo, de trastornos somato-mor-
Urrestarazu, Iriarte. Anales del sis-
fos.
tema sanitario
Recordatorio de navarra,
Anotaciones 2007. 4,
Chat
pág. 19-34.
Actividad N° 2
Tema N.°2: Trastorno somatomor-
fos
Tarea Académica Nº 1
2.1 Características generales
2.2 Trastornos psicosomáticos.
Criterios diagnósticos
2.3 Trastorno de somatizacion,
trastorno somatomorfo in-di-
ferenciado, trastorno de con-
versión, trastorno por dolor,
hipocondría, tras-torno di-
mórfico corporal, otros.

Lectura seleccionada N.°2


Enfermedades Psicosomaticas y
cáncer. Autores: Sergio Martinez.
Revista digital de medicina psi-
co-somatica y psicoterapia. 2011.
1(1), pág. 1-31.

Autoevaluación de la unidad II
ollo
nidos 52
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°1: TRASTORNO DEL SUEÑO

torio Anotaciones Chat


Los trastornos del sueño se presentan en cerca de 10 a 15% de la población general y,
a menudo, se relacionan con tensión situacional, enfermedad, envejecimiento y trata-
miento con fármacos. La falta de sueño afecta de manera negativa el humor y el desem-
peño durante el día. En la población general, el insomnio persistente se relacionó con
un riesgo mayor de ansiedad o depresión clínicas.

El sueño consta de dos fases: sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) y sueño
no MOR (NMOR). El sueño MOR, también conocido como sueño profundo, es la fase
activa o paradójica del sueño en la que el cerebro permanece activo. El sueño NMOR es
la fase tranquila o descansada del sueño. El sueño NMOR, también llamado sueño de
ondas lentas, se divide en cuatro estadios en las que el sueño se profundiza progresiva-
mente según hallazgos electroencefalográficos.

Los estadios del sueño se presentan con un patrón o ciclo repetido de sueño NMOR se-
guido de sueño MOR; cada ciclo dura aproximadamente 90 minutos. El ciclo de sueño
se repite entre 4 y 6 veces durante un período de sueño de 7 a 8 horas.El ciclo sueño
vigilia lo dicta un reloj biológico intrínseco o ritmo circadiano. Las perturbaciones en
los patrones individuales de sueño pueden afectar el ritmo circadiano y deteriorar el
ciclo del sueño.

1.1. Características.
El sueño es algo necesario para sobrevivir y gozar de buena salud, pero todavía no
se sabe por qué se necesita el sueño ni exactamente cómo nos beneficia. Las nece-
sidades individuales de sueño varían ampliamente y en los adultos sanos van desde
tan sólo 4 horas diarias de sueño hasta incluso 9 horas. En general, las personas
duermen de noche aunque muchas lo hacen durante el día debido a sus horarios
de trabajo, situación que a menudo ocasiona trastornos del sueño. Muchos de los
trastornos del sueño son frecuentes.

Muchos factores, como la excitación o el estrés emocional, pueden determinar las


horas de sueño de una persona y cómo se siente al despertar. Los medicamentos
también pueden desempeñar un papel, algunos producen somnolencia mientras
que otros dificultan el sueño. Incluso ciertos alimentos o aditivos como la cafeína,
las especias fuertes y el glutamato mo-nosódico pueden afectar al sueño.

El patrón del sueño no es uniforme sino que tiene varias fases diferenciadas. Du-
rante un sueño nocturno normal hay 5 o 6 ciclos de sueño El sueño empieza por la
fase 1 (el grado más superficial, en que la persona se despierta fácilmente) y avanza
hasta la fase 4 (el grado de profundidad mayor, en que la persona se despierta con
dificultad). En la fase 4, el tono muscular, la presión arterial y la frecuencia cardíaca
y respiratoria están disminuidos al máximo. Además de estas 4 fases existe un tipo
de sueño acompañado de movimientos oculares rápidos (REM) y de actividad ce-
rebral. La actividad eléctrica en el cerebro es inusualmente alta durante el sueño
REM, algo semejante a un estado de vigilia. En un electroencefalograma (EEG)
puede registrarse la movilidad ocular y los cambios en las ondas cerebrales que se
producen durante el sueño REM. (Vallejo, 2002).

En el sueño REM, tanto la frecuencia como la profundidad de las respiraciones


están aumentadas, pero el tono muscular está deprimido, incluso en mayor medida
que en las fases de máxima profundidad del sueño no-REM. La mayoría de los sue-
ños ocurre durante el sueño REM y en la fase 3 del sueño, mientras que el hablar
dormido, los terrores nocturnos y el sonambulismo suelen ocurrir sobre todo du-
rante las fases 3 y 4. Durante un sueño nocturno normal el sueño REM sigue inme-
diatamente después de cada uno de los 5 o 6 ciclos de la fase 4 del sueño no-REM,
pero en realidad el sueño REM puede ocurrir en cualquier fase.
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
53

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
1.2. Criterios diagnósticos

1.2.1 .DISOMNIAS
Recordatorio Anotaciones Chat

Criterios para el diagnóstico de F51.0 Insomnio primario (307.42)

A. El síntoma predominante es la dificultad para iniciar o mantener el sueño,


o no tener un sueño reparador, durante al menos 1 mes.
B. La alteración del sueño (o la fatiga diurna asociada) provoca malestar clí-
nicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas impor-
tantes de la actividad del individuo.
C. La alteración del sueño no aparece exclusivamente en el transcurso de la
narcolepsia, el trastorno del sueño relacionado con la respiración, el tras-
torno del ritmo circadiano o una para-somnia.
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno
mental (p. ej., trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad generali-
zada, delirium).
E. La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de sustancia (p.
ej., drogas, fár-macos) o de una enfermedad médica.

Criterios para el diagnóstico de F51.1 Hipersomnia primaria (307.44)

A. El motivo principal de consulta es la presencia de somnolencia excesiva


como mínimo durante 1 mes (o menos si se trata de la forma recurrente),
tal y como ponen de evidencia episodios prolongados de sueño nocturno
o episodios de sueño diurno que tienen lugar casi cada día.
B. La somnolencia excesiva provoca un malestar clínicamente significativo o
deterioro social, labo-ral, o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
C. La somnolencia excesiva no puede explicarse mejor por la presencia de un
insomnio y no apa-rece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno
mental (p. ej., narcolepsia, trastorno del sueño relacionado con la respira-
ción, trastorno del ritmo circadiano o parasomnia) y no puede atribuirse
a una cantidad inadecuada de sueño.
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno
mental.
E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.

Especificar si:
Recidivante: si hay períodos de somnolencia excesiva que duran como míni-
mo 3 días y tienen lugar varias veces al año durante al menos 2 años.

Criterios para el diagnóstico de G47.4 Narcolepsia (347)

A. Ataques de sueño reparador irresistibles que aparecen diariamente duran-


te un mínimo de 3 meses.
B. Las alteraciones del sueño provocan un malestar clínicamente significativo
o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
C. Las alteraciones del sueño no aparecen exclusivamente en el transcurso de
otro trastorno del sueño u otro trastorno mental.
D. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
ollo
nidos 54
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

as Glosario Bibliografía
nadas
Especificar tipo:
Tipo sueño retrasado: patrón de sueño persistente que consiste en acostarse
y despertarse tar-de, con incapacidad para conciliar el sueño y levantarse a
torio Anotaciones Chat horas más tempranas pese a desearlo.

Tipo jet lag: somnolencia y estado de alerta presentes en momentos del día
inadecuados, y que aparece después de repetidos viajes transmeridionales a
zonas con diferente horario.

1.2.2 .PARASOMNIAS

Criterios para el diagnóstico de F51.5 Pesadillas (307.47)


A. Despertares repetidos durante el período de sueño mayor o en las siestas
diurnas, provo-cados por sueños extremadamente terroríficos y prolongados
que dejan recuerdos vivi-dos, y cuyo contenido suele centrarse en amenazas
para la propia supervivencia, seguri-dad o autoestima. Los despertares suelen
ocurrir durante la segunda mitad del período de sueño.
B. Al despertarse del sueño terrorífico, la persona recupera rápidamente el
estado orientado y despierto (a diferencia de la confusión y desorientación
que caracterizan los terrores nocturnos y algunas formas de epilepsia).
C. Las pesadillas, o la alteración del sueño determinada por los continuos
despertares, provo-can malestar clínicamente significativo o deterioro social,
laboral o de otras áreas impor-tantes de la actividad del individuo.
D. Las pesadillas no aparecen exclusivamente en el transcurso de otro trastor-
no mental (p. ej., delirium, trastorno por estrés postraumático) y no se deben
a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o
de una enfermedad médica.

Criterios para el diagnóstico de F51.4 Terrores nocturnos (307.46)


A. Episodios recurrentes de despertares bruscos, que se producen general-
mente durante el primer tercio del episodio de sueño mayor y que se ini-
cian con un grito de angustia.
B. Aparición durante el episodio de miedo y signos de activación vegetativa de
carácter intenso, por ejemplo, taquicardia, taquipnea y sudoración.
C. El individuo muestra una falta relativa de respuesta a los esfuerzos de los
demás por tranquilizarle.
D. Existe amnesia del episodio: el individuo no puede describir recuerdo al-
guno detallado de lo acontecido durante la noche.
E. Estos episodios provocan malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
F. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.

Criterios para el diagnóstico de F51.3 Sonambulismo (307.46)


A. Episodios repetidos que implican el acto de levantarse de la cama y andar
por las habitaciones en pleno sueño, que tienen un lugar generalmente
durante el primer tercio del período de sueño mayor.
B. Durante estos episodios, el individuo tiene una mirada fija y perdida, se
muestra relativamente arreactivo a los intentos de los demás para estable-
cer un diálogo con él y sólo puede ser despertado a base de grandes es-
fuerzos.
C. Al despertar (tanto en pleno episodio como a la mañana siguiente), el
sujeto no recuerda nada de lo sucedido.
D. A los pocos minutos de despertarse del episodio de sonambulismo, el indi-
viduo recobra todas sus facultades y no muestra afectación del comporta-
miento o las actividades mentales (aunque en un primer momento puede
presentar confusión o desorientación).
E. Los episodios de sonambulismo provocan malestar clínicamente significa-
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55

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seleccionadas
tivo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad
del individuo.
F. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, me-dicamentos) o de una enfermedad médica. Recordatorio Anotaciones Chat

1.3 Clasificación: Disomnias, parasomnias

a. Las disomnias
Son trastornos intrínsecos cuya etiología está dentro del organismo; extrínsecos
ocasionados por causas externas y las alteraciones de los ciclos circadianos que
resultan de la distorsión sueño-vigilia. Las dos quejas más comunes y principales
dentro de esta categoría son el insomnio y el hiperinsomnio, que son síntomas
y no constituyen un diagnóstico específico. (Vallejo, 2002).

El insomnio es una queja subjetiva de sueño inadecuado o insuficiente. Es un


síntoma y su significado clínico depende de su etiología, calidad, severidad y
cronicidad al igual que de otros signos y síntomas que pueden acompañarlo. De
acuerdo al momento de presentación del insomnio se pueden inferir tres clases:
insomnio de conciliación, insomnio con alteración en la continuidad del sue-ño
(múltiples despertares) e insomnio de despertar prematuro.

Los efectos que produce al día siguiente el insomnio son muy variados e in-
cluyen: somnolencia diurna, fatigabilidad, falta de concentración, irritabilidad,
mialgias y depresión.

Si el paciente tiene dificultad para conciliar el sueño es preciso indagar el tipo


de actividad mental o rituales antes de acostarse pues allí puede radicar la causa
del problema.

El dolor es una causa común de insomnio particularmente en personas de


edad. Por ejemplo, la sensación de ardor en la planta de los pies en pacientes
diabéticos se hace más intensa en horas de la noche. El dolor epigástrico que
se presenta durante la noche puede ser debido a reflujo gastroesofágico con
esofagitis causando fragmentación del sueño. También los síntomas urológicos
de la hipertrofia prostática y la disnea de la insuficiencia cardíaca puede causar
insomnio.

Un alto porcentaje de pacientes con insomnio sufre de enfermedades psiquiá-


tricas siendo una causa frecuente de insomnio la depresión.El hipersomnio es
la somnolencia excesiva que El hiper-somnio es la somnolencia excesiva que
puede corresponder a un trastorno del sueño cuando se presenta en momentos
inapropiados e indeseables (el trabajo, actividades sociales o cuando se condu-
cen automotores). La somnolencia que no mejora con el aumento de sueño
nocturno es un trastorno del sueño. Este se puede acompañar de periodos de
desatención y alteraciones cognoscitivas y motoras. Se debe distinguir la som-
nolencia por deprivación del sueño a un trastorno realmente patológico. Entre
los síntomas que frecuentemente se asocian al hipersomnio es el ronquido, que
puede ser un signo cardinal del síndrome de apnea del sueño, se presenta en
más del 80% de estos pacientes y ocurre durante varios años antes de aparecer
el síndrome antes men-cionado.

Algunos pacientes con hiperinsomnio que presentan episodios de cataplexia


seguramente padecen de narcolepsia. La cataplexia es un episodio súbito de
pérdida del tono muscular desencadenado por un estímulo (el más común es
la risa, también la ira, el miedo, la sorpresa y las actividades atléticas). Esta de-
bilidad puede ser focal o generalizada y en este caso no hay alteración en los
músculos respiratorios ni en los esfínteres. La preservación de la conciencia al
inicio del episodio distingue la cataplexia del síncope o de las crisis atónicas.

El hipersomnio se puede acompañar de comportamientos automáticos que se


ollo
nidos 56
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

as Glosario Bibliografía
nadas
caracterizan por alteración de la atención y amnesia del episodio. Los registros
de polisomnografía muestran periodos cortos de sueño que suelen ser periodos
de sueño NMOR. Estos comportamientos automáticos pueden ser difíciles de
torio Anotaciones Chat
distinguir de automatismos asociados a crisis parciales complejas, status de au-
sencias, confusión posictal, o amnesia global transitoria.

b. Las parasomnias
Se refieren a trastornos de la conducta durante el sueño, asociados con episodios
breves o parciales de despertar, sin que se produzca una interrupción impor-
tante del sueño ni una alteración del nivel de vigilia diurno. Estos fenómenos
pueden ser normales o anormales.

Los brincos hípnicos, son las parasomnias más frecuentes y consisten en movi-
mentos mioclónicos (sacudidas) que ocurren al principio del sueño. La somnilo-
quia es frecuente en todas las edades; es más común en las mujeres y se presenta
durante el sueño NMOR. En forma aislada no tiene implicaciones médicas.

El sonambulismo es más frecuente en niños que en adultos y ocurre durante el


primer tercio del sueño. Los episodios se caracterizan por movimientos torpes,
sin propósito, con ojos abiertos, pero mirada perdida. Puede realizar actividades
como vestirse y desvestirse. La actividad motora termina espontáneamente, o
retorna a su cama y continúa durmiendo. Usualmente hay amnesia del episodio
o un recuerdo fragmentario. El episodio puede durar de 15 a 30 min.En los
pacientes con demencia el vagabundeo nocturno corresponde a un período de
desorientación, más que a un episodio de sonambulismo. Algunos medicamen-
tos pueden producir o exacerbar el sonambulismo como el litio y la perfenazina.

Los terrores nocturnos aparecen durante el sueño NMOR. Son más frecuentes
en los niños y se caracterizan por inicio súbito, gritos, agitación y expresión fa-
cial de pánico. En general hay amne-sia del episodio o un recuerdo muy vago
de terror o presencia de muerte. Los terrores nocturnos ocurren al comienzo
de la noche y pueden ser precipitados por estrés emocional, diferenciándose de
las crisis convulsivas, las cuales se pueden presentar en cualquier momento de
la noche El trastorno del comportamiento del sueño MOR se caracteriza por la
pérdida de la atonía del sueño MOR y por la aparición de actividad motora rela-
cionada con el contenido onírico; ocurre con mayor frecuencia en hombres ma-
yores de 60 años con enfermedad neurológica. Los pacientes con este trastorno
se quejan de sensación desagradable de sueños vívidos y de sueño interrumpido
por comportamientos violentos que pueden llevarlos a herirse ellos mismos o al
cónyuge. (Gómez, 2012)

1.4.Otros trastornos del sueño

Criterios para el diagnóstico de F51.0 Insomnio relacionado con otros trastornos


(indicar el trastorno del Eje I o el Eje II) (307.42)

A. El principal motivo de consulta es la dificultad para conciliar o mantener el


sueño, o la sensación de sueño no reparador al despertarse, durante al menos 1
mes, asociadas a fatiga diurna o afectación de las actividades diarias.
B. Las alteraciones del sueño (o sus secuelas diurnas) provocan malestar clínica-
mente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
C. El insomnio se considera relacionado con otro trastorno (p. ej., trastorno depre-
sivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno adaptativo con sínto-
mas de ansiedad), pero reviste la suficiente gravedad como para merecer una
atención clínica independiente.
D. Estas alteraciones no se explican mejor por la presencia de otro trastorno del
sueño (p. ej., arcolepsia, trastorno del sueño relacionado con la respiración o
una parasomnia).
E. Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
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(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.

Criterios para el diagnóstico de F51.1 Hipersomnia relacionada con otro trastorno


mental (indicar el trastorno del Eje I o el Eje II) (307.44) Recordatorio Anotaciones Chat

A. El motivo principal de consulta es la presencia de somnolencia excesiva durante


al menos 1 mes, tal como ponen de relieve episodios de sueño nocturno más
prolongados de lo normal o aparición casi diaria de episodios de sueño diurno.
B. La somnolencia excesiva provoca malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
C. La hipersomnia se considera relacionada con otro trastorno (p. ej., trastorno
depresivo mayor, trastorno distímico), pero es de suficiente gravedad como para
merecer una atención clínica independiente.
D. Estas alteraciones no se explican mejor por la presencia de otro trastorno del
sueño (p. ej., narcolepsia, trastorno del sueño relacionado con la respiración o
una parasomnia) o por una cantidad insuficiente de sueño.
E. Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, medicamentos) o de una enfermedad médica.

Criterios para el diagnóstico de G47.X Trastorno del sueño debido A una enferme-
dad medica

A. Alteración prominente del sueño de suficiente gravedad como para requerir una
atención clínica independiente.
B. A partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio
hay pruebas de que las alteraciones del sueño son la consecuencia fisiológica
directa de una enfermedad médi-ca.
C. Estas alteraciones no se explican mejor por la presencia de otro trastorno (p. ej.,
trastorno adaptativo en el que el agente estresante es una enfermedad médica
grave).
D. Estas alteraciones no aparecen exclusivamente en el transcurso de un delirium.
E. Estas alteraciones del sueño no cumplen los criterios para la narcolepsia ni tras-
torno del sueño relacionado con la respiración.
F. Estas alteraciones provocan malestar clínicamente significativo o deterioro so-
cial, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Especificar tipo:
.0 Tipo insomnio (52): si el insomnio es la alteración del sueño predominante.
.1 Tipo hipersomnia (54): si la hipersomnia es la alteración del sueño predomi-
nante.
.8 Tipo parasomnia (59): si la alteración del sueño predominante es una parasom-
nia.
.8 Tipo mixto (59): si hay más de una alteración del sueño, pero ninguna predo-
mina.
Nota de codificación: Incluir el nombre de enfermedad médica en el Eje I, por
ejemplo, G47.0 Trastorno del sueño debido a una enfermedad pulmonar obstruc-
tiva crónica, tipo insomnio [780.52]; codificar también la enfermedad médica en
el Eje III.

Criterios para el diagnóstico de trastorno del sueño inducido por consumo de sus-
tancias
A. Alteración prominente del sueño de suficiente gravedad como para merecer una
atención clíni-ca independiente.
B. A partir de la historia clínica, la exploración física, o los hallazgos de laboratorio,
hay pruebas de que 1 o 2:
1. los síntomas del Criterio A aparecen durante la intoxicación o la abstinencia,
o dentro del mes siguiente
ollo
nidos 58
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nadas
2. E
 l fármaco está relacionado etiológicamente con la alteración del sueño C. La
alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno del sueño no
inducido por sustancias. Entre las pruebas que demuestran que los síntomas
torio Anotaciones Chat
se explicarían mejor por la presencia de un tras-torno del sueño no inducido
por sustancias se incluyen las siguientes: la aparición de los sínto-mas precede
al consumo de la sustancia (o fármaco); los síntomas persisten por un período
considerable de tiempo (p. ej., alrededor de 1 mes) tras el período agudo de
abstinencia o in-toxicación grave, o exceden claramente de los que cabría es-
perar teniendo en cuenta el tipo o la cantidad de sustancia consumida o la du-
ración de este consumo; o existen otras pruebas que sugieren la existencia de
un trastorno del sueño no inducido por sustancias independiente (p. ej., una
historia de episodios de carácter recurrente no relacionados con sustancias).
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium.
E. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, labo-
ral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Nota: Sólo debe efectuarse este diagnóstico en vez del de intoxicación por sustan-
cias o absti-nencia de sustancias cuando los síntomas excedan de los que habitual-
mente se asocian con la intoxicación o el síndrome de abstinencia, y cuando sean
de la suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente.

Código para el trastorno del sueño inducido por (sustancia específica):


F10.8 Alcohol [291.8]
F15.8 Anfetamina [292.89]
F15.8 Cafeína [292.89]
F14.8 Cocaína [292.89]
F11.8 Opiáceos [292.89]
F13.8 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]
F19.8 Otras sustancias (o desconocidas) [292.89]

Tipos:
Tipo insomnio: si el insomnio es la alteración del sueño predominante.
Tipo hipersomnia: si la hipersomnia es la alteración del sueño predominante.
Tipo parasomnia: si una parasomnia es la alteración del sueño predominante.
Tipo mixto: si hay más de una alteración del sueño y ninguna predomina.

Especificar si:
De inicio durante la intoxicación: si se cumplen los criterios para intoxicación por
la sustancia y los síntomas aparecen durante el síndrome de intoxicación.

De inicio durante la abstinencia: si se cumplen los criterios para abstinencia de la


sustancia y los síntomas aparecen durante o poco tiempo después del síndrome de
abstinencia.
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LECTURA SELECCIONADA N.°1


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Recordatorio Anotaciones Chat

CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO


Autores: Pérez, Toledo, Urrestarazu, Iriarte. Anales del sistema sanitario de nava-
Recordatorio Anotaciones Chat
rra, 2007. 4, pág. 19-34

De las obligaciones y derechos a los derechos y deberes entre los cónyuges

Los trastornos del sueño son una patología muy frecuente tanto aislada, propia
como tal, o aso-ciada a otros trastornos. Sin embargo, es una parte de la medicina
relativamente nueva, dado que ha sido en los últimos 40 años cuando se ha traba-
jado realmente en ella, y se han producido los avances tanto diagnósticos como
terapéuticos. Las clasificaciones de estas enfermedades han ido sufriendo cierta
evolución, fijándose primero en los síntomas, y luego en las enfermedades. La nue-
va clasificación del 2005 vuelve a basarse en los síntomas. En ella se incluyen más
de 90 en-fermedades del sueño, y se intentan incluir tanto los síntomas, como las
enfermedades propia-mente del sueño y aquellas en las que los trastornos del sueño
son fundamentales. Conocer y dominar esta completa clasificación es esencial para
poder manejar adecuadamente estos pacien-tes.

Los trastornos del sueño constituyen un grupo muy numeroso y heterogéneo de


procesos. Hay muchísimas enfermedades que cursan con algún trastorno del sueño
como uno más de sus sínto-mas. De hecho, es difícil encontrar alguna enfermedad
que no altere en nada el sueño nocturno o la tendencia a dormir durante el día.
Por ello, las clasificaciones han buscado clasificar los trastor-nos del sueño como
enfermedades propias y no sólo como síntomas. Sin embargo, el modo de clasificar
tales enfermedades se ha basado, en la mayoría de los casos, en el síntoma princi-
pal, y por ello se dividían en insomnios, hipersomnias, parasomnias, etc. Esto cam-
bió en la primera Cla-sificación Internacional de Trastornos del Sueño ICSD-1 de
1990 y revisada en 1997 Fue propuesta conjuntamente por la Asociación America-
na (ASDA), Europea (ESRS), Japonesa (JSSR) y Latinoa-mericana (LASS). Quince
años después de este intento la nueva clasificación ha vuelto al esquema tradicional,
facilitando identificar una enfermedad según su síntoma principal2. Cada uno de
los sistemas tiene ventajas e inconvenientes. En esta revisión presentamos la clasifi-
cación actual y las diferencias más importantes con respecto a la previa, incidiendo
en las ventajas e inconvenientes, así como en las causas que han llevado a producir
los cambios.

Clasificaciones de los trastornos del sueño recientes

ICD-9 (Clasificación Internacional de Enfermedades, versión 9)


No incluye los trastornos del sueño como tales, recogiéndose las múltiples enfer-
medades del sueño en distintos apartados. De hecho sus códigos fueron los que se
tomaron en la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño ICSD-1, pro-
puesta en 1990.

ICD-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, versión 10)


Dedica a los trastornos del sueño un capítulo propio. En el apartado G47 se in-
cluyen los trastornos del sueño, distinguiendo entre insomnios, hipersomnias, al-
teración del ritmo sueño-vigilia, apnea del sueño, narcolepsia y cataplejia, “otros
trastornos” del sueño, como el sín-drome de Kleine-Levin, y trastornos del sueño
no-especificados. Además en la sección F51 se introducen los trastornos del sueño
no-orgánicos, como el insomnio, hipersomnia, alteraciones del ritmo sueño-vigilia,
sonambulismo, terrores nocturnos y pesadillas, además de un grupo de “otros” y
ollo
nidos 60
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

as Glosario Bibliografía
nadas
otro grupo de “no-especificados” como, por ejemplo, las alteraciones del sueño
emocionales.

torio Anotaciones Chat ICSD-1(Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño)

Fue la propuesta conjunta de la Asociación Americana de Trastornos del Sueño


(ASDA), Asociación Europea de Investigación en Sueño (ESRS), Sociedad Japo-
nesa de Investigación en Sueño (JSSR) y la Sociedad Latinoamericana de Sueño
(LASS). Esta clasificación comprendía tres ejes: el primero sobre el diagnóstico
del proceso, el segundo sobre procedimientos diagnósticos en ese trastorno, y el
tercero sobre las enfermedades médicas y psiquiátricas asociadas a ese trastorno. En
cada eje se asignaba un código con letras y números intentando seguir en lo posible
el ICD-9. Por ejemplo, se diría, que un paciente sufre un síndrome de apneas de
sueño, moderado y crónico, siendo éste el diagnóstico final (eje A), confirmado por
polisomnografía (eje B), y produciendo depresión reactiva e hipertensión arterial
(eje C). En siglas sería 780.53 F23 (eje A), P2A (eje b), 300.4, 401.1 (eje C).

En el eje A se distinguían cuatro tipos de enfermedades del sueño: las disomnias,


las para-somnias, las alteraciones asociadas a otras enfermedades, y una serie de
síndromes pro-puestos como tales.

Clasificación de los trastornos de sueño ICSD-2


La clasificación propuesta en 2005 vuelve al diagnóstico clínico tradicional, dando
más peso al síntoma principal o a los tipos de trastornos que aparecen durante el
sueño. Su objetivo es presentar una clasificación estructurada, racional y válida,
que se base en la descripción clíni-ca y científica y sea lo más compatible posible
con las clasificaciones ICD-9 e ICD-102. Se centra en las enfermedades del sueño y
no en los métodos diagnósticos. Sin embargo, sí sigue siendo también extensa en
la descripción de cada uno de los trastornos del sueño, ya que incluye datos sobre
cada proceso como son: otros nombres, características esenciales, características
adicionales, demografía, patrón familiar, factores precipitantes y predisponentes,
fisiopatología, hallazgos en la polisomnografía y otras pruebas, criterios diagnós-
ticos, subtipos, datos no resueltos y direcciones futuras, diagnóstico diferencial y
bibliografía. Por lo tanto, el libro de la clasificación más que una clasificación es un
libro de referencia sobre los trastornos del sueño.

La principal diferencia con la ICSD-1 es el abandono de los 3 ejes de la clasificación


previa siendo ahora de un solo eje. También elimina los números de los códigos
de cada eje. Ade-más desaconseja el uso de la palabra disomnia, por considerarla
no adecuada para describir un síntoma que en realidad es una combinación de
síntomas.

Insomnio
El insomnio es el más frecuente de todos los trastornos del sueño en la población
general5-7. Por insomnio se entiende la presencia de forma persistente de dificul-
tad para la conciliación o el mantenimiento del sueño, despertar precoz o un sueño
poco reparador, a pesar de disponer de condiciones adecuadas para el sueño; ade-
más, para el diagnóstico de insomnio, es necesario que tales dificultades produzcan
en el paciente al menos una de las siguientes molestias diurnas: fatiga o sensación
de malestar general, dificultad para la atención, concentración o memoria, cambios
en el rendimiento socio-laboral (o escolar, en el caso de los niños), alteraciones del
ánimo o del carácter, somnolencia, disminución de la energía, motivación o inicia-
tiva, propensión a cometer errores en el trabajo o en la conducción de vehículos,
síntomas somáticos como tensión muscular o cefalea, y preocupaciones, obsesiones
o mie-dos en relación con el sueño8-11.

En los adultos, las quejas más habituales son la dificultad para la consolidación o
el mantenimiento del sueño, y la existencia de largos periodos de vigilia durante la
noche. Menos frecuentemente, las quejas de insomnio son referidas como sensa-
ción de sueño poco reparador o de baja calidad, a pesar de que el tiempo de sueño
es percibido como normal o adecuado. En los niños es necesaria la descripción del
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sueño por un observador, y la dificultad para el sueño puede entenderse como una
resistencia para irse a la cama o imposibilidad para dor-mir solo.

Una primera distinción diferencia entre insomnio primario (aislado, problema Recordatorio Anotaciones Chat

propiamente) y secundario (manifestación secundaria a una enfermedad orgánica,


mental, otro trastorno primario del sueño, o al consumo o exposición a determi-
nadas sustancias, drogas o fármacos)12. Como el insomnio secundario es parte de
otros procesos, la clasificación internacional hace hincapié en los trastornos propia-
mente del sueño. Entre ellos distingue varios tipos.

Insomnio agudo. La aparición de los síntomas definitorios de insomnio guarda una


clara relación con un acontecimiento estresante. Éste puede ser de carácter psico-
lógico, psicoso-cial, interpersonal o del entorno, siendo algunos ejemplos los cam-
bios o conflictos en las re-laciones interpersonales, el duelo, el diagnóstico de una
enfermedad o el traslado a otra ciu-dad. Existen también factores estresantes con
un sentido emocional positivo. La duración de este tipo de insomnio suele ser infe-
rior a los 3 meses, resolviéndose cuando desaparece el acontecimiento estresante o
cuando el sujeto logra adaptarse a él.

