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El fascismo

es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras


(1918-1939) creado por Benito Mussolini. El término proviene del italiano fascio (‘haz,
fasces’), y éste a su vez del latín fas-cēs (plural de fascis).
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una
economía dirigista, mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón a la
voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo fuertemente identitario con
componentes victimistas o revanchistas, lo que conduce a la
violencia(yaseaporpartedelasmasasadoctrinadasodelascorpo-raciones de seguridad del
régimen) contra aquellos que el Estado defina como enemigos mediante un eficaz
aparato de propaganda; todo esto aunado a un componente social interclasista y una
negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas).
DEFINICION #2
El fascismo es una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad
monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de
individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y
los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de
una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos
intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este
designaba para representar a la sociedad.
Causas.
a. Causas Políticas.
Italia, a pesar de haber contribuido a la victoria de la Primera Guerra Mundial, no fue
debidamente compensada con la entrega de territorios que aspiraba poseer para su
expansión. Unicamente obtuvo la región de Trento y la de Trieste, y ninguna
participación en el reparto de las colonias alemanas y turcas. Moralmente esta
situación se traducía entre los italianos en sentimiento de inferioridad y resentimiento
contra los Aliados.

b. Causas Económicas.
Ante la subida de precio de los artículos de primera necesidad la clase trabajadora
formulaba nuevas reivindicaciones salariales, que los patronos las rechazaban. La lira,
moneda nacional se devaluaba continuamente. Antes de la guerra valía 19 centavós
americanos y, en 1920, llegó a valer solamente 3 centavos. La deuda pública había
aumentado hasta 95 mil millones de libras, 7 veces más que antes de la guerra.

c. Causas Sociales. .
La subida de precios y la continua inflación; la ruina de la industria y la desocupación,
provocaron graves desajustes económicos, que estimularon, apoyados por socialistas y
comunistas, un ambiente de intranquilidad, por las reiteradas revueltas sindicales, o
las de huelgas, tomas de tierra de cultivo y de las fábricas, tanto en el campo como en
la ciudad. Gran parte de la población, al volver de la guerra, fue desplazada de los
centros de trabajo.

Las características del fascismo


Totalitarismo: El estado fascista fue un estado totalitario. El gobierno y la burocracia
estatal trataron de intervenir en todos los ámbitos de la vida, coartando la libertad de
los individuos.
Antiliberalismo

Para los ideólogos fascistas el liberalismo era una ideología débil, incapaz de frenar al
auge del comunismo e ineficaz para mantener el rumbo de una economía sometida a
una profunda crisis en el período de entreguerras.

Anticapitalismo

El anticapitalismo fascista tuvo su mayor expresión en la organización corporativa del


mundo del trabajo. Empresarios y trabajadores fueron obligados a pertenecer a
sindicatos obligatorios, controlados por el partido único. Los trabajadores, que
perdieron sus sindicatos libres, fueron los grandes perjudicados de esta reorganización
del mundo laboral.

Autoritarismo y militarismo

El fascismo concebía la sociedad como una organización militar. En ella cada individuo
debía ocupar un lugar determinado y desarrollar una función específica. La jerarquía,
el mando y la disciplina debían regir el funcionamiento social. No había lugar para
discrepancias o disensiones. Cualquier desobediencia se debía solucionar por la
violencia.

Nacionalismo exacerbado

Los fascismos organizaron su visión totalitaria en torno al concepto de nación. La


unidad nacional en torno al estado, al partido único y al líder será la máxima aspiración
de la ideología fascista. Este nacionalismo extremo tomó diferentes formas en los
distintos países.

Empleo de la propaganda y el terror

Los regímenes fascistas pusieron gran empeño en controlar los medios de


comunicación, especialmente, la radio y la prensa.
Origen de sus líderes

Lo mismo puede decirse del origen personal de algunos de sus miembros, empezando
por el propio Mussolini, que antes del término de la Primera Guerra Mundial, era un
importante ideólogo obrerista y militante socialista. El origen social de los líderes
fascistas en distintas partes de Europa fue muy diferente: a veces aristocrático
(Starhemberg, Mosley, Ciano), a veces proletario (Jacques Doriot y el PPF francés);
muchas veces militares (Franco, Pétain, Vidkun Quisling, Szálasi, Metaxas), o juristas
(José Antonio Primo de Rivera, Ante Pavelić, Oliveira Salazar). Los casos más
destacados, los propios Hitler y Mussolini, eran fuertes personalidades de oscuro
origen, desclasados e inadaptados, pero de irresistible ascensión. [37] Sus militantes
salían de entre los estudiantes (muy abundantes en la Guardia de Hierro rumana o el
rexismo belga), de los pequeños propietarios campesinos, de los desempleados
urbanos y, sobre todo, de la temerosa pequeña burguesía empobrecida o amenazada
por la crisis y atemorizada por el avance del comunismo y el desorden público.[38] Las
capas medias y medias bajas fueron la espina dorsal del fascismo.

Teorías fascistas

• La teoría socialdemócrata del fascismo

Afirma que existen sectores de la clase dominante interesados en derrotar el fascismo.


Ponen por ejemplo, el enfrentamiento entre el capitalismo alemán y inglés durante la
2ª Guerra Mundial o el repudio de algunos importantes magnates alemanes hacia el
nazismo. Todo ello para llegar a la conclusión de que no se puede luchar contra el
fascismo con métodos violentos o extralegales. El estado -los jueces, la policía, etc- son
los que tienen que enfrentarse a los fascistas, no los trabajadores. El movimiento
obrero debe unirse a los sectores progresistas de la clase dominante para combatir
desde la legalidad al fascismo. La expresión política de esta unión es el Frente Popular,
coalición entre partidos obreros y burgueses. Este planteamiento clásico de la
socialdemocracia fue asumido por el estalinismo a partir de 1935 en el VII Congreso de
la Internacional Comunista que aprobó la política de Frentes Populares.

• La teoría estalinista del fascismo

Originariamente era bien distinta. No diferenciaba entre los fascistas y los


socialdemócratas a los que llamaba "socialfascistas". Esto hacía imposible cualquier
unidad de acción entre los obreros socialdemócratas y los estalinistas frente a los
fascistas. Esta política era conocida como la política del "tercer período" que comenzó
con el crak del '29 y que según los estalinistas iba a ser la crisis final del capitalismo. En
ese período los socialdemócratas como habían demostrado otras veces iban a ser los
salvadores del capitalismo como ocurriera en la revolución alemana de 1919 donde
Rosa Luxemburgo y los dirigentes espartaquistas fueron asesinados por las tropas al
mando del Gobierno socialdemócrata alemán. Los estalinistas llamaban a su táctica
frente único por abajo, es decir, un frente de los trabajadores sin interferencias
burguesas, lo cual es correcto, pero sin participación de la dirección socialdemócrata,
lo que en la práctica impedía cualquier unidad de acción. El resultado de esta política
fue que, por ejemplo, ante el peligro nazi, el PC alemán abrazó una política
ultraizquierdista y sectaria que impidió por un lado, ganar a la base socialdemócrata y
por otro lado, dividió el movimiento obrero, facilitando la llegada al poder de Hitler.

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