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"Hay un grupo muy interesante de personas cuyo pensamiento y la memoria son normales,
incluso tarde en la vida, sin embargo, sus cerebros están llenos de placas beta amiloides que
parecen ser idénticos a lo que se ve en la enfermedad de Alzheimer", explica David L.
Brody, MD , PhD, profesor asociado de neurología, en la Pista comunicado de prensa 22 de
octubre 2012 a causa de la demencia de Alzheimer se encuentran en muestras de cerebro.
"¿Cómo esto puede ocurrir es una cuestión clínica tentadora. Se deja en claro que no
entendemos exactamente qué causa la demencia."
Placas duras hechas de una proteína llamada beta amiloide están siempre presentes en el
cerebro de una persona diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo con
Brody. Pero la simple presencia de placas no siempre resulta en dificultad para pensar y la
memoria. En otras palabras, las placas son necesarias - pero no suficiente - para causar la
demencia de Alzheimer.
Moléculas más pequeñas de beta amiloide, no hay suficientes de ellos para formar una
placa, en lugar de las de mayor tamaño se correlacionan con la demencia
Los oligómeros que flotan en el fluido cerebral a largo han sido sospecha que tienen
un papel en la enfermedad de Alzheimer
Los oligómeros, aunque son difíciles de medir. La mayoría de los métodos sólo detectan su
presencia o ausencia, o muy grandes cantidades. Brody y sus colegas desarrollaron un
método sensible para contar incluso pequeñas cantidades de oligómeros en el líquido
cerebro y lo usaron para comparar cantidades en sus muestras.
Ellos encontraron que los pacientes cognitivamente normales con placas y el Alzheimer
pacientes ambos tenían la misma cantidad de placa, pero los pacientes con Alzheimer
tenían niveles mucho más altos de oligómeros.
Los pacientes de Alzheimer tenían una proporción mucho mayor de oligómeros a las
placas
Incluso los niveles de oligómeros no distinguían por completo los dos grupos. Por ejemplo,
algunas personas con placas pero sin demencia todavía tenían oligómeros, incluso en
cantidad similar a algunos pacientes con enfermedad de Alzheimer. Cuando los dos grupos
difieren completamente, de acuerdo con Brody y sus colegas, era la proporción de
oligómeros a placas. Midieron más oligómeros por placa en los pacientes con demencia, y
un menor número de oligómeros por placa en las muestras de personas cognitivamente
normales.
En las personas con placas pero sin demencia, Brody especula que las placas podrían servir
como un amortiguador, la unión con oligómeros libres y manteniéndolos atados. Y en la
demencia, tal vez las placas han excedido su capacidad de capturar los oligómeros,
dejándolos libres para flotar en el líquido del cerebro, donde pueden dañar o interferir con
las neuronas.
"Las placas y oligómeros parecen estar en algún tipo de equilibrio", dice Brody, de acuerdo
con el comunicado de prensa, Clue a causa de la demencia de Alzheimer se encuentran en
muestras de cerebro. "¿Qué le sucede a cambiar la relación entre los oligómeros y placas?
Al igual que la investigación tanto de Alzheimer, este estudio plantea más preguntas que
respuestas. Pero es un importante siguiente pieza del rompecabezas."
Esparza TJ, Zhao H, Cirrito JR, Cairns NJ, Bateman RJ, Holtzman DM, DL Brody.
Amiloide-beta oligomerización en la demencia de Alzheimer en comparación con los
controles de alta patología. Annals of Neurology. Artículo Aceptado, en línea 01 de
septiembre 2012.
Este estudio fue apoyado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el Premio de
Burroughs Wellcome carrera en las Ciencias Biomédicas, el Fondo de Investigación
Thrasher, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, el Charles F. y Centro de
Investigación de la Enfermedad de Alzheimer Joanne Knight en la Universidad de
Washington, Fondo de la Cure Alzheimer, y el NIH Blueprint Neurociencia Core
subvención a la Universidad de Washington. Números de Grant: NIH R01 NS065069, NIH
K08 NS049237, NIH AG13956, NIH AG029524, NIH K-23-AG03094601, NIH R-01-
NS065667, NIH P50-AG05681, NIH P30 NS057105, y NIH P01-AG03991. Muestras de
cerebro y LCR Humanos fueron proporcionados por el Centro de Investigación de
Enfermedades la Washington University Caballero de Alzheimer.
¿Pueden las dosis diarias de resveratrol puro pueden retrasar o alterar el deterioro de
la memoria y el funcionamiento diario de las personas con demencia leve a moderada
debido a la enfermedad de Alzheimer?
Más dinero del gobierno en 2012 está disponible para combatir la enfermedad de
Alzheimer
¿Este nuevo estudio sugiere que el resveratrol 2012 puede obstaculizar los
mecanismos moleculares del envejecimiento?
Los estudios en animales sugieren que el resveratrol puede impedir los mecanismos
moleculares del envejecimiento. Estudios de población Humanos sugieren varios beneficios
para la salud por el consumo diario moderado de vino tinto, pero los mecanismos de acción
en el cuerpo son desconocidos.
El año pasado otro estudio de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos también
mostró los beneficios para la salud de una determinada cantidad de resveratrol. En ese
estudio 2011, los científicos encontraron que el resveratrol ofrece una serie de beneficios
para la salud. Confirmar el 02 de noviembre 2011 Washington Post artículo sobre ese
estudio por Rob Stein, "sustancia en el vino tinto se muestra prometedor en primer estudio
en humanos."
"La mayoría de los estudios de resveratrol que muestran los beneficios de salud se han
realizado en modelos animales, como ratones, y con dosis que superan con creces el
consumo de beber vino o mordisqueando el chocolate", dice R. Scott Turner, MD, Ph.D.,
director del Programa de Trastornos de la Memoria del Georgetown University Medical
Center, de acuerdo con el comunicado de prensa de 14 de mayo 2012, el médico de
Georgetown conduce estudio nacional resveratrol para la enfermedad de Alzheimer.
"Con este ensayo clínico, vamos a averiguar si las dosis diarias de resveratrol puro pueden
retrasar o alterar el deterioro de la memoria y el funcionamiento diario de las personas con
demencia leve a moderada debido a la enfermedad de Alzheimer. En este estudio, también
vamos a probar si el resveratrol mejora la glucosa y metabolismo de la insulina en los
individuos de más edad - aunque los que ya tienen diabetes, no se incluirán en este estudio
".
Para obtener más información sobre el estudio resveratrol u otros estudios de Alzheimer en
curso en Georgetown, póngase en contacto con Kelly Behan en el Programa de Trastornos
de la Memoria GUMC enviando un correo electrónico a su keb53@georgetown.edu. La
información también está disponible en memory.georgetown.edu. Los participantes del
estudio en Georgetown deben hablar Inglés.
ACEITE DE COCO
Según algunos estudios, el aceite de coco se usa para prevenir y, en casos tempranos
revertir la enfermedad de Alzheimer. Los científicos están estudiando si el aceite de coco
puede ayudar a las personas con dolencias específicas porque los triglicéridos de cadena
media se han encontrado en el aceite de coco produce las cetonas usados por el cerebro para
revertir y / o ralentizar la progresión de enfermedades específicas como el Alzheimer, el
Parkinson, y en ocasiones la enfermedad de Huntington, pero la investigación está en curso.
Echa un vistazo a el 05 de octubre 2010 el artículo, "El aceite de coco y la enfermedad de
Alzheimer."
Un ejemplo de investigación sobre las verduras, nueces, granos, aceites y frutas es la base
de datos de la Universidad de California Davis en la inocuidad del producto. En todo el país
la investigación sobre el aceite de coco se centra actualmente sobre si el aceite de coco a
revertir la enfermedad de Alzheimer? También hay estudios continuos sobre la enfermedad
de Parkinson y la enfermedad de Huntington para ver si estas condiciones se pueden
invertir o se desaceleraron con aceite de coco o de otras trigyliceride aceites comestibles de
cadena media.
Una forma de producir cetonas es por el consumo de aceites que tienen triglicéridos de
cadena media tales como el aceite de coco virgen extra. Según el artículo, "El aceite de
coco y la enfermedad de Alzheimer", "Cuando se digiere aceite MCT, el hígado lo
convierte en cetonas. En las primeras semanas de vida, cetonas proporcionan alrededor del
25 por ciento de la energía de los bebés recién nacidos necesitan para sobrevivir".
Al leer el artículo, "El aceite de coco y la enfermedad de Alzheimer", verás cómo el médico
en el artículo se enteró de que el ingrediente en un ensayo de drogas enfermedad de
Alzheimer que estaba mostrando tanta promesa fue derivado de triglicéridos de cadena
simplemente media (MCT) de aceite de aceite de coco o aceite de almendra de palma. En
cuanto a tomar unas cuantas cucharaditas al día de aceite de coco, el médico en ese artículo
encontró que se utilizó una dosis de 20 gramos (alrededor de 20 ml o 4 cucharaditas) para
producir estos resultados.
De acuerdo con el sitio del Centro de investigación de coco, cuando se come el coco, el
colesterol HDL (colesterol bueno) siempre aumenta. El aumento en el colesterol total que
algunas personas experimentan se debe principalmente a un aumento en el colesterol
bueno. Su proporción de colesterol (colesterol total / HDL colesterol) mejora, lo que reduce
el riesgo de enfermedades del corazón. Véase también el comunicado de prensa, el
hipotiroidismo y la Virgen de aceite de coco.
Ver también los siguientes artículos, aceite de coco para el Alzheimer, es el aceite de coco
la cura secreta para la enfermedad de Alzheimer ?, aceite de coco y la enfermedad de
Alzheimer, el aceite de coco puede ayudar a combatir la enfermedad de Alzheimer, Can
aceite delicia de coco o prevenir la enfermedad de Alzheimer ?, Aceite de Coco Virgen -
Prevenir el Alzheimer Enfermedades con VCO, aceite de coco para el Alzheimer, el Dr.
Benjamin Snider »¿Cómo, ¿Y si hubiera una cura para la enfermedad de Alzheimer El
aceite de coco puede prevenir el Alzheimer - Aceite de coco y cetonas, y cuerpos pueden
cetónicos a partir de aceite de coco curar o prevenir la enfermedad de Alzheimer?
Universidad de California, Davis estudia los beneficios para la salud de una variedad de
alimentos. Echa un vistazo a la última base de datos en la UC Davis en la inocuidad del
producto. Universidad de California Davis Centro de Estudios Produce está tratando de
incluir en sus estudios de la base de datos publicados en los últimos cinco años (con
estudios más antiguos agregados cuando se considere relevante), así como los estudios
pertinentes en curso. La base de datos de CPS consulta una amplia gama de fuentes para
identificar la investigación financiada con fondos públicos de todo el mundo. Fuentes
estadounidenses incluyen USDA, FDA, UC-ANR, y ARS. Investigadores financiados por
CPS también han sido valiosos recursos.
¿Ha notado cómo coco rápido doma sencilla diarrea de verano? Se recomienda incluso en
pequeñas cantidades para ayudar a domar la diarrea de su perro. Ahora estudia en todo el
país se están centrando en la investigación acerca de cómo el aceite de coco puede influir
en la enfermedad de Alzheimer y ayuda con algunos problemas en el hígado.
Los estudios deben abordar proyectos de investigación publicado en cualquier fruta fresca,
vegetales frescos, y / o frutos secos. Los estudios deben ser escritos o traducidos al Inglés
se incluyen en este momento. Los estudios en curso en todo el país últimamente se están
centrando en los usos de coco para curar la diarrea y simples úlceras en la boca. Con junio
en Sacramento comienza la temporada de verano la diarrea.
Hay mucha controversia acerca de qué tipos de grasas comestibles aumentan el riesgo de
enfermedad de Alzheimer. Ver abstractos, "grasas dietéticas y el riesgo de la enfermedad de
Alzheimer incidente." Del estudio Arco Neurol. 2003 Aug; 60 (8): 1072. De acuerdo con la
conclusión del estudio, el alto consumo de grasas no saturadas, no hidrogenados puede
tener un efecto protector contra la enfermedad de Alzheimer, mientras que la ingesta de
grasas saturadas o riesgo trans-insaturados (hidrogenadas) pueden aumentar. Véase también
el artículo, "Eleva El exceso de grasa del vientre de riesgos de la enfermedad de Alzheimer,
otras demencias."
Otro estudio realizado en octubre de 2008 puso la culpa en grasa animal, pero no en omega
3 los ácidos grasos. Véase, Grasas Animales riesgo de enfermedad de Alzheimer? De
acuerdo con este estudio de la ciudad de Quebec, un equipo de investigadores de la
Université Laval ha demostrado que los principales marcadores neurológicos para la
enfermedad de Alzheimer se exacerban en los cerebros de los ratones alimentados con una
dieta rica en grasa animal y pobre en omega-3. Los detalles del estudio, lo que sugiere que
las dietas típicas de la mayoría de los países industrializados promueven el desarrollo de
Alzheimer se describen en la última edición en línea de Neurobiología del Envejecimiento.
Véase también, una dieta alta en grasas animales aumenta las proteínas relacionadas con
Alzheimer en ratas.
En el estudio utilizando ratones, los ratones cuya dieta era pobre en omega-3 y rica en
grasas (60% de calorías consumidas) mostró en la dieta alta en grasa reducido drebrin los
niveles de proteína en el cerebro, otra característica de la enfermedad de Alzheimer, así
como Otra característica de la enfermedad de Alzheimer: las concentraciones de proteína
tau y beta-amiloide, respectivamente, 8,7 y 1,5 veces mayor que los ratones del grupo de
control, cuyos alimentos contenidos 7 veces menos grasa.
También puedes ver el estudio de 2008, el envejecimiento del cerebro Estudios de dieta,
Randall Parker. Y aún otro estudio descubrió una relación entre la pérdida de peso y la
mejora de la memoria y la concentración. El estudio muestra que los pacientes de cirugía
bariátrica mostraron función de memoria mejorada 12 semanas después de sus operaciones.