Insomnio psicofisiológico. Se define así a la dificultad condicionada para dormirse


y/o extrema facilidad para despertarse del sueño, durante un periodo superior al
mes, expresada por al menos una de las siguientes condiciones: ansiedad o exce-
siva preocupación por el sueño; dificultad para quedarse dormido al acostarse o
en siestas planificadas, pero no en otros momentos del día en los que se llevan a
cabo tareas monótonas y en los que no hay intención de dormirse; hiperactividad
mental, pensamientos intrusivos o incapacidad para cesar la actividad mental, que
mantienen al sujeto despierto; mejoría del sueño fuera del entorno y dormitorio
habituales; excesiva tensión somática en la cama, que incapacita la relajación e im-
pide conciliar el sueño.

Insomnio paradójico. Se denomina también pseudoinsomnio o mala percepción


del sueño. La principal característica es una queja de insomnio grave, sin que pue-
da objetivarse un tras-torno de tal magnitud mediante la realización de pruebas
diagnósticas como la polisomnogra-fía. Existe por tanto una discordancia entre los
resultados de la polisomnografía y las quejas subjetivas de los pacientes, quienes
refieren dormir nada o muy poco todas las noches y de forma crónica. Constituye
el 5% de todos los casos de insomnio, y es más frecuente en mu-jeres.

Insomnio idiopático. Se trata de un insomnio que aparece durante la infancia o


durante los primeros años de la juventud, sin que se pueda reconocer un factor
desencadenante o una causa que lo justifique. Es un insomnio crónico, que cursa
de forma persistente, sin periodo alguno de remisión. Aunque su inicio se establez-
ca en la infancia o juventud, no suele ser hasta muchos años después cuando se
reconoce y se reclama la ayuda de un especialista.

Insomnio debido a trastornos mentales. Se define así al insomnio que dura al me-
nos un mes y que está causado por una enfermedad mental subyacente (guarda una
relación temporal, en la mayoría de los casos, con un trastorno mental diagnosti-
cado según los criterios de la DSSMD). El insomnio no es sino un síntoma más de
la enfermedad mental, aunque en muchas ocasiones puede ser más intenso que el
habitualmente asociado al trastorno mental subyacente, requiriendo entonces un
tratamiento independiente del proceso de base.

Insomnio debido a una inadecuada higiene del sueño. Es el insomnio asociado a


actividades diarias que necesariamente impiden una adecuada calidad del sueño y
mantenerse despierto y alerta durante el día. Un elemento común a esas activida-
des es que son prácticas que están bajo el control de la voluntad del sujeto. Pueden
ser prácticas que conllevan un estado de hiperalerta o hipervigilia (el consumo
rutinario y antes de acostarse de alcohol o cafeína; el desarrollo, también antes de
acostarse, de intensas actividades mentales, físicas o emocionales; o condiciones
inapropiadas de luz, ruido, etc., o prácticas que impiden una correcta estructura-
ollo
nidos 62
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

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nadas
ción el sueño –siestas frecuentes durante el día, grandes variaciones en las horas de
acostarse o levantarse, pasar mucho tiempo en la cama–, etc..

torio Anotaciones Chat Insomnio debido a fármacos o tóxicos. Es la interrupción o supresión del sueño
relacionada con el consumo de fármacos, drogas, cafeína, alcohol, comida, o con la
exposición a un tóxico ambiental. El trastorno del sueño puede aparecer durante
periodos de consumo o exposición, o también durante periodos de retirada o abs-
tinencia. Afecta aproximadamente al 0,2% de la población general, y al 3,5% de los
sujetos que consultan por problemas de sue-ño.

Insomnio debido a problemas médicos. Es el causado por una enfermedad orgá-


nica coexistente o por otra alteración fisiológica, de modo que se inicia con dicho
problema médico y varía según las fluctuaciones o cambios en su curso. Afecta al
0,5% de la población general, siendo más frecuente en personas de edad avanzada.
Alrededor de un 4% de los pacientes que son valorados en Unidad de Sueño pre-
sentan este tipo de insomnio.

En la segunda Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño se incluyen


en este grupo las siguientes entidades:

Narcolepsia con cataplejia o síndrome de Gelineau. Se caracteriza por una excesiva


somnolencia diurna y cataplejia. Muchos de sus síntomas se deben a una inusual
propensión para pasar, y de forma muy rápida, del estado de alerta a la fase de
sueño REM, y para experimentar eventos del sueño REM disociados. El primer sín-
toma en aparecer, y el más incapacitante, es la somnolencia diurna; se caracteriza
por siestas repetidas o entradas re-pentinas en sueño durante el día. Típicamente,
los pacientes duermen durante un periodo corto de tiempo y se despiertan des-
cansados, pero a las 2 ó 3 horas vuelven a presentar somnolencia, repitiéndose este
patrón numerosas veces a lo largo del día. La somnolencia aparece más fácilmen-
te en situaciones monótonas que no requieren una participación activa, aunque
pueden aparecer ataques repentinos e incontrolables de sueño en circunstancias
inusuales como caminando, conduciendo, comiendo, etc. El otro síntoma carac-
terístico, la cataplejia, se caracteriza por una pérdida brusca del tono muscular,
provocada por emociones fuertes y habitualmente positivas. Puede ser localizada
o afectar a todos los grupos musculares del esqueleto, salvo los músculos respirato-
rios, que no se afectan nunca. Su duración suele ser de segundos o pocos minutos,
y la recuperación es inmediata y completa. Estímulos repetidos pueden provocar
un estatus, pudiendo prolongarse la crisis incluso durante una hora. Otros síntomas
que pueden aparecer son la parálisis del sueño, alucinaciones hipnagógicas, sueño
desorganizado o conductas automáticas. La parálisis del sueño se caracteriza por
una incapacidad generalizada y transitoria para moverse o hablar; ocurre funda-
mentalmente durante la transición sueño-vigilia; y el paciente recupera el control
de su mus-culatura en unos pocos minutos. Las alucinaciones hipnagógicas consis-
ten en sueños muy vivenciados que ocurren especialmente al inicio del sueño, y que
cursan con fenómenos vi-suales, táctiles y auditivos.

Existe una fuerte asociación de este trastorno con el HLA (DQB1*0602 ó DR2) y
al déficit de hipocretinas del hipotálamo posterior. El diagnóstico de sospecha es
clínico, y debe confirmar-se mediante el Test de Latencia Múltiple.

Existen la narcolepsia sin cataplejia, caracterizada por siestas repetidas y repara-


doras durante el día con un sueño nocturno conservado, y la narcolepsia debida
a alteraciones médicas o neurológicas, como en casos de tumores o placas desmie-
linizantes que afectan al hipotála-mo, síndromes paraneoplásicos con anticuerpos
anti-Ma225.

Hipersomnia recurrente.
Se trata de una entidad poco frecuente, habiéndose descrito en la literatura médi-
ca sólo unos 200 casos, con ligero predominio en el sexo masculino. Su principal
paradigma es el síndrome de Kleine-Levin26. Se caracteriza por la aparición de
episodios de hipersomnia con una frecuencia que oscila entre 1 y 10 veces por año.
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UNIDAD III: TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS
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Los episodios pueden durar desde pocos días hasta varias semanas. Frecuentemen-
te vienen precedidos por pródromos consistentes en fatiga o cefalea, de unas pocas
horas de duración. Durante los episodios de hipersomnia, los pacientes pueden
dormir de 16 a 18 horas al día, despertándose o levantándose únicamente para Recordatorio Anotaciones Chat
comer. No es infrecuente que los pacientes vean incrementado su peso durante los
episodios. Otras alteraciones del comportamiento, como hiperfagia, hipersexuali-
dad, irritabilidad o agresividad, y también cognitivas o mentales, como confusión,
desrealización, alucinacio-nes, etc., pueden manifestarse durante los periodos de
hipersomnia. No obstante, la con-fluencia de todos estos síntomas es una excep-
ción, y lo más habitual es que la hipersomnia se presente de forma aislada. El sueño
y el comportamiento interepisódico son absolutamen-te normales.

Hipersomnia idiopática con sueño prolongado.


Se caracteriza por una somnolencia excesiva, constante y diaria durante al menos
tres meses. El sueño nocturno se prolonga durante unas 12-14 horas, con ningún
o muy pocos despertares. Durante el día el paciente puede realizar siestas de 3 ó 4
horas de duración, sin que resulten reparadoras. Los pacientes aquejados de esta
enfermedad tienen además una gran dificultad para despertarse tanto del sueño
nocturno como de las siestas.

Hipersomnia idiopática sin sueño prolongado.


Se distingue de la anterior en que en este caso el sueño nocturno suele tener una
duración entre 6 y 10 horas, no excediendo este límite. No se acompaña de cataple-
jia, aunque los pacientes pueden tener a veces dificultad para despertarse del sueño
nocturno y también de las siestas.

Sueño insuficiente inducido por el comportamiento.


Consiste en la somnolencia secundaria a una deprivación crónica del sueño, volun-
taria, pero no buscada directamente, derivada de comportamientos que impiden
alcanzar la cantidad de sueño necesario para mantener un adecuado nivel de vigilia
y alerta (obligada por circunstancias como el trabajo, niños pequeños en casa).

Otros tipos de hipersomnia.


Otros tipos de hipersomnia son la hipersomnia debida a una enfermedad médica
(enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson y lesiones del hipo-
tálamo, enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo, trastornos meta-
bólicos como la encefalopatía hepática o la insuficiencia renal, etc.), la hipersomnia
secundaria al consumo de fármacos o drogas, y la hipersomnia no debida a ninguna
condición fisiológica ni al consumo de sustan-cias sino a un trastorno mental, y la
mala percepción de hipersomnia (también conocida co-mo pseudohipersomnia).

Diagrama Objetivos Inicio

ACTIVIDAD N.°2
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TEMA n.°2: TRASTORNO SOMATOMORFOS

Las personas con trastornos de este tipo presentan una serie de quejas y síntomas físicos,
torio Anotaciones Chat
pero las pruebas médicas realizadas no indican enfermedad orgánica alguna o, si hay al-
guna enfermedad, no puede explicar sus síntomas, ya que el origen de dichos síntomas
es psicológico. Suelen presentarse en las consultas de los médicos convencidos de que
sus síntomas se deben a alguna enfermedad física y a menudo no aceptan la posibilidad
de una etiología psicológica. Los síntomas aparecen en periodos de estrés.

Muchas personas tienen a veces síntomas de este tipo sin que por ello padezcan un tras-
torno somatomorfo. Para diagnosticar este trastorno es necesario que los síntomas sean
lo bastante graves como para interferir en la vida de estas personas (relaciones, trabajo,
etc) e impedirles funcionar con normalidad.

2.1.Características generales

Los trastornos somatomorfos son un grupo de trastornos definidos por:

• L
 os síntomas físicos sugieren un trastorno médico para el que no existe una
afección física demostrable o hay pruebas insuficientes de una base física subya-
cente.
• E
 xiste una presunción firme de que los síntomas guardan relación con factores
psicológicos.

El proceso de somatización es común a todos los trastornos somatomorfos y se


caracteriza por:

• La manifestación de un estrés psicológico como síntomas somáticos.


• U
 na conducta de enfermedad anormal (falta de correspondencia entre la enfer-
medad percibida y la enfermedad documentada).
• L
 a amplificación (proceso por el que las sensaciones físicas y los síntomas gene-
ran ansiedad en función de su importancia; ansiedad = aumento de síntomas).
• Sufrimiento notable del paciente y visitas médicas reiteradas.

2.2. Trastornos psicosomáticos. Criterios diagnósticos

La clasificación DSM-IV incluye:

• Trastorno por somatización.


• Trastorno somatomorfo indiferenciado.
• Trastorno de conversión.
• Trastorno por dolor (asociado a factores psicológicos o a factores psicológicos y
una enfermedad médica general).
• Hipocondría.
• Trastorno dismórfico corporal.
• Trastorno somatomorfo no especificado.

No se consideran trastornos somatomorfos pero guardan cierta relación con ellos:

• Síntomas somatizados agudos.


• Trastorno facticio (clasificado como una categoría o diagnóstico diferente).
• Simulación (citado en ‘Otros problemas que pueden ser objeto de atención
clínica’).
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2.3. Trastorno de somatización, trastorno somatomorfo indiferenciado, trastorno de
conversión, trastorno por dolor, hipocondría, trastorno dimórfico corporal, otros.

2.3.1 TRASTORNO POR SOMATIZACIÓN Recordatorio Anotaciones Chat

Representa una forma extrema de somatización en la que se experimentan


múltiples síntomas inexplicados en numerosos sistemas orgánicos.

Algunas formas crónicas de somatización no cumplen todos los criterios diag-


nósticos de trastorno por somatización y se clasifican como trastornos soma-
tomorfos indiferenciados.

Caracterizado por:
Antecedentes de muchos síntomas físicos (o de la idea de que se está en-
fermo) que co-mienzan antes de los 30 años, persisten durante varios años
y originan una conducta de búsqueda de atención médica o un deterioro
importante.

Una combinación de los síntomas inexplicados siguientes:


• Cuatro síntomas dolorosos que afectan como mínimo a cuatro lugares o
funciones diferentes (p.ej: cabeza y cuello, abdomen, espalda, articulacio-
nes, extremidades, tórax, recto, durante la menstruación, durante las rela-
ciones sexuales o durante la micción).
• Dos síntomas digestivos, aparte de dolor.
• Un síntoma sexual (inapetencia, disfunción, menstruación irregular, me-
trorragias excesivas, vómitos durante el embarazo).
• Un síntoma pseudoneurológico no limitado al dolor (p.ej: dificultades de
equilibrio, debilidad, dificultad de deglución, afonía, retención urinaria,
alucinaciones, hipoestesia, diplopía, ceguera, sordera, crisis epilépticas, di-
sociación o pérdida de conocimiento diferente de los desmayos).

Los trastornos psiquiátricos que se asocian con frecuencia a los síntomas so-
máticos también deberían considerarse en el diagnóstico diferencial primario
o como diagnóstico coexistente:
• Esquizofrenia con múltiples ideas delirantes somáticas (síntomas más extra-
ños con signos y síntomas psicóticos francos como alucinaciones y trastor-
nos del pensamiento) y trastorno delirante de tipo somático (preocupación
somática específica de proporciones delirantes aislada, ideas menos extra-
ñas y ausencia de trastorno del pensamiento).
• Trastorno de angustia: síntomas episódicos que surgen durante las crisis de
angustia.
• Simulación: síntomas provocados conscientemente con la finalidad de obte-
ner ganancias secundarias.
• Trastorno facticio: síntomas creados ¿conscientemente? sin claro beneficio
secunda-rio, presumiblemente con el fin de desempeñar el rol de enfermo.
• Depresión crónica.
• Ansiedad generalizada.
• Abuso de sustancias psicoactivas, principalmente cuando el abuso es subrep-
ticio.

Pronóstico
• El trastorno por somatización tiende a presentar una evolución crónica y
fluctuante. Raramente se da la remisión completa.
• Con el tratamiento adecuado, el trastorno por somatización puede quedar
controlado, aunque no suele curarse.
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nidos 66
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

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2.3.2. TRASTORNO DE CONVERSIÓN

Se define como una pérdida de función física o neurológica que sugiere un


torio Anotaciones Chat trastorno físico, pero que no puede justificarse por los datos de la explora-
ción, analíticos o de imagen.

Se supone la presencia de un conflicto psíquico inconsciente que se convierte


en síntomas somáticos, con una reducción asociada de la ansiedad, una reso-
lución simbólica del conflicto y una evitación de que el conflicto alcance la
conciencia consciente. ( Caballo, Salazar y Carroles, 2011).

Criterios diagnósticos:

• Pérdida o alteración de la función motora o sensitiva voluntaria que indica


un trastorno neurológico o médico de otro tipo (p.ej: parálisis, anestesia,
parestesias, ataxia, ceguera o convulsiones).
• Los síntomas no se ajustan a patrones anatómicos o mecanismos fisiológi-
cos conocidos (stms. pseudoneurológicos).
• Los factores psicológicos se consideran asociados al inicio o exacerbación
de los síntomas. Sin embargo, los criterios actuales no exigen la demostra-
ción de una relación simbólica específica entre los síntomas físicos y un
factor psicológico estresante.
• Los síntomas no se provocan conscientemente.
• Los síntomas no son el resultado de una enfermedad médica, un consumo
de sustancias psicoactivas o un comportamiento culturalmente sancionado.
• El síntoma causa sufrimiento o deterioro funcional.
• Los síntomas no se limitan a dolor o disfunción sexual.
• Ningún otro trastorno psiquiátrico explica mejor los síntomas.

2.3.3. TRASTORNO POR DOLOR

El dolor es el foco predominante de la atención clínica (aguda o crónica).


Se considera que los factores psicológicos desempeñan una función en la
experiencia del dolor del paciente y en el comportamiento de la búsqueda
de tratamiento. Los síntomas dolorosos no son fingidos ni se han notificado
erróneamente o provocados de forma inten-cionada. (Caballo, Salazar y Ca-
rrobles, 2011).

Hay dos subtipos:

• Trastorno por dolor asociado a factores psicológicos, en el que se cree que


los tras-tornos médicos identificables desempeñan una función escasa o
nula en el inicio, intensidad o persistencia del dolor.
• Trastorno por dolor asociado a factores psicológicos y una enfermedad mé-
dica general, en el que intervienen ambos factores y el dolor es despropor-
cionado respecto a lo que cabría esperar de la enfermedad médica aislada.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

• Es necesaria una evaluación médica completa de los síntomas dolorosos an-
tes de llegar a un diagnóstico de trastorno por dolor de origen psicológico.
• El trastorno por somatización asocia la presencia de síntomas dolorosos
con síntomas pseudoneurológicos y otros síntomas no dolorosos.
• El trastorno de conversión se caracteriza por una pérdida de funcionalidad
en lugar de por dolor.
• La hipocondría afecta a la experiencia del dolor, pero son la interpretación
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errónea y la preocupación acerca de la importancia diagnóstica de los sín-
tomas dolorosos las que la definen.
• Los síntomas dolorosos pueden formar parte de trastornos facticios y por
simulación, estos pacientes representan erróneamente sus síntomas de ma-
Recordatorio Anotaciones Chat

nera intencionada y describen también erróneamente sus antecedentes de


enfermedades médicas subya-centes (es posible identificar además una ga-
nancia secundaria).

2.3.4.HIPOCONDRÍA

• Preocupación o miedo a padecer una enfermedad a pesar de contar con


una evaluación diagnóstica negativa.
• Los miedos se fundamentan en una interpretación y atribución erróneas de
sensaciones somáticas normales y signos (p.ej: cefalea, distensión abdomi-
nal, opresión torácica, taquicardia, tos, dolores osteomusculares o cambios
cutáneos).
• El temor persiste a pesar de la tranquilización médica.
• La duración de los síntomas y la preocupación son iguales o mayores a 6
meses.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

• Con trastornos médicos (ver trastorno por somatización):


• Antes de llegar al diagnóstico de hipocondría, deben descartarse enferme-
dades reumatológicas, endocrinológicas, neurológicas, infecciosas crónicas
y malignas ocultas.
• La preocupación por la enfermedad y los síntomas físicos puede ser una
forma de TOC.
• Las preocupaciones somáticas son un aspecto frecuente de los diagnósticos
de enfermedad afectiva y ansiedad, pero desaparecen con el tratamiento
eficaz de estos trastornos.
• En las fases iniciales de una demencia pueden surgir preocupaciones so-
máticas. La disfunción cognitiva es una observación fundamental en estos
casos.
• Los pacientes esquizofrénicos se centran en ocasiones en una idea delirante
de un trastorno físico, si bien predominan otros signos y síntomas del es-
pectro psicótico.
• Una preocupación somática aislada de proporciones delirantes puede ca-
talogarse como trastorno delirante de tipo somático cuando están ausentes
otros signos y síntomas de esquizofrenia franca.
• La preocupación somática limitada a una preocupación relativa al aspecto
personal puede clasificarse como un trastorno dismórfico corporal.
• Cuando existen indicios claros de una ganancia secundaria, es posible que
el cuadro se explique mejor con un diagnóstico de simulación.
• Los pacientes hipocondríacos con frecuencia presentan depresión, ansie-
dad o algún otro trastorno somatomorfo.

2.3.5 TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL

• EL TDC se caracteriza por una preocupación acerca de defectos imagina-


dos o exageración de rasgos reales del aspecto físico.
• Comienza normalmente entre la adolescencia y la edad madura, y consiste
en un sentimiento generalizado de que alguna parte corporal es fea, está
distorsionada o es defectuosa:
• Los pacientes suelen reconocer cierto grado de exageración de su preocu-
pación, si bien siguen considerando que el problema es significativo.
ollo
nidos 68
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

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• Cuando desaparece la introspección en la naturaleza anormal de los sínto-
mas del TDC, estos pacientes pueden parecen francamente delirantes.
• Los pacientes con TDC suelen consultar con frecuencia a dermatólogos,
torio Anotaciones Chat médicos de atención primaria y cirujanos plásticos, y suelen someterse a
cirugía innecesaria y otras intervenciones estéticas.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

• Depresión: La preocupación somática desaparece con el tratamiento del


trastorno del estado de ánimo.
• EL TDC guarda relación fenomenológica (y posiblemente neurobiológica)
con el TOC y pueden ser difíciles de distinguir.
• Anorexia nerviosa: La preocupación tiene que ver con el peso, el tamaño
y la forma corporal, y se asocia a un comportamiento compensador (p.ej:
restricción de la alimentación, consumo de diuréticos o laxantes y ejercicio
excesivo).

2.3.6. TRASTORNO FACTICIO

• El trastorno facticio se caracteriza por la producción intencionada o fingi-


miento de signos o síntomas físicos y psicológicos.
• Los pacientes suelen describir erróneamente sus antecedentes médicos de
manera dramática.
• La motivación del comportamiento no está clara y se supone que tiene la
finalidad de asumir el rol del enfermo. Aunque el paciente es consciente
de la producción volun-taria de síntomas, se cree que no lo es de las moti-
vaciones conscientes de su com-portamiento.
• En comparación con la simulación, no pueden identificarse con facilidad
incentivos externos y ganancias secundarias (p.ej: compensaciones econó-
micas, evitación de obligaciones laborales, sociales, legales, etc).

a.Síndrome de munchausen

• Forma intensa de trastorno facticio caracterizado por:


• Mentiras patológicas y descripciones dramáticas de los antecedentes mé-
dicos (fantasías pseudológicas).
• Viajes extensos por múltiples ámbitos y centros médicos con el objetivo
de buscar asistencia médica (y, presumiblemente, evitar su detección).

b.Manifestaciones clínicas

• Los pacientes con trastorno facticio a menudo son:


• Mujeres jóvenes empleadas en profesiones sanitarias.
• Hombres de clase socioeconómica inferior con un patrón de por vida de
falta de adaptación social.
• Entre las manifestaciones acompañantes frecuentes figuran las siguien-
tes:
• Trastornos de la personalidad, normalmente del grupo B (tipos límite y
antisocial).
• Conocimientos de medicina mayores de lo esperado.
• Disposición a someterse a intervenciones incómodas y cruentas.
• Antecedentes de múltiples hospitalizaciones.
• Múltiples cicatrices quirúrgicas.
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DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

• El diagnóstico diferencial comprende:


Recordatorio Anotaciones Chat
• Trastorno de conversión: Los síntomas son pseudoneurológicos, asociados
a un factor estresante identificable y no provocados de manera intenciona-
da.
• Simulación: Los síntomas se provocan de forma intencionada y puede iden-
tificarse una ganancia secundaria.
• Los cuadros mixtos son frecuentes y pueden observarse manifestaciones de
cada uno de estos diagnósticos tanto intra como entre diferentes episodios.
La diferenciación entre trastorno facticio y simulación puede ser especial-
mente difícil cuando la admi-nistración de psicofármacos (p.ej: opiáceos
y benzodiacepinas) forma parte del tra-tamiento. En algunos casos ambos
diagnósticos son adecuados.
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nidos 70
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LECTURA SELECCIONADA N.°2


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ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS Y CÁNCER


Autores: Sergio Martinez.
Recordatorio Anotaciones Chat Revista digital de medicina psicosomatica y psicoterapia.
2011. 1(1), pág. 1-31.

PSICOSOMÁTICA Y CÁNCER

Para comenzar este apartado podemos preguntarnos: ¿por qué una persona desa-
rrolla un cáncer? Partiendo de que habitualmente se producen células atípicas o
anómalas en los seres humanos y el sistema inmunológico las detecta y se encarga
de eliminarlas sin consecuencia alguna para la persona, ¿qué es lo que falla en estos
casos? ¿El sistema inmunológico no las detecta? O si lo hace, ¿por qué no se deshace
de ellas y en cambio permite que se reproduzcan?

En un tratado sobre estrés los investigadores postulan que “el estrés produce sus
efectos sobre diferentes respuestas psíquicas y somáticas, a su vez hemos observado
los efectos de situaciones estresantes sobre el sistema nervioso central y las respues-
tas somáticas, en particular la respuesta inmune, encargada de la defensa. Se piensa
que una de las razones de la variación en la duración de la respuesta depende de
la capacidad del individuo para enfrentar un evento, más que a la duración o seve-
ridad del estresor”

Por otro lado, autores como Eysenck (1995) y Grossarth-Maticek (1990, 1991) in-
tentan demostrar que diferentes tipos de reacción al estrés pueden asociarse con-
sistentemente a determinados trastornos físicos. Realizan un estudio y revisión de
la evidencia prospectiva sobre ciertas variables de personalidad que ejercen algún
efecto en el desarrollo y desenlace de una enfermedad.

La revisión considera el efecto de variables como hostilidad y enfado, supresión


emocional, depresión, fatalismo y pesimismo sobre enfermedades coronarias, cán-
cer y SIDA.

1. En muchos casos esto es debido al variado número de disciplinas que abordan
un mismo trastorno. Así, en el estudio sobre las relaciones entre variables psico-
lógicas y cáncer, algunos investigadores se han centrado en buscar meras asocia-
ciones descriptivas entre ciertos rasgos de personalidad y el padecimiento del
cáncer. Y ha sido otro grupo de autores el que ha establecido la relación existente
entre ciertas emociones y la función inmune. En concreto, Levenson y Bemis
(1995)(8) analizan los resultados de distintos estudios que investigan dos hipóte-
sis. La primera plantea que ciertas variables psicosociales afectan al padecimiento
y progresión del cáncer. La otra, estudia la posibilidad de que ciertos factores
psicológicos afectan al sistema inmune, que a su vez puede contribuir al padeci-
miento y progresión del cáncer. Las variables psicosociales examinadas incluyen
estados afectivos, estilos de afrontamiento o estrategias defensivas y rasgos de
personalidad, así como acontecimientos estresantes.

2. Por otra parte, incluso dentro de la misma disciplina, como es la psicología, es


evidente que los investigadores ponen el acento en un tipo de variables psicoló-
gicas u otras, dependiendo del área de conocimiento del que procedan. Este es
el caso, nuevamente, del estudio de la influencia psicológica sobre el cáncer, en
el que los diferentes autores han propuesto diversos constructos (dimensiones
de personalidad, estilos de afrontamiento o variables situacionales) como fac-
tores psicológicos predisponentes a la neoplasia, conforme a sus tendencias por
conceptualizar el mundo psíquico de la persona desde un ángulo o desde otro.
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Por tanto, es necesario encontrar un modelo explicativo de los diferentes estudios
para obtener una panorámica lo más completa posible en el momento actual. En
este sentido Contrada y col. (1990)(9) ofrecen un modelo explicativo de la influen-
cia psicológica en el cáncer bastante completo e interesante de ser estudiado. Recordatorio
Las Anotaciones Chat
variables psicosociales sobre las que se centran las hipótesis de su influencia en el
cáncer, son principalmente:

1.- El estrés psicosocial.


2.- Las emociones de ansiedad, ira, depresión.
3.- Dimensiones de personalidad como alexitimia, agresividad, neuroticismo, perso-
nalidad resistente al estrés, etc.
4.- El apoyo social y afectivo.
5.- Estilo de afrontamiento represivo y evitativo.

Es necesario recalcar que este grupo de variables psicosociales se evalúa siempre


desde una perspectiva multicausal, en la consideración de la enfermedad oncoló-
gica. Se tienen en cuenta estos factores psicológicos como un elemento más que
puede tener alguna influencia y determinación en el curso de la patología cance-
rosa, pero de ninguna manera, se está orientando este tipo de investigaciones en
el sentido de proponer que cierto tipo de perso-nalidad podría ser la responsable
(considerada ella sola, aisladamente) de la aparición del cáncer en un paciente.

La enfermedad oncológica siempre ha ido acompañada de repercusiones psico-


lógicas, más o menos identificadas. El interés por conectar los aspectos médicos
con los psicológicos ha llevado a la aparición de la Psicooncología, disciplina que
estudia la relación entre procesos psicológicos y patología neoplásica, así como la
utilidad de las intervenciones psicológicas para tratar la problemática asociada al
diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.En el campo de la Psicooncología se
han establecido dos líneas amplias de trabajo en lo que se refiere a la enfermedad
neoplásica. Por una parte, se ha estudiado el papel que las variables psicológicas
pueden jugar como agentes de influencia directa o indirecta en el cáncer y, por
otro, se ha intentado establecer las consecuencias psicológicas que el cáncer y sus
tratamientos tienen para la persona.

Con respecto al primer aspecto, que se refiere al análisis de la influencia de ciertas


variables psicológicas en la enfermedad oncológica, se han desarrollado a su vez,
dos líneas de estudio:

La primera se centra en la investigación del papel que los aspectos psicológicos


desempeñan en la etiología y desarrollo del cáncer, en concreto se hace especial
hincapié en determinados factores emocionales y de personalidad. Este campo de
investigación tiene muchos problemas metodológicos debido a que los estudios
prospectivos no pueden controlar todas las variables que pueden haber influido en
la oncogénesis.

La segunda, se centra en poner de manifiesto las relaciones entre variables psico-


lógicas y el ritmo de progresión del cáncer ya diagnosticado. Más en concreto, se
plantea la posibilidad de que determinadas dimensiones psicológicas puedan tener
un papel pronóstico en la en-fermedad ya declarada.

Con respecto a esta segunda línea, la investigación se ha centrado en el estudio de


las consecuencias psicológicas que el cáncer tiene para el individuo, y que pueden
ser distintas en las diferentes fases de la enfermedad (prediagnóstica, diagnóstico,
tratamiento, remisión, recidiva o terminal). Estas respuestas psicológicas (ansiedad,
depresión, problemas de comunicación, problemas con la imagen corporal, mie-
dos, etc.) pueden ser atendidas en buena medida por la intervención del psicólogo.
Con ello se está favoreciendo la adaptación del paciente a la enfermedad y avanzar
hacia una mejor calidad de vida ya que no sólo es im-portante aumentar la super-
vivencia, sino que desde hace tiempo se ha considerado como un hecho relevante
aumentar también la calidad de la misma.
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PERSONALIDAD Y CÁNCER

Son muchos los investigadores que a lo largo de los siglos han observado cierta rela-
torio Anotaciones Chat ción entre el cáncer y algunas características de personalidad, sin embargo proble-
mas metodológicos y teóricos impiden establecer conclusiones claras al respecto.
Aún así, existe un con-cepto que intenta resumir las principales variables de perso-
nalidad que se habían relacionado con el desarrollo y progresión del cáncer, éste es
el de “patrón de conducta o personalidad Tipo C. La personalidad tipo C se plantea
como una constelación de variables que pueden considerarse como características
de las personas que tienden a padecer cáncer. Las variables que han conseguido un
mayor apoyo empírico son las siguientes:

- Depresión
- Desamparo-desesperanza
- Pérdida o escaso apoyo emocional
- Bajo afecto negativo
- Inexpresividad emociona

La depresión es el estado psicológico descrito con mayor frecuencia en los primeros


estudios sobre personalidad proclive al cáncer. Aunque la mayor parte de estudios
presentan evidencias a favor, problemas metodológicos presentes en los mismos no
permiten afirmar tajantemente que esta variable juegue un papel importante en la
aparición de los tumores, si bien puede ser un factor adicional en el desarrollo y
progresión clínica de los mismos. (Caballo, Salazar y Carrobles, 2011).

