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La Economía Argentina
Punto 1: La Economía Argentina: evolución histórica
Sabemos que Argentina se ha especializado siempre en producir y exportar de materias primas, entre las
que podemos nombrar los productos de la ganadería, la agricultura, la sal, etc. Además, nuestro país
siempre estuvo vinculado con las circunstancias que tenían lugar en el resto del mundo, como las guerras
mundiales, que desarrollaremos ahora.
Fines del S18 y S19: la ciudad de Buenos Aires contaba con el puerto más estratégico de todo el país.
Todo lo que ingresaba a él beneficiaba a la ciudad, recelosa de compartir y distribuir los recursos con las
demás provincias, por lo que siempre hubo una lucha por el renombrado puerto, que constituía el
exportador por excelencia.
Tan importante fue el puerto de la ciudad de Buenos Aires que fue de gran influencia para la creación de
infraestructura, en especial las rutas de nuestro país, las vías de comunicación, ya que hasta ese
entonces, el transporte por excelencia para acarrear con la materia prima, animales, cereales, etc., era el
ferrocarril: era conveniente a la economía de los productores, ya que únicamente debían encargarse de lo
que producían, y los costos del transporte (ya sea la vía o el ferrocarril) corrían a cuenta del Estado, por lo
que los productores se veían beneficiados al no tener que pagar por el transporte, y esto beneficiaba y
facilitaba las exportaciones. Sin embargo, hacia 1914 y 1930, con la aparición de los primeros
automotores y camiones, se deja de lado el ferrocarril, que ya no asume los costos del transporte.
Como bien dijimos, al principio lo que se exportaba eran puramente bienes de consumo, no había mucha
industria, hasta que en el S19 entra en protagonismo la industria frigorífica, lo cual permite ahora el
traslado de ganado en pie, o directamente la carne salada (la sal era la forma más efectiva de conservar la
carne en buen estado por mucho tiempo en ese entonces)
Principios del S20: casi todos los bienes que se importaban (generalmente manufacturados) provenían
de Europa. Sin embargo, cuanto estalló la Primera Guerra Mundial, ya no podían percibirse estos
productos, debido a que todo lo que los países europeos producían iban destinados a solventar las
necesidades que generaba la guerra. Fue entonces cuando en nuestro país surge la primera industria
sustitutiva de importaciones, donde nuestro país tuvo que empezar a producir productos que antes no.
Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, tuvo lugar la Gran Migración, donde ciudadanos
europeos, devastados por las condiciones en que habían quedado sus países, y sin poder conseguir
trabajo para mantener una vida digna, se dirigen a los países latinoamericanos. Esta migración también
tuvo un fuerte impacto sobre nuestro país, debido a que se produjo un importante desplazamiento
poblacional: los habitantes abandonan los campos para aglomerarse en la ciudad, donde encontrarían
mejores condiciones de vida y trabajos estables.
Años ’50: aparece la segunda generación de industria: la industria básica. En esta etapa, se produce
acero, petróleos, carbón, se desarrollan los medios de transporte y crece lo obtenido por el puerto.
Además, se urbanizan más las organizaciones, y surgen las organizaciones gremiales y sindicales.
Aparece YPF, SOMISA, plantas de distribución eléctrica, etc.
En 1958, asume en nuestro país un gobierno radical, a la cabeza de Arturo Frondizi, quien encabeza un
plan importante de aliento a la industrialización con manufacturas extranjeras. Fue así como aparece las
primeras industrias extranjeras, ya sea como productores nuevos o adquiriendo empresas ya existentes
en el país.
Aparecen las primeras industrias automotrices, que ensamblan o fabrican las partes, las industrias
petroquímicas, etc.
Fines de los años ’60: se da un fenómeno que marcaría un antes y un después en la economía
argentina: la desnacionalización de la industria. Este suceso, en gran parte, explica el porqué de la
sujeción de nuestro país a las empresas extranjeras.
En esta época, las industrias extranjeras se empeñan en adquirir las industrias nacionales (como lo es el
tabaco, por ejemplo), y surgen las primeras relaciones multilaterales, que vinculan las industrias sedes
con la industria matriz (ej: Coca-Cola tiene su industria matriz en EEUU, pero industrias sedes a lo largo y
ancho del mundo).
Años ’90: hay varios cambios respecto del sector agropecuario. Si bien se continúa cosechando maíz,
cereales, etc., aparecen unas modificaciones que fueron cruciales para el rumbo de la agricultura:
1) Aparece una nueva oleaginosa: la soja. Años atrás, nadie hubiera imaginado que cosechar soja
hubiera sido tan rentable, debido a que la población no la consume, y no se sabía aún de sus
propiedades que beneficiarían a la industria automotriz y reduciría la huella de carbono. La soja
aparece como un furor, y se convierte rápidamente en el principal producto de exportación. Los
campos que habían criado vacas y otros animales, se vieron reemplazados por la siembra de esta
semilla.
