Вы находитесь на странице: 1из 3

La novela como crítica a la sociedad

John Rodríguez Buenahora Cod. 2170542


Introducción
Definir el género literaria novela, como tal, es un trabajo arduo y complejo, Rubiano (1991) dirá
que “es más fácil escuchar o leer definiciones sobre lo que no es una novela que una explicación
redonda, sencilla y de un párrafo sobre lo que sí es la novela” (p. 107). Esto se puede deber a su
complejidad, tanto en forma como contenido. Las novelas comparten muchas características, pero
no siguen un esquema determinado, así mismo son muchos los temas que tratan, aunque las novelas
siempre van a desarrollar temas relacionados con el hombre, Ignacio Padilla (2013) dice “la novela
se muestra y muestra al hombre en el hermoso patetismo de su desnudez y de su imperfección” (p.
92). La novela al desarrollar estos temas está mostrando al hombre y parte de su mundo en ese
mundo ficcional. De esta manera, todas las novelas actúan de forma indirecta en el hombre y en su
pensamiento de mundo, porque según Ignacio Padilla “la novela explica al hombre por sus tumbos,
por esos baches y esas exuberancias con las que, ya sin pudor del cuento, nos define tal cual somos,
no así como debíamos ser” (pp. 92-93). Así se tiene que las novelas muestran al hombre como es,
imperfecto.
Si se considera lo anterior, las novelas no son solo éxtasis, para deleitar y entretener, sino que
también son como un reflejo de la sociedad y por ende una forma de crítica hacia el hombre y el
entorno social que lo rodea, sociedad y cultura. En otras palabras la novela se puede considerar
como una critica hacia la sociedad, pero ¿cómo y de qué manera se puede considerar esta crítica?
Y ¿es posible considerar todas las novelas como una crítica hacia la sociedad?
La novela y sus personajes
Una de las características más importantes de la novela, o tal vez la más importante, son los
personajes hasta el hecho de que Ortega y Gasset (1925) afirman que la esencia de lo novelesco
está en ellos, pues como explican que la acción y la trama no es la substancia de la novela, sino que
es el ser y en el estar de los personajes. Desde esta perspectiva, se tiene una de las formas en que
se puede considerar a la novela como crítica a la sociedad, pues si retomamos la idea de que la
novela muestra al hombre como es, podemos llegar a deducir que los personajes son el medio más
efectivo para representar al hombre real, no solamente por el hecho de que se hace un paralelismo,
sino porque el efecto es más contundente. Si se considera lo que dice Ortega y Gasset (1925) sobre
los personajes en la novela “entonces nos complacemos al sentirnos impregnados y como saturados
de ellos y de su ambiente, al percibirlos como viejos amigos habituales de quienes sabemos todo y
al presentarse nos revela toda la riqueza de sus vidas” (pp. 150-151). Si los personajes representan
al hombre se puede deducir que por medio de ellos se presenta la crítica a la sociedad, esto también
podría ser respaldado por la variedad de personajes que presenta una novela. Para ejemplificar esto,
en la novela Samurái de Hisako Matsubara se tienen varios personajes y cada uno de ellos
representaría una parte de la sociedad, así se observa que el abuelo en la novela representaría la
sociedad patriarcal, orgullosa y terca; mientras Nagayuki representa ese sector sumiso y obediente
hacia sus padres, pero en las decisiones y acciones de los personajes es donde se presenta la crítica.
Entonces ¿cómo se presenta esa crítica a la sociedad en las acciones y decisiones de los
personajes? Como se ha reiterado la novela es como el hombre imperfecto y permite verse mientras
se crea, la novela permite esa retrospectividad. La novela presenta al hombre a través de sus
personajes al mismo tiempo que plasma en ellos valores sociales, por ejemplo en la novela de
Samurái esos valores serían la sociedad patriarcal, orgullosa, obediente, etc. Pero al mismo tiempo
la novela también permite la reflexión por su carácter retrospectivo. En otras palabras, la novela