Más consistente parece ser la relación postulada entre desamparo-desesperanza


ycáncer. Esta variable fue uno de los factores asociados con el desarrollo de melano-
mas, y también se ha encontrado que es un buen predictor tanto en el surgimiento
del cáncer de mama como de las recaídas de la misma enfermedad. También en los
estudios prospectivos reali-zados por el grupo de Grossarth-Maticek se ha encontra-
do que las reacciones de desamparo ante acontecimientos vitales estresantes son
predictores del surgimiento del cáncer.

Otro conjunto de factores que parecen contribuir a la carcinogénesis es el referido


a la ruptura del apoyo social, entre ellos, la pérdida de personas significativas. Sin
embargo, dado que las pérdidas, tanto en la infancia como en la vida adulta, se
asocian con la depresión, es difícil establecer una relación directa entre ruptura
del apoyo social por pérdidas afectivas, y aparición del cáncer. Con todo, una serie
de estudios se han centrado en el análisis de esta variable, encontrando que la pér-
dida o ausencia de buenas relaciones con los padres puede ser un buen predictor
del cáncer, o bien que los enfermos que tienen una recidiva o recurrencia de la
enfermedad, presentan un mayor número de pérdidas recientes que los que no la
presentan. Además, en trabajos en los que se aplica tratamiento psicológico para
potenciar los vínculos de apoyo social, se incrementa notablemente la superviven-
cia en mujeres con cáncer de mama metastático.

Un cuarto factor que conformaría la Personalidad Tipo C según Contrada et al


(1990) es la relación que se establece entre un afecto negativo bajo y un alto afecto
positivo; es decir, la dificultad que presentan las personas proclives al cáncer de ma-
nifestar sus emociones nega-tivas (ira, cólera, agresividad, etc.) en contraste con su
alta expresividad de emociones positivas (amor, cariño, solidaridad, etc.). Diversos
autores han relacionado la represión de las emociones negativas y la alta manifes-
tación de reacciones emocionales positivas con el posterior desarrollo del cáncer o
con un peor pronóstico de la enfermedad.

Respecto al quinto factor relacionado con el patrón de conducta Tipo C, la de-


ficiente expresividad emocional, se han encontrado resultados contradictorios.
Existen algunos estudios que indican una menor frecuencia de expresión de la
ira, antes del diagnóstico, en enfermas cuya biopsia dio lugar a un diagnóstico de
cáncer de mama. Pero también se ha encontrado cierta evidencia de que la expre-
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
73

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
sión de emociones puede incidir negativamente en el desarrollo del cáncer. Para
explicar estos resultados se ha planteado que el hecho de que los enfermos de
cáncer subestimen, por lo general, sus estados emocionales, puede llevar a estados
de desorganización personal y, en consecuencia, a mostrar una mayor labilidad Recordatorio Anotaciones Chat
emocional A la vista de lo señalado hasta ahora cabe plantearse si existe una o mu-
chas personalidades proclives al cáncer(15), si hay más de una, o si existen variables
psicológicas específicas para cada tipo de cáncer. Estas autoras proponen, como vía
para una mejor comprensión de esta problemática y de los mecanismos por los que
los factores psicológicos influyen en el cáncer, el análisis de los procesos fisiológicos
que podrían mediar entre los factores psicológicos y la enfermedad.

La propuesta pues de un modelo que explique las relaciones entre psicología y


cáncer parece que, inevitablemente, ha de provenir desde la psicoinmunología.

En definitiva, podemos considerar que las conclusiones planteadas por Da-Shih y


Silberfard (1988)(16) siguen siendo válidas hoy en día:
1) Los factores psicológicos probablemente actúan (si es que lo hacen) como po-
tenciadores del cáncer, más que como iniciadores del mismo.
2) El estrés, como acelerador de la enfermedad, puede jugar un papel importante
en la ma-nifestación clínica del cáncer.
3) La gran variabilidad de la enfermedad implica que es posible que los factores
psicológicos afecten únicamente a una subpoblación de enfermos, y
4) Cualquier factor que se considere relevante en la aparición del cáncer, tendría
que anali-zarse un número importante de años, dependiendo del tipo de cáncer
y del tiempo que se necesita para que la multiplicación celular de lugar a mani-
festaciones clínicas

Diagrama Objetivos Inicio

TAREA ACADEMICA N.°1


Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos

Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

Recordatorio Anotaciones Chat


ollo
nidos 74
Actividades Autoevaluación Diagrama
UNIDAD
Objetivos
III:TRASTORNO
Inicio
DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

Desarrollo Actividades Autoevaluación


as Glosario Bibliografía de contenidos
nadas

GLOSARIO DE LA UNIDAD II
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
torio Anotaciones Chat

Insomnio: Dificultad para conciliar el sueño cuando se debería dormir


Parasomnias: trastorno de la conducta que se puede dar durante el sueño. Las parasom-
Recordatorio
nias más frecuentes
Anotaciones Chat
son las pesadillas, elsonambulismo y los terrores nocturnos. Son de
tipo breve y episódico.
Sonámbulo: Persona que padece sueño anormal durante el cual se levanta, anda y ha-
bla, realiza actos que no recuerda al despertar.
Diagrama Objetivos Inicio

Desarrollo Actividades Autoevaluación


de contenidos

BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD II
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Caballo,V., Salazar, I., Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos,


Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
Gómez Jarabo, G (2012). Trastornos psicopatológicos.(En línea), Madrid. Disponible en:
Recordatorio Anotaciones Chat
http://www.biopsicologia.net/Nivel-4-Patologias/1.-Trastornos-psicopatologicos.html#

Vallejo, J. (2002). Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría. Madrid: Elsevier Masson.


PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
75

Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD II
Actividades Autoevaluación
s
Recordatorio Anotaciones Chat

1. Dificultad para iniciar o mantener el sueño, durante al menos un mes.


a. Sonambulismo
s
Glosario
b. Insomnio primario
Bibliografía

c. Hipersomnia primaria
d. Parasomnia
o Anotaciones Chat

2. Presencia de somnolencia excesiva como mínimo durante un mes


a. Sonambulismo
b. Insomnio primario
c. Hipersomnia primaria
d. Parasomnia

3. Episodios frecuentes de despertares bruscos acompañados de miedo.


a. Sonambulismo
b. Parasomnia
c. Terrores nocturnos
d. Disomnias

4. Interrupción del sueño, alteración del nivel de vigilia diurna.


a. Sonambulismo
b. Parasomnia
c. Terrores nocturnos
d. Disomnias

5. Episodios repetidos que implican el acto de levantarse de la cama.


a. Sonambulismo
b. Parasomnia
c. Terrores nocturnos
d. Disomnias

6. Muchos síntomas físicos o idea de que se está enfermo


a. Trastorno de somatización
b. Trastorno de conversión
c. Hipocondría
d. Trastorno por dolor

7. Perdida o alteración de la función motora o sensitiva voluntaria que indica un


tras-torno neurológico o medico.
a. Trastorno de somatización
b. Trastorno de conversión
c. Hipocondría
d. Trastorno por dolor

8. Preocupación o miedo a padecer una enfermedad a pesar de contar con un diagnos-


tico medico negativa.
a. Trastorno de conversión
b. Trastorno de somatización
ollo
nidos 76
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DEL SUEÑO Y TRASTORNO SOMATOMORFOS

as Glosario Bibliografía
nadas
c. Hipocondría
d. Trastorno dimórfico corporal

torio Anotaciones Chat


9. Fealdad imaginaria
a. Anorexia
b. Hipocondría
c. T. Facticio
d. Trastorno dimórfico corporal

10. Producción intencionada de signos o síntomas psicológicos


a. Anorexia
b. Hipocondría
c. T. Facticio
d. Trastorno dimórfico corporal
PSICOPATOLOGIA II
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
77

Diagrama Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

Desarrollo
UNIDAD III: TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS
Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD III


Diagrama
Lecturas Objetivos
Glosario Inicio
Bibliografía
seleccionadas

LECTURAS
CONTENIDOS ACTIVIDADES
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

autoevaluación BIBLIOGRAFÍA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

.
ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES
Diagrama Objetivos Inicio
Recordatorio Anotaciones Chat
CONOCIMIENTOS PROCEDIMIENTOS ACTITUDES
Tema N.°1: Trastornos de an- 1. Reconoce y explica los 1. Muestra inte-rés por co-
siedad
Desarrollo
I Actividades Autoevaluación principales signos y sín-to- nocer los fundamentos
de contenidos
1.1 Características, clasifica- mas de los trastornos de teóricos, participando en
ción ansiedad forma activa y responsa-
1.2 Fobia especifica, fobia so- 2. Identifica y explica los ble, aprecia los temas y sus
cial, trastorno de pánico. principales signos y sín-to- aplicaciones
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas mas de las fobias 2.  Reconoce los procedi-
mien-tos de diagnostico a
Tema N.°2: Trastornos de an- 3. Reconoce las caracterís-ti- un paciente, con los prin-
cas principales del tras-tor- cipios establecidos por la
siedad II
no obsesivo compulsivo ética
2.1 
Trastorno obsesivo com-
RecordatorioAnotaciones Chat
4. Reconoce y explica las ca-
pulsivo
racterísticas de las toxico-
2.2 
Trastorno de estrés post manías
traumático
5. Identifica los tipos actuales
2.3 Ansiedad generalizada de adicción

Lectura seleccionada N.°1


Intervencion cognitivo con-
Actividad N.°3
ductual en un caso de fobia
social. Auto-res: Antonio Fer-
nández. Colegio Oficial de
Psicólogos de Madrid. 2004. Control de lectura N.°2
15(2), pág. 177-212

Tema N.°3: Toxicomanías


3.1 Síntomas generales
3.2 Tipos de drogas.
3.3 Dependencia de sustan-
cias

Tema N.°4: Nuevas adiccio-


nes
4.1 Conceptualización y diag-
nostico
4.2 Nuevas adicciones: al
celular, al internet, a la
comida, al ejercicio, a las
compras, al trabajo, al
sexo

Lectura seleccionada N.°2


Adicción a las nuevas tecno-
logías y a las redes sociales en
los jóve-nes: un nuevo reto.
Autores: Enri-que Echebu-
rrua, Paz de Corral. Adiccio-
nes. 2010. 22( 2), pág. 91-96

Autoevaluación de la unidad
III
ollo
nidos 78
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°1: TRANSTORNOS DE ANSIEDAD I

torio Anotaciones Chat


La ansiedad es una manifestación esencialmente afectiva. Se trata de una vivencia, de un
estado subjetivo o de una experiencia interior, que podemos calificar de emoción. La
ansiedad es un mecanismo humano de adaptación al medio y ayuda (si su intensidad no
es excesiva) a superar ciertas exigencias de la vida. En este sentido podemos considerar
a la ansiedad como una defensa organizada frente a estímulos que rompen el equilibrio
fisiológico y psicológico. La ansiedad necesariamente positiva se entronca con lo coti-
diano y entra de lleno en el campo de la motivación que nos hace alcanzar metas. La
ansiedad normal y proporcionada, así como sus manifestaciones, no puede ni deben
eli-minarse, dado que se trata de un mecanismo funcional y adaptativo. Se trata de saber
convivir con la ansiedad, sin perder la operatividad. Ahora bien, la ansiedad neurótica
es ya otra cosa y tiene otro significado que hay que situar en la órbita de las enfermeda-
des psíquicas que provoca respuestas de evitación e inhibición, que mantiene un estado
de alerta prolongado sin justificación alguna. Es entonces cuando lo malo se ve peor.

1.1.Características, Clasificación

1.1.1.Qué es la ansiedad
El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experi-
mentar: aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad diso-
ciativa. Los trastornos de ansiedad en el DSM-IV se dividen principalmente
en:
1. Trastorno de ansiedad generalizada.
2. Trastorno de pánico (con o sin agorafobia).
3. Trastorno obsesivo-compulsivo.
4. Trastorno por estrés postraumático.
5. Trastorno por estrés agudo.
6. Trastorno de ansiedad social o fobia social.
7. Trastorno fóbico
8. Otros trastornos de ansiedad no especificados o producidos por el consumo
de sustancias.

Cada uno tiene sus propias características y síntomas y requieren tratamientos


diferentes. Las emociones presentes en los trastornos de ansiedad van desde
el simple nerviosismo a episodios de terror o pánico.

1.1.2.Características
• La ansiedad negativa se caracteriza pos sentimientos de malestar, preocu-
pación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad, sensación de pérdi-
da de control, percepción de fuertes cambios fisiológicos.
• Estos cambios fisiológicos son consecuencia de la activación del sistema
nervioso, del sistema endocrino y del sistema inmunológico. Por lo ge-
neral sólo percibimos algunos de los desordenes persistentes que provo-
ca esta activación desadaptativa. La persistencia de estos cambios puede
acarrear una serie de desórdenes psicofisiológicos transitorios, como
dolores de cabeza, insomnio, disfunción eréctil, anorgasmia femenina,
contracturas musculares, disfunciones gástricas, etc.
• A nivel de nuestro sistema motor la ansiedad se manifiesta con inquietud
motora, hiperactividad, movimientos repetitivos, dificultades de comu-
nicación (a veces tartamudez), consumo de sustancias (comida, bebida,
tabaco u otras drogas), llanto, tensión en la expresión facial, etc. Es en-
tonces cuando la ansiedad se con-vierte en un problema de salud. (Be-
lloch, Sandin y Ramos, 2008)

1.1.3.Clasificación
El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experi-
mentar: aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad diso-
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS
Desarrollo
de contenidos
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79

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
ciativa. Los tras-tornos de ansiedad en el DSM-IV se dividen principalmente
en:
1. Trastorno de ansiedad generalizada.
2. Trastorno de pánico (con o sin agorafobia). Recordatorio Anotaciones Chat

3. Trastorno obsesivo-compulsivo.
4. Trastorno por estrés postraumático.
5. Trastorno por estrés agudo.
6. Trastorno de ansiedad social o fobia social.
7. Trastorno fóbico
8. Otros trastornos de ansiedad no especificados o producidos por el con-su-
mo de sustancias.

Cada uno tiene sus propias características y síntomas y requieren tratamientos


diferentes. Las emociones presentes en los trastornos de ansiedad van desde
el simple nerviosismo a episodios de terror o pánico.

1.2 Fobia específica, fobia social, trastorno de pánico.

• La Fobia Específica
La fobia específica consiste en un temor intenso y persistente, que es excesivo e
irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situa-
ción específicos. Por ejemplo: miedo a volar, a sonidos fuertes como los de los pe-
tardos, a la altura, animales, ascensores u otros espacios cerrados, a la oscuridad,
administración de inyecciones, visión de sangre o heridas, ingerir determinadas
comidas o medicamentos, ir al dentista, etc.

La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta in-


mediata de miedo, que puede tomar la forma de una Crisis de Pánico.

La persona reconoce que este miedo es excesivo e irracional pero no puede con-
trolarlo.
Las situaciones que provocan fobia se evitan o se soportan a costa de una intensa
ansiedad o malestar. Estas fobias interfieren marcadamente con la rutina normal
de la persona, con las relaciones laborales o académicas, familiares o sociales.
(Belloch, Sandin y Ramos, 2008)

• Subtipos de fobias:
Pueden especificarse los siguientes subtipos para indicar el objeto del miedo o
evitación en la fobia específica:

• Tipo animal: El miedo hace referencia a animales o insectos. Este subtipo


suele iniciarse en la infancia.
• Tipo ambiental: El miedo hace referencia a situaciones relacionadas con
la naturaleza y los fenómenos atmosféricos como tormentas, precipicios o
agua. Este subtipo suele iniciarse en la infancia.
• Tipo sangre-inyecciones-daño: El miedo hace referencia a la visión de san-
gre o heridas, o a recibir inyecciones u otras intervenciones médicas de ca-
rácter invasivo. Este subtipo presenta una incidencia marcadamente familiar
y suele caracterizarse por una intensa respuesta vasovagal (por ej. descenso
de la presión arterial y/o desmayos).
• Tipo situacional: El miedo hace referencia a situaciones específicas como
transportes públicos, túneles, puentes, ascensores, aviones, coche o recintos
cerrados. El inicio de este trastorno sigue una distribución bimodal, con un
pico de mayor incidencia en la segunda infancia y otro a mitad de la tercera
década de la vida.
• Otros tipos: El miedo hace referencia a otro tipo de estímulos, entre los
que se incluyen las situaciones que pueden conducir al atragantamiento, al
ollo
nidos 80
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
vómito, a la adquisición de una enfermedad; fobia a los “espacios” (es decir,
el individuo tiene miedo de caerse si no hay paredes u otros medios de su-
jeción), y el miedo que los niños tienen a los sonidos altos o a las personas
torio Anotaciones Chat
disfrazadas.

La distribución de frecuencias de estos subtipos en los centros asistenciales para


adul-tos, de la más a la menos frecuente, es la siguiente: situacional, ambiental,
fobia a la sangre-inyecciones-daño y, por último animal. En muchos casos hay más
de un subtipo de fobia específica. El hecho de tener una fobia de un subtipo deter-
minado aumenta las probabilidades de padecer otra fobia del mismo subtipo (p.ej.,
miedo a los gatos y a las serpientes).

Los criterios diagnósticos de la fobia específica son:

Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la


presencia o anticipación de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, precipi-
cios, animales, administración de inyecciones, visión de sangre).
A. La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta
inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situa-
cional o más o menos relacionada con una situación determinada. Nota: En los
niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o abrazos.
La persona reconoce que este miedo es excesivo o irracional. Nota: En los niños
este reconocimiento puede fallar.
B. La(s) situación(es) fóbica(s) se evitan o se soportan a costa de una intensa an-
siedad o malestar.
C. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provo-
cados por la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con la rutina
normal de la persona, con las relaciones laborales (o académicas) o sociales, o
bien provocan malestar clínicamente significativo.
D. En los menores de 18 años la duración de estos síntomas debe haber sido de 6
meses como mínimo.
E. La ansiedad, las crisis de angustia o los comportamientos de evitación fóbica
asociados a objetos o situaciones específicos no pueden explicarse mejor por la
presencia de otro trastorno mental, por ejemplo, un trastorno obsesivo-compul-
sivo (p. ej., miedo a la suciedad en un individuo con ideas obsesivas de contami-
nación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., evitación de estímulos rela-
cionados con un acontecimiento altamente estresante), trastorno de ansiedad
por separación (p. ej., evitación de ir a la escuela), fobia social (p. ej., evitación
de situaciones sociales por miedo a que resulten embarazosas), trastorno de an-
gustia con agorafobia, o agorafobias en historia de trastorno de angustia.

• Fobia Social
Fobia social o trastorno de ansiedad social es un trastorno psiquiátrico del espec-
tro de los trastornos de ansiedad caracterizado por un miedo intenso en situacio-
nes sociales que causa una considerable angustia y deterioro en la capacidad de
funcionamiento en distintas áreas de la vida diaria. Según el DSM-III-R, DSM-IV
y DSM-IV-TR, el diagnóstico del trastorno de ansiedad social puede ser específico
(fobia social específica), en las que sólo se teme algunas situaciones particulares,
o generalizada (fobia social generalizada). Sin embargo, la publicación del DSM-
5 ha cambiado este panorama y solo existe el trastorno de ansiedad social y la
posibilidad del subtipo de actuación o hablar en público.

a. Etiología
La fobia social como cualquier otra fobia es un mecanismo desarrollado para
evitar situaciones potencialmente peligrosas para la supervivencia, pero en la
sociedad moderna este mecanismo es un problema mayor que el propio peli-
gro, pues incapacita a la persona el poder hacer una vida como desea. El expo-
nerse a la situación temida puede provocar un ataque de ansiedad, y el miedo a
sufrir ese ataque es el principal motivo por el que a la persona le cueste enfren-
tarse a sus miedos. También la ansiedad suele ser un acompañante habitual de
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
81

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
quien padece fobia social. También se ha encontrado una relación entre estilos
paternos (crítica, sobreprotección emocional, hostilidad; es decir, el construc-
to “emoción expresada”) y el desarrollo y/o manteni-miento de la fobia social.
Recordatorio Anotaciones Chat

b.Definición y Características
Como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso, persistente y crónico
(grave para considerarse fobia) a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer
el ridículo, que se pone de manifiesto en varios tipos de situaciones, entre las
que destacan:
• Hablar en público, como intervenir en clase o realizar una exposición
(glosofobia).
• Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse (fiestas, eventos,
etc.).
• Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.

Estos temores pueden ser desencadenados por medio del escrutinio de las ac-
ciones de los demás. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo
de situaciones la persona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello (ansie-
dad anticipatoria), e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad.
Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sienta in-
seguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca
de lo que pueden estar hablando, pensando o juzgando de él (cierta paranoia),
y síntomas evidentes de ansiedad. Si bien el miedo a la interacción social pue-
de ser reconocido por la persona como ex-cesivo o irracional, su superación
puede ser bastante difícil. Los síntomas físicos que acompañan a menudo el
trastorno de ansiedad social incluyen rubor, sudoración pro-fusa (hiperhidro-
sis), temblores, palpitaciones, náuseas, tartamudez, a menudo acompañada de
un discurso acelerado. Pueden ocurrir ataques de pánico en virtud del intenso
miedo y malestar. Un diagnóstico precoz puede ayudar a minimizar los sínto-
mas y el desarrollo de problemas adicionales, como la depresión.

Debido a la relevancia de este trastorno, es crucial la detección temprana. Ac-


tualmente están disponibles instrumentos de evaluación breves y sencillos que
se pueden utilizar como medida de tamizado o cribado en adolescentes y adul-
tos, como por ejemplo, el Inventario de Fobia Social (Social Phobia Inventory),
y la Escala de Ansiedad Social de Liebowitz (Liebowitz Social Anxiety Scale).

c. Signos y Síntomas
Síntomas físicos
• Rubor.
• Transpiración profusa, especialmente en las manos (hiperhidrosis).
• Temblores en manos o pies.
• Palpitaciones, taquicardias; dolor u opresión torácica.
• Dificultad para respirar (disnea), sensación de falta de aire.
• Molestias gastrointestinales: dolor abdominal, sensación de vacío en el es-
tómago (epigastrio), dispepsia, descomposición intestinal.
• Tartamudez o “temblor” en la voz.
• Agarrotamiento y tensión muscular.
• Deseo urgente de orinar.
• Sensación de opresión en la cabeza o cefaleas, mareos, náuseas, sensación
de fatiga, sequedad bucal.
• Sensación de frío (escalofríos) o calor.
• Confusión.
• Insomnio.

d.Síntomas Cognitivos y Emocionales


• Miedo a bloquearse mentalmente, tartamudear, toser, etc.
ollo
nidos 82
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
• Temor a la evaluación negativa, la persona piensa que está siendo juzgado
o criticado por los demás.
• Pensamientos negativos (ej. “voy a hacer el ridículo”, “quedaré bloqueado
torio Anotaciones Chat y no sabré que decir”, “seguro que no les interesa mi opinión”, etc.)
• Sensación de irrealidad (desrealización o despersonalización).
• Sensación de que todos lo están observando y enjuiciando.
• Temor y creencia de ser visto como ansioso, débil, raro, loco o estúpido.
• Temor extremo a conocer gente nueva.
• Temor y creencia de no saber comportarse de un modo adecuado o com-
petente.
• Evasión total de un evento social (aislamiento).
• Ansiedad intensa frente a un grupo de personas.
• Temor a manifestar síntomas de ansiedad.

• Trastorno de Pánico
a. El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad en el que la persona
afectada sufre repetidos ataques súbitos de terror en ausencia de estímulos
externos que puedan desencadenarlos. Los episodios frecuentes de terror
acompañados de un fuerte estado de ansiedad se denominan ataques de
pánico o, en algunos casos, ataques de ansiedad o crisis de ansiedad.
b. El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por epi-
sodios inesperados y repetidos de intenso miedo acompañados por síntomas
físicos que pueden incluir dolor en el pecho, palpitaciones aceleradas del
corazón, falta de ai-re, mareos, angustia o molestia abdominal.

En el trastorno de pánico, los episodios sucesivos de terror aparecen acompa-


ñados de cambios significativos en el comportamiento del individuo y de una
preocupación continua por que se produzcan nuevos ataques de pánico. Se
pueden producir cambios en la vida del individuo que pueden conllevar a evi-
tar las situaciones o lugares temidos, a huir de los estímulos fóbicos, a apoyarse
excesivamente en personas o en sustancias y a intentar controlar a toda costa
las reacciones temidas.

Si se producen cambios importantes de dependencia imperativa de personas y


de lugares para que el afectado pueda sentirse seguro el trastorno desemboca
en agorafobia. (Belloch, Sandin y Ramos, 2008)

Síntomas de trastornos de pánico: DSM-IV


El trastorno de pánico con (o sin) agorafobia se valora según los criterios diag-
nósticos del DSM-IV (cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos menta-les de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense) de la forma
siguiente:

A. Cumplimiento de los requisitos (1) y (2):


1. Ataques de pánico periódicos e inesperados.
2. A
 l menos uno de los ataques ha sido seguido durante 1 mes o más de al
menos uno de los siguientes aspectos:
• Persistente preocupación por tener nuevos ataques.
• Preocupación por las implicaciones del ataque o por sus consecuencias
(por ejemplo: perder el control, sufrir un ataque cardíaco, “volverse
loco”, etc.).
El Pánico y el temor a morirse o volverse loco.
• Cambio significativo en el comportamiento en relación con los ataques.
B. La presencia (o ausencia) de agorafobia.
C. Los ataques de pánico no se atribuyen a efectos fisiológicos directos produ-
cidos por una sustancia (por ejemplo: consumo de drogas o medicamentos)
o a un cuadro médico concreto (por ejemplo, hipertiroidismo).
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
83

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
D. Los ataques de pánico no se encuadran mejor dentro de otros trastornos
como la fobia social (exposición a situaciones sociales temidas), fobias es-
pecíficas (exposición a una determinada situación fóbica), trastornos obse-
sivo-compulsivos (por ejemplo: con la exposición a la suciedad de alguienRecordatorio Anotaciones Chat
obsesionado con la limpieza o la salud), trastornos de estrés postraumático
(por ejemplo: en respuesta a estímulos asociados con un grave estrés) o tras-
tornos de ansiedad por separación (por ejemplo: en respuesta a encontrarse
fuera del hogar).
ollo
nidos 84
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°2: TRASTORNOS DE ANSIEDAD II

Los trastornos de ansiedad afectan a aproximadamente 40 millones de adultos estadou-


torio Anotaciones Chat
nidenses de 18 años de edad o más (aproximadamente el 18%) cada año,1 llenando a
personas de miedo e incertidumbre. A diferencia de la ansiedad relativamente leve y
transitoria causada por un evento estresante (tal como hablar en público o una prime-
ra cita amorosa), los trastornos de ansiedad duran por lo menos seis meses y pueden
empeorar si no se los trata. Los trastornos de ansiedad ocurren comúnmente junto con
otras enfermedades men-tales o físicas, incluyendo abuso del consumo de alcohol o
sustancias, lo cual puede enmas-carar los síntomas de la ansiedad o empeorarlos. En al-
gunos casos, estas otras enfermeda-des necesitan ser tratadas antes de que una persona
pueda responder a un tratamiento para el trastorno de ansiedad.

Existen terapias eficaces para los trastornos de ansiedad, y investigaciones están des-
cu-briendo nuevos tratamientos que pueden ayudar a la mayoría de las personas que
padecen de trastornos de ansiedad a vivir vidas productivas y plenas. Si usted cree que
padece de un trastorno de ansiedad debe buscar información y tratamiento inmediata-
mente. (Caballo, Salazar y Carrobles, 2011)

2.1 Trastorno obsesivo compulsivo

2.1.1 Definición
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se
manifiesta con pensamientos, temores o preocupaciones irracionales que
se intentan superar mediante una actividad ritual. Las imágenes o los
pensamientos perturbadores y frecuentes se denominan obsesiones y los
rituales repetidos que se llevan a cabo para evitarlos o disiparlos se llaman
compulsiones.

Los niños en edad preescolar utilizan rituales y rutinas relacionadas con las
comidas, el baño y la hora de dormir que les ayudan a estabilizar sus expec-
tativas y la comprensión de su mundo. Los niños en edad escolar suelen
desarrollar rituales grupales cuando aprenden a jugar, a practicar deportes
en equipo y a recitar rimas. Los niños mayores y los adolescentes comienzan
a coleccionar objetos y a desarrollar pasatiempos. Estos rituales ayudan en el
proceso de socialización y en el control y dominio de la ansiedad.

Por el contrario, cuando un niño o un adolescente presenta el TOC


manifiesta pensamientos obsesivos que no son deseados (como por ejemplo,
el miedo a tocar objetos sucios) y utiliza rituales compulsivos para contro-
lar esos miedos (como por ejemplo, lavarse las manos excesivamente). Los
pensamientos obsesivos provocan una intensa preocupación y los rituales
compulsivos pueden volverse tan frecuentes o intensos que llegan a inter-
ferir con las actividades de la vida diaria poniendo en riesgo el proceso de
desarrollo. (Caballo, Salazar y Carrobles, 2011)

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad de curso crónico


o recurrente caracterizada por la presencia de obsesiones y compulsiones:

• Las obsesiones se refieren a ideas no deseadas que asedian la conciencia


y quedeterminan un estado de angustia patológica, son ideas reiterativas,
persistentes que difícilmente la persona puede controlar y eliminar, que tie-
nen una base real y lógica, aunque la persistencia de esas ideas acaba sien-
do absurda. Las ideas obsesivas pueden versar sobre temas muy distin-tos.
• Las compulsiones: Son actos repetitivos, en sentido estricto, que tienen la
finalidad de comprobar, verificar y asegurar algo.
• En la enfermedad obsesivo compulsiva domina la intrusión persistente de
pensamientos, necesidades o acciones no queridas que el paciente es
incapaz de detener. Los pensamientos pueden estar constituidos por
pa-labras o ideas simples, por oleadas de pensamientos sin sentido. Las ac-
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ciones varían desde los movimientos simples hasta los rituales complejos.