Los hallazgos aparecen en una edición de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Afines,
el Diario Oficial de la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica. Abstracto
del informe de investigación también está disponible en línea aquí.
En cuanto a otros alimentos a menudo se consumen debido a los muchos informes de los
medios de comunicación como ser saludable, que son con moderación, consulte el artículo,
"la FDA a Diamond Foods:" Sus nueces son drogas ":. Por Karen De Coster El LRC Blog
El punto es que la nutrición es un tema para ser leído por los curiosos acerca de las
relaciones entre la buena salud y alimentos nutritivos.
El coco es un remedio tradicional de las islas del Pacífico Sur para la diarrea. De coco
también ayuda a los seres humanos, así como perros de combate la diarrea. Usted puede
incluso hacer un macarrón de coco sin azúcar para dar a su perro para ayudar a aliviar la
diarrea. ¿Por qué la leche de coco ayuda a algunas personas con sus propiedades anti-
microbianas, pero hacen otras personas de grasa? Ver el artículo, "La obesidad entre los
malayos en Singapur - es la leche de coco a culpar ?."
¿Se puede utilizar leche de coco para equilibrar los electrolitos? Ver el artículo, "la leche de
coco Curas: equilibra los electrolitos, reduce BPM." Usted tiene que mirar a tres bebidas
diferentes: crema de coco, leche de coco y agua de coco. Entonces usted tiene que
considerar los efectos sobre la salud o los beneficios de la fibra de la carne de coco.
Por supuesto, tendrá que consultar al médico. Pero si usted está varado en una isla del
Pacífico con diarrea implacable, y que no tienen acceso a atención médica, pensar en tratar
prima, coco rallado. La teoría detrás de esto es que el aceite de coco es anti-microbiana.
Aprende a cocinar con cocos. Para obtener más información visite el sitio web del Dr. Fife
para ver todos sus títulos numerious. Puede descargar el podcast archivo MP3 de radio en
este sitio,
Es un remedio tradicional de las islas del Pacífico Sur. También funciona en los seres
humanos, así como en perros. Usted puede incluso hacer un macarrón de coco sin azúcar
para dar a su perro para ayudar a aliviar la diarrea.
Por supuesto, tendrá que consultar al médico. Pero si usted está varado en una isla del
Pacífico con diarrea implacable, y que no tienen acceso a atención médica, pensar en tratar
prima, coco rallado. La teoría detrás de esto es que el aceite de coco es anti-microbiana.
Se ha dicho los titulares de hoy se convierten en notas al pie de mañana. Y hay un montón
de recetas que también hablan de los remedios de la leche de coco. ¿Se puede realmente
detener la diarrea crónica con leche de coco o aceite de coco en los seres humanos y los
perros? ¿Los remedios de coco realmente funcionan?
El aceite de coco se ha utilizado para curar las úlceras bucales tales como las úlceras
bucales. Es una receta folclórica tradicional usado en áreas tropicales en el Pacífico y el
Caribe para las llagas causadas por diferentes virus o bacterias, porque el aceite de coco
tiene algunas propiedades antimicrobianas de curación.
Si usted navega los sitios naturales de curación, algunos sugieren comer un poco de coco
rallado crudo, si usted no es alérgico a coco para problemas estomacales calmantes debido
a la irritación o infección bacteriana. La leche de coco es rica en grasas saturadas. Pero son
esos ácidos grasos saturados de cadena media, no a los ácidos grasos saturados de cadena
larga en las grasas animales que llenan las arterias.
Aceite de coco Curas | Dabur Hair Oil Vatika | KTC aceite de coco
Ver el vídeo por el médico, el Dr. Mercola en el aceite de coco para la curación y como
fuente de monolaurina antimicrobiano (de ácido láurico).
El aceite de coco, una grasa natural utilizada durante miles de años en algunos lugares del
mundo, podría ser una esperanza en casos de personas con Alzheimer y otras
enfermedades. Ayudaría tanto a recuperar capacidades perdidas, como a ralentizar la
evolución de la enfermedad, o incluso a prevenirla.
Teniendo en cuenta que añadir aceite de coco a la dieta no supone demasiado esfuerzo ni
riesgo para la salud en general, merece la pena que esta información llegue a cuanta más
gente mejor, para que, por lo menos, quien quiera pueda probar.
El aceite de coco beneficioso para la salud es el menos procesado de todos, extraído por
presión en frío, virgen, ecológico, sin el uso de químicos tóxicos en su cultivo, sin
blanquear ni endurecer artificialmente, que afortunadamente cada vez encontramos en
más sitios. En resumen, la grasa natural, de la mejor calidad, extraída de la forma más
natural posible, y bajo ningún concepto hidrogenada o parcialmente hidrogenada, ni
adulterada de ningún modo, algo que, por otro lado deberíamos exigir de cada grasa que
consumimos.
Aún hay mucha gente que considera este aceite como dañino. Sin embargo, ya hay
muchas investigaciones que demuestran todo lo contrario. Por ejemplo, se sabe que
muchas poblaciones que llevan siglos con este aceite como base de su dieta, apenas
tienen problemas cardiovasculares, ni de obesidad, ni tampoco de demencias.
A todos los que tengan dudas les recomiendo el siguiente artículo del Dr. Mercola, en el
que explica de forma sencilla por qué la grasa saturada natural del coco sí es saludable, y
que incluye al final del mismo un buen número de referencias.
http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/este-aceite-de-cocinar-es-un-destructor-de-
virus-y-antibioticos.aspx
La Dra. Newport, médico especialista en neonatología, dio con este descubrimiento sobre
el aceite de coco, en su búsqueda desesperada por ayudar a su marido, diagnosticado de
Alzheimer temprano a los cincuenta y pocos años, enfermedad que, a pesar de la
medicación seguía avanzando rápidamente.
La doctora cuenta como en 2008 llevó a su marido a realizar un examen para que pudiera
entrar en las pruebas clínicas de un nuevo medicamento. Allí le realizaron un MMSE (Mini-
Examen de Estado Mental), pero fue rechazado porque necesitaba tener una puntuación
de al menos 16 y sólo obtuvo 14. Steve Newport tampoco fue capaz de pasar una prueba
en la que se le pedía que dibujara un reloj, lo que hizo que los médicos consideraran que
estaba comenzando a pasar ya a la fase severa de la enfermedad.
Al día siguiente de este examen, la doctora decidió empezar a darle aceite de coco a su
marido, pues descubrió algunas investigaciones esperanzadoras administrando
triglicéridos de cadena media (MCT) en personas con Alzheimer, y al ver que el aceite de
coco es muy rico en MCT, pensó que era la forma más fácil de probar por su cuenta.
Así que, antes de salir de viaje para intentar entrar en otra prueba clínica de un nuevo
medicamento, añadió 2 cucharadas soperas de aceite de coco en el desayuno de Steve.
Volvieron a realizarle el mismo MMSE del día anterior, pero esta vez en lugar de 14
puntos, Steve obtuvo 18, además de empezar a recuperar la memoria y la capacidad
cognitiva de forma impactante.
En un principio Mary Newport no estaba segura de si había sido el aceite de coco, pero
como había leído que a algunos enfermos les podía hacer efecto el mismo día que lo
tomaban, decidió continuar con el aceite en la dieta de su marido.
A partir de ahí se inició la mejoría de Steve que, con el uso diario de aceite de coco,
comenzó a recobrar capacidad cognitiva perdida, movilidad, y el avance de la enfermedad
se ralentizó de forma importante, algo que ningún medicamento había logrado hasta ese
momento.
Mary cuenta cómo su marido en cinco días recuperó su personalidad, en palabras del
mismo Steve “recuperó su vida”. Dos semanas después de empezar a tomar el aceite fue
capaz de dibujar de nuevo un reloj, aunque no perfecto, pero incluyendo hasta los
números. A los 3 ó 4 meses desapareció una alteración visual que le impedía leer. Y en el
período de un año mejoró su movilidad hasta ser capaz de poder correr de nuevo, y
también su capacidad de comprensión lectora, así como su memoria reciente y a corto
plazo. Steve no se ha curado, pero todas las mejorías que ha ido experimentado, han
cambiado su mundo y el de su familia.
Aquí tenéis una entrevista completa a la Dra. Newport, en inglés, en la que explica todo
esto y en la que su marido también es entrevistado.
http://www.youtube.com/playlist?list=PL870608637E29E5AA
Todas las células necesitan “combustible” para funcionar, incluidas las cerebrales. Este
combustible es la glucosa obtenida de los alimentos. Pero la glucosa precisa una llave para
“abrir la puerta” de los receptores celulares y poder entrar, esta llave es la insulina. En el
Alzheimer, los receptores de las células cerebrales, las puertas de entrada de la glucosa,
fallan y no responden a la insulina, por lo que las neuronas dejan de recibir alimento y
empiezan a morir. Esto puede comenzar a ocurrir entre 10 y 20 años antes de ver los
primeros síntomas de la enfermedad, por lo que nuestras células cerebrales podrían estar
muriendo por falta de alimento sin que seamos conscientes de ello.
El Dr. George Cahill, en los años 60 descubrió que las neuronas pueden utilizar cetonas
directamente como combustible alternativo a la glucosa. Se cree que las células
desarrollaron la capacidad de alimentarse de cetonas como una forma de adaptación al
entorno y supervivencia, así el cuerpo acumulaba grasa en períodos de abundancia, para
más tarde en épocas de escasez, una vez agotadas las reservas de glucosa, pasar a utilizar
la grasa guardada transformada en cetonas.
Los triglicéridos de cadena media, MCT, una grasa saturada saludable, se convierten en
cetonas rápidamente en el organismo, de uso inmediato. Sin necesidad de enzimas para su
digestión, pasan directamente a suministrar energía a las células. El aceite de coco tiene
hasta un 60% de MCT, lo que lo convierte en una de las pocas fuentes naturales rica en
esta grasa saludable.
OTRAS ENFERMEDADES PARA LAS QUE ESTE ACEITE PODRÍA SER BENEFICIOSO
La Dra. Newport recomienda en su web comenzar con una cucharadita pequeña de aceite
de coco, ingerida con alimentos, e ir aumentando progresivamente esta cantidad,
dependiendo del caso, peso etc., hasta llegar a unas 4-6 cucharadas soperas al día,
repartidas con las comidas. Es importante tener en cuenta que estas dosis son las
recomendadas para personas que padezcan ya Alzheimer u otras enfermedades.
En el caso de los niños (con síndrome de Down, autismo…) ella hace unas
recomendaciones específicas que, según su experiencia, debe ser de ¼ de cucharadita
pequeña de aceite de coco por cada 4 kilos y medio de peso, 2 ó 3 veces al día. A los niños
también les gusta mucho la leche de coco, que contiene MCT, la dosis de leche sería de
entre 1 cucharadita y media a 2, por cada 4 kilos y medio de peso, 2 ó 3 veces al día. La
leche debe refrigerarse una vez abierta y consumirse en un par de días.
Mary Newport también ha estado combinando el aceite de coco, con aceite MCT, que es
la parte de triglicéridos de cadena media extraída del coco y que se vende como
suplemento dietético.
¿Y EL PESO?
El aceite de coco es una grasa que acelera el metabolismo, convirtiéndose en energía
inmediata para las células, sin acumularse. Es por eso que muchos deportistas lo toman
antes de entrenar. En los últimos años ha ido ganando espacio en las dietas de
adelgazamiento, aunque no todos los expertos están de acuerdo.
Sin embargo, la lógica nos dice que, si bien seguramente engorde menos que otras grasas,
lo adecuado será si empezamos a tomarlo, reajustar la ingesta de grasas en general, no
añadiendo la de coco a todas las que tomábamos antes, sino sustituyendo una parte de
estas por la de coco.
No todas las grasas saturadas son dañinas, ni todo el colesterol es malo. Las grasas
vegetales como las que tiene el coco son consideradas dentro de las grasas saludables,
que elevan el colesterol “bueno”. Aunque todavía hay mucha confusión al respecto, sobre
todo a causa de campañas interesadas que en su momento lo demonizaron, pero que
contaban la verdad a medias, pues el aceite nocivo es el hidrogenado, que como cualquier
grasa hidrogenada o trans, es nefasta para la salud.
Sin embargo, las grasas naturales del aceite de coco virgen, son una verdadera joya que la
naturaleza nos regala, y que por su fácil digestión y propiedades, se administra en algunos
lugares incluso a los bebés. Como en todo, la moderación y el sentido común son los
mejores aliados para disfrutar de las ventajas de un alimento medicinal de la forma
correcta.
http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/este-aceite-de-cocinar-es-un-destructor-de-
virus-y-antibioticos.aspx
¿Y la cetosis?
El Dr. Richard Veech, investigador y uno de los mayores expertos en cetonas, asegura que
el cerebro y el corazón funcionan un 25% más eficientemente si se nutren de cetonas en
lugar de glucosa.
Por otro lado, sus investigaciones en laboratorio apuntan a que los cuerpos cetónicos
podrían ir más allá de ser sólo un mero combustible celular, y que quizás ayudarían
también a crear nuevas neuronas.
Si, como hemos dicho antes, las células cerebrales pueden empezar a padecer la
“diabetes” entre 10 ó 20 años antes de que aparezcan los primeros síntomas de la
enfermedad, incorporar el aceite de coco a nuestra dieta, podría servirnos de prevención.
Por otro lado, hay muchas investigaciones que vinculan directamente el Alzheimer con la
exposición a sustancias tóxicas como pesticidas o aluminio a lo largo de la vida. Esto
debería hacernos replantear muchos de los hábitos “normalizados” pero muy poco
saludables que tenemos. Los usos de tóxicos en la agricultura convencional e intensiva o
en el hogar, el consumo de alimentos rociados con pesticidas, cocinar con aluminio,
utilizar cosméticos que lo lleven, o vacunas a las que habitualmente se les añade, son
algunos de ellos.
El ácido laúrico y caprílico, entre otros elementos que contiene el aceite de coco, tienen
propiedades antivíricas, antibacterianas y antimicóticas, lo que hace que este aceite
forme parte de algunos tratamientos contra la candidiasis, por ejemplo.
