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Consideremos en primer lugar la primera parte del v. 7: 7La ley de Jehová es perfecta,
que convierte el alma.
La Palabra de Dios ES LEY PERFECTA QUE CONVIERTE EL ALMA. Habla del beneficio de las
Escrituras.
Entonces, ¿cuál es ese beneficio? El beneficio es que convierte el alma.
Permítanme recordarles lo que significa la palabra alma; en el idioma hebreo (idioma
en el que se escribió la mayor parte del E.T. de la Biblia) la palabra es nephes y es traducida al
español de varias maneras diferentes, por ejemplo, persona, corazón, mente, alma, etc…; pero
lo podemos resumir en una sola frase, se refiera a la persona interna, a la persona interior, a
nuestra alma o espíritu.
¿Y cuál es el efecto que produce esta Palabra perfecta en nosotros? Dice David,
convierte el alma y eso significa que, Revive, renueva, refresca, restaura, pero mi sinónimo
favorito es ‘transformar’, transforma totalmente el alma, el hombre interior, la persona
interior. Hace que el hombre retorne, que sea restaurado al lugar del cual se apartó por causa
de su pecado.
Ahora vamos a decirlo de manera completa, la Biblia es el manual acerca de la vida
humana, que es totalmente completa para que convierta de manera total a la persona interior
entera; esa es la afirmación de Dios acerca de su palabra.
En segundo lugar, la Palabra de Dios también tiene el poder para santificar, para
conformarte a la imagen de Cristo. El rey David dice en el salmo 119 en el v. 9: ¿Con qué
limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Y en el v. 11 también dice: En mi corazón
he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. También el Señor Jesús en la
parábola de la vid y los pámpanos de San Juan 15 les dijo a sus discípulos lo siguiente en el v.
3: Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Y en su oración intercesora de
San Juan 17, en el v. 17 oraba al Padre por sus discípulos diciendo: Santifícalos en tu verdad;
tu palabra es verdad. En 2 Corintios 3:18 el apóstol Pablor dice: Así que, todos nosotros, a
quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. Y el Señor, quien
es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su
gloriosa imagen. Hermanos, es el Espíritu Santo que lleva a cabo su obra de conformarnos a la
imagen de Cristo, pero lo hace por medio de su palabra. ¿Dónde puedes ver a Cristo, dónde lo
ves? R. No en un sueño, no en una visión, no en la televisión; lo encontramos revelado de
manera plena en las páginas de las Escrituras. En el Antiguo y nuevo testamento; desde el
Génesis hasta el Apocalipsis.
Entonces tiene el poder de salvarte, la gran transformación que lleva a cabo Dios
cuando eres trasladado de la potestad de las tinieblas al reino de su amado hijo; cuando eres
transferido, convertido de ser un hijo del diablo a un hijo de Dios; tu destino cambio del
Infierno al cielo; ahora eres una criatura, todas las cosas están siendo hechas nuevas y el
poder para eso, está en la palabra de Dios en las manos del Espíritu Santo y después de la
palabra tiene el poder de santificarse la imagen de Cristo conforme ves su Gloria y eres
cambiado a esa imagen.
La palabra de Dios es Ley: El manual de tu fabricante, el manual de Dios para tu vida, para que
puedas funcionar conforme a su diseño y no como tu creas, no como tú inventes y no como a
ti se te ocurra
La palabra de Dios es Ley perfecta: Es el manual de Dios para la conducta humana, está
completa, abarca todo, cubre todo, no deja nada fuera.
La Palabra de Dios es Ley perfecta que convierte el alma: Te convierte de las tinieblas a la luz
admirable del Señor, te convierte de un hijo de Satanás a un hijo de Dios, te salva. Pero
también te santifica, te transforma, te hace cada día más parecido a Cristo en cuanto a su
carácter.