Un alimento es cualquier sustancia ingerida con estos 2 fines:

Nutricionales. Deben cumplir las funciones fisiológicas, energéticas, de

hidratación, crecimiento, reparación de tejidos y homeostasis. Ésta última se
traduce en mantener las condiciones fisiológicas compatibles con una vida
saludable y el bienestar).

Psicológicos. Satisfacción y obtención de sensaciones gratificantes. Nos guiamos

por lo que nos apetece y satisface nuestros gustos personales. Normalmente se
trata de los alimentos más calóricos debido a que estamos diseñados así
evolutivamente.

CLASIFICACIÓN:

Leche y derivados, Tienen todas las ventajas e inconvenientes de los productos

de origen animal. Sus ventajas son las siguientes:

 Proteínas de alto valor biológico. El organismo asimila muy bien

este tipo de proteínas. La combinación de aminoácidos de las proteínas de
la leche es una de las que más requiere nuestro organismo y la que mejor
se ajusta a nuestras necesidades.
 Minerales muy biodisponibles. Se trata de minerales muy
asimilables para nuestro cuerpo, cosa que no sucede con los de origen
vegetal. Se destaca el alto contenido en calcio, que se absorbe según los
requerimientos de nuestro cuerpo.
 Vitamina D. Junto con la lactasa, nos permite fijar el calcio que llevan estos
alimentos Se trata de un tipo de vitamina liposoluble (lo que significa que
se disuelve en lípidos), por lo que en los alimentos desnatados también
se pierde esta vitamina durante el proceso de eliminación de grasas.

Carne, pescado y huevo

Se caracterizan por ser alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico,
vitaminas y minerales. Sin embargo, se diferencian en su composición: en la
carne y el huevo predominan las grasas saturadas, que son aquellas en las que la
cadena de carbonos sólo presenta enlaces simples entre carbonos; mientras que
en el pescado encontramos mayoritariamente grasas insaturadas, que
presentan enlaces dobles en uno o más puntos de sus cadenas con base de
carbono. Se ha correlacionado el consumo de grasas animales con mayor
prevalencia de problemas cardiovasculares, que consisten en el taponamiento de
las arterias debido a que la grasa que circula por las mismas se pega a sus
paredes, dificultando la circulación de la sangre.
Las lipoproteínas, como su nombre indica, son proteínas de transporte de
lípidos, lo que significa que transportan las grasas (tanto saturadas como
insaturadas) por el flujo sanguíneo.
Existen 2 posibilidades:
 Si estas lipoproteínas transportan grasas saturadas, flotarán mucho,
ya que las cadenas de carbono con enlaces simples no tienen flexibilidad
alguna y la proteína irá más “llena”. Con todas estas características, la
densidad de la lipoproteína es mayor que la de la sangre, por lo que flota y
las grasas que transporta se pegan en la pared arterial.
 Si estas lipoproteínas transportan grasas insaturadas, flotarán menos,
ya que las cadenas de carbono con enlaces dobles en uno o más puntos
de éstas mismas tienen mayor flexibilidad y la proteína irá más “vacía”.
Descrita de esta manera, la densidad de la lipoproteína es similar a la de
la sangre, por lo que no flotará y la grasa que transporta no se pegará a
las arterias.
El pescado no presenta el problema de las grasas saturadas, sin embargo,
la cría masiva (piscifactorías) está ocasionando problemas graves de
contaminación ya que alimentan a los peces con alimentos que contienen metales.
Esta contaminación está afectando sobre todo a los pescados más grandes:
salmón, atún, panga, etc
Debido a que tanto la carne, como el pescado o los huevos son además fuentes
importantes de minerales y vitaminas, se recomienda un consumo moderado
de los tres tipos de alimentos, lo que significa consumirlos entre 1 - 3 veces por
semana.
PATATAS, LEGUMBRES Y FRUTOS SECOS
Se caracterizan por su alto contenido en almidón e hidratos de carbono de
bajo o medio índice glucémico. Si ingiere mucho azúcar, se libera mucha insulina
de golpe, lo que provoca una retirada inmediata de este azúcar de la sangre y se
transforma en grasa, que no es más que energía desaprovechada.
Un índice glucémico alto se da cuando estamos frente a moléculas pequeñas, ya
que pueden pasar más rápidamente a la sangre e igualmente ser extraídas
también más rápido que si fueran moléculas de mayor tamaño.
Las legumbres son un alimento excelente por ser ricas en hidratos de
carbono, proteínas, minerales y vitaminas; y aunque sus proteínas sean de
un valor biológico inferior (poca metionina) a las de origen animal, deben
ingerirse igualmente pero acompañadas de cereales o carne roja.
Los frutos secos son ricos en ácidos grasos mono y poliinsaturados, que son
beneficiosos para el sistema cardiovascular, aunque por el contrario hay que
tener en cuenta que son muy calóricos.
VERDURAS Y HORTALIZAS
La principal diferencia en este grupo es que las verduras son todos los
vegetales verdes utilizados en la cocina; mientras que las hortalizas incluyen una
gran diversidad de alimentos, excepto las frutas, y son esos vegetales producidos
específicamente en la huerta.
Se caracterizan por su baja aportación de calorías, proteínas e hidratos de
carbono pero, sin embargo, contener muchas vitaminas hidrosolubles (sobre todo
vitaminas B y C), minerales y ser muy ricas en fibra, tanto soluble como insoluble.
El 80% - 90% de su peso es agua.
Algunas hortalizas nos aportan β-caroteno (provitamina con estructura de muchas
vitaminas A enlazadas) beneficiosa en muchos sentidos, pero ingerida en
cantidades excesivas puede producir una intoxicación.

