Carta a un joven que manifiesta dudas para hacer su Confirmación

Del Grupo de Catequistas en formación de la Previa quienes cursamos el último año

de preparación, en la Iglesia del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Que la paz, la alegría y el amor de Jesús estén siempre contigo. Nos sentimos
felices de ser llamados a acompañarte en este camino de encuentro con Jesús resucitado
que vive entre nosotros, recibiendo el Espíritu Santo que Él mismo nos regaló el día de su
Ascención. Dando gracias y rezando por vos para que puedas vivir con alegría este camino
de fe.
Nos decidimos a escribirte sabiendo que manifiestas alguna duda para seguir en este
sendero de recibir el Sacramento de la Confirmación.
A veces cuesta mucho cumplir y seguir por este camino, pero Dios siempre está
dispuesto a acompañarnos porque Él quiere que seamos felices.
Seguramente, por diversas situaciones, puedes sentir que te alejas de Dios, que no
puedes confiar, que no entiendes lo que estás aprendiendo en los encuentros… El
ambiente que nos rodea, a veces, nos hace llevar una vida apresurada, sin tiempo para
rezar, somos indiferentes ante las adversidades ajenas, no nos comprometemos con el
prójimo, entre otras, situaciones éstas, que nos llevan a desanimarnos y dejar de lado la fe.
Jesucristo resucitado, que venció la muerte y el pecado se hace presente una vez
más y nos pide abrir nuestros corazones.
Para Jesús el amor y la amistad son valores fundamentales en su vida y encontrarse
con vos para caminar juntos con la luz del Espíritu Santo es uno de sus anhelos más
profundos.
En la Confirmación hacemos una alianza con Dios, completamos el compromiso
asumido por nuestros padres y padrinos y recibimos el don del Espíritu Santo, Él nos da la
fuerza para ser testigos del amor y del poder Dios con sus palabras y obras.
Seguramente, cuando salís de viaje, recibís el abrazo fraterno de tus padres, ese que
te alienta, que te guía, que te da fuerza y que te dice que todo va a estar bien; de la misma
manera, en la Confirmación es Dios el que te abraza y te llama. Él, te invita a entrar en el
viaje de la vida y te regala el don del Espíritu Santo para guíe tus pasos y te dé fuerzas en
tu caminar.

¡Ànimo querido amigo, sé valiente! No temas abrir de par en par las puertas de tu
corazón a Cristo, el Señor. La fe en Jesucristo, nuestro salvador, es un tesoro grandioso,
que te ayuda a vivir tus días con alegría.
 Para vos , igual que para Jesús, la amistad es muy importante. Él te acompaña día a
día, aconsejandote y ayudándote para estar bien. Puedes confiar en Él a cada hora y en
cada lugar, porque te ama; y estamos seguro de esto porque la Sagrada Biblia rebalsa de
ejemplos que demuestra el amor que Jesucristo nos tiene; te ama incondicionalmente y no
hay ni habrá nada ni nadie que le haga cambiar de opinión, tal y como un verdadero amigo
lo hace. En Jesús encontrarás un confidente y consejero y puedes confiar tus más
profundos secretos y miedos, así como también tus alegrías y preocupaciones. Al mismo
tiempo, es un excelente consejero, y Su palabra da testimonio de ello, puesto que toda
palabra que sale de Su boca está impregnada de amor.
Te invitamos a que cada día puedas tener un ratito a solas con Jesús, para que te
escuche y aconseje, como el gran amigo que es. Para eso, busca un lugar tranquilo, donde
puedas estar a solas con Él y en silencio; pon ante tu mirada un crucifijo o una imagen de
Jesús y míralo con amor; conversa con él y cuéntale todos tus deseos y preocupaciones, Él
te escuchará y te dará las respuestas que necesitas a través de otras personas o quizás en
otros momentos. Ten fe, rezale con confianza que su ayuda llegará.
No te separes de Él. Sé testigo de su amor viviendo tus días con alegría y ayudando
a tus amigos.
Que la amistad, gracia y paz de Cristo Jesús te acompañe y se quede con vos
siempre.