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MANUAL DE PROCEDIMIENTO PARA LAS JUNTAS

CANTONALES DE PROTECCIÓN DE DERECHOS


(Versión preliminar)

Juan Pablo Aguilar A.

Intervino en la preparación de este manual el equipo de trabajo,


conformado para dar apoyo a la Junta Metropolitana de Protección de Derechos de
Quito e integrado por:

Estefanía Aguirre
Gabriela Arpi
Mary Benítez
Pablo Campaña
Patricia Carrión
Diana Encalada
Ricardo Freire
Cristina Mantilla
Cristina Moreno
Carla Patiño
Francisca Sánchez
Sebastián Sevilla
Carolina Silva
Mónica Vinueza

Se contó con el apoyo de las integrantes


de la Junta Metropolitana de Protección de Derechos de Quito:

María Soledad Armijos


Sandra Ruiz
Glenda Yager

Quito
Noviembre de 2007
ADVERTENCIA

Este documento es una primera versión de lo que podría constituirse en un Manual de


Procedimiento para las Juntas Cantorales de Protección de Derechos. Se basa en la
experiencia de dos meses de trabajo del equipo contratado por el Instituto Nacional de la
Niñez y la Familia, para dar apoyo a las labores de la Junta Metropolitana de Protección de
Derechos de Quito.

Recoge, en consecuencia, las necesidades que a partir de ese trabajo se ha podido constatar
que existen entre los integrantes de las juntas de protección de derechos y pretende dar
respuesta a algunos de los problemas que se han venido presentando desde la creación de las
juntas.

El procedimiento administrativo de protección de derechos, si bien no es un procedimiento


judicial, sí es un procedimiento de orden jurídico y, por lo tanto, requiere que quienes lo
tramitan conozcan las normas y principios que sobre la materia establece el derecho
administrativo. El hecho de que los integrantes de las j untas no sean necesariamente personas
con formación jurídica, hace necesario manuales como éste, que buscan poner a su
disposición los elementos básicos de la teoría jurídica, que deberían aplicarse en el trabajo de
las juntas de protección de derechos.

Es por eso que consideramos que este primer producto debería ser puesto a disposición de los
posibles interesados y, fundamentalmente, de quienes sin ser abogados trabajan en protección
de derechos de niños, niñas y adolescentes. Eso permitirá identificar necesidades que no han
sido cubiertas, vacíos, explicaciones que no tengan la suficiente claridad, etc.

Sugerimos, por ello, que este documento se difunda ampliamente y se reciban todas las
observaciones que se le puedan hacer para, con ellas, poder contar con un documento más
completo y útil.

Agradecemos la colaboración que, con sus inquietudes y sus experiencias, han brindado a este
trabajo las integrantes de la Junta Metropolitana de Protección de Derechos de Quito, María
Soledad Armijos, Sandra Ruiz y Glenda Yager.

EL EQUIPO DE TRABAJO

1
I
EL SISTEMA NACIONAL DESCENTRALIZADO DE PROTECCION
INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

La existencia de un Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral de la


Niñez y Adolescencia es una exigencia de la Constitución Política de la República.
Las reglas constitucionales para el funcionamiento de ese sistema establecen la
existencia de un órgano rector nacional, encargado de definir políticas, cuya
integración debe incluir, paritariamente, representantes del estado y de la sociedad
civil. Se dispone, además, que los gobiernos seccionales se encarguen de formular
políticas locales y destinar recursos para servicios y programas orientados a la niñez y
la adolescencia.

El Estado organizará un sistema nacional descentralizado de protección integral


para la niñez y la adolescencia, encargado de asegurar el ejercicio y garantía de sus
derechos. Su órgano rector de carácter nacional se integrará paritariamente entre
Estado y sociedad civil y será competente para la definición de políticas. Formarán parte de
este sistema las entidades públicas y privadas.

Los gobiernos seccionales formularán políticas locales y destinarán recursos


preferentes para servicios y programas orientados a niños y adolescentes.

Constitución Política de la República, artículo 52

El Código de la Niñez y Adolescencia establece la organización del Sistema exigido


por la Constitución y lo define, en su artículo 190, como un “conjunto articulado y
coordinado de organismos, entidades y servicios, públicos y privados, que definen,
ejecutan; controlan y evalúan las políticas, planes, programas y acciones, con el
propósito de garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia; define
medidas, procedimientos; sanciones y recursos, en todos los ámbitos, para asegurar la
vigencia, ejercicio, exigibilidad y restitución de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes”.

El Sistema Nacional Descentralizado tiene, tres niveles institucionales:

1. Nivel de definición, planificación control y evaluación de políticas;

2. Nivel de protección, defensa y exigibilidad de derechos; y,

3. Nivel de ejecución de políticas, planes, programas y proyectos.

2
CONSEJO NACIONAL
DE LA N Y A
DEFINICIÓN
DE POLÍTICAS
CONSEJOS
CANTONALES
DE LA N Y A

JUNTAS DE
PROTECCIÓN JUECES
PROTECCIÓN

ORGANISMOS
EJECUCIÓN
EJECUTORES

El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, que tiene una Secretaría Ejecutiva


como instancia técnico-administrativa, es el órgano de carácter nacional encargado de
la definición y evaluación de las políticas.

En el ámbito local se establecen consejos cantonales de la niñez y adolescencia, cuya


conformación es responsabilidad de los gobiernos municipales, quienes deben
establecerlos “de manera progresiva de acuerdo a las condiciones y circunstancias
de cada cantón”, tal como ordena el artículo 201 del Código de la Niñez y
Adolescencia, con el apoyo del Consejo Nacional. También estos consejos cuentan
con secretarías ejecutivas a cargo de las tareas técnicas y administrativas.

En el nivel de protección, defensa y exigibilidad de derechos, se establecen órganos


de carácter administrativo, como las juntas cantorales de protección (a las que se hará
referencia más adelante), las defensorías comunitarias y la policía especializada.
Pertenece también a este nivel, pero dentro del ámbito judicial, la administración de
justicia especializada en niñez y adolescencia.

El nivel de ejecución está integrado, como lo dispone el artículo 209 del Código de la
Niñez y Adolescencia, por “entidades públicas y privadas de atención que tienen a su
cargo la ejecución de políticas, planes, programas, proyectos, acciones y medidas
de protección y sanción, de acuerdo a las políticas y planes definidos por los
organismos competentes y a las instrucciones de la autoridad que legitimó su
funcionamiento”.

3
SNDPINA

Definición, Planificación, Protección, defensa y Ejecución de Políticas, Planes,


Control y Evaluación de exigibilidad de Programas y proyectos
Políticas Derechos
• Entidades
• Consejo Nacional de la • Juntas Cantonales de Públicas de
Niñez y la Adolescencia Protección de Atención
Derechos
• Secretaria • Entidades
Ejecutiva del • Administración de Privadas de
CNNA Justicia Especializada Atención
de la Niñez y
• Consejo Cantonal de la Adolescencia
Niñez y la Adolescencia
• Preside Alcalde
• Otros
Secretaria del
Consejo

ELABORACIÓN: Pablo Campaña

4
II
LAS JUNTAS CANTONALES DE PROTECCIÓN DE DERECHOS Y SUS
COMPETENCIAS

A
LAS JUNTAS CANTONALES DE PROTECCIÓN DE DERECHOS

Para la protección de los derechos individuales y colectivos de niños, niñas y


adolescentes, se establecen como instancia administrativa las juntas cantorales de
protección de derechos, que son creadas y financiadas por las municipalidades.