Características fundamentales en las obsesiones:


Recordatorio Anotaciones Chat

1. El carácter coercitivo, sin posibilidad de control eficaz por parte del sujeto
2. La tendencia a la repetición incesante
3. Lo “absurdo” del contenido.
3. El carácter insólito y parásito. La persona reconoce estos fenómenos
como patológicos y procedentes de sí mismo aunque se oponga a ellos
5. La vivencia angustiosa que provocan
6. La atmósfera de duda que envuelve a todo “lo obsesivo”

2.1.2. Epidemiología, prevalencia o frecuencia del trastorno


Es difícil encontrar una persona que no haya tenido una vez en su vida la
experiencia de un pensamiento obsesivo o de una conducta compulsi-
va, pero una compulsión transitoriamente irracional de comprobar, por
ejemplo, la llave del gas, difícilmente constituye una enfermedad compul-
siva que en sus formas más graves pue-de llegar a ser tan incapacitante para el
que la sufre como la peor enfermedad física.

Los estudios epidemiológicos recientes sugieren que este trastorno es más


frecuente de lo que se pensaba y se estima una prevalencia global de 2,5% a
lo largo de la vida. (Estas cifras sitúan al TOC en el cuarto puesto en cuanto a
frecuencia entre los trastornos mentales, detrás de las fobias, abuso de tóxicos
y depresión mayor).

2.1.3 Causas del trastorno obsesivo compulsivo y fundamento neurobiólogo


Aún se desconoce la causa del trastorno obsesivo compulsivo, no obstante,
las investigaciones indican que es un trastorno neurológico. Existen unas es-
tructuras del SN relacionadas con este trastorno que son los núcleos de la
base y los lóbulos frontales. Las evidencias sugieren que las personas con este
trastorno manifiestan un déficit en un neurotransmisor químico que se en-
cuentra en el cerebro llamado serotonina.

El TOC puede también tener un origen de componente genético. Sin em-


bargo, también puede desarrollarse sin antecedentes familiares del trastor-
no. Estudios recientes sugieren que las infecciones por estreptococos pueden
provocar la aparición del TOC o, en ciertos casos, agravarlo. (Caballo, Salazar
y Carrobles, 2011)

2.1.4. Prevención del trastorno obsesivo compulsivo


Aún se desconocen medidas preventivas que permitan reducir la inciden-
cia de los trastornos de TOC en los adolescentes. Sin embargo, la detección
e intervención precoz puede reducir la gravedad de los síntomas, estimular el
crecimiento y el desarrollo normal y mejorar la calidad de vida de los niños o
adolescentes con trastornos de an-siedad.

2.2.Trastorno de estrés post traumático

2.3.1. ¿Qué es el estrés postraumático?


El estrés post-traumático es un trastorno discapacitante que puede desarro-
llarse después de un acontecimiento traumático. A menudo, las personas que
lo han sufrido tienen pensa-mientos y recuerdos persistentes de miedo sobre
lo que les aconteció y pueden sentirse emocionalmente bloqueados, espe-
cialmente aquellos que fueron testigos de un acontecimiento de estas pro-
porciones. Los veterano de guerra fueron los primeros en llamar la atención,
aunque puede ser el resultado de muchos otros incidentes como son: atracos,
violación o tortura; secuestro o captividad; abusos en la niñez, accidentes gra-
ollo
nidos 86
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
ves como choques de tren o coche; desastres naturales como riadas o terremo-
tos. El acontecimiento que dispara el trastorno puede ser algo ocurrido en la
vida de la persona o algo ocurrido a una persona cercana a él o ella. O quizá
torio Anotaciones Chat
el simple hecho de ser testigo, como la muerte y destrucción masiva después
de haber presenciado el derrumbe de un edificio o de un accidente aéreo.

El trastorno a menudo se acompaña por depresión, abuso de substancias o


uno o más trastornos de ansiedad. En los casos más graves, la persona puede
desarrollar problemas en el trabajo o en las relaciones sociales. En general,
los síntomas parecen agravarse si el acontecimiento que lo dispara fue deli-
beradamente iniciado por una persona como una violación o un secuestro.

Los acontecimientos más comunes pueden servir como recuerdos del trauma
y provocar instantáneas o imágenes intrusivas. Una persona que esté expe-
rimentando este tipo de instantáneas que se pueden presentar en forma de
imágenes, sonidos, olores o sentimientos puede llegar a perder el sentido de
la realidad y creer que el acontecimiento traumático está teniendo lugar una
y otra vez.

No todas las personas traumatizadas tienen estos síntomas o desarrollan es-


trés-postraumático. El trastorno se diagnostica sólo si los síntomas duran más
de un mes. En los que sí lo hacen, los síntomas empiezan, por lo general,
dentro de los tres meses del trauma, y el curso de la enfermedad varía. Algu-
nas personas se recuperan en seis meses; los síntomas duran a otras mucho
más. En algunos casos, el trastorno puede llegar a ser crónico. En ocasiones,
la enfermedad no aparece hasta después de transcurridos unos años del acon-
tecimiento.

Se puede ayudar a las personas que padecen este trastorno con una terapia
adecuada.

2.2.2. Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático son:


Episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscen-
cias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación
de “entumecimiento” y embotamiento emocional, de despego de los demás,
de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de
actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso
evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma.

En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de


miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un
repentino recuerdo, una actuali-zación del trauma o de la reacción original
frente a él o ambos a la vez.

Por lo general, hay un estado de hiperactividad vegetativa con hipervigilancia,


incremento de la reacción de sobresalto e insomnio. Los síntomas se acom-
pañan de ansiedad y de de-presión y no son raras las ideaciones suicidas. El
consumo excesivo de sustancias psicotropas o alcohol puede ser un factor
agravante.
El comienzo sigue al trauma con un período de latencia cuya duración varía
desde unas pocas semanas hasta meses (pero rara vez supera los seis meses).
El curso es fluctuante, pero se puede esperar la recuperación en la mayoría
de los casos. En una pequeña proporción de los enfermos, el trastorno puede
tener durante muchos años un curso crónico y evolución hacia una transfor-
mación persistente de la personalidad.

a. Pautas para el diagnóstico


Este trastorno no debe ser diagnosticado a menos que no esté totalmente
claro que ha apa-recido dentro de los seis meses posteriores a un hecho
traumático de excepcional intensidad. Un diagnostico “probable” podría
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aún ser posible si el lapso entre el hecho y el comienzo de los síntomas es
mayor de seis meses, con tal de que las manifestaciones clínicas sean típicas
y no sea verosímil ningún otro diagnóstico alternativo (por ejemplo, tras-
torno de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo o episodio depresivo). Recordatorio Anotaciones Chat
Además del trauma, deben estar presentes evocaciones o representaciones
del acontecimiento en forma de recuerdos o imágenes durante la vigilia o
de ensueños reiterados. También suelen estar presentes, pero no son esen-
ciales para el diagnóstico, desapego emocional claro, con embotamiento
afectivo y la evitación de estímulos que podrían reavivar el recuerdo del
trauma. Los síntomas ve-getativos, los trastornos del estado de ánimo y el
comportamiento anormal contribuyen también al diagnóstico, pero no son
de importancia capital para el mismo. (Caballo, Salazar y Carrobles, 2011)

b. Criterios del cie-10 para el diagnóstico de tratorno destrés postraumático.


Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento
estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcional-
mente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar
generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes naturales o
producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo de
la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una
violación o de otro crimen).

Ciertos rasgos de personalidad (por ejemplo, compulsivos o asténicos) o


antecedentes de enfermedad neurótica, si están presentes, pueden ser fac-
tores predisponentes y hacer que descienda el umbral para la aparición del
síndrome o para agravar su curso, pero estos fac-tores no son necesarios ni
suficientes para explicar la aparición del mismo.

2.3. Ansiedad generalizada


El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno crónico común carac-
terizado por ansiedad de larga duración y que no se centra en algún objeto o situa-
ción particular, al contrario que en las fobias. Las personas que padecen de ansiedad
generalizada experimen-tan miedos y preocupaciones persistentes no específicos,
muy focalizados en asuntos coti-dianos. El trastorno de ansiedad generalizada es el
trastorno de ansiedad más común que afecta a adultos mayores. La ansiedad puede
ser un síntoma secundario al abuso de medicamentos o sustancias, y los profesiona-
les médicos deben ser conscientes de ello. El diagnóstico de trastorno de ansiedad
generalizada se produce cuando una persona ha estado excesivamente preocupada
por uno o más problemas todos los días durante seis meses o más. La persona pue-
de tener problemas para tomar decisiones diarias y recordar compro-misos como
consecuencia de la falta de concentración que le supone la “preocupación por la
preocupación”. Antes de diagnosticar un trastorno de ansiedad generalizada los
médicos deben descartar causas de ansiedad inducido por fármacos.

a. Características
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por un estado de
Preocupación Excesiva de por lo menos seis meses de evolución, acompañado de
tres o más de los siguientes síntomas:
o dificultades en el sueño
o tensión o contracturas musculares
o irritabilidad
o inquietud o impaciencia
o dificultad para concentrarse
o cansancio fácil y frecuente.

Esta preocupación lleva a quienes la padecen a vivir en un permanente estado de


tensión y de alerta (que se refleja en cansancio fácil, irritabilidad, impaciencia,
inquietud, contracturas musculares, sueño poco reparador y dificultad para con-
centrarse), siempre anticipando la posibilidad de que ocurran hechos negativos
en el futuro próximo. Por ejem-plo:
ollo
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as Glosario Bibliografía
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o si deben salir con el auto una noche de lluvia, creen que es altamente
probable que ocurra un accidente.
o s i algún integrante de la familia demora en llegar, suponen que algo serio
torio Anotaciones Chat le habrá pasado, ¡aunque sólo lleve unos minutos de retraso!
o s i se han levantado con dolor de cabeza, ¿quién les garantiza que no sea
la primera señal de un tumor en el cerebro, o de una meningitis?

Estos ejemplos ilustran de manera clara dos tipos de distorsiones en el


modo de pensar y percibir o evaluar la realidad: el sobre-estimación de
la probabilidad de que ocurran eventos negativos y el pensamiento catas-
trófico. La primera de ellas se refiere a la tendencia a creer en una exa-
geradamente alta probabilidad de que ocurran, en cualquier momento,
hechos negativos, tales como enfermedades, accidentes, o problemas serios
de cualquier tipo. El pensamiento catastrófico, por otra parte, describe la
convicción de que los sucesos negativos futuros serán muy serios o graves, y
que no se podrá hacer frente a ellos.

Es decir, la persona con un Trastorno de Ansiedad Generalizada, cree que


vive en un mundo amenazante, difícil de controlar, y se considera a sí mis-
ma como sin recursos suficientes para afrontar los problemas. Suelen ser
exageradamente responsables e hipercríticos. Es común que se ocupen de
más cosas de las que les corresponden, al considerar que los demás no lo
hacen como deberían (es decir, “como ellos lo harían”).

b.Causas
El TAG está probablemente causado por una combinación de factores bio-
lógicos y de circunstancias vitales. Los genes pueden desempeñar un papel.
Muchas de las personas que la padecen también experimentan otros tras-
tornos médicos, como depresión y/o pánico, que al parecer implican cam-
bios en los procesos químicos cerebrales, en particular anomalías en los ni-
veles de la serotonina. El estrés también puede contribuir en su aparición.

Podemos definir las respuestas de ansiedad como reacciones defensivas e


instantáneas ante el peligro. Estas respuestas, ante situaciones que com-
prometen la seguridad del sujeto, son adaptativas para la especie humana.
Significa esto que ejercen una función protectora de los seres humanos.

El ser humano durante miles de años se ha tenido que enfrentar a infinidad


de peligros; cuando estos se presentaban, las respuestas más eficaces para
preservar la integridad del sujeto eran dos: huir o luchar. Los mecanismos,
psicofisiológicos humanos, que preparan para la huida o la lucha (respues-
tas de ansiedad) han cumplido un eficaz papel a lo largo de los tiempos. El
problema es que el ser humano ya no tiene que enfrentarse con animales
que corren detrás de él para convertirlo en su cena; en cambio otros mu-
chos agentes estresantes le rodean y le acompañan a lo largo de su exis-
tencia, haciendo que el fantasma del peligro le aceche detrás de cualquier
situación inofensiva.
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LECTURA SELECCIONADA N.°1


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Recordatorio Anotaciones Chat

INTERVENCIÓN COGNITIVO CONDUCTUAL EN UN CASO DE FOBIA


SOCIAL
Recordatorio Anotaciones Chat Antonio Fernández.
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. 2004. 15(2), pág. 177-212.

1. INTRODUCCIÓN
Según el DSM-IV (APA, 1994) la fobia social se define como un temor acusado y
persistente a una o más situaciones sociales o actuaciones en público por la posi-
bilidad de una evaluación negativa de los demás; en concreto, la persona teme
en esas situaciones mostrar síntomas de ansiedad y/o actuar de una forma que sea
embarazosa o humillante para ella.

Este miedo conlleva, en la mayo- ría de ocasiones, que la persona opte por evitar
esas situaciones sociales “comprometidas”. Otras veces (las menos), se enfrenta a
ellas, aunque mostrando gran malestar y ansiedad.

En la fobia social no sólo se ve afectado el componente motor en forma de res-


puestas de evitación o escape, sino también el componen- te cognitivo y el fisioló-
gico. El elemento cognitivo, que juega un papel importantísimo en el desarrollo
del problema, implica un gran temor o preocupación por las críticas (y por una
evaluación negativa de los otros) y una serie de expectativas negativas sobre la
propia ejecución social. El segundo elemento (el fisiológico) se manifiesta prin-
cipalmente a través e síntomas tales como taquicardia, temblor, sudoración y rubor
facial, síntomas que pueden llegar a ser lo suficientemente intensos como para
constituir una crisis de angustia.

En general, este trastorno suele interferir notablemente en el funcionamiento dia-


rio de la persona, debido a las respuestas de evitación. El grado de afectación
depende de la intensidad del miedo y de la cantidad de situaciones sociales temi-
das y/o evitadas. Lo más habitual es que la persona tenga miedo o evite la mayoría
de situaciones sociales, con lo que el grado de interferencia es importante; pero
también puede ocurrir que presente temor sólo a una o dos interacciones sociales
puntuales (hablar en público, escribir delante de otros o comer acompañado),
conllevando una interferencia mucho menor. En el primer caso hablaríamos de
fobia social generalizada y en el segundo, de específica.

Si bien en los años 70 y 80 se consideraba que este trastor no fóbico era poco
frecuente, más recientemente (tras la ampliación del concepto de fobia social re-
cogida en el DSM-III-R y mantenida en el DSV-IV) se estima que puede llegar a
presentarlo un número destacable de personas (según Davinson, Hughes, George
y Blazer,1994, este problema afecta en mayor o menor medida al 3,8 % de la po-
blación). En este sentido, se ha convertido en el segundo problema fóbico más
atendido en las consultas psiquiátricas, sólo superado por la agorafobia (Marks,
1991).

A diferencia de lo que ocurre con los otros trastornos fóbicos (que afectan más
a las mujeres) la fobia social se presenta, en la misma proporción ó n para ambos
sexos; incluso se ha detectado que en la población clínica incide con más frecuen-
cia en los hombres (APA,1994).

El comienzo de este trastorno suele situarse al inicio de la edad adulta. Lo más


común es que aparezca de forma lenta y progresiva, previa existencia en la infancia
de timidez o inhibición social; también puede surgir bruscamente como resultado
de experiencias sociales desagradables o traumáticas. El curso de este problema es
normalmente crónico, aunque a veces remite parcial o totalmente en el trans-cur-
so de la vida adulta.
ollo
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Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
No siempre es fácil identificar la presencia de una fobia social, ya que suele en-
tre-mezclarse con otros cuadros de ansiedad; existe una destacable superposición
entre este problema y el pánico, la agorafobia y la ansiedad generalizada (Di Nardo
torio Anotaciones Chat
y Barlow, 1988). También resulta difícil distinguir este trastor- no de la ansiedad
so-cial y de la timidez, ya que en ellos también existe cierto temor a las situaciones
sociales y a la valoración negativa de los demás. Los dos aspectos en los que se
dife-rencia la fobia social de estos otros problemas son su curso más crónico y la
interfe-rencia grave que supone.

En el nivel terapéutico, no es hasta la década de los noventa cuando se han


propuesto intervenciones sistem á ticas y estudios comparativos sobre la efica-
cia delas mismas (Mattick, Peters y Clarke, 1989; Scholing y Emmelkamp,1993;
Hope, Heimberg y Bruch, 1995; Turner, Beidel y Cooley-Quille, 1995; Salaberría
y Echeburúa, 1995). Las terapias aplicadas habitualmente se agrupan en dos tipos:
el entrenamiento en habilidades sociales y la exposición ó n sola o acompañada
de técnicas cognitivas. Los resultados obtenidos con estos enfoques son en ge-
neral, moderados y menores que los con- seguidos para otras fobias (Mersch, 1995).

Existe acuerdo en considerar la fobia social un trastorno difícil de tratar. Algunos


autores (Hope, Herbert, y White, 1995; Tran y Chambless, 1995) han postulado
varios factores que pueden explicar su resistencia al tratamiento: el aprendizaje
de la evitación como forma de enfrentamiento, el déficit en habilidades sociales,
la presencia de variables de personalidad (neuroticismo e introversión) o de un
trastorno asociado de personalidad (por evitación). Otro factor podría ser lo avan-
zado con que las personas afectadas buscan tratamiento, ocasionando así que el
problema se consolide mucho en ellas.

2. DESCRIPCIÓN DEL CASO

Luisa es una mujer de 25 años, soltera, con estudios de peluquería y actualmente


en situación de paro. Es la menor de tres hermanas de una familia de clase baja-me-
dia. Sus padres, que están separados, viven en otra localidad diferente a donde ella
reside. La relación con su madre y sus hermanas es buena, aunque a veces se siente
ansiosa cuando tiene que hablar con ellas de algún tema “conflictivo”. La relación
con su padre es muy negativa; de hecho, desde hace seis meses no se hablan.

Luisa convive desde hace 1 año y medio con su novio; éste es albañil, y trabaja fuera
de la ciudad de residencia, por lo que no se ven cuanto ella querría. La relación
con él es definida por la paciente como buena en general, aunque en ocasiones este
no comprende lo que le ocurre. Con su novio nunca ha pre-sentado este problema
fóbico.

Inicia contacto con esta Unidad de Salud Mental remitida por su médico de cabe-
cera por “sensaciones de ansiedad, problemas para relacionarse e insomnio que
precisa tratamiento”. Acude sola a las entrevistas de evaluación.

Estado actual del problema. La paciente se queja de “sentirse con gran an-siedad
cuando está con gente, teniendo que irse a toda prisa”. En concreto, suele notarse
inquieta, tensa y asustada al encontrarse o estar con otras personas, con mucha
preocupación por si la miran, ya que teme que los demás la valoren mal o se den
cuenta de lo nerviosa que se pone.

Sin embargo, otras le resultan especialmente difíciles, por lo que tiende a evitar-
las. Se trata de situaciones en las que debe permanecer durante cierto tiempo o
con muchas personas desconocidas (sintiéndose así observada) o debe conversar
directamente con alguien: acudir a reuniones, hacer colas, ir a bares y restaurantes,
hablar con sus antiguos amigos, visitar su pueblo, salir con los amigos de su novio,
hablar con la familia de é éste, ir a entrevistas de empleo,... En ellas se siente muy
ansiosa y temerosa, llegando a sufrir frecuentes episodios de angustia que cursan
con taquicardia, falta de aliento, sofoco, rubor y a veces temblor. Igualmente con
bloqueo, dificultades para concentrarse y para continuar la conversación.
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En el nivel del contenido del pensamiento, destaca gran autocrítica por no ser ca-
paz de resolver sus dificultades sociales. No presenta alteraciones en la percepción
ni en el estado de ánimo. Indica problemas para concentrarse, especial- mente en
los momentos de mayor ansiedad; no alude pérdida en su capacidad mnésica. Recordatorio
Re- Anotaciones Chat
fiere pérdida leve de peso, sin alteración significativa en la ingesta. Presenta insom-
nio de conciliación moderado desde hace unos 6 meses, con cierta mejoría en las
últimas semanas, tras tratamiento farmacológico (“loracepan” 0-0-1) por su médico.

Presenta antecedentes psiquiátricos de interés: hace 2 años fue atendida en esta


misma unidad por un cuadro depresivo, aunque no recibió tratamiento siste-
mático (al trasladarse a otra ciudad). Historia de abuso de alcohol y coca í na
(desde hace 9 meses no consume). Como antecedentes familiares des- tacan los
problemas de abuso de alcohol de su padre y los problemas de ansiedad social
de un tío paterno (también en tratamiento en esta unidad). No presenta ni ha pre-
sentado problemas físicos de salud relevantes.

3. EVALUACIÓN.

3.1. Evaluación inicial: La evaluación se desarrolló en tres sesiones y se realizó a


través de las técnicas de entrevista, pruebas complementarias de evaluación
y autorregistros.

a) La entrevista ocupó toda la sesión primera y la parte inicial de la segunda; a trav
é s de ella se recogieron los datos más relevantes apuntados arriba.
b) Pruebas psicométricas. Se aplicaron en la parte final de la segunda sesi ó n.
Sin embargo, debido a falta de tiempo, se le pidió que terminara de cumpli-
mentarlas como tarea para casa. Estos cuestionarios se recogieron en la tercera
sesión y se analizaron junto con la paciente. Las pruebas administra- das fueron
las siguientes:
• ”Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria” (HAD) (Zigmond y Smith,
1983). Esta escala se aplicó básicamente para detectar la presencia de síntomas
depresivos relevantes. Las puntuaciones obtenidas fueron: A = 11; D = 4 (Los
puntos de corte son 10 para ambas escalas). La prueba apunta en la dirección
de la ausencia de problemas afectivos, dato congruente con la información de
entrevista y con la impresión inicial del terapeuta.

4. ANÁLISIS FUNCIONAL

En la siguiente tabla se detallan los distintos factores implicados y las relaciones


que se establecen entre ellos.
El orden de encendido de la conducta problema es siempre la misma:
1. cognitiva,
2. fisiológica, y
3. motora. Esta secuencia se aprecia más claramente en las respuestas de evitación
a las situaciones sociales; así las rumiaciones anticipatorias de la paciente sobre
su incapacidad de afrontar relajadamente esa situación ó n y sobre la posibilidad
de que los otros le noten su ansiedad (elemento cognitivo), genera casi de forma
automática respuestas físicas de ansiedad (no tan intensas como cuando se ve
envuelta en la propia situación), con lo que opta finalmente por no enfrentarse
a ella (elemento motor). Igualmente, se sigue el mismo orden de encendido en
las respuestas de escape, aunque no se aprecie con tanta claridad. Aunque el
componente fisiológico (rubor, falta de aliento, taquicardia, etc.).

5. PLAN DE TRATAMIENTO

En función de las características de su problema y del análisis funcional realiza-


do, las técnicas terapéuticas empleadas fueron la exposición gradual (primero en
imaginación y después en vivo) a las situaciones temidas, acompañada de respira-
ción ó n diafragma á tica, y de autoinstrucciones de enfrentamiento.
ollo
nidos 92
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

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nadas
Con la técnica de exposición se pretendía el descondicionamiento de la respuesta
fóbica a través del acercamiento de la paciente a las situaciones temidas, empe-
zando por aquellas que no le producían tanta ansiedad para ir paulatina- mente
torio Anotaciones Chat
exponiéndose a las más difíciles. Se vio viable la exposición previa en imaginación
puesto que se había evaluado la capacidad imaginativa de la paciente con resul-
tados favorables.

Con la relajación se pretendía el control de sus intensas respuestas fisiológicas de


ansiedad; precisa- mente la gravedad de estos síntomas corporales aconsejó intro-
ducir en primer lugar el entrenamiento en relajación (respiración profunda) y
proseguir después con las autoinstrucciones. En concreto, se decidió utilizar la res-
piración puesto que sus síntomas de ansiedad (que constituían incluso síntomas
de pánico) se debían claramente a la hiperventilación que mostraba. No se descartó
la posibilidad de profundizar en el entrenamiento de relajación a través del méto-
do de Jacobson. Se valoraría posteriormente según la evolución de la paciente la
necesidad o no de incluir este procedimiento.

Pensamientos de afrontamiento elaborados por la paciente

FASE DE PREPARACION:
_ “Es bueno para mi enfrentarme a eso”
_ “Ahora no es momento de pensar en el miedo”
_ “Si me pongo un poco nerviosa es normal; es el primer día”
_ “No voy a preocuparme; no sirve para nada”
_ “Voy a planificar lo que haré”

FASE DE CONFRONTACION:
_ “Iré poco a poco”
_ “Pensaré en el presente; no en lo que pueda pasar”
_ “Tengo fuerzas para superarlo”
_ “Sé que puedo manejar mi ansiedad”
_ “No exageraré; la cosa no es tan grave”
_ “Empezaré a respirar relajadamente”

FASE DE MOMENTOS DIFICILES:


_ “Si lo necesito, puedo distraerme”
_ “No pasa nada; sólo es ansiedad”
_ “Respiraré lentamente y me relajaré”
_ “Me centraré en la conversación”
_ “Esta ansiedad me durará poco tiempo”
_ “Voy a tranquilizarme”

FASE DE RESOLUCION:
_ “Me ha ido bastante bien esta técnica”
_ “Me puse nerviosa, pero pude controlarme”
_ “Ha ido mejor de lo yo esperaba”
_ “Bien, he podido con eso”
_ “Con el tiempo, sé que cada vez estaré mejor”

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ACTIVIDAD N.°3
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TEMA N.°3: TOXICOMANÍAS

La adicción es una clase especial de dependencia, en la que el individuo experimenta la


Recordatorio Anotaciones Chat
necesidad compulsiva de usar las sustancias tóxicas sin detenerse a considerar las con-se-
cuencias. Los que sufren de adicción psicológica necesiten consumir la sustancia tóxica
para sentirse satisfechos. Los que tienen sólo adicción física se sienten enfermos y expe-
rimentan síntomas físicos de abstinencia si dejan de usar la droga. La clase y riesgo de
dependencia varían según la sustancia tóxica de que se trate. La toxicomanía se da en
individuos de todas las edades, desde el niño al anciano, y no excluye a los que poseen
una buena formación académica o se desempeñan en trabajos y cargos profesionales.

3.1 Síntomas generales

3.1.1 ¿Que es toxicomanías?


Es el abuso del alcohol, el tabaco, las drogas ilegales, los fármacos de prescrip-
ción, y otras sustancias (tales como diluyentes de pintura o gases en forma de
aerosol) que alteran el funcionamiento del cerebro y del cuerpo humano. Es
posible abusar de algunas de estas sustancias sin tener que depender de ellas
física, emocional o psicológicamente, pero el uso prolongado tiende a crear
dependencia. En el caso de ciertas sustancias, la dependencia se adquiere
rápidamente y es muy difícil dar marcha atrás.

La capacidad adictiva de cada tóxico es variable, así como la aceptación social


de alguno de ellos, por lo que los programas de deshabituación deben tener
diseños específicos. La implicación del sistema sanitario y la legislación son
imprescindibles a la hora de elaborar programas de salud dirigidos a estos
pacientes. Con la aparición de la epidemia del virus del SIDA, en los últimos
diez años se han destinado gran cantidad de recursos sanitarios a los pro-
gramas de reinserción de adictos a drogas por vía parenteral, con resultados
iníciales esperanzadores. Aún más, las autoridades sanitarias y políticas han
concienciado a la población sobre los problemas del tabaquismo, con campa-
ñas de gran impacto en la población general. Por lo tanto, es necesario una
actuación sanitaria, social y política para evitar el empleo de tóxicos como
opiáceos, cocaína, tabaco o alcohol, con especial atención en la juventud y los
adolescentes, ya que son el grupo poblacional más susceptible.

Dependencia y adicción Hay quienes pueden abusar de ciertas sustancias tó-


xicas sin llegar a depender de ellas física, emocional o psicológicamente, si
bien el uso prolongado de tales sustancias a menudo conduce a la depen-
dencia. Cuanto más se usan, mayor la tolerancia, y mayores las dosis de ellas
que se necesita para lograr el mismo efecto. Algunas de estas sustancias crean
adicción muy rápidamente. (Romaní, 2010)

3.1.2 síntomas
La característica esencial de la dependencia de sustancias consiste en un gru-
po de síntomas cognoscitivos, de comportamiento y fisiológicos que indican
que el individuo continúa consumiendo la sustancia a pesar de la aparición
de problemas significativos relacionados con ella.

Existe un patrón de repetida autoadministración que lleva a la tolerancia, la


abstinencia y a una ingestión compulsiva.

La tolerancia es la necesidad de recurrir a cantidades crecientes para alcanzar


el efecto deseado o una disminución del efecto con la misma dosis.

La abstinencia es un cambio de comportamiento desadaptativo, cuando la


concentración en sangre disminuye, en un individuo que ha mantenido un
consumo prolongado de grandes cantidades.
ollo
nidos 94
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
El uso compulsivo de la sustancia implica, consumir mayores cantidades de la
sustancia, periodos más prolongados de lo pretendido, deseo persistente de
abandonar el consumo con intentos infructuosos, un aumento en las activida-
torio Anotaciones Chat
des que giran en torno a esa sustancia, etc.

• Tolerancia de los efectos del alcohol.


• Necesidad diaria o frecuente de alcohol para su función diaria.
• Pérdida de control con incapacidad de interrumpir o reducir el consu-
mo de alcohol.
• Bebedor solitario.
• Dar excusas para beber.
• Episodios de pérdida de memoria asociados al consumo de alcohol (au-
sencias negras).
• Episodios de violencia asociados al consumo de alcohol.
• Deterioro en las relaciones sociales y familiares y en la responsabilidad
laboral.
• Absentismo laboral.
• Inexplicable mal genio.
• Conducta que tiende a esconder el alcoholismo.
• Hostilidad al hablar de la bebida.
• Negarse a la ingesta de alimento.
• Negar la apariencia física.
• Nauseas.
• Vómitos.
• Vacilación por las mañanas.
• Dolor abdominal.
• Calambres.
• Entorpecimiento y temblores.
• Enrojecimiento y capilares de la cara dilatados (especialmente en la na-
riz).
• Confusión.
• Temblores e incontroladas sacudidas del cuerpo.
• Cansancio y agitación.
• Insomnio.
• Pérdida de apetito e intolerancia a toda la comida.
• Confusión.
• Alucinaciones.
• Taquicardia.
• Sudores.
• Convulsiones.
• Problemas en la lengua.
• Lagrimeo.
• Desvanecimiento.

3.1.4Clasificación de la toxicomanía
• TOXICOMANÍAS IATROGÉNICAS: Son aquellas que tienen una justifi-
cación. Están ligadas a personas que tienen una enfermedad grave y muy
dolorosa, el dolor se trata con morfina y algunas veces el paciente se engan-
cha a esta sustancia.
• TOXICOMANÍAS POR PERSISTENCIA: Al principio son justificadas y lue-
go no lo son. Este es el ejemplo de las personas que empiezan un tratamien-
to con ansiolíticos (benzodiacepinas) y siguen consumiendo porque creen
que no pueden vivir sin esa sustancia y que les ayuda a estar mejor.
• TOXICOMANÍAS PRIMITIVAS POR PERVERSIÓN: Un sujeto se droga
PSICOPATOLOGIA II
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seleccionadas
para ol-vidar un apena, buscar sensaciones nuevas o buscar placer. Un fac-
tor importante en este tipo de toxicomanía es si el sujeto tiene una persona-
lidad débil o padece algún trastorno psicológico o psicopatológico.
• T
 OXICOMANÍAS PSICOPATOLÓGICAS: Otro autor como Olievenstein Recordatorio Anotaciones Chat

fue el padre de la atención a toxicómanos en París a principios de los 60,


dice que estas son las autenticas toxicomanías. Presentan una patología psi-
quiátrica previa y por eso caen en la toxicomanía.
• T
 OXICOMANÍAS SOCIOCULTURALES: Se debe a factores sociales y cul-
turales, a modas y actitudes. Las toxicomanías en Europa se han ido “gene-
ralizando” a partir de los 60. Hasta el momento se usan las drogas con fines
místico- religiosos.

