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1.

Biodiversidad

La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto


incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de
plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su
variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los
paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos
ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.

La composición es la identidad y variedad de los elementos (incluye qué especies están


presentes y cuántas hay), la estructura es la organización física o el patrón del sistema
(incluye abundancia relativa de las especies, abundancia relativa de los ecosistemas, grado
de conectividad, etc.) y la función son los procesos ecológicos y evolutivos (incluye a la
depredación, competencia, parasitismo, dispersión, polinización, simbiosis, ciclo de
nutrientes, perturbaciones naturales, etc.) (CONABIO, 1998)

2.Conservación

Se define la conservación como “el campo de estudio y acción que trata del manejo de nuestro
entorno, de tal manera que: 1) a corto y mediano plazo se minimicen o neutralicen los efectos
negativos de los seres humanos sobre la naturaleza, la cual nos incluye y 2) a largo plazo
provea a los otros seres vivos del máximo número de alternativas para tolerar y sobrevivir
nuestra breve presencia en el planeta”. Es importante además comprender que la mayor parte
del territorio del país tiene niveles moderados y altos de modificaciones, las cuales se
acentúan en los últimos años por la expansión de las fronteras de monocultivos tanto
forestales como de diversos granos, a lo que se suma un nuevo desafío representado por la
minería a gran escala, por lo tanto generar islas o manchas de áreas protegidas en una matriz
general tan poco amigable, terminaría por asfixiarlas hasta provocar la desaparición de las
características fundamentales e incluso de los ecosistémicos que pudieran brindar. Conservar
entonces, implica un manejo, no solamente en el área que se identifique como
ecológicamente significativa, sino en las prácticas productivas que se encuentren en las áreas
de influencia, obligándonos así a pensar un ordenamiento territorial general que
verdaderamente incluya como objetivo prioritario, la conservación del patrimonio natural
que evolucionó y continuaremos permitiendo que evolucione en esta región (MVOTMA,
2013).

3.Recurso Natural

Al hablar del patrimonio natural de una región o país, se hace referencia a su riqueza en flora,
fauna, suelos, minerales y paisajes. Es decir, a los diferentes elementos generados por la
naturaleza sin intervención del hombre. En un sentido más amplio se considera como recurso
natural no sólo la existencia material de ellos sino también aquellas funciones cumplidas por
la naturaleza que permiten satisfacer necesidades humanas, por ejemplo, la purificación del
aire por los bosques y selvas, regulación de escurrimientos superficiales para la vegetación
natural, entre otros. Morello (1987) considera como recurso natural aquellos recursos que el
hombre va encontrando en el medio físico y biológico natural, o modificando en función del
avance de sus conocimientos científicos-tecnológicos, y que permiten satisfacer necesidades
humanas. Es decir, que el concepto de recurso natural es de carácter social antes que natural.
El hecho de satisfacer necesidades humanas, actuales y futuras, relaciona la generación de
recursos al avance del conocimiento científico y tecnológico, por lo que es también un
concepto dinámico.

4.Manejo de Recursos Naturales

El manejo de los recursos naturales debe ser entendido de manera integral: Estas actividades
no sólo se dirigen a la producción de alimentos y materias primas, sino que además tienen
por objeto la conservación de la diversidad biológica y los procesos ecológicos de los cuales
dependen tanto la producción de los recursos como el mantenimiento de los servicios
ambientales esenciales para la vida humana. Adicionalmente, debido al impacto humano en
el medio ambiente, entre los componentes del manejo de los recursos naturales se incluye la
restauración o rehabilitación de ecosistemas o recursos que han sido degradados. Vistos de
esta manera, el manejo de recursos naturales y la agricultura incluyen la producción, la
conservación y la restauración como sus componentes básicos (UDG, S.n).
La integración de producción–conservación–restauración como componentes del manejo de
los recursos naturales, trata de superar la división que se ha hecho entre estos elementos en
la formación y la práctica profesional, generando un absurdo conflicto entre perspectivas
“productivistas” o “preservacionistas”, o la conceptualización errónea de una agronomía
exclusivamente orientada a la producción y de un manejo de recursos naturales centrado
únicamente en la conservación. Así mismo, pretende superar ciertos planteamientos falsos
con los cuales se disfrazan las contradicciones realmente existentes entre el aprovechamiento
de los recursos naturales y la conservación de la naturaleza. Integrar producción y
conservación requiere de enfoques críticos y creativos, no sólo de retórica (UDG, s.f).