También son muy conocidos sus magníficos efectos cosméticos sobre piel y cabello,
utilizado incluso como protector solar natural o como tratamiento contra los piojos.
Por otro lado, el aceite de coco se absorbe fácilmente en el organismo, ayudando a
asimilar mejor algunas vitaminas, minerales y diversos nutrientes.
Dado que el aceite de coco es un producto alimenticio sin patente alguna, es difícil que
esta información despierte el interés del sector farmacéutico, al que sólo interesaría este
aceite si pudiera ser vendido en exclusiva.
Mary Newport ha emprendido su propia campaña personal, para hacer que esta
información pueda llegar a la gente, y que el que quiera pueda por lo menos tener la
opción de probar. Desde que empezó a difundir esto son muchos los testimonios de gente
que asegura que la introducción de este aceite en la dieta ha significado mejorías en los
enfermos, mucha gente ha escrito a la misma doctora para contárselo, otros tantos
testimonios están por los foros de internet, al igual que hay gente que dice que no le ha
hecho ningún efecto.
No hay ninguna garantía de que vaya a funcionar en todos los casos, y puede que sólo sea
útil para algunas personas, pero la sola posibilidad de ayude a una persona, que pueda
recuperar su vida, o por lo menos parte de las capacidades perdidas, es tan maravillosa,
que merece la pena compartir la información. Y por eso dejamos este granito de arena en
apoyo a la magnífica labor de esta valiente doctora, como una pequeña esperanza que
ojalá le sirva a alguien.
Fátima Solé
Naturópata
IMPORTANTE:
ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA,
TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE
ENTREVISTA COMPLETA A LA DRA. NEWPORT Y A SU MARIDO (en inglés), 6 partes:
http://www.youtube.com/playlist?list=PL870608637E29E5AA
http://www.coconutketones.com/
http://www.coconutketones.com/readprintarticles.html
http://bigpondnews.com/articles/Health/2012/03/05/Coconut_oil_offers_Alzheimers_ho
pe_725630.html
http://biologiamedica.blogspot.com.es/2010/09/transporte-de-glucosa-glut-y-sglt.html
http://pinterest.com/coconuthealth/coconut-oil-health-benefits/
http://healthimpactnews.com/2012/oxford-university-researchers-discover-that-coconut-
oil-helps-people-with-alzheimers-regain-their-memory/
http://www.livestrong.com/coconut-oil/
http://www.healthy-eating-politics.com/alzheimers-disease.html
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/14769489
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12813917
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/14604265
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/3108160
BIBLIOGRAFÍA
El Poder del Metabolismo, Frank Suárez, Metabolic Press, 2008
Sin duda alguna usted ha notado que en los últimos 60 años la mayoría de los funcionarios
de salud y medios de comunicación han estado diciendo que las grasas saturadas son malas
para la salud y que le traerán una serie de consecuencias negativas, como colesterol
elevado, obesidad, enfermedades del corazón y Alzheimer.
Sin duda alguna usted ha notado que en los últimos 60 años la mayoría de los funcionarios
de salud y medios de comunicación han estado diciendo que las grasas saturadas son malas
para la salud y que le traerán una serie de consecuencias negativas, como colesterol
elevado, obesidad, enfermedades del corazón y Alzheimer.
Mientras tanto, durante estos mismos 60 años los niveles de enfermedades del corazón,
obesidad, colesterol y Alzheimer se han disparado en los Estados Unidos en comparación
con nuestros antepasados, e incluso comparado con las sociedades primitivas de hoy en día
que utilizan grasas saturadas como un alimento básico.
¿Sabía usted que múltiples estudios realizados en las poblaciones de las islas del Pacifico,
quienes obtienen del 30 al 60% de su ingesta calórica total del aceite de coco saturado,
demuestran índices de enfermedades cardiovasculares [1]
Claramente, existe mucha confusión y evidencia contradictoria sobre el tema de las grasas
saturadas, incluso entre los profesionales de cuidado de la salud.
Pero, le diré algo que los funcionarios de salud pública y los medios de comunicación no le
dirán.
El hecho es, no todas las grasas saturadas son creadas con igualdad.
La palabra clave aquí es “creado”, ya que algunas grasas saturadas son de origen naturales,
mientras que otras grasas son manipuladas artificialmente a un estado saturado a través de
un proceso hecho por la mano del hombre llamado hidrogenación.
Las comunidades medicas y científicas se han unido en la opinión de que los aceites
vegetales e hidrogenados deberían ser evitados.
Y, ¿qué cree?
Estas son las mismas grasas trans dañadas que han sido promocionadas como “saludables”
y “amigables con el corazón” en los últimos 60 años por el interés de las semillas y
vegetales.
Pero la verdad finalmente salió a la luz. Las grasas trans fueron reprimidas, desacreditadas
y reveladas como el enemigo de la buena salud que siempre han sido, sin importar lo que
los cómplices de los aceites vegetales y de semillas le hayan dicho al público
estadounidense en el último medio siglo.
Si un tipo de grasa saturada es mala para usted, la discusión sigue, entonces todas las grasas
saturadas deben ser malas.
¿Verdad?
La verdad acerca del aceite de coco es obvia para cualquier persona que haya estudiado la
salud de las personas que viven en culturas tropicales tradicionales, donde el coco ha sido
un elemento básico en la alimentación nutritiva durante muchos
En los años 30’s, un dentista llamado Dr. Weston Price viajó por todo el Pacifico Sur,
examinando las dietas tradicionales y su efecto sobre la salud dental y general. Descubrió
que esas dietas ricas en productos de coco eran sanas y buenas, a pesar de la alta
concentración de grasa en su alimentación, y las enfermedades cardiacas eran
prácticamente inexistentes.
De hecho, ¡no existe evidencia de que la ingesta de grasas saturadas de origen natural
tenga cualquier tipo de efecto dañino en estas poblaciones!
Eso no es lo que usted esperaba, ¿verdad? Basado en 60 años de política pública negativa
hacia las grasas saturadas de origen natural, usted pensaría que estas culturas deberían tener
las arterias tapadas, obesidad o enfermedades del corazón.
Puede resultar sorprendente darse cuenta de que las grasas saturadas de origen natural del
aceite de coco de hecho tienen en realidad sorprendentes beneficios para la salud, como:
¿Tiene el aceite de coco algunos ingredientes secretos que no son encontrados en otras
grasas saturadas?
El 50% del contenido de grasa en el aceite de coco es una grasa difícil de encontrar llamada
ácido láurico. Si usted es un lector frecuente de mi boletín de noticias, entonces sabe que yo
considero el como un ingrediente “milagroso” debido a sus propiedades únicas que
promueven la salud.
VIH, herpes
Sarampión
Virus de la gripe
Diversas bacterias patógenas
Protozoos como la guardia lamblia
Esta es una de las razones claves por la que debería considerar consumir el aceite de coco,
ya que no existen muchas fuentes de monolaurina en nuestra alimentación. Sin embargo,
esos no son todos los beneficios saludables del aceite de coco.
El aceite de coco tiene aproximadamente 2/3 de ácidos grasos de cadena mediana (AGCM),
también llamados triglicéridos de cadena media o MCT. Estos tipos de ácidos grasos
producen toda una serie de beneficios para la salud.
Por el contrario, los aceites vegetales o de semillas más comunes se componen de ácidos
grasos de cadena larga (AGCL) también conocidos como triglicéridos de cadena larga o
LCT.
Permítame decirle por que estos ácidos grasos de cadena larga no son tan saludables para
usted como los AGCM que se encuentran en el aceite de coco [10].
Los AGCL son difíciles de romper por su organismo - requieren enzimas especiales para su
digestión.
Los AGCL ponen más presión sobre el páncreas, hígado y su sistema digestivo.
Los AGCL son en su mayoría, almacenados en su organismo como grasa.
Los AGCL pueden almacenarse en sus arterias en forma de lípidos como el colesterol.
A diferencia de los AGLC, los AGCM encontrados en el aceite de coco tienen muchos
beneficios saludable, incluyendo las cualidades benéficas siguientes:
Los AGCM son más pequeños. Penetran las membranas celulares fácilmente y no
requieren enzimas especiales para ser utilizadas con eficacia por su organismo.
Los AGCM son fáciles de digerir, ponen menos presión en su sistema digestivo.
Los AGCM son enviados directamente al hígado, donde rápidamente se convierten en
energía en lugar de almacenarse como grasa.
AGCM pueden en realidad estimular el metabolismo de su cuerpo, haciéndolo bajar de
peso.
Su organismo envía los ácidos grasos de cadena mediana a su hígado para ser utilizados
como energía. Esto hace al aceite de coco una fuente poderosa de energía instantánea para
su cuerpo, una función normalmente hecha por los carbohidratos simples.
Sin embargo, aunque el aceite de coco y los carbohidratos simples comparten la habilidad
de entregar la energía rápidamente a su organismo, se diferencian en un aspecto crucial.
Los diabéticos y aquellas personas pre-diabéticas (una epidemia de salud en los Estados
Unidos) deberían darse cuenta inmediatamente de los beneficios de una fuente de energía
inmediata que no producen los picos de insulina en su organismo. De hecho, el aceite de
coco agregado en la alimentación de los diabéticos y pre-diabéticos ha mostrado ayudar a
estabilizar el aumento de peso, lo cual puede disminuir dramáticamente la probabilidad de
contraer diabetes tipo 2. [11]
Aceite de Coco, El Amigo de los Atletas y Las Personas Que Hacen Dieta
Si usted vive en los Estados Unidos, tiene casi un 70% de probabilidad de tener sobrepeso.
Y, estoy seguro de que está consciente de que la obesidad afecta su calidad de vida y está
vinculada con muchos problemas de salud.
Uno de los mejores beneficios del aceite de coco está en su habilidad de ayudar a estimular
su metabolismo.
En la década de los 40s, los agricultores descubrieron este efecto por accidente al intentar
usar el aceite de coco de bajo costo para engordar su ganado.
¡No funcionó!
En cambio, el aceite de coco hizo que los animales no tuvieran grasa, los hizo activos y con
hambre.
De hecho, la habilidad de los AGCM de ser digeridos rápidamente, para ayudar a estimular
el metabolismo y convertirlo en energía ha entrado en el tema deportivo. Varios estudios
han demostrado que los AGCM pueden mejorar el rendimiento físico o deportivo. [12]
Sin embargo, usted no tiene que ser un masajista profesional para obtener los beneficios
que el aceite de coco le da a su piel y a sus tejidos. Solo utilice el aceite de coco de la
misma manera que cualquier otra loción.
El aceite de coco es ideal para el cuidado de la piel. Ayuda a proteger su piel contra los
efectos de los radicales libres, y ayuda a mejorar la apariencia de su piel con sus beneficios
anti-edad.
De hecho, el fisiólogo y bioquímico Ray Peat, Ph. D consideró al aceite de coco como un
antioxidante [13], debido a su estabilidad y resistencia a la oxidación y a la formación de
los radicales libres. Además, él cree que reduce la necesidad de protección antioxidante de
la vitamina E.
Al igual que el Dr. Peat, muchos expertos creen que el aceite de coco podría ayudar a
restaurar la juventud su piel. Cuando el aceite de coco es absorbido en su piel y en sus
tejidos conectivos, ayuda a reducir la apariencia de las líneas finas y arrugas, ayudándolo a
mantener sus tejidos conectivos fuertes y flexibles, además ayudan a exfoliar la capa
externa de células muertas de la piel, haciendo su piel más suave.
Las enfermedades cardiacas son la causa numero uno de muerte en los Estados Unidos. Y
las enfermedades del corazón son a menudo un asesino silencioso. El primer signo de la
enfermedad cardiovascular es comúnmente un ataque al corazón, y por desgracia, más de
un tercio de los ataques cardiacos son mortales.
Y a pesar de la propaganda, la verdad es esta: son las grasas INSATURADAS las que están
vinculadas primordialmente con las enfermedades cardiacas, no las grasas saturadas de
origen natural, como lo han llevado a creer. [14]
El primero es el aceite extra virgen de oliva, ya que es una grasa mono insaturada que le da
un mejor sabor a las ensaladas.
Sin embargo, no debe ser usado para cocinar. Debido a su estructura química, el calor lo
hace susceptible al daño oxidativo.
Y las grasas poliinsaturadas, que incluyen los aceites vegetales comunes como el aceite de
maíz, soya, cártamo, girasol y canola, son definitivamente los peores aceites en la
preparación de los alimentos. Estos aceites de omega-6 son muy susceptibles al daño por el
calor debido a sus dobles enlaces.
¿Por qué?
Razón #1: La mayoría de la gente cree que las grasas trans son creadas al freír. Ese
no es el mayor problema, en mi opinión. Aunque algunos se crean, son
relativamente menores. Existen MUCHOS productos químicos MAS tóxicos
producidos al freír los aceites de omega-6 que los aceites trans.
El freír destruye los antioxidantes en el aceite y como resultado oxida el aceite. Esto
causa reticulación, ciclización, cambios de doble enlace, fragmentación y
polimerización de los aceites que causan mucho mas daño que las grasas trans.
Así que, cada vez que necesite un aceite para cocinar, utilice el aceite de coco en lugar de la
mantequilla, aceite de oliva, aceite vegetal, margarina o cualquier otro tipo de aceite. A
pesar de que no recomiendo los alimentos fritos, si desea freírlos, por lo que más quiera,
utilice el aceite de coco - esa es su mejor opción.
Las grasa de cadena media en los aceites de coco se consideran tan nutritivas que se utilizan
en la leche/fórmula para bebes, en hospitales para alimentar a los pacientes con
enfermedades criticas, en la alimentación a través de sonda y para personas con problemas
digestivos. El aceite de coco ha sido incluso utilizado con éxito por los médicos en el
tratamiento de la intoxicación por aluminio. [15]
El aceite de coco es excepcionalmente útil para las mujeres embarazadas, madres lactantes,
ancianos y quienes se preocupan por la salud digestiva, atletas y aquellas personas que solo
quieren mejorar su salud en general.