3.1.5 Diagnóstico y tratamiento


Diagnóstico La toxicomanía es a menudo difícil de diagnosticar y tratar. Los
médicos suelen confeccionar la historia médica del adicto, practicarle un exa-
men físico y a veces llevar a cabo análisis de sangre y orina, pero tanto ellos
como los familiares del enfermo tienen dificultad para convencer a éste de
que necesita ayuda. En muchos casos, el adicto teme más a perder la droga y
al síndrome de abstinencia que a las consecuencias para la salud y la seguri-
dad personal de seguir usándola. (Romaní, 2010)

Tratamiento El tratamiento de la toxicomanía consiste en ayudar a la persona


a abstenerse de la droga, en tratar el síndrome de abstinencia y en evitar que
el adicto vuelva a sus andadas. La psicoterapia, la terapia ambulatoria (sin
necesidad de permanencia en el hospital) y los grupos de autoayuda son a
veces de gran eficacia. Los adictos con problemas graves tal vez requieran
tratamiento institucional. Este tratamiento suele estar a cargo de médicos y
organizaciones especializados en programas para toxicómanos. Entre los de
mayor éxito figuran:

- Los que evalúan al adicto en busca de trastornos psiquiátricos o clínicos;


- los que enseñan los efectos de la droga y de la adicción a ella; los que ofre-
cen apoyo mutuo y grupos de autoayuda;
- los que proporcionan psicoterapia individual y colectiva;
- los que ofrecen un sustituto para la sustancia de la que se han de abstener;
- los que hacen hincapié en cambios conductuales que favorecen la absti-
nencia;
- las que ofrecen rehabilitación y entrenamiento en aptitudes vitales.

Incluso los adictos que logran la abstinencia deben mantenerse en guardia


contra la po-sibilidad de reincidencia. Aquellos que presentan problemas mé-
dicos o psiquiátricos graves, que son propensos a las sobredosis o que sufren
reacciones tóxicas, requieren atención médica inmediata.

3.2 Tipos de drogas

3.2.1 La cocaína
Es un polvo blanco, extraído de las hojas de la coca, arbusto oriundo de Sud-
américa. Tiene propiedades estimulantes que producen una intensa euforia
inicial, incremento de la energía física e inhibición del sueño. La cocaína se
puede inhalar (esnifar), fumar o inyectar. El crac es una forma de cocaína
más barata, preparada para fumarla, que produ-ce una intensa euforia inicial,
de corta duración. Es la forma de cocaína más adictiva.

La cocaína es una droga peligrosa. Es vasoconstrictora, dilata las pupilas y


eleva la temperatura corporal, acelera la frecuencia cardíaca y aumenta la
tensión arterial. Suele producir en el usuario inquietud, irritabilidad y an-
gustia. Se sabe de casos ocasionales en que el uso de la cocaína por primera
vez ha producido la muerte repentina. Los que consumen mucha cocaína o
ollo
nidos 96
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
la vienen usando desde hace mucho tiempo pueden volverse paranoicos y
violentos, así como lesionar el tejido blando de la mucosa nasal hasta el punto
de producir el colapso parcial de la nariz, perder la libido (apetito sexual) y
torio Anotaciones Chat
perecer de paro respiratorio, apoplejía o ataque al corazón. Los recién naci-
dos de madre cocainómana llegan al mundo adictos a la cocaína. Se muestran
agitados, responden mal a la presencia de otras personas, y han de sufrir el
síndrome de abstinencia.

La cocaína, sobre todo cuando se fuma en forma de crac, es sumamente adic-


tiva. Los que adquieren tolerancia a la droga necesitan mayores dosis para
lograr el mismo efecto que con la primera. Esto los hace propensos a partici-
par en actividades delictivas. La abstinencia de la cocaína deja a sus usuarios
deprimidos, soñolientos y a veces con pen-samientos suicidas, y con el deseo
compulsivo de usar la droga.

3.2.2 Sedantes
Estos fármacos deprimen el sistema nervioso, con lo que alivian la angustia,
la irritabilidad y la tensión nerviosa. Entre los depresivos destacan los barbi-
túricos, la metacualona y los tranquilizantes. Se les puede recetar legalmente
como sedantes o anestésicos para controlar la angustia y evitar las convulsio-
nes. En el argot de las drogas tienen nombres como bombita, dopa. Combina-
dos con el alcohol, los depresivos surten mayor efecto deprimente del sistema
nervioso que cuando una y otra droga se usan por sí solas. El abuso de los
depresivos desinhibe al adicto en forma parecida a como sucede cuando se
emborracha con alcohol, a lo que suele seguir el deseo de dormir. La sobre-
dosis de depresivos puede ocasionar dificultad respiratoria, coma y muerte.
La mayoría de los depresivos son física y psíquicamente adictivos.

3.2.3 Alucinógenos
Los alucinógenos, conocidos también por psicodélicos, causan alucinaciones,
delirios, percepciones alteradas y conducta imprevisible. La dietilamida del
ácido lisérgico (conocida por su sigla inglesa LSD) denominada habitualmen-
te ácido es uno de los más potentes alucinógenos. Por vía oral, el LSD tiene
efectos impredecibles, dependiendo de la dosis que se tome, de la persona-
lidad, estado de ánimo y expectativas del usuario, así como del ambiente y
circunstancias reinantes. El LSD suele alterar el sentido del tiempo y del yo,
y puede dar lugar a sensaciones extrañas, como el “oír colores” o “ver soni-
dos.” A veces el adicto se ve asaltado por ideas o sensaciones aterradoras de
perder el control, de demencia, de muerte, o de desesperanza. Físicamente,
el LSD causa dilatación de las pupilas y aumenta la temperatura corporal, la
frecuencia cardíaca y la tensión arterial; por otra parte, produce inapetencia,
sudoración, sequedad de boca, insomnio y temblequeo. El individuo afectado
puede experimentar vivencias retrospectivas a los pocos días a más de un año
de haber usado LSD.

Otros alucinógenos de uso muy difundido son la DMT (dimetil-triptamina),


la psilocibina (principio activo de los hongos “mágicos”), la MDMA (éxtasis)
y la mezcalina. Los efectos de la psilocibina y la mezcalina son parecidos a
los del LSD, mientras que la MDMA desinhibe a la persona que lo usa y le
menoscaba el juicio.

Los alucinógenos no son físicamente adictivos, pero pueden provocar acci-


dentes, violencia, ataques de pánico y otras repercusiones imputables al juicio
perturbado. Todas estas sustancias son de uso, fabricación y venta ilegales.

3.2.4 Inhalantes
Son vapores químicos inhalables que alteran la mente. Se pueden aspirar por
la nariz o por la boca, y en ambos casos invaden los pulmones. Existen tres
clases de inhalantes: los disolventes (especialmente los de pintura, la gasolina,
los pegamentos, la tinta líquida de los marcadores), gases (como el de los
encendedores de butano, crema batida en forma de aerosol, rociadores de
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pinturas o de desodorantes, el óxido nitroso o “gas hilarante”) y los nitritos.
(Romaní, 2010)

Los efectos físicos de los inhalantes dependen de la sustancia química queRecordatorio


se Anotaciones Chat

inhala. Mu-chas de estas sustancias dan lugar a problemas de salud graves y


a menudo irreversibles, pudiendo incluso causar la muerte. Entre los efectos
irreversibles figuran la sordera, pérdida del control muscular, espasmos de
las extremidades, lesiones del sistema nervio-so central, incluido el cerebro,
lesiones de la médula ósea y de los pulmones, e insuficiencia cardíaca. El
aficionado a estas sustancias corre peligro de perder el conocimiento. Otros
efectos graves, pero potencialmente reversibles, además de la pérdida del co-
noci-miento, son lesiones del hígado y los riñones, así como hipoxia (carencia
parcial de oxí-geno en la sangre).

3.2.5 La marihuana
Esta sustancia, parecida al tabaco, se obtiene a partir del cáñamo índico (Can-
nabis sativa). Se conoce también por hierba, grifa, Juanita, perejil, María,
Santa Marta, tila, yerba y huesca, y muchos otros nombres. Suele fumarse en
forma de cigarrillo (porro o canuto), pero hay quien la mezcla con la comida
o hacen con ella una infusión de té.

En ciertos individuos, la mariguana actúa como relajante muscular, propor-


ciona una leve euforia y hace al usuario más sociable. Las percepciones que-
dan atenuadas, lo que plan-tea problemas de memoria, aprendizaje, ideación,
y resolución de problemas. Físicamen-te, la mariguana causa la pérdida de la
coordinación muscular y acelera el latir del cora-zón. Ocasionalmente se mez-
clan o aderezan con ella otras drogas, lo que produce alucinaciones, paranoia
y síndrome confusional (obnubilación).

El uso prolongado de la mariguana produce efectos nocivos en el cerebro, los


pulmones y el corazón. Pueden menoscabarse las facultades de aprendizaje
y memoria, y el fumador de mariguana corre el mismo riesgo de plantearse
problemas de salud que el que fuma tabaco: tos, bronquitis crónica, infeccio-
nes de las vías respiratorias y lesiones pulmonares.

3.2.6 Narcóticos
Son drogas que embotan los sentidos. Se emplean para el alivio del dolor y
pueden producir una cierta euforia (subida o subidón), seguida de letargo
y percepción nebulosa. En los Estados Unidos se venden por lo menos una
veintena de sustancias opioides, que son una forma de narcóticos, entre ellos
la morfina, la meperidina y la codeína. Algunos opioides tienen usos medici-
nales legítimos, pero no así la heroína, que el es opioide del que más se abusa.

La heroína se obtiene de las semillas de la adormidera o amapola del opio


asiática. Es generalmente un polvo de color pardo o blanco, que se inyecta,
fuma o inhala. El uso prolongado de esta droga puede conducir a abortos es-
pontáneos, colapso vascular, infec-ciones del endocardio (mucosa interna del
corazón) y de las válvulas cardíacas, abscesos, enfermedades del hígado, neu-
monía y sobredosis mortales. El uso compartido de jeringas para inyectarse la
heroína lleva a menudo al contagio de enfermedades infecciosas, tales como
el sida y la hepatitis. El síndrome de abstinencia suele combatirse preferen-
temente con dosis de mantenimiento de metadona, pero luego es necesario
hacer frente a los síntomas de abstinencia de la metadona.

3.2.7 El tabaco
La nicotina, principio activo del tabaco, es una de las drogas adictivas de uso
más difundido en los Estados Unidos Esta sustancia estimula y a la vez actúa
como sedante del sis-tema nervioso central. El tabaco suele fumarse, pero
también se puede mascar o usar en forma de píldora sublingual, colocada por
debajo de la lengua. El fumar cigarros puros o con pipa también son prácticas
ollo
nidos 98
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

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nadas
nocivas.

El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, entre ellas el


torio Anotaciones Chat monóxido de carbono y el alquitrán. Muchas de esas sustancias se asocian
a diversas enfermedades. Cuanto más se fuma, tanto más riesgo se corre de
adquirir enfermedades. Al tabaquismo se le imputan el 30 por ciento de to-
das las muertes por enfermedades del corazón, y más del ochenta por ciento
de los casos de enfermedad pulmonar crónica de carácter obstruc-tivo. Los
fumadores tienen mayor propensión a los resfriados e infecciones de las vías
respiratorias que los no fumadores. Y las mujeres embarazadas que fuman
tienen mayor riesgo de aborto espontáneo y de hijos nacidos muertos que las
que no fuman. Los bebés de las fumadoras suelen pesar menos, tienen más
infecciones respiratorias, corren mayor riesgo de infecciones de los oídos y de
asma, y poseen pulmones más débiles. El respirar el humo de los fumadores
(“humo pasivo”) es también nocivo para los no fumadores, que pueden sufrir
los mismos problemas de salud que los fumadores activos.

El fumador experimenta los síntomas físicos que acompañan al síndrome de


abstinencia del tabaco. A veces es muy útil para el que deja de fumar el uso
de un parche que suministra pequeñas dosis de nicotina a través de la piel,
conjuntamente con apoyo psicológico, modificación de la conducta y la cola-
boración de grupos de autoayuda.

Una manera de abusar de los medicamentos legales es tomar dosis mayores


que las recetadas, usarlos con fines no medicinales, o para tratan padecimien-
tos inconexos. Las medicinas recetadas y de venta libre de las que más se abu-
sa son los estimulantes, los analgésicos (para aliviar el dolor), los depresivos
(como los soporíficos), las medicinas para la tos y el resfriado, y los laxantes
o purgantes.

El abuso de estas sustancias puede acarrear dependencia física y fisiológica.


Algunas me-dicinas de receta contienen adictivos como alcohol y narcóticos,
por ejemplo, la codeína. La combinación del alcohol con drogas de prescrip-
ción y de venta libre, o las mezclas de estas drogas, pueden alterar su eficacia
y producir efectos secundarios nocivos.

3.2.8 Alcohol
Si bien normalmente no se consideran perjudiciales las bebidas alcohólicas
cuando se consumen con moderación (dos bebidas al día en el caso de los va-
rones y una tratándose de mujeres o ancianos), millones de estadounidenses
abusan del alcohol o son alcohólicos (físicamente dependientes del alcohol).
En una encuesta nacional realizada en 1996 se descubrió que 11 millones
de habitantes del país eran bebedores empedernidos y que 30 millones se
embriagaban (con más de cinco bebidas en cada ocasión). Esta última cifra
incluye a 1,9 millones de alcohólicos y 4,4 millones de individuos, de edades
comprendidas entre los 12 y 20 años, que beben hasta emborracharse.

El alcohol deprime el sistema nervioso central, interfiere con los mensajes de


entrada y salida del cerebro y altera la forma en que sienten, ven, oyen y se
mueven los que lo consumen. El abuso del alcohol lleva en ocasiones a la pér-
dida de la coordinación muscular, a la agresión contra los amigos, al embota-
miento del juicio, a conducir vehículos automotores en plena borrachera, a
la ira repentina y a toda clase de peleas; o bien a correr riesgos insensatos, a
vomitar en forma violenta o al arresto por conducta anormal bajo la influen-
cia del alcohol. (Romaní, 2010)

3.2.9 Las anfetaminas


Son sustancias estimulantes sintéticas que aceleran el funcionamiento del sis-
tema nervioso central, con lo que crean la sensación de euforia y de hiper-
quinesia (movimientos enérgicos). Las anfetaminas pueden tomarse por vía
oral o en forma de inyección, fumarse o aspirarse (esnifarse). Se las puede
PSICOPATOLOGIA II
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recetar para el tratamiento del síndrome de déficit de atención con hipe-
ractividad, para provocar inapetencia o para combatir el can-sancio (cuando
éste ocasiona sueño incontenible). Entre las principales anfetaminas figu-ran
la Benzedrina (sulfato de anfetamina), la Dexedrina (sulfato de dextroan- Recordatorio Anotaciones Chat
fetamina) y la Metedrina (clorhidrato de metanfetamina). De todas ellas se
conocen nombres vulga-res, como anfeta, euforia, espectro, bustaca, bombita,
despertadora, gallina, pirula, etc.

Los que abusan de las anfetaminas suelen necesitar dosis cada vez mayores
para lograr el mismo efecto eufórico o “subidón.” Cuando adquieren depen-
dencia, pueden sentir temblequeo, perder peso, deprimirse, angustiarse, in-
quietarse, manifestar hostilidad y desplegar poca energía. Las sobredosis a
veces provocan taquicardia (latir acelerado del corazón), hipertensión, con-
vulsiones, fiebre, confusión mental, paranoia, psicosis, coma y colapso cardio-
vascular.

3.2.10 Los Esteroides Anabolizantes


Son compuestos sintéticos muy parecidos a la testosterona, o sea la hormona
sexual masculina. Tomados por vía oral o por inyección, promueven el desa-
rrollo de la musculatura esquelética, mejoran el índice de masa corporal, au-
mentan la resistencia y, por otra parte, ocasionan efectos secundarios graves.

Los esteroides se usan mediante receta médica para la terapia de restitución


hormonal. Los atletas, y especialmente los levantadores de pesas y los fisicultu-
ristas (musculistas), a veces utilizan ilegalmente los esteroides para potenciar
su rendimiento o crear una abultada musculatura. En un estudio realizado en
1997 por el Instituto Estadounidense contra la Toxicomanía se calculaba que
hasta el 1,5 por ciento de todos los escolares de 12 a 17 años habían probado
los esteroides anabolizantes en alguna ocasión. Sin embargo, los varones sue-
len usar esteroides con mucha mayor frecuencia que las mujeres.

Algunos de los efectos secundarios a corto plazo de los esteroides son a me-
nudo reversibles, incluidos la agresividad, la ictericia (trastorno del hígado
que provoca una coloración amarillenta a la piel, los tejidos y los humores
corporales), retención de líquidos, tensión arterial alta, acné grave y temblor.
Otros efectos secundarios incluyen:

• En el varón: reducción de tamaño de los testículos, esterilidad, recuento


de espermatozoides disminuido, calvicie, ginecomastia (desarrollo exce-
sivo de las ma-mas);
• en la mujer: crecimiento de pelo en la cara y el cuerpo, voz más pro-
funda, alteraciones del ciclo menstrual, agrandamiento de los órganos
genitales;
• en el adolescente: aceleración de la pubertad y acortamiento de la esta-
tura alcanzada en la edad adulta, por maduración prematura del proceso
de formación de los huesos.

Los efectos del uso de esteroides a largo plazo y a dosis elevadas no se cono-
cen del todo. Tal vez produzca aumentos de las concentraciones de colesterol,
enfermedades del cora-zón, tumores de hígado, cáncer y cataratas.

Clasificación de las drogas según el efecto de sustancias

• D
 rogas Estimulantes: Característica por la determinación de euforia y sobre
valoración de las potencialidades del consumidor, con sentimientos tran-
sitorios de omnipotencia y efímeras actitudes audaces. Los prototipos de
estas drogas son las anfetaminas, la cocaína y el ICE.

• D
 rogas depresora: Cuyo efecto liberador de la subcorteza (responsable
ollo
nidos 100
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
fundamental de las conductas primarias instintivo afectivas), se determina
por la acción inhibidora sobre los centros corticales. Los Prototipos de esta
Drogas son el alcohol, la morfina, la heroína, las benzodiacepinas y los Hip-
torio Anotaciones Chat
nóticos entre otros.

• Drogas Psicodélicas: Su modelo es el LSD cuyo efecto distorsionarte de la


percepción Espacial ha determinado miles de muertes a nivel mundial en
los casos jóvenes que se lanzan al vació, por la falsa percepción de que la
calle esta solo a un paso de su balcón.

• Droga Modelo: El alcohol se diferencia de otras sustancias de consumo legal


y no medica, como el Café y el Tabaco, por la capacidad que tiene de afectar
seriamente la personalidad y la conciencia del consumidor de igual modo
que las más peligrosas drogas ilegales. Es justamente esto, lo que determina
su condición de droga modelo, por ser la única sustancia de consumo legal
capaz de reproducir toda la gama de efectos nocivos determinados por las
drogas.

3.3 Dependencia de sustancias

3.3.1 Definición
Los términos dependencia y adicción significan lo mismo para la gente de la
calle. Sin embargo, en el entorno especializado, la adicción como dependen-
cia relativa a la sustancia en sí, la adicción al alcohol o la adicción a la nicoti-
na, por ejemplo, han sido sus-tituidas por la palabra dependencia. (Romaní,
2010)

Una dependencia siempre se refiere a una determinada sustancia, alcohol o


cannabis, por tomar dos ejemplos. Una adicción, por el contrario, puede tam-
bién referirse a una forma de comportamiento, como puede ser la adicción al
sexo, a comprar o al trabajo, es decir, no necesita estar unida a una sustancia
determinada. Además, también puede ir articulada a una característica huma-
na, como un carácter pendenciero o los celos.

Como el término adicción es bastante equívoco e inespecífico, hoy en día se


prefiere denominar a la adicción que está sujeta a sustancias como depen-
dencia.

Una dependencia se manifiesta por al menos tres de los siguientes criterios:

• La persona siente un fuerte deseo de consumir la droga.


• La persona desarrolla una tolerancia a la misma: cada vez necesita más
cantidad de droga para alcanzar el efecto deseado.
• La persona tiene problemas a la hora de controlar su comportamiento en
relación a la droga, es decir, le resulta difícil mantenerse dentro de una
dosis predeterminada.
• Si reduce la cantidad de la droga o la deja, aparece el síndrome de absti-
nencia.
• El dependiente descuida más y más a otras personas e intereses que antes
le eran importantes.
• A pesar de ser consciente de que su consumo le perjudica social, física y
psíquicamente, no puede parar la adicción.
• La persona va entrando progresivamente en una rutina de consumo.

El consumo de drogas y alcohol tiene una larga historia. Por ejemplo, hace
9.000 años ya se fabricaba cerveza. Esto lo sabemos por relatos de bacanales
de los antiguos egipcios y griegos. Homero ya describía en su odisea el efecto
tranquilizador del opio, y Freud escribió su obra fundamental, El significado
PSICOPATOLOGIA II
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101

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de los sueños, bajo los efectos de la cocaína.

3.3.2 Abusos de sustancias


Recordatorio Anotaciones Chat
El abuso de sustancias se refiere a la auto-indulgencia en el consumo y de-
pendencia de una droga u otro químico que lleva a efectos que generan un
deterioro en la salud física y mental de la persona que lo realiza, o el bienestar
de otros. (Romaní, 2010)

Esta afección se caracteriza por un patrón de uso patológico continuo de


un medicamento o estado de drogadicción, que resulta en consecuencias
sociales adversas repetidas en relación con el uso de drogas, tales como la
incapacidad de cumplir con las obligaciones laborales, familiares o escola-
res, conflictos interpersonales o problemas legales. Aún se debate sobre las
diferencias exactas entre el abuso de sustancias y la drogodependencia, pero
las prácticas estándares distingue una de la otra al definir la de-pendencia de
sustancias en términos de los síntomas fisiológicos y de comportamiento del
uso de sustancias, y al abuso de sustancias en términos de las consecuencias
sociales del uso de sustancias.

El abuso de sustancias puede llevar a la adicción o dependencia de sustan-


cias. Médicamente, la dependencia fisiológica requiere del desarrollo de to-
lerancia fisiológica que lleva a síntomas del síndrome de abstinencia. Tanto
el abuso como la dependencia son distintas de la adicción, que involucra una
compulsión por continuar usando la sustancia a pesar de las consecuencias
negativas, y puede involucrar o no la dependencia fisiológica. La dependen-
cia casi siempre implica el abuso, pero el abuso ocurre frecuentemente sin
dependencia, particularmente cuando una persona empieza por abusar en el
consumo de una sustancia. La dependencia involucra procesos fisiológicos,
mientras que el abuso de sustancias refleja una interacción compleja entre
quien abusa de sustancias, la sustancia de la que se abusa y la sociedad.

3.3.3 Diferencia con drogadicción


El abuso de sustancias a veces se emplea como sinónimo de drogadicción,
drogodependencia o dependencia química, pero en realidad se refiere al uso
de sustancias de una manera ajena a las convenciones socioculturales. Todo
uso de drogas lícitas o ilícitas de una manera que no sea dictada por las nor-
mas sociales o a las órdenes de un médico, se considera como un abuso de
acuerdo con esta definición, sin embargo, no hay una definición universal-
mente aceptada del concepto de abuso de sustancias, si bien es cierto que
el uso -aunque este sea razonable y moderado- de cualquier droga ilegal se
con-sidera como abuso o drogadicción.

Usar es poder servirse o valerse (usar y utilizar tienen raíz etimológica co-
mún). Abusar es excederse al usar, lo cual, negligencia el uso. El uso o el
abuso de la droga pueden remitir a su consumo, su obtención, su cultivo, su
venta, su regulación, su fabricación, etc. El abuso del consumo de la droga
(servirse del consumo de droga por lucrarse) no es lo mismo que el abuso en
el consumo de la droga (servirse del consumo de droga por adicción).
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nadas
TEMA N.°4: NUEVAS ADICCIONES

En la actualidad se acepta como adicción cualquier actividad que el individuo sea inca-
torio Anotaciones Chat
paz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida,
como lo pueden ser la adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la tele-
visión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia) y a las comidas rápidas. En este mismo plano,
se encuentra el alcoholismo, la drogodependencia, la adicción a la comida (comedores
compulsivos) y el tabaquismo, que conducen a un estado psicofisiológico, caracterizado
por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por con-
sumir una droga o sustancia. No obstante, esta es la definición puramente bioquímica.
(Vallejo 2002)

4.1 Conceptualización y diagnóstico

4.1.1 Que es adicción


Es una enfermedad física y emocional, según la Organización Mundial de
la Salud (OMS). En el sentido tradicional es una dependencia o necesidad
hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que esta cau-
sa a la persona. En su sentido etimológico, «adicto» proviene del latín, que
denotaba al deudor que, por falta de pago, era entregado como esclavo a su
acreedor.

La adicción a una droga es la necesidad compulsiva de consumir una sustan-


cia de forma regular (para experimentar sus efectos o disminuir el malestar
producido por su ausencia) sin que sea posible moderar o suprimir su consu-
mo. Las drogas alteran nuestra propia capacidad para controlar su consumo.

Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y compor-
tamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y estos actúan en aquellas
actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para
comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A di-
ferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son
«dependencias» que traen consigo graves consecuencias al adicto. Estas con-
secuencias afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su
salud (física y mental), así como limita la capacidad de funcionar de ma-nera
efectiva. Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin el objeto de su
adic-ción, por lo cual lo busca de forma permanente y compulsiva.

El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de ésta: este es el


eje y el condicionante de toda su rutina; si trata de salir repentinamente de
esta rutina, se ve afectado por problemas de ansiedad y, por lo general, vuelve
a caer en el consumo de su adicción, aunque puede dejar de ser adicto des-
pués de pasar por una fase llamada “mono”.

4.2 Nuevas adicciones: al celular, al internet, a la comida, al ejercicio, a las compras, al


trabajo, al sexo.

4.2.1 Adicción al celular


La adicción al teléfono consiste en un fracaso crónico y progresivo en resis-
tir el impulso de realizar llamadas telefónicas, a pesar de las consecuencias
negativas que ello conlleva para la vida de la persona (facturas elevadas de
teléfono, no realización de actividades antes gratificantes, problemas de pa-
reja y/o familiares…).

Las líneas telefónicas más adictivas suelen ser teléfonos de tarot, teléfonos
eróticos, party-lines y móviles.
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La adicción al teléfono esconde tras ella problemas tales como la inseguridad,
baja autoestima, necesidad de sentir experiencias intensas, soledad, pobres
habilidades sociales o la necesidad de mantenerse continuamente en contac-
to con otras personas. Recordatorio Anotaciones Chat

La FACUA (Federación de Consumidores en Acción) dice que el uso de los


teléfonos móviles puede provocar adicción con efectos psicológicos y emocio-
nales semejantes a los de los cigarrillos y otras substancias: agresividad, mal
humor, aislamiento, abandono del entorno social. Según un estudio publi-
cado en la British Medical Journal, el uso del teléfono móvil puede crear los
mismos comportamientos compulsivos que cualquier otra adicción. No son
uno ni dos los que dicen que el móvil engancha: uno de cada mil usua-rios
puede ser adicto.

4.2.2 Adicción al internet


“Desde las primeras horas de la mañana, en el trabajo, en un cibercafé, en
casa desayunando o con mi teléfono celular mientras viajo hacia algún lugar,
no puedo evitar re-visar todas mis casillas de mail, entrar a mi facebook a ver
si tengo alguna notificación, revisar el inicio para saber si alguien cambió su
estado civil, subió fotos o videos y, por supuesto, saber si alguien solicitó mi
amistad. Otro punto importante: conocer qué “están pensando” mis “ami-
gos”, ya que es lo primero que aparece en la página de inicio del facebook.
Luego de usar más de 40 minutos de mi mañana (que pasaron sin darme
cuenta), me doy una vuelta por Twitter, a ver qué está haciendo la gente a la
que sigo, y qué comentarios dejaron. Después de casi una hora, ya estoy lista
para comenzar mi día”

4.2.3 Adicción a la comida


Los desórdenes adictivos relacionados a la comida se agrupan en tres tipos
básicos:
1.- la bulimia
2.- la anorexia nervosa
3.- el comedor compulsivo

En todas estas variantes se presentan los componentes de obsesión y descon-


trol típicos de las adicciones, pero cada vairnate toma una forma especial.

La anorexia nervosa es un desorden donde la obsesión por la abstinencia


alimenticia es el síntoma principal. El anoréxico participa compulsivamente
en regímenes dietéticos severos y autoimpuestos con el fin de “bajar de peso”,
aunque muchas veces están muy por debajo del peso ideal debido a la propia
patología. La percepción de la autoimagen esta distorsionada y es común el
uso inapropiado de laxantes y diuréticos. La muerte puede sobrevenir por
desnutrición y desequilibiro electrolítico.

4.2.4 Adicción al ejercicio


Hacer ejercicio regularmente es bueno para la salud; y hay una serie de ra-
zones que lo avalan: ayuda a preservar las habilidades cognitivas, protege la
salud mental y mejora la salud del corazón. Sin embargo, en exceso, puede
generar una adicción (síndrome conocido como vigorexia) e incluso desen-
cadenar respuestas químicas negativas en el cerebro. Lo anterior fue com-
probado por psicólogos de la Universidad Tufts, tras un estudio en ratas de
laboratorio.

El estudio evaluó el comportamiento de ratas que estuvieron inactivas por lar-


gos periodos de tiempo y otras a las que se les sometió a exceso de ejercicio en
la rueda por varias semanas. Los expertos encontraron que cuando se les ad-
ministró el fármaco naloxona (que se administra a menudo para combatir los
síntomas de sobredosis en adictos a la heroína) las ratas que hicieron ejercicio
sufrieron síntomas de abstinencia, mientras que las sedentarias respondieron
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muy poco a la sustancia.

La intención era imitar la condición psicológica “vigorexia”, en la que las


torio Anotaciones Chat personas se vuelven compulsivas con el ejercicio porque buscan perder peso.
La conclusión fue que las ratas que habían corrido más y que habían comido
menos reflejaron el comportamiento del ser humano con vigorexia y tenían
fuertes síntomas del síndrome de abstinencia que sufren los adictos.