5.Servicio del Ecosistema

Los servicios ecosistémicos son la multitud de beneficios que la naturaleza aporta a la


sociedad. La biodiversidad es la diversidad existente entre los organismos vivos, que es
esencial para la función de los ecosistemas y para que estos presten sus servicios. Los
servicios ecosistémicos hacen posible la vida humana, por ejemplo, al proporcionar
alimentos nutritivos y agua limpia; al regular las enfermedades y el clima; al apoyar la
polinización de los cultivos y la formación de suelos, y al ofrecer beneficios recreativos,
culturales y espirituales. Si bien se estima que estos bienes tienen un valor de 125 billones
de USD, no reciben la atención adecuada en las políticas y las normativas económicas, lo que
significa que no se invierte lo suficiente en su protección y ordenación. En la siguiente
sección, podrá obtener más información sobre los cuatro tipos de servicios que prestan los
ecosistemas mundiales (FAO, 2018).

6.Capital Natural

Costanza y Daly (1992) definieron capital natural como todo stock que genera un flujo de
bienes y servicios útiles o renta natural a lo largo del tiempo. Dicha definición, ha persistido
hasta la actualidad en la literatura con pequeñas variaciones o matices. No obstante, desde
una perspectiva ecológica, el capital natural no puede ser concebido como un simple stock o
agregación de elementos. A parte de estos componentes (estructura del ecosistema), el capital
natural engloba todos aquellos procesos e interacciones entre los mismos (funcionamiento
del ecosistema) que determinan su integridad y resiliencia ecológica.
7.Salud del Ecosistema

Los servicios de los ecosistemas son los beneficios que las personas obtienen de estos. Son
indispensables para el bienestar de todas las personas en todo el mundo. Abarcan el
aprovisionamiento, la regulación y los servicios culturales que afectan directamente a las
personas, así como los servicios de apoyo necesarios para mantener los otros servicios. Desde
la disponibilidad de agua y alimentos suficientes hasta la regulación de los vectores de
enfermedades, las plagas y los agentes patógenos, la salud y el bienestar humanos dependen
de estos servicios y condiciones del medio ambiente natural. En la base de todos los servicios
de los ecosistemas se encuentra la biodiversidad. Los vínculos causales entre el cambio
ambiental y la salud humana son complejos porque a menudo son indirectos, aparecen
desplazados en el espacio y el tiempo y dependen de muchas fuerzas modificadoras. La salud
humana depende en última instancia de los productos y servicios del ecosistema (como la
disponibilidad de agua dulce, alimentos y fuentes de combustible) que son indispensable para
la buena salud de las personas y los medios productivos de ganarse el sustento (OMS, 2018).

8.Desarrollo Sustentable

El concepto desarrollo sustentable” es el resultado de una acción concertada de las naciones


para impulsar un modelo de desarrollo económico mundial compatible con la conservación
del medio ambiente y con la equidad social. Sus antecedentes se remontan a los años 50,
cuando germinan preocupaciones en torno a los daños al medio ambiente causados por la
segunda guerra mundial. Sin embargo, es hasta 1987 cuando la Comisión Mundial del Medio
Ambiente y del Desarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas, presidida por la Dra. Gro
Harlem Brundtland, presenta el informe “Nuestro Futuro Común”, conocido también como
“Informe Brundtland”, en el que se difunde y acuña la definición más conocida sobre el
desarrollo sustentable:

“Desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades”.
El desarrollo sustentable se ha constituido un “manifiesto político”, es decir, se ha elevado
como una poderosa proclama que se dirige a ciudadanos, organizaciones civiles, empresas y
gobiernos para impulsar acciones, principios éticos y nuevas instituciones orientadas a un
objetivo común: la sustentabilidad (UANL, 2013).

9. Ecosistema

El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas


y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la
competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo
de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas
y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio, resultan en
el flujo de materia y energía del ecosistema. En un principio se aplicó a unidades de diversas
escalas espaciales, desde un pedazo de tronco degradado, un charco, una región o la biosfera
entera del planeta, siempre y cuando en ellas pudieran existir organismos, ambiente físico e
interacciones. Más recientemente, se le ha dado un énfasis geográfico y se ha hecho análogo
a las formaciones o tipos de vegetación; por ejemplo, matorral, bosque de pinos, pastizal, etc.
Esta simplificación ignora el hecho de que los límites de algunos tipos de vegetación son
discretos, mientras que los límites de los ecosistemas no lo son. A las zonas de transición
entre ecosistemas se les conoce como “ecotonos” (CONABIO, 2008)1.

