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TERCER PERIODO

PRIMERA EVALUACIÓN
LA BIBLIA

Plan de lectura de la Biblia - Su Importancia

Para su desarrollo como cristiano, un plan de lectura de la Biblia es crítico. Puede que no
lo parezca todo el tiempo, en este mundo apresurado en que vivimos, pero pasar tiempo
con Dios y leer Su Palabra es la parte más importante de su día. Si usted desea conocer la
voluntad de Dios para su vida, la Biblia es una de las maneras principales en que Dios nos
habla. Es por esto que la Biblia es llamada a menudo "Palabra de Dios" o "La Palabra de
Dios." Debido a que Dios creo al mundo y a todo lo que en él existe, leer la Biblia es la
mejor manera de aprender acerca de nosotros mismos y del mundo a nuestro alrededor.
La Biblia es nuestra fuente de verdad. Existen numerosos libros acerca de la Biblia, pero
ninguno puede ocupar el lugar de la Biblia misma.

Para los nuevos creyentes, así como para aquellos que han sido cristianos por muchos
años, no existe aquello de pasar demasiado tiempo leyendo la Biblia. Pero para una meta
de crecimiento es importante encontrar un plan que funcione para usted. Una vez que
usted haya identificado ese plan necesitará ser fiel y seguirlo.

Plan de Lectura de la Biblia - Diseño de Dios para la Comunicación

Tener un plan de lectura de la Biblia es importante, porque la Palabra de Dios es semilla


para su crecimiento, así como también para su evaluación y discernimiento. Hebreos 4:12
dice: "Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz. Y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón."

Dios se ha comunicado siempre a través de Su pueblo. Antes de que la Biblia fuera escrita,
Dios instruyó a los hijos de Israel a través de sacerdotes y profetas, quienes pasaron Su
Palabra de generación en generación. Deuteronomio 6:6-9 dice: "Estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón. Y las repetirás a tus hijos. Y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las
atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos. Y las escribirás
en los postes de tu casa, y en tus puertas." Este pasaje describe el deseo de Dios para Su
pueblo a través de todos los tiempos, para que hagan de Su Palabra una prioridad.

ACTIVIDAD

 De las lecturas leídas en clase escoge una y cuéntasela a sus compañeros.


SEGUNDA EVALUACIÓN

San José Calasanz,


Fundador de los Escolapios,
Año 1648

Que Dios nos mande siempre muchos educadores como San José,
y que su ejemplo nos lleve a recordar
aquel famoso dicho de Jesucristo:
"Es necesario padecer en la tierra,
para entrar en la gloria eterna". (Lc. 24,26).

Un cardenal que después fue Sumo Pontífice, llamó a San José Calasanz "un segundo
Job" porque tuvo que sufrir persecuciones como el santo Job de lo Biblia.

Nuestro santo fue sepultado un 26 de agosto del año 1648.


Nació en Aragón, España, en 1556, hijo del gobernador de la región.

Su padre deseaba que fuera militar, pero los religiosos que lo instruyeron en su niñez lo
entusiasmaron por la vida sacerdotal, y pidió que le dejaran hacer estudios eclesiásticos.
Desde muy pequeño su gran deseo era poder alejar el mal y el pecado de las almas de los
demás.

En el colegio se burlaban de él los compañeros, porque les perecía demasiado piadoso,


pero poco a poco con su amabilidad los fue ganando a su favor.

Siendo universitario tuvo que huir de la ciudad donde estudiaba porque una mujer joven
pretendía hacerlo pecar. Imitaba así a José el de la Biblia, que prefirió perder cualquier
amistad aunque fuera de persona de alta clase social, con tal de no ofender a Dios.

Su padre deseaba que José fuera el heredero administrador de sus muchos bienes y
riquezas. Pero en una gravísima enfermedad, el joven le prometió a Dios que si le
concedía la curación, se dedicaría únicamente a trabajar por la salvación de las almas. El
joven curó de la enfermedad, y entonces el papá le permitió cumplir su promesa, y fue
ordenado sacerdote. Ya antes se había graduado de doctor en la universidad de Alcalá.

Cargos importantes. Como tenía fama de gran santidad y de mucha sabiduría, el señor
obispo le fue concediendo puestos de mucha responsabilidad. Primero lo envío a una
región montañosa donde la gente era casi salvaje y muy ignorante en religión. Allá, entre
nieves y barrizales y por caminos peligrosos, se propuso visitar familia por familia para
enseñarles la religión y el cambio total.

En Barcelona existía una terrible pelea entre dos familias de las principales de la ciudad,
con grave peligro de matanzas. San José fue enviado a poner la paz y logró que se casara
un joven de una de las familias con una muchacha de la familia contraria y así volvió a ver
paz entre los que antes eran enemigos.