2) Aparecen nuevas tecnologías: como los herbicidas, insecticidas, etc. Esto, lejos de producir un
beneficio para todos, obliga a los pequeños productores a migrar del campo a la ciudad, debido a
que no podían acceder a los nuevos descubrimientos y a que cada vez se requería menos mano
de obra, lo que implicaba más desempleo del factor trabajo; y eso los ponía en una situación
desventajosa en comparación con los grandes productores.
3) Cambia la tenencia de la tierra: se observan menos dueños en superficies cada vez más grandes,
pero muchos de los productores no son propietarios, sino inquilinos, arrendatarios de esas tierras,
que por sí mismos, no pueden acceder a las tecnologías. Esto hace que se desdoble la
producción: uno es el dueño del campo, otro es quien trabaja, y otro es quien distribuye, etc.
Años 2001/2002: entre fines de 2001 y principios de 2002, se produjeron cambios extraordinarios en la
situación política y económico-financiera del país. La renuncia del presidente De la Rúa en diciembre fue
seguida por la designación por el Congreso Nacional de varios reemplazantes hasta concluir, en enero,
con el nombramiento de Eduardo Duhalde, quien conduciría la transición hasta la elección y triunfo de
Néstor Kirchner en abril.
En las primeras décadas el siglo XX, la Argentina figuraba en un puesto destacado entre las naciones más
promisorias del mundo. Las perspectivas en el largo plazo eran favorables. Si en aquel momento alguien
hubiese afirmado que hacia finales del siglo XX la situación iba a ser la inversa, nadie lo hubiera aceptado.
Sin embargo, los resultados durante la segunda mitad del siglo XX fueron decepcionantes. El crecimiento
se detuvo, empezó un dramático proceso de reversión, y las perspectivas en el mediano y largo plazo, que
venían siendo malas, se derrumbaron. La combinación de esas circunstancias se manifestó en una
inflación persistente y cada vez más alta, una deuda pública creciente, un Estado sobredimensionado y a
menudo inútil, un sistema financiero endeble, una baja competitividad reflejada en una menor participación
en el comercio mundial. Cortos procesos expansivos –salvo en los años sesenta– fueron seguidos por
crisis y devaluaciones que afectaron reiteradamente a los sectores de menores ingresos.
Más precisamente, los años ’90 hicieron más tangible la pérdida de poder del Estado argentino, se
hablaba de “la democracia popular del mercado”, que dio paso a una instancia de privatizaciones y libre
competencia entre contendientes de desigual envergadura, lo que llevó a agudizar el peso de la deuda
externa y derivó en la decadencia de la industria nacional, el aumento del desempleo y además, no se
aseguró el bienestar de la sociedad en general.
El informe del Banco Mundial de 1998, afirmaba que el 20% más rico de los argentinos obtiene el 51% de
la riqueza anual del país. Por otra parte, una encuesta más reciente (1999) del Centro de Opinión pública
(CEOP) revela que 8 de cada 10 porteños y bonaerenses cree que el Estado ha sido deglutido por el
mercado, es decir, por los grandes grupos económicos. Su visión, compartida por politólogos y
economistas, fue la de un Estado desertor de sus responsabilidades sociales y de control que garantice el
sistema.
La crítica entre distintos autores, determina que la Argentina del siglo XX piensa el futuro dándole la
espalda a las ideas centrales que dejaron huellas profundas en la historia de la Nación y de su sociedad,
para tomar la vieja alternativa de soluciones rápidas para sus necesidades, haciéndolas depender de la
presencia de liderazgos personales fuertes, pero sensibles a las urgentes necesidades sociales. La
desaparición del Estado benefactor que ha dado paso al accionar del Estado intermedio, no ha tenido
correspondencia con una mejor administración y eficiencia estatal; más bien ha provocado un sentimiento
total de indefensión.
¿Cómo se amortizan?
- Se amortizan por única vez al vencimiento, es decir, a plazo determinado.
- Se amortizan periódicamente. Pueden ser:
Por sorteo.
Por cuotas (cupones). Por cada semestre se corta un cupón y se amortiza el porcentaje
correspondiente.
¿Cómo se colocan? (sistemas de colocación).
Hay títulos que pueden estar dirigidos a cualquier acreedor, es decir, que cualquier mayor de edad puede
adquirirlos, puede comprarlos.
Por otro lado, hay títulos que son especializados. Están dirigidos a sujetos específicos, son exclusivos. Por
ejemplo: para los bancos.
Hay otros títulos que exigen un determinado monto para que se los pueda adquirir. Por ejemplo: no podes
adquirirlos si no tenes como mínimo un millón de pesos.
Los sistemas de colocación son:
a) Sistema de licitación: se adjudica (licita) a quien ofrece el mayor precio.
b) El papel tiene un número, y se le coloca el importe.
c) Colocación a través de la venta en mercados o bolsas. Hay entidades conocidas como “mercado
de valores”. Se compran y venden títulos. Quienes actúan son los corredores de bolsa, actúan “por
cuenta de...”.
¿Cómo se emiten?
En pesos.
En otra moneda.
Los más normales, o comunes, son en pesos y dólares. Pero también hay emitidos en moneda china,
euro, etc.