4.2.5 Adicción a las compras


En determinas fechas los comercios aprovechan para poner precios más eco-
nómicos y con ello incentivar el consumo; una buena oportunidad de ad-
quirir los productos que necesitamos a menor precio, pero también es una
trampa para aquellas personas que compran de forma compulsiva. Cuando
comprar deja de ser una actividad lúdica o para cubrir una carencia, y pasa a
convertirse en una necesidad en sí misma, de comprar por comprar, puede
que estemos ante un caso de adicción a las compras. Descubre qué es y por
qué se produce, y sobre todo cómo prevenir y tratar este problema.

4.2.6 Adicción al trabajo


La adicción al trabajo se define como la implicación excesiva y progresiva
de la persona en su actividad laboral, sin control ni límite, y abandono de
actividades que antes realizaba. Este exceso de implicación no se explica por
necesidades laborales objetivas, sino por necesidad psicológica de la persona
afectada. Comprende a aquellos trabajadores que, de forma gradual, pierden
estabilidad emocional y se convierten en adictos al control y al poder, en un
intento por lograr el éxito.

Es una de las adicciones comportamentales más aceptadas y justificadas so-


cialmente y el laboradicto tiende a negar su problema. Generalmente son
personas perfeccionistas.

No hay una definición médica para tal condición, emparentada con el sín-
drome de burnout (síndrome del quemado). Sin embargo, algunas formas
de estrés y el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva pueden estar
relacionados con el exceso de trabajo. Aunque el término workaholic tiene
una connotación negativa, se usa a veces para personas que expresan fuerte
motivación hacia una carrera u oficio.

El “trabajo” en cuestión, usualmente asociado a un empleo pagado, puede


también hacer referencia a actividades tales como deportes, música o artes.

Aunque se observa en ambos géneros, afecta en su mayor parte a profesiona-


les varones entre 35 y 50 años, profesionales liberales y mandos intermedios,
en los cuales la adicción al trabajo suele disimular problemas afectivos en la
familia o en la pareja.

En estas personas el trabajo constituye el centro de su vida y su refugio, que-


dando todo lo demás, incluida la familia, el ocio y la vida social, en un se-
gundo plano. Resulta habitual que lleven trabajo a casa para acabarlo por la
noche o los fines de semana y pue-den mostrar algo parecido a un síndrome
de abstinencia durante las vacaciones. Son personas insatisfechas o irritables
cuando están fuera del trabajo.

Las consecuencias más graves de son: relaciones familiares deterioradas, ten-


dencia al aislamiento, malhumor, desinterés por las relaciones interpersona-
les no productivas y problemas de salud. Además, puede observarse consumo
abusivo del alcohol y tabaco, tiempo libre muy reducido y alteraciones del
sueño.
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El adicto al trabajo suele negar el problema, evidenciando una distorsión en
la apreciación de la realidad apoyada a menudo por el consenso social, ya que
el trabajo intenso en general está bien visto, escapando a los observadores su
carácter patológico. Recordatorio Anotaciones Chat

Resulta obvio que no toda dedicación intensa al trabajo es adicción. Puede


haber personas que trabajan mucho pero que saben desconectarse en su
tiempo libre.

Existen tres tipos de adictos al trabajo:

Complacientes: se caracterizan por ser menos ambiciosos y más sociables que


los otros adictos. Para ellos la aprobación del jefe y de los compañeros de
trabajo es de gran importancia. Se callan sus problemas y tienen más posibili-
dades de caer en una depresión.

Controladores: son independientes y ambiciosos, y odian perder el control.


Cuando descienden en su rendimiento laboral, se vuelven ansiosos e irrita-
bles.

Narcisista controlador: su personalidad está desequilibrada y, en situaciones


de tensión, puede llegar a la despersonalización (sensación de no ser uno
mismo, de no conocerse a sí mismo) y a la desrealización (sensación de estar
fuera de la realidad, de ver y experimentar lo circundante como un sueño).
Son egocéntricos.

4.2.7 Adicción al sexo


El adicto al sexo se define por su comportamiento, el cual es fruto de sus
deseos. De forma general, la persona adicta al sexo mantiene una actividad
sexual excesiva, habi-tualmente promiscua e incontrolada.

La adicción al sexo o sexo compulsivo (también conocida como ‘donjuanis-


mo’) se refiere a un conjunto de conductas con formato repetido y de ca-
rácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones sexuales, habitualmente
con diferentes parejas, con el fin de satis-facer un intenso y frecuente deseo
sexual. Se calcula que un 6% de la población puede sufrir este trastorno.

Además, suele presentar las siguientes características:


• Varón joven (en el caso de las mujeres recibe el nombre de ‘ninfomanía’).
• Problemas de control de impulsos, falta de concentración, etcétera. La
satisfac-ción sólo la obtienen en el momento, sintiéndose posteriormente
culpables por haber mantenido la relación.
• Persistente en su conducta a pesar de las consecuencias negativas.
• Tienen pensamientos sobre temas sexuales casi de forma constante y de
manera intrusiva.
• No es capaz de controlar su impulso sexual.
• Promiscuo, su conducta sexual es ocultada mediante engaños, mentiras.
• Frecuentemente recurre a la masturbación, encuentros con desconocidos,
ciber-sexo, pornografía, prostitución…
• El tiempo dedicado a la búsqueda de sexo le puede llevar al aislamiento,
además de traerle problemas económicos y familiares.
• Baja autoestima.
• Presenta malestar similar al síndrome de abstinencia cuando no consigue
mantener relaciones sexuales.
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LECTURA SELECCIONADA N.°2


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ADICCIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y A LAS REDES SOCIALES EN LOS


JÓVENES: UN NUEVO RETO.
Recordatorio Anotaciones Chat

Autores: Enrique Echeburrua, Paz de Corral.


Adicciones. 2010. 22( 2), pág. 91-96

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están llamadas a fa-


cilitarnos la vida, pero también pueden complicárnosla. En algunas circunstancias,
que afectan sobre todo a adolescentes, Internet y los recursos tecnológicos pueden
convertirse en un fin y no en un medio. Si hay una obsesión enfermiza por adquirir
la última novedad tecnológica (por ejemplo, en móviles o en soportes de música)
o las TIC se transforman en el instrumento prioritario de placer, el ansia por estar
a la última puede enmascarar necesidades más po-derosas. Asimismo las redes so-
ciales pueden atrapar en algunos casos a un adolescente porque el mundo virtual
contribuye a crear en él una falsa identidad y a distanciarle (pérdida de contacto
personal) o a distorsionar el mundo real (Becoña, 2006).

Cualquier inclinación desmedida hacia alguna actividad puede desembocar en una


adicción, exista o no una sustancia química de por medio. La adicción es una afi-
ción patológica que genera dependencia y resta libertad al ser humano al estrechar
su campo de conciencia y restringir la amplitud de sus intereses. De hecho, existen
hábitos de conducta aparentemente inofensivos que, en determinadas circunstan-
cias, pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana
de las personas afectadas, a nivel familiar, escolar, social o de salud (Echeburúa y
Corral, 1994).

Lo que caracteriza a una adicción es la pérdida de con- trol y la dependencia. Todas


las conductas adictivas están controladas inicialmente por reforzadores positivos
-el aspecto placentero de la conducta en sí-, pero terminan por ser controladas por
reforzadores negativos -el alivio de la tensión emocional, especialmente-. Es decir,
una persona normal puede hablar por el móvil o conectarse a Internet por la utili-
dad o el placer de la conducta en sí misma; una persona adicta, por el contrario, lo
hace buscando el alivio del malestar emocional (aburrimiento, soledad, ira, nervio-
sismo, etcétera) (Marks, 1990; Potenza, 2006; Treuer, Fábian y Füredi, 2001).

La ciberadicción se establece cuando el niño deja de verse con sus amigos y se


instala frente a la pantalla con sus videojuegos, el adolescente presta más atención
a su Iphone que a su novia o el joven no rinde en los estudios porque revisa obse-
sivamente su correo electrónico. En todos estos casos hay una clara interferencia
negativa en la vida cotidiana (Estallo, 2001).

Como ocurre en las adicciones químicas, las personas adictas a una determinada
conducta experimentan un síndrome de abstinencia cuando no pueden llevarla a
cabo, caracterizado por la presencia de un profundo malestar emocional (estado
de ánimo disfórico, insomnio, irritabilidad e inquietud psicomotriz) . Al igual que
ocurre en el ámbito de las drogas, es difícil que un adicto se considere como tal.
Por lo general, es un suceso muy negativo -fracaso escolar, trastornos de conducta,
mentiras reiteradas, aislamiento social, problemas econó-micos, presión familiar- el
que le hace tomar conciencia de su problema. De ahí que sea muy frecuente que
sean los padres u otros familiares, más que el paciente mismo, quienes consulten
por el problema (Eche- burúa, 2001; Echeburúa, Amor y Cenea, 1998).

Los jóvenes y las nuevas tecnologías


Según el estudio realizado por la Fundación P f izer (2009), el 98% de los jóvenes
es-pañoles de 11 a 20 años es usuario de Internet. De ese porcentaje, siete de cada
10 afirman acceder a la red por un tiempo diario de, al menos, 1,5 horas, pero
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sólo una minoría (en torno al 3% o al 6%) hace un uso abusivo de Internet. Es,
por tanto, una realidad obvia el alto grado de uso de las nuevas tecnologías entre
los adolescentes y jóvenes (Johansson y Götestam, 2004; Muñoz- Rivas, Navarro y
Ortega, 2003). Recordatorio Anotaciones Chat

Las TIC simplifican considerablemente nuestros que haceres cotidianos. El atrac-


tivo de Internet para los jóvenes es que se caracteriza por la respuesta rápida, las
recompensas inmediatas, la interactividad y las múltiples ventanas con diferentes
actividades. El uso es positivo, siempre que no se dejen de lado el resto de las acti-
vidades propias de una vida normal (estudiar, hacer deporte, ir al cine, salir con los
amigos o relacionarse con la familia). Otra cosa es cuando el abuso de la tecnología
provoca aislamiento, induce ansiedad, afecta a la autoestima y le hace perder al
sujeto su capacidad de control.

L as motivaciones para hacer se con un Iphone, que permite reproducir y alma-


cenar música e integra teléfono, cámara de fotos y acceso a Internet en un único
dispositivo de diseño exclusivo, o para tener cuenta en las redes sociales virtuales
(Tuenti o Facebook), que permiten localizar a personas, chatear, mandar mensajes
tanto privados como públicos, crear eventos y colgar fotos y vídeos, son múltiples:
ser visibles ante los demás, reafirmar la identidad ante el grupo, estar conectados a
los amigos. El anonimato produce terror, del mismo modo que asusta la soledad.
Las redes sociales son el espantajo que aleja el fantasma de la exclusión: se vuelcan
las emociones, con la protección que ofrece la pantalla, y se comparte el tiempo li-
bre. Uno puede creerse popular porque tiene listas de amigos en las redes sociales.

Los riesgos más importantes del abuso de las TIC son, además de la adicción, el
acceso a contenidos inapropiados, el acoso o la pérdida de intimidad. Así, en las
redes se puede acceder a contenidos pornográficos o violentos o transmitir mensa-
jes racistas, proclives a la anorexia, incitadores al suicidio o a la comisión de delitos
(carreras de coches prohibidas).

Asimismo existe el riesgo de crear una identidad ficticia, potenciada por un factor
de engaño, autoengaño o fantasía. Así, por ejemplo, se liga bastante virtualmente
porque el adolescente se corta menos. Sin embargo, se facilita la confusión entre
lo íntimo, lo privado y lo público (que puede favorecer el mal uso de información
privada por parte de personas desconocidas) y se fomentan conductas histriónicas
y narcisistas, cuando no deformadoras de la realidad (por ejemplo, alardear del
número de amigos agregados).

Cuando hay una dependencia, los comportamientos adictivos se vuelven automáti-


cos, emocionalmente activados y con poco control cognitivo sobre el acierto o error
de la decisión. El adicto sopesa los beneficios de la gratificación inmediata, pero
no repara en las posibles con-secuencias negativas a largo plazo. Por ello, el abuso
de las redes sociales virtuales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento, el
desinterés por otros temas, los trastornos de conducta y el quebranto económico
(los videojuegos), así como el sedentarismo y la obesidad.

En resumen, la dependencia y la supeditación del estilo de vida al mantenimien-


to del hábito conforman el núcleo central de la adicción. Lo que caracteriza, por
tanto, a la adicción a las redes sociales no es el tipo de conducta implicada, sino la
forma de relación que el sujeto establece con ella (Alonso-Fernández, 1996; Eche-
burúa y Corral, 2009).

Factores de riesgo
A un nivel demográfico, los adolescentes constituyen un grupo de riesgo porque
tienden a buscar sensaciones nuevas y son los que más se conectan a Internet, ade-
más de estar más familiarizados con las nuevas tecnologías (Sánchez-Car- bonell,
Beranuy, Castellana, Chamorro y Oberst, 2008).

Sin embargo, hay personas más vulnerables que otras a las adicciones. De hecho, la
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Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

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dispo-nibilidad ambiental de las nuevas tecnologías en las sociedades desarrolladas
es muy amplia y, sin embargo, sólo un reducido número de personas muestran
problemas de adicción (Becoña, 2009; Echeburúa y Fernández-Montalvo, 2006; La-
torio Anotaciones Chat
brador y Villadangos, 2009).

En algunos casos hay ciertas características de personalidad o estados emocionales


que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones: la impulsividad; la dis-
foria (estado anormal del ánimo que se vivencia subjetivamente como desagradable
y que se caracteriza por oscilaciones frecuentes del humor); la intolerancia a los
estímulos displacenteros, tanto físicos (dolores, insomnio o fatiga) como psíquicos
(disgustos, preocupaciones o responsabilidades); y la búsqueda exagerada de emo-
ciones fuertes. Hay veces, sin embargo, en que en la adicción subyace un problema
de personalidad -timidez excesiva, baja autoestima o rechazo de la imagen corporal,
por ejemplo- o un estilo de afrontamiento inadecuado ante las dificultades cotidia-
nas. A su vez, los problemas psiquiátricos previos (depresión, TDAH, fobia social
u hostilidad) aumentan el riesgo de engancharse a Internet (Estévez, Bayón, De
la Cruz y Fernández-Liria, 2009; García del Castillo, Terol, Nieto, Lledó, Sánchez,
Martín-Aragón, et al., 2008; Yang, Choe, Balty y Lee, 2005).

Otras veces se trata de personas que muestran una insatisfacción personal con su
vida o que carecen de un afecto consistente y que intentan llenar esa carencia con
drogas o alcohol o con conductas sin sustancias (compras, juego, Internet o móvi-
les) . En estos casos Internet o los aparatos de última generación actúan como una
prótesis tecnológica.

En resumen, un sujeto con una personalidad vulnerable, con una cohesión familiar
débil y con unas relaciones sociales pobres corre un gran riesgo de hacerse adicto
si cuenta con un hábito de recompensas inmediatas, tiene el objeto de la adicción
a mano, se siente presionado por el grupo y está sometido a circunstancias de es-
trés (fracaso escolar, frustraciones afectivas o competitividad) o de vacío existencial
(aislamiento social o falta de objetivos). De este modo, más que de perfil de adicto
a las nuevas tecnologías, hay que hablar de persona propensa a sufrir adicciones.

Señales de alarma
Las principales señales de alarma que denotan una dependencia a las TIC o a las
redes sociales y que pueden ser un reflejo de la conversión de una afición en una
adicción son las siguientes (Young, 1998):

a. Privarse de sueño (<5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica
unos tiempos de conexión anormalmente altos.
b. Descuidar otras actividades importantes, como el con- tacto con la familia, las
relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
c. Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como los
padres o los hermanos.
d. Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a ella
y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
e. Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción
del tiempo.
f. Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego.
g. Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el rendimiento en los estudios.
h. Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del ordenador.

De este modo, conectarse al ordenador nada más llegar a casa, meterse en Internet
nada más levantarse y ser lo último que se hace antes de acostarse, así como reducir
el tiempo de las tareas cotidianas, tales como comer, dormir, estudiar o charlar con
la familia, configuran el perfil de un adicto a Internet. Más que el número de horas
conectado a la red, lo determinante es el grado de interferencia en la vida cotidiana
(Davis, 2001).
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD III: TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS
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Lecturas Glosario Bibliografía


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En definitiva, la dependencia a Internet o a las redes sociales está ya instalada
cuando hay un uso excesivo asocia- do a una pérdida de control, aparecen síntomas
de abstinencia (ansiedad, depresión, irritabilidad) ante la imposibilidad temporal
de acceder a la Red, se establece la tolerancia (es decir, la necesidad crecienteRecordatorio
de Anotaciones Chat
aumentar el tiempo de conexión a Internet para sentirse satisfecho) y se producen
repercusiones negativas en la vida cotidiana. En estos casos engancharse a una pan-
talla supone una focalización atencional, reduce la actividad física, impide diversi-
ficar el tiempo y anula las posibilidades de interesarse por otros temas. El sujeto
muestra un ansia por las redes sociales y se produce un flujo de transrealidad que
recuerda la experiencia de las drogas (Greenfield, 2009; Griffiths, 2000).

Objetivos Inicio

CONTROL DE LECTURA N.°2


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Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.

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Desarrollo Actividades Autoevaluación


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GLOSARIO DE LA UNIDAD III


Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
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Abuso de sustancia: No existe una definición clara sobre este punto. En la práctica, el
abuso de sustancia se entiende mejor en términos de los efectos que la mismas pro-
duce en el funcionamiento diario de la persona y se define como el consumo de una
Recordatorio Anotaciones Chat
sustancia psicoactiva que interfiere de manera grave con la salud o el funcionamiento
ocupacional y social del paciente.
Adicción: Según la define la Organización Mundial de la Salud, es un “Patrón de con-
ducta de consumo de fármacos que se caracteriza por aferramiento insuperable al con-
sumo de una sustancia, conducta de búsqueda compulsiva de la misma y gran tendencia
a las recaídas después de la supresión”.
Dependencia: Es aquella situación en la que un sujeto necesita recurrir a la sustancia
con regularidad, para superar los obstáculos que se le imponen en su vida diaria.
Dependencia Psíquica: Es cuando la necesidad de la droga produce una sensación de
satisfacción y un impulso psíquico que exige la administración periódica o continua de
esa droga, con el fin de obtener placer o de evitar un malestar.
Dependencia Física: Es un Estado de adaptación que se manifiesta en intenso trastornos
físicos cuando se suspende la administración de una droga.
Tolerancia: Es el estado de adaptación orgánica a través del cual, ante la misma cantidad
de Droga, se presenta una repuesta del organismo cada vez menor. Esto tiene como
consecuencia la necesidad del sujeto de consumir una dosis mayor del fármaco para
pro-vocar el mismo efecto.
Síndrome de abstinencia: Son malestares físicos que se presentan por la supresión de la
droga y que están integrados por una serie de síntomas y signos, de naturaleza física y
Diagrama Objetivos Inicio
psíquica, que varían según la droga.

Desarrollo Actividades Autoevaluación


de contenidos

BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD III


Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Belloch, A; Sandín, B.,Ramos, F.(2008). Manual de Psicopatología. Volumen I. Madrid:


Mc Graw Hill.
Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológi-
Recordatorio Anotaciones Chat
cos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
Vallejo, J.(2002). Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría. Madrid: Elsevier Masson.
Romaní, . (2010). Adicciones, drogodependencias y “problema de la droga” en España: la
construcción de un problema social. Cuicuilco, 17(49), 83-101. Recuperado en 31 de
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d=S0185-16592010000200006&lng=es&tlng=es
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seleccionadas

AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD III


Actividades Autoevaluación
s
Recordatorio Anotaciones Chat

1. ¿En qué consiste fobia especifica?


Glosario
a. en un temor intenso y persistente, que es excesivo e irracional, desencadenado
Bibliografía
s
por la presencia o anticipación de un objeto o situación
b. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo de situaciones la per-
sona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello
o Anotaciones Chatc. se caracteriza por sentimientos de malestar, preocupación, hipervigilancia, ten-
sión, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control
d. La persistencia de estos cambios puede acarrear una serie de desórdenes psico-
fisiológicos transitorios, como dolores de cabeza

2. En el sentido tradicional es una dependencia o necesidad hacia una sustancia, activi-


dad o relación debido a la satisfacción que esta causa a la persona
a. El trastorno obsesivo compulsivo
b. Adicción
c. Toxicomania
d. Ansiedad

3. Trastorno crónico común caracterizado por ansiedad de larga duración y que no se


centra en algún objeto o situación particular, al contrario que en las fobias.
a. Trastorno de estrés
b. Fobia social
c. Trastorno de pánico
d. Ansiedad generalizada

4. Se define por su comportamiento, el cual es fruto de sus deseos


a. Adicción al sexo
b. Fobia social
c. Adicción a la internet
d. Fobia generalizada

5. Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relacio-
nes sociales, el estudio o el cuidado de la salud. Se debe a la
a. Adicción a la internet
b. Adición a las compras
c. Ansiedad
d. A los TICS

6. A pesar de ser consciente de que su consumo le perjudica social, física y psíquica-


mente, no puede parar la adicción.
a. Adicción a las drogas
b. Depencia de las drogas
c. Adicción a la internet
d. Fobia generalizada

7. Cuando comprar deja de ser una actividad lúdica o para cubrir una carencia
a. Adicción al trabajo
b. Abstinencia
c. Adicción a las compras
d. Adicción a jugar
ollo
nidos 112
Actividades Autoevaluación UNIDAD III:TRASTORNO DE ANSIEDAD Y TOXICOMANÍAS

as Glosario Bibliografía
nadas
8. La anorexia nerviosa corresponde a la adicción:
a. Ejercicio
b. Comida
torio Anotaciones Chat
c. Internet
d. Vanidad

9. Temor intenso y persistente e irracional frente a una situación específica.


a. Agorafobia
b. Ansiedad generalizada
c. Fobia social
d. Fobia especifica

10. Miedo intenso en situaciones sociales


a. Agorafobia
b. Ansiedad generalizada
c. Fobia social
d. Fobia especifica
PSICOPATOLOGIA II
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
113

Diagrama Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
..

Desarrollo
UNIDAD IV: PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD
Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD IV


Diagrama
Lecturas Objetivos
Glosario Inicio
Bibliografía
seleccionadas

LECTURAS
CONTENIDOS ACTIVIDADES
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones Chat

autoevaluación BIBLIOGRAFÍA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Recordatorio ORGANIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES


Anotaciones Chat
Diagrama Objetivos Inicio

CONOCIMIENTOS PROCEDIMIENTOS ACTITUDES


Tema N.°1: Trastorno de la eli- 1. Reconoce las característi- 1. Disposición para el trabajo
minación
Desarrollo Actividades Autoevaluación cas de le enuresis colaborativo respetando la
de contenidos
1.1 Características 2. Reconoce y explica las opinión de los demás
1.2 Enuresis y encopresis principales características
del autismo 2. Asume una actitud crítica
y creativa para aplicar los
Lecturas Glosario Bibliografía 3. Identifica las caracterís-ti- conceptos que recibe
Tema N.°2: Trastornos generali-
seleccionadas
cas del síndrome de Rett.
zados del desarrollo I
4. Reconoce y explica el sín-
2.1 Autismo
drome del asperger
2.2 Síndrome de Rett
5. I dentifica las característi-
Recordatorio Anotaciones Chat
cas de las demencias
Tema N° 3: Trastornos generali- 6. Reconoce los tipos de de-
zados del desarrollo mencia.
3.1 Síndrome de asperger
3.2
Trastorno de hiperactivi- Actividad N.°4
dad con déficit de atención

Tema N.°4: Demencias


Tarea académica N.º2
4.1 Características
4.2 Clasificación

Lectura seleccionada N.°1


Enfermedad de Alzheimer. Au-
tor:Carlos Parquet. Revista de
posgrado de la VIa catedra de
medicina N°17, 2007. pág. 9-12

Autoevaluación de la uni-
dad IV
ollo
nidos 114
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°1: TRASTORNO DE LA ELIMINACIÓN

torio Anotaciones Chat


La enuresis es un trastorno relativamente común en la clínica infantil. Es además un
problema etiológicamente complejo, lo que determina que existan diversos enfoques
teóricos y terapéuticos que no siempre están en sintonía. El estudio de la enuresis in-
volucra a profesionales de distintos ámbitos como la pediatría, urología, la psiquiatría y
la psicología. Quizás la solución está en considerar la enuresis como un problema bio-
conductual marcando un punto de partida para integrar datos de ambos lados.

La encopresis es el término utilizado para referirse a la dificultad que algunos niños


tienen para controlar adecuadamente la evacuación intestinal. La encopresis considera
un trastorno psicofisiológico del tracto intestinal, en el que se constata la existencia de
una importante interacción entre eventos ambientales, hábitos conductuales, experien-
cia emocional y fisiológica anorectal.

1.1 Características
Deacuerdo al DSM- IV-TR los criterios para el diagnostico para la enuresis son los
siguientes:

• Emisión repetida de orina en la cama o en los vestidos, sea involuntaria o in-


tencionada.
• El comportamiento en cuestión es clínicamente significativo, manifestándose
por una frecuencia de 2 episodios semanales durante por lo menos 3 meses
consecutivos o por la presencia de malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, académico o de otras áreas importantes de la actividad del indi-
viduo.
• La edad cronológica no es de por lo menos 5 años o un nivel de desarrollo
equivalente.
• El comportamiento no se debe exclusivamente al efecto fisiológico directo de
una sus-tancia ni a una enfermedad medica.

De acuerdo al DSM-IV-TR, los criterios para el diagnóstico para la encopresis son:

a) E
 vacuación repetida de heces en lugares inadecuados, sea involuntaria o inten-
cionada.
b) Por lo menos un episodio al mes durante un mínimo de tres meses.
c) L
 a edad cronológica es por lo menos de 4 años (o un nivel de desarrollo equi-
valente).
d) E
 l comportamiento no se debe exclusivamente a ls efectos fisiológicos directos
de una sustancia ni a una enfermedad médica, excepto a través de un mecanis-
mo que implique estreñimiento.

Subtipos:
- Con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento.
- Sin estreñimiento e incontinencia por rebosamiento.

1.2 Enuresis y encopresis

1.2.1.Enuresis
Emisión involuntaria de orina después de una edad en la que el niño debería
haber adquirido la continencia urinaria, normalmente entre cuatro y cinco
años, y no existen indicios de una patología orgánica identificable (alteracio-
nes urológicas o neurológicas). En urología pediátrica se suele matizar que
la enuresis es una micción funcionalmente normal, con el fin de excluir del
concepto los casos de incontinencia ocasionados por anomalías vesicales o
anatómicas, infecciones, etc. (Citado por Caballo 2002)
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
115

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
La mayoría de los médicos y de los psicólogos expertos en el campo coinciden
en entender la enuresis como un acto involuntario, por lo tanto fuera de la
voluntad del niño, tanto el DSM IV- TR (APA) como el CIE-10 (OMS) insisten
en afirmar que la enuresis puede ser in-voluntaria o intencional y no debería
Recordatorio Anotaciones Chat
diagnosticarse antes de los cinco años, con una duración mínima del trastor-
no de tres meses.

Herbert (2002) refiere: ya sea que un niño se haya hecho pis encima toda su
vida o que haya perdido el control de esfínteres recientemente, necesita ayu-
da especial en la difícil tarea de aprender el control de la vejiga. A partir de
los cinco años se supone que la mayo-ría de los niños son continentes por la
noche. La enuresis nocturna se suele definir como la emisión de orina de for-
ma involuntaria y repetida durante el sueño sin ninguna anormalidad física
identificada en niños mayores de cinco años. Normalmente el niño será exa-
minado antes por un medico por si hubiera alguna causa física de la enuresis,
aunque la etiología orgánica (causa física o medica) es poco común. Cuando
un niño moja la cama, parece que su cerebro no se da cuenta de la cantidad
de orina de la vejiga y la vacía automáticamente mientras duerme.

a.Causas físicas:
• Hasta un 10 por 100 de los casos de enuresis son resultado de condicio-
nes físicas, siendo las más frecuentes las infecciones del tracto urinario.
• Aproximadamente una de cada veinte mujeres y uno de cada cincuen-
ta varones con enuresis padecen de infección.
• Otras causas menos frecuentes son el trastorno renal crónico, la dia-
betes, tumores y la epilepsia, para lo cual es importante un examen
médico.
• La enuresis viene de familia, un 70 por 100 de los enuréticos remitidos
tienen un familiar de primer grado que fue enuréticos de niño.

b.Influencias emocionales:
• Los niños que mojan la cama pueden ser niños ansiosos y nerviosos, lo
que no está claro es la naturaleza exacta de la relación entre sentirse
ansioso y mojar la cama.
• La ansiedad se asocia con la enuresis, varios estudios han demostrado
que después de un tratamiento con éxito de la enuresis, normalmente
hay una disminución de la ansiedad y una mejora en la autoestima del
niño.
• Un niño a menudo es ridiculizado por sus hermanos e incluso por los
padres.
• No puede quedarse en casa de un amigo o ir a un campamento.
• Muchas veces se tiene que esconder frecuentemente las sabanas y man-
tas del tendedero resultando difícil esconder el problema a los vecinos.

Grafico N°1 Diagnostico Diferencial De La Enuresis Nocturna

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LA ENURESIS NOCTURNA


Categoría Síntomas Diagnostico diferencial
Condiciones asociadas Sed, beber en exceso, Diabetes mellitus, diabetes
con grandes volúmenes baja estatura insípida, fallo renal cróni-
de orina co, acidosis tubular renal,
enfermedad de células
falciformes.
Condiciones asociadas Incontinencia diurna de Espina bífida, tumores en la
con anomalías del con- orina y heces, modo de medula espinal
trol neurológico andar anormal
ollo
nidos 116
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LA ENURESIS NOCTURNA


Categoría Síntomas Diagnostico diferencial
torio Anotaciones Chat
Condiciones asociadas Frecuencia, disuria, Infecciones del tracto urina-
con anomalías vesicales o urgencia, chorro mic- rio anomalías obstructivas
de las vías urinarias. cional pobre, irritación del tracto urinario inferior,
perineal. vulvovaginitis.

Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psicoló-


gicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.

1.2.2. Encopresis
Herbert (2002), refiere que un niño encoprético se refiere a cualquier niño
de una edad comprendida entre los 4 y 16 años que mancha su ropa interior
y/o su cama regularmente.

La encopresis ocurre porque el niño ha perdido el reflejo anal normal a tra-


vés de un estreñimiento excesivo y la subsiguiente dilatación del intestino. A
este problema se le denomina retención y rebosamiento. Algunas veces (des-
pués de una a tres semanas) se escapa la materia fecal al relajarse los músculos
del niño. El niño habitualmente no se da cuenta de lo que está sucediendo
hasta que es demasiado tarde. Algunos niños, temiendo el ridículo o el casti-
go, esconden la evidencia la ropa manchada.

Mientras que Caballo y Simón (2002) mencionan que no está claramente


definido lo que se entiende por encopresis, ya que es un término que abarca
parámetros relacionados con la edad como con el carácter exclusivamente
funcional de la condición. Así, algunos autores toman precisamente estos
factores como punto de referencia y definen la encopresis como la falta de
control sobre los mecanismos responsables de la evacuación intestinal en au-
sencia de patología orgánica y más allá de un límite de edad arbitrario, esta-
blecido generalmente entre los 3 y 4 años . Otros autores por el contrario, se
refieren a la encopresis como un trastorno en la regulación de la evacuación
intestinal que abarca tanto problemas de defecación involuntaria como reten-
ción de heces o estreñimiento crónico (Whitehead, 1990).