El señor obispo de Urgel lo nombró su vicario general, el más alto puesto en la diócesis
después del prelado.

Renuncia a todo. Pero él sentía una voz en su interior que le decía: "¡Váyase a Roma!
¡Váyase a Roma!" Y en sueños veía multitudes de niños desamparados que le suplicaban
se dedicara a educarlos. Así que renunciado a sus altos puestos, y repartiendo entre los
pobres las grandes riquezas que había heredado de sus padres, se dirigió a pie a la Ciudad
Eterna.

Educador de los pobres. En Roma se hizo socio de una cofradía que se dedicaba a enseñar
catecismo a los niños y se dio cuenta de que la ignorancia religiosa era total y que no
bastaba con enseñar religión los domingos, sino que era necesario fundar escuelas para
que los jovencitos tuvieran educación e instrucción durante la semana. En ese tiempo los
gobiernos no tenían ni escuelas ni colegios, y la juventud crecía sin instrucción. Se reunió
con unos sacerdotes amigos y fundó entonces su primera escuela en Roma. Su fin era
instruir en la religión y formar buenos ciudadanos. Pronto tuvieron ya cien alumnos.
Tenían que conseguir profesores y edificio, porque los gobiernos no costeaban nada de
eso. Pronto fueron llegando nuevos colaboradores y los alumnos fueron ya setecientos.
Más tarde eran ya mil los jóvenes que estudiaban en las escuelas dirigidas por José y su
amigos. En sus ratos libres se dedicaban a socorrer enfermos y necesitados, especialmente
cuando llegaban la peste o las inundaciones. Con su amigo San Camilo eran incansables en
ayudar.

Los escolapios. A sus institutos educativos les puso por nombre "Escuelas Pías" y los
padres que acompañaban al padre Calasanz se llamaron Escolapios. Después de un par de
años ya había "Escuelas Pías" en muchos sitios de Italia y en muchos países. Ahora los
padres Escolapios tienen 205 casas en el mundo, dedicadas a la educación, con 1630
religiosos. Son estimadísimos como educadores.

Visitas repentinas e inesperadas. Los envidiosos empezaron a hacer llegar quejas contra
las Escuelas Pías, y el Sumo Pontífice Clemente VIII envió a los sabios Cardenales Baronio y
Antoniani a que hicieran una visita sorpresa a las tales escuelas. Los dos cardenales se
presentaron repentinamente sin previo aviso y encontraron que todo funcionaba tan
sumamente bien, que el Papa al escuchar su excelente informe se propuso ayudarlas
mucho más en adelante. Algo parecido hizo más tarde el Papa Paulo V y al darse cuenta
de los bien que funcionaban las escuelas del padre Calasanz, le concedió toda su ayuda. Y
en verdad que la necesitaba porque las dificultades que se les presentaban eran muy
grandes.

Empiezas los dolores. El padre Calasanz tenía una gran fuerza y un día se echó sobre sus
espaldas una pesadísima campana y se subió por una escalera para llevarla a la torre. Pero
la escalera se partió y él cayó con la campana y se rompió una pierna. Duró varios meses
en cama entre la vida y la muerte y desde entonces su falta de salud lo hizo sufrir mucho.
Pero los mayores sufrimientos le iban a llegar de otra manera totalmente inesperada.

La persecución. Recibió el padre Calasanz como colaborador a un hombre ambicioso y


lleno de envidia, el cual se propuso hacerle la guerra y quitarle el cargo de Superior
General. Por las calumnias de este hombre y de varios más, nuestro santo fue llevado a los
tribunales y solamente la intervención de un cardenal obtuvo que no lo echaran a la
cárcel. Él repetía: "Me acusan de cosas que no he hecho, pero yo dejo a Dios mi
defensa". El envidioso logró a base de calumnias que a San José Calasanz le quitaran el
cargo de Superior General, y después las acusaciones mentirosas llegaron a tal punto que
la Santa Sede determinó acabar con la congregación que el santo había fundado. San José
al escuchar tan triste noticia, repitió las palabras del Santo Job: "Dios me lo dio, Dios me lo
quitó, bendito sea Dios".

Afortunadamente, después se supo la verdad y al Fundador le fueron restituidos sus


cargos y la Comunidad volvió a ser aprobada y ahora está extendida por todo el mundo.

Dicen que San Alfonso de Ligorio cuando estaba fundando la Congregación de Padres
Redentoristas, y encontraba fuertes dificultades y oposiciones, leía la vida de San José de
Calasanz para animarse y seguir luchando hasta conseguir la definitiva aprobación.

El 25 de agosto del año 1648, a la edad de 92 años pasó este gran apóstol a la eternidad, a
recibir el premio de sus grandes obrasapostólicas y de sus muchísimos sufrimientos.

ACTIVIDAD

Socializacion en clase.

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