Referencias:
[1] Kaunitz H, Dayrit CS. Coconut oil consumption and coronary heart disease. Philippine
Journal of Internal Medicine, 1992;30:165-171.
Prior IA, Davidson F, Salmond CE, Czochanska Z. Cholesterol, coconuts, and diet on
Polynesian atolls: a natural experiment: the Pukapuka and Tokelau Island studies,
American Journal of Clinical Nutrition, 1981;34:1552-1561.
[2] Prior IA, Davidson F, Salmond CE, Czochanska Z. Cholesterol, coconuts, and diet on
Polynesian atolls: a natural experiment: the Pukapuka and Tokelau Island studies,
American Journal of Clinical Nutrition, 1981;34:1552-1561.
[3] Dr. Mary G. Enig, Ph.D., F.A.C.N. Source: Coconut: In Support of Good Health in the 21st
Century, part 2.
[4] Assunção ML, Ferreira HS, dos Santos AF, Cabral CR Jr, Florêncio TM. Effects of dietary
coconut oil on the biochemical and anthropometric profiles of women presenting
abdominal obesity, Lipids, 2009 Jul;44(7):593-601. Epub 2009 May 13.
[5] Dr. Mary G. Enig, Ph.D., F.A.C.N. Source: Coconut: In Support of Good Health in the 21st
Century.
[6] Baba, N 1982. Enhanced thermogenesis and diminished deposition of fat in response to
overfeeding with diet containing medium-chain triglycerides , Am. J. Clin. Nutr., 35:379.
[7] Bruce Fife, ND. Coconut Oil and Medium-Chain Triglycerides.
[8] Raymond Peat Newsletter, Coconut Oil, reprinted at www.heall.com.
An Interview With Dr. Raymond Peat, A Renowned Nutritional Counselor Offers His
Thoughts About Thyroid Disease,
[9] Isaacs CE, Litov RE, Marie P, Thormar H. Addition of lipases to infant formulas produces
antiviral and antibacterial activity, Journal of Nutritional Biochemistry, 1992;3:304-308.
Isaacs CE, Schneidman K. Enveloped Viruses in Human and Bovine Milk are Inactivated by
Added Fatty Acids(FAs) and Monoglycerides(MGs), FASEB Journal, 1991;5: Abstract 5325,
p.A1288.
Mitsuto Matsumoto, Takeru Kobayashi, Akio Takenaka and Hisao Itabashi. Defaunation
Effects of Medium Chain Fatty Acids and Their Derivatives on Goat Rumen Protozoa, The
Journal of General Applied Microbiology, Vol. 37, No. 5 (1991) pp.439-445.
Dr. Mary G. Enig, Ph.D., F.A.C.N. Source: Coconut: In Support of Good Health in the 21st
Century .
Hristov AN, Vander Pol M, Agle M, Zaman S, Schneider C, Ndegwa P, Vaddella VK, Johnson
K, Shingfield KJ, Karnati SK. Effect of lauric acid and coconut oil on ruminal fermentation,
digestion, ammonia losses from manure, and milk fatty acid composition in lactating cows,
J Dairy Sci., 2009 Nov;92(11):5561-82.
[10] St-Onge MP, Jones PJ. Greater rise in fat oxidation with medium-chain triglyceride
consumption relative to long-chain triglyceride is associated with lower initial body weight
and greater loss of subcutaneous adipose tissue, International Journal of Obesity &
Related Metabolic Disorders, 2003 Dec;27(12):1565-71.
[11] Geliebter, A 1980. Overfeeding with a diet of medium-chain triglycerides impedes
accumulation of body fat,Clinical Nutrition,28:595.
[12] Fushiki, T and Matsumoto, K Swimming endurance capacity of mice is increased by
consumption of medium-chain triglycerides,Journal of Nutrition, 1995;125:531.
[13] Raymond Peat Newsletter - Unsaturated Vegetable Oils Toxic, 1996 edition, p.2-4.
Daneil R. Doerge, Hebron C Chang "Inactivation of thyroid peroxidase by soy isoflavones in
vitro and in vivo", Journal of Chromotography B, September 2002; 777(1,2);25:269-79.
http://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2005/01/26/coconut-oil-part-eight.aspx
Nevin KG, Rajamohan T. Effect of topical application of virgin coconut oil on skin
components and antioxidant status during dermal wound healing in young rats, Skin
Pharmacol Physiol, 2010;23(6):290-7. Epub 2010 Jun 3.
Marina AM, Man YB, Nazimah SA, Amin I. Antioxidant capacity and phenolic acids of virgin
coconut oil, Int J Food Sci Nutr, 2009;60 Suppl 2:114-23. Epub 2008 Dec 27.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19115123
[14] Barry Groves, PhD. Second Opinions: Exposing Dietary Misinformation: The
Cholesterol Myth, parts 1 and 2.
Robert H Knopp and Barbara M Retzlaff, Saturated fat prevents coronary artery disease?
An American paradox, American Journal of Clinical Nutrition, Vol. 80, No. 5, 1102-1103,
November 2004.
Mozaffarian D, Rimm EB, Herrington DM. Dietary fats, carbohydrate, and progression of
coronary atherosclerosis in postmenopausal women, Am J Clin Nutr, 2004;80:1175-84.
[15] K. G. Nevin and T. Rajamohan, "Beneficial effects of virgin coconut oil on lipid
parameters and in vitro LDL oxidation", Clinical Biochemistry, September 2004; 37(9): 830-
835.
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intactos, sin autorización expresa, siempre y cuando sea utilizado solo por organizaciones
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El Aceite de Coco
Toda la verdad y los hechos científicos
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En los Estados Unidos, casi 26 millones de personas entre niños y adultos, más de un 8%
de la población total, sufre diabetes(1). En este mismo país, la tasa de crecimiento de
personas diabéticas se dobla cada 10 años. Esto ha creado un negocio multimillonario para
las compañías farmacéuticas que diseñan drogas para tratar la diabetes tipo II pero no
atacan las causas subyacentes que producen la enfermedad. El problema es que estas drogas
tienen serios efectos negativos.
Uno de los fármacos más populares allí para tratar la diabetes era Avandia. Esta droga se
retiró definitivamente del mercado a finales de 2011 después que una serie de estudios
demostraran que elevaba el riesgo de sufrir un ataque al corazón entre los pacientes de
diabetes tipo II. El fabricante del medicamento llegó a un acuerdo extrajudicial para evitar
pasar por los tribunales cifrado en unos tres mil millones de dólares por la comercialización
fraudulenta de este medicamento, la mayor cantidad pagada hasta el momento por una
industria farmacéutica por evitar pasar por los tribunales.
Ahora, por fin la información empieza a fluir en los medios de comunicación y la población
empieza a entender que la diabetes tipo II es un problema nutricional asociado al estilo de
vida y la dieta y por lo tanto puede revertirse sin utilizar fármacos. Esto es algo que muchos
grupos de medicina alternativa llevan defendiendo durante más de 10 años, pero las
presiones y los intereses de la industria farmacéutica han conseguido silenciar los datos…
hasta ahora.
En efecto, reemplazar en la dieta las cadenas largas de grasa poli insaturada como las
procedentes de los aceites de maíz o soja por las cadenas medias de grasa saturada presente
en el Aceite de Coco puede reducir el apetito por los carbohidratos refinados que
contribuyen a la resistencia a la insulina. La capacidad del Aceite de Coco para controlar la
ansiedad por la comida y el apetito son aspectos bien documentados de este alimento. Los
triglicéridos de cadena media presentes en el Aceite de Coco también promueven la
termogénesis y aceleran el ritmo metabólico.
Los estudios de las poblaciones que consumen una gran parte de sus calorías en forma de
grasa saturada procedente del Aceite de Coco muestran que la diabetes es una enfermedad
extremadamente rara entre sus habitantes(3). Estudios llevados a cabo en la India y en
poblaciones del Pacífico Sur desde 1998 muestran que los casos de diabetes y otras
enfermedades occidentales crecen alarmantemente cuando los individuos abandonan las
grasas tradicionales como las del Aceite de Coco y empiezan a consumir grasas poli
insaturadas presentes en los alimentos modernos altamente procesados.
Otro estudio llevado a cabo en 2010 para “estudiar el efecto de los aceites vegetales ricos
en ácidos grasos saturados en el perfil lípido, antioxidantes endógenos y tolerancia a la
glucosa en ratas que sufren diabetes tipo II concluyó: “El tipo de ácido graso presente en la
dieta determina el efecto negativo o beneficioso de su ingesta. El ácido Laúrico presente en
el Aceite de Coco puede proteger contra la dislipidemia inducida por la diabetes”(5).
Mientras que la diabetes tipo II está relacionada con el estilo de vida y la dieta, la diabetes
tipo I es una enfermedad autoinmune que restringe hasta eliminar la producción de insulina
en el organismo. Sin embargo, también encontramos datos acerca de los beneficios del
Aceite de Coco en el tratamiento de la diabetes tipo I.
Un estudio llevado a cabo en 2009 sugiere que los ácidos grasos de cadena media presentes
en el Aceite de Coco pueden mejorar la función cerebral en los pacientes de diabetes tipo I.
El estudio concluye: “Los triglicéridos de cadena media ofrecen la ventaja de preservar la
función cerebral bajo condiciones hipoglicémicas sin causar una hiperglicemia ni sus
negativas consecuencias”(6). Otros estudios recientes muestran que algunas enfermedades
neurológicas como el Alzheimer deberían clasificarse como diabetes tipo III(7). El Aceite
de Coco funciona de manera especialmente buena en el tratamiento de esta diabetes tipo III
como hemos visto en anteriores artículos.
Conforme los testimonios de pacientes que usan Aceite de Coco se van haciendo públicos y
su efectividad sale a la luz, las compañías farmacéuticas lanzan nuevos fármacos para tratar
de minimizar los efectos y el ruido producido por el Aceite de Coco que, lógicamente, no
pueden patentar. Sin embargo, un estudio realizado en 2011 acerca del ácido cáprico, uno
de los triglicéridos de cadena media presentes en el Aceite de Coco, apunta a qué “este
ácido graso natural puede servir como un regulador de los niveles de glucosa en sangre, lo
que puede significar una aplicación importante en el desarrollo de nuevas y más seguras
drogas para el tratamiento de la diabetes”(8). De modo que no parece que falte mucho
tiempo para que veamos en el mercado una nueva generación de fármacos para tratar la
diabetes basados precisamente en los mismos principios que han hecho que el consumo de
Aceite de Coco natural haya sido un magnífico aliado en la lucha contra esta enfermedad.
Bibliografía
3. Sircar S, Kansra U. “Choice of cooking oils–myths and realities.” Journal Indian Medical
Association. 1998 Oct;96(10):304-7.
4. Kochikuzhyil BM, Devi K, Fattepur SR. “Effect of saturated fatty acid-rich dietary
vegetable oils on lipid profile, antioxidant enzymes and glucose tolerance in diabetic rats.”
Indian J Pharmacol. 2010 Jun;42(3):142-5.
8. “Van Andel Institute study may lead to better, safer drug for diabetes” (Estudio del
Instituto Van Andel puede significar mejores y más seguras drogas para el tratamiento de la
diabetes) 21 de Noviembre de 2011
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La bacteria Helico Pylori es una de las bacterias más comunes que infectan a la raza
humana. Se encuentra en familias enteras que se pasan la bacteria de unos a otros. La
Helico Pylori vive en el estómago y el esófago y estimula a las células del estómago a
producir cantidades excesivas de ácido gástrico o ácido hidroclorídrico. El ácido producido
en exceso sale del estómago hacia arriba produciendo ardores, o técnicamente, reflujo
gastroesofágico. Este reflujo es doloroso y puede producir úlceras, gastritis y
ocasionalmente cáncer gástrico que puede llegar a ser mortal.
Existen docenas de diagnósticos médicos para determinar la presencia de la Helico Pylori y
docenas de tratamientos desarrollados por la industria farmacéutica que ganan billones de
euros con esta enfermedad.
Alto Coste: Si no se tiene seguro médico puede costar entre 300 y 500 euros
Efectos Secundarios: Diarrea, dolores estomacales, crecimiento de bacterias
Tiempo: Varias visitas a médicos y laboratorios
Por su parte, el Aceite de Coco es un antibiótico natural excelente. Mata las bacterias y los
hongos por contacto. El Aceite de Coco se compone de grasas saturadas de cadena media.
La gasa saturada más presente en el Aceite de Coco es el Ácido Laúrico. Este Ácido
Laúrico es capaz de invadir la membrana celular de las bacterias y destruirlas.
Desde 1998, diversos estudios clínicos han confirmados estos datos de laboratorio, y
específicamente acerca de la monolaurina, el monoglicérido del Ácido Laúrico presente en
el Aceite de Coco Virgen. Una pomada preparada al 2% con Lauricidin, un compuesto que
contiene un 90% de monolaurina pura de los laboratorios Skin Sciences Laboratory
disminuyó considerablemente los cultivos de gérmenes en las manos de los trabajadores de
los hospitales al acabar sus turnos.
Otro estudio investigó las lesiones de la piel de 100 pacientes pediátricos. Los mejores
aislados fueron SA, coagulasa negativos SA, Streptococcus spp, Enterobacter spp y
Escherichia vulneris. La sensibilidad de estos organismos a la penicilina, oxacilina,
eritromicina, ácido fusídico, mupirocina y vancomicina varió significativamente, lo que
demuestra menor a mayor susceptibilidad, en los diferentes aislados (prueba exacta de
Fisher = 0,000, p <0,05). En claro contraste, la sensibilidad a la monolaurina no varió
significativamente entre los diferentes aislados de bacterias (prueba exacta de Fisher =
0.000; p <0,05) reflejando una alta actividad antibacteriana.
También existe una marcada diferencia estadística en los grados de resistencia. SA,
coagulasa negativos SA y streptococcus spp no mostraron ninguna resistencia a la
monolaurina, lo contrario a los distintos niveles de resistencia mostrados con otros
antibióticos en este estudio.