permite la retrospectividad de los valores y costumbres del hombre, presenta una mirada reflexiva
de la sociedad, de ahí también que los temas sean universales. En esa forma reflexiva sobre el
hombre la novela está haciendo una crítica a la sociedad de forma indirecta, pues permite que el
hombre se vea así mismo y sus valores sociales, o por lo menos que los reconozca, por medio de
los personajes.
La novela y su mundo ficcional
Otra forma en que la novela presenta una crítica a la sociedad es por medio de su mundo
ficcional, pero ¿cómo es esto posible? Hay que entender en primer lugar el concepto de
extrañamiento ya que es por este medio que se da la crítica. Entonces, este concepto según Dorfles
(1984), quien cita el diccionario de la Academia de Ciencias, es “la acentuación por parte del
escritor de un elemento cualquiera del texto de una obra de arte con el objeto de hacer que se le
perciba, no según las asociaciones habituales, sino como algo insólito pero ya encontrado antes”
(p. 101). Pero esto no quiere decir que en todas las novelas se hace énfasis es en el mudo ficcional,
hay que profundizar un poco más en este término y entenderlo como un efecto que hace que las
cosas se presenten de forma extraña a su misma naturaleza, esto quiere decir que hace que las cosas
comunes se vean desde otra perspectiva. El que acuño este término Shklovski (1929) siguiendo este
principio afirma que:
La finalidad del arte es proporcionar una sensación del objeto como visión y no como
reconocimiento; el procedimiento del arte es el procedimiento de singularización de los
objetivos y el procedimiento que consiste en oscurecer la forma, en aumentar la dificultad y
la duración de la percepción (p. 96).
Desde esta perspectiva, se considera que en las novelas ese mundo ficcional crea un efecto de
extrañamiento, entonces esto permite que se vea el mundo real desde una nueva perspectiva y por
ende, permita verlo de una forma reflexiva, por ejemplo en la novela La carretera de Cormac
McCarthy ese mundo distópico permite ver al mundo real desde una perspectiva diferente y al
mismo tiempo reflexionar cómo es y que rumbo sigue, según las costumbres y actitudes humanas
y esto siguiendo las ideas de Shklovski sería la finalidad del arte, en este caso de la novela. Entonces
ese mundo ficcional al igual que los personajes permite la crítica a la sociedad.
Conclusión
En este texto se abordó de forma reflexiva algunas características de la novela para entenderla
como una crítica a la sociedad por medio de la reflexión que permite hacer sobre sí misma y sobre
el hombre, por tratarse de un género que está íntimamente relacionado con este; especialmente se
abordaron dos características de la novela donde se evidencia de manera muy clara la reflexividad
de los personajes y el mundo ficcional que esta crea. En los personajes se evidencia que la novela
permite hacer una caracterización de la sociedad y ver los valores de la sociedad de forma reflexiva
y crítica. Al mismo tiempo desde el concepto de extrañamiento se ve que el mundo ficcional de la
novela permite por este efecto ver el mundo real desde una perspectiva diferente y crítica. De esta
manera, volviendo a las dos primeras preguntas ¿cómo y de qué manera se puede considerar esta
crítica? Y ¿es posible considerar todas las novelas como una crítica hacia la sociedad? Se tiene
que las preguntas se desarrollaron a lo largo del texto, entonces ya se vio cómo la novela presenta
la crítica a la sociedad y también que todas las novelas permiten de alguna forma esa crítica.

Referencia bibliográfica
Dorfles, G. (1984). El intervalo perdido. España: Lumen pp. 97-122
Padilla, I. (2016). El accidente de la novela moderna. En: Cervantes y compañía. Bogotá: Editorial
Planeta.
Rubiano, R. (2006). La novela, ese género desconocido. En: Alquimia del escritor. Bogotá: Icono
pp. 107-120
Skloski, V. (1929). El arte como procedimiento. Moscú pp. 7-23

Вам также может понравиться