Cuando hablamos de instancia administrativa, nos referimos al hecho de que las


juntas pertenecen a la administración pública, en este caso, a la administración
municipal, y no es una instancia propia de la Función Judicial. Las reglas que rigen la
actuación de las juntas son, entonces, las propias del derecho administrativo; se trata,
entonces, de órganos que no pueden ejercer sino las atribuciones que le asigna una
norma expresa y que se someten a los principios del procedimiento administrativo
(ver sección III, letra A)

Las juntas cantorales se integran con tres miembros principales y sus respectivos
suplentes, elegidos por el Consejo Cantonal de la Niñez y Adolescencia, de entre
candidatos propuestos por la sociedad civil, que acrediten formación técnica
necesaria para cumplir con las responsabilidades propias del cargo. Duran tres años
en sus funciones y pueden ser reelegidos por una sola vez.

B
COMPETENCIA

Las competencias fundamentales de las juntas se relacionan con la protección de los


derechos de niños, niñas y adolescentes. Para ello les corresponde:

a) Conocer, de oficio o a petición de parte, los casos de amenaza o violación de


derechos (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 206:a);

b) Disponer las medidas administrativas de protección que sean necesarias para


proteger el derecho amenazado o restituir el derecho violado (Código de la Niñez
y Adolescencia, arts. 206:a y 235:a);

c) Vigilar que los reglamentos y prácticas institucionales de las entidades de


atención no violen los derechos de la niñez y adolescencia (Código de la
Niñez y Adolescencia, art. 206:g); y,

d) Conocer y sancionar las infracciones sancionadas con amonestación y, si se trata


de infracciones administrativas que merezcan otras sanciones, o de infracciones
penales, denunciarlas ante las autoridades competentes (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 235:b y f).

5
Corresponde las juntas vigilar la ejecución de sus medidas (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 206:b) y, para ello, deben llevar el registro de las familias,
adultos, niños, niñas y adolescentes del respectivo a quienes se haya aplicado
medidas de protección (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 206:e). De
incumplirse sus decisiones, las juntas deben interponer las acciones necesarias ante
los órganos judiciales competentes para conseguir el cumplimiento de sus decisiones
(Código de la Niñez y Adolescencia, art. 206:c) (ver la letra E de esta sección).

De ser necesario para cumplir cualquiera de sus atribuciones, las juntas pueden
requerir de los funcionarios públicos de la administración central y seccional las
información y documentos que requieran (Código de la Niñez y Adolescencia, art.
206:d);

C
COMPETENCIA TERRITORIAL

La competencia territorial de las juntas depende de lo que establezca la respectiva


municipalidad, al momento de crearlas, pues el Código de la Niñez y Adolescencia
dispone que pueden ser cantorales o parroquiales (art. 205).

En consecuencia, pueden crearse una o varias juntas con competencia en todo un


cantón, o juntas con competencia parroquial. Nos parece que lo más conveniente, en
esta materia, es contar con juntas ubicadas territorialmente en las parroquias, pero con
competencia en todo el cantón, para acercar el servicio de las juntas a quienes lo
necesiten. En caso contrario, se producirán problemas de acceso por generarse la
competencia, por ejemplo, en una parroquia alejada de la vivienda de quien denuncia.

La competencia se genera, por tratarse de violaciones de derechos, en el lugar en que


esos derechos son violados. En consecuencia, las juntas son competentes de tratar las
violaciones de derechos producidas en el territorio en el que tienen competencia.
Cualquier otra forma d entender el tema podría convertirse en obstáculo para la
protección de derechos; pensar en que las juntas son competentes por el lugar en que
se encuentre quien haya sido afectado por la violación, por ejemplo, facilitaría que
con un desplazamiento hacia otro cantón o parroquia, se impida el ejercicio de la
competencia.

El sitio en que se encuentre el afectado puede definir la competencia únicamente


cuando no se pueda establecer con claridad el lugar en el que se produjo la violación
del derecho.

D
MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Las medidas de protección pueden ser administrativas o judiciales, correspondiendo


solo las primeras a las juntas de protección (Código de la Niñez y Adolescencia, arts.
215 y 218).

Se las aplica cuando se ha producido una violación de derechos, o existe el riesgo


inminente de que se produzca, por acción u omisión del estado, la sociedad, los
progenitores o responsables o el propio niño o adolescente. Su objetivo es

6
conseguir que cese el acto de amenaza, se restituya un derecho vulnerado o se asegure
el respeto permanente de los derechos de niños, niñas y adolescentes (Código de la
Niñez y Adolescencia, art. 215). Pueden decretarse uno o más medidas para un mismo
caso y aplicarse en forma simultánea o sucesiva, sin perjuicio de las sanciones que
deban imponerse en determinados casos (Código de la Niñez y Adolescencia, art.
216).

Las medidas de protección pueden imponerse y obligan al estado, sus funcionarios o


empleados o cualquier particular, incluidos los progenitores, parientes, personas
responsables de su cuidado, maestros, educadores y el propio niño, niña o
adolescentes (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 215).

EL ARTÍCULO 215 DEL CÓDIGO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DISPONE


QUE EN LA APLICACIÓN DE LAS MEDIDAS SE DEBEN PREFERIR
AQUELLAS QUE PROTEJAN Y DESARROLLEN LOS VÍNCULOS
FAMILIARES Y COMUNITARIOS.

Hay medidas de protección de carácter general (Código de la Niñez y Adolescencia,


art. 217) y medidas de protección para casos especiales. Como puede verse en la lista
de medidas generales previstas por el Código de la Niñez y Adolescencia, ésta son
disposiciones que pueden ser adoptadas por las juntas y que buscan el
restablecimiento de los derechos violentados. La medidas generales enumeradas por
el Código de la Niñez y Adolescencia son ejemplificativas y, en consecuencia, puede
recurrirse a cualquier otra que, sin estar expresamente contemplada en el Código,
permita restaurar los derechos afectados.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN ADMINISTRATIVAS,


DE CARÁCTER GENERAL

1.
Las acciones de carácter educativo, terapéutico, sicológico o material de apoyo al núcleo
familiar, para preservar, fortalecer o restablecer sus vínculos en beneficio del interés del
niño, niña o adolescente;

2.
La orden de cuidado del niño, niña o adolescente en su hogar;

3.
La reinserción familiar o retorno del niño, niña y adolescente a su familia biológica;

4.
La orden de inserción del niño, niña o adolescente o de la persona comprometidos en la
amenaza o violación del derecho, en alguno de los programas de protección que
contempla el Sistema y que, a juicio de la autoridad competente, sea el más adecuado según
el tipo de acto violatorio, como por ejemplo, la orden de realizar las investigaciones
necesarias para la identificación y ubicación del niño, niña o adolescente o de sus
familiares y el esclarecimiento de la situación social, familiar y legal del niño, niña o
adolescente, la orden de ejecutar una acción determinada para la restitución del derecho
conculcado, tal como: imponer a los progenitores la inscripción del niño, niña o
adolescente en el Registro Civil o disponer que un establecimiento de salud le brinde
atención de urgencia o que un establecimiento educativo proceda a matricularlo, etc.;

7
5.
El alejamiento temporal de la persona que ha amenazado o violado un derecho o
garantía, del lugar en que convive con el niño, niña o adolescente afectado; y,

6.
La custodia de emergencia del niño, niña o adolescente afectado, en un hogar de familia
o una entidad de atención, hasta por setenta y dos horas, tiempo en el cual el Juez dispondrá
la medida de protección que corresponda.