Podemos afirmar con rotundidad que la monolaurina presente en el Ácido Laúrico, el ácido
graso predominante en el Aceite de Coco es altamente antibacteriano y mata la bacteria
Helico Pylori.
En resumen, ningún gobierno ha alertado jamás de que la ingesta de Aceite de Coco sea
peligrosa en cualquier modo y no se conoce en la historia ningún caso de efecto secundario
o dolencia alguna causada por el Aceite de Coco. Para aquellas personas que sufren los
efectos de la bacteria Helico Pylori -o de cualquier otra bacteria- tomar Aceite de Coco
durante un mes para comprobar sus efectos en el organismo es, en el peor de los casos,
inocuo, y las posibilidades reales de solucionar una infección bacteriana o incluso vírica
son muy altas. Si a esto le añadimos los beneficios clásicos que ofrece el consumo de
Aceite de Coco (piel, cabello, metabolismo, energía, sistema cardiovascular, etc.) probar
este producto 100% natural debería ser uno de los primeros pasos que todo el mundo diese
para mejorar su salud, incluso si están tomando medicación química convencional.
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En su clásico estilo personal, nos relata como usó el Aceite de Coco para eliminar los
problemas en la piel de uno de sus hijos y como compaginó en su alimentación el Aceite de
Coco Virgen con el Aceite de Oliva.
Si quiere tener siempre disponible esta información en formato electrónico para llevar en su
PC, su Tablet, su teléfono o su libro electrónico, no dude en descargarse el libro hoy
mismo.
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El Eczema es un tipo de dermatitis (palabra que significa inflamación de la piel) que brota
una y otra vez. Normalmente se empieza a manifestar en la niñez y es habitual que lo sufran
familias completas, pues es hereditario. La severidad y duración de los brotes varía de
persona a persona e incluso en la misma persona se manifiesta de distinta forma según la
temporada. Se calcula que afecta a unos 15 millones de personas sólo en Estados Unidos,
incluyendo un 10-20% de niños.
Dermatitis Atópica: El tipo de Eczema más severo y crónico. Esta enfermedad causa picor
e inflamación de la piel. Casi siempre comienza en la niñez.
Dermatitis de Contacto: La dermatitis de contacto es el nombre que se le da a cualquier
inflamación de la piel que se produce cuando la superficie de la piel entra en contacto con
una sustancia que se origina fuera del cuerpo. Suele venir acompañada de picores.
Eczema Dishidrótico: Es un tipo de Eczema que presenta ampollas. Es más común en las
mujeres, hasta el doble de casos. Se limita a las palmas de las manos, los dedos y las
plantas de los pies. Pueden aparecer parches de piel resquebrajada que pican y se
desescaman constantemente o que se vuelven rojos y duelen con intensidad.
Eczema Numular: Más común en los hombres, este tipo produce parches de piel seca en
los meses de verano. Puede afectar cualquier parte del cuerpo, particularmente las zonas
bajas de las piernas. Uno o varios parches aparecen y persisten durante semanas o meses.
Dermatitis Seborreica: La dermatitis seborreica es una enfermedad inflamatoria común de
la piel caracterizada por lesiones escamosas generalmente en el cuero cabelludo y la cara
Ciertos genes hacen que algunas personas tengan una piel más sensible. Se cree que un
sistema inmunológico muy activo puede ser un factor probable. También se cree que un
defecto en la barrera de la piel puede contribuir al Eczema. Este defecto permite que la
humedad se pierda y los gérmenes penetren en la piel. Usar productos no naturales en la
piel puede contribuir a abrir estos defectos en la piel y producir eczema dado que rompen la
barrera natural de la piel.
Los factores que desencadenan el Eczema son:
Alergias alimenticias
Contacto con sustancias irritantes
Alergénicos medioambientales
Cambios hormonales
Mala salud intestinal
Enfermedades Autoinmunes
Calor y sudoración
Frío y climas secos, condiciones de viento
Sequedad de la piel
Ácaros del Polvo
Algunos médicos son rápidos al recetar cremas cargadas con barreras químicas o incluso
esteroides y cortisonas. Aunque estos productos ofrecen cierto alivio momentáneo,
normalmente perpetúan el ciclo de aparición/desaparición del Eczema. En nuestra
experiencia, cuanto más natural es el tratamiento mayor tiempo pasa entre los brotes o estos
llegan incluso a desaparecer, como veremos a continuación, usando Aceite de Coco.
De acuerdo con la Asociación Norteamericana del Eczema, los mejores hidratantes para los
brotes son los de base grasa y no acuosa. El Aceite de Coco es claramente un candidato
perfecto para desempeñar bien este trabajo dado que contiene menos agua que las cremas
comerciales y definitivamente tiene una base grasa. Aunque el Aceite de Coco no tiene una
alta concentración de agua, su capacidad para retener la humedad es lo que le confiere la
capacidad de restaurar la piel seca y escamosa, manteniéndola hidratada y sana.
Adentrándonos en el terreno meramente científico, en una flora dérmica sana, las lipasas
son enzimas que digieren el sebo (aceites corporales) en ácidos grasos. Esto acidifica la piel
previniendo que las bacterias penetren, algo que es muy importante si existen grietas en la
piel. El Aceite de Coco eliminas las bacterias de la piel al convertirse en ácidos grasos que
producen una barrera ácida en la piel haciendo esta inhóspita para la supervivencia de las
bacterias. No nos olvidemos tampoco que los ácidos grasos de cadena media presentes en el
Aceite de Coco poseen propiedades antibacterianas, antivíricas y fungicidas. Esto se
traduce en el Aceite de Coco proporcionando una protección adicional contra los microbios
responsables del Eczema.
La curación es un camino de doble dirección, desde dentro hacia fuera y desde fuera hacia
dentro. De manera que para promover la salud desde el interior hay que consumir Aceite de
Coco de manera diaria. Las madres que estén amamantando a sus bebés con Eczema
pueden tomar también Aceite de Coco para incrementar las propiedades saludables de su
leche, pasando estos beneficios a sus bebés.
Únteselo!
Si, únteselo sin miedo en la piel en cualquier cantidad que considere necesaria y tan a
menudo como quiera. Para eczema en las manos, pruebe a ponerse unos guantes de algodón
después de aplicarse el Aceite de Coco. Estos guantes protegerán sus manos y permitirán al
Aceite de Coco prolongar su efecto.
Báñese en él!
Si, ha leído bien, métase en la bañera y añada Aceite de Coco al agua. Llene la bañera con
agua templada (no caliente, el Eczema no se lleva bien con el agua caliente!) y añada
200ml de aceite de coco. Mueva suavemente el agua hasta conseguir que el Aceite de Coco
se mezcle en el agua… tanto como el aceite puede mezclarse con el agua, que no es mucho.
Métase en el baño y quédese ahí durante 30 minutos (tenga cuidado después al levantarse).
Los poros de la piel se abrirán permitiendo que las moléculas de Aceite de Coco penetren y
limpien en profundidad. Después de escurrirse, séquese con normalidad con una toalla. Este
método es perfecto si el Eczema se produce en zonas de difícil acceso como la espalda.
En nuestra experiencia, sobre todo en niños, aplicar Aceite de Coco Virgen 3 veces al día
en la zona afectada elimina por completo el eczema durante meses, años, o incluso de
manera permanente, mucho más rápido que las cremas con cortisona y definitivamente de
una manera más duradera.
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Los impulsores de la dieta del Aceite de Coco sugieren que esta grasa es el alimento
perfecto para aquellos que quieren perder peso. Sugieren sin rubor que el Aceite de Coco,
compuesto esencialmente por ácidos grasos de cadena media saturados, en realidad
promueve la quema de grasa en el cuerpo. En el artículo de hoy, vamos a determinar si esta
afirmación es cierta o una simple falacia.
Hace muchos años, unos científicos pusieron unas ratas en una estricta dieta de Aceite de
Coco. Muy pronto, descubrieron que las ratas desarrollaban colesterol alto y finalmente
contraían enfermedades coronarias. Los medios de comunicación, inmediatamente se
hicieron eco de la historia y empezaron a difundir que las grasas saturadas, como las que se
encuentran en el Aceite de Coco, eran la causa de la epidemia de enfermedades coronarias
que nos asolaba. Sin embargo, el estudio no se realizó con Aceite de Coco…
¿Qué les ocurre a las ratas que tenían deficit de ácidos grasoso esenciales?
La intención del estudio era observa que les ocurría a las ratas que tenían un déficit de
ácidos grasos esenciales, como los omega-3 y omega-6. Para comprobar lo que ocurría, los
investigadores tuvieron que desarrollar una grasa que estuviese absolutamente libre de
ácidos grasos poli-insaturados y se pudiese añadir a la dieta de las ratas. Aquí es donde el
Aceite de Coco entró en escena.
De todas las grasas que los investigadores evaluaron para su estudio, la dieta del Aceite de
Coco era el plan nutricional que más se aproximaba a lo que necesitaban. Sin embargo, el
Aceite de Coco natural tiene pequeñas cantidades de grasas poli-insaturadas así que los
investigadores tuvieron que eliminarlas para asegurarse que las ratas no recibían nada de
grasa poli-insaturada.
Para conseguirlo, los investigadores desarrollaron Aceite de Coco Hidrogenado, un Aceite
de Coco al que se le incluye hidrógeno para quitar los ácidos grasos poli-insaturados. Pero
había un problema…
Los investigadores concluyeron que la falta de ácidos grasos esenciales produce colesterol
alto y enfermedades del corazón. Los medios de comunicación concluyeron que seguir una
dieta basada en Aceite de Coco, compuesto de grasas saturadas, produce colesterol alto y
enfermedades cardiacas. A raiz de esta interpretación errónea del estudio se comenzó a
propagar la creencia de que la grasa saturada causa enfermedades coronarias.
Los investigadores observaron correctamente que alimentar a las ratas con una dieta basada
en Aceite de Coco se traducía en enfermedades coronarias, pero erróneamente dedujeron
que el culpable era el Aceite de Coco. En esencia, era la hidrogenación del Aceite de Coco
y la deficiencia de ácidos grasos esenciales lo que conllevaba catastróficas consecuencias.
Numerosos estudios en los últimos años han probado que el Aceite de Coco es una de las
grasas más estables y seguras que podemos utilizar para cocinar. De hecho, es la única
grasa que deberíamos utilizar para cocinar con temperatura pues no se oxida ni se degrada
al calentarse, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, con el aceite de oliva, incluso el
extra virgen. La mayoría de los estudios sugieren que el Aceite de Coco es neutral o incluso
beneficioso para la salud del corazón.
La dieta del Aceite de Coco contiene grandes cantidades de triglicéridos de cadena media,
una grasa saturada con propiedades únicas:
Muchos fabricantes de Aceite de Coco sugieren que se suplemente la dieta habitual con
varias cucharadas de Aceite de Coco. Sin embargo, esto no es lo que realmente deberíamos
entender por Dieta del Aceite de Coco.
La mayoría de estudios realizados sobre dietas basadas en Aceite de Coco partían de la base
de reemplazar ciertas calorías de la dieta cotidiana con Aceite de Coco en lugar de añadir
este a la dieta cotidiana. Aunque el Aceite de Coco parece tener propiedades que hacen que
el organismo queme grasa, lo mejor es utilizarlo como alternativa al resto de aceites para
cocinar o como sustitutivo de cualquier otra grasa en la dieta. De otro modo, estaríamos
añadiendo un aporte adicional de grasa (con sus consecuentes calorías) a la dieta.
El Aceite de Coco tiene un sabor magnífico y puede usarse en casi todas las recetas. Se
encuentra en estado sólido por debajo de los 21 grados de temperatura y se derrite por
encima de los 24-25 grados. Nosotros recomendamos abiertamente la marca Coconoil
porque además de ser de primerísima calidad, se encuentra disponible en un gran número
de formatos, todos ellos con una relación calidad-precio excelente.
Para concluir
Los estudios sugieren que es sano incorporar Aceite de Coco a la dieta reemplazando otras
grasas. La dieta del Aceite de Coco se puede añadir a su estilo de vida para promover la
quema de grasas siempre y cuando se utilice como parte de un plan o estrategia de mayor
alcance.
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El Aceite de Coco combate la
Caries Dental
Escrito por elaceitedecoco en Actualidad, Estudios Clínicos, Salud, Salud Dental y etiquetada con
Aceite de Coco, aceite de oliva, Caries, Efecto Antibacteriano, Efecto Antimicrobiano, Enzimas,
Estudio Clínico, Instituto Athlone de Tecnología, Irlanda 04/10/2012
[important]Según parece, los científicos descubrieron que el Aceite de Coco, que había sido
tratado con enzimas, evitó el crecimiento de la bacteria Streptococcus, que es una de las
responsables de la caries. Nosotros ya habíamos hablado de los efectos antibaterianos del
Aceite de Coco en otros artículos, pero ahora nos encontramos con un nuevo estudio que
nos da la razón[/important].
La caries, que destruye los tejidos del diente provocando complicaciones y pérdida de
piezas dentales, afecta a entre un 60% y un 90% de los niños y la mayoría de los adultos en
gran parte del mundo, por lo que este descubrimiento supone un avance fundamental en la
lucha contra esta dolencia.
En el estudio, se comparó además el efecto del Aceite de Coco con otros aceites vegetales,
entre ellos el Aceite de Oliva, no apreciándose en el resto de aceites efecto alguno sobre la
caries. Por otro lado, los investigadores constataron que el Aceite de Coco también es capaz
de atacar el hongo de levadura que provoca úlceras orales. En concreto, descubrieron que el
Aceite de Coco logró prevenir significativamente el crecimiento de la mayoría de las cepas
bacterianas, incluida la Streptococcus mutans, que es la bacteria productora de ácido
principal responsable de la placa que conduce a la caries.
Los científicos esperan ahora investigar cómo el aceite de coco interactúa con los
estreptococos a nivel molecular y qué otras cepas de bacteria dañina podrían ser inhibidas
con el producto.