Todos estos títulos voluntarios emitidos en pesos pagan intereses. Sin embargo, los títulos emitidos en
otra moneda no. Los títulos emitidos en pesos tienen cláusulas de ajuste. Esto quiere decir que se indexan
anualmente. Los intereses se pagan sin el valor indexado, la amortización es sobre el mismo.
Títulos: Clasificación.
Los títulos se pueden clasificar en;
Nominativos: son títulos expedidos a favor de una persona determinada, cuyo nombre debe
consignarse tanto en el texto del documento como en el registro que deberá llevar el emisor.
A su vez se subclasifican en:
a) Transferibles.
b) No transferibles.
Al portador: que no hayan sido expedidos a favor de una persona determinada, que no tengan
nombre. Esto permite, por ejemplo, que sean cotizables en bolsa (se compran y venden en bolsa).
La cotización puede ser:
a) A la par,
b) Sobre la par,
c) Por debajo.
Cuando baja el valor del título, el interés en términos porcentuales sube. Cuando sube el valor del
título, el interés en términos porcentuales baja.
¿Quiénes son los demandantes de estos títulos?
Podemos hacer referencia a dos grupos:
Las instituciones (como compañías de seguros).
Los particulares y empresas con activos financieros importantes.
Deuda:
La deuda del Estado se divide en: pública y privada.
Deuda privada: es estimadamente de 68 mil millones de dólares.
Deuda pública: es estimadamente de 350 mil millones de dólares. Es mucho más significativa, se dice
que es cuantiosa.
La deuda privada es prácticamente 5 veces la deuda pública.
Hoy un tercio de los gastos del Estado son intereses de la deuda. En el Déficit primario no se incluyen
los intereses de la deuda (se discute actualmente para que sea 0 en nuestro país. El Déficit secundario
incluye los intereses de la deuda.
Afines del primer trimestre de 2002, imperaba el desorden en los tres ejes en que se sustenta toda
economía organizada: el sistema financiero, el presupuesto y el régimen cambiario. La nueva caída de la
producción y el empleo y la reaparición de una inflación mensual de dos dígitos revelaban la magnitud del
impacto del derrumbe del modelo neoliberal sobre la economía real. En paralelo prevalecian pronósticos
apocalípticos sobre el futuro inmediato del país y su economía.
Nuevas condiciones: al pesificarse el sistema, se restablecio la función de autoridad monetaria del Banco
central y a mismo tiempo mejoraron las coberturas.
Debido a la disminución de las importaciones provocada por la recesión, el buen comportamiento de las
exportaciones y la suspensión del pago de parte de la deuda externa, el balance de pagos registro un
excedente.
La devaluación modifico los precios relativos a favor de la producción domestica. Los precios internos solo
aumentaron un tercio de la devaluación y se restablecio la rentabilidad de multiples actividades que habían
sido desmanteladas por la sobrevaluación de la paridad del peso. Asi la actividad económica comenzó un
sendero de crecimiento que, a principios del 2004, permitio recuperar los niveles de actividad previos al
estallido de la crisis del 2001.
La política económica: bajo la convertibilad, las políticas cambiaria, monetaria y fiscal estaban paralizadas
por el tipo de cambio fijo y la evolución de las reservas del Banco central. Al pesificar el sistema, el
gobierno recupero capacidad de conducir la política económica. A cual es fortalecida por las circunstancias
prevalecientes del amoneda, el presupuesto y el balance de pagos. Es actualmente posible un control
razonable de las principales variables macroeconómicas.
Estas nuevas condiciones también dan a entender como fue el cambio de estilo de la posición negociadora
frente al FMI.
Características: el acuerdo que se haga (FMI) es conveniente pero no a cualquier precio; lo que se
espera es la postergación de los vencimientos próximos con los organismos multilaterales y no fondos
adicionales; si no hay acuerdo no se viene el mundo abajo; y no se utilizaran las reservas internacionales.
Las perspectivas: existen los recursos reales porpios para la expansión de la producción y el empleo. La
Arg puede gobernarse y ponerse de pie por sus propios medios
La factibilidad de una estrategia alternativa a la neoliberal y de vincular a la Arg con la globalización como
un país capaz de decidir su propio destino no depende de las circunstancias del frente externo, sino del
interno.
Esto da el inicio de una nueva etapa en la evolución de la Economía argentina. Pero el resultado es aun
incierto, porque siguen pendientes los problemas que debilitaron la densidad nacional y dieron lugar a
pésimas respuestas a los desafíos y oportunidades de la globalización. Y la crisis al modelo neoliberal.
Internet: A pesar de que su Producto Bruto Interno es uno de los más altos del mundo, Argentina tiene un
alto grado de desigualdad social. En el 2010, el país fue clasificado como nación de ingresos medianos-
altos por el Banco Mundial.
En 2015, el peso experimentó una devaluación cercana al 40 %, (la mayor registrada desde 2002, cuando
se puso fin a la convertibilidad). En 2016 hubo una fuerte contracción del consumo, y una destrucción
sistemática del mercado interno.
En términos interanuales, la inflación alcanzó el 41.7 %, una de las más altas del mundo.