Código de la Niñez y Adolescencia, art. 217

Aparte de las medidas generales, el Código de la Niñez y Adolescencia establece otras


de carácter especial, aplicables en el caso de violaciones a derechos relacionados con
el trabajo de niños, niñas y adolescentes (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 94)
o a maltrato, abuso, explotación sexual tráfico y pérdida de niños, niñas y
adolescentes (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 79).

MEDIDAS DE PROTECCION EN RELACIÓN CON EL TRABAJO

1.
La orden de separar al niño, niña o adolescente de la actividad laboral;

2.
La inserción del niño, niña o adolescente y/o su familia, en un programa de protección; y,

3.
La separación temporal del medio familiar del niño, niña, adolescente o agresor, según sea
el caso.

Código de la Niñez y Adolescencia, art. 94

MEDIDAS DE PROTECCIÓN CONTRA EL MALTRATO, ABUSO,


EXPLOTACIÓN SEXUAL, TRÁFICO Y PÉRDIDA DE NIÑOS,
NIÑAS Y ADOLESCENTES

1.
Allanamiento del lugar donde se encuentre el niño, niña o adolescente, víctima de la
práctica ilícita, para su inmediata recuperación. Esta medida sólo podrá ser decretada por
el Juez de la Niñez y Adolescencia, quien la dispondrá de inmediato y sin formalidad alguna;

2.
Custodia familiar o acogimiento institucional;

3.
Inserción del niño, niña o adolescente y su familia en un programa de protección y
atención;

4.
Concesión de boletas de auxilio a favor del niño, niña o adolescente, en contra de la
persona agresora;

8
5.
Amonestación al agresor;

6.
Inserción del agresor en un programa de atención especializada;

7.
Orden de salida del agresor de la vivienda, si su convivencia con la víctima implica un riesgo
para la seguridad física, psicológica o sexual de esta última; y de reingreso de la víctima,
si fuere el caso;

8.
Prohibición al agresor de acercarse a la víctima o mantener cualquier tipo de contacto con
ella;

9.
Prohibición al agresor de proferir amenazas, en forma directa o indirecta, contra la víctima o
sus parientes;

10.
Suspensión del agresor en las tareas o funciones que desempeña;

11.
Suspensión del funcionamiento de la entidad o establecimiento donde se produjo el
maltrato institucional, mientras duren las condiciones que justifican la medida;

12.
Participación del agresor o del personal de la institución en la que se haya producido el
maltrato institucional, en talleres, cursos o cualquier modalidad de eventos formativos; y,

13.
Seguimiento por parte de los equipos de trabajo social, para verificar la rectificación de las
conductas de maltrato.

Código de la Niñez y Adolescencia, art. 79

E
SEGUIMIENTO, MODIFICACIÓN O REVOCACIÓN DE MEDIDAS

Las medidas de protección tienen como fin conseguir el respeto a los derechos de
niños, niñas y adolescentes; en consecuencia, deberán mantenerse en la medida en que
contribuyan a ese objetivo y, para ello, corresponde a las juntas de protección hacer el
seguimiento del caso, a fin de establecer la efectividad de las resoluciones adoptadas
(Código de la Niñez y Adolescencia, art. 219).

Para el efecto, las juntas deben llevar un registro de las medidas adoptadas (Código de
la Niñez y Adolescencia, art. 206:e) y establecer un sistema de seguimiento de sus
resoluciones, que incluya la presentación de informes periódicos sobre la manera en
que se están ejecutando las medidas ordenadas (Código de la Niñez y Adolescencia,
art. 206:b).

9
LA MODIFICACIÓN O REVOCACIÓN DE LAS MEDIDAS DEBE HACERSE
MEDIANTE RESOLUCIÓN MOTIVADA QUE MODIFIQUE O DEJE SIN EFECTO
LA QUE SE ADOPTÓ PARA TOMARLAS.

Este sistema de evaluación debe permitir que, en caso necesario, se modifiquen,


sustituyan o revoquen las medidas, atendiendo a las necesidades derivadas de la
protección de los derechos (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 219).

En caso necesario, y dependiendo de la medida de que se trate, corresponde las juntas


interponer acciones ante los órganos judiciales cuando sus disposiciones sean
desatendidas (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 206:c). Cuando se dispongan
medidas de protección y éstas no sean cumplidas, la junta, sin perjuicio de que lo haga
el denunciante, recurrirá al Juez de la Niñez y Adolescencia para la aplicación de las
sanciones por violación a los derechos. Para este efecto se observará el trámite
correspondiente de la acción de amparo constitucional (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 240).

F
SANCIONES

Las juntas son competentes para conocer y sancionar infracciones sancionadas con
amonestación (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 235:b) o con multa (Código de
la Niñez y Adolescencia, art. 245).

Las juntas no son competentes para sancionar infracciones cometidas por las
entidades de atención, pues eso corresponde al órgano u órganos que registraron y
autorizaron a la entidad infractora (Código de la Niñez y Adolescencia, arts. 213 y
235:c).

Si bien la letra b) del artículo 235 del Código de la Niñez y Adolescencia habla de
infracciones sancionadas con amonestación, esta última aparece enumerada como una
medida de protección en los casos de maltrato, abuso, explotación sexual, tráfico y
pérdida de niños, niñas y adolescentes (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 79:5),
y solo se hace referencia a ella como sanción en el caso de violación de las
prohibiciones referentes al trabajo (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 95:1)..

La violación de las prohibiciones contenidas en este título (del trabajo de niños, niñas y
adolescentes), será reprimida con una o más de las siguientes sanciones, sin perjuicio de
las contempladas en otros cuerpos legales:
1. Amonestación a los progenitores o a las personas encargadas del cuidado del niño, niña
o adolescente; y a quienes los empleen o se beneficien directamente con su trabajo;

Código de la Niñez y Adolescencia, art. 95

La amonestación está descrita como una sanción que implica recriminación verbal,
clara y directa, en el caso de los procedimientos judiciales, pero sin duda la definición
que allí se da es aplicable también para el caso de los procedimientos administrativos
(Código de la Niñez y Adolescencia, art. 369:1)

10
En el caso de las multas, estas se imponen, en primer lugar, en el caso de
incumplimiento de las prohibiciones relacionadas con el trabajo, de acuerdo con lo
que consta en el cuadro siguiente (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 95):

MULTA INFRACCIÓN
US $ 50-300 Cuando la infracción es cometida por los progenitores
o responsables del cuidado del niño, niña o
adolescente
US $ 200-1.000 Cuando la infracción sea cometida por el empleador o
cualquier persona que se beneficie directa o
indirectamente del trabajo del niño, niña o adolescente

Para las demás infracciones, que se detallan en el cuadro siguiente, se establece una
multa de cien a quinientos dólares (Código de la Niñez y Adolescencia, arts. 248 al
253):

INFRACCIONES CONTRA EL DERECHO A LA EDUCACIÓN (art. 249)


1. Los establecimientos educativos que nieguen o dificulten la participación
organizada de sus alumnos adolescentes en la planificación y ejecución de sus
programas, o que permitan prácticas disciplinarias que afecten los derechos y la dignidad
de los niños, niñas o adolescentes que estudian en sus establecimientos;

2. Las autoridades y docentes de establecimientos de educación, que se nieguen a oír


a un niño, niña o adolescente, que estén en condiciones de expresar su opinión, en aquellos
asuntos que son de su interés;

3. Los establecimientos educativos que nieguen o dificulten el ingreso de niños, niñas


y/o adolescentes por razones de salud, discapacidad, etnia, embarazo, condición social,
religiosa, política o ideológica, suyas o de sus padres o representantes legales;