“Actualmente estamos investigando el aceite de coco y varios otros productos modificados
con enzimas para identificar cómo interfieren con la actividad de las bacterias que causan
infecciones y enfermedad”, agrega.
Según el científico, el aceite de coco puede ser una mejor alternativa para los aditivos
químicos que contienen los productos dentales.
Según el científico, con la enorme prevalencia de caries dental en el mundo, el hallazgo del
aceite de coco modificado podría ser una herramienta valiosa en el combate de la
enfermedad
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Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) contienen entre 6 y 12 átomos de carbono y
son digeridos, absorbidos y metabolizados de manera distinta que los ácidos grasos de
cadena larga (AGCL). En este trabajo se revisan algunas de las utilidades potenciales y
reales de los AGCM y su papel en la salud. Por ello, se utilizan en nutrición enteral y
parenteral debido a la buena absorción que presentan; y en fórmulas lácteas en niños
prematuros para mejorar la absorción de calcio. AGMC han cobrado un gran interés
especialmente por su posible papel en el tratamiento y prevención de la obesidad. Al ser
más hidrosolubles, no se incorporan a los quilomicrones y se acepta que no
participan directamente en la lipogénesis. Son capaces de incrementar el efecto
termogénico de los alimentos y en su metabolización elevan la formación de cuerpos
cetónicos con el consiguiente efecto anorexígeno. No obstante, se requiere ingerir
cantidades elevadas de AGCM para obtener efectos significativos en la reducción de peso.
Los efectos sobre el metabolismo lipoproteico son controvertidos. Así, aunque parecen
disminuir la respuesta trigliceridémica postprandial, los resultados no son uniformes
respecto a sus efectos sobre la rigliceridemia y colesterolemia. A pesar de ello, se diseñan
cada vez más productos en los que se incorporan grasas con AGCM para el tratamiento de
la obesidad y sobrepeso, habiendo sido considerados por la ADA como componentes
“GRAS” (Generally recommended As Safe). Son necesarios estudios a más largo plazo
para garantizar la utilidad del consumo de estos compuestos, particularmente en el
tratamiento y prevención de obesidad.
[/important]
Pero veamos en detalle algunas de las afirmaciones más interesantes del estudio,
empezando por recordar su defición y qué relación guardan con el Aceite de Coco.
Los triglicéridos de cadena media (TGCM) contienen ácidos grasos saturados con una
longitud de 6 a 12 carbonos, como son el ácido caproico (C6:0), el ácido caprílico (C8:0),
ácido cáprico (C10:0) y ácido laúrico (C12:0). Si bien el ácido láurico presenta
propiedades intermedias entre los AGCM y los ácidos grasos de cadena larga (AGCL). Se
encuentran en algunos aceites como el de coco o el palmiste, cuyo contenido en ácidos
grasos de cadena media (AGCM) supera el 50% del total de ácidos grasos, y en una
pequeña proporción en otros productos naturales.
Los AGCM tienen propiedades fisicoquímicas y metabólicas muy diferentes a los ácidos
grasos de cadena larga (AGCL), como se presentará más adelante, y se consideran grasas
no convencionales. Los TGCM, han sido empleados como fuente de energía en nutrición
clínica, y se han propuesto para su uso tanto en nutrición oral como enteral, cuando la
digestión, absorción, transporte o metabolismo de los TGCL está disminuida, en
alimentación parenteral cuando se requiere una fuente rápida de energía, o en estados
catabólicos como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y cáncer. Así, se utilizan en
casos de insuficiencia pancreática, malabsorción de grasas, deficiencia en el transporte
linfático de quilomicrones e hiperquilocrinemia severa. También son de utilidad como
componentes dietéticos en el tratamiento de la epilepsia infantil. Por otro lado, se ha
demostrado que los TG que componen la leche materna pueden ser hidrolizados más
eficientemente por el recién nacido si contienen en posición uno o tres un AGCM, por lo
que se han obtenido diversas fórmulas lácteas adicionando AGCM. Los TGCM se emplean
en fórmulas infantiles para prematuros. Desde 1994, los productos alimenticios que los
contienen han merecido por la Agencia de Administración de Alimentos y Drogas de
Estados Unidos (FDA, USA) la denominación de sustancia generalmente reconocida como
segura (GRAS).
La hidrólisis intraluminal de los TGCM es más rápida y más eficiente que la de los TGCL.
Asimismo, la absorción de los AGCM es más rápida y más eficiente que la de los AGCL. Se
sabe que los AGCM estimulan menos la secreción de olecistoquinina, fosfolípidos biliares
y colesterol que los AGCL.Además, la administración simultánea de TGCM y TGCL
incrementa la aparición de AGCM en los quilomicrones. Por otro lado, parece que los
AGCM también podrían disminuir el apetito, como se resaltará más adelante, a través de
mecanismos postabsortivos debido al incremento en los ácidos grasos libres y cuerpos
cetónicos que producen.
Se ha encontrado que después de un tratamiento durante tres meses con una dieta rica en
AGCM, únicamente el 9% del total de estos ácidos grasos se habían incorporado en
diferentes zonas del tejido adiposo. En el adipocito marrón los AGCM parecen inducir un
incremento del efecto termogénico. Este incremento en las pérdidas de energía proviene de
los alimentos. Se ha propuesto que el consumo de AGCM produce incremento de la
oxidación lipídica y producción de calor, resultando en un balance energético negativo, lo
cual promueve la oxidación lípidica y control del peso corporal aunque la ingesta
energética permanezca a un nivel constante.
Cuando la leche materna no puede ser consumida en cantidad suficiente por niños
prematuros, las fórmulas infantiles conteniendo porcentajes elevados de AGCM (> 50%),
son consideradas la mejor opción de alimentación para estos infantes. Las mezclas
lipídicas de estas fórmulas contienen generalmente AGCM del aceite de coco. Estas son
adicionadas para favorecer la absorción de calcio y grasa, así como para proveer una
fuente rápida de energía.
Sobre el controvertido campo del control del peso corporal, los autores escriben:
Los AGCM pueden intervenir en el control del peso corporal a través de tres mecanismos
principales: estimular la beta-oxidación, disminuir la lipogénesis en tejido adiposo y
favorecer la formación de cuerpos cetónicos. Una ingesta de 45-100 g de AGCM produce
un incremento en la concentración de cuerpos cetónicos de 700 mmol/L, es decir de dos a
cuatro veces mayor que la que inducen los AGCL. En mujeres obesas se ha encontrado un
paralelismo entre el incremento de cuerpos cetónicos inducido por una dieta de AGCI y el
incremento de la saciedad.
El gasto energético (efecto termogénico) tras comidas ricas en TGCM fue notablemente
mayor que con comidas con TGCL en numerosos estudios en humanos, durante las 6 h
después del inicio de una comida o después de las primeras 24 h.
En el hombre, los MCFA se utilizaron por primera vez a mediados del siglo XX para el
control de la obesidadganancia de peso utilizando MCT han sido controvertidos. En 1958,
Kaunitz y Cols señalaron de forma muy entusiasta que después de 2 meses de régimen con
MCT se producía una disminución del peso corporal de 13 kg en pacientes obesos. En el
segundo estudio la grasa corporal se redujo significativamente en los sujetos que
ingirieron TGCM/linaza/fitoesteroles.
Estudios como el realizado por Tsuji y cols, han mostrado resultados positivos con la
consecuente disminución de la grasa subcutánea en individuos con índices de masa
corporal 23 kg/m2durante 12 semanas de una dieta hipocalórica conteniendo 60 g/día de
AGCM respecto a la misma cantidad de AGCL. En mujeres obesas que tomaron durante 4
semanas una dieta muy baja en calorías que contenía AGCM, se observó una reducción del
peso corporal, más de la masa grasa y menos de la masa magra, durante las primeras dos
semanas.
Así, después de un desayuno suplementado con TGCM, al comparado con aceite de oliva o
manteca, se redujo la ingesta energética en la comida.
Estos AGCM están siendo incluidos ampliamente tanto en alimentos como en fármacos y
cosméticos en los que se emplean como agentes acondicionantes de la piel o agentes no
acuosos que incrementan la viscosidad del producto.
Los AGCM originan en metabolización cuerpos cetónicos por lo que se utilizan como
alternativa dietética en el tratamiento de convulsiones de niños con epilepsia, ya que al
mantener un estado de cetosis disminuyen el pH y la excitabilidad neuronal actuando como
un factor inhibitorio de la actividad convulsiva en el epiléptico.
[important]
Los AGCM constituyen una alternativa dietética muy interesante para tratamientos
específicos en nutrición infantil para niños prematuros, y se utilizan para disminuir la
excitabilidad neuronal en niños con riesgo incrementado de ataques epilépticos.
Actualmente estas grasas consideradas como no convencionales han sido propuestas para
el tratamiento y/o prevención de sobrepeso y obesidad.
[/important]
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El engaño del siglo XX
Escrito por elaceitedecoco en Actualidad, Azúcares y Carbohidratos, Colesterol, Estudios Clínicos,
Grasas, Política, Salud, Sociedad y etiquetada con Ancel Keys, azúcar, carbohidratos refinados,
colesterol, diabetes tipo 2, dieta, dietas, enfermedades cardiovasculares, estudios clínicos,
estudios observacionales, grasas saturadas, harvard, Informe, insulina, McGovern, obesidad,
stanford, tejido adiposo 13/08/2012
A principios del siglo XX, los médicos no estaban familiarizados con las enfermedades
cardiovasculares. En las universidades, poco o nada se enseñaba sobre ellas. Esto no debe
extrañar a nadie dado que en aquella época, las muertes por enfermedades cardiovasculares
eran meramente anecdóticas. No es hasta 1920 que empieza a verse un aumento de estas
enfermedades; a partir de 1950 se consideran de manera oficial en los Estados Unidos
como una epidemia. Lo cierto es que las cifras de muertes por enfermedades
cardiovasculares están ligeramente alteradas por dos factores. En primer lugar, hasta la
década de 1920 no se inventó el electrocardiograma, por lo que es posible que algunas
muertes antes de esa fecha también se debieran a problemas cardiovasculares previos y, en
segundo lugar, con la llegada de la penicilina, muchos casos que hubiesen supuesto muerte
por infección fueron resueltos resultando en una expectativa mayor de vida y, por lo tanto,
resultando a largo plazo en un incremento de las muertes por problemas cardiovasculares.
Aun así, ninguno de estos dos factores altera las cifras de manera tan considerable como
para no admitir que los casos de enfermedades cardiovasculares vienen creciendo
incesantemente desde la segunda mitad del siglo pasado en todo el mundo occidental. Esto
es fácilmente comprobable al comparar muertes por enfermedades cardiovasculares en
pacientes entre 40 y 50 años y comprobar que, desde 1950 en adelante, los casos no han
hecho más que multiplicarse.
FIg. 1 Gráfico Estudio Ancel Keys
El gráfico sobre estas líneas es del mismo estudio, pero incluyendo los 22 paises de los que
Ancel Keys tenía datos y, en rojo, para sorpresa mayúscula de muchos lectores supongo, las
cinco sociedades que más porcentaje de grasa consumen en su dieta con incidencias
mínimas o inexistentes de enfermedades cardiovasculares.
De hecho, si escogemos manualmente seis países del grupo de 22, del mismo modo que
hizo Ancel Keys, podríamos obtener los resultados contrarios de este modo:
6 paises seleccionados a dedo – A más grasa, menos muertes por infarto
En estos gráficos se observa claramente que, a mayor consumo de grasa, menores casos de
muertes por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esta es la misma clase de
pseudociencia basada en estudios observacionales con datos sesgados que practicaba Ancel
Keys, y no voy a usarla ni siquiera para defender lo contrario a lo que el propuso, pese a
que como puede verse, está también al alcance de cualquiera que use Excel en su
ordenador. El análisis de los datos no sólo fue aberrante porque eliminó los datos de los
países que no le servían para validar su teoría, sino que incluso de los datos de los seis
países con los que trabajó, eliminó otra serie de datos que hubiesen servido para postular
otras teorías alternativas a la suya. Por ejemplo, el mismo gráfico de Keys con sus seis
países es válido si tomamos en cuenta, en lugar del consumo de grasas, el consumo de
azúcar. Del mismo modo que Keys hizo una asociación entre el consumo de grasa y las
muertes por enfermedades cardiovasculares, pudo haberla hecho entre las muertes y el
consumo de azúcar, porque disponía de los datos y eran igual de vistosos en un gráfico. Sin
embargo, no servían para apoyar su teoría y por ello los despreció.Esta pseudociencia es la
que encumbró a Ancel Keys como el padre de la hipótesis de los lípidos, que son los dos
principios que desgraciadamente todavía son aceptados hoy y que escuchamos a los
médicos repetirnos como loros con la ayuda de los anuncios de productos alimenticios que
torticeramente prometen salvarnos y alargar nuestras vidas:
Estas afirmaciones, como veremos a continuación, son tan falsas como el estudio del que
provienen inicialmente.
Unas décadas antes de que Ancel Keys publicase su estudio, otro científico llamado
Winston A. Price se dedicó a recorrer el mundo analizando las costumbres nutricionales y
los efectos en la salud de estas costumbres de cantidad de sociedades alrededor del mundo,
y la conclusión a la que llegó fue bien distinta a la de Keys también. Price descubrió que las
sociedades que evaluaba no sufrían de incidencias de diabetes o enfermedades coronarias
hasta que introducían en su dieta el azúcar y las harinas refinadas. Pero lo que más echa por
tierra las absurdas conclusiones de Ancel Keys son los datos acerca del consumo de grasas
en países como Estados Unidos. En efecto, desde 1940 hasta la actualidad, el consumo de
grasa animal en los Estados Unidos no ha hecho más que bajar de manera espectacular,
tocando su mínimo en 1996 mientras que las enfermedades coronarias no han hecho más
que aumentar, tocando su máximo en la década de los 90 también. Sospechoso, ¿no?