FRUTAS
Se caracterizan por proporcionar a nuestra dieta fibra, minerales y vitaminas
(principalmente vitaminas A y C). El 80% - 90% de su peso es agua, y pese a que
contienen azúcares del tipo de la sacarosa, la glucosa y la fructosa, su aporte
calórico es bajo. Cabe indicar que las futas típicas de la época de verano
contienen más azúcar que las del resto de temporada. La piel de la fruta es
rica en celulosa (fibra), que es útil para mantener un buen funcionamiento
intestinal; pero hay que asegurarse que se ha lavado correctamente antes de
ingerirla.
CEREALES, PAN, PASTAS Y AZÚCAR
Los cereales son alimentos principalmente energéticos debido a la gran cantidad
de almidón que se almacena en ellos. Por esa razón son utilizados para hacer
pan y pastas alimenticias, que son derivados de cereales muy ricos en almidón.
Sus proteínas tienen un menor valor biológico que la de los alimentos de
origen animal debido a su poca lisina (uno de los 10 aminoácidos esenciales),
aunque combinados con estos o con legumbres son nutricionalmente muy
interesantes.
El azúcar es un alimento puramente fruitivo y energético. Debido a ser una
molécula más pequeña, su índice glucémico es elevado, y por lo tanto hay que
consumirlo con moderación.
GRASAS, ACEITES Y MANTEQUILLA
Distinguimos entre grasas y aceites según su forma a temperatura ambiente: en
los dos casos se trata de moléculas insolubles en agua, pero:
 Las grasas son sólidas a temperatura ambiente, ya que en las grasas de origen
animal predominan los ácidos grasos saturados, que no presentan dobles
enlaces en sus cadenas → Grasas saturadas.
 Los aceites, en esas mismas condiciones, son líquidos, ya que en las grasas
vegetales predominan los ácidos grasos insaturados, que presentan dobles
enlaces en sus cadenas de carbono → Grasas insaturadas.
Su consumo debe ser moderado, ya que aportan muchas calorías (9 Kcal por
cada g ingerido) y, en exceso, dañan el sistema cardiovascular. Se trata de una
fuente de vitaminas liposolubles (A, D, E y K).
La mantequilla es un alimento que se obtiene de concentrar la grasa de la leche,
por lo tanto es rico en grasas saturadas (contiene alrededor del 60% de grasa
animal).
AGUA Y OTRAS BEBIDAS
Aproximadamente el 75% de nuestro cuerpo es agua cuando nacemos; y el 60%
en la edad adulta, por lo que el agua es esencial para el correcto funcionamiento
del organismo, y nos aporta 0 calorías.
Debemos compensar la pérdida de agua (por respiración, sudoración, orina y
heces) con la
ingesta de ésta misma, ya sea de bebidas o alimentos que la contengan.
Para asegurar un buen funcionamiento del organismo, debemos beber
aproximadamente unos 2 L de agua/día, aunque debemos adaptarla si hacemos
ejercicio o si nos encontramos en un ambiente cálido.
En el caso de los refrescos, es cierto que nos aportan agua, pero suelen ir
acompañados de azúcar. Además, aportan calorías vacías, que no llevan
sustancias que nuestro organismo requiera.