4. Los establecimientos educativos que nieguen injustificadamente la matrícula a un


niño, niña o adolescente;

5. Los establecimientos educativos que expulsen injustificadamente a un


niño, niña o adolescente, no permitan su derecho a la defensa y nieguen las garantías del
debido proceso;

6. Los establecimientos educativos que impongan sanciones disciplinarias


injustificadas a un niño, niña o adolescente, no permitan su derecho a la defensa y
nieguen las garantías del debido proceso; y,

7. Los establecimientos y autoridades que violen el ejercicio del derecho de la diversidad


o identidad cultural.
El pago de la multa no exime a los establecimientos educativos de restituir el derecho
violado.
INFRACCIONES CONTRA EL DERECHO A LA INFORMACIÓN (art. 250)
1. Los medios de comunicación, cines, teatros y espectáculos públicos y los
responsables de sus programaciones, que no cumplan la obligación de anunciar, con la
debida anticipación, la naturaleza y clasificación de edad para la audiencia o ingreso a sus
programas;

2. Los directores de los medios de comunicación, los editores de videos y grabaciones


y los fabricantes y comerciantes de productos dirigidos a niños, niñas o adolescentes,

11
cuyas publicaciones, ediciones y envoltorios de productos contravengan las prohibiciones
contenidas en el artículo 46;

3. Los responsables de establecimientos y espectáculos, públicos o privados, que


admitan niños, niñas y adolescentes a programas y espectáculos no calificados como
adecuados para su edad; y,

4. Las personas que propicien o permitan cualquier forma de participación, pública


o privada, de niños, niñas y adolescentes en programas, mensajes comerciales y
espectáculos cuyos contenidos sean inadecuados para su edad.

INFRACCIONES CONTRA EL DERECHO A LA INTIMIDAD Y A LA IMAGEN


(art. 251)
1. Los medios de comunicación, los responsables de su programación o edición
y los periodistas, que difundan informaciones que permitan o posibiliten la identificación
de un adolescente involucrado en un enjuiciamiento penal, o de sus familiares;

2. Los medios y personas señalados en el numeral anterior, que publiquen o exhiban


reportajes, voz o imagen o cualquier dato o información que permita identificar a un
niño, niña o adolescente que ha sido objeto de cualquiera forma de maltrato o abuso sexual;

3. Los funcionarios públicos que por cualquier medio, directa o indirectamente, hagan
o permitan que se hagan públicos los antecedentes policiales o judiciales de los
adolescentes que hayan sido investigados, enjuiciados o privados de su libertad con motivo
de una infracción penal, en contravención de lo dispuesto por el artículo 53;

4. Los que utilicen la imagen de un niño, niña o adolescente en cualquier medio de


comunicación o recurso publicitario sin la autorización expresa de este último o de su
representante legal; y,

5. Las personas naturales o jurídicas que distorsionen, ridiculicen o exploten a


través de cualquier medio la imagen de los niños, niñas o adolescentes con discapacidad.

INFRACCIONES RELATIVAS A LA ADOPCIÓN (art. 252)


1. Los que condicionen el consentimiento para la adopción a una contraprestación
cualquiera de carácter económico; y,

2. El tutor o tutora que adopte a su pupila o pupilo sin haberse aprobado previamente
las cuentas de su administración.

OTRAS INFRACCIONES (art. 248 y 253)


Cualquier amenaza de violación de los derechos o garantías contemplados en el Código de
la Niñez y Adolescencia y más leyes, en favor de un niño, niña o adolescente, y cuya
conducta de acción u omisión no tenga asignada una sanción especial
1. Los directores de los establecimientos de salud que nieguen la prestación de servicios
médicos de emergencia a un niño, niña o adolescente; o la permanencia segura de un
recién nacido junto a su madre; o que de cualquier manera incumpla las obligaciones
descritas en el articulo 30, si de ello no resultare la muerte o perjuicio grave y permanente
para la salud el niño, niña, adolescente o madre;

2. Los pagadores, o quienes hagan sus veces, del sector público o privado, que no
cumplan la resolución judicial que ordena la retención de remuneraciones de un empleado,
obrero, jubilado o retirado para el pago de una pensión de alimentos en favor de un

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niño, niña o adolescente;

3. Los representantes legales de las entidades de atención que incumplan las


obligaciones señaladas en el artículo 211. En la misma sanción incurrirán, en casos de
similar incumplimiento, las personas naturales que tengan a su cargo un programa de
protección;

4. Los funcionarios públicos, de la administración central y seccional, que no


remitan oportunamente la información y documentos que les sean requeridos por las
Juntas Cantonales de Protección de Derechos o los Municipios, para el cumplimiento de sus
funciones;

5. Los ministros jueces, miembros de los Concejos Cantonales de la Niñez y


Adolescencia y de las Juntas de Protección de Derechos y de los municipios, los jueces y
funcionarios públicos, que se nieguen a oír a un niño, niña o adolescente, que estén en
condiciones de expresar su opinión, en aquellos asuntos que son de su interés;

6. Los que por cualquier medio pongan restricciones que impidan el ejercicio del
derecho de reunión y libre asociación de un niño, niña o adolescente, fuera de los casos
expresamente permitidos por la ley;

7. Los miembros del Ministerio Público, los defensores de la niñez y adolescencia,


los defensores de oficio, abogados, peritos, secretarios, oficiales y auxiliares de los
tribunales y juzgados, que retarden injustificadamente los procedimientos judiciales
reglados en este Código;

8. Los que utilicen o permitan que se utilice a niños, niñas o adolescentes que no
hayan cumplido dieciséis años, en programas o espectáculos de proselitismo político o
religioso;

9. Los establecimientos comerciales y personas que vendan bebidas alcohólicas y


cigarrillos a menores de dieciocho años;

10. Los que violen el derecho a la asociación, reunión y manifestación de los


niños, niñas y adolescentes, en los términos consagrados en este Código; y,

11. Los funcionarios públicos que impidan el derecho de los niños, niñas y
adolescentes a su identidad e identificación.

Las multas recaudadas se depositarán directamente en los fondos municipales para


la protección de la niñez y adolescencia (Código de la Niñez y Adolescencia, arts.
246 y 304:5).

El cobro de las multas, en caso necesario, lo hará la respectiva municipalidad


mediante el ejercicio de la acción coactiva (Código de la Niñez y Adolescencia, art.
246).

13
III
EL PROCEDIMIENTO

A
PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO

Tanto para la imposición de infracciones, como para la adopción de medidas de


protección, el Código de la Niñez y Adolescencia establece un procedimiento
administrativo a cargo de las juntas de protección de derechos. Si bien la referencia a
este procedimiento es expresa para el caso de medidas de protección y
amonestaciones (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 235), debe entendérselo
aplicable también al caso de imposición de multas, pues de esa manera se garantiza el
respeto a las garantías del debido proceso.

Por tratarse de un procedimiento administrativo, deben aplicarse a él los principios


claramente establecidos por la doctrina del derecho administrativo. Estos principios,
que se enumeran en el recuadro siguiente, deben servir como criterio de interpretación
para solucionar los problemas que se presenten a lo largo del procedimiento y suplir
los vacíos que puedan presentarse en las normas aplicables.

PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Principio de legalidad.- Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la


Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo
con los fines para los que les fueron conferidas.

Principio del debido procedimiento.- Los administrados gozan de todos los derechos y
garantías inherentes al debido procedimiento administrativo, que comprende el derecho a
exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y
fundada en derecho. La institución del debido procedimiento administrativo se rige por los
principios del Derecho Administrativo. La regulación propia del Derecho Procesal Civil es
aplicable sólo en cuanto sea compatible con el régimen administrativo.