Respecto a las causas de la encopresis, señalaremos que Caballo y Simón


(2002) indican que en el desarrollo del trastorno parece tener especial im-
portancia una inadecuada enseñanza de las habilidades defecatorias (incon-
sistencia en el entrenamiento, excesiva rigidez o iniciar el aprendizaje cuando
el niño aún no está suficientemente maduro a nivel biológico).

a.Causas físicas:
Herbert (2002), considera como causa física al estreñimiento, ya que según
refiere, la mayoría de los casos de encopresis son el resultado de un estreñi-
miento crónico y retención de heces.

Cuando el intestino está sobrecargado con frecuencia, los músculos del rec-
to se sobreactivan, mientras, a la vez, los músculos anales se relajan como
respuesta refleja a la actividad del recto.Así,como los músculos siguen re-
moviéndose para eliminar el bloqueo, el niño no tiene control voluntario
sobre lo que le ocurre y se mancha.

b.Otras condiciones fisicas :


Éstas incluyen la enfermedad de Hirschsprung, obstrucciones intestinales,
anormalidades congénitas, trastornos gastrointestinales, daño cerebral y re-
traso del desarrollo. Herbert (2002).
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
117

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
c. Determinantes psicológicas :
Herbert, elige la palabra “determinantes”, en vez que “causas” de forma
deliberada, ya que los factores psicológicos asociados con la encopresis pue-
den ser secundarios a la encopresis, una “cubierta emocional” que contri- Recordatorio Anotaciones Chat

buye al inicio, mantenimiento o exacerbación de los síntomas.

Entre los determinantes psicológicos están:


• Entrenamiento coercitivo/remedios punitivos por parte de los padres.
• Un papel de las madres ansiosas sobreprotectoras y padres demasiado
estrictos.
• Una tendencia de los encopréticos a comer mal.
• Una tendencia de los encopréticos a sufrir indefensión aprendida.

d.Factores ambientales:
Entre las influencias ambientales predisponentes están:

• Ambientes estresantes.
• Baños inadecuados en casa o en el colegio.
• Experiencias de separación (y otras experiencias traumáticas).
• Factores dietéticos: comer una dieta deficiente en fibra y beber dema-
siada leche pueden causas estreñimiento en los niños mayores.

e.Tipos

Encopresis primaria:
En la que el niño nunca ha adquirido el control voluntario de los mecanis-
mos de evacuación intestinal.

Encopresis secundaria:
En la que el problema se desarrolla una vez que el niño ya había adquirido
la continencia rectoanal y la había ejercitado durante menos de 12 meses.

La encopresis implica un proceso de evaluación y modificación del compor-


tamiento que necesariamente deberá integrar la información proveniente
de diversas fuentes de cara a una estrategia integral de cambio de conducta.

Se deben realizar más investigaciones a fin de aclarar la eficacia diferencial


de los diversos procedimientos de intervención terapéutica actualmente
usada en función de las caracterís-ticas específicas de subgrupos de pacien-
tes con encopresis.

La enuresis es uno de los trastornos más prevalentes en la infancia, aunque


decrece con la edad, el niño que la sufre puede sentirse avergonzado y limi-
tar sus actividades sociales.

Las investigaciones llevadas a cabo para establecer su etiología ponen de


relieve que es un trastorno multicausado en el que intervienen factores de
aprendizaje, fisiológicos y psicoso-ciales.

Los resultados acumulados indican de forma unánime que el método de


alarma o alguna modificación del mismo, como el entrenamiento en cama
seca, es el tratamiento de elección para curar la enuresis nocturna mono-
sintomática y un complemento necesario para tratar las enuresis mixtas.
ollo
nidos 118
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.°2: TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO I

El autismo es un trastorno infantil que tiene una mayor incidencia en niños que en
torio Anotaciones Chat
niñas. Las habilidades de un autista pueden ser altas o bajas dependiendo tanto de
su nivel de cociente intelectual y de su capacidad de comunicación verbal.

El autismo infantil es una psicopatología poco común (se evidencian entre 2 o


5 casos cada 10 000 niños); sin embargo, en muchas ocasiones su diagnóstico es
errado, generalmente porque se enclaustra dentro de esta patología a niños que
sólo tienen comportamientos au-tistas o a los pequeños que sufren del Síndrome
de Asperger.

A estos problemas se le suma el hecho de que en la sociedad, fundamentalmente a


través de los filmes, se ha creado una visión errónea acerca del autismo. Así, muchas
personas creen que el autista es aquel niño que tiene dificultades para relacionarse
pero que actúa como un genio en algunos aspectos de la vida. No obstante, en la
realidad una buena parte de los niños con autismo también poseen un Retraso
Mental asociado (exactamente un 75%); de forma que su educación se hace parti-
cularmente difícil no sólo por las dificultades en el ámbito de la emocionalidad sino
también por las deficiencias cognitivas. A esto se le suma que aproximadamente el
25% de los casos autistas sufren crisis convulsivas, espe-cialmente cuando llegan a
la adolescencia.

2.1 Autismo
La descripción del Autismo fue publicada por primera vez por Leo Kanner en 1943
(Citado por Caballo, Salazar y Carrobles, 2011) en la cual presenta al Autismo In-
fantil Precoz. Este trastorno es el considerado como Trastorno Profundo en el cual
el niño no logra el contacto con las personas, evita el contacto ocular, se retrae
en actividades repetitivas y estereotipadas, no desarrolla lenguaje, no se comunica,
presenta manierismos motores (aleteos de manos, balanceo de su cuerpo, manipu-
lación inadecuada de objetos, etc.) y este proceso va acompañado por un retraso
profundo en el desarrollo que suele persistir de forma rígida e inalterable.

Este concepto ha ido cambiando y en la actualidad se habla de Síndrome Autista


para designar “una alteración evolutiva del desarrollo que puede definirse como
dificultades de la comunicación verbal y gestual, alteraciones de la interacción so-
cial recíproca y un repertorio muy restringido de actividades e intereses y patrones
repetitivos de conducta”

El autismo es un trastorno del desarrollo del cerebro. Las personas con autismo
tienen problemas para comunicarse e interactuar socialmente con otras personas.
También pueden tener patrones de conducta, intereses y actividades inusuales (que
no son los habituales).

Afecta a aproximadamente a 4 de cada 10.000 niños si se aplican los criterios diag-


nósticos iniciales, los estudios más recientes tienden a considerar que el autismo
es mucho más fre-cuente (en torno al 1-2 % de la población escolar) si se aplican
criterios menos rígidos en lo que se ha dado en llamar el espectro autista.

Afecta en mayor medida a los niños varones en una relación de casi tres veces más
frecuente que en las niñas. No existe, sin embargo, ninguna pruebao test médico
que pueda determinar si una persona tiene o no autismo.

De acuerdo a la Sociedad Americana de Autismo, 1 de cada 150 niños sufren de


los desórdenes clasificados bajo el espectro del autismo y ocurre 4 veces más en los
varones que en las niñas. El autismo ocurre a nivel mundial y afecto a familias de
todas las razas y niveles sociales.
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
119

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
El autismo puede ocurrir solo, con retraso mental o con otros problemas de salud
como son la epilepsia, infecciones virales o cambios en el crecimiento o en el me-
tabolismo de la persona.
Recordatorio Anotaciones Chat

2.1.1.Origen del autismo infantil


• Se piensa que puede ser una interacción de factores del entorno con
alguna causa genética que al unirse precipitan su manifestación.
• Se ha estudiado una relación entre la vacuna de tosferina de célula com-
pleta, adicional-mente a otros daños que puede producir en la niñez.
• En estudios de gemelos, se ha determinado que es elevada la posibilidad
de que ambos presenten autismo, aunque podría ser en diferentes gra-
dos.
• Existen indicios de que dentro del desarrollo fetal algunas áreas del cere-
bro sufren de cre-cimiento atípico, siendo inclusive común que los cere-
bros de los autistas sean más grandes y pesados que los promedio.
• La falta de amor, apego y respeto, es otro de los factores que influyen en
la precipitación de los casos.

2.1.2.Causas
• El autismo infantil puede ser consecuencia de las relaciones del niño
autista y su entorno y medio social.
• El autismo infantil puede ser producto de deficiencias y anormalidades
cognitivas, ya que parece tener una base neurológica, aún no demostra-
da.
• Puede surgir a partir de determinados procesos bioquímicos básicos, por
ejemplo, un exceso de secreción de Serotonina encontrado en las pla-
quetas de los niños autistas
• No se sabe con certeza cuál es la causa del autismo. De acuerdo con
algunos científicos puede ser un problema biológico que afecta el funcio-
namiento del cerebro. Sin embargo, esta teoría no ha sido comprobada.
Es factible que existan muchos factores que podrían estar interactuando
entre sí para producir diferentes características en cada persona que su-
fre de autismo. Los investigadores científicos se encuentran trabajando
arduamente para encontrar la causa o causas del autismo.
• Los padres no causan autismo. No existe ningun factor en la crianza de
un niño o en la labor de los padres que pueda ocasionar autismo.
• Aunque inicialmente se consideró un trastorno de origen psicológico de-
bido a un trauma, e incluso que pudiera estar inducido o condicionado
por los padres, parecen existir pruebas y es aceptado que en realidad su
origen es orgánico, aunque de causa desconocida.
• Se han descubierto alteraciones en las áreas del cerebro implicadas en la
comunicación, algunas de ellas debidas a errores en el desarrollo y otras
a procesos degenerativos.
• Como posibles causantes se han manejado desde el exceso de gluten en
la alimentación, algún tipo de virus u otras enfermedades que contrajo
la madre durante el embarazo, defi-ciencias de la vitamina B6 e incluso
algunos derivados del mercurio que actuarían sobre un niño con una
importante predisposición genética todavía imposible de detectar.
• No suelen existir antecedentes familiares de este problema.

2.1.3.Características
• Aunque cada persona con autismo es diferente, existen ciertas caracte-
rísticas comunes.
• Es importante recordar que a pesar de que muchas características son
comunes, esto no necesariamente significa que dos individuos afectados
por autismo percibirán el mundo o se comportarán de la misma manera.
• Dificultad en el uso y comprensión del idioma hablado. Los patrones
típicos del habla no se desarrollan en algunos niños sino hasta más tarde.
ollo
nidos 120
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
• Destrezas sociales poco desarrolladas y uso inapropiado de juguetes.
• Demasiada sensibilidad de los sentidos de la vista, oído, gusto, tacto y
olfato.
torio Anotaciones Chat • Conductas repetitivas tales como mecerse o hacer girar objetos constan-
temente.
• Ciertos comportamientos para estimular los sentidos como son prender
y apagar la luz o canturreo fuerte.
• Dificultad para aceptar cambios en sus alrededores o rutinas.
• Niveles muy altos de actividad durante largos periodos de tiempo.
• Desarrollo desequilibrado de habilidades. El desarrollo de algunas habi-
lidades es normal o superior a lo normal, mientras que otras presentan
un retraso evidente.
• Conductas retantes tales como agresión hacia los demás o hacia el mismo
o aislamiento severo.

2.1.4.Signos de alarma del autismo


Los signos que nos pueden hacer sospechar la existencia de un TEA son los
siguientes:
• Alteraciones de la interacción social, la respuesta emocional y el jue-
go:
• Falta de sonrisa social
• Falta de interés en juegos de interacción social.
• No responde cuando se le llama por su nombre.
• Escasez de expresiones emocionales acompañadas de contacto ocu-
lar.
• Ausencia de imitación espontánea.
• Escaso interés en otros niños.
• Alteraciones en la comunicación y el lenguaje:
• No mira hacia donde otros señalan.
• No alterna la mirada entre un objeto y un adulto (atención conjunta).
• Ausencia de gestos comunicativos.
• Ausencia de juego funcional o simbólico.
• Regresión en el uso de palabras o frases y en la implicación social.

• Intereses restringidos y movimientos repetitivos:

• Ausencia o escasa exploración visual activa del entorno.


• Tendencia a fijarse visualmente en ciertos estímulos u objetos (ej.:
las luces)
• Movimientos repetitivos o posturas del cuerpo, brazos, manos o de-
dos.
• Tono muscular, postura y patrones de movimiento anormales.
• Tendencia a sub o sobre reaccionar antes estímulos (ej.: sonidos)

*Signos que se pueden presentar antes de los 12 meses en el niño.

• Por lo tanto son 3 los ámbitos clásicos de afectación de los TEA, las
relaciones sociales, las habilidades de imaginación y ficción y la co-
municación. (Belloch, Sandin y Ramos, 2008)

1) Habilidades de imaginación
La alteración en las habilidades de imaginación y de ficción, se manifiesta
en la necesidad de tener un entorno completamente controlado y prede-
cible, no dejando cosas al azar. Pre-sentan además un excesivo interés por
determinados tema, juegos, partes de los objetos. Se revelan y resienten
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
121

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
con cualquier mínimo cambio en las rutinas o en los planes, aunque este
cambio le califiquemos como banal, y también con cambios en las personas
de refe-rencia.
Recordatorio Anotaciones Chat

2) Comunicación

• En los TEA están claramente alteradas las habilidades de comunica-


ción. Por lo general no miran a los ojos, no sonríen, o bien lo hacen
de forma irregular o excesiva. El lenguaje solo lo entienden de forma
literal, no entienden las bromas ni la ironía, así como tampoco en-tien-
den los aspectos tonales y no verbales del lenguaje.
• Tienen una completa dificultad para expresar sus emociones, así como
para captar y com-prender las emociones de los demás.
• En el caso del Síndrome de Asperger
• sin embargo, el nivel cognitivo y el uso de la comunicación verbal,
suelen tener un nivel promedio.

3) Relaciones sociales

• Esta alteración se manifiesta de forma muy variable dentro del espec-


tro autista. Normal-mente encontramos dificultad para empatizar, para
saber qué pueden esperar de los demás o bien qué se puede esperar
de ellos.
• Tienen alteraciones en aspectos como el aprendizaje de normas socia-
les, de roles, de normas de conducta, de la significación de los distintos
entornos, etc.

2.2 Síndrome de Rett


El Síndrome de Rett fue descrito inicialmente por Andreas Rett en 1966, presen-
tándose posteriormente en 1982 su descripción clínica detallada en la reunión de
la Federación Europea de Neuropediatría celebrada en Norwirherhout, y posterior
publicación en la literatura médica de lengua inglesa en 1983, como un síndro-
me progresivo de autismo, demencia, perdida de la capacidad de manipulación y
aparición de estereotipias de lavado de manos en niñas 1 . En la actualidad estos
criterios han sido revisados y actualizados debido a las diferentes variantes que han
aparecido en los últimos años.

El S. de Rett tiene unas características clínicas bien definidas , conociéndose la


forma clásica y las formas atípicas o variantes de este síndrome. El diagnóstico se
realiza con los criterios clínicos, pero actualmente se pueden realizar también es-
tudios genéticos.

En la forma clásica de S. de Rett, son niñas con un periodo prenatal y perinatal apa-
rentemente normal, que presentan un desarrollo psicomotor normal durante los 6
primeros meses de vida y luego inician una regresión de las habilidades adquiridas.

Presentan una disminución de la actividad voluntaria de las manos entre los 6 me-
ses y 5 años de edad, asociado temporalmente a una disfunción de comunicación
y contacto social.

Pierden el lenguaje expresivo (el balbuceo, la jerga, los monosílabos) y el lenguaje


receptivo se deteriora, con afectación del desarrollo psicomotor. Una de las carac-
terísticas de este síndrome es la presencia de las típicas estereotipias de manos, en
forma de lavado de ma-nos, retorciéndolas/ estrujándolas, haciendo palmas/gol-
peando, ensalivando, y automatismos de fricción. Aparecen anomalías en la deam-
bulación (marcha apráxica) que se instaura entre el 1 y 4º año del desarrollo motor
o nunca logran la adquisición de la marcha.
ollo
nidos 122
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
El perímetro craneal es normal al nacer y posteriormente aparece una desacelera-
ción del crecimiento, que ocurre entre los cinco meses y los cuatro años de vida,
evolucionando hacia una microcefalia adquirida en la mayoría de ellas. Se instau-
torio Anotaciones Chat
ra un retraso mental grave. Todo este conjunto de síntomas que van apareciendo
durante los primeros años del desarrollo de estas niñas, da la posibilidad de un
diagnostico clínico entre los 2 y 5 años de edad.

Existen además unos criterios de soporte diagnóstico que aparecen en el transcurso


de esta enfermedad, consisten en la presencia de anomalías del ritmo respiratorio
en vigilia: Apneas periódicas, hiperventilación intermitente, periodos de conten-
ción de la respiración, emisión forzada de aire y saliva y la presencia de distensión
abdominal por deglución de grandes cantidades de aire. Podemos apreciar ano-
malías del tono muscular con atrofia de las masas musculares y/o distonías. La
presencia de trastornos vasomotores periféricos con pies pe-queños, hipotróficos,
fríos y la presencia de atrofias musculares dístales se hace evidente.

2.2.1. Criterios de diagnostico

1) Criterios necesarios

• Periodo prenatal y perinatal aparentemente normal.


• Desarrollo psicomotor aparentemente normal durante los 6 primeros me-
ses de vida.
• Perímetro craneal normal al nacer
• Desaceleración del perímetro craneal entre los 5 meses y los 4 años de
vida.
• Disminución de la actividad voluntaria de las manos entre los 6 meses y
5 años de edad, asociado temporalmente a una disfunción de comunica-
ción y rechazo social.
• Lenguaje expresivo y receptivo muy deteriorado con afectación del desa-
rrollo psi-comotor.
• Estereotipias de manos, retorciéndolas/ estrujándolas, haciendo palmas/
golpeando, ensalivando, lavado de manos y automatismos de fricción.
• Anomalías en la deambulación o no adquisición de la marcha.
• Posibilidad de un diagnostico clínico entre los 2 y 5 años de edad.

2) Criterios de soporte

• Anomalías del ritmo respiratorio en vigilia.


Apneas periódicas en vigilia.
Hiperventilación intermitente
Periodos de contener la respiración.
Emisión forzada de aire y saliva.
Distensión abdominal por deglución de grandes cantidades de aire.
• Anomalías EEG
Ritmo de base lento en vigilia y patrones intermitentes de ritmos lentos
(3-5Hz)
Descargas paroxísticas con o sin crisis clínicas.
• Convulsiones
• Anomalías del tono muscular con atrofia de las masas musculares y/o
distonías
• Trastornos vasomotores periféricos
• Escoliosis / cifosis.
• Retraso en el crecimiento (talla)
• Pies pequeños hipotróficos y fríos
• Anomalías en el patrón de sueño del lactante, con mayor tiempo de
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ACTIVIDAD N.°4
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TEMA N.°3: TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO II

torio Anotaciones Chat


Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de
7 a 16 años), que tiene mayor incidencia en niños que niñas. Que ha sido recientemente
reco-nocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de Tras-
tornos Mentales en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana
[DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]), siendo desconocido el síndrome entre la
población general e incluso por muchos profesionales.

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia,


frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para
relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados

La persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico, concreto e hipe-


rrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos
sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas

3.1. Síndrome de Asperger


Trastorno o síndrome de Asperger (SA) fue descrito inicialmente por el pediatra
austríaco Hans Asperger en 1944, quien lodefinió como una ‘psicopatía autística’.
Sin embargo, Sucharewa, en 1926, o el propio Kanner, en 1943, comentan cuadros
clínicos similares al des-crito posteriormente por Asperger.

Éste describió varones con una inteligencia normal, que mostraban comportamien-
tos extraños, una interacción social cualitativamente alterada sin alteración o retra-
so del lenguaje y, muchos de ellos, una coordinación motriz pobre. Es a partir de los
años ochenta cuando se sugiere el término ‘trastornos del espectro autista’ y el SA
se engloba dentro de éstos. Esta situación se refleja ya en el DSM-III .

Tras las descripciones de Gillberg y de Szatmari en 1989, el SA se ha mantenido


clínicamente caracterizado como un trastorno separado del autismo, aunque esta
discusión sigue hoy en debate. En la actualidad, apoyado por diferencias clínicas,
neuropsicológicas y evolutivas,el SA se mantiene clasificado en la CIE-10 y en el DS-
MIV-TR, dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, como un trastorno
específico .

Desde un punto de vista epidemiológico, la prevalencia del SA ha estado histórica-


mente condicionada a los criterios diagnósticos, aunque todos los estudios apuntan
una prevalencia aproximada de 2,6-4,8/1.000, con una frecuencia tres a cinco ve-
ces superior en varones respecto a mujeres. El SA parece mostrar una incidencia
claramente superior al autismo, habiéndose señalado frecuencias hasta cinco veces
más elevadas.

Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social,
conduc-tual y comunicacional. Cada niño no es igual, pero algunas de las caracte-
rísticas pueden ser:

- S
 ocialmente torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos.
Ingenuo y crédulo
- A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros
- C
 on grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversa-
ción Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones
- Literal en lenguaje y comprensión
- Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores
- Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos
- Físicamente torpe en deportes
- Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.
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3.1.1.Criterios diagnósticos de Gillberg & Gillberg (1991, citado por Belloch, 2011)
basados en los escritos del Dr. Hans Asperger.
A raíz del trabajo de Wing surge, entre finales de los ochenta y principios de
los noventa, un gran interés científico por el estudio del síndrome de Asper-
Recordatorio Anotaciones Chat

ger. Entre los estudios más signi-ficativos está el de Christopher Gillberg, en


Suecia, que intenta aclarar la nosología del sín-drome y su relación con otros
trastornos infantiles, en particular con el autismo. Gillberg propuso la prime-
ra definición operativa del síndrome de Asperger cuyos criterios de diag-nós-
tico se basan en los escritos de Hans Asperger y se recogen los siguientes:

1. Déficit en la interacción social, al menos dos de los siguientes:


- Incapacidad para interactuar con iguales.
- Falta de deseo e interés de interactuar con iguales.
- Falta de apreciación de las claves sociales.
- Comportamiento social y emocionalmente inapropiados a la situación.

2. Intereses restringidos y absorbentes, al menos uno de los siguientes:


- Exclusión de otras actividades.
- Adhesión repetitiva.
- Más mecánicos que significativos.

3. Imposición de rutinas e intereses, al menos uno de los siguientes:


- Sobre sí mismo en aspectos de la vida.
- Sobre los demás.

4. Problemas del habla y del lenguaje, al menos tres de los siguientes:


- Retraso inicial en el desarrollo del lenguaje.
- Lenguaje expresivo superficialmente perfecto.
- Características peculiares en el ritmo, entonación y prosodia.
- D
 ificultades de comprensión que incluyen interpretación literal de expre-
siones ambiguas o idiomáticas.

5. Dificultades en la comunicación no verbal, al menos uno de los siguientes:


- Uso limitado de gestos.
- Lenguaje corporal torpe.
- Expresión facial limitada.
- Expresión inapropiada.
- Mirada peculiar, rígida.

6. Torpeza motora.
- R
 etraso temprano en el área motriz o alteraciones en pruebas de neuro-
desarrollo.

3.1.2. Dificultades y Necesidades en el ciclo vital


a) Dificultades principales que pueden aparecer durante la adolescencia

- Inmadurez emocional.
- R
 eacciones emocionales desproporcionadas y poco ajustadas a las situa-
ciones.
- Intereses inmaduros y poco acordes con la edad.
- Mayor conciencia de diferencia y de soledad.
- Sentimientos de incomprensión y de soledad.
- V
 ulnerabilidad a alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad
y el estrés.
ollo
nidos 126
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nadas
- D
 escuido de la higiene y el cuidado personal (si bien algunos desarrollan
rituales obsesivos en relación con la higiene).
- Aumento de las obsesiones y los rituales de pensamiento.
torio Anotaciones Chat - D
 ificultades académicas (lentitud, problemas de adaptación a los cambios
de horarios, profesores, aulas, etc.; torpeza para elaborar planes de estu-
dio y secuenciar tareas; desmotivación; dificultades para captar la idea
principal de un texto y seleccionar información relevante).

b) Cualidades y aspectos positivos en la etapa adolescente


- F
 uertes valores morales: sinceridad, compañerismo, bondad, defensa de
los derechos humanos y crítica de las injusticias que observan a su alre-
dedor.
- Persistencia en alcanzar sus metas y objetivos.

Gran deseo de superación.


- Personalidad sencilla, ingenua y “transparente”.
- Ausencia de malicia y de dobles intenciones.
- Mejor dominio de las reglas sociales básicas.

c) Necesidades en la adolescencia
- E
 ducación del entorno en el respeto, la tolerancia y comprensión hacia
la persona con SA.
- E
 nfatizar las habilidades sobresalientes del muchacho con SA mediante
situaciones de aprendizaje cooperativo.
- M
 otivarles a participar en situaciones que refuercen su autoestima, mejo-
ren su imagen y faciliten la integración en el grupo.
- A
 daptaciones metodológicas (tiempo extra para acabar las tareas, posibi-
lidad de exámenes orales, uso de procesador de textos, potenciar la ví¬a
visual de aprendizaje, preguntas cerra-das en los exámenes como los test
de respuestas múltiples, entre otros).
- D
 irectrices claras y muy explícitas en cuanto a cómo realizar y presentar
sus trabajos.
- C
 ontar con la figura de un tutor o profesor de apoyo que pueda vigilar su
estado emocional y le dé pautas en lo académico, lo personal y lo emocio-
nal, ayudándole a planificar sus es-tudios, entrenándole en técnicas que le
permitan manejar situaciones difíciles en el colegio o instituto, motivarle
a alcanzar metas usando las estrategias adecuadas y ofrecerle orien-tación
laboral y profesional.
- Inlcuirle en un programa de educación física orientado a la salud y la
buena forma física y no a deportes competitivos.
- A
 nalizar los problemas de conducta, ya que las razones que subyacen a
esos problemas pueden no ser obvias ni claras, antes de tomar medidas
drásticas, como castigos, que no servirían para cambiar las conductas.
- P
 repararle para la universidad o el mundo laboral, planificando, antici-
pando y preparando para ese cambio que generalmente produce altos
niveles de ansiedad y miedo.
- F
 omentar su participación en actividades extracurriculares relacionadas
con sus puntos fuer-tes.
- Ayudarles a conocer y a aceptar qué significa el síndrome de Asperger.
- Ayudarle a reconocer lo bueno y lo malo de sí mismo.
- Proporcionarle estrategias de autocontrol.
- Devolverle una imagen positiva y realista de sí mismo.
- E
 nseñanza de técnicas de control de pensamientos obsesivos y preguntas
repetitivas.
- Apoyo para mejorar sus habilidades sociales y conversacionales.
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seleccionadas
d) Principales dificultades que pueden darse en la vida adulta
- D
 ificultades de relación social, problemas para tener amigos o profundi-
zar en las relaciones, poco éxito en sus intentos de entablar amistad.
- D
 ificultades para el trabajo en equipo, para comprender el mundo men- Recordatorio Anotaciones Chat

tal de los otros y el propio, incapacidad para entender claves sociales que
le ayuden a regular su conducta.
- P
 roblemas para detectar emociones y sentimientos ajenos y dificultad
para expresar los suyos propios.
- R
 ituales o estereotipias motoras que se desencadenan en situaciones con-
cretas y escapan a su control.
- A
 utoestima y autoconcepto ambiguos que pueden ir acompañados de
sentimientos de superioridad o bien de ideas excesivamente negativas
centradas en el desconocimiento de sus capacidades.
- Incapacidad para planificar y organizar su futuro en base a proyectos
realistas.
- Ansiedad y depresión.
- Problemas para tomar decisiones.
- Dificultades para manejar relaciones de pareja.
- Dificultades atencionales que se pueden reflejar en el entorno laboral.
- Problemas en las entrevistas de trabajo.

e) Cualidades y aspectos positivos en la edad adulta


- A
 pesar de sus problemas, son capaces de generar estrategia alternativas
para manejarse en el mundo social.
- Suelen ser muy nobles y dicen en cada momento lo que piensan.
- C
 uando su trabajo se ajusta a sus intereses y tiene poca demanda social
suelen tener éxito profesional.
- Reclaman independencia económica y social.
- Suelen ser perfeccionistas a la hora de realizar cualquier tarea.
- S
 on capaces de almacenar grandes cantidades de información, sobre todo
de sus intereses.
- S
 uelen ser más eficientes en trabajos técnicos (informática, fotografía,
matemáticas, administración, etc.)
- C
 uando las metas están bien definidas suelen ser persistentes en la conse-
cución de sus objetivos.

f) Necesidades de los adultos con Síndrome de Asperger


- T
 erapias centradas en mejorar la autoestima y favorecer un autoconcepto
positivo y realista.
- A
 sumir que tienen una forma peculiar de percibir e interpretar el mundo
que les rodea, pero que no por ello son enfermos.
- Enseñanza explícita sobre las relaciones sociales en general.
- M
 ediador social y laboral que le ayude a generar estrategias para desen-
volverse con éxito (resolución de conflictos sociales y laborales).
- S
 ervicio de Orientación y Asesoramiento Personal y Familiar al que acudir
cuando sea necesario.
- Minimización de distractores ambientales en entornos laborales.
- Trabajos con baja implicación social.
- Tareas bien secuenciadas y con un principio y fin claros.
- P
 lazos para la consecución de sus objetivos laborales, máxima estructu-
ración.

g) VIVIENDO CON EL SÍNDROME DE ASPERGER - La familia.

1) Los hijos más pequeños


ollo
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Como el síndrome de Asperger es una incapacidad de desarrollo tan comple-
ja y como los afectados con frecuencia son tan diferentes los unas de los otros,
las opiniones acerca de las estrategias de comportamiento varían mucho. De
torio Anotaciones Chat
todas maneras, hay una serie de consejos que deben ser evaluados a nivel in-
dividual que se pueden poner en práctica, tanto en casa como en la escuela.

Para poder enseñar a los niños con síndrome de Asperger, los adultos tie-
nen que ocuparse mucho y mostrarse muy cariñosos; estos niños son depen-
dientes en muchos aspectos y sin embargo, necesitan aprender a ser lo más
independientes posible. Una gran parte del éxito que consigan en el futuro
dependerá de la manera en que los adultos se relacionen con ellos.

Es necesario que los adultos, padres, maestros o asistentes que traten con
niños Asperger les tengan un gran respeto y cariño; la actitud general afecta a
todo el ambiente de aprendizaje. Puede que el maestro encuentre imposible
enseñar al niño de una manera positiva, pero las manifestaciones del maestro
revelarán al niño sus sentimientos. Es preferible que el maestro evalúe sus
sentimientos y que trate de cambiar su actitud cuando sea necesario y si no
lo logra tal vez sea importante buscar otro profesor para enseñar a este estu-
diante ya que una actitud negativa y la falta de cariño pueden hacer mucho
daño en muy poco tiempo.

3.2 Trastorno de hiperactividad con déficit de atención


El trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) es un trastor-
no de origen neurobiológico que se caracteriza por déficit de atención, impulsivi-
dad, y/o hiperactividad excesiva.