Portada de Time Magazine
Pero lo cierto es que nada de esto fue tenido en cuenta cuando Ancel Keys acabó en la
portada de Time Magazine y en el consejo de la Asociación Americana del Corazón, que
fue la pionera en recomendar erróneamente la reducción del consumo de grasas. Lo peor
del tema es que a la par que la teoría de Keys era abrazada por todos, se llevaron a cabo una
serie de estudios, esta vez clínicos y no observacionales, para comprobarla. Uno de esos
estudios, de finales de los 50, es el estudio dietario Prudent, consistente en dos grupos
aleatorios uniformes, uno de ellos con una dieta baja en grasas basada en aceites vegetales y
otro grupo con una dieta normal, basada en grasas animales. El resultado es que el grupo
que siguió la dieta baja en grasas redujo su colesterol en 30 puntos de promedio, sin
embargo, no redujo sus incidencias cardiovasculares. En 1965, el estudio clínico Lancet en
Gran Bretaña mantuvo a un grupo con una dieta baja en grasas animales que permitía como
máximo 1 huevo, 85 gramos de carne y 50 ml de leche al día mientras que mantuvo un
segundo grupo con su dieta habitual. En este caso, también redujo el colesterol del grupo en
30 puntos de promedio, pero tampoco hubo cambio alguno en la incidencia de
enfermedades cardiovasculares.
En 1965, también en Gran Bretaña, se publicó un estudio más ambicioso. Tres grupos
compuestos por hombres que ya habían sufrido un infarto con el objetivo de analizar la
incidencia de la grasa en los casos de segundos infartos. El primer grupo usó como base
nutricional lípida el aceite de maíz, una grasa polinsaturada. El segundo grupo usó el aceite
de oliva, una grasa monoinsaturada y el tercer grupo utilizó grasa saturada animal. El
resultado fue que al final del estudio, el 52% de las personas con dieta basada en grasas
poliinsaturadas (aceite de maíz) seguía viva. El 57% del grupo que basaba su dieta en las
grasas monoinsaturadas (aceite de oliva) seguía vivo. Sorprendentemente para algunos, el
75% del grupo de las grasas saturadas animales consiguió sobrevivir.
Pero la madre de todos los estudios, con un presupuesto de 115 millones de dólares, una
participación de 12.000 sujetos masculinos y realizado por el Instituto de Salud Nacional de
los Estados Unidos, publicado en 1970, arrojó datos aún más sorprendentes. El estudio se
basó en un grupo que mantuvo sus costumbres normales y otro grupo que adoptó una dieta
baja en grasas, evitando las carnes rojas, restringiendo el consumo de colesterol y
recibiendo ayuda para dejar de fumar. El primer resultado que se obtuvo, que sentó la base
de otra campaña, fue que las personas que dejaron de fumar sufrieron menos ataques al
corazón que aquellos que no lo dejaron, independientemente del grupo en que se
encontrasen. Sin embargo, al comparar ambos grupos, fumadores con fumadores y no
fumadores con no fumadores, el grupo sometido a la dieta baja en grasas, con la restricción
de carnes rojas y colesterol, sufrió más ataques al corazón que el grupo que mantuvo su
dieta normal.
Podríamos seguir mencionando estudio tras estudio todos aquellos que no encajaban en la
teoría de Ancel Keys, pero creo que es suficientemente ilustrativo mencionar que existían
pruebas irrefutables por todos lados de que la teoría no era correcta.
Entonces, ¿como es posible que una idea tan disparatada, no corroborada con un solo
estudio clínico (recordemos que Ancel Keys se basó en estudios observacionales, no en
estudios clínicos), haya llegado con tanta fuerza hasta nuestros días? La respuesta está en
los políticos. En la década de 1970 se creó un comité del senado de los Estados Unidos,
capitaneado por el senador George McGovern. Su misión era investigar la malnutrición. No
resulta sorprendente que un comité de políticos decidiese aumentar sus propios poderes
iniciales y, además de investigar, se dotase del poder de crear y promocionar los planes
nutricionales de todo un país.
[warning]Como todos sabemos, este informe sirvió como base para crear la Pirámide
Alimenticia de la USDA, que es la base de la nutrición moderna. Esto, que suena muy
técnico y muy moderno, es una aberración en sí porque la pirámide tiene una amplísima
base de granos y cereales y, para quien no lo sepa, USDA significa Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos, y su misión, como cualquiera puede sospechar, es el
fomento de la venta y consumo de los productos de la agricultura norteamericanos,
tradicionalmente los granos y los cereales. ¿Le sorprende? Pues espere, aún hay
más.[/warning]
También sería lógico pensar que si el informe McGovern incluía estas pautas nutricionales,
este informe estaría respaldado por una serie de científicos que habrían testificado a favor
en el comité . Sin embargo, el famoso John Yudkin testificó que el verdadero causante de la
epidemia de diabetes y enfermedades cardiovasculares era el azúcar. Peter Cleave testificó
que el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes eran enfermedades de la era
moderna y era absurdo culpar a los alimentos milenarios de los males de la civilización
actual. Cleave dijo que si había que mirar la nutrición como fuente del problema, habría
que mirar los alimentos modernos como el azúcar y las harinas refinadas. La Asociación
Médica Americana (AMA) dijo que la evidencia que proponía el informe no era
concluyente y por lo tanto era probable que hubiese potencial para producir efectos
negativos en la salud de las personas si se producía un cambio radical a largo plazo en el
plan nutricional de la sociedad. Vamos, lo que ha venido a ocurrir. Por último, el director
de la Academia Nacional de Científicos en Estados Unidos (NAS), Phillip Handler,
testificó ante el comité: “¿Qué derecho tiene el gobierno federal para proponer que la
sociedad norteamericana realice un vasto experimento nutricional con sus miembros como
sujetos con la base de tan poca evidencia científica?”. Poco sabía el pobre Handler que, en
realidad, el experimento se iba a contagiar cual plaga a casi todo el mundo civilizado de la
mano de las compañías de alimentos Norteamericanas.
Pero McGovern era un fiel seguidor de la teoría de los lípidos, principalmente porque era lo
que su propio médico le había recomendado y no porque la hubiese investigado el mismo,
y, en un video que quedará para los anales de la historia, le contestó a Phillip Handler y al
resto de científicos que pidieron más tiempo para investigar y obtener resultados
consistentes antes de dar las nuevas pautas nutricionales a la sociedad norteamericana que
“los senadores no tenemos el lujo del que disponen los investigadores que es esperar el
tiempo suficiente hasta que lleguen las pruebas concluyentes que confirmen una teoría”. La
típica estupidez de un político imponía su criterio por encima de las pruebas realizadas por
los científicos. De modo que los efectos perniciosos de la grasa saturada se convirtieron en
política nutricional porque los senadores no tenían tiempo para esperar que llegara la
evidencia científica. Esto que parece una decisión banal tuvo unos efectos mucho peores de
lo esperado, y no me refiero sólo a los efectos para la salud, sino a efectos científicos.
Logotipo de la AMA
Por aquel entonces, la hipótesis de los lípidos ya se daba como buena y la revista time le
dedicaba la portada con un artículo titulado “Se prueba que el colesterol es mortífero y
nuestra dieta ya nunca será igual”. La prensa pasó de hipótesis a realidad una teoría con una
simple portada en una revista. Pero la evidencia científica en que se basaba la revista Time
para afirmar que se había comprobado la relación causa-efecto entre el colesterol y las
enfermedades cardiovasculares era que en 1984 se había lanzado una droga al mercado que
rebajaba el colesterol a los pacientes con colesterol alto genético y se había reducido
ligeramente la incidencia de muertes por ataques al corazón en estos pacientes. Al analizar
el estudio científico que soportaba esta nueva prueba, podemos comprobar los siguientes
datos: El estudio, basado en dos grupos, uno al que se le administraba Cholestyramine y
otro al que se le administraba placebo, tuvo un alcance de 3.000 sujetos durante 10 años. En
el grupo del medicamento, ocurrieron 30 muertes por ataques al corazón y un total de 68
muertes. En el grupo del placebo, 38 muertes por ataque al corazón y 71 muertes en total.
Usando un poco de matemáticas básicas se puede comprobar que la diferencia global en
muertes por ataques al corazón es del 0,49%, ¡menos del 1%! entre los que tomaban el
medicamento y los que no lo tomaban. Una diferencia despreciable sin duda. Sin embargo,
en el artículo de la revista Time se podía leer que el Dr. Basil Rafkind, basándose en este
estudio, decía “la evidencia científica contenida en el estudio indica poderosamente que
cuanto más bajes el colesterol y las grasas en tu dieta, más se reduce el riesgo de
enfermedad cardiovascular”. Obviamente, este Dr. Rafkind no ha pasado a la historia como
ejemplo de independencia científica. En realidad, el Dr. Rafkind acababa de inventar una
modalidad científica llamada Teleoanálisis, de muy limitada utilidad en este caso, al asociar
un estudio de un medicamento con nula capacidad curativa con una dieta.
De este modo, tras el artículo de Time, en la mitad de la década de los 80 estallaba el boom
por los productos bajos en grasa, desnatados o productos light, que desafortunadamente
persiste hasta nuestros días incluso en España.
Pero, si por cualquier motivo que escape a mi conocimiento, la hipótesis de los lípidos
fuese correcta, resulta razonable pensar que este patrón lo encontraríamos en cualquier
lugar del mundo. Pues no, ni por asomo. Para empezar, tenemos la paradoja francesa:
comen el doble de grasas saturadas que los norteamericanos, cuatro veces más mantequilla,
tres veces más cerdo y un 60% más de queso. Sin embargo, tienen aproximadamente un
tercio de las muertes por accidentes cardiovasculares que los Norteamericanos. Los
científicos a favor de la hipótesis de los lípidos se apresuraron a explicar la paradoja
francesa asociando el consumo de vino tinto con los beneficios para la salud cardiovascular,
dado que los franceses también toman más vino tinto que los norteamericanos. Ahora ya
sabe, querido lector, de dónde viene el mito de que tomar vino tinto es bueno para la salud,
si bien es cierto que en muy pequeñas dosis, que no son las dosis comparativas
francesas/norteamericanas, si que es saludable.
También tenemos la paradoja suiza. El segundo país del mundo civilizado que más grasas
saturadas toma y el segundo país con menos muerte por afecciones cardiovasculares.
Además, por si fuera poco y para que todo quede en casa, existe la paradoja española. En
los últimos 30 años ha crecido aquí mismo el consumo de grasas saturadas y se ha reducido
la incidencia de accidentes cardiovasculares.
Pero no concluiré sin dar una pincelada sencilla sobre la verdadera causa de las
enfermedades cardiovasculares que también he podido estudiar. Según parece, cuando las
arterias se dañan y se inflaman, el colesterol de baja densidad (LDL) acude a reparar los
daños. El LDL, según sabemos ahora, existe en dos variedades, una más grande y una más
pequeña por hacerlo sencillo. Las moléculas más grandes son beneficiosas y tienen una
serie de efectos positivos para la salud. El problema viene con las más pequeñas, que
acuden a taponar las heridas en el interior de los vasos sanguíneos y, dado su tamaño, se
acaban colando en la pared del vaso. Allí quedan atrapadas y se oxidan, dando lugar a la
llegada de glóbulos blancos que acaban formando la placa junto con el calcio. Este es el
motivo por el que las enfermedades cardiovasculares no tienen nada que ver con la cantidad
de colesterol que hay en el cuerpo sino con el tipo de colesterol que hay, y no me refiero a
la relación HDL/LDL, sino al tipo de LDL que tenemos. No creo que pase mucho tiempo
hasta que veamos análisis con el LDL diferenciado según el tipo.
Pero, ¿qué es lo que causa los daños iniciales en los vasos que hace que sea necesario el
LDL para efectuar reparaciones? Lo causantes son tres principalmente:
1. Fumar
2. Glucosa alta en sangre
3. Estrés emocional
El motivo 1 y el 3 son claramente sociales, así que, avanzando un paso más, ¿qué es lo que
eleva la glucosa en la sangre? Principalmente, el azúcar y los carbohidratos refinados, justo
la base de la pirámide alimenticia.
¿Y qué alimentos producen las partículas pequeñas y densas de colesterol LDL de las que
hablábamos hace un momento? Si, lo ha adivinado: el azúcar y los carbohidratos refinados.
[warning]En efecto, los científicos que testificaron hace 40 años en el comité McGovern
que los culpables de la epidemia de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 eran el
azúcar y los carbohidratos refinados, estaban en lo cierto. Han tenido que pasar 40 años
para que algunos empecemos a hacerles caso y además empezamos a ver estudios clínicos
que avalan estas viejas ideas que fueron desechadas. Los políticos, expertos ellos, taparon
la verdad en detrimento de nuestra salud.[/warning]
Pirámide Nutricional
Lo que el comité McGovern hizo en los Estados Unidos y replicó en buena parte del mundo
al exportar la pirámide alimenticia fue reducir el consumo de proteínas, reducir
considerablemente el consumo de grasas y aumentar disparatadamente el consumo de
carbohidratos y esto, en definitiva, es lo que ha disparado los casos de obesidad y de
diabetes en los países que siguen ese modelo nutricional, España entre ellos.
En realidad, hay procesos bioquímicos, y no sociales, detrás de esta epidemia. Durante años
nos han convencido de las teorías de las calorías y de que todo tiene que ver con las calorías
que entran y las que salen del cuerpo. Nos han dicho que 3.500 calorías equivalen,
someramente, a medio kilo de grasa, por lo que al producir un déficit de 3.500 calorías
mediante ingestas limitadas de alimentos y ejercicio en exceso, perderíamos medio kilo.
Esto es, simplemente, ridículo. Esta teoría no se sostiene en el papel y tampoco se ha
sostenido en estudios clínicos. Por ejemplo, la Women’s Health Initiative, involucrando a
miles de mujeres, redujo la ingesta diaria de calorías en 360 Kcal/día, principalmente
provenientes de la grasa, durante 8 años, con una pérdida de peso media de 1 Kg en el
período. ¡Ridículo para un esfuerzo de 8 años!