Principio de impulso de oficio.- Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el


procedimiento y ordenar la realización o práctica de los actos que resulten convenientes para
el esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias.

Principio de razonabilidad.- Las decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen


obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a los
administrados, deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y manteniendo
la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que deba tutelar, a fin de
que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido.

Principio de imparcialidad.- Las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de


discriminación entre los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente
al procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés
general.

Principio de informalismo.- Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma


favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo
que sus derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que
puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte

14
derechos de terceros o el interés público.

Principio de presunción de veracidad.- En la tramitación del procedimiento administrativo,


se presume que los documentos y declaraciones formulados por los administrados en la
forma prescrita por esta Ley, responden a la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta
presunción admite prueba en contrario.

Principio de conducta procedimental.- La autoridad administrativa, los administrados, sus


representantes o abogados y, en general, todos los partícipes del procedimiento, realizan sus
respectivos actos procedimentales guiados por el respeto mutuo, la colaboración y la buena
fe. Ninguna regulación del procedimiento administrativo puede interpretarse de modo tal que
ampare alguna conducta contra la buena fe procesal.

Principio de celeridad.- Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación


de tal modo que se dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones
procesales que dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de
alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al
debido procedimiento o vulnere el ordenamiento.

Principio de eficacia.- Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer
el cumplimiento de la finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya
realización no incida en su validez, no determinen aspectos importantes en la decisión final,
no disminuyan las garantías del procedimiento, ni causen indefensión a los administrados.
En todos los supuestos de aplicación de este principio, la finalidad del acto que se privilegie
sobre las formalidades no esenciales deberá ajustarse al marco normativo aplicable y su
validez será una garantía de la finalidad pública que se busca satisfacer con la aplicación de
este principio.

Principio de verdad material.- En el procedimiento, la autoridad administrativa competente


deberá verificar plenamente los hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual
deberá adoptar todas las medidas probatorias necesarias autorizadas por la ley, aun cuando
no hayan sido propuestas por los administrados o hayan acordado eximirse de ellas.
En el caso de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa estará facultada a
verificar por todos los medios disponibles la verdad de los hechos que le son propuestos por
las partes, sin que ello signifique una sustitución del deber probatorio que corresponde a
éstas. Sin embargo, la autoridad administrativa estará obligada a ejercer dicha facultad
cuando su pronunciamiento pudiera involucrar también al interés público.

Principio de participación.- Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos
los administrados para acceder a la información que administren, sin expresión de causa,
salvo aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o las
que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades de participación de los
administrados y de sus representantes, en aquellas decisiones públicas que les puedan
afectar, mediante cualquier sistema que permita la difusión, el servicio de acceso a la
información y la presentación de opinión.

Principio de simplicidad.- Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán


ser sencillos, debiendo eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos
exigidos deberán ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir.

Principio de uniformidad.- La autoridad administrativa deberá establecer requisitos


similares para trámites similares, garantizando que las excepciones a los principios generales
no serán convertidos en la regla general. Toda diferenciación deberá basarse en criterios
objetivos debidamente sustentados.

15
Principio de predictibilidad.- La autoridad administrativa deberá brindar a los
administrados o sus representantes información veraz, completa y confiable sobre cada
trámite, de modo tal que a su inicio, el administrado pueda tener una conciencia bastante
certera de cuál será el resultado final que se obtendrá.

Principio de privilegio de controles posteriores.- La tramitación de los procedimientos


administrativos se sustentará en la aplicación de la fiscalización posterior; reservándose la
autoridad administrativa, el derecho de comprobar la veracidad de la información presentada,
el cumplimiento de la normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso que
la información presentada no sea veraz.

FUENTE: Ley peruana de Procedimiento Administrativo General

En el caso especial de procedimientos relacionados con niños o niñas debe tomarse en


cuenta, como principio básico, establecido por la Constitución Política de la
República, el del interés superior de los niños, cuyos derechos prevalecen sobre los de
los demás.

Será obligación del Estado, la sociedad y la familia, promover con máxima prioridad el
desarrollo integral de niños y adolescentes y asegurar el ejercicio pleno de sus derechos.
En todos los casos se aplicará el principio del interés superior de los niños, y sus derechos
prevalecerán sobre los de los demás.

Constitución Política de la República, art. 48

B
INICIO DEL PROCEDIMIENTO DE OFICIO

Las juntas de protección pueden iniciar cualquier procedimiento de oficio, esto es, por
su propia iniciativa.

Esto ocurre cuando por cualquier medio llegue a conocimiento de una junta la
existencia de hechos que impliquen amenaza o violación de derechos de niños, niñas
o adolescentes (Código de la Niñez y Adolescencia, arts. 206:a y 237).

C
INICIO DEL PROCEDIMIENTO A PETICIÓN DE PARTE

a)
Quién puede acudir ante las juntas

En derecho, se considera que solo pueden intervenir en un procedimiento


administrativo o judicial, quienes tengan legitimación o estén legitimados para
hacerlo, esto es, aquellos que tengan interés directo en el procedimiento. En el caso
del procedimiento ante las juntas de protección, toda persona está legitimada y puede
intervenir y presentar pedidos. El artículo 236 del Código de la Niñez y Adolescencia
no establece limitación alguna en este sentido y, más bien, dejan en claro que quien
tenga interés en el asunto puede acudir ante las juntas, incluyendo los niños, niñas o
adolescentes, pues se considera que en este caso no está en juego un interés

16
individual, sino el interés público que debe actuar ante la violación de los derechos de
niños, niñas o adolescentes.

LEGITIMACIÓN.- En sentido propio, legitimación es la cualidad de un sujeto que


consiste en la posibilidad de obtener tutela del sistema jurídica ante situaciones
determinadas

Diccionario Jurídico Espasa

b)
Cómo se puede acudir ante las juntas

Quien esté interesado en acudir ante las juntas puede hacerlo mediante denuncia
verbal o escrita (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 237).

c)
Denuncia verbal

Las juntas están obligadas a recibir cualquier denuncia, aunque ésta no se presente por
escrito. Es necesario, sin embargo, que al momento de recibir la denuncia en la junta,
se registren por escrito al menos los siguientes datos (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 237):

1. Nombres, apellidos, edad y domicilio del denunciante y la calidad en la que


comparece, con indicación del lugar al que se le pueden hacer llegar las
notificaciones que corresponda;

2. La fecha de presentación de la denuncia;

3. La identificación más detallada posible del niño, niña o adolescente afectado;

4. La identificación más detallada posible de la persona o entidad denunciada; y,

5. Las circunstancias del hecho denunciado, con indicación del derecho afectado o
de la irregularidad imputada.

EN TODOS CASOS, YA SEA LA DENUNCIA VERBAL, YA ESCRITA, DEBEN


ESTABLECERSE CON ABSOLUTA CLARIDAD LAS PRETENSIONES DEL
DENUNCIANTE, A QUÉ HECHOS SE REFIERE Y QUÉ ES LO QUE SOLICITA.
ES DESEABLE QUE, INCLUSO, SI EL DENUNCIANTE ESTÁ EN CAPACIDAD
DE HACERLO, DETERMINE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN QUE SOLICITA.

d)
Denuncia escrita

La denuncia puede presentarse también por escrito, utilizando para ello cualquier vía.
La denuncia debe contener, al menos, lo siguiente (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 237):

17
1. El organismo ante el cual se comparece;

2. Nombres, apellidos, edad y domicilio del denunciante y la calidad en la que


comparece, con indicación del lugar al que se le pueden hacer llegar las
notificaciones que corresponda;

3. La identificación más detallada posible del niño, niña o adolescente afectado;

4. La identificación más detallada posible de la persona o entidad denunciada; y,

5. Las circunstancias del hecho denunciado, con indicación del derecho afectado o
de la irregularidad imputada.

Solo se pedirá la presentación de cédulas o partidas de nacimiento, cuando se tenga


dudas fundadas sobre la edad de un adolescente. En todo caso, esta presentación
puede hacerse en el momento de la audiencia y no necesariamente con la denuncia.