3.2.1.Características
• Atención y concentración
• Impulsividad
• Hiperactividad

Todas estas características son normales en cualquier niño, pero en el caso de


niños con TDAH se dan con mayor FRECUENCIA E INTENSIDAD y pueden
interferir en su proceso de aprendizaje y/o en sus relaciones sociales.

Estos problemas han de aparecer antes de los 7 años y manifestarse en dos o


más ambien-tes, por ejemplo, en casa y en la escuela.

También debe de tenerse en cuenta que la sintomatología se manifiesta de


forma diferente según la edad del niño, por ejemplo el exceso de actividad
motora y/o vocal se reduce sig-nificativamente en la adolescencia.

3.2.2. Atención y concentración


- D
 ificultad a la hora de establecer un orden en sus trabajos o pequeñas res-
ponsabilidades a casa.
- L
 e cuesta “ponerse en marcha” (para vestirse, hacer los deberes.....), pues
se dis-trae fácilmente con cualquier otro estímulo.
- P
 resentan problemas para mantener la atención hasta finalizar sus trabajos
(hacen dibujitos, se distraen con el lápiz...).
- P
 ierden u olvidan cosas necesarias (agenda, abrigo, bufanda, cartera, debe-
res.....).
- Parecen no escuchar cuando se les habla.
- Olvidan realizar sus trabajos cotidianos (cepillarse los dientes, recoger la
ropa....).
- Pueden tener problemas a la hora de seleccionar que es lo más importante.
- P
 restar atención a dos estímulos a la vez (por ejemplo: seguir lo que dice el
profesor y tomar notas al mismo tiempo).
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3.2.3. Impulsividad
- C
 on frecuencia actúan sin pensar.
Recordatorio Anotaciones Chat
- Hablan en momentos poco oportunos o responden precipitadamente a
preguntas que todavía no se han acabado de formular (delante de una visi-
ta, a clase...).
- L
 es cuesta obedecer las ordenes, no porqué no quieran obedecer, sino por-
que no están atentos cuando se les formulan.
- S
 uelen ser poco previsores y olvidan planificar (se ponen a hacer sus debe-
res sin el material).
- Interrumpen a menudo durante juegos o explicaciones.
- Tienen dificultades para pensar antes de actuar.
- Presentan dificultades para planificar.

3.2.4. Hiperactividad
- A
 menudo mueven los pies y las manos o se levantan de la silla.
- V
 an de un lugar a otro sin motivo aparente.
- S
 e columpian sobre la silla.
- Juegan frecuentemente con objetos pequeños entre las manos.
- A menudo tararean o sorollizan inadecuadamente con la boca.
- Hablan en exceso.
- Durante el juego les cuesta esperar su turno y jugar de forma tranquila.

3.2.5.Tipos de TDAH
Según los criterios del DSM-IV (manual de Diagnóstico y Estadística de la
Asociación de Psiquiatría Americana, 1994) los tipos de TDAH son:

- Inatento: predomina la dificultad de atención.


- Impulsivo-hiperactivo: predomina la dificultad en el autocontrol.
- C
 ombinado: presenta síntomas de inatención, de impulsividad y de hiperac-
tivitad.
- Problemas en el rendimiento escolar.
- Baja autoestima.
- Problemas de adaptación a la escuela.
- Mayor facilidad a tener accidentes.
- Problemas en las relaciones con los familiares y amigos.
- Problemas de sueño.
- P
 roblemas emocionales (depresión, sentimientos de desconfianza, insegu-
ridad...).
- M
 anifiestan poca motivación escolar.
- Les cuesta seguir las normas.
- Variables en cuanto a rendimiento escolar.

3.2.6. Diagnóstico
Un buen diagnóstico será fundamental para que padres y maestros acom-
pañen al niño con TDAH e intenten evitar la aparición de estos problemas
asociados.

Con la entrada en la escuela a primaria suceden cambios importantes, las


exigencias son mayores, los horarios más pautados, el número de niños por
maestro es mayor..., pero sobretodo se le exige una gran atención y control
sobre si mismo. Es por eso que muchas ve-ces el diagnóstico se produce con
la entrada del niño a la escuela ya que las exigencias hacen que sean más evi-
dente las dificultades y la necesidad de un diagnóstico.
ollo
nidos 130
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El diagnóstico lo ha de realizar un profesional clínico conocedor del tema.
Una evaluación a nivel médico, psicológico y pedagógico permitirá determi-
nar cual es la condición del niño a nivel físico, emocional y de aprendizaje. De
torio Anotaciones Chat
esta forma, se podrá descartar que sean otras las causas de su comportamiento
o bajo rendimiento escolar.

Este profesional necesitará, a más de la información que le puedan dar los


padres, información por parte de la escuela mediante informes o cuestio-
narios, así como la exploración y observación directa del comportamiento y
rendimiento del niño.

Será mediante el establecimiento de un diagnóstico que confirme o descarte


el trastorno cuando se podrá comenzar a proporcionar la ayuda adecuada (el
tratamiento que el niño requiera). Pero a más a más, el profesional deberá
evaluar si existen otros problemas aso-ciados.

Es importante el diagnóstico precoz para poder abordar adecuadamente los


diferentes problemas que puedan surgir a lo largo de su desarrollo.

3.2.7. Factores que pueden empeorar el pronóstico:


- Diagnóstico retardado.
- Fracaso escolar.
- R
 ecibir una educación excesivamente permisiva o, por el contrario dema-
siado severa.
- Ambiente familiar marcado por el estrés, la hostilidad y los desacuerdos
entre los padres.
- Problemas de salud en el niño y retrasos en su desarrollo.
- P
 recedentes familiares de alcoholismo, conductas antisociales u otros tras-
tornos mentales.

3.2.8. Factores que ayudan a una buena evolución:


- Diagnóstico precoz.
- E
 ducación coherente por parte de los padres y transmisión de valores posi-
tivos.
- Estabilidad familiar.
- Adaptación y conocimiento por parte de los profesores.
- Colaboración entre los padres y la escuela.

3.2.9. Tratamiento del TDAH


El tratamiento del TDAH es multimodal, eso quiere decir que las propuestas
de tratamiento son diferentes en función de las dificultades del niño y de
cómo afecte el trastorno a su vida cotidiana. Se proponen por tanto, los si-
guientes componentes posibles de un tratamiento:

- Conductual por fomentar las conductas positivas.


- C
 ognitivo para ayudar a establecer un pensamiento organizado en el que
el niño/a adolescente preves las consecuencias de los comportamientos y
busque alternativas.
- A
 yuda a los padres: mediante cursos de formación, conferencias, grupos de
trabajo....
- A
 sesoramiento a profesores: mediante información del TDAH y/o cursos
de formación.
- Farmacológico: siempre bajo prescripción y seguimiento médico.
- Cursos para el niño/a adolescente de habilidades sociales.
- Psicopedagógico o refuerzo escolar especializado.
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El tratamiento no cura pero favorece una mejor adaptación social, académi-
ca, familiar y personal, y aborda los problemas y/o trastornos asociados con la
intención de evitar que se compliquen.
Recordatorio Anotaciones Chat
ollo
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TEMA N.°4: DEMENCIAS

La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el


torio Anotaciones Chat
comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.Aunque afecta
principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una consecuencia
normal del envejecimiento.

En el mundo entero hay unos 35,6 millones de personas que padecen demencia, y cada
año se registran 7,7 millones de nuevos casos.La enfermedad de Alzheimer, que es la
causa de demencia más común, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las


per-sonas mayores en el mundo entero. La demencia tiene un impacto físico, psicológi-
co, social y económico en los cuidadores, las familias y la sociedad.

4.1 Características
La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva–
caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para
procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia
del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la
orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y
el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele
ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocio-
nal, el comportamiento social o la motivación. (Caballo, Salazar y Carrobles, 2011)

La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al ce-


rebro de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los
accidentes cerebro-vasculares.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre


las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para
quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay
una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar es-
tigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos
servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los cuidadores, la
familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico, social y económico.

4.1.1. Signos y síntomas


La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del
impacto de la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar
a padecerla. Los signos y sín-tomas relacionados con la demencia se pueden
entender en tres etapas.

Etapa temprana: a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino.


Los síntomas más comunes incluyen:

• tendencia al olvido;
• pérdida de la noción del tiempo;
• desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa in-
termedia, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores.
En esta etapa las personas afectadas:
• empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las
personas;
• se encuentran desubicadas en su propio hogar;
• tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
• empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
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• sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o
repiten las mismas preguntas.
Etapa tardía: en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la in-
actividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves yRecordatorio
los Anotaciones Chat

síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. Los síntomas incluyen:


• una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
• dificultades para reconocer a familiares y amigos;
• una necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
• dificultades para caminar;
• alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar
en agresio-nes.

4.2 Clasificación

4.2.1.Primarias / degenerativas:
• Enfermedad de Alzheimer
• Demencia por cuerpos de Lewy
• Demencia fronto-temporal
• Parkinson-demencia
• Otros: Huntington …

4.2.2.Secundarias:
• Vascular
• Hidrocefalia a presión normal
• Demencia por priones
• Lesiones tumorales
• Trastornos tiroideos
• Déficit vitamínicos
• Alcoholismo
• Enf. desmielinizantes
• Enf. por depósito y metabólicas congénitas

Las formas, o causas, de la demencia son múltiples y diversas. La enfermedad


de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa
entre un 60% y un 70% de los casos. Otras formas frecuentes son la demencia
vascular, la demencia por cuerpos de Lewy (agregados anormales de proteí-
nas en el interior de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que
pueden contribuir a la demencia fronto temporal (degeneración del lóbulo
frontal del cerebro). Los límites entre las distintas formas de demencia son
difusos y frecuentemente coexisten formas mixtas.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa cerebral pri-


maria, de etiología desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y neu-
roquímicos característicos. El trastorno se inicia por lo general de manera
insidiosa y lenta y evoluciona progresivamente durante un período de años.
El período evolutivo puede ser corto, dos o tres años, pero en ocasiones es
bastante más largo. Puede comenzar en la edad madura o incluso antes (en-
fermedad de Alzheimer de inicio presenil), pero la incidencia es mayor hacia
el final de la vida (enfermedad de Alzheimer de inicio senil). En casos con ini-
cio antes de los 65 a 70 años es posible tener antecedentes familiares de una
demencia similar, el curso es más rápido y predominan síntomas de lesión en
los lóbulos temporales y parietales, entre ellos disfasias o dispraxias. En los ca-
sos de inicio más tardío, el curso tiende a ser más lento y a caracterizarse por
un deterioro más global de las funciones corticales superiores. Los en-fermos
con síndrome de Down tienen un alto riesgo de desarrollar una enfermedad
de Alz-heimer.
ollo
nidos 134
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nadas
La demencia en la enfermedad de Alzheimer se considera hoy día irreversi-
ble.

torio Anotaciones Chat


4.2.3. Pautas para el diagnóstico
a) Presencia de un cuadro demencial, como el descrito más arriba.
b) Comienzo insidioso y deterioro lento. El momento exacto del inicio del
cuadro es difícil de precisar, aunque los que conviven con el enfermo sue-
len referir un comienzo brusco.
c) Ausencia de datos clínicos o en las exploraciones complementarias que
sugieran que el trastorno mental pudiera ser debido a otra enfermedad
cerebral ó sistémica capaces de dar lugar a una demencia (por ejemplo,
hipotiroidismo, hipercalcemia, deficiencia de vitamina B12, deficiencia de
niacina, neurosífilis, hidrocefalia normotensiva o hematoma subdural).
d) Ausencia de un inicio apoplético, súbito o de signos neurológicos focales,
tales como hemiparesia, déficits sensoriales, defectos del campo visual o
falta de coordinación de movimientos, signos estos que no han tenido que
estar presentes en la etapas iniciales de la enfermedad.

En un cierto número de casos, los rasgos de la enfermedad de Alzheimer y los


de la demencia vascular pueden estar simultáneamente presentes. Si ambos
coinciden claramente deberá hacerse un doble diagnóstico (y codificación).
Si una demencia vascular precede a una enfermedad de Alzheimer, es posible
que esta última sea imposible de diagnosticar en la práctica clínica.

4.2.4.Demencia en la enfermedad de Alzheimer de inicio precoz (F00.0)


El inicio es más precoz que el de F00.1 y el deterioro tiene una evolución más
rápida, con marcadas alteraciones de las funciones corticales superiores. En
la mayoría de los casos se presentan, en períodos relativamente precoces de
la evolución, afasias, agrafía, alexia o apraxias.

El diagnostico se realiza de la misma manera que para F00, pero teniendo en


cuenta el co-mienzo más temprano que la forma senil, es decir, antes de los
65 años. El curso progresivo suele ser rápido.

4.2.5.Demencia en la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío (F00.1)


Demencia en la enfermedad de Alzheimer en la que el comienzo clínico tiene
lugar después de la edad de los 65 años, normalmente hacia finales de los 70 e
incluso más tarde, cuyo curso progresa lentamente y en la que normalmente
el rasgo más prominente es el deterioro de la memoria.

El diagnostico se realiza de la misma manera que para F00, teniendo en cuen-


ta además la presencia o ausencia de los rasgos que la diferencian de la forma
de comienzo precoz (F00.0).

4.2.6.Demencia en la enfermedad de Alzheimer atípica o mixta (F00.2)


Demencias cuyas características no se ajustan a las descripciones y pautas para
el diagnós-tico de F00.0 y F00.1 y demencias mixtas, vascular y de Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer es un síndrome cuyos síntomas cognitiva y de


alteraciones psicológicas y del comportamiento, siguientes:

4.2.7. Síntomas esenciales:

1. Pérdida progresiva de memoria


2. Afectación en al menos otra área de la de función:
a. Alteración en pensamientos abstractos
b. Alteración en el juicio
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de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
135

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
c. Alteración de la visión visuoespacial
d. Alteración del lenguaje
e. Apraxia
Recordatorio Anotaciones Chat
f. Agnosia
g. Cambio de personalidad
3. Alteración de la vida social
4. Conciencia conservada (ausencia de delirio).

4.2.8.Síntomas psicológicos y conductuales :


Aparecen en el 80% de los pacientes de manera concomitante. Éstos contri-
buyen en gran medida a la sobrecarga de los cuidadores y al ingreso precoz
en residencias. Estos síntomas que aumentan considerablemente la incapaci-
dad funcional, se presentan de manera oscilante, múltiple y diversa.

Grafico N°2. Clasificación De Los Síntomas Conductuales Y Alteraciones Psicológicas En Los


Pacientes Con Demencia:

Grupo II
Grupo I Grupo III
(moderadamente Fre-
(Más frecuentes) (Menos Frecuentes)
cuentes)
Psicológicos Psicológicos
Ideas delirantes Identificaciones Erróneas
Alucinaciones
Depresión
Insomnio
Conductuales Conductuales Conductuales
Agresividad física Falta de motivación Llanto
Vagabundeo Agitación Lenguaje malsonante
Inquietud Desinhibición Preguntas Repetitivas
Gritos Seguir a otros
Conductual Inapropiada

Fuente: Martín M, Carrión JL. (2002). Tratamientos psicofarmacológicos y conductuales de las


demencias.Boletín de Información terapéutica de Navarra. Vol 10, N.1.
ollo
nidos 136
Actividades Autoevaluación UNIDAD IVObjetivos
Diagrama
: PSICOPATOLOGÍA
Inicio
INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

Desarrollo Actividades Autoevaluación


as Glosario Bibliografía de contenidos
nadas

LECTURA SELECCIONADA N.°1


Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
torio Anotaciones Chat

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.

Recordatorio Anotaciones Chat Carlos Parquet.


Revista de posgrado de la VIa catedra de medicina N°17, 2007. pág. 9-12

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico que provoca la muerte


de las células nerviosas del cerebro. Por lo general, la Enfermedad de Alzheimer
comienza paulatinamente y sus primeros síntomas pueden atribuirse a la vejez o al
olvido común. A medida en que avanza la enfermedad, se van deteriorando las ca-
pacidades cognitivas, entre ellas la capacidad para tomar decisiones y llevar a cabo
las tareas cotidianas, y pueden surgir modi-ficaciones de la personalidad, así como
conductas problemáticas. En sus etapas avanzadas, la Enfermedad de Alzheimer
conduce a la demencia y finalmente a la muerte.

El Mal de Alzheimer es la demencia más frecuente en la población anciana, repre-


sentando un 50 al 60 % de las demencias. Se calcula que en el mundo hay 22 millo-
nes de personas que la sufren y que en tres décadas habrá el doble. Según la Asocia-
ción de Alzheimer Internacional, la enfermedad puede comenzar a una edad tan
temprana como los 50 años, no tiene cura conocida aún. En EE.UU., entre el 1 y el
6% de las personas mayores de 65 años padecen la enfermedad.

El 10% de personas mayores de 70 años y 20 a 40% de quienes tienen más de 85


años tienen amnesia clínicamente identificable. La posibilidad de cada individuo
de padecer de Alzheimer aumenta con la edad.

La etiología de la enfermedad es desconocida.

En función de la edad de aparición de los síntomas se clasifica en:


• Enfermedad de Alzheimer de inicio precoz, si el comienzo es ante de los 65 años.
• Enfermedad de Alzheimer de inicio tardío, si comienza después de los 65 años.

A su vez estas dos formas se clasifican en dos subtipos:


• Familiar, si hay historia familiar.
• Esporádica, si no hay antecedentes familiares.

En torno al 10% de los casos la enfermedad es hereditaria con una transmisión


autosómica dominante. Los estudios iniciales de ligamiento genético demostraron
que el gen de la en-fermedad de Alzheimer se localiza en el brazo largo del cromo-
soma 21.

Este hecho reviste enorme interés porque desde hace años se sabía que los pacien-
tes con trisomía 21 (síndrome de Down) desarrollan con gran frecuencia el cuadro
de la enfer-medad, y porque el gen de la proteína precursora de amiloide (PPA)
cerebral se localiza también en el cromosoma 21. Se han descrito mutaciones pun-
tuales de la PPA en varias familias con enfermedad de Alzheimer .En la mayoría de
las familias con la forma presenil, hay un ligamiento a los marcadores del brazo lar-
go del cromosoma 14. En estas la edad de inicio de los síntomas se sitúa en la quinta
década de la vida, mientras que en aquellas con una mutación de la PPA. el inicio
ocurre en la sexta década. La mutación en el cromosoma 14q parece originar un
fenotipo más grave que el causado por la mutación de la PPA. La demostración de
mutaciones puntuales en la PPA y de otros defectos genéticos en la regula-ción de
esta proteína refuerzan la hipótesis patogénica según la cual la anomalía cerebral
se debe al depósito de amiloide que ejercería su neurotoxicidad por una doble vía:
originando degeneración neuronal (toxicidad directa) o modificando la homeos-
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de contenidos
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137

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
tasia del calcio neuronal a través del metabolismo del ácido glutámico (toxicidad
indirecta).

Los factores de riesgo para esta enfermedad pueden ser, entre otros: Recordatorio Anotaciones Chat

• Presión arterial alta por mucho tiempo.


• Antecedentes de traumatismo craneal.

Niveles altos de homocisteína (un químico corporal que contribuye a enfermeda-


des crónicas como la cardiopatía, la depresión y posiblemente la enfermedad de
Alzheimer)

Pertenecer al género femenino; debido a que las mujeres generalmente viven más
que los hombres, tienen mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad.

Que exista un historial médico de demencia o de síndrome de Down en la familia.

Hay una estrecha correlación entre el grado e demencia y la densidad de placas


seniles y de neuronas con degeneración neurofibrilar . El tejido cerebral muestra
“nudos neurofibrilares” (fragmentos enrollados de proteína dentro de las neuronas
que las obstruyen), “placas neuríticas” (aglomeraciones anormales de células ner-
viosas muertas y que están muriendo, otras células cerebrales y proteína) y “placas
seniles” (áreas donde se han acumulado pro-ductos de neuronas muertas alrededor
de proteínas).

Aunque estos cambios ocurren en cierto grado en todos los cerebros con la edad,
se presentan mucho más en los cerebros de las personas con enfermedad de Al-
zheimer.

Cuadro Clínico
El Alzheimer pasa por diferentes fases. La enfermedad se puede dividir en tres
etapas:

Inicial, con una sintomatología ligera o leve, el enfermo mantiene su autonomía y


sólo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas.

Intermedia, con síntomas de gravedad moderada, el enfermo depende de un cui-


dador para realizar las tareas cotidianas.

Terminal, estado avanzado y terminal de la enfermedad, el enfermo es completa-


mente dependiente.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son alteraciones del estado de ánimo
y de la conducta, pérdida de memoria, dificultades de orientación, problemas del
lenguaje y alteraciones cognitivas.

La pérdida de memoria llega hasta el no reconocimiento de familiares o el olvido


de habilidades normales para el individuo. Otros síntomas son cambios en el com-
portamiento como arrebatos de violencia. En las fases finales se deteriora la muscu-
latura y la movilidad, pudiendo presentarse incontinencia de esfínteres.

Las alteraciones neuropsicológicas en la enfermedad de Alzheimer son:

Memoria: deterioro en la memoria reciente, remota, inmediata, verbal, visual, epi-


sódica y semántica.
ollo
nidos 138
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
Afasia: deterioro en funciones de comprensión, denominación, fluencia y lectoes-
critura.

torio Anotaciones Chat Apraxia: tipo constructiva, apraxia del vestirse, apraxia ideomotora e ideacional.

Agnosia: alteración perceptiva y espacial.

Este perfil neuropsicológico recibe el nombre de Triple A o Triada afasia-apraxiaag-


nosia.

No todos los síntomas se dan desde el principio sino que van apareciendo conforme
avanza la enfermedad.

Diagnóstico
En la actualidad, no existe una sola prueba diagnóstica para la Enfermedad de
Alzheimer.

Se debe obtener una evaluación física, psiquiátrica y neurológica completa:


- Examen médico detallado
- Pruebas neuropsicológicas.
- Pruebas de sangre completas.
- Electrocardiograma
- Electroencefalograma.
- Tomografía computarizada

La única forma de confirmar un diagnostico de Enfermedad de Alzheimer es con


un exa men de tejido de cerebro, que se hace postmortem.

El diagnóstico diferencial de la enfermedad de alzheimer hay que establecerlo con :

* Depresión
* Toma de medicamentos
* Demencia vascular
* Enfermedad de Parkinson y atrofias multisistémicas
* Enfermedad con cuerpos de Lewy
* Demencia frontotemporal o demencia con cuerpos argirófilos

Evolución y Pronóstico
El resultado probable es desalentador. El trastorno generalmente progresa en for-
ma permanente. Es común que se presente incapacidad total y la muerte normal-
mente sucede en un lapso de 15 años, por lo general, a causa de una infección
(neumonía por aspiración) o una insuficiencia de otros sistemas corporales.

Tratamiento
No existe cura para la enfermedad de Alzheimer.

Los objetivos del tratamiento son:


• Disminuir el progreso de la enfermedad
• Manejar los problemas de comportamiento,confusión y agitación
• Modificar el ambiente del hogar
• Apoyar a los miembros de la familia y otras personas que brindan cuidados.
• Ciertas vitaminas ayudan al mantenimiento de las funciones cognitivas en estos
pacientes como vitaminas B12, B6, Acido fólico.
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UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
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139

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
Se ha probado la eficacia de fármacos anticolinesterásicos que tienen una acción
inhibidora de la colinesterasa, la enzima encargada de descomponer la acetilcolina,
el neurotransmisor que falta en el Alzheimer y que incide sustancialmente en la
memoria y otras funciones cognitivas. Con todo esto se ha mejorado el comporta- Recordatorio Anotaciones Chat
miento del enfermo en cuanto a la apatía, la iniciativa y la capacidad funcional y las
alucinaciones, mejorando su calidad
de vida.

El primer fármaco anticolinesterásico comercializado fue la tacrina, hoy no emplea-


da por su hepatotoxicidad. Existen 3 fármacos disponibles: donepezilo, rivastigmi-
na y galantamina.

Presentan un perfil de eficacia similar con parecidos efectos secundarios: alteracio-


nes gastrointestinales, anorexia y trastornos del ritmo cardiaco.

La memantina tiene indicación en estadios moderados y severos de la enferme-


dad de Alz-heimer. Su mecanismo de acción se basa en antagonizar los receptores
NMDA (N-metil- D-aspartato) glutaminérgicos.

CONCLUSION
Aunque la enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente en la población
anciana, su etiología aún se desconoce. Son característicos los cambios degenerati-
vos en el cerebro demostrables tanto por anatomía patológica como por tomografía
computarizada.

Se sabe que esta enfermedad de curso progresivo no tiene cura conocida hasta el
día de hoy. Es por ello que su tratamiento se basa sobre todo tratar de mejorar la
calidad de vida del enfermo y retrasar el progreso de la enfermedad mediante fár-
macos anticolinesterásicos.

Es importante también destacar el rol que desempeña el apoyo del grupo familiar y
la practica de actividades físicas e intelectuales estimulantes.

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TAREA ACADÉMICA N.°2


Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos

Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.

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ollo
nidos 140
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de contenidos

torio Anotaciones Chat


GLOSARIO DE LA UNIDAD IV
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Demencia: Deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales que suele


acompañarse de graves trastornos de conducta.
Recordatorio
Deterioro
Anotaciones
cognitivo:
Chat
El deterioro cognitivo se refiere a la disminución del rendimiento
de las funciones cognitivas adquiridas pero sin afectación de la capacidad funcional
para las actividades de la vida diaria y la autonomía previa de la persona.
Memoria episódica: Capacidad cognitiva de recuperar información sobre los hechos
que nos han sucedido o conocimientos que hemos adquirido recientemente o en el
pasado.
Encopresis: Incapacidad para contener las heces en los niños que padecen algún tipo
de trastorno psicológico. El tratamiento psicoterápico suele combinarse con la toma de
medicamentos neurolépticos.
Enuresis: Incontinencia urinaria en los niños por encima de la edad en que adquieren
la continencia.
TDAH: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Es el nombre oficial con-
ferido a esta condición por el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales
(DSM-IV-TR por sus siglas en inglés) del American Psychiatric Association (sociedad
estadounidense de psiquiatría).
Diagrama Objetivos Inicio

Desarrollo Actividades Autoevaluación


de contenidos

BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD IV
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

Belloch, A; Sandín, B y Ramos, F. (2008) Manual de Psicopatología. Volumen I Madrid:


Recordatorio Anotaciones McChat
Graw Hill.
Caballo, V. ; Simon M. (2002). Manual de Psicología Clínica Infantil y del adolescente. Tras-
tornos específicos. Ediciones Pirámide. Madrid-España
Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos,
Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
Herbert, M. (2002). Padres e hijos. Mejorar hábitos y las relaciones. Ediciones Pirámide.
Madrid-España.
Martín M, Carrión JL.(2002), Tratamientos psicofarmacológicos y conductuales de las de-encias.
Boletín de Información terapéutica de Navarra. Vol 10.
PSICOPATOLOGIA II
UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDADDesarrollo
de contenidos
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141

Objetivos Inicio Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas

AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD IV
Actividades Autoevaluación
s
Recordatorio Anotaciones Chat

1. Emision involuntaria de orina después de una edad en la que el niño debería haber
Glosario
adquirido la continencia urinaria.
Bibliografía
s
a. enuresis
b. encopresis
c. estreñimiento
o Anotaciones Chat
d. ansiedad

2. Cuando el niño ha perdido el reflejo anal normal a través de un estreñimiento exce-


sivo y la dilatación del intestino.
a. enuresis
b. encopresis
c. estreñimiento
d. ansiedad

3. El niño nunca ha adquirido el control voluntario de la evacuación intestinal


a. encopresis
b. encopresis primaria
c. encopresis secundaria
d. estreñimiento

4. Alteración del desarrollo que presenta dificultad en la comunicación verbal y gestual,


alteraciones en la interacción social.
a. síndrome de asperger
b. retardo mental
c. autismo
d. síndrome de rett

5. Un signo de alarma del autismo


a. depresión
b. escaso interés en otros niños
c. berrinches
d. periodos de insomnio

6. Niños con dificultades para mantener una conversación, sensible a sonidos fuertes,
incapacidad para hacer amigos de su edad.
a. síndrome de asperger
b. retardo mental
c. autismo
d. síndrome de rett

7. Trastorno caracterizado por impulsividad, dificultad en la atención e hiperactividad.


a. trastorno de hiperactividad con déficit de atención
b. Hiperactividad
c. Trastorno de conducta
d. autismo
ollo
nidos 142
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV : PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DE LA ANCIANIDAD

as Glosario Bibliografía
nadas
8. Sintomas de inatención problemas de rendimiento escolar y autoestima baja.
a. trastorno de hiperactividad con déficit de atención
b. Hiperactividad
torio Anotaciones Chat
c. Trastorno de conducta
d. autismo

9. La tendencia al olvido, perdida de nocion el tiempo, desubicación espacial son sínto-


mas comunes en:
a. etapa temprana demencia
b. etapa intermedia demencia
c. etapa tardía demencia
d. envejecimiento

10.Forma más frecuente de demencia:


a. Huntington
b. Parkinson
c. Lewy
d. Alzheimer
Desarrollo Actividades Autoevaluación
PSICOPATOLOGIA II
de contenidos
ANEXODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
143

Lecturas Glosario Bibliografía


seleccionadas
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas

anexo: CLAVES DE LAS AUTOEVALUACIONES


Recordatorio Anotaciones Chat
Recordatorio Anotaciones Chat

AUTOEVALUACIÓN DE AUTOEVALUACIÓN DE
LA UNIDAD I LA UNIDAD II

1 B 1 B

2 A 2 C

3 D 3 C

4 A 4 B

5 D 5 A

6 C 6 A

7 D 7 B

8 C 8 C

9 D 9 C

10 B 10 C

AUTOEVALUACIÓN DE AUTOEVALUACIÓN DE
LA UNIDAD III LA UNIDAD IV
1 A 1 A
2 B 2 B
3 D 3 B
4 A 4 C
5 D 5 B
6 B 6 A
7 C 7 A
8 B 8 A
9 D 9 A
10 C 10 D
E
ste manual autoformativo es el mate- muro y las tareas, siempre acompañado de tus
rial didáctico más importante de la docentes y amigos.
presente asignatura. Elaborado por
el docente, orienta y facilita el auto aprendi- El modelo educativo de la Universidad Con-

zaje de los contenidos y el desarrollo de las tinental a distancia es innovador, interactivo

actividades propuestas en el sílabo. e integral, conjugando el conocimiento, la


investigación y la innovación. Su estructu-
Los demás recursos educativos del aula virtual ra, organización y funcionamiento están de
complementan y se derivan del manual. Los acuerdo a los estándares internacionales.
contenidos multimedia ofrecidos utilizando Es innovador, porque desarrolla las mejores
videos, presentaciones, audios, clases interac- prácticas del e-learning universitario global;
tivas, se corresponden a los contenidos del interactivo, porque proporciona recursos
presente manual. La educación a distancia en para la comunicación y colaboración síncro-
entornos virtuales te permite estudiar desde na y asíncrona con docentes y estudiantes;
el lugar donde te encuentres y a la hora que e integral, pues articula contenidos, medios
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