10. Vulnerabilidad

A pesar de ser aparentemente tan comprensible y conocido, el término “ vulnerabilidad”


encierra una notable complejidad. Vulnerabilidad es, en primer lugar, un concepto con
múltiples significados, aplicables a ámbitos muy diversos: desde la posibilidad de un humano
de ser herido hasta la posible intromisión en un sistema informático. En segundo lugar, la
vulnerabilidad es una característica de lo humano que parece evidente desde una perspectiva
antropológica, pero que la tradición cultural más cercana a la defensa del individualismo, la
autonomía y la independencia, se ha encargado de dejar en un segundo plano o, incluso, de
relegar por considerarla de rango inferior. En tercer lugar, la vulnerabilidad, en tanto que
posibilidad del daño, es considerada la misma raíz de los comportamientos morales, al menos
de aquellos en que el énfasis se sitúa en la protección y en el cuidado, más que en la
reclamación de derechos. Y además, en cuarto lugar, la vulnerabilidad se ha ido asociando
no sólo con las condiciones del individuo sino, cada vez más, con las condiciones del medio
(ambientales, sociales o de otro tipo) en que su vida se desarrolla, dando lugar a la necesidad
de incorporar los aspectos socioculturales en la comprensión de este concepto. De ahí que se
hable, frecuentemente, de poblaciones vulnerables, para referirse a aquellos grupos de
personas que, a consecuencia de las condiciones del medio en que viven, están en una
situación de mayor susceptibilidad al daño (Feito, 2007).

11. Población

Una población se define como un grupo de organismos de la misma especie que viven en un
lugar y tiempo determinados y que interaccionan tanto genética como ecológicamente. Las
poblaciones pueden sufrir cambios como el aumento o disminución en el número de
organismos, el éxito o fracaso biológico y en sus interacciones con el ambiente, entre otros.
El conocimiento y estudio de esto permite entender la dinámica de las poblaciones, éstas
presentan características particulares que las distinguen, las cuales estudiaremos a
continuación.

12. Diversidad de especies

La diversidad de especies expresa la riqueza o el número de especies diferentes que están


presentes en determinado ecosistema, región o país. Esta riqueza ha sido estudiada tan solo
en parte, y prueba de ello es que cada vez que hay un inventario en nuevas zonas se descubren
nuevas especies. Lograr el inventario de la vida es algo básico si queremos manejar la
diversidad de especies. A nivel mundial se calcula entre 1,7 y 2 millones de especies
conocidas, es decir descritas y con nombre científico. Sin embargo, el total estimado de
especies varía mucho, entre 13 y 50 millones de especies, según los científicos. Por lo tanto,
hay un reto enorme para catalogar las especies del mundo. Felizmente hay iniciativas
mundiales de información sobre especies, como el Catálogo de la Vida, que ya tiene más de
1 millón de especies catalogadas y en línea. El Sistema Mundial de Información de
Biodiversidad matiene una red distribuida de información de especímenes colectados en
Museos y Herbarios, que constituye la fuente de información más importante sobre
biodiversidad (MINAGRI, 2018).
13. Hot Spot en diversidad

México contiene secciones de tres de los 34 “ecorregiones prioritarias o hotspots” del planeta.
Los “hotspots” son regiones con por lo menos 1,500 especies endémicas de plantas
vasculares con flores (más de 0.5 por ciento del total de especies en el mundo) y que han
perdido por lo menos el 70% de la extensión original de su hábitat. Los “hotspots” tienen
alguna característica de aislamiento que los hace diferentes a sus regiones vecinas. Los
“hotspots” de México son: Bosques de Pino-Encino de las Sierras Madre (incluyendo la
Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico); Mesoamérica, que incluye el sureste de México
y las Costas del Atlántico, del Pacífico y la Cuenca del Balsas; y la porción sur de la Provincia
Florística de California (CONABIO, 2009).

14. Extinción de especies

La extinción es la desaparición total de una especie en el planeta. Durante la larga historia


del planeta han habido muchas extinciones causadas por cambios climáticos, vulcanismo,
inundaciones, sequías. Sin embargo, en los últimos años la gran mayoría de las extinciones
de flora y fauna se deben al impacto directo o indirecto de las actividades humanas. Las
perturbaciones causadas por nuestras actividades, disminuyen el área de distribución de las
especies y reducen a las poblaciones poco a poco. Cuando las poblaciones son pequeñas su
riesgo a la extinción aumenta debido a diversos factores. Las poblaciones pequeñas son más
susceptibles a desaparecer por fenómenos naturales como incendios, ciclones, sequías, etc.;
son más susceptibles a la pérdida de variabilidad genética, ya que cada vez están más
emparentados. Al ir perdiendo poblaciones de una especie, el tamaño de la población
disminuye y se va perdiendo su variabilidad genética (CONABIO, 2008)2.

15. Fragmentación y destrucción de hábitat

La pérdida y fragmentación del hábitat está considerada como una de las causas principales
de la actual crisis de biodiversidad. Los procesos responsables de esta pérdida son múltiples
y difíciles de separar (pérdida regional de hábitat, insularización causada por la reducción y
el aislamiento progresivo de los fragmentos de hábitat, efectos de borde, etc.), y han sido
particularmente estudiados en el caso de los vertebrados forestales. Con la fragmentación y
destrucción de un hábitat se produce un cambio progresivo en la configuración del paisaje
que puede definirse adecuadamente mediante las tendencias de cinco variables paisajísticas
que cambian simultáneamente y que tienen, en conjunto, una incidencia perniciosa sobre la
supervivencia de las especies afectadas (Santos y Tellería, 2006).