Se pedirá un original y el número de copias de la denuncia que requiera la junta para


el trámite correspondiente. Se considera como necesario un original y una copia por
cada una de las personas que debe ser citada al procedimiento.

La falta de cualquiera de estos requisitos no impedirá que la denuncia sea recibida. La


persona que la reciba, sin embargo, deberá indicar al denunciante los defectos que
encuentre en la denuncia y le guiará para que los corrija, indicándole que, de no
hacerlo, la junta se lo pedirá por escrito.

Aunque el denunciante insista en no corregir su denuncia, ésta será recibida.

De la misma forma se procederá si quien recibe la denuncia encuentra que la misma


se refiere a temas que no son competencia de la junta.

Al pie de la denuncia se hará constar una razón en la que se indique la fecha y hora de
recepción. Al denunciante se le entregará la fe de recepción de su denuncia, ya en la
copia de la misma, ya en documento aparte.

La razón de recepción de la denuncia puede redactarse de la siguiente manera:

Junta Metropolitana de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia.-


Recibida el día de hoy, ….. de ………… de …………., a las …. horas.
f.) El funcionario que recibe

e)
Utilización de medios electrónicos

En la medida de sus posibilidades, las juntas deberían establecer la posibilidad de que


las denuncias sean enviadas por correo electrónico, siempre que cumplan con los
requisitos que se han establecido en las letras anteriores y pueda establecerse con
claridad quién es el denunciante.

18
f)
Caso de denuncias confusas o incompletas

Una vez recibida la denuncia, ésta pasará a conocimiento de la junta. Si esta última
encuentra que a denuncia es confusa o que falta algún elemento indispensable para
que se le pueda dar trámite, dentro de las cuarenta y ocho horas de recibida la
denuncia dirigirá una comunicación escrita al denunciante y le pedirá que haga las
aclaraciones necesarias o que complete su denuncia. Para ello, se concederá tres días
hábiles al denunciante.

Si el denunciante no cumple con lo pedido, la junta expedirá una resolución en la que


conste que se abstiene de tramitar la denuncia. Esta resolución deberá ponerse en
conocimiento del denunciante, indicándole que si no está de acuerdo con ella puede
presentar su reclamo ante la misma junta o ante el Juez de la Niñez y Adolescencia.

g)
Caso de denuncias que corresponda conocer a otras autoridades

Si la denuncia se refiere a un tema sobre el cual la junta no tenga competencia, se


deberá dirigir una comunicación escrita al denunciante indicándole este particular y,
adicionalmente, la denuncia deberá remitirse a la autoridad competente, salvo en el
caso de que el competente sea el Juez de la Niñez, en que el envío debe hacerlo el
propio interesado.

h)
No todo documento que se presenta ante la junta es una denuncia o debe dar
inicio a un procedimiento administrativo de protección de derechos

Hay varias clases de comunicaciones que pueden presentarse ante la junta y que no
deben considerarse denuncias o no pueden servir como antecedente para dar inicio a
un procedimiento administrativo de protección de derechos.

En estos casos, las juntas deberán limitarse a contestar avisando recibo de la


comunicación o entregando la información o los datos que se le soliciten.

Esta clase de documentos deberá archivarse en un expediente único de


comunicaciones recibidas, independiente de la documentación relacionada con los
procedimientos administrativos de protección de derechos.

D
AVOCATORIA

Si la denuncia es clara y completa, o si ha sido aclarada y completada, la junta deberá


avocar conocimiento de la misma dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la
recepción de la denuncia o de las aclaraciones solicitadas.

AVOCAR.- Atraer a sí algún juez o tribunal los autos para su conocimiento.

Juan Ramírez Gronda, Diccionario Jurídico

19
Debe tomarse en cuenta que el hecho de avocar no implica, necesariamente, que la
junta sea competente para resolver un tema determinado, pues en el curso del
procedimiento puede hacerse patente la incompetencia y habrá que declarar este
particular al momento de resolver (ver la letra I de esta sección).

La avocatoria implica que se da inicio a un procedimiento administrativo de


protección de derechos y, en consecuencia, a partir de ella deberá abrirse un
expediente en el que conste, ordenada cronológicamente, toda la documentación
relacionada con el caso.

Debe darse un número a cada expediente, a fin de poder identificarlo. Se sugiere que
la numeración sea anual.

Adicionalmente, es necesario llevar un registro informático de los expedientes que se


vaya abriendo.

La avocatoria constará por escrito en el expediente, a continuación de la denuncia.


Debe fijar día y hora para que tenga lugar la audiencia en la que se oirá a las partes y
su texto puede ser el siguiente:

CASO No. …….

Junta de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia de


…………………..- En la ciudad de Quito, a los …. días del mes de …….. de …….,
siendo las …… horas, la Junta de Protección de Derechos AVOCA
CONOCIMIENTO de la denuncia presentada por …………………….. en relación
con ……………………. Córrase traslado con la denuncia a ………………………
Fíjase el día ………………, a partir de las ………. horas, para que tenga lugar, en
……………, la audiencia a la que se refiere el artículo 238 del Código de la Niñez y
Adolescencia. Notifíquese al denunciante y cítese a las siguientes personas
…………………….., a quienes se les advertirá la obligación que tienen de fijar
domicilio para futuras notificaciones. f) Primer Integrante de la Junta; Segundo
Integrante de la Junta; Tercer Integrante de la Junta; Secretario.

E
MEDIDAS DE EMERGENCIA

Al momento de la avocatoria, la junta puede adoptar medidas de emergencia, para


impedir la continuación de situaciones violatorias de derechos.

Es necesario entender, sin embargo, que estas medidas deben adoptarse en casos
excepcionales y siempre que exista evidencia clara de la violación de los derechos.
Las meras afirmaciones de las denuncias no pueden considerarse como evidencia de
la violación mientras no se prueben adecuadamente.

Existen, sin embargo, casos en que la misma denuncia acompaña constancias


documentales o pruebas de otro tipo que hacen evidente la existencia de situaciones
violatorias de derechos. La avocatoria, en estos casos, y solo en estos casos, puede

20
disponer una medida de emergencia y provisional que permita proteger los derechos
de los afectados mientras se tramita el procedimiento.

F
CITACIÓN Y NOTIFICACIÓN

La avocación, y la realización de la audiencia, deben ponerse en conocimiento del


denunciante y de los demás interesados, incluidos los niños, niñas o adolescentes que
tengan relación con los hechos motivo de la denuncia.

El denunciante debe, al momento de hacer su denuncia, señalar el sitio en el que se le


puede hacer conocer todo lo relacionado con el procedimiento. En consecuencia, se le
notificará en ese lugar.

A las demás personas, por no haber aún intervenido en el procedimiento, se les deberá
citar.

CITACION.- Es el acto por el cual se hace saber al denunciado el contenido de


la denuncia.

NOTIFICACION.- Es el acto por el cual se pone en conocimiento de las partes, o


de otras personas o funcionarios, en su caso, las providencias o resoluciones, o se
hace saber a quien debe cumplir una resolución administrativa.

El texto de la citación puede ser el siguiente:

JUNTA DE PROTECCIÓN DE DERECHOS DE LA NIÑEZ Y


ADOLESCENCIA DE
………………………….
CASO No. …….

NOMBRE Y DIRECCIÓN DEL CITADO

El día ………………………….., la Junta de Protección de Derechos de la Niñez y


Adolescencia de ……………………. avocó conocimiento de la denuncia, cuya copia
adjunto, presentada el día ………………………, por ………., conforme consta en la
providencia cuya copia adjunto. En consecuencia, me permito notificarle que el día
…………….., a partir de las ………. horas, en ……………….., tendrá lugar la
audiencia en la que usted podrá hacer conocer su criterio en relación con la referida
denuncia, presentar las pruebas de descargo que creyere del caso o indicar la forma
en que deberán obtenerse las mismas. (DE SER EL CASO, SE INDICARÁ QUE
DEBERÁN ESTAR PRESENTES LOS NIÑOS, NIÑAS O ADOLESCENTES
INVOLUCRADOS)
f.) Secretario

Se dejará constancia, al pie de la citación, de la forma en que la misma fue realizada.

21
La citación, dice el último inciso del artículo 237 del Código de la Niñez y
Adolescencia, debe hacerse personalmente o mediante una boleta dejada en el
domicilio del citado en día y hora hábiles. Son días y horas hábiles aquellos fijados
para el trabajo de las dependencias administrativas, en este caso, de la junta de
protección de derechos.

Deben, entonces, aplicarse las reglas que para el efecto establece el artículo 77 del
Código de Procedimiento Civil.

La citación en persona implica la entrega directa de esta última al citado.

La citación por boleta debe hacerse entregando la citación en el domicilio del citado,
en días y horas hábiles, entregándola a cualquier individuo de su familia o de servicio.

La persona que reciba la citación deberá firmar la fe de recepción correspondiente y,


si no quiere hacerlo, el citador sentará razón del particular, con un texto como el
siguiente, que se incorporará al expediente:

En la ciudad de ……, a los ….. días del mes de …….. de ……, siendo las …. horas,
cité con la providencia de la Junta de Protección de Derechos de ……………, de
fecha …………………, a ……………….., entregando la correspondiente boleta a
……………, en el domicilio del citado. Dejo constancia que quien recibió la citación
se negó a suscribir la correspondiente fe de recepción.
f.) El citador

Si no hubiere a quién entregar la citación, se la fijará en la puerta del domicilio y el


citador debe sentar la razón correspondiente, con un texto como el siguiente, que se
incorporará al expediente:

En la ciudad de ……, a los ….. días del mes de …….. de ……, siendo las …. horas,
cité con la providencia de la Junta de Protección de Derechos de ……………, de
fecha …………………, a ……………….., fijando la correspondiente boleta en la
puerta de su domicilio, por no haberse encontrado persona alguna a la que
entregársela.
f.) El citador

Es responsabilidad del citador cerciorarse de que la dirección del domicilio del citado
es la correcta.

El hecho de que la junta ha avocado conocimiento de la denuncia debe hacerse


conocer también al denunciante, con una notificación como la siguiente, entregada en
el lugar que se haya fijado para ello en la denuncia:

22
JUNTA DE PROTECCIÓN DE DERECHOS DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA DE
……………………………..
CASO No. …….

NOMBRE Y DIRECCIÓN DEL NOTIFICADO

El día ………………………….., la Junta de Protección de Derechos de la Niñez y


Adolescencia de ………………………. avocó conocimiento de su denuncia
presentada el día ………………………, conforme consta en la providencia cuya
copia adjunto. En consecuencia, me permito notificarle que el día …………….., a
partir de las ………. horas, en ……………….., tendrá lugar la audiencia en la que se
oirá a las partes. En el curso de la referida audiencia usted deberá presentar las
pruebas que respalden el contenido de la denuncia o indicar la forma en que deberán
obtenerse las mismas.
f.) Secretario

También en este caso, quien reciba la notificación deberá firmar la correspondiente fe


de recepción. Deben seguirse, en lo que sean aplicables, las reglas para la citación, y
dejarse las mismas constancias para incorporarlas al expediente.

EN ADELANTE, TODA PROVIDENCIA QUE DICTE LA JUNTA DEBE


NOTIFICARSE A LAS PARTES INTERESADAS, SIGUIENDO LAS REGLAS QUE
AQUÍ SE HAN ESTABLECIDO.

G
AUDIENCIA

Los artículos 238 y 239 del Código de la Niñez y Adolescencia regulan el


procedimiento a seguir en la audiencia. Se trata de una diligencia que tiene por objeto
escuchar a las partes y establecer la verdad de los hechos denunciados. Debe
realizarse con la presencia de todos los integrantes de la junta.

En la primera parte de la audiencia se escucha al denunciante y, una vez concluida la


exposición de éste, a la parte denunciada. Tanto el denunciante como el denunciado
deberán aportar las pruebas de sus afirmaciones (ver la letra H de esta sección).

Una vez terminadas estas exposiciones, la junta oirá reservadamente, en todos los
casos, al adolescente y, cuando esté en condiciones de expresar su opinión, al niño o
niña.

Inmediatamente, la junta tratará de que las partes concilien, siempre que el tema se
transigible. La conciliación puede hacerla directamente la junta o puede remitirse el
caso a un centro especializado de mediación.

La conciliación, de producirse, deberá estar acompañada por las medidas de


protección que se requieran para favorecer las relaciones entre los afectados.

Si en el curso de la audiencia no se han probado suficientemente los hechos, la junta


debe convocar a una nueva audiencia para que las partes prueben sus afirmaciones. La

23
junta tiene también la obligación de solicitar, por su propia iniciativa, pruebas,
informes e investigaciones cuando los estime necesarios para esclarecer la verdad de
los hechos.

De todo lo actuado en la audiencia debe quedar constancia en un acta, que debe ser
suscrita por los integrantes de la junta y por las partes que hayan intervenido. Si en el
curso de la audiencia se adoptan resoluciones, éstas deben constar en el acta, pero es
necesario, adicionalmente, que se incorporen al expediente como un documento
independiente, que deberá notificarse a las partes aunque éstas hayan intervenido en la
audiencia (ver la letra I de esta sección).

H
PRUEBAS

Corresponde a las partes probar las afirmaciones que hagan, tanto en la denuncia,
como en las exposiciones durante la audiencia, sin perjuicio de que la junta solicite,
de oficio, las pruebas que considere necesarias para el esclarecimiento de la verdad.

Son aplicables, en este caso, los principios del Código de Procedimiento Civil,
fundamentalmente los siguientes:

1. Cada parte está obligada a probar los hechos que alega, excepto los que se
presumen conforme a la ley (Código de Procedimiento Civil, art. 114).

2. Cualquiera de las partes puede rendir pruebas contra los hechos propuestos por la
contraparte (Código de Procedimiento Civil, art. 114).

3. La prueba debe ser apreciada en conjunto, de acuerdo con las reglas de la


sana crítica (Código de Procedimiento Civil, art. 115).

4. La junta está obligada a expresar en su resolución la valoración de todas las


pruebas producidas (Código de Procedimiento Civil, art. 115).

5. Las pruebas deben concretarse al asunto materia del procedimiento y a los hechos
a los que él se refiere (Código de Procedimiento Civil, art.116).

6. Solo la prueba debidamente actuada, esto es aquella que se ha pedido, presentado


y practicado de acuerdo con la Ley, hace fe en el procedimiento (Código de
Procedimiento Civil, art. 117).

7. Las pruebas deben practicarse con el conocimiento de todas las partes, las que
podrán intervenir en la respectiva diligencia (Código de Procedimiento Civil,
arts.119 y 120).

Las pruebas, según el Código de Procedimiento Civil (art. 121) consisten en


confesión de parte, instrumentos públicos o privados, declaraciones de
testigos, inspección judicial y dictamen de peritos o de intérpretes. Se admiten
también como medios de prueba las grabaciones magnetofónicas, las
radiografías, las fotografías, las cintas cinematográficas, así como también los
exámenes morfológicos, sanguíneos o de otra naturaleza técnica o científica.

24
I
RESOLUCIÓN

Una vez que la junta cuente con los elementos necesarios para ello, deberá pronunciar
una resolución, sea en la misma audiencia, sea dentro de los tres días hábiles
siguientes a ella (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 240).

Si la resolución se adopta en la audiencia, deberá quedar constancia de este hecho en


el acta, pero se preparará un documento independiente en el que conste la resolución,
que se notificará a las partes, aunque hayan asistido a la audiencia, y se incorporará al
expediente.

La notificación puede hacerse en la misma audiencia (Código de la Niñez y


Adolescencia, art.240).

La resolución debe ser motivada. No se considera motivada la resolución si no


enuncia las normas o los principios jurídicos en que se haya fundado, y si no se
explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho (Constitución
Política de la República, art. 24:13).

La resolución debe contener:

1. Una exposición de los antecedentes de hecho del caso.

2. Un resumen de los planteamientos de las partes.

3. El análisis de la competencia.

4. La valoración de las pruebas.

5. El análisis de los fundamentos de hecho y jurídicos de la resolución.

6. La resolución propiamente dicha.

7. La indicación de los instrumentos que se aplicarán para el seguimiento y


evaluación de las medidas que se hubieren adoptado, de ser el caso.

Si las medidas de protección se han establecido como urgentes deben cumplirse de


inmediato; en caso contrario, dentro de los cinco días calendario contados desde la
notificación de la resolución (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 240). Para
casos de incumplimiento, ver sección II letra E.

J
IMPUGNACIÓN

Quien no esté de acuerdo con lo resuelto por la junta, puede presentar la impugnación
correspondiente. Para ello, existen dos recursos: el de reposición y el de apelación
(Código de la Niñez y Adolescencia, art. 241).

25
Ninguno de los recursos suspende la ejecución de las medidas de protección
adoptadas (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 241).

a)
Recurso de reposición

El interesado tiene tres días hábiles, contados desde la notificación con la resolución,
para interponer el recurso de reposición.

Este recurso se interpone ante la misma junta y ésta tiene cuarenta y ocho horas para
resolverlo. Para ello, se convocará a una audiencia.

Para dar trámite al recurso debe dictarse una providencia como la siguiente:

CASO No. …….

Junta de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia de


…………………..- En la ciudad de Quito, a los …. días del mes de …….. de …….,
siendo las …… horas, la Junta de Protección de Derechos. Habiendo presentado
……………… un recurso de reposición contra la resolución adoptada el …………..
y notificada el ………………., se admite el recurso al trámite y se convoca a
audiencia para el día ……………., a partir de las ….. horas, en ……………….., para
resolver el recurso. Notifíquese a las partes f.) Primer Integrante de la Junta; Segundo
Integrante de la Junta; Tercer Integrante de la Junta; Secretario.

Si el recurso se presenta una vez transcurrido el término de tres días, se lo rechazará


con una providencia como la siguiente:

CASO No. …….

Junta de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia de


…………………..- En la ciudad de Quito, a los …. días del mes de …….. de …….,
siendo las …… horas, la Junta de Protección de Derechos. Habiendo presentado
……………… un recurso de reposición contra la resolución adoptada el …………..
y notificada el ………………., se rechaza el recurso planteado por haber transcurrido
más de tres días hábiles desde la fecha de la notificación. Notifíquese a las partes f.)
Primer Integrante de la Junta; Segundo Integrante de la Junta; Tercer Integrante de la
Junta; Secretario.

Cualquiera que sea la providencia adoptada, se notificará con el contenido de la


misma a las partes. En caso de admisión del recurso, la notificación puede tener el
siguiente texto:

26
JUNTA DE PROTECCIÓN DE DERECHOS DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA DE
……………………………..
CASO No. …….

NOMBRE Y DIRECCIÓN DEL NOTIFICADO

El día ………………………….., la Junta de Protección de Derechos de la Niñez y


Adolescencia de ………………………. aceptó a trámite el recurso de reposición
presentado por ……………… el día ………………………, conforme consta en la
providencia cuya copia adjunto. En consecuencia, me permito notificarle que el día
…………….., a partir de las ………. horas, en ……………….., tendrá lugar la
audiencia en la que se oirá a las partes.
f.) Secretario

En el curso de la audiencia, las partes harán sus exposiciones. No se presentarán


nuevas pruebas. Se dejará constancia de la audiencia en el acta correspondiente.

Una vea concluida la audiencia, la junta emitirá su resolución.

b)
Recurso de apelación

El interesado tiene tres días hábiles, contados desde la notificación con la resolución,
para interponer el recurso de apelación, tanto de la resolución original como de la
resolución que se tome en el trámite del recurso de reposición (Código de la Niñez y
Adolescencia, art. 241).

El recurso se presenta ante la junta y ésta, una vez que lo reciba, debe remitir el
expediente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, al Juez de la Niñez y
Adolescencia, el cual avocará conocimiento del proceso administrativo y convocará a
una audiencia para resolver el recurso que deberá llevarse a cabo en el término
máximo de setenta y dos horas.

En la audiencia de resolución las partes podrán presentar sus alegatos verbales y única
y exclusivamente aquellas pruebas que se demuestren que por su naturaleza no se
hubieren conocido en el proceso administrativo.

El Juez de la Niñez y Adolescencia, dentro del plazo de cinco días, deberá dictar
sentencia, la cual no podrá ser objeto de recurso alguno posterior y deberá ejecutarse
inmediatamente (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 241).

K
DESISTIMIENTO

Quien presentó la denuncia puede desistir de la misma y la junta puede declarar


terminado el procedimiento. Sin embargo, si esta terminación puede afectar los
derechos de los niños, niñas o adolescentes involucrados, la junta está obligada a
continuar, de oficio, con el procedimiento (Código de la Niñez y Adolescencia, art.
242).

27
L
DURACIÓN DEL PROCEDIMIENTO

El art. 243 del Código de la Niñez y Adolescencia ha establecido treinta días hábiles
como el plazo máximo de duración del procedimiento ante las juntas de protección de
derechos.

Sin embargo, si por cualquier motivo el trámite se extiende por un tiempo superior,
esto no puede considerarse como causal de nulidad ni como motivo para afectar la
validez del procedimiento.

El retardo, sin embargo, es causa para que los integrantes de la junta sean sancionados
con una multa de cien a quinientos dólares (Código de la Niñez y Adolescencia, arts.
244 y 249).

M
DENEGACIÓN DE JUSTICIA

Cuando la junta se niegue indebidamente a dar trámite a una denuncia, se sancionará a


los miembros que concurrieron con su voto a la denegación, con multa de cincuenta a
cien dólares (Código de la Niñez y Adolescencia, art. 244).

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