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Biologia.

La biología es la ciencia que estudia a los seres vivos y, más específicamente, su


origen, su evolución y sus propiedades: nutrición, morfogénesis, reproducción, patogenia,
etc

Bioquimica. La bioquímica es una ciencia que estudia la química de la vida; es decir,


pretende describir la estructura, la organización y las funciones de la materia viva en
términos moleculares.Esta ciencia es una rama de la Química y de la Biología. Puede
dividirse en tres áreas principales: 1) la química estructural de los componentes de
la materia viva y la relación de la función biológica con la estructura química; 2)
el metabolismo, la totalidad de las reacciones químicas que se producen en la materia viva;
y 3) la química de los procesos y las sustancias que almacenan y transmiten la
información biológica. Esta última también es el área de la genética molecular.

Ingeniería genética

Cuando los científicos comprendieron la estructura de los genes y cómo la información que
portaban se traducía en funciones o características, comenzaron a buscar la forma de
aislarlos, analizarlos, modificarlos y hasta de transferirlos de un organismo a otro para
conferirle una nueva característica. Justamente, de eso se trata la ingeniería genética, un
conjunto de metodologías que permite transferir genes de un organismo a otro. Como
consecuencia, la ingeniería genética sirve para clonar fragmentos de ADN y para expresar
genes (producir las proteínas para las cuales estos genes codifican) en organismos
diferentes al de origen. Así, es posible no sólo obtener las proteínas recombinantes de
interés sino también mejorar cultivos y animales. Hasta el momento se ha utilizado la
ingeniería genética para producir, por ejemplo:

· Vacunas, como la de la hepatitis B


· Fármacos, como la insulina y la hormona del crecimiento humano
· Enzimas para disolver manchas, como las que se usan en los detergentes en polvo
· Enzimas para la industria alimenticia, como las empleadas en la elaboración del
queso y en la obtención de jugos de fruta.
· Plantas resistentes a enfermedades y herbicidas.

El desarrollo de la ingeniería genética (también llamada metodología del ADN


recombinante) fue posible gracias al descubrimiento de las enzimas de restricción y de los
plásmidos. Las enzimas de restricción reconocen secuencias determinadas en el ADN. De
esta manera, conociendo la secuencia de un fragmento de ADN es posible aislarlo del
genoma original para insertarlo en otra molécula de ADN. Hay muchas enzimas de
restricción obtenidas a partir de bacterias y que sirven como herramientas para la ingeniería
genética. Las enzimas de restricciónreconocen secuencias de 4, 6 o más bases y cortan
generando extremos romos o extremos cohesivos. Estos extremos, generados en diferentes
moléculas de ADN, pueden sellarse con la enzima ADN ligasa y generar así una molécula
de ADN nueva, denominada recombinante.
Los plásmidos son moléculas de ADN circulares, originalmente aisladas de bacterias y que
pueden extraerse de las mismas e incorporarse a otras, a través del proceso de
transformación. Los plásmidos fueron modificados por los investigadores para ser
empleados como “vectores”. Así, el gen de interés puede insertarse en el plásmido-vector e
incorporarse a una nueva célula. Para seleccionar las células (bacterias o células animales o
vegetales) que recibieron el plásmido, éste lleva, además del gen de interés (por ej., el gen
de la insulina humana), un gen marcador de selección (por. ej., de resistencia a un
antibiótico), que le otorga a la célula que lo lleva la capacidad de sobrevivir en un medio de
cultivo selectivo (medio con antibiótico, en este ejemplo). Las células que sobreviven se
dividen y generan colonias, formadas por bacterias idénticas. Estas bacterias se
denominan recombinantes o genéticamente modificadas. El plásmido recombinante puede
aislarse de estas colonias y transferirse a otras células.

Por esta metodología es posible introducir genes de interés en todo tipo de células,
empleando los vectores y las técnicas propias de cada sistema. Podemos entonces
generalizar los pasos de la ingeniería genética de la siguiente manera:

1. Identificar un carácter deseable en el organismo de origen.


2. Encontrar el gen responsable del carácter deseado (gen de interés).
3. Combinar dicho gen con otros elementos necesarios (vector) para que éste sea
funcional en el organismo receptor.
4. Transferir el gen de interés, previamente introducido en el vector adecuado,
al organismo receptor.
5. Crecer y reproducir el organismo receptor, ahora modificado genéticamente.

Por ejemplo, para el caso de la transferencia de un gen insecticida de una bacteria al maíz:

1. Identificar la característica “resistencia a insectos” en el organismo de origen, la


bacteria del suelo Bacillus thuringiensis.
2. Encontrar al gen que lleva las instrucciones para esta característica.
3. Combinar este gen con otros elementos genéticos para que sea funcional ahora en una
planta (ligarlo a un vector).
4. Transferir este gen a células de maíz (organismo receptor).
5. Identificar las células de maíz que recibieron el gen (células transformadas) y
regenerar, a partir de estas células, una planta adulta.

La genética molecular es la rama que estudia la estructura y la función de los genes a nivel
molecular.

Un gen es la unidad física y funcional de la herencia, que se pasa de padres a hijos. Los
genes están compuestos por ADN y la mayoría de ellos contiene la información para
elaborar una proteína específica. Cada gen tiene una localización específica en un
determinado cromosoma, y el conjunto de todos los genes, contenidos en todos los
cromosomas, constituye el genoma.
Los cromosomas están constituidos por ADN (ácido desoxirribonucleico), que codifica la
información hereditaria, y por proteínas histónicas y no histónicas. Cada cromosoma está
formado por una única molécula de ADN, en la que cada gen ocupa un segmento.

El ADN está constituido por la asociación de moléculas llamadas nucleótidos, formadas por
la unión de una molécula de fosfato, una del azúcar desoxirribosa y una base nitrogenada.
Ya que cuatro bases distintas, adenina, guanina, timina y citosina participan en la formación
de los nucleótidos, hay cuatro tipos distintos de estos. Para formar ADN, los nucleótidos se
vinculan por sus grupos fosfato y conforman una larga hebra, cuyas bases nitrogenadas se
unen por uniones débiles pero muy específicas con las de otra hebra. Se forman así pares de
bases, que determinan que ambas hebras, apareadas, se enrollen para dar lugar a la
estructura de doble hélice. Las uniones entre las bases solo ocurren, por una parte, entre la
adenina y la timina y, por otra, entre la guanina y la citosina, las que por eso se llaman
bases complementarias. La especificidad de las uniones entre bases determina la
conservación y la transmisión de la información hereditaria.

El mensaje de la herencia o código genético está contenido en el orden o secuencia con que
las bases aparecen en la larga hebra del ADN.

El mensaje genético solo consiste en información que determina el número, el tipo y la


secuencia de aminoácidos de cada uno de los distintos tipos de proteínas de un
organismo, La secuencia de bases del ADN determina la secuencia en que los aminoácidos
se enlazan entre sí para dar lugar a una proteína.

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