16. Variación demográfica y genética

Para estimar directamente la variación genética es utilizando métodos directos y ecológicos-


demográficos para determinar el Ne, el cual representa el número de ejemplares que se
reproducen con éxito en una población y con el que se conserva la variación genética durante
ciertos periodos de tiempo. Es decir, el Ne representa una medida que determina la tasa de
disminución de la variación genética, ya que se encuentra relacionada de manera inversa con
el incremento en la tasa de endogamia (∆F); este concepto metodológico es el adecuado para
aplicarse en las poblaciones destinadas a los sistemas de producción, ya que provee datos
cuantitativos para generar los planes de manejo genético. Otro concepto que está inmerso en
la conservación de poblaciones es el tamaño poblacional mínimo viable (TMV), que
representa un indicador del número mínimo de individuos que una población necesita para
sobrevivir a lo largo del tiempo. Este último concepto se ha aplicado ampliamente para la
recuperación de poblaciones de especies en peligro de extinción (Serna-Lagunes y Díaz-
Rivera, 2011).

17. Conectividad ecológica y genética de poblaciones

Conectividad ecológica: como se ha comentado, entre los objetivos de investigación de la


ecología del paisaje se encuentra la comprensión de cómo los flujos de materia, energía e
información se mueven a través del paisaje, y de qué forma son condicionados por su
estructura. Un caso específico dentro de estos flujos, relevante por su incidencia en la
planificación ecológica del territorio, es el movimiento de especies vegetales y animales. La
conectividad ha sido definida como la medida en la que el paisaje impide o facilita dichos
movimientos entre los elementos o manchas que lo componen (Taylor et al., 1993).

Genética de poblaciones: la atención se centra en la cuantificación de las “frecuencias alélicas


y genotípicas” en generaciones sucesivas. Los gametos producidos en una generación dan
lugar a los cigotos de la generación siguiente. Esta nueva generación tiene un acervo génico
reconstruido, que puede diferir del de la generación anterior. Las poblaciones son dinámicas;
pueden crecer y expansionarse o disminuir y contraerse mediante cambios en las tasas de
nacimiento o mortalidad, o por migración o fusión con otras poblaciones. Esto tiene
consecuencias importantes y, con el tiempo, puede dar lugar a cambios en la estructura
genética de la población (Cabrera y Camacho, s.f).

18. Área Natural Protegida

Las Áreas Naturales Protegidas son las zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que
la nación ejerce su soberanía y jurisdicción en donde los ambientes originales no han sido
significativamente alterados por la actividad del ser humano o que requieren ser preservadas
y restauradas. Se crean mediante un decreto presidencial y las actividades que pueden
llevarse a cabo en ellas se establecen de acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico
y Protección al Ambiente, su Reglamento, el programa de manejo y los programas de
ordenamiento ecológico. Están sujetas a regímenes especiales de protección, conservación,
restauración y desarrollo, según categorías establecidas en la Ley. La Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas administra actualmente 176 áreas naturales de carácter federal
que representan más de 25,394,779 hectáreas. Y están divididas en Nueve Regiones en el
país (SERMANAT, 2016).

19. Convenio de diversidad biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional jurídicamente


vinculante con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los
beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su objetivo general es
promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible. La conservación de la diversidad
biológica es interés común de toda la humanidad. El Convenio sobre la Diversidad Biológica
cubre la diversidad biológica a todos los niveles: ecosistemas, especies y recursos genéticos.
También cubre la biotecnología, entre otras cosas, a través del Protocolo de Cartagena sobre
Seguridad de la Biotecnología. De hecho, cubre todos los posibles dominios que están directa
o indirectamente relacionados con la diversidad biológica y su papel en el desarrollo, desde
la ciencia, la política y la educación a la agricultura, los negocios, la cultura y mucho más.
El órgano rector del CDB es la Conferencia de las Partes (COP). Esta autoridad suprema de
todos los Gobiernos (o Partes) que han ratificado el tratado se reúne cada dos años para
examinar el progreso, fijar prioridades y adoptar planes de trabajo. La Secretaría del
Convenio sobre la Diversidad Biológica (SCDB) tiene su sede en Montreal, Canadá. Su
principal función es ayudar a los Gobiernos a aplicar el CDB y sus programas de trabajo,
organizar reuniones, redactar borradores de documentos, coordinar la labor del Convenio con
la de otras organizaciones internacionales y recopilar, así como difundir información. El
Secretario Ejecutivo es el director de la Secretaría (Naciones Unidas, s.f).

20. Especie endémica

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