En el otro extremo de los estudios, James Levine creó en una cárcel norteamericana un
grupo con prisioneros que estaban en forma y les sobrealimentó durante cerca de un año
con miles y miles de calorías, y no se consiguió que ganasen el peso que la ecuación
preveía. De hecho, uno de los prisioneros consumió 10.000 calorías al día durante 200 días
y tan sólo pudo coger cuatro kilos en el período.
Sabemos desde 1930, por los estudios Alemanes y Austriacos, que la grasa corporal es una
parte esencial del metabolismo y que su cantidad viene determinada por hormonas, la más
importante de ellas la insulina. ¿Porqué? Porque la insulina controla la cantidad de azúcar
en sangre y las altas concentraciones de azúcar en sangre son tóxicas para el organismo. Por
otro lado, el cerebro necesita azúcar en sangre para funcionar y una cantidad muy baja de
azúcar puede causar el coma e incluso la muerte. Por ello, el metabolismo está diseñado
para mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de un margen muy estrecho, y lo hace de
manera eficiente con la insulina. Es importante entender que el organismo puede convertir
el azúcar en energía, pero también puede convertir la grasa en energía e incluso en
condiciones muy extremas, las proteínas en energía. De hecho, cuando nos levantamos por
las mañanas después del ayuno prolongado de la noche de 8, 9 o incluso 10 horas, nuestro
cuerpo está usando en muchos casos grasa como energía a través de un proceso llamado
Cetosis.
Cuando el nivel de azúcar en sangre baja porque se ha utilizado como combustible, baja
también el nivel de insulina y por tanto la grasa vuelve al torrente sanguíneo para ser usada
como combustible hasta que vuelva a subir el nivel de azúcar en sangre, con otra comida.
Por lo tanto, el tejido adiposo es el tanque de combustible donde se almacenan las reservas
de energía del cuerpo. Como se puede apreciar, es un sistema magnífico y muy avanzado
para asegurar un aporte energético constante a todas las células del cuerpo.
¿Cómo hemos llegado a romper un sistema tan avanzado y creado una epidemia de
obesidad? Para entenderlo hay que empezar por entender que los carbohidratos no son más
que moléculas de azúcar enlazadas entre ellas y que en cuanto entran en el cuerpo son
literalmente separadas en moléculas de azúcar de una manera muy eficiente en algunos
casos. El índice glucémico mide la velocidad a la que el cuerpo humano convierte
alimentos en azúcar. Durante la mayor parte de nuestra evolución, el ser humano ha
consumido alimentos con índices glucémicos entre 0 y 40, alimentos que tardábamos en
convertir en azúcar. Veamos algunos ejemplos de lo que comemos hoy, mucho de lo cual
forma parte de la maldita pirámide alimenticia:
[warning]Salvo que sea usted diabético, su nivel de azúcar en sangre en cualquier momento
del día es equivalente a una cucharadita y media en total. Si sigue usted la pirámide
alimenticia y toma 400 gramos de carbohidratos, estos se metabolizan en el equivalente a
unas 2 tazas de azúcar. ¿Tiene sentido? Claro que no. Al ingerir esta cantidad de azúcar el
cuerpo tiene que generar una cantidad inmensa de insulina porque, recordemos, los niveles
elevados de azúcar en sangre son tóxicos.[/warning]
Cuanta más azúcar ponemos en el flujo sanguíneo, más forzamos la secreción de insulina,
comida tras comida, y, eventualmente, las células del cuerpo y los órganos empiezan a
acostumbrarse a la presencia continua de grandes cantidades de insulina y acaban
desarrollando una resistencia a la misma. Al mismo tiempo que la insulina está forzando a
las células a tomar azúcar como alimento, está forzando la grasa dentro del tejido adiposo,
por lo que a más insulina, más azúcar que se metaboliza en grasa y más grasa que se
almacena en el tejido adiposo. Y, cuanta más insulina haya en la sangre, más difícil es que
la grasa vuelva a abandonar el tejido adiposo para volver al torrente sanguíneo y ser usada
como combustible, por lo que incluso cuando no comemos, la grasa se mantiene donde está
debido a la constante presencia de insulina en sangre.
Como colofón a este pastel metabólico, cuando la cantidad de azúcar en sangre disminuye y
la cantidad de insulina no permite que la grasa abandone el tejido adiposo, las células del
cuerpo tienen un déficit energético, lo que nuestro cerebro interpreta como “necesito
comer” y, voilá, otra vez tenemos hambre aunque tengamos reservas suficientes de grasa
almacenada. Por lo tanto, volvemos a comer, volvemos a disparar el azúcar en sangre, a
segregar más insulina y, en definitiva, a almacenar más grasa. De modo que no sepa usted
que no engorda porque comas más, sino que come más porque engorda, que no es lo
mismo. Desde un punto de vista meramente bioquímico, los obesos no comen mucho,
comen lo que necesitan como energía porque la grasa de su tejido adiposo no se libera de
vuelta al torrente sanguíneo. Y como el cuerpo es sabio, incluso cuando algo no funciona,
al comprobar que la grasa no fluye al riego desde las células adiposas, estas se hacen más
grandes para favorecer que la grasa salga de ellas cuando se produce la resistencia a la
insulina en el metabolismo. Por lo tanto, acaban almacenando aún más grasa en las mismas
células.
Ratón Engordado con Insulina
Por eso, cuando los obesos, que habitualmente ya tienen una resistencia severa a la insulina,
se embarcan en dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono, no logran perder peso
y, al contrario, incluso lo ganan, a lo que sus dietistas replican que la culpa es suya por ser
vagos y hacer poco ejercicio. Si fuera por estos dietistas, los obesos morirían del mismo
modo que los ratones, de inanición.
Veamos algunos datos clarificadores. En los Estados Unidos, en la última década, los casos
de diabetes tipo 2 se han duplicado y aproximadamente el 25% de la población mayor de 60
años la sufre. Se cree que más del 40% de la población Norteamericana sufre o sufrirá
diabetes. Esto le ocurre a una población que consume aproximadamente el 55% de sus
calorías de los carbohidratos, el 33% de la grasa y el 12% proveniente de las proteínas.
¿Alguien sigue teniendo alguna duda de la causa de esta epidemia? Lo que es paradójico es
el mensaje que lanzamos a la población. Por ejemplo, la Asociación Americana de la
Diabetes tiene publicados estos “consejos” nutricionales:
El sistema digestivo convierte los carbohidratos en azúcar de manera rápida y sencilla.
Los carbohidratos son la comida que más influencia el nivel de glucosa en sangre.
Cuantos más carbohidratos comas, mayor será tu nivel de glucosa en sangre.
Cuanto mayor sea tu nivel de glucosa, más insulina necesitarás para que el azúcar llegue a
las células.
La pirámide nutricional es la manera más sencilla para recordar las comidas más sanas.
En la base de la pirámide, están el pan, los cereales, el arroz y la pasta. Todos estos
alimentos están compuestos por carbohidratos mayoritariamente.
Necesitas de 6 a 8 raciones de esos alimentos cada día.
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3. Dr. Peer Attia, antiguo consultor de McKinsey & Company consultant, cirujano,
ingeniero, profesor de cálculo y autor de numerosos estudios e investigaciones médicas.
También aparecen:
6. Gary Taubes, periodista científico y autor de los best-sellers “Calorías buenas, calorías
malas” y “Porqué engordamos”.
El Dr. Greenwald es el moderador del panel, así que no escuchamos muchas de sus
opiniones respecto al los problemas de la insulina y una dieta rica en carbohidratos, o del
Aceite de Coco, respectecto al Alzheimer. Pero dado que es el organizador y moderador de
la discusión, está bastante clara su postura positiva en estos temas.
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¿Realidad o Ficción?
A menudo nos encontramos con personas escépticas que nos dicen que El Aceite de Coco
es una grasa saturada y por tanto es malo para la salud. Otros nos dicen que no hay
suficientes estudios que avalen lo que promovemos. No se quedan atras los que nos dicen
que hasta que los organismos oficiales no se pronuncien públicamente sobre las virtudes del
Aceite de Coco, no debemos creer todas las afirmaciones que hacemos. En realidad, la
mayoría de estas afirmaciones provienen de una absoluta falta de información o, aún peor,
de poseer una información aticuada, sesgada y poco objetiva.Lo cierto es que existen en
torno a 10.000 publicaciones científicas con respecto al Aceite de Coco o a sus
componentes entre artículos, investigaciones, estudios y demás. Basta con hacer las
búsquedas correctas en PubMed (www.pubmed.gov) para comprobarlo. Mucha gente busca
Aceite de Coco y argumenta que “sólo” aparecen unos 1.400 resultados de publicaciones
científicas, pero en realidad, hay que buscar el resto de términos logicos para conseguir más
de 20.000 publicaciones. Dado que los beneficios del Aceite de Coco provienen, entre
otros, de los Ácidos Grasos de Cadena Media (MCFA – Medium Chain Fatty Acids), lo
lógico es buscar también este concepto, o, incluso siendo más específico, buscar Ácido
Laúrico (Lauric Acid), que es el MCFA más abundante en el Aceite de Coco (y en la leche
materna).
Aricept 5mg
Lo curioso del caso es que, cuando la FDA (Food and Drug Administration) aprobó el uso
del fármaco Aricept© en 1996 para los enfermos de Alzheimer, existían tan sólo 10
estudios con respecto a este medicamento, y ni siquiera todos ellos eran positivos. Es
curioso que a los recursos de la naturaleza les exijamos decenas de miles de estudios y a los
productos químicos creados en el laboratorio no les exijamos prácticamente nada. Lo cierto
es que los efectos de este medicamento distan mucho de ser impresionantes. Unos cuantos
pacientes notaron mejoría pero muchos otros no notaron nada de nada. Además, aquellos
que notaron mejoría lo hicieron sólo durante un período corto de tiempo de unos cuantos
meses. Pasado el efecto inicial, la enfermedad volvió a manifestarse del mismo modo. En
general, parece que sólo hace efecto durante unos pocos meses en más o menos la mitad de
los casos. Sin embargo, este medicamento está aprobado y es el tratamiento químico más
frecuente entre los pacientes de Alzheimer.Más allá de que este medicamento funcione o no
en los pacientes de Alzheimer, tenemos que evaluar su lista de posibles efectos secundarios,
que incluye diarrea, calambres musculares, fatiga, náuseas, vómitos, imsomnio, mareos,
dolor de cabeza, dolor, accidentes, resfriado común, alucinaciones, agitación, conducta
agresiva, convulsiones, hepatitis, pérdida de apetito, trastornos abdominales (hemorragia
gastrointestinal, úlceras gástrica y duodenal), desmayos, enlentecimiento de las
palpitaciones, bloqueo cardiaco y síntomas extrapiramidales (tales como temblor o rigidez
en las manos o las piernas) o incluso la muerte producida por cualquiera de estos últimos.
Esta es la realidad del medicamento. Y no lo decimos nosotros, lo dice el fabricante en su
prospecto. Con la promesa de mejorar de manera efímera durante unos meses si se tiene
suerte de pertenecer al 50% de casos en que el medicamento hace cierto efecto, los
pacientes se exponen a una larga lista de efectos secundarios no deseados que puede acabar
incluso con sus vidas en ciertas ocasiones. Sin embargo, los beneficios del Aceite de Coco
parecen ser pura ficción… ¿o no?
[warning]
[/warning]
En realidad, no existen casos documentados de que el Aceite de Coco haya hecho mal a
nadie en cientos (puede que miles) de años. Tenemos testimonios por todas partes acerca de
sus beneficios y hasta 10.000 publicaciones científicas distintas acerca de sus propiedades.
Cierto es que no todas las publicaciones arrojan datos inequívocos de sus beneficios. Como
con cualquier otro producto, hay estudios que muestran mejores resultados que otros. Pero
es que esto es incluso normal en los fármacos, así que no vemos donde está el problema.
Analicemos unos cuantos datos. Sólo en Estados Unidos, cada año se producen unas
105.000 muertes relacionadas con el uso de medicamentos con receta. Si, ha leido bien,
unas ciento cinco mil muertes. Esto no incluye las muertes producidas por medicamentos
que se venden sin receta como la aspirina, que producen otras 15.000 muertes anuales. De
modo que, el uso de medicamentos produce unas 120.000 muertes cada año en los Estados
Unidos y nadie parece salir a la calle demandando más estudios ni más investigación. ¿Es
esto suficiente? No. Aún hay más. Además de las 120.000 muertes, el uso de medicamentos
produce unos 2.000.000 (dos millones) de casos al año de daños serios en el organismo
derivados del uso de los propios medicamentos. Sin embargo, todo el mundo se apresura a
comprar la medicina que su médico le receta sin pararse a pensar en las sustancias químicas
usadas en su fabricación y en los efectos secundarios que tendrán en su organismo. Sobra
decir que el número de beneficiados por el uso de medicamentos es mayor que el número
de afectados por sus reacciones adversas, pero es que sería una triste broma si esto no fuese
así.
En el otro lado de la balanza tenemos, por ejemplo, el Aceite de Coco, que no causa una
sola muerte al año en los Estados Unidos. Claro, también hay que resaltar que el uso del
Aceite de Coco favorece los intereses de los productores del tercer mundo mientras que el
uso de medicamentos favorece el valor en la bolsa de las grandes farmaceúticas. ¿Tendrá
esto algo que ver en esta lucha de la realidad contra la ficción?La sabiduría occidental es
rica y potente, pero desgraciadamente se encuentra condicionada en muchas ocasiones por
unos intereses comerciales fuera del ámbito del ciudadano de a pie. Echemos un vistazo a la
sabiduría oriental y reflexionemos. ¿Por qué en los paises sud asiáticos llaman al cocotero
“Arbol de la vida”? Practicamente todas las poblaciones del pacífico y sudasiático usan el
Aceite de Coco en su medicina tradicional y como fuente de alimento y energía. De hecho,
algunas poblaciones isleñas del pacífico ingieren hasta un 30% de sus calorías diarias
procedentes del coco y, sin embargo, las enfermedades coronarias les son prácticamente
desconocidas. ¿Es esto una ficción? No, es la pura realidad, guste